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Juventud sin valores

En una juventud moderna donde el afán de la vida es el pan de cada día, la


preocupación por estar a la moda y la imitación de personajes públicos como
estrellas: el tener presentes valores en sus vidas ya no son cualidades que
caracterizan a los ciudadanos en el mundo, donde es lo mismo ser bueno o
malo con tal de lograr sus propios objetivos no importa pasar por encima de
los demás.
Estas características se hacen más visibles en los jóvenes que adoran este
sistema social creados por los adultos, un sistema que los transporta en
consumidores que anulan su identidad y sus proyectos, que lo quiere todo al
instante sin que se le exija ningún esfuerzo. Existe un lugar, un espacio y una
época donde es más evidente las situaciones y las relaciones que cada joven
y adolecente experimentan en su vida, este es el aula de clase bien sea en el
colegio o en la universidad, donde el profesor o maestro utilizando
estrategias, puede hablar con los propios jóvenes sobre sus pensamientos,
conflictos y deseos.
Una de estas tantas herramientas que puede utilizar un maestro son los
libros que enseñan cómo llegar a esa juventud que ha dejado de lado la
práctica de valores que pueden ayudar a formarlos como personas.
Autores como Augusto Cury un médico psiquiatra, ha publicado una serie de
libros con el objetivo de llegar a todas las personas que desean mejorar su
calidad de vida. Uno de esos libros es HIJO BRILLANTES ALUMNOS
FASCINANTES un libro que expresa los sentimientos, sueños, frustraciones,
conflictos y deseos de la juventud.
Cada uno de los capítulos de esta obra nos narra la historia que vivió un
maestro (Romanov), en una escuela que llamaban la escuela de las pesadillas
en donde había sido contratado con el propósito de que aliviara los graves
problemas de esta escuela; una escuela con graves problemas de disciplina
en donde dictar una clase era una tortura para un maestro.
Romanov puso en práctica algunas técnicas para que los estudiantes fueran
estudiantes brillantes con valores, pensantes y soñadores.
El profesor Romanov para dictar una clase a los alumnos los sentaba en
semicírculo, el aula debía convertirse en un teatro donde los profesores y los
alumnos fuesen actores en la producción del conocimiento, Les ponía música
clásica de fondo. Y una vez cada quince días les contaba una historia para
estimular las artes de la crítica y la duda. Estas historias relataban sucesos en
donde los jóvenes opinaban y les producían un cambio en su
comportamiento y se mostraban más abiertos dejando la timidez y
permitiendo que el maestro Romanov los conociera en su interior.
Cada relato abría las puertas de sus corazones y los estudiantes se iban
mostrando más sensibles, amables y sinceros.
A medida que transcurría el tiempo los estudiantes le tomaban más amor a la
escuela, eran mejores seres humanos y para los maestros ya no era una
tortura dictar una clase.
Por fin los alumnos de la escuela de las pesadillas habían cambiado su
manera de ver la vida, ya sus maestros no eran sus enemigos si no sus
amigos, tanto que le brindaban homenajes por gratitud hacia ellos.
Cada uno de los capítulos que forman el libro hijos brillantes alumnos
fascinantes es una historia que nos cautiva y nos narra historias que nos
dejan enseñanzas muy especiales: que es sacar fuerza de la debilidad y
dignidad del dolor, recuperando la confianza en nosotros mismos y nos
convierte en soñadores de un futuro mejor, por tal razón leer este libro se
convierte en una de las mejores herramientas para tratar con jóvenes
difíciles; con baja autoestima, poco críticos y como dije al principio con pocos
valores

Ana María López Regino

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