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o Calor
Electromagnéticas:
o Radiaciones ionizantes
o Radiaciones no ionizantes
RIESGOS QUIMICOS
El Riesgo químico es aquel riesgo susceptible de ser producido por una
exposición no controlada a agentes químicos la cual puede producir efectos
agudos o crónicos y la aparición de enfermedades. Los productos químicos
tóxicos también pueden provocar consecuencias locales y sistémicas según la
naturaleza del producto y la vía de exposición. En muchos países, los
productos químicos son literalmente tirados a la naturaleza, a menudo con
graves consecuencias para los seres humanos y el medio natural. Según de
que producto se trate, las consecuencias pueden ser graves problemas de
salud en los trabajadores y la comunidad y daños permanentes en el medio
natural. Hoy en día, casi todos los trabajadores están expuestos a algún tipo de
riesgo químico porque se utilizan productos químicos en casi todas las ramas
de la industria. De hecho los riesgos químicos son los más graves.
Inhalación
Las partículas muy finas, los gases y los vapores se mezclan con el aire,
penetran en el sistema respiratorio, siendo capaces de llegar hasta los alvéolos
pulmonares y de allí pasar a la sangre. Según su naturaleza química
provocarán efectos de mayor a menor gravedad atacando a los órganos
cerebro, hígado, riñones, etc.) Y por eso es imprescindible protegerse. Las
partículas de mayor tamaño pueden ser filtradas por los pelos y el moco nasal,
donde quedarán retenidas. Algunos de los gases tóxicos que actúan por
absorción inhalatoria:
Monóxido de carbono
Ácido cianhídrico
Sulfuro de hidrógeno
Vapores de mercurio
Otras intoxicaciones pueden ser producidas por absorción de vapores
procedentes de disolventes como:
Benceno
Metanol
Nitrobenceno
Absorción cutánea
El contacto prolongado de la piel con el tóxico, puede producir intoxicación por
absorción cutánea, ya que el tóxico puede atravesar la barrera defensiva y ser
distribuido por todo el organismo una vez ingresado al mismo. Son
especialmente peligrosos los tóxicos liposolubles como los insecticidas y otros
pesticidas.
Ingestión
La sustancia ingerida conlleva un riesgo específico dependiendo de su
naturaleza, siendo diferente la gravedad del accidente y la urgencia de su
atención, la cual nunca es menor. Algunas sustancias muestran su efecto
tóxico de forma inmediata, especialmente aquellos de acción mecánica (como
los corrosivos), pero otros no lo hacen hasta después de su absorción en el
tubo digestivo, distribución y metabolización, por lo cual pueden aparentar ser
inocuos en un primer momento.
RIESGOS PISCOLOGICOS
Actualmente se utiliza mucho el término estrés; quizá porque remite a un
estado psicológico muy extendido y que está cada vez más reconocido. De
hecho, en el ámbito laboral las estadísticas reflejan bien esta situación: en 1999
se estimó que el coste económico anual del estrés laboral en la Comunidad
Europea lindaba los 20 mil millones de euros. Esta cifra se podría extrapolar a
otras regiones del mundo. Sin embargo, y como nota la Guía de la UE sobre el
estrés laboral, “es aún más consternante el sufrimiento humano que el estrés
produce en millones de trabajadores europeos” (Levi, 1999).
Hay que destacar que resulta inevitable enfrentarse a situaciones estresantes a
lo largo de la vida, y aún más en la mayoría de los contextos laborales
actuales. Conviene por tanto que las organizaciones (tanto por razones
humanitarias como por razones económicas) sean no sólo conscientes de los
riesgos derivados del estrés laboral, sino que conozcan también las maneras
de prevenir estos riesgos o neutralizarlos ni bien surgen, para poder crear un
ambiente laboral adecuado.
Cabe entonces preguntarse qué es un ambiente de trabajo adecuado, y cómo
diseñarlo. Debemos considerar que diseñar es adaptar el contexto a las
necesidades del trabajador. Esto implica tener una visión amplia del estrés: una
visión que incluya a la vez aspectos fisiológicos y psicológicos. La ergonomía
analiza ambos aspectos: estudia a la vez los riesgos fisiológicos (el dolor de
espalda, el síndrome del túnel carpiano) y los riesgos psicológicos (la carga de
trabajo cognitiva, el error humano, la manera con que los seres humanos
percibimos nuestro entorno y nuestras tareas).
Las consecuencias de un entorno de trabajo inadecuado pueden ser tanto
físicas como psicológicas. De hecho, los riesgos laborales tradicionales
-asociados a lesiones físicas- disminuyen, mientras que aumentan los síntomas
relacionados con el estrés.
Los distintos gobiernos han realizado esfuerzos permanentes en torno a la
seguridad y salud de los trabajadores, y han elaborado numerosas normativas
y directivas. Desde hace tiempo, las Directivas de la Unión Europea incluyen a
la vez los factores fisiológicos y psicológicos, enfocándolos desde un punto de
vista ergonómico. La Directiva Marco de la UE 89/391/EEC para mejorar la
seguridad y salud de los trabajadores, norma de referencia en los Estados
Miembros, menciona implícita y explícitamente los factores psicosociales. La
Directiva 90/270 acerca de los riesgos derivados de las pantallas de
visualización de datos, obliga al empresario a analizar cada puesto de trabajo
para rastrear tanto los riesgos visuales y fisiológicos como los riesgos que
provocan estrés mental. La Directiva 93/104 sobre ritmos de trabajo se opone a
las largas jornadas laborales así como a las pausas cortas, y a toda
organización del trabajo que pueda afectar la seguridad y la salud de los
trabajadores. En algunos países las disposiciones legales van más allá de la
Directiva Marco y especifican las medidas que los empresarios deben tomar
frente a los riesgos psicosociales.
“Casi uno de cada tres trabajadores europeos (o sea más de 40 millones de
personas) declaran estar afectados por el estrés laboral. Este fenómeno es el
causante de millones de días de trabajo perdidos por año”. Estas frases
encabezaron el programa de trabajo de la Semana Europea de Seguridad y
Salud en el Trabajo de 2002, un evento destinado a prevenir los riesgos
psicosociales y el estrés que provocan.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral (NIOSH) del Ministerio de
Salud y Servicios Sociales de EE.UU. define al estrés laboral como “las
respuestas físicas y emocionales nocivas que surgen cuando los requisitos del
trabajo no corresponden a las capacidades, recursos o necesidades del
trabajador”.
Estrés laboral
En la comunidad científica existen tres enfoques para analizar y definir el estrés
(Lazarus, 1966; Appley y Trumbull, 1967; Cox, 1978, 1990; Cox y Mackay,
1981; Fletcher, 1988; Cox, 1993) (mencionados por Cox, Griffiths y Rial-
Gonzalez). Estos enfoques coinciden en parte.
El primer enfoque entiende que el estrés laboral es una característica negativa
o perjudicial del entorno de trabajo y, en las investigaciones, lo considera como
una variable independiente (la causa ambiental de la mala salud). Es el
‘enfoque ingenieril’.
El segundo enfoque define al estrés en términos de efectos fisiológicos
provocados por una amplia variedad de estímulos negativos o perjudiciales. Se
trata de una variable dependiente: el estrés es una respuesta específica a un
entorno amenazador o perjudicial. Este es el ‘enfoque fisiológico’.
El tercer enfoque considera al estrés laboral como una interacción dinámica
entre la persona y su entorno de trabajo. Para estudiarlo se lo debe deducir de
la existencia de interacciones persona-entorno problemáticas, o se lo debe
medir mediante los procesos cognitivos y las reacciones emocionales que
sostienen estas interacciones. Este es el ‘enfoque psicológico’.
Los enfoques ingenieril y fisiológico están relacionados con las primeras teorías
del estrés mientras que el enfoque psicológico corresponde a las teorías
actuales. Este último enfoque ha dado lugar a la elaboración de varias modelos
de conjunto sobre el proceso que conduce al estrés.
Se ha escrito mucho sobre el estrés laboral y se puede decir que los tres
enfoques no son en realidad tan diferentes. En todo caso, el problema clave al
hablar del estrés son los recursos individuales. Sin embargo, las
organizaciones pueden hacer mucho para reducir los elementos estresores
mediante un diseño del trabajo adecuado. La literatura muestra (Jackson,
1983) que el aumento del control del trabajador sobre ciertos elementos de su
tarea disminuye la precepción de estrés. Golembiewski y otros (1987) indican
que un programa de desarrollo organizativo bien diseñado disminuye los
niveles de burnout.
De todos los datos presentados, corroborados por el pensamiento jurídico
actual europeo, se puede ver que el estrés laboral es un problema presente y
futuro de seguridad y salud y que, como tal, debe ser enfrentado con el mismo
enfoque sistemático y lógico con el que se enfrentan los demás problemas de
seguridad y salud laboral.
RIESGOS BIOLÓGICOS
RIESGOS ELECTRICOS