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Mitrídates VI era hijo de Mitrídates V del Ponto (150 a. C.-120 a. C.

), llamado
Evergetes.

Descendía de antepasados persas y griegos. Se reclamaba descendiente de Ciro II el


Grande, de Antípatro de Macedonia, el general de Alejandro Magno, y de los diádocos
Antígono I Monóftalmos y Seleuco I Nicátor.2

Mitrídates creció en la ciudad póntica de Sinope,3 siendo el primer hijo de


Mitrídates V y Laodice VI. Su padre era descendiente de los primeros monarcas del
Ponto, y su madre era una princesa seléucida, hija de Antioco IV Epifanes.

Cuando su padre fue asesinado en 120 a. C., envenenado en un banquete,4 abandonó el


reino, dejando el gobierno a su madre, Laodice VI, y a su hermano menor, Mitrídates
Cresto. Ni él ni su hermano estaban en edad de gobernar, y la madre actuó como
regente,5 de 120 a. C. hasta 116 a. C. o 113 a. C.

Mitrídates volvió a Ponto entre 116 y 113 a. C., depuso a su madre y a su hermano,
y los puso en prisión,6 donde posiblemente murieron.6 Poco después se casó con su
joven hermana de dieciséis años, Laodice del Ponto.7

Su reinado personal comienza en 112 a. C., cuando tenía unos veinte años de edad.
Rodeado de consejeros griegos y contando con un poderoso ejército, retomó de
inmediato la política expansionista de su padre.

Oriente Próximo en el 89 a. C.
A Mitrídates se unió también gran parte de Grecia: los griegos, que en el pasado
habían sorteado el peligro de la invasión de los persas, se aliaron ahora con los
orientales gobernados por un rey que reivindicaba sus raíces persas. Fue ambicioso,
y trató de conquistar muchos reinos, incluido Bitinia, lo cual le llevó a un
conflicto con la República romana, en plena expansión.

Tras conquistar el oeste de la península de Anatolia en el año 88 a. C., Mitrídates


VI ordenó la matanza de los ciudadanos romanos que ahí vivían. Provocó la matanza
de 80 000 ciudadanos, hombres, mujeres y niños, y atrajo con ello la ira de Roma.
Tras la primera guerra mitridática, entre el año 88 a. C. y el 84 a. C., Lucio
Cornelio Sila venció a Mitrídates y lo expulsó de Grecia, pero después tuvo que
volver a Italia para enfrentarse a la revuelta de Cayo Mario. Esto permitió a
Mitrídates firmar una paz temporal, durante la cual pudo prepararse para continuar
la contienda conocida como Tratado de Dárdanos.

Las guerras mitridáticas de 87-86 a. C.


Mitrídates reagrupó a sus fuerzas, y cuando Roma quiso anexionarse Bitinia, atacó
con un ejército aún mayor, llevando a la segunda guerra mitridática en los años 83
a 81 a. C. Se enfrentó primero a Lucio Licinio Lúculo, y después a Cneo Pompeyo
Magno, quien finalmente lo derrotó en la tercera guerra mitridática que duró entre
los años 75 y 65 a. C.

Tras su derrota, Mitrídates huyó y trató de levantar un nuevo ejército, pero no lo


logró. En el año 63 a. C., huyó a Panticapea, donde fue forzado por su hijo
Farnaces II a suicidarse.8

Leyenda
La vida de Mitrídates VI está envuelta en relatos de tintes semilegendarios: en el
año de su nacimiento y en el de su ascensión al trono, apareció en el cielo un
cometa durante setenta días;9 se afirma que a la muerte de su padre Mitrídates V,
siendo todavía un niño, hubo de huir temiendo por su vida, llevando durante siete
años una vida salvaje,9 y no regresó sino para asesinar a su madre Gespaepyris y a
su hermano Mitrídates Chrestos (el Ungido), pero no a su hermana Laodice, con la
que se casó.

Plinio el Viejo, en su Naturalis Historia, hace referencia a su habilidad para los


idiomas:
Mitrídates, que fue rey de veintidós naciones, administró sus leyes en todos sus
idiomas, y podía hablar cada uno de ellos sin emplear intérprete.10
Sin embargo, la leyenda más conocida es la de su resistencia a los venenos: en un
intento por protegerse de posibles envenenamientos, acostumbraba a experimentar los
efectos de los tóxicos con delincuentes convictos y consigo mismo, buscando un
antídoto que lo mantuviera a salvo de posibles intentos de asesinato, lo cual
encontró en el mitridato, una triaca que mezclaba de sustancias vegetales y
animales atribuida a su invención y que le permitió inmunizarse. Según cuenta
Apiano en Historia romana (XVI, 111), cuando fue derrotado por Pompeyo, Mitrídates
VI intentó suicidarse ingiriendo veneno para evitar su captura por los romanos,
pero al estar inmunizado debió recurrir a uno de sus oficiales para que le
provocase la muerte a espada. Dión Casio y Juniano Justino, también hacen
referencia a su resistencia al veneno.11Aulio Cornelio Celso, enciclopedista romano
del siglo I a. C., recogió en su obra De Medicina la composición del Mitridato o
Mithridatium.12

Arte y literatura
La vida de Mitrídates VI fue argumento para varias obras artísticas:

Mithridate, tragedia estrenada en 1673, escrita por el francés Jean Racine;


Mitridate, re di Ponto, ópera de Wolfgang Amadeus Mozart de 1770;
Colleen McCullough, escritora australiana, lo retrataría en La corona de hierba
(1991).
Michael Curtis Ford, novelista norteamericano, lo haría protagonista de su obra The
Last King (El Último Rey) (2005);
La ciudad de Eupatoria, en Crimea (Rusia), se nombra así en su honor.

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