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República Bolivariana de Venezuela

La Universidad del Zulia


Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Educación
Mención: Orientación

ANALISIS DE LA PSICOTERAPIA EN LAS PERSONAS SEGÚN


CARL ROGERS EXPUESTO POR BODAS

Realizado por:
Marielena Chávez
C.I.: 24.254.663

Maracaibo; julio de 2020


ANALISIS DE LA PSICOTERAPIA EN LAS PERSONAS SEGÚN CARL
ROGERS EXPUESTO POR BODAS

El licenciado Andrés Sánchez Bodas es un psicólogo argentino de con más de


40 años de experiencia graduado en la universidad de Buenos Aires, creador de la
carrera de Counseling en Argentino y del Enfoque Holístico centrado en la
persona. Seguidor de Carl Rogers al momento de hacer los videos se encontraba
en Lima – Perú.

En los videos escuchados y vistos se comentan las ideas de la Psicoterapia de


Orientación de Carl Rogers, el enfoque holístico centrado en las personas,
pensamiento existencial, el psicograma, entre otras ideas.

Carl Rogers nacido en Estados Unidos de Norteamérica, el 8 de Enero de 1905,


y falleció en Febrero de 1987, en California, a sus 85 años de edad. Psicólogo,
humanista, empírico, con influencias religiosas protestante. Comenta Bodas que
se comunicó con él y lo invito a participar de su trabajo en 1987, pero este ya
había fallecido.

La influencia que tuvo Carl Rogers fue de las corrientes existencialistas, la


fenomenología y psicología de la Gestalt, de donde adquirió una actitud de
confianza en la capacidad del ser humano en actuar libremente y decidir sobre su
propio futuro. Esta resalta un continuo empeño en el camino de la libertad y de la
liberación de las fuerzas del ser humano como motor de la actualización de sus
potencialidades a partir de la confianza y el respeto a la persona.

Rogers, expone que el individuo tiene la capacidad suficiente para manejar en


forma constructiva todos los aspectos de su vida que potencialmente pueden ser
reconocidos en la conciencia. Es decir para el Enfoque Centrado en la Persona el
individuo se ha visto siempre desde su contexto sociocultural e histórico. Por ello,
y en contra de algunas opiniones, la consideración dinámica o constructiva de la
tendencia actualizante está en correspondencia con la existencia de una condición
central de tipo relacional o social: la aceptación de dicho potencial manifestada por
la existencia de un espacio de libertad de crecimiento como una comprensión
empática, unas condiciones favorables al aprendizaje significativo, un espacio
para el encuentro y el intercambio interpersonal libre y creativo. Se puede decir
que este es el planteamiento esencial del enfoque, y a su vez, lo que genera
mayores polémicas.

Rogers asume que en todo ser humano hay una tendencia innata a la
actualización, esto es, al desarrollo y a la superación constante, si se encuentran
presentes las condiciones adecuadas. La raíz de este planteamiento es que la
persona cambia, y esta persona que cambia es descrita como un ser capaz de
comprenderse y de reaccionar libre y responsablemente a lo largo del desarrollo
de su existencia y este desarrollo será, como ya se mencionó, positivo si se
encuentra en ciertas condiciones ambientales favorables creadas por una relación
interpersonal.

Rogers dice que el hombre es positivo por naturaleza, y por ello requiere de
respeto absoluto, especialmente en cuanto a sus aspiraciones de superación.
Considera a la persona como un todo –organismo-organizado, dinámico y abierto,
en la que existe un deseo de estabilidad, de coherencia y deseo de unidad y
orden. Este organismo, dice, está constantemente en movimiento hacia niveles
superiores de conciencia y de realización. Todo proceso determina un sistema
fluido cambiante, en el que la relación de ayuda va a permitir que el organismo
encuentre un clima adecuado para que la persona sea capaz de percibir su
experiencia, ser más ella misma, posibilitándose, de esta forma, aquel proceso de
crecimiento. Se trata de establecer un clima relacional orientado a que la persona
se pueda encontrar consigo misma y así pueda desarrollar sus potencialidades
inherentes. Es decir, el profesional que establece esa relación de ayuda por un
lado y la tendencia actualizante del individuo por otro llevan a la persona total a su
desarrollo integral.
Rogers le da verdadera importancia al paciente o cliente, como antes era
usado, y la aceptación incondicional y el respeto que se le tiene cobran igual
importancia, que se les considera factores que favorecen u obstaculizan la
adquisición del enfoque centrado en la persona. Aceptación y respeto deben estar
enraizados en la personalidad del terapeuta, formar parte esencial de su ser, y ello
pasa, antes que nada, por aceptarse a sí mismos. Se puede decir, entonces, que
el ser humano puede, si se le presentan las condiciones adecuadas, desarrollarse
o actualizarse, ampliar sus capacidades y ser consciente de lo que experimenta a
fin de poder autocontrolarse. “no se puede manejar eficazmente lo que no se
percibe conscientemente”, propone Rogers, de ahí la necesidad de ampliar el
concepto de sí mismo del paciente, su “self”, y de incluir en él, el todo (o casi todo)
lo que vivencia. Pero no se pretende hacerlo actuando sobre él sino, como dice
Kinget, “acompañándolo” en la experiencia, brindándole las condiciones
requeridas y dándole seguridad

Muchas de sus ideas han sido incorporadas como verdades terapéuticas y creó
el Enfoque o Approach, generó grandes aportes en los campos educativos,
organizacionales y sociales, de hecho fue presentado como candidato a premio
Nobel de la paz por su trabajo en Irlanda, África del Sur y Rusia en la facilitación
comunicacional de grupos políticos, étnicos y religiosos en conflicto. Es por otra
parte creador de los “Grupos de Encuentro” habiendo coordinado cientos de ellos
e investigado su eficacia y eficiencia para el desarrollo personal.

Ideas principales del pensamiento de Carl Rogers.

1- No directividad: Esta noción nos coloca ante una posición, una postura, una
mirada de la relación terapéutica que revolucionó su práctica, en tanto nos plantea
abdicar del poder de la “cura”, obviando lecturas diagnósticas y evitando generar
pronósticos y planear estrategias para que éstos se cumplan. Nos coloca en el
lugar del saber del no saber, siendo nuestra función la de “estar presente
plenamente” y generar un “clima relacional” que facilite la auto comprensión y
resignificación del consultante desde su propia mirada ante sí mismo. Esto implica
una decisión de ayudar a un otro a que desarrolle su persona tal como lo desee,
en la dirección que elija tomar, y desde el propio modo en que se haga
responsable de su problemática. Es decir La no directividad es la actitud del
terapeuta reducida al máximo. La confianza en la persona debe desarrollarse y
crecer (tendencia Actualizante, autorrealización). La responsabilidad del proceso
no radica en el terapeuta sino en el cliente. En palabras de Rogers es el paciente
quien sabe qué es lo que le afecta, hacia donde dirigirse, cuáles son sus
problemas fundamentales y cuáles sus experiencias olvidadas.

La no dirección implica que la persona debe dirigir su habilidad para la auto-


dirección del que pide ayuda en el camino de la liberación de su potencial
humano. Es una postura que tiende a proveer al otro la posibilidad de ser mirado
como un semejante disponible para no solo resolver sus problemas, sino para
transformar su vida, si así lo desea. Es una posición existencial desde la cual nos
instalamos en la vida creyendo que nadie posee la verdad, que cada persona
cuando valora y opina lo hace desde su particular recorte de experiencia, y que
ésta debe ser aceptada en su propia expresión. El terapista no necesita demostrar
su propia inteligencia y conocimientos, lo mejor que puede hacer es confiar en la
dirección que el paciente mismo imprime al proceso.

2- Tendencia Actualizante: que también es conocida como pulsión vital o


tendencia formativa: Este concepto alude al principio motivacional de lo vivo,
aquello que pulsiona la vida hacia su desarrollo y despliegue, en tanto si las
condiciones son adecuadas y el organismo puede captarlas, lo que es
potencialidad se convierte en acto, y ese ser transita su vida naturalmente. Rogers
la define como: “la capacidad que tiene el ser humano de comprenderse a sí
mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción
y la eficacia necesarias a un funcionamiento adecuado”. En las personas la
denominamos “auto-actualizante” dado que la noción de sí mismo regula la pulsión
en el feedback con el medio. Esta idea surge de su práctica profesional, desde la
cual observa que si se generan condiciones vinculares positivas, las personas
despliegan lo mejor de sí mismas. Se trata de un orden de evolución hacia un
mayor orden u organización, mayor complejidad y mayor capacidad de
interrelación. Es decir que estos conceptos implican comprender, no solo la
tendencia al mantenimiento adaptativo del organismo, sino también al crecimiento,
desarrollo y enriquecimiento progresivo.

3- Escucha Empática: Es la capacidad de entender, comprehender y


responder a la experiencia única del prójimo. Es una modalidad de estar que
resulta de sentirse en la experiencia vivida del otro, ubica una intención, la de
pretender ver y vivenciar el mundo del otro con los ojos y las vivencias del otro,
creando una mirada y vivencia en común. Por lo dicho implica tanto los aspectos
emocionales como los cognitivos del mundo vivido, es decir aquello que circula las
emociones y los sentimientos o significaciones personales de las mismas. Por ser
resultado de una actitud, no es simplemente una disposición unidireccional desde
el terapeuta hacia el consultante, sino una manera de relacionarse en donde se
propone la empatía vincular, el compartir lo experienciado en el momento de la
ayuda.

La escucha empática debe comunicar al consultante su percepción del mundo


vivido por éste, y a modo de chequeo mutuo de convalidación de lo percibido y
expresado, gestual o verbalmente, desde el encuentro, poder facilitar un
acercamiento comprensivo a sí mismo. Para Rogers la empatía no es una manera
de estar en la relación todo el tiempo que dura la entrevista. Si se trabaja desde
este enfoque la empatía es “un modo de ser relacional”, no un método ni una
técnica más. Desde ella se apuntala la consonancia, el resonar conjunto
consultante terapeuta, sea en un nivel emocional, como en el de significar
racionalmente los contenidos el discurso mutuo que se genera en las sesiones.

En otras palabras la empatía se refiere a la capacidad de percibir el marco de


referencia interno de la otra persona. Es decir, de percibir las experiencias del
cliente y sus significados. Se rechaza cualquier elemento evaluador o valorativo
sobre ello. La empatía favorece la autoexploración del cliente ya que el sujeto
puede ir incluyendo sus experiencias en el campo de la conciencia, en un clima no
amenazante.

4- Aceptación o valoración Positiva Incondicional (API): Implica aceptar al


otro tal cual es en el momento en que se está ofreciendo la ayuda. La aceptación
o estima o valoración positiva incondicional significa que cuando el profesional
experimenta una actitud no calificativa, de aceptación hacia cualquier cosa que el
consultante es en ese momento, el movimiento hacia el cambio positivo es más
probable. Desde una escucha aceptante brindamos un modelo de auto
aceptación, el principio de un camino hacia la transformación personal. Sin
embargo para que esta aceptación sea válida, debe darse en primera instancia en
la propia experiencia del profesional de la ayuda. Otra manera de decirlo es que
cuando podemos estar presentes, desde la aceptación positiva incondicional,
mayor es la posibilidad de acercarse a la experiencia de qué nos pasa con lo que
nos pasa. Vale aclarar que aceptar no es lo mismo que aprobar, en tanto lo que se
acepta es la experiencia vivida tal cual es, aunque la conducta sea reprobable
desde nuestro marco valorativo. En síntesis es aceptar lo que el otro siente o
experimenta, no lo que hace. El facilitador crea un clima no amenazante y
propicio para la autoexploración en la terapia.

5- Congruencia o autenticidad: Define la importancia de ser el que uno es en


la relación, sin construirse máscaras o fachadas que oculten los verdaderos
sentimientos que circulan en la misma. Es de notar que el terapeuta debe estar
abierto a su experiencia, en plena conexión consigo mismo, sin abortar nada de
ella, para después ponerla con sumo cuidado a disposición del vínculo de ayuda.
Es decir se busca facilitar cambios y desarrollo personal; los encuentros persona a
persona son más adecuados para esta finalidad, que aquellos en que el
profesional se escuda en un personaje. Ser autentico o congruente en la
vinculación profesional, apela obviamente a la responsabilidad para encontrar el
momento oportuno, para comunicar o no la experiencia que sucede en la relación
de ayuda. Lo importante es no negarla, sino aceptarla en forma transparente, y
aunque no la tramitemos en lo inmediato, se ¨filtrarᨠen una relación de libertad
experiencial.

La congruencia o autenticidad en esta terapia tiene un gran valor. El terapeuta


debe ser básicamente consciente de su propia vivencia interior, de sus
sentimientos, actitudes… Y de su significado, y pueda comunicarlo si lo considera
apropiado. La comprensión del marco interno del sujeto se realiza mediante la
técnica del reflejo la cual consiste en la reformulación de forma más clara de
aquello que el cliente intenta comunicar, excluyendo cualquier elemento
interpretativo por parte del terapeuta. El terapeuta muestra al cliente que le ha
escuchado de manera atenta e interesada y que le ha comprendido. El reflejo
ayuda al cliente a centrarse en su propia experiencia y a recoger aspectos nunca
percibidos hasta ahora. La respuesta-reflejo evita que el terapeuta emita juicios
sobre el cliente y le hace sentir a éste aceptado sin reservas. La reformulación
hace la función de espejo, que permite a la persona verse a sí misma y controlar la
objetividad de las propias percepciones. La reformulación permite al terapeuta
verificar que sus intervenciones reflejan fielmente el estado de ánimo y el
pensamiento del cliente. La reformulación puede tratar de hacer explícito un
contenido confuso, ofreciendo al cliente la posibilidad de clarificación. Rogers
dividió los reflejos en:

Reflejos cognitivos: estos se dividen en simples y elucidatorios. Los reflejos


simples referían a una devolución verbal del eje de lo dicho por el consultante,
como síntesis aclaratoria para favorecer el discurso y la auto-conexión. Los
reflejos elucidatorios poseían el sentido de esclarecer y resumir cognitivamente lo
dicho y trabajado en el decurso de un tiempo relativo de un proceso. Pretende
recoger y reflejar al cliente ciertos elementos que no fueron explícitamente
formulados y que quizá no entre claramente en su campo perceptivo, aunque
ejerzan una influencia.
Reflejos de sentimientos: Consiste en recoger el componente emocional
presente de un modo más o menos explícito en la comunicación del cliente y
proponérsela a él de una manera clara. Sacar a primer plano la intención, la
actitud o el sentimiento escondidos en las palabras del cliente. Es decir estos
tienden a resumir la captación por parte del profesional de las emociones
implícitas en el intercambio dado en consulta, con el objetivo de favorecer una
toma de conciencia de lo emocional en juego

En conclusión se puede decir que el Enfoque Centrado en la Persona, necesita


tener ciertas condiciones para facilitar el desarrollo integral del individuo.
Reconoce el gran valor de cada persona, promoviendo que el acompañamiento
sea personal, atendiendo y adecuándose a las necesidades individuales,
respetando el tiempo y el proceso de cada uno. Se basa en las tendencias del
individuo al crecimiento, salud y adaptación. La terapia representa un medio para
permitir al cliente que recupere su curso normal de desarrollo, por lo cual insiste
más en las emociones que en el intelecto y considera la relación inherente a la
terapia como una experiencia de crecimiento. El terapeuta debe reunir ciertas
cualidades personales, además de sus herramientas profesionales, que permitan
al cliente aprender a utilizar la llave de su recuperación. Estas facultades se tornan
eficaces cuando el terapeuta logra establecer una relación cálida, abierta y
comprensiva. Los terapeutas adoptan una consideración positiva incondicional.
Esta puede ser una experiencia terapéutica que propicie la responsabilidad y
madurez y que favorezca el desarrollo de potencialidades creativas, estancadas o
maniatadas por los miedos y ansiedades. Permitiendo que sea un verdaderamente
un proceso de ayuda.

Como se ha visto los videos recogen la esencia de la teoría de Carl Rogers y


como se introduce una nueva palabra que es “Counseling” la cual significa
"consejo asistido" o "relación de ayuda". Al término anglosajón que en español
significa “asesoramiento”.
El counseling es una profesión desarrollada por el psicólogo americano Carl
Rogers, en los años 50 en Estados Unidos, siendo conocida en Europa por los
años 70. La misma consiste en un proceso de interacción entre el counselor y el
cliente, con el objetivo de ayudar al individuo con respecto a un problema que
atraviesa, bien sea en el ámbito laboral, familiar, amoroso, sexual, entre otros.

El Counseling abarca un concepto mucho más amplio ya que se define como un


proceso interactivo basado en la comunicación en el que el profesional sanitario
ayuda al paciente a reflexionar sobre su estado de salud y así conseguir que éste
tome las decisiones adecuadas en función de sus valores e intereses. En
definitiva, es una herramienta de mejora en la comunicación con el paciente. El
Facilitador o Counselor no sólo acompaña en momentos de crisis a quienes lo
piden, sino que acompaña también a las personas o grupos que buscan el
desarrollo y crecimiento personal o laboral; para que logren sus objetivos, tomen
las decisiones más acordes consigo mismos o resuelvan sus conflictos.

El Counseling es la manera de acompañar a las personas y escucharlas de


modo que obstaculicemos lo menos posible su trabajo de autoconocimiento
interno, sin interpretaciones ni juicios. Es una manera de resolver los conflictos de
una forma más rápida que otro tipo de intervenciones y siendo modelos con las
herramientas necesarias para que el mismo cliente encuentre sus propias
soluciones a sus propios problemas. Este surge dentro del movimiento del
Humanismo pone al ser humano y la dignidad de las personas en el centro de su
interés. El Humanismo incorpora del existencialismo una concepción del ser
humano como un ser libre, capaz de perseguir sus sueños en la vida, con
capacidad para elegir su destino y por ende responsable de sus propias
elecciones. El profesional del counseling, facilita la resolución de problemas,
fomentando el desarrollo y la utilización del potencial de la persona, sin que esto
implique una profunda reestructuración de la personalidad.
El Counseling como abordaje, no procura cura de ninguna índole, se corre del
paradigma médico terapéutico, donde hay una persona a quien curar, es una
disciplina que interviene en el área de la prevención y promoción del desarrollo
humano, no actúa en campos donde ya existen otras profesiones que dispensan
su atención a personas enfermas. La especificidad del Counseling no es la terapia,
ni el espacio de lo psicoterapéutico, sino el desarrollo personal y humano su tarea
de ayuda estará dirigida a personas que necesitan, un momento de escucha y
acompañamiento para comprender mejor sus problemas, tomar decisiones, o
realizar cambios en algunos aspectos de sus vidas.

El Counseling viene a llenar parte de un vacío socio-cultural, como una


oportunidad para el desarrollo de las potencialidades inherentes de la persona y
para que estos puedan reconocer sus propios recursos internos. Es una profesión
en si misma que facilita al consultante vivir de una manera más satisfactoria y
plena. Como tal, el counseling parte de que todos los seres humanos poseen en
ellos propios sin darse cuenta las herramientas o recursos necesarios para la
resolución de conflictos, por lo que el counselor tiene la tarea de resolver el
problema sirviéndose de técnicas que permiten la utilización del potencial del
individuo, y así obtener el bienestar del propio.

El counselor no atiende individuos enfermos, ni patologías, únicamente a


individuos que presentan problemas y el counseling se encarga de desarrollar las
potencialidades o recursos internos que posee el individuo, para comprender sus
problemas, y tomar la decisión correcta para mejorar su situación y conseguir un
bienestar pleno y satisfactorio.

El counseling es una carrera profesional de la salud, autónoma, que se


caracteriza por poseer sus propios principios y prácticas. Sin embargo, puede ser
desarrollada por profesionales de otras áreas como abogados, psicólogos,
médicos, educadores, entre otros.

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