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Causas.
La lluvia ácida se origina por distintas situaciones naturales, tales como terremotos o
erupciones volcánicas, las cuales liberan muchísimas partículas que contaminan la
atmósfera.
También son la consecuencia de diversas actividades realizadas por el hombre, como
el uso general de transportes que utilizan gasolina o las grandes industrias productos.
Consecuencias.
Los efectos o consecuencias de la lluvia ácida son muchísimos. Esta afecta las aguas,
la visibilidad, la salud humana, los materiales y el suelo. En este sentido, es preciso
comentar que algunos de los efectos más comunidad de estas lluvias
CAUSAS
La extracción por cosecha
Es una de las principales causas de la disminución de la fertilidad del suelo. La
extracción de nutrientes, para obtener cada cosecha, hace que del suelo se libere una
cantidad importante de macro y micronutrientes que cumplen funciones muy
importantes en la planta y se vuelven parte de granos, hojas, raíces, frutos, flores,
entre otros. El suelo no discrimina el tipo de cultivo ni la extensión del mismo, por lo
tanto, esa salida de nutrientes ocurre en los cultivos comerciales intensivos y
extensivos.
El suelo actúa como un depósito o “cuenta de ahorro” de nutrientes, por ende, al
producirse la extracción de los mismos, con cada cosecha, automáticamente
disminuyen dichos nutrientes. Entonces, es indefectiblemente necesaria la reposición
en cantidad y calidad. Esta acción permitirá mantener o recuperar la fertilidad natural
original y, de esta manera, la sustentabilidad de la actividad. De lo contrario, el
volumen de nutrientes en el suelo podría vaciarse y producir la pérdida de fertilidad y
productividad.
Erosión
Otra causa muy importante por la que se pierden importantes cantidades de nutrientes
del suelo es la erosión, tanto hídrica como eólica, o la combinación de ambos.
Tipos de erosión:
La erosión hídrica: es el proceso mediante el cual los nutrientes que se encuentran
en el humus son arrastrados superficialmente por efecto del agua. Este tipo de
degradación se acentúa en zonas donde la precipitación pluvial es alta, la pendiente
del terreno es importante y existe falta o escasa cobertura del suelo.
Es muy común en la región oriental, donde las lomadas presentan diferentes niveles
de relieve o inclinación, lo que favorece el movimiento del agua. Es importante también
mencionar que el tipo de suelo, especialmente aquel con textura gruesa, sufre la
erosión con mayor impacto. Esta situación se debe a que tiene menos fuerza de unión
o integración de sus agregados, por lo que son fácilmente fragmentadas y arrastradas
por el agua. Por esta causa es muy importante mantener el suelo el mayor tiempo
posible con cobertura vegetal.
Erosión eólica: esta forma de pérdida es el proceso mediante el cual los nutrientes
son transportados por efecto del viento. Este tipo de degradación se acentúa en zonas
donde la precipitación pluvial es escasa, la fuerza del viento es alta y se presenta falta
o escasa cobertura del suelo. Aunque también se presenta en la región oriental, es
más común en la región occidental o Chaco, donde el terreno es plano y existe escasa
presencia de monte alto, lo que favorecen el movimiento y fuerza del viento. Para
reducir la ocurrencia de este tipo de erosión, es muy importante mantener el mayor
tiempo posible al suelo con cobertura vegetal y utilizar rompevientos, buscando con
ello reducir la fuerza o velocidad de los vientos.
Lixiviación o lavado de nutrientes
Otra causa muy importante de pérdida de nutrientes está relacionada con el tamaño
de los poros del suelo. Tiene que ver con el tipo de suelo, especialmente relacionado a
su grado textural, pues de ello depende la predominancia de macroporos o
microporos. El suelo con textura gruesa (areno, areno franco, franco y franco arenoso),
con predominancia de macroporos, facilita enormemente el arrastre vertical hacia las
profundidades de grandes cantidades de nutrientes esenciales, alejándolos del
alcance de las raíces que el cultivo requiere para su buen desarrollo. Aunque en el
Paraguay, la pérdida de fertilidad por lixiviación o lavado ocurre en todos los suelos, se
acentúa en aquellos suelos cuyo origen es la roca sedimentaria, arenisca. Estos
suelos contienen predominancia de arena, situación que también hace que se tenga
abundancia de macroporos que favorecen el arrastre y pérdida de nutrientes
disponibles en el humus del suelo o en fertilizantes químicos incorporados. La mejor
práctica para reducir la perdida de nutrientes por lixiviación o lavado, debido al alto
contenido de macroporos, es mejorando el grado de unión o aglutinamiento del suelo
mismo. Esto se puede lograr aumentando el contenido de material aglutinante,
principalmente la cantidad de materia orgánica (humus) en el suelo. Esto se puede
conseguir con la incorporación de estiércol animal y abono verde, sumado a la
aplicación del sistema de siembra directa, rotación de cultivos, entre otros.