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El hombre, en cambio, está casi permanentemente necesitado de la ayuda de sus

semejantes, y le resultará inútil esperarla exclusivamente de su benevolencia. Es


más probable que la consiga si puede dirigir en su favor el propio interés de los
demás, y mostrarles que el actuar según él demanda redundará en beneficio de
ellos. Estos es lo que propone cualquiera que ofrece un trato. Todo trato es: dame
esto que deseo y obtendrás esto otro que deseas tú; y de esta manera
conseguimos mutuamente la mayor parte de los bienes que necesitamos. No es la
benevolencia del carnicero, el cervecero, o el panadero lo que nos procura
nuestra cena, sino el cuidado que ponen ellos en su propio beneficio. No
nos dirigimos a su humanidad sino a su propio interés, y jamás les hablamos de
nuestras necesidades sino de su provecho. Sólo un mendigo escoge depender
básicamente de la benevolencia de sus conciudadanos.

La mano invisible
Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más
beneficiosa para cualquier capital que tenga. Es evidente que lo mueve su propio
beneficio y no el de la sociedad. Sin embargo, la persecución de su propio interés lo
conduce natural o mejor dicho necesariamente a preferir la inversión que resulta
más beneficiosa para la sociedad.
En primer lugar, cada individuo procura emplear su capital lo más cerca de casa
que sea posible, y por ello en la medida de lo posible apoya a la actividad naciona
En segundo lugar, cada individuo que invierte su capital en la actividad nacional,
necesariamente procura dirigir la actividad para que la producción alcance el
máximo valor posible …
Al preferir dedicarse a la actividad nacional más que a la extranjera él sólo persigue
su propia seguridad; y al orientar esa actividad de manera de producir un valor
máximo él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros
una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus
propósitos. El que sea así no es necesariamente malo para la sociedad. Al perseguir
su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más
eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo. Nunca he visto muchas cosas
buenas hechas por los que pretenden actual en bien del pueblo. …”

Los obreros desean ganar el máximo posible, los dueños, dar el mínimo; los primeros están
dispuestos a llegar a un acuerdo para elevar los salarios, los segundos para bajarlos.

ROL DEL ESTADO


“Después de las instituciones y obras públicas necesarias para la defensa de la

sociedad y de la administración de Justicia, las principales son aquellas que sirven para

facilitar el comercio de la nación y fomentar la instrucción del pueblo.” (1776, libro V,

pag.639)

“La protección del comercio, se ha considerado siempre esencial para la defensa de los

intereses comunes y como parte necesaria de las obligaciones del Poder Ejecutivo…

esto nos explica porque la recaudación y manejo de los derechos generales de

aduanas ha sido siempre incumbencia de dicho poder” (1776, libro V, pag.648)

“El legislador debería velar, con la máxima atención, para que no se introduzcan

monopolios ni se vayan extendiendo los ya establecidos, pues cualquier lenidad de esa

clase suele provocar en la constitución del Estado ciertos desordenes que después son

difíciles de erradicar sin que se produzca un nuevo trastorno”   (1983, libro III, pag.416)

“crear y sostener obras públicas que facilitan el comercio como son las carreteras,
canales navegables, puertos, puentes, etc. ( 1776, libro V, pag.640)

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