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Clase 1:
El juego está entrelazado con el desarrollo y la subjetivación
(el ser sujeto). No hay juego sin desarrollo, no hay desarrollo
sin juego y no hay sujeto sin desarrollo ni juego.
Estos tres aspectos están entrelazados, a través del juego el
niño se va haciendo y va haciendo.
Características:
- Libre: nadie puede obligar al otro a jugar.
- Espacio y tiempo diferentes:
- Tiempo: Es un tiempo diferente al real y se da de diferentes maneras. En el
juego las acciones duran menos (Ej.: una nena simula estar embarazada y a
los minutos ya nace su hijo).
- Espacio: distinto de la realidad (Ej.: una isla, el mar, etc.) Se transforma el
juego con las posibilidades del espacio. (Ej.: un niño jugando en un charco
puede ser el océano o el mar, una sala puede ser un campo minado, “el piso
es lava”)
- Reglas obligatorias: no hay juego sin reglas. Las reglas organizan el juego y lo
mantienen. Estas reglas tienen que ser aceptadas, si no las aceptan aparecen dos
tipos de sujetos:
- Aguafiesta: no tolera las reglas, se va, molesta, etc.
- Tramposo: no respeta las reglas y trata de mantenerse en el juego.
- Fin en sí mismo: el niño juega por jugar. No juega para aprender algo, juega por y
para jugar.
- Tensión y alegría/”ser de otro modo”: momentos de mayor y menor emoción. “ Jugar
es dar vida a los objetos y darse la posibilidad de ser otro en ese momento”
¿Por qué en muchas instancias educativas no se juega? ¿De qué manera el juego
promueve el aprendizaje?
Curiosear y jugar son los principios de cualquier investigación que deberían estar
habilitados desde muy temprano y realzar en la etapa escolar para promover aprendizajes
significativos. Tiene que ver con la idea de jugar, de ofrecerles las posibilidades de explorar,
probar, investigar, la posibilidad de jugar.
Para lograrlo uno de los pilares tiene que ser la confianza, como docente hay que generar
confianza a los niños. Ofrecer espacios de confianza, para que logre confiar en que le
vamos a permitir jugar y crear cosas nuevas. La confianza se construye a través del periodo
de adaptación. El adulto debe dar el permiso, el sostén, para que el niño pueda crear,
pueda jugar, apoyándose en ese vínculo de confianza que se crea.
Uno permite y habilita el momento para que los niños exploren, se manchen, etc. El
problema es cuando los adultos no habilitan esta confianza y no le brindan la seguridad al
niño para que explore.
Jugar es:
- Transformar: la realidad externa, los objetos, las personas y a uno mismo. Esta
realidad está sometida a otras reglas.
Mientras juegan, los niños descubren sus recursos, se los apropian y de a poco podrán ir
implementandolos en otros contextos. Para ello primero deberán haber jugado mucho.
Cuando se paraliza el juego, el aprendizaje se transforma en algo rígido, sin sentido que no
puede ser apropiado. No se trata entonces de jugar para ejercitar, sino de jugar para que el
aprendizaje circule, para que los aspectos estancados puedan ponerse en juego desde otro
lugar.
El juego habilita:
- explorar, desarrollar y representar experiencias de aprendizaje que otorgan sentido.
- practicar y construir ideas, conceptos y destrezas.
- aprender a controlar impulsos y comprender la necesidad de reglas.
- estar solo, cerca de otros o cooperar mientras hablan y comparten sentimientos.
- asumir riesgos y errores
- pensar con creatividad e imaginación
- comunicarse con otros, mientras investigan y resuelven problemas
- expresar miedos y revivir experiencias de ansiedad en situaciones controladas y
seguras.
Estos ejes son los que tienen que estar presentes en el vínculo temprano, desde el
momento del nacimiento, y que tienen que trasladarse al jardín maternal y al jardín inicial.
Es fundamental que haya un ida y vuelta en estas interacciones, ya que luego se darán la
regulación mutua y el ritmo.
Cuando algo de esto falla, luego se encuentran dificultades en los vínculos que el bebé
pueda tener que armar. Del vínculo depende el juego, según este tendremos posibilidades o
dificultades en el juego.
“La importancia de confianza y confidencia generada por el adulto para que el niño pueda
tomar sus propias decisiones acerca de cómo quiere cambiar”
“Cuando un adulto y un niño descubren cómo jugar y disfrutan juntos, hay un gran potencial
de desarrollo personal y social que puede i nfluir en todos los aspectos de sus vidas
cotidianas”
Las interacciones, ponerse a la altura, vincularse con el niño, estar disponibles, permite que
el niño desarrolle el juego. Se trata de donar la capacidad lúdica de cada uno, darle sostén,
mostrarse disponible.
Juego: se juega el ingreso a un nuevo espacio, donde se debe adquirir algo nuevo,
fundamental para el desarrollo de su psiquismo.
Más que una tarea o herramienta para divertirse, el jugar opera como una función de
estructuración del sujeto, hace nacer la estructura.
Jugar es exponerse desde lo más esencial y profundo, por lo que implica un vínculo de
confianza sostenido y seguro, donde no cabe una mirada moralista que juzgue el contenido
del juego, ni las expresiones asociadas, ni el formato lúdico.
Si los niños sienten peligro, si sienten amenazas, no pueden jugar, si están tensos y no
pueden bajar la guardia no logran jugar. Por lo tanto no hay que juzgar, no existe juego
correcto o incorrecto, etc.
El juego tiene que ver con todo lo pensamos, con todo lo que imaginamos, el juego ocurre
en otro tiempo y lugar. Si alguien nos juzga nos cerramos y no podemos jugar libremente.
Jugar implica:
- Vínculo de apego: en donde podemos apoyarnos
- vínculo de confianza: que no cuestiona, no moraliza
- Vínculo de ternura: acompañar el juego y sentir ternura en esos momentos
Cuando se da esto se da un encuentro: un encuentro con el otro. Un adulto que disfruta
desde el apego, la confianza y la ternura. Primero se da entre adultos - niños.
A partir de esto los niños pueden jugar con sus pares.
Para que se dé el adulto debe acompañar el juego con:
- el cuerpo (postura corporal), poner el cuerpo, ponerse a su altura
- la mirada, que no cuestiona sino que acompaña
- los gestos, habilitar a través de los gestos (cuando nos miran, dependiendo de cómo
reaccionemos, va a reaccionar de una forma en especial)
- Las palabras, buscando que el niño pueda compartir
- Acuerdo de códigos.
Clase 4:
A partir del 2do mes: los ojos pueden observar un objeto, el tacto es importante en este
primer periodo (mòviles, objetos de mov. lento)
A partir del 3er mes: reacciona a voces y ruidos, juega con su propio cuerpo y la madre
(cajas musicales)
A partir del 4to mes: comienza a tomar objetos con la mano, preferentemente se los lleva a
la boca, juega con su propio cuerpo llevàndose partes a la boca (manos y pies) (objetos
para agarrar, mordillos y sonajeros)
A partir del 6to mes: se toman los objetos con las dos manos, juega con su propio cuerpo
girando sobre sì mismo (peluches, primeros bloques)
A partir del 8vo mes: comienzan a gatear, tomar y soltar, afinaciòn de motricidad fina,
comienzan a recorrer mayores espacios, subièndse a diferentes partes como escalones
(pelota de trapo, cajas de encastre)
A partir del 9no mes: comienza a buscar objetos que estàn escondidos, sigue con la mirada
el recorrido de los objetos para luego buscarlos.
A partir del año comienza a caminar lo que enriquece la exploraciòn de los objetos y el
mundo que lo rodea. A su vez permite el juego de arrastre. El juego con el propio cuerpo
continùa evaluando diferentes posibilidades motoras (esconderse, ubicarse en huecos,
pasar por arriba de objetos simples, etc) Comienza a utilizar objetos segùn su
funcionamiento y busca conocer el funcionamiento de los mismos. Comienza a apilar más
objetos, destruyendo y volviendo a construir. Busca la repetición de sonidos, ritmos,
melodías simples y rimas.
2do año:
Camina, se desplaza con mayor seguridad, disfruta de sus movimientos, explora e investiga
todo, emite ruidos y sonidos, mayor afinzaciòn ojo-mano, disfruta de los juegos al aire libre
(arena, agua, tierra) comienza a imitar el mundo adulto, comienza a garabatear, aumenta el
interés en imágenes y libros. Disfruta al descubrir causa- efecto.
El juego es más bien individual, paralelo caracterizado por el egocentrismo, donde el otro no
está incluido de manera activa.
3er año:
Comienza a salir del egocentrismo lo que permite juegos con otros, luego de ir aceptando y
considerando otros puntos de vista.
Comparte los símbolos con sus compañeros de juego. En el juego simbólico utiliza objetos
más acordes a la realidad. A través de un mayor desarrollo del lenguaje comienza a
construir relatos de personajes ausentes o ficticios. Hacia el final del tercer año comienza a
haber una mayor planificación (básica) que se comparte con los otros.
Disfruta de rompecabezas, juegos con plastilina, juegos constructivos.
4to año:
Afianza sus posibilidades de juego y las amplía. Comienza a anticipar y planificar sus
acciones lúdicas. Juego más complejo en argumentos y secuencias detalladas.
Incluye nuevos personajes de ficción al juego.
5to año:
El juego es más complejo, pudiendo acordar mejor con más participantes (juego más
cooperativo), negociando roles, anticipando y planificando más detalladamente aún sus
juegos.
Mejor uso del lenguaje, puede haber un guión en el jugar.
Intervenciones necesarias:
- Ausencia de juego (cuando no juegan sistemáticamente)
- Trabas en el juego (cuando no pueden avanzar)
- Riesgos (fuera del plano lúdico)
- Enriquecimiento / mayor creatividad
Intervención en el juego:
- Desde la palabra
- Desde la mirada
- Con la postura y actitud
- Con gestos
- Con todo el cuerpo
Clase 5:
El juego lo contiene todo, es en el juego donde el niño muestra todos sus recursos.
La observación es la llave para comprender el juego infantil. Nos permite conocer a los
niños.
Los juegos individuales suponen una puerta abierta para conocer la forma de ser de una
persona.
Es necesaria la observación del niño como base para la planificación educativa,
permitiéndole al adulto programar y actuar con una perspectiva curricular teóricamente
sustentada y un conocimiento real de los intereses, necesidades y posibilidades de los
niños.