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Bravo Mercado Adrian Osvaldo

Grupo 144
Evaluación de las Funciones Ejecutivas

Meta 1.3. Analizar las divisiones funcionales del lóbulo frontal y los síndromes disejecutivos

El lóbulo frontal juega un papel directivo en la conducta humana, sin embargo, para
realizar su cumplimiento necesita de la motivación necesaria tal como la capacidad de prever el
futuro y sus implicaciones, imaginar y valorar alternativas y su éxito, solucionar problemas,
improvisar, valorar factibilidad, replantear situaciones, cambiar actitudes, tener y flexibilidad.

Esta motivación la podemos encontrar localizada como aspecto cognitivo en la región


dorso lateral y sus aspectos sociales y emocionales en la corteza orbitaria.

Cuando un paciente sufre un daño se vuelve incapaz de crear las funciones previamente
mencionadas.

Estos daños pueden extenderse por diversas áreas, afectando otras funciones como
atencionales, conceptuales, motoras, motivacionales, lingüísticas y de memoria (Kertsz, 1994).

Dependiendo el lugar de la alteración o lesión se podrán desarrollar síndromes diversos.


Tenemos síndromes frontales, prefrontales, prefrontal – medial, orbito - frontal, premotor, y froto
– temporal, cada uno con características específicas. A continuación, se describirán:

 Los síndromes frontales se dividen en orbital, medial y dorso lateral afectando las
funciones de control.
 Los síndromes prefrontales alteran la capacidad de planeación, flexibilidad
cognitiva, solución de problemas, memoria de trabajo y corto plazo.
 Los síndromes prefrontales – mediales pueden llegar a producir abulia y se
caracterizan por la apatía y falta de iniciativa, presentando un estado akinético y
mutismo, encontrando relación con la porción motora.
 Los síndromes orbito – frontal producen cambios en la personalidad, labilidad
emocional, inatención, decremento en la inhibición de impulsos, adaptación social
y dificultades en la regulación emocional. Estos síntomas también pueden surgir
por otras zonas frontales. Un síntoma característico de este síndrome es la
confabulación, el cual es la producción errónea de información por una falla en la
capacidad autocritica.
 El siéndome pre motor surge por lesiones en las zonas pre motoras, provocando
estereotipos dinámicos alterados (movimientos complejos que se forman como
resultado de la actividad humana) y presentando como segundo síntoma la inercia
de los movimientos y perseveraciones, siendo estos dos síntomas los más
característicos del síndrome.
 El síndrome froto – temporal se caracteriza por la presencia de parafasias, errores
de denominación y alteración de lenguaje, junto con síntomas variados del área
frontal dañada. En sí, la autorregulación se incapacita.
Fuentes

Flores, J. C. (2006). Neuropsicología de lóbulos frontales. México. Universidad Juárez Autónoma de

Tabasco.

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