Está en la página 1de 10
Contribucion de la ocupacion a la salud y al bienestar CLARE HOCKING Objetivos del aprendizaje Después de leer este capitulo, sera capaz de: 1. Explicar cémo la salud es tanto un recurso que apoya fa partici- 3. 4 pacién en la ocupacién como un resultado de la participacién 2. Definir lo que se indica por salud y como ésta difiere del bie nestar. Explicar la salud en términos de necesidades bioldgicas, habili: dades Identificar los aspectos fisicos, mentales y sociales del bienes- tar, y cmo éstos podrian ser influidos por los entornos fisico, social y actitudinal de una persona. Discutir las formas en las cuales las ocupaciones de las perso- y capacidades. nas, y como aquellas acupaciones son organizadas, podrian promover o socavar la salud y el bienestar. Explicar cOmo tener un trastorno podria afectar el bienestar, teniendo en cuenta las experiencias ocupacionales diatias actuales, las expectativas para el futuro y la influencia de las barreras del entorno. Jane: Yo siempre hice tartas de trozos de fruta para Navidad. Creo que hice ‘mucha cantidad de ello, porque preparo mis propios trozos de fruta y pongo gran cantidad de brandy en elles, Realmente es delicioso, incluso silo hago para mi, Cocino mucho cuanclo lo empiezo & hacer, ‘cuatro o cinco dacenas supongo. Tengo una pequefia linea de produc- Bronda: Dawn: Fane: cién funcionando, Cuando voy a isitar a mis amigos, hago un peque- fio paquete de das a cuatro de ellas sepin el ndmero de personas. No un regalo, No hacemos alos de Navidad, t& puedes gas- tar mucho tiempo en ellos y es ridiculo. Es s6lo una stencién, Funciona muy bien, Me gusta tu idea de que no sea un presente como tal, No es costoso yno da al que lo rece i ensacién de “oh, tengo que darte alga” Funciona bien. Es algo que a las personas les gusta tener y stan mis tartas de fratas, Se comen en el mismo di, y dejo suficiente para el Dia de San Esteban, (YrightSt, Cir y Hoe! datos no publicados; 2000) Indice eaten recent folccan asl orale tel etal (eetetaat eg Semen aieyae ‘Ocupacion y biene Uso del tiempo.y bienestar ce arora bienestar (coe connie Celotta Sonoale 46 ane, Brends y Dawn concuerdan en que las tartas de tro- 20s de frutas para Navidad constituyen un regalo perfee {o. Jane tiene el placer de apreciar el aroma de le fruta pica. da a medida que madura durante varias semanas y disfru- ta ef proceso de hornear eficientemente todas las tartas, Ella sibe que sus amigas apreeian el tiempo y esfuterzo que ella emplea en su regalo pero no se sienten obligadas a comprarle algo en retsibucion. Lo mejor de todo es que son frescas y delicioses, por fo que lane sabe que se comen de inmedisto, En esta ocupaeién comtin aunque meditada, Jane cjereita sus habilidades como cocinera, emplea su conocimiento det significado de lx Navidad, y refuerza las relaciones que convierten a su mando en un jugar ealido y acogedot, Como cespucsta, ella recibe Ia retroalimentacton de que se aprecia su esfuerzo, su experiencia y su amistad, Los sentimientos de competencia y relacion social que Jane experimenta al hornear y regalar la comida contribu: yen a se sentido global de bienestar, A pesar de su edad avanzida, Jane continda esta tradiciGn nual juntamente ‘con muches otras ocupaciones que considera importantes. Si bien sus rutinas diarias y elecciones de ocupaciones son muy diferentes de aquollas de otras €pocas de su vida, por Jo general esta satisfecha con su vida y sus circunstancias. Mis aun, cuando esti plenamente ocupada y disfrutando de lo que hace, como cuando empaqueta sus tartas, expe- simenta una acogedora sensacion de vitalidad y compromi- so con sus amigas, su familia y su comunidad, OCUPACION Y SALUD La experiencia de Jane se alinea con los conocimientos populares de la safud y el bienestat. Al contrario de los puntos de vista biomédicos de la salud, que tienden a des- tacar la ausencia de enfermedad (Glanze, 1990), nas de las sociedades occidentales se suelen pe y mentalmente sanas cuando son capaces de hacer cosas {que son importantes para ellas. De hecho, las personas a menudo afirman estar en buena salud a pesar de tener tras- tornos de salud muy graves, circunstancias vitales limita- das, y restrieciones claramente aparentes en el desempeiio, (Organizacion Mundial de la Salud [OMS], 2001). Por ejemplo, una mujer que declaré que estaba “muy saludable Tuera de su artritis” fue descrita por un investigador como “mujer de 61 aos discapacitada y restringida a su hogar” (Blaxter, 1990, p. 22). Por lo general, las personas equipa- ran Ia salud con el aspecto, la condicién fisica, los niveles de energia, el bienestar psicosocin!, las relaciones sociales, y la capacidad de llevar a cabo su ronda normal de ocupa- ‘cones (Blaxter, 1990). Este punto de vista ocupacional de la salud es el enfoque de la diseusién. El primer punto a seftalar es que gozar de buena salud claramente sostiene la capacidad para realizar las ocupa: ciones cotidianas normales. Bs decir, ayuda si las personas estén bien adaptadas, fuertes y flexibles, si son capaces de concentrar sus pensamientos y su atencién, y si no estén demasiado fatigadas como para hacer lo que deben hacer. Por ejemplo, Bruce y John (Figura 5.1) confian en estar sanos para completar las tareas de la granja. También UNIDAD I: Ciencia OCUPACIONAL Y LA NaTuRALs&z4 OCUPACIONAL DE Los Sees Humanos FIGURA 5.1 Bruce y John en e! trabajo, juntando ovejas. ayuda si sus esfuerzos no se ven extremadlamente obstacit lizados por el dolor, la deformidad, Ia disnea, la desmutri- cién, la confusion, la desesperactin o la apatia que provie- nen del aburrimiento o de fa desesperanza, En este senti- do, la salud es un recerso, si bien muchas personas fo dan ppor sentado, Una ilustracién del tratamiento de la salud ‘como recurso para Ia ocupacién es la respuesta a la enfer- ‘medad. Para muchas personas, estar enfermo es una razén legitima para no realizar las actividades que habitualmen- te hacen. La enfermedad suele significar estar liberado de las responsabilidades y que los otros hagan las tareas en lugar de la persona enferma. Asi, las madres eocinan sopa de pollo o su equivalente cultural para los miembros enfet- mes de la familia, y los compafieros de trabajo asumen tareas extra para asegurarse de que los espectos esenciales del trabajo de la persona enferma se completen a tiempo. Necesidades, habilidades y capacidades ‘Aunque la selud Zacilita la participacién, lo opuesto tam- bién es cierto: la participacién en la ocupacién contribuye una buena salud. A nivel de las supervivencias individua- les y de la especie, como Wilcock (1993) ha argumentado inteligentemente, la ocupacidn es esencial porgue las nece- sidades biolégicas bisicas del sustento, el autocuidado, el refugio y la seguridad se cubren a través de las cosas que las personas hacen. Al cubrir estas necesidades y a tavés de otras ocupaciones de ia vida diaria, las personas de- sarrollan “habilidades, estructuras sociales y tecnologia dirigidas a la superioridad sobre los predadores y el entor- no” (Wilock, 1995, p. 20). Estas habilidades incluyen, por ejemplo, cultivar y cocinar alimentos muttitives, y con- Teceionar vestimentas célidas y construir casas’ secas, Aunque no siempre se logra, también es importante la habilidad de vivir en paz con los vecinos. Segiin las cir- ‘cunstancias, muchas otras habilidades también son impot- tantes para’ la salud. Leer y escribir, por ejemplo, son medios esenciales de transmitir le informacion relevente para mantener la salud y buscar los cuidados de la salud en las sociedades occidentales, pero puede ser menos relevan- te en ottos lugares. También hay que sefialar que no todos nevesitan todas las habilidades que son relevantes para la supervivencia. Mis bien, la salud depende de formar parte de-una familie 0 una comunidad de personas que, en con: CAPITULO 5: Contibucién de la ocupacién a la salud y al bienestar 47 junto, tienen los habilidades necesarias para sobrevivr y, tal vez, para florecer, asi como el acceso a los recursos para poner en uso sus hatilidades. Cubrir fas necesidades de supervivencia y volverse habil no es suficiente para asegurar buena salud de igual importancia Ja contribucién que la ocupacién hace al desarrollo y al cjacicio de las enpacidades personales (Wilcock, 1993, 1995). Estas capacidades surgen de las caracteristicas biold- gicas compartidas por todos los setes hnumnanes: caminar en forma erecta, oponer el pulgar y los dedos para tomar fos, objetos, aprender a heblar, cic. Las personas tienen fa capa cidad, entre oftas cosas, de acarrear cargas, diseiar nuevas herramientas y encontrar usos novedosos para las viejas, comprender los funcionamientos del universo, acumular y transmitir cl conocimiento, predecir qué podria suceder y preparatse para el futuro, formar relaciones, y expresarse artistica y espiritualmente. Las personas también tienen la capacidad de jugar, como Jamie nos muestra, “atrapada” en el momento de arrojar una bocha en el juego de bochas Figura 5.2), Las capacidades de cada persona reflejan este potencial humano a través de su herencia genética, y evadas al ser mediante ef proceso de desarrollo y una historia vital singu- Jar de oportunidades, preferencias y elecciones ocupaciona les, Sobre la base de sus historias de hacer cosas y las expec: tativas de lo que poxirian realizar en el futuro, las personas suelen estar conscientes de las capacidades que tienen: ya sea que scan mejores en el deporte, el atte ola masica; ya sea que encuentren el trabajo escolar o las tareas de préctica mas iinteresantes; y ya sea que prefieran las ocupaciones solitarias © la inteztacion social Las capacidades que més 2 menudo se citan con relacién a «star sano son aquelles emparentadas con el rendimicnto fisi- £0. Por ejemplo, los 20 a 30 millones estimados de estadou- nidenses que regularmente corren dicen que lo hacen para aumentar su buen estado fisico, es decir, su capacided para tuna actividad fisica intensa, asf como para los benelicios que otorga sobre el control de peso y el sentirse bien (Primeau, 1986). Sin embargo, # no todos les gusta corner, y muchas personas no suelen participar en otras ocupaciones fisica- mente exigentes como la jardineria, nadar, andar en bicicleta, practicar un deporte o limpiar. En resumen, las personas que sno hacen ejercicio no mantienen la capacidad para ejercitar- se fisicamente. Las consecuencias son potencialmente graves AAsf como no son capaces de mantener el esfuerz0 fisico si lo necesitaran, las personas que no realizan suficiente ejercicio fisico tienen mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, y-de céncer (Wallis, Miranda y Park, 2005). La falta de ejer- ‘icio también se asocia con la terrible crisis de la obesidad infantil (véase el caso en estudio), Para aquellos que no hacen ejercicio en otras formas, caminar en forma razonable- mente répida como miinimo durante 30 minutos al dia, cinco veces a la semana, se considera el requisito minimo para mantener la salud (Wallis, Miranda y Park, 2005). Las esti- ‘maciones del nimero de personas que logran este nivel de actividad varian. Solo el 6% de los noruegos mayores de 65, afios cumple esta pauta de ejercicio (Loland, 2004). En los Estados Unidos, el 22,4% de los adultos participa en una actividad fisica enérgica cinco veces a la semana; el poreen- | 22sec FIGURA 5.2 intenta de Jamie de jugar a las, bochas, taje por rango de edad disminuye det 31,7% para las perso- nas de 18 a 24 atios al 6,2% para las personas dle 75 afios y mayores (Centers for Disease Control and Prevention [CDC], 20052), Estas estadisticas indican que el estilo de vida de muchas personas no favorece una salud optima, ‘Aunque se destaca menos en la literatura, la ejercitacién de les capacidades mentales y sociales para mantener el funcio- nhamiento cognitivo, la salud psicosocial y las redes sociales, positivas también es importante, En efecto, participar en ocu- paciones puede generar beneficios que exceden los aspectos fisicos, mentales y socieles de la salud, Por ejemplo, un estu- dio a gran escala de estadounidenses de edad avanzzda mos- tré que las ocupaciones sociales y productivas disminufan su tiesgo de mortalidad tanto como fo hacfan las fsicas Glass, de Leon, Marottoli y Berkman, 1999). Asimismo, las perso- nas mayores en cuidados residenciales en Gran Bretaiia viven més, ¥ es menos probable que estén deprimidas si estén cons- cientes de las oportunidades de estar ocupadas y disfrutar las ‘cosas que hacen (Mozley, 2001). Asimisino los estadouniden- ses mayores, cuanto més se ocupan del jardin, bailan, juegan al golf o al bowling, nadan, andan en bicicleta 0 corren, 0 caminan como ejervicio, es més probable que su desemperio cognitive sea mejor. Participar en estas ocupaciones parece reducir la probabilidacl de depresion y fortalecer las redes, sociales (Vance, Wadley, Ball, Roenker y Rizzo, 2003). Desarrotlo de fas habilidades y ejercitacion de las capacidades Se discute mucho qué estimula a las personas a participar en las ocupaciones que aumentan sus posibilidades de super- vivencia, desarrotlar habilidades y ejereitar capacidades. Una 4B UNIDAD L: Ciencia Ocuractona. ¥ LA NaTURALEZA OCUPACIONAL DE Los SenES HUNANOS sugerencia, propuesta por primera vez por Wilcock en 1995, es que los seres humanos experimentan necesiddes biokgi- ces que estimulan la ocupacién, lo que a su vex promueve la salud. Estas necesidades se selacionan, en primer hagar, con corregir fas amenazas 2 nuestro estado fisialdgieo, eomo estar excesivamente cafientes o frias o sentinnos hambrientos ‘o sedientos. El maiestar de estas sensaciones nos estimula a fa aecién: encontrar algo de sombra, ponemes mis ropa, buscar alimento 0 bebida. (Véase la Figura 5.5.) FI segunda conjunta de necesidades es protector y pre- ventiva, como ks necesidad de desarrollar habilidades y ejercitar capacidades. Estas se experimentan como una olenda de energia que nos impulsa a adquitir y a practicar las habilidades necesarias para resolver problemas y plani- ficar, interactuar con otros, hacer eualquier cosa que gene- re nuestro sustento, ete. Al hacerlo, al menos antes de que le tecnologia eliminara muchas dle las demandes fisicas de Jos primeros estilos de vida, las personas ejercitaban sus capacidades de desempefio fisico, mental y social, El teree- 0 y tiltimo conjunto de necesidades estimula y recompen- sa la participacién en la ccupacion, Cubrir estas necesida- des da un sentido de propésito, satisfaccién y realizacién, Por fo general, mayormente asociados con niveles mas altos de salud y bienestar, estos conceptos se evalan mas adelante en esie andlisis SALUD Y BIENESTAR ‘Aunque no existe ninguna deseripcién definitiva del bienestar, en general se sabe que es la percepcién subjeti- ya que tiene una persona de su salud. En las sociedades occidentales, en las cuales prevalecen los valores indivi- dualistas, el bienestar se asoeia coméinmente con concep- tos como Ia autoestima, la felicidad, un sentido de perte- nencia y ef crecimiento personal, y comprende los senti- mientos de las personas acerca de st salud fisica, mental y social (Wileock, 1998). Con frecuencia, las culturas de las poblaciones indigenas también incluyen ideas de bienestar espititual, espiritu comunitario y conexién con la tierra (Aguis, 1995; Durie, 1994), Adoptando una petspectiva ecoligica, Wilcock (1998) ha sugerido que el bienestar de las personas esta inextricablemente ligado a la salud! de los ecosistemas local y global. EI reconocimiento de que salud y bienestar estén afecta dos por Taetores exiernos a un individuo sugiere que algo Malestar que exige ‘una acco lead de energie pare ilar ls cepacicades “Temado do Wioock (1993), poem fmol puede aprenderse sobre Ia salud y el bienestat de los indi- viduos al examinar medidas relevantes de la salud pobla- cional. En concordancia, cuando se considera el bienestar con relacion a las estadisticas de mortalidad, parece rel cionarse con empleo, prosperidad y etnicidad, ya que las personas que estén empleades, aquellas con ingresos mas, altos y los miembros del grupo étnico dominante en une sociedad tienen incidencias mas bajas de Ja mayoria de las enfermedades cronicas y mejores resultados de atencién de ln salud (CDC, 2005; Ministerio de Salud Manata Hauora, 2005). Mas aun, es mis probable que sus hijos sobrevivan (Whitehead, 1988). Esto no quiere decir que el bienestar sea incompatible con la enfermedad y las lesiones. En efecto, incluso las personas con una enfermedad terminal pueden dejar este hecho de lado, al menos por un tiempo, y disfrutar profundamente de su persona (Hasselktss, 2002). Sin embargo, reconoce la carga adicional de tener um trastoro de la salud, en partion lar silos contextos fsico, social y actitudinal de la persona no favorecen la participaciin en la gama normal de ocupaciones que otros disfrutan (OMS, 2001), Los ejemplos de estas cir- cunstancias incluyen edificaciones inaccesibles, pobreza y altos niveles de desempleo, y los estigmas ligados a trastor- nos como ef sida, la lepra y una enfermedad mental. El enftentamiento a estas barteras, particularmente cuando persisien, podria desafiar las percepefones del bienestar OCUPACION Y¥ BIENESTAR. En Ja seccién anterior, el bienestar se definié como la expe riencia subjetiva de salud o los sentimientos de las personas sobre su salud. Desce una perspectiva ocupacional, los sen timientos de bienestar surgen de las cosas que las personas hacen que {es proveen un sentido de vitalidad, propésito, satisfaccion o realizaciOn. El bfenestar ocupacional también se relaciona con las cosas que las personas imaginan hacer en al futuro. El bienestar se expresa en términos de sentirse en Ta cima del mundo; sentirse nutrido, contenido, transforma- do, en paz, fuerte, interesado y completamente vivo; 0 expe- rimentar una concentracién intensa (Wilcock, 1998), Estos puntos de vista concuerdan en gran parte con la Carta de ‘Ottawa, que afirma que para alcanzar el bienestar completo, “un individuo o grupo debe poder identificar y realizar sus aspiraciones, satisfacer las nevesidaces y afrontar el entorno” (OMS, 1986, p. 1). Como se explics antes, el mecanismo por FIGURA 5.3 Jerarauia biolégica de la necesidad de la ocupacian. (Tomado de Wilcock, 1993). CAPETULO 5: Contribucién de la coupacién a Is salud y al bienestar 49 ol eval las personas lgran ext cosas esa través dela oct F'Gin embargo, no es sorprendente que los intentos por igualar el bienestar con la frecuencia © ol grado de partici tecidn en las ocupaciones vsloradas hayan sido en an Rivte instisfactorcs (ease, por ejemplo, Christiansen, 996; Stanley, 1995), Este hallazgo sosfene la idea de que €l bienestar se relaiona mas con la esliad o la intensdad Ge lo experiencia propiemente dich (Csikszentmialyi, 1395; Persson, Eklund e lseosson, 1999). Abundan los jemplos de personas que experimentan un sentido de bie pest através dela ocupecién, Deno de la fiteratura de In eiencia oeupacional, se inclayen las afirmaciones de ite Ih danza una ocupacion trensformadora que puede des pertar a los personas a st esencia espiitval (Graham, 502), y que decorar forts reduce el ests asi como gene: ‘au inmensa satisttecion, Mas aun, ls receptors iner- pretanel fempo que se dedic6 a decorat sv torte como una Fuesta de amor que implica un impaeto positivo sobre Sentido de bienestar (Scherer, Cail, Kirby y Lane, 2008), ‘Asimismo, hacer acolcnados libers ls ereaivided, incloso Casndl fas mujeres trabajan dentro de a estuctara de los patronestradcionales de acolchados,y para alganes se con Mierte en una ocupacion que todo To consume, Ademés, fala ol aprendizae y el acto de compari, yalimenta la curiosidad (Dickie, 2005, 2004). Igualnente, las mujeres ue asisten a clubes de leetura en Australie obtienen la Sportuniad de “soltase la elena” (Howie, 2005, p 155) J expresarlibremente ideas 9 sentimientos Como es sugerido por las personas que reciben tortes evoradas as ooupaciones también brindan opertanidades para influ ene bienestar de los otros. Un efemplo es el de ies mujeres mayores en cl norte de Tailandia que cocinan ha nom jok,un aperitive dulce 0 saborizado, para la ele bracion de Ano Nueve (Figura 5.4) El significado literal del nombre de este plato es “unig “envueltos juntos” ‘Al emprender voluntariamente a tarca de preparar este plato y asegurarse de gue sea de la mejor calidad, estes Inujeres esperan conferit este epftome de bienestar social a SX familia (Hocking, WrightSt. Clair y Bemrayong, 2002) ‘demas, al compartir el siimento que han cocinado con amigas} vetines las mujeres tailandesas ancianas vuelven 2 promulgar los valores tradicionales de const Sociedad buena y gencrosa (Wiight-St. Cle, Bunrayong, Vitayakom, Retiakorn y Hocking, 200%) ‘A medio mundo de distancia, en un suburbio del norte de Londres, las amas de casa luchan por lograradelantos nel bienestar con una direccién ms individual. Esto sis- nifiea adquiir alimentos mas senos que sus hijos puedan Seleccionar por si soles, clgit vestimentas de mejor cal dad que sus hijos prelieren yen ovesiones, comprar reg tos para elas y otros miembros de fa familia (Miler, 1998) Por supucsto, una dnien oeupacién puede influir en el bienestar de mitiples formes, Por ejemplo, aunque cock har ia cena para la familia puede ser una experiencia pla Centera en §1 misina, consumirla juntos alrededor de la mesa podlia proveer el sustentoy ctear una sensacion de conenfon con los otros. Seg el men, podria serve tan bign como revompensa, como wna eelebracion familiar y FIGURA 5.4 Envolver juntos los ingredientes del kha nom jok sieboliza unir 2 las personas. ‘como un potente simbolo de afecto (De Vault, 1991), Aunque la mayor parte de estos ejemplos se relacionan con, Jas ocupaciones de las mujeres, no existe ninguna razén para pensar que los hombres no experimentan beneficios, similares con las ocupaciones masculinas. Trevor, por cjemplo, voluntariamente se trepé a una silla para prestar ayuda a fijar un canalin del sector de duchas en ef campa- ‘mento donde estaba pasando las vacaciones (Figura USO DEL TIEMPO Y BIENESTAR Al gual que la contribucion que hacen les ocupaciones especificas al bienestar, es importante el impacto de los patrones globales de las ocupaciones. Una tendencia que ha sido observada es el ritmo creciente de los estilos de vida modernos. Este fenémeno, en el cual las personas corten de una ocupacién a la siguiente, se asocia con altas, cargas de trabajo, acceso limitado a actividades de ocio, y niiveles crecientes de estrés y enfermedades relacionadas con el estrés (Zuzanek, 1998). Tel vez més importante, porque no tienen tiempo para reflexionar y experimentar el significado de la vida, es que las persones se ven canaliza, das hacia ocupaciones culturalmente construidas, como hacer compras en el centro comercial en lugar de ocupar se con pasatiempos que podrfan encontrar més absorben- tes y reconfortantes (Clark, 1997), Estos estilos de vida parecen incompatibles con un bienestar de alto nivel. B respuesta a estas preocupaciones, Cusick (1990) sugirié clasificar las ocupaciones rotinarias que se emprenden en tuna semana tipica como entretenidas, aburridas, desagra: dables o realizadas autométicamente, con la esperanza de 5 UNIDAD 1; Cuencts OcuPACIONAL ¥ LA NATURALEZA OCUPACIONAL DE LOS SeRES HUMANOS FIGURA 5.5 Trevor esta colocando el canalén en el campamento, que las personas pudieran comprender la relacién entre las cosas que hacen y su falta de bi ‘Oras ites ideas con relacion a la ocupacion y a las for- mas en las cuales las personas utilizan el tiempo también son pertinentes acé, La primera es el nexo que establecid Erlandsson (2003) entre el uso del tiempo y el bienestar. Su estudio rastreé las ocupaciones diarias de cien mujeres suecas, y se concentré particularmente en las transiciones, de una actividad a otra. Este estudio mostré que los patro- nes altamente complejos de ccupacién caracterizados por interrupciones frecuentes y cambios de tarea se relacionan ‘con menores niveles de bienestat comunicado que se observan en mujeres con patrones de ocupaciones menos complejos. Bl segundo se relaciona con las exigencias tem- porales del trabajo por turnos y las razones por las cuales las enfermeras que trabajan en el tumno nocturno sacrifican el sueio para cumplir sus responsabilidades como madres, cuidadoras y amas de casa (Gallew y Mu, 2004). Fl impac- to a largo piazo de las rutinas ocupacionales interrumpidas y la privacién de suefio nuevamente parece incompatible ‘on el bienestar. La tercera consideracién en relacién con el uso del tiempo es el aburrimiento que resulta de la falta de ocupacién. A partir de su estudio de agresores jovenes, Farnworth (1998) propuso que ¢l aburrimiento es tal vez “endémico en las naciones industrializadas occidentales” (p. 145), El impacto a corto y largo plazos del aburrimien. to sobre la salud y el hienestar es desconocido, en parte porque el aburrimiento propiamente dicho se conoce poco. No obstante, el aburrimiento en el lugar de trabajo se ha asociado con baja moral, depresin y participacién en acti- idades destructivas y no autorizadas (Long, 2004). Durante un periodo més protongado, los cientificas ocu- pacionales y otros han sugetido que las personas se con- vierten en lo que hacen, Dos estudios en patticular prestan apoyo a una relaciGn entre lo que las personas hecen durante su vida y el bienestar. En primer lugar propusieron el concepto de personas ocupacionales, que se describe como un aspecto del yo que “es modelado, y en cierta medida reinventado”, a través de la participacion en la cocupacién (Whiteford y Wicks, 2000, p. 48). Cabe desta- car en el contexto de este anilisis que existen varios modos utilizados para describir a estas personas, como tener una pasién, aprovechar las oportunidadles, crear diversion, sen~ tirse orgullosos y satisfechos, y crear un mundo mejor, lo que refleja las definiciones de bienestar. El segundo estudio traté el potencial ocupacional que realiza cada persona en el contexto de las influencias per- sonales, sociales, socioculturales y politicas (Wicks, 2001, 2005). Al mirar en forma retrospectiva, la persona podria obtener un sentido de bienestar o no, segiin la evaluacion que haga de sus elecciones y logros, y de sus restricciones y remordimientos. Como Io indica esta explicacién, es la evaluacion de sus elecciones y sus logros lo que influye el grado en el cual las personas experimentan bienestar. ‘Gomo observé Casey (1995), algunos “experimentsn opor- tunidades restringidas de control personal, uso de las habi: lidades e intimidad” (p. 81). Ademas, cuando las oportuni- dades para el desarrollo personal son pocas y el uso de “la iniciativa, el pensamniento y el juicio independiente... (no es bienvenido aqui), entonces to que las personas hacen en su trabajo directamente afecta su desempeno cognitivo, sus valores, sus concepeiones del yo y sus orientaciones acerca dei mundo que los rodea” (p. 82). Aunque el enfoque de Casey fue sobre las experiencias de empleo de una perso- na, es concebible que otras personas experimentan restric- ciones similares en otros dmbitos de Ja vida. OCUPACION, DETERIORO Y BIENESTAR Es bien sabido que la ocupacién puede daviar a la gente. En efecto, para conmocionar a la nacién en favor de Ja reforma legislativa, los reformadores sociales del siglo XIX expusicron sréficamente las formas en las cuales el trabajo en las minas de carbon de Gran Bretafia impedian el desarrollo, incepa- citaban y enfermaban a los trabajadores (Wilcock, 2001). ‘Aunque los estindares de seguridad, las horas de trabajo y Jas penosas demandas fisicas de las décadas previas han mejorado sustancialmente (Gubes, 1995), los riesgos que plantean las ocupeciones laborales para la salud y el bienes- tar siguen siendo el enfoque de los sindicatos y los gobiemnos por igual. Menos atencion se ha prestado a los riesgos que pueden plantear ocupaciones no laborales y a la experiencia de las personas que participan en les ocupaciones diarias cuando presentan un deterioro. El término deterioro, en el lenguaje cotidiano, sugiere una lesion, un inconveniente o una imperfeccién, 0 que ha oct rrido algtin dafio. En este contexto se deduce un significado més exacto, compatible con la Clasificacién Internacional del Funcionamiento, de la Diseapacidad y de la Salud de la CAPITULO 5: Contribucion de la ocupacién ala salud y al bienestar ST COrganizacién Mundial de la Salud (2001). Es decis, un dete- rioro 0 deficiencia es cualquier problema en las funciones paicoldgica o fisiol6gica normeles 0 en una estructura corpo- ral, como una articulacion w Grgano, En este sentido, los tras tomos dela salud pueden producir deterioros, por ejemplo la pérdida de potencia en un brazo después de un accidente cerebrovascular, Ademés, las deficiencias pueden colocar a Jas personas en riesgo de sufrir un trastomo en la salud, ‘como una persona que se deprime cuando se Je niega el acce- ‘0 al trabajo a causa cle una deficiencia cognitiva ‘Aunque pocos ¢stucios han explorado la relacién entre ‘ocupacién, deterioro y bienestar, una serie de estudios con- centrados en la ocupacion sugiere que la presencia de un deterioro puede socavar el bienestar 0 no, Un factor determi nante parece ser el efecto que el deterioro tiene sobre la pat- ticipacion en la ceupacién. Por ejemplo, las personas de edad avanzada que ingresaron al hospital después de un problema de salud agudo descubrieron al intentar hacer cosas, c6mo el deterioro habia cambiado su capacidad para la ocupacién. Este conocimiento destaod Ia gravedad del trastomo. Sin embargo, a medida que su salud se estabilizaba y apatectan nuevas formas de completar las tareas, se volvian mas espe- ranzadas y buseaban oportunidades para probar y fortalecer Ja funcién que retomaba (Gooder, 2001). La suya fue una experiencia de retomo al bienestar. Asimismo, aunque los hombres con disprania luchan por completar las tarcas que cn una €poca fueron sencillas, como colocarse las medias y Jos zapatos o preparar una bebida caliente, sus pequetios Exi- tos y los signos de mejoria produjeron expresiones de triun- fo y renovada esperanza pata el futuro (Blijlevens, 2005). Por el contrario, los adultos con una enfermedad neurol6- gica que avanza rapidamente experimentaron sus deterioros como pétdidas, lo que evidenci« no sélo la disminueiéon de la ‘capacidad ocupacional sino también la pérdida de los aspec- tos valorados de identidad, incapacidad para acceder a con- textos ocupacionales que daban variedad a la vida, y un dete- rioro inevitable hacia la dependencia y la muerte (Brott, 2004; Hocking, Brott y Paddy, 2006). Las expresiones de cotaje, humor, gratitud por las capacidades remanentes y la apreciacién por el apoyo reeibido de la familia y los trabaia- dores de atencién de la salud fueron oscurecidas por la fati- ga, la frustracién, la angustia debido a la pérdida del futuro que habjan imaginado y el temor de convertirse en una carga. Cada tna de éstas tiene un componente ocupacional 4 Fatiga por las tareas de autocuidado basicas © Frustracién por ef deterioro de la capacidad ocupacio- nal, las barreras hacia las ocupaciones valoradas, y las largas horas que ya no se Hlenaban con actividad pro- ductiva @ Pena por las ocupaciones que imaginaban en el futaro y que ahora no lograrian, como sostener a un nieto ‘A medida que su salud declinaba, su sentido de bienes- tar se veia en constante amenaza. Considerados en conjunto, estos estudios sugieren que el hecho de que los deterioros resten valor al bienestar esta bajo la influencia de las expectativas que tiene fa persona por el futuro, asf como de sus experiencias diarias actuals. No obstante, a pesar de disfrutar de lo que hacen y de tencr esperanza para el futuro, las personas que tienen un deterioro pueden enfrentar barreras externas que socavan, su bienestar. Roulstone (1998) obscrv6 que el 90% de las, personas con une discapacidad que wtilizabam tecnologias de apoyo en el trabajo identificaron formas en les cuales la tecnologia los beneficiaba de manera directa, No obstante, ‘comunicaron obstéculos continuos para ef empleo, que incluian barreras con “acceso limitado al fugsr de trabajo, entrenamiento insuficiente, bajo uso y abuso de la nueva tecnologia, y {a presion continua de las actitudes discapa- citantes” (p. 125). Elios comunicaron que los hacian sen- tir como un trabajedor inferior, que los casos de deterioro fisico eran igualados a bajas capacidades intelectuales. y existia una expectative general de que “debian sentirse afortunados de que sus empleaclores tuvieran la caridad de emplearlos” (p. 115). Ademiis se enfrentaban a actitudes de envidia y resentimnjento hacia la provision de tecnologia cuando se les proporcionaba una tecnologia que no estaba disponible para los trabajadores que no tenfan deficiencias, ‘Ademuis de estos problemas en el lugar de trabajo, las per- sonas can un deterioro que alecta e} rendimiento ocupacio~ nal obscrvan que fos factores sociales hacen mas dificil la participacion en el trabajo. En el estudio de Jakobsen (2004), por ejemplo, las mujeres lucharon contra la falta de recono- cimiento de los rigores fisicos y psicol6gicos adicionales en Jos autocuidados y las tareas domésticas para aquellos que no presentan una discapacidad. ‘También comunicaton dificul- tad para arreglar las citas con los trabajadores de la salud, ayuda en el hogar, el personal de mantenimiento de la sillas, de ruedas y los asistentes de cuidades, quienes estaban dispo- nibles s6lo durante las horas laborales. A pesar de estar alta- ‘mente motivadas para trabajar y de obtener todos los benefi cios del empleo que otros comunican, las tres mujeres obser- varon que Ja participaciOn en el trabajo era demasiado exte rnuante y renunciaron a sus puestos. En resumen, os estudios de Roulstone y Jakobsen sugieren que los beneficios que la, rmayorfa de las personas obtienen del empieo podrian no set suficientes como para sostener el bienestar frente a barreras inevitables en los entornos fisico, social y actitudinal. ESTRUCTURACION DE LA OCUPACION PARA MEJORAR EL BIENESTAR Incluso cuando las experiencias en el lugar de trabajo no siempre sostienen el bienestar, las personas tienen sorpren- dentemente muchos recursos para estructurar sus ocupa- cciones de modo de apoyar y mejorar su bienestar. Por ejemn- plo, las mujeres inmigrantes que recientemente llegaban a Nuova Zelanda desde le India adoptaban tres estrategias clave para ayudarse a establecerse y sentitse como en st. hogar. Ellas conservaban conscientemente algunas ocupa- ciones de su pais de origen, ligadas a las rutinas y a las cos- tumbres familiares para las ocupaciones repetidas como it de compras, y'pedian consejos sobre c6mo hacer las cosas en su pats adoptivo (Nayar, 2005). ‘Asimismo, a medida que las personas se recuperaban de la enfermeciad psiquica, comunnicaban progresar desde una 52 experiencia disgregada de hacer y set, que ellos deserlbfan ‘come no hacer, a través de diferentes niveles de partieipacién ‘ocupacional, los cuales eran caracterizados de modos distin tos, como semihacer, hacer comprometido y hacer absorbido. Este progreso les permitiO su participacién en el mundo humano y no bumano con una intensidad que podrian man- tener y que contribuyé a su reconexién con el entomo, a la estructuracién del tiempo y el espacio, ala reintegracién de tun sentido del yo y a la apertura ce postbilidades futuras en el mundo eotidiano (Sutton, 2006). ‘A nivel comumnitario més que a nivel individual, un anciano de la tribu Windjingare en Australia desctibi6 como se bas6 cn las ideas tradicionales acerca del trabajo socialmente itil para ayudar a su pucblo a romper el circulo de dependencia de la asistencia publica, el aleohotismo y la violencia. El pro- yecto se concentré en las oportunidades vocacionales en el ‘monte, donde las personas jévenes aprencian las habilidades y los valores tradicionstes, y construfan casas culturalmente ‘apropiadas, utiizando su propio trabajo e incorporando ‘materiales det monte. Un elemento clave, en concordancia con ls précticas establecidas por mucho tiempo, fue la inten- cion de cambiar entre diferentes ubicaciones y ccupaciones, en las estaciones lnimedas y secas (Shaw y Dann, 1999). ESTUDIO DE UN Dennis es un nifio de 11 affos y vive en un suburbio de bajos Ingresos de una ciudad grande en Suecia. Le gusta mirar television y a medida que se ha hecho mayor, ha comenzado a jugar juegos de ordenador y a navegar por Internet, En promedio pasa alrededor de 3 horas al el ordenador (Magnusson, Hulthén y Kjellgren, 2005). Si viviera en Israel, esa cifra podria ser de hasta 4,5 0 5 horas por dia (Nemet y cols., 2005). Mientras mira fa tele- vision, juega videojuegos o navega en Internet, a Dennis le gusta beber un vaso de 2umo de frutas 0 de limonada. Al igual que el otro 20% de los nifios de su suburbio que se encuentran excedidas de peso 0 son obesos, tambien suple saltear el desayuno, A pesar-de los rlesgos para la Salud que los adultos asocian ¢on los bajos niveles de actividad fisica, el alto ingreso calérico y comenzar el dia sin alimentos, Dennis no cree que su estilo de vida tenga algin efecto sobre su salud (Magnusson, Huithén y Kjetigren, 2005). 2s tan mala ta obesidad? Si Dennis viviera én Nueva Zelanda, 105 riesgos para la salud que enfrenta serian bien reconocidos. Si estuviera entro del 26% de los varones con ancestios en las islas del Pacifico de 7 a 14 afios de edad que son obesos, enfrentaria rlesgos bien documentados de unirse @ aque Jlos que ya se presentan con diabetes tipo Il (Ministerio de Salud, 2003). En algunos afios, podtfa contribuir a las cifras’ con crecimiento incontrolable de enfermedad car diovascular potencialmente fatal y, en lugar de seguir la tendencia de longevidad creciente registrada en décadas recientes, podria tener una expectativa de vida sustancial- ‘mente reducida. Qué sucederia si Dennis fuera estadounidense? i él fuera estadounidense, podriamos sospechar que ia UNIDAD 1: Ciencia OcuPACIONAL ¥ LA NATURALEZA OCUPACIONAL DE LOS SeRES Humans CONCLUSION Las cosas que hacemos cubren nuestras necesidades bio. logicas de subsistencia y refugio. La ocupacién nos mantic- re vivos. A més fargo plazo, la ceupacion puede proporcio nar [a actividad fisica, Ia estimulacién mental y la interac- cin social que necesitamos para mantener sanos nuestros ‘cuerpos, mentes y comunidades. Ademfs, a través de la participacién en Ja ocupacién, nos expresamos, desarrolla- mos habilidades, experimentamos placer y compromiso, y Jogramos las cosas que creemos que son importantes. En resumen, tenemos oportunidades de mejores niveles de bienestar. Gozar de buena salud favorece la participacién cen la ocupacién, y e8 a menudo en el proceso de hacer ‘cosas que recanocemos cuén saludables estamos y disfru- tamos de una sensacion mayor de bienesta. Tgualmente, la ocupacion puede amenazar o destruir la salud, Hacer demasiado, hacer muy poco y hacer cosas que nos exponen a sigtin riesgo puede tener efectos deletéreos. Es importante reconover también que a menudo es a tre- vvés de los problemas para realizar las tareas que tomamos ‘conciencia de los problemas de salud y del impacto pleno de los deterioros. Ademés, las harreras fisicas, sociales 0 ‘obesidad de Dennis se asocia con alguna caracteristica bien conocida det paisaje urbano. Como se comunicé en {a revista Time, la mayoria de las cludades de los Estados Unidos fueron ideadas para automéviles (Wallis, Miranda yy Park, 2005). Eso significa que la mayoria de los subur- bios carecen de veredas y sendas para bicicletas. No es sorprendente que entre 1991 y 1995, la probabilidad de ‘caminar en cualquler sitio se redujo en un 40%, y las post: bilidades de caminar hasta la escuela se redujeron en un 60%. En efecto, para el afo 2001, las estadisticas informa: ban que caminar y andar en bicicleta representaban slo ‘el 13% de los viajes hasta la escuela. Todo esto sugiere ‘que incluso si Dennis viviera a menos de una milla de la escuela, no iria caminado. 'De hecho, ubicar a Dennis en los Estados Unidos en tugar de hacerlo en Suecia podria haber significado un estilo de vida con muy poco esfuerzo fisico, en especial dado que muchas escuelas con presupuestos ajustados han recortado las clases de educacién fisica de los planes de estudio. ‘Ademas, sus padres podrian estar entre el 65% de los estar ‘dounidenses a los que les gustaria hacer mas ejercicio pero ro tienen el tiempo suficiente, encuentran el ejercicia abu- rrido (28%) © no tlenen acceso a un lugar conveniente para) hhacer ejercicio (24H). Sin embargo, una ventaja de estar en | {os Estados Unidos es que Dennis se encontraria en el medio ‘de una conciencia creciente de que la fata de ejetcico fisi- co puede ser una amenaza incluso mayor para la salud que la obesidad (Wallis, Miranda y Park, 2005). éSe puede hacer algo? Tal vez si viviera en Israel, Dennis podria haber sido uno de los 54 nifos obesos reclutados para un grupo de Investigacion (Nemet y cols., 2005). Con un poco de suer- wey la actitud correcta, podria haber entrado en el grupo con tratamiento activo y ser uno de los 20 participantes Continuacion CAPITULO 5: Contibucién de la acupecion 8 a selud yal bienestar 53 ‘en completar un programa de ejercicios de 3 meses y un seguimiento de 1 afio. En ese caso, Dennis habria tenido ©! privilegio de unirse en los juegos conducidos por ex miembros del equipo nacionat de atletas de pista 2 horas por semana. Para complementar ese programa, Dennis y bus padres habrian participado en sesiones de asesora- mmiento concentradas en la eleccién de fos alimentos y el Cambio de conducta Ese consejo habria incluido cortar su ingesta de alimento en un 30%, También se lo habria esti- mnulado a caminar © a particizar en algiin otro elercicio fisico durante otros 30 a 45 minutos por semans. [En el seguimiento, es probable que Dennis hubiera gana- do menos de un kilo de peso, comparado con los 5,2 kilos pramedio que suben los nifos del grupo control. Tendria mucha menos grasa corporal y, lo que es més importante, faumentaria significativamente los niveles de actividad y de resistencia fisica, Ademas, habria disminuido su tiempo setitudinales del entorno pueden exacerbar el impacto de un trastorme o una deficiencia de la salud, a veces hasta el punto en que le participacién en la ocupacion es insosteni- ble. Sin embargo, si estructuramos can cuidado las cosas ue hacemos, revisamos las elecciones del estilo de vida y ros ocupamos de las barreras contra la participacién, la participacion en Ia ocupacién puede mejorat la salud y el bienestar de las personas. PREGUNTAS DE RAZONAMIENTO 1. Wilcock propuso que fas personas tienen necesidades que sirven como advertencias, nos protegen y recom- pensan la participacién en la ocupacién. {Por qué entonces la mayoria de las personas de las sociedades posindustriales no realizam suficiente ejercicio? 2, Si las mujeres inmigrantes, las personas que se recupe- ran de una enfermedad psiquica y los Ifderes comunita- rios pueden estructurar ocupaciones que mejoran su propia salud y bienestar y los de los otros sin ayuda de tun terapeuta ocupacional, {son necesarics los terapeu- tas ocupactonales? 2Cual de sus ocupaciones sostiene su salud y su bienes- tar? ;Cudles los amenazan? ,Cémo podria modificar su estilo de vida 0 su entorno para aumentar al méximo el bienestar? 4, Si pudiera medificar una cosa en Jos entornos fisico, social y actitudinal de sw pais para mejorar la salud y el bienestar de la Nacién, zqué cambiaria? Contiouacion frente al televisar y los juegos de video en mas de una hora al dia (Nemet y cols., 2005). Preguntas y ejercicios Los resultados de la investigacién citados en ef estur dio de este caso identifican la ingesta de calorias, la Inactividad fisica y el disefio urbano como Factores, que contribuyen a fa obesidad infantit y los proble mas de salud asociados. Qué otros factores de los padres, del entorno, sociales o legislatives puede identificar que contribuyen al problema? © En su contexto, el programa implementado en Israel podria ser factible o no, Si usted trabajara con nifios de 6 a 16 alios, qué caracteristicas del programa israeli esperaria reproducir y cuales modificaria? Unpublished masters thesis, Auckland University of Technotogy, Auckland, New Zealand. Brot, T. (2004), Living with motor neurone disease: An interpreti= ve study, Unpublished master’s thesis, Auckland University of ‘Technology, Auckland, New Zealand. Casey, C, (1995), Work, self and society: After industrinism. Lonsion: Routledge. CCentars for Disease Conteol and Prevention. (2005a). Heath beha~ ‘iors of avlults: United States, 1999-2000 (Series 10, N. 219, 2005). Washington, DC: U.S. Department of Health and Human. Services, Consultado el 2 de agosto de 2005 en wwwwede, spov/rchs/datasevies/st_10/er 10_219.pdf Centers for Disease Conirol and Prevention. (20056). Summary health statistics for the U.S. population: National health intor- view survey (Geries 10, N. 224, 2003), Washington, DC: US. Department of Health snd Human Services. Consultado el 2 de agosto de 2005 en wwwiede,gov/nchs/dste/series/ge_10224.péF Christiansen, C. (1996), Three perspectives on balance in occupe~ tion, En: R, Zemke & F, Clark (Eds), Occupational scienoe: The volving discipline (pp. 417-435). Philadelphia: F. A. Davis. Clark, F. (1997). Reflections on the human as an occupational being: Biological need, tempo and temporality. Journal of Occupational Science: Australia, 43), 86-92. sikszentmihalyi, M, (1993). Activity end happiness: Toward a science of occupation. Journal of Occupational Science Australis, 101), 38-42. Cusick, A. (1990), Choioes: What am I doing with my life? Sydney, Australia: Simon & Schuster. De Vault, M. L. (1991). Feeding the family: The social onganization ‘of caring as gendered work, Chicago: University of Chicago Pres, Dickie, V. A. (2003). The role of learning in quilt making. Journal ‘of Occupational Seience, 10(5), 120-129. Dickie, V. A. (2004), From drankarc’s path to Kansas eyelones Discovering creativity inside the blocks, Jounal of Occupational Science, 11(2), 51-57, Durie, M. (1934). Méori perspectives on health and iliness. En: J. Spicet, A. Tilin, & |. A. Walton (Eds.}, Social dimensions of health and disease: New Zealand perspectives (pp. 194-205). Palmerston Noth, New Zealand: Dunmore Prose Brlandsson, L.-K. (2003), 101 women's patterns of daily occupa tions. Lund, Sweden: Lund University. Farnworth, L. (1998). Doing, being, and boredom. Jo ‘Occupational Science, 5(5), 141-146. nal of 534 UNIDAD 1; Ciencia OcuPACIONAL ¥ LA NATURALEZA OCUPACIONAL DE LOS SERES HUMANOS Galles, H. A., & Mia, K. (2008), An occupational look at temporal adaptation; Night sift nurses. Journal of Occupational Science, 11), 25-50, Glanze, W. D. (Eel), (1990). Mosby's medical, nursing, and allied health dictionary (3° ed). St, Louis: Mosby. Glass, . A, de Leon C. M., Marottoli, Ri A., & Berkman, L. E (1995), Population based stucy of social and productive activi fies as prodictors of survival among. elderly Amevicans, British Medical Josrasd, 310, 478-483 Gooder.j. (2001). Becoming human again: Older adults’ experien- ce of rehabilitation in hospital Unpublished master’s thesis. ‘Auckland University of Technology, Auckland, New Zealand, Graham, S. F (2002). Dance: A taansformative oocupation. Journal ‘of Occupational Science, (5), 128-134. Guber, HE, (1995). Visionary realism, lifespan discretionary time, ‘and the evolving role of work, En: . MW. Martin, K, Nelson, & F, Tobach (Eds,), Sociocultural psychology: Theory and prac: tice of doing end knowing (pp. 383-4041. New York: Cambridge University Pes, Hossellus, B. R. (2002). The meaning of everyday occupation ‘Thorolare, Nk Slack. Hocking, C, Brott, T, & Paddy, A. (2006), Caring for people with ‘motor neurone disease, Intemational Journal of Therapy and Rehabilitation, 1548), 351.5 Hocking, C, Weight St, Chair, V, &¢ Benrayong, W. (2002). The mea ning of cooking and recipe work for older Thai and New Zealand ‘women. Journal of Occupational Science, 9(5), 117-127. Howie, L. (2003). Ritualising in book clubs: Implications for eval. ving occupational identities. Journal of Occupational Science, 1015), 150159, Jakobsen, K. (2004), If work dacsn't work: How to enable occups tional justice. Journal of Qccupational Science, 41(3), 125-154. Loland, N. W. (2004), Exercise, health, and aging. Joumal of Aging and Physical Activity, U1, 170-184, ‘Long, €. (20044). On watching paint dry: An exploration of bore- dom. En: M, Mofineex (Ed.), Occupation for occupational the- rapists (pp. 7889), Oxford, UK: Blackwell Magnusson, M. B., Hulthén, 1, & Kjelgren, K, 1, (2005). Obesity, dletary pattern and physical activity among children in a suburb with a high proportion of immigrants. fournal of Human Nutrition && Dietetics, 8), 187-194 Millet, D. (1998). theory of shopping, Cembridge, UK: Polity Press. Ministry of Health. 2005). NZ food, NZ. childten: Findings of the 2002 national children's nutrition survey Wellington, New Zealand: Author. Consultado ef 21 de julio de 2005 en bipy//srsw moh govt n2/moh.wst/48bx80c0075 7D880425667 5300 1d4740/0542540728 3a0478c02564d60000ab4c/SFILE/ NZ Food, NZ Children. sectionE put Ministry of Health Manat Havora, (2005), Decades of disparity Tk: Socio-economic mortality trends in New Zealand, 1981-1998. Wellington, New Zeekanel: Autor. Moaley, C. G. (2001). Exploring the connections between occupa. tion and mental health in eare homes for older people, Journal of Occupational Science, 83), 1416, Nayar S. (2005). Two becoming one: Immigrant Indian women sus- taining self and well-being through doing: A grounded theory study, Unpublished master’s thesis, Auckland University of “Technology, Auckland, New Zealand, Nemet, D., Barkan, S., Epstein, ¥,, Friedland, ©., Kowen, Gu, & liakim, A, (2005). Short- and long-term beneficial effects of a combined dietary-bebavioral-physical activity intervention for the treatment of childhood obesity, Pediatrics, 115, 43-449. Pessson, D., Eklund, M., & Isaesson, A. (1999). The experience of ‘everyday occupations ancl ifs relation to sense of coherence: A ‘methodological study. Journal of Occupational Science, G(1), 15 26 Prime, L.. (1996). Running as an occupation: Multiple meanings ‘and purposes. En: R. Zemike é& F. Clark (fds), Occupational science: The evolving discipline (pp. 275-286). Philadelphia F A. Davis, Roulstone, A. (1998). Enabling technology: Disabled people, work ‘and new technology Philadelphia: Open University Press. Scheerer, C. R., Cabal, L. G., Kinby, K, & Lane, J. (2004). Cake decorating as occupation: Meaning and motivation. Journal of Occupational Science, 11(2), 68:74. Shaw, K, & Dann, J. (1999). Work is sacred: The journey ont of ‘welfare. Journal of Occupational Science, 6(2), 80-87. Stanley, M. (1995). An investigation into the relationship between ‘engagement in valued occupations and life satisfaction for elderly South Australians, Joumal of Occupational Science: Australia 343), 100.114 Sutton, D, (2006, july). The lived experience of occupational per- formance during recovery from mental illness. World Federation cof Occupational Therapists Congress, Sytiney, Australia. Vance, D. E., Wadley, V. G, Ball, K. K., Roenker, D. L., & Rizzo, M, (2008). The effects of physical activity and sedentary behs- vior on cognitive health in older adults. Jounal of Aging and Physical Activity, 15, 294-515, ‘Walls, C, Miranda, C.A., & Park, A. (2005). Get moving! Time, 165(23), 46-51. Whiteford, G., & Wicks, A. (2000), Occupation: Person, environ- ment, engagement and outcomes. An analytic review of the Journal of Occupational Science profiles. Part 2. Journal of Occupational Science, 7(2), 4857 ‘Whitehead, M. (1988), The health divide. New Yorks Penguin, ‘Wicks, A. (2001), Occupational potential: A topie warthy of explo- rasion, Journal of Occupational Svience, 8(3), 32.55. Wicks, A: (2005). Understanding occapational potential, Journal of Occupational Science, 12(3), 150-159. Wilack, A. (1995). A theory of the human need for occupation, Journal of Occupational Science: Australia, 1(1), 17-24. Wileock, A (1995), The occupational brain: A theory of human nature, Joamal of Occupaticnal Science: Australia, 2(1), 68-75. Wilcock, A. A. (1998). An eccupational perspective of health ‘Thorafare, NJ: Slack, Wileock, A. A. (2001). Occupation for health, Volume 1: A journey from self health to prescription. London: British Association and College of Occupational Therapy. ‘World Health Organization. (2001). Intemational classification of fanctioning, disability and health. Geneva: Author, ‘World Health Organization, Health and Welfsre Canada, Canadian Public Health Association, (1986). Ottawa charter for health promotion, Ottawa: WHO, Wright-St. Clair, V, Bunrayong, W., Vittayakom, S., Rattakorn, P, & Hocking, C. (2004). Offerings: Food traditions of older Thai ‘women at Songkran. Journal of Occupational Science, 11(3), 115-124. Zara, J. (1998), Tine use, time pressure, personal stress, mnen- tal health, snd life satisfaction from a life cycle perspective. Journal of Occupational Science, 5(1), 26-59.

También podría gustarte