El Modernismo (…) supone una verdadera crisis para el concepto de
identidad. S. Dedalus y L. Bloom, los protagonistas del Ulises de Joyce, parecen llevar las riendas de su vida de un modo aceptable mientras vagan sin rumbo por las calles de Dublín. No obstante, esto es una especie de broma que les gasta el autor, puesto que el lector es consciente de que buena para de lo que hacen está determinado por la subtrama homérica de la novela. No son conscientes de que están siguiendo ese guion, puesto que no leen la novela en la que ellos mismos aparecen. Es como si ellos fueran para la subtrama homérica lo mismo que el ego es para el inconsciente.