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Dar a conocer la Masonería, es o
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hacer que se la ame.—J. M. KAGrSx. o
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DIRECCIÓN, ADMINISTRACIÓN E IMPRENTA: %%

CALLE DE SAN LUCAS, 5.-MADRID - 4 - (ESPAÑA)
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 tÓDIGO MASÓNICO
I. Ad'Jr-*. al Gran Arquitecto del Ui;i,i\ierso.—H. El verdadero culto
q u e s ! da al Gran Arquitecto del Universo consiste principalmente en
las buenas obras.—líl. Ten siempre tu alma en un e.4ado puro pata
parecer dignamente delante de tu conciencia.—IV. Ama a tu prójimo
como a ti mismo.—V, No hagas mal para esperar bien.—VI. Haz bien
por amor al mismo bien.—Vil. Estima a los buenos, ama a los débiles,
hu. e (le los malos, pero no odies a nadie. VIII. No lisonjees a tu her-
mano, pues que es una traición; si tu hermano te lisonjea, teme que
te corrompa.—IX. Escucha siempre la voz de tu conciencia.—X. Sé el
padre de 'os pobres; cada puspiío que tu dureza les arranque son otras
tantas ir.al liciones que caerán sobre tu oateza.—XI. Respeta al viajera
nacional o extranjero; ayódale: su persona es sagrada para ti.—XII. Evi-
ta las quere las, prevee los insultus, deja que la razón quede siempre a
tu lado.—XIII Parte con el hambriento tu pan, y a los pobres y pere^
grinos mételos en tu casa; cuando vieses al desnudo, cúbrelo y no des-
precies tu carne en la suya.—XIV. No seas ligero en airarte, porque la
ira r posa en el seno del necio.—XV. Detesta U avaricia, porque quien
ama las riquezas ningún fruto sacará de ellas, y esto también es vani-
dad.—XVI. Huye de los impíos, porque su casa será arrasada; mas las
tiendas de los justos florecerán.—XVII. En la senda del honor y de la
justicia es á la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte.—
XVIII. El corazón de ios sabios e s t a d «de se practica la virtud, y el
corazón de los necios dvn(le se festeja la vanidad.-XIX. I-íespeta a las
mujeres; no abuses jamás 4e su debilidad y mucho menos piensfS en
deshonrarlas.—XX. >-i tienes un hjijo, regocijad; pe o tiembla del depó-
sito que se te confía Haz que hasta los diez afips le tema, hasta los
veinte te ame y has a la muerte te respete. Hasti los diez años té sy
maestro, h<sta los veinte su pstdre y hasta la rautrte su amigo. Piensa
en darle buenos princi ios ant,?s que bellas maneras; que te deba recti
tud esclarecida y no f'ívola elegan,cia. Haz un hombre honesto antes
que un homb e hábil.—XXI. Si te avergüenzas de tu destino, tienes
orgullo; piensa que aquél ni te hi.nra ni to degrada, el modo con que
cumplas te hará uno u otro.—XXII. Lee y aprovecha, ve,e imita, reflexio-
na y trabaja, octipate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás
p i r a ti mismo—XXUI. Conténtate de todo, por todo y con todo.—
XXIV. No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no repro-
ches y mem s alabes: antes procura sondear bien los corazones para
apreciar sus o iras.—XXV. Sé entre los p n f a n o s libre sin licencia,
grande sin orgullo, humilde sin bajeza, y cn're los hermanos firme sin
ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumis^i sin ser servil.—XXVI, Ha-
bla moderadamente con los gra utes, prudentemenie con tus iguales,
sinceramente con tus amigos, dulcemente con los pequeños y eterna-
mente con lospubie^—XXVII. Ju^toy val roso ''efenderásal oprimido,
protegerás la inocencia, sin repa ar en nada de los servici» s que pres
tares.—XXVIll Exacto apreciador de los homb es y de las cosas, no
atenderás más que al mérito personal, sean cuales fueren el lango, el
estado y la fortuna.—XXIX, El día que se generalicen estas máximas
entre los hombres, la especie humana suiá feliz, y la Masonería habrá
ttii manado su tarea y cantado su triunfo regenerador.
 Año 111 Niim. 1

Vida Masónica Madrid, TWarzo, 1928

SUSCRIPCIÓN:
España.... 7 ptas. por año.
Revista mensual Extranjero. 9 — - -

jUn año más!

VIDA. MASÓNICA comienza hoy su tercer año de existencia.
¡Han pasado dos años! ¡Cuánto nos han enseñado estos
veinticuatro meses de trabajo!
Mirando hacia el camino andado es como únicamente
puede apreciarse la.vohintad de aquellos que lo trillaron y
la abnegación de los que aún se preparan para continuar la
marcha. Las enseñanzas que da la vida, cuando en la vida se
vive, son muy superiores a las lecciones leídas o escuchadas.
Sigamos adelante sin la menor señal de desmayo y sin
proferir una queja ni pretender esquivar un desgarro en
nuestra alma forjada en el seno de una Logia masónica.
El tiempo pasado no puede improvisarse; ahí quedan
veinticuatro números de esta Revista confeccionada con el
amoroso y desinteresado esfuerzo de un pequeño grupo de
masones, seguido y bien acompañado de los no menos entu-
siastas que, sin pertenecer materialmente a nuestra Augusta
Orden, sienten sinceramente la necesidad de un Mundo más
tolerante y más equitativo.
No faltará quien se ocupe en estudiar masónicamente el
nacimiento y la vida de esta Revista que vive para todos,
como la Masonería nos enseña. Entonces, cuando ya nuestros
cuerpos físicos hayan caído en el camino del deber, apare-
cerán estas hojas impresas como testigos leales declarando
el hecho de su existencia.
VIDA MASÓNICA os envía un abrazo y os desea una feliz
entrada en el año que en este mes comienza, y hace votos
para que todos, todos, seamos capaces de acercarnos a la
Fraternidad Universal.
La Dirección.
El título masónico de H.P. Blavatsky
En The Franklin Register del 8 de Febrero de 1878 se
publicó un artículo editorial que decía así:
Tenemos la satisfacción de presentar esta semana a los
lectores de The Register la siguiente carta, muy singular,
redactada expresamente para nuestro periódico por Mada-
me Helen P. Blavatsky, autora de Isis sin Velo. Vindica
esta señora en esta carta la validez de su diploma de
Masón, al que se hizo referencia en nuestro número del 18
de Enero. El motivo principal de la carta de Mme. B. es
la multitud de ataques que se le han lanzado y que exigen
el honor de esta distinción antes y después de la men-
cionada publicación.
Queda abierto el campo para una réplica; y confiamos
en que aparecerá algún campeón que defienda lo que ella
ataca tan vigorosamente.
Aquellos que no son lectores constantes de nuestro pe-
riódico, pueden apreciar de una ojeada cuál es el asunto
que se discute, pero además publicamos el texto de su
diploma:

A LA GLORIA DEL SUBLIME ARQUITECTO DEL

UNIVERSO (1)
ANTIGUO Y PRIMITIVO RITO DE LA MASONERÍA,
Derivado de la
Carta del Soberano Santuario de América, del Gran
Consejo de la Gran Logia de Francia.
Salutación en todos los puntos del Triángulo: Respeto
para la Orden.
(1) Este diploma se conserva en el templo masónico de Adyar,
Madras. (M. T.)
 VIDA MASÓNICA ; :" • 3

PAZ, TOLERANCIA, VERDAD j

A TODOS LOS ILUSTRES Y ESCLARECIDOS MMj^^s/
ESPARCIDOS POR EL MUNDO '^'—^
UNION, PROSPERIDAD, AMISTAD, FRATERNIDAD
NOS, EL TRES VECES ILUSTRE SOBERANO, GRAN MAESTRE
GENERAL, y nos, los Soberanos Grandes Conservadores,
treinta y tres y último grado del
SOBERANO SANTUARIO PARA INGLATERRA, PAÍS DE GALES,
ETCÉTERA,
decorado con la Gran Estrella de Sirio, etc., Grandes Co-
mendadores de las Tres Legiones de los Caballeros de la
Masonería: por virtud de la alta autoridad con que esta-
mos investidos, hemos declarado y proclamado, y por la
presente DECLARAMOS y PROCLAMAMOS que nuestro ilustre y
esclarecido Hermano, H. P. Blaoatsky, es un Apreiidis,
Compañero, Maestra Perfecta, Sublime Señora Electa Es-
cocesa, Gran Electa, Caballero Rosa Cruz, Maestra Ado-
nita, Perfecta Venerable Maestra y una Princesa Coro-
nada del Rito de Adopción.
DADO por nuestras manos y bajo los sellos del SOBE-
RANO SANTUARIO PARA INGLATERRA Y EL PAÍS DE GALES,
asentado en el Valle de Londres, este día 24 de Noviembre
de 1877, año de la verdadera luz 000,000,000.
JOHN YARKER, 33°, SOBERANP GRAN MAESTRE
M. GASPARI, 33°, GRAN CANCILLER
A. D. LOWENSTARK, 33°, GRAN SECRETARIO

Al editor de Ihe Branklin Register:

Me veo obligada a rectificar ciertos errores de vuestro
muy lisonjero editorial de The Register del 18 de Enero.
Dice Vd. que yo he tomado (dos grados regulares en Lo-
gias Masónicas» y he alcanzado una alta dignidad en la
orden, y luego añade:
Por mediación del cuerpo masónico más antiguo del mundo, ha
4 V I D A MASÓNICA

sido recientemente conferido a Madame B. el fiiploma masónico del

Grado treinta y tres.
Si üene Vd. la bondad de recurrir a mi Isls sin Velo
(vul. II, pág., 438) encontrará allí que digo:
No estamos liga'ios por ninguna promesa, obligación o juramento,
y por lo tanto, no violamos conñdencia alguna.
Refiriéndonos a la Masonería Occidental, a la crítica de
la cual está dedicado este capítulo; y se da una seguridad
absoluta al afirmar que jamás he tomado «los grados re-
gulares» en ninguna Logia Masónica Occidental. Por consi-
guiente, no habiendo tomado tales grados, no soy un
Masón del grado treinta y tres. En una nota particular—
también de vuestro rocíente editorial - afir,ina Vd. que de-
cidió por sí mismo trabajar en pro de varios Masones,
entre los que se hallaba uno que había tomadq los treinta
y tres grados—incluso el (dnefable»—refiriéndose a mí.
Mi experiencia masónica—si quiere Vd. llamar así mi ca-
lidad de miembro de varias Fraternidades Masónicas
Orientales y Hermandades Esotéricas — está confinada al
Oriente; pero, no obstante, esto no se opone a qjis conoci-
mientos, en común con todos los «Masones» orientales,
sobre todo lo relacionado con la Masonería Occidental (in-
cluso las innumeral)les farsas qué durante el último siglo
han sido impuestas al arte) ni después de recibir el diplo-
ma del «Soberano Gran Maestre», cuyo texto publica usted,
que me capacita para llamarme Masón Por lo tanto, no
reclamando nada H la Masonería Occidental, sino lo que
se expresa en el anterior diploma, comprenderá Vd. que
sus masónicos mentores deben transferir su querella al
joven John Yarker, P. M., P. Mk., P. G. C, y M. W. S. K.
T. y R. C., K. T., P. K. H., y K. A. R. S., P. M. W., P. S.
G. C. y P. S., Dai A. D., A. y P. Rito, al hombre, en suma,
que es reconocido en Inglaterra, el País de Gales y en el
mundo entero, como un miembro del Instituto Arqueológi-
 VIDA MASÓNICA 5

co Masónico; miembro Honorario de la Unión Literaria de

Londres; de la Logia núm. 227, Dublín; del Colegio de
Rosacruces de Bristol; que es Gran Past Mariscal del Tem­
plo; miembro del Gran Consejo Real de los Ritos Antiguos
de tiempo inmemorial; Guardián de los Antiguos Reales
Secretos; Gran Comendador de Mizrain; Arco Marineros,
Cruz Roja Constantina de Babilonia y Palestina; R. Gran
Superintendente para el Lancashire; Soberano Gran Con­
servador del Antiguo y Primitivo Rito Masónico; grado
treinta y tres, etc., que es quien ha expedido el título.
Vuestro (dnefable» amigo debe haber cultivado muy
poco sus percepciones espirutuales en la investigación y
contemplación del «Nombre Inefable», desde los grados
cuarto al catorce de esa dorada farsa—, el Rito A. y A.—
si es que puede decir que allí.
No hay autoridad para una derivación por medio de la carta del
Soberano Santuario de América, para expedir esta patente.
Vive él en un verdadero Palacio Masónico de Cristal, y
debe mirar las piedras que se derrumban al exterior. El
Hermano Yarker dice en sus iVotos so6re el... Rosáerueia-
nismo Moderno y los varios Ritos y Grados, (p. 149) que el
Gran Oriente, derivado de la Gran Logia del Arte en Inglaterra, en
1725, trabaja y reconoce los siguientes Ritos, nombrando representan­
tes con delegaciones en América y ep otras partes: 1, Kito Francés; 2,
Rito de Heredom; 3, Rito A. y A.; 4, Rito de Kílwinnig; 5, Rito Filosófico;
6, Rito del Régimen reactivo; 7, Rito de Menphis; 8, Rito de Mizrain.
Todos ello3 bajo un gran colegio de Ritos.
En 9 de Noviembre de 1856 fué originalmente patentado
el Ritp A. y P. con David McChellan como G. M. (Véase
la Boyal Masonic Cydopaedia de Kenneth Mackencie, pá­
gina 43), y en 1862 sometido por completo al Gran Oriente
de Francia. En 1862 visó y selló el Gran Oriente la Patente
Americana de Seymour como G. M., y se nombraron mu­
tuos representantes, hasta 1866, cuando fueron rotas las
relaciones del G. O. con América, y el Soberano Santuario
 6 VIDA MASÓNICA

Americano ocupó su lugar «en el seno» del Antiguo Conse-

jo Cernear, del «Rito Escocés» de treinta y tres grados,
como dice John Yarker en la obra antes citada. En 1872
estableció en Inglaterra el Gran Cuerpo Americano un So-
berano Santuario con John Yarker como Gran Maestre.
Jamás ha sido disputada hasta hoy la legalidad del San-
tuario de Seymour por el Gran Oriente de Francia, y pue-
den encontrarse referencias sobre esto en los libros de
Marconis de Negre.
No dudo que suena mucho ser un treinta y dos, y un
«inefable» por añadidura; pero leed lo que dice el mismo
Robert B. Folger, M. D., Past Master, treinta y tres, en su
Aneient and aeeepted Scottish Rite in Tyirty-three Degrees:
Referente a ios otros grados, ...(excepto el treinta y tres, que fué
creado en Charleston) todos estaban en posesión del G. O. con anterio-
• ridad, pero se les dpnominaba... anticuados.
Y luego pregunta:
¿Qiénes son las personas que formaron ese Consejo Supremo del
grado treinta y tr> s? ¿Y dónde obtuvieron ese grado o el podfr de con-
ferirlo?... Nunca han mostrado sus patentes ni aun se ha dado eviden-
cia alguna de cómo entraron ellos en posesión del grado treinta y tres
de una manera recular y leal. (Págs. 92, 95 y 96).
Que un Rito Americano, organizado tan espúreamente,
no quiera reconocer la Patente de un Soberano Santuario
Inglés, debidamente reconocido por el Gran Oriente de
Francia, no invalida totalmente mi demanda de honores
masónicos. Así como pueden negarse los Protestantes a
llamar cristanos a los Dominicos, porque ellos—los Protes-
tantes— rompieron con la Iglesia Católica y se instruyeron
independientemente, del mismo modo los Masones A. y y\.
de América niegan la validez de una Patente que procede
de un cuerpo del Rito A. y P. inglés. Aun cuando nada
tengo que ver con la Masonería Moderna americana, ni
' creo que llegue a tenerlo, sin embargo, me siento alta-
mente honrada por la distinción que me ha sido conferida
 VIDA MASÓNICA 7

por el Hermano Yarker, y me propongo mantener mis de-

rechos patentados y no reconocer otra aiitoridod que la de
los elevados Masones de Inglaterra, que han sido gustosos
de tnandarme este no solicitado ni esperado testimonio de
su aprobación para mis humildes trababajos.
De la misma calidad que lo anterior es la ignorante or-
dinariez de ciertos críticos que denuncian a Cagliostro
como un «impostor» y su deseo de injertar la Filosofía
Oriental en el «charlatanismo» masónico occidental. Sin
esa unión, la Masonería Occidental es un cuerpo sin alma.
Como observa Yarker en sus Notas sobre los Misterios de
la antigüedad:
Conforme está ahora gobernada la fraternidad masónica, se está
convirtiendo el Arte en un almacén de. mezquinos emperadores masó-
nicos y charlatanes, que timan a sus hermanos y empluman sus nidos
con aristocráticas pretensiones que han cogido en nuestra institu-
ción—ud caplandum vulgus.
Respetuosamente,
H. P. Blavatsky.
(Traducido del inglés por M. Treviño y Villa).

* * *

VOCABULARIO MASÓNICO
Media luna.—Según RawHson en Babilonia tenían en '
más estima la Luna que el Sol, por la razón de que «las ti-
nieblas precedieron a la luz». Sin era el nombre asirio de la
Luna, y se asignaba el monte Sinai el papel de haber sido
el lugar de nacimiento de Osiris, de Dionysos, Baco y otros
dioses, como lo fué de la Ley de Moisés. La media luna era
un símbolo sagrado en casi todas las naciones antes de que
llegara a ser la enseña de los turcos. Como dice el autor de
Creencia Egipcia: «La media luna... no es esencialmente un
8 VIDA MASÓNICA

símbolo mahometano. Por el contrario, era un embUina em-

tiano derivado del Asia, de la Astarté babilónica, Reina del
Gielo, o de lá Isis egipcia... cayo emblema era la media luna.
El Impero greco cri.stiano de Consíantinopla tenia dicha in­
signia como su paladín. A raíz de la conquista de los turcos
el sultán mahometano la adoptó como símbolo de su poder.
Desde entonces, la media luna se ha tomado como lo con­
trario a la idea de la cruz».
Mendaitas.—Llamados también sábeos y «cristianos de
San Juan». Esta tíltima denoininación es incorrecta, pues
según todas las noticias y las propias declaraciones suyas,
no tienen que ver nada con el cristianismo, que abominan.
La moderna secta de los mendaitas se halla extensamí^nte
difundida por el Asia Menor y otras partes, creyendo Con
razón varios orientalistas que es un resto directo de los
gnósticos. Eli Siria hay una tribu de esta secta, que jiabiía
una región situada a una jornada al Este del Monte Líbano.
Se titulan indistintamente nazarenos y galileos, por haber
llegado a Siria procedentes de Galilea. Pretenden que su re­
ligión es la misma de San Juan Bautista, y que la han con­
servado sin alteración.
Mendes.—Nombre del diablo, en forma de macho ca-
,brío, que la Iglesia de Roma suponía adoraban los Templa­
rios y los masones. Los Templarios fueron acusados de ado­
rar a Baphomet, el dios Mendes, nombre aquél que significa
• «bautismo» o «iniciación», (de las vOcéS griegas Báphé y me-
tis) segiín Von Hammer. Jacques de Molay, Gran Maestre de
los Templarios, sufrió la muerte por ello, con muchos de
sus hermanos en religión. Ese «macho cabrío», obsesión de
la Iglesia de Roma, es un mito creado por el ódium theologi-
cum. Nunca existió tal criatura ni la adoraron los templarios
ni sus antecesures, los gnósticos. El dios Mendesió griego, o
sea el dios de Mendes, (nombre que se daba al Bajo Egipto
antes de la Era cristiana) era Ammón, el dios de cabeza de
 VIDA MÁSÓWGÁ 9

rftóruecó, el espirita ÓÍÍ Ra, él Sol, dador de la vida; Esto

conduío a algunos autores a llamar Mendos al dios cabrío,
(o sea ál de cabeza dé m0Pn6C0j Ammón o Amén).
MilagróSé—Todo cuaríto sucede es resultado de la Ley
eterna é inmutable, y muchos hay que ignoran la existencia
de leyes en otro tiempo conocidas y ahora desconocidas por
la Ciencia, como parece demostrarlo un estudio ptofundo de
lá Antigüedad. Las posibilidades no concluyen allí donde tef-
rtiina nuestro saber y nuestros alcances, por grandes que
nos parezcan. Muchas novedades que a nuestros antepasa-
dos parecían sobrenaturales o milagrosas son para nosotros
hechos completamente naturales, por la sencilla razón de
que conocemos/su mecanismo. En vista de los sorprenden-
tes descubrimientos que cada, día hace la ciencia, ¿quién ten-
drá el atrevimiento de decir que conoce todas las leyes de la
Naturaleza? Aconsejan, pues, la prudencia y el buen sentido,
que cuando nos encontremos ante un fenómeno natural, cu-
ya explicación se nos escape, nos esforcemos en buscarla
por todos ios medios posibles. Las maravillas del hipnotis-
mo, que nadie niega ya; los fenómenos inexplicables de lóá
fakires y yogis de la India y otros sitios, y los modernos es-
tudios de Metapsiquia, prueban que hay Un ancho campo de
investigaciones en el terreno de lo que los ignorantes y fa-
náticos creen milagroso. En Oriente son más frecuentes aún
qué en Occidente los fenórtienos extraordinarios que aquí se
llamarían tiiüagros: suspensión de la vida por largo tiempo
con la consiguiente resurrección de entre los muertos; ele-
vaciones en el ail-e, levitaeioftes o ascensiones; crecimiento a
la vista de plantas, flores y aun frutos; fascinación de ani-
males, siendo vulgarísimos los encantadore.«( de serpientes;
sugestiones colectivas maravillosamente producidas, etc. A
buen seguro qué si tales fenómenos ios produjera un reli-
gioso cristiano, serían parte importante de su proceso de
canonización como santo. En los países no cristianos, princi-
10 VIDA MASÓNICA

pálmente en los budistas, los fenómenos más asombrosos

los producen aquellos que tienen relevadas virtudes y se
distinguen por su saber y santidad; aunque existen muchos
encantadores, fascinadores y «juglares», que operan en pú-
blico por unas cuántas monedas, lo que no harán en modo
alguno los primeros. En Oriente a estos hechos asombrosos,
y a cuantos parecidos se pudieran presentar, desde la súbi-
ta ceguera de San Pablo al agua que brotó de la peña ante
la varita de Moisés, sin olvid'ar las curaciones de Lourdes,
se les llama meipos, que quiere decir hechos «extraordina-
rios»; pero en ningún modo implica esto la idea de «sobre-
natural» o contrario a las leyes de la Naturaleza, sino única-
mente de desconocido y fuera de lo corriente, aunque siem-
pre dentro de las leyes totales del Universo, (que descono-
cemos en gran parte) y desde luego dentro de la Gran
Ley inmutable, que es el Gran Todo y en sí contiene el pro-
grama, la fórmula, la integración de cuanto ha sido, es
y será.
Misterios.—En griego, tektai, consumaciones, ceremo-
nias de iniciación. Se celebraban en Egipto, Grecia, Persia,
etcétera. La moderna Masonería ha heredado varios de sus
ritos, así como las Religiones posteriores, entre ellas el Cris-
tianismo. Eran unas ceremonias que generalmente se mante-
nían ocultas a los profanos, y durante las cuales se repre-
sentaban alegóricamente el origen de las cosas, la naturaleza
del humano espíritu, sus relaciones con el cuerpo, la puri-
ficación y el ascenso a una vida superior, el destino del
alma después de la muerte, la ley de causación, el renaci-
miento, y la Unidad que enlaza a todos los seres. Estos Mis-
terios se celebraban en los antiguos templos por los hiero-
fantes iniciados, para instrucción y provecho de los candi-
datos. Por este método dé revelación se les comunicaban
también secretos científicos, la medicina, las leyes de la
música y la adivinación.
 VIDA MASÓNICA 11

Los Misterios más solemnes y secretos eran los celebra-

dos en Egipto. Los Misterios griegos sólo eran imitaciones
de los egipcios. Eran famosos los de Samotracia y los de
Eleusis. Según afirma Platón y otros muchos sabios de la
antigüedad, los Misterios eran altamente religiosos, morales
y benéficos, como escuela de ética. La palabra «misterios»
deriva del griego múo, (cerrar la boca); y todos sus símbolos
tenían una significación secreta.
Stéir].
{Continuará).

• • •
MASONERÍA
(SU SENTIDO OCULTO)

(CONTINUACIÓN )

IV
Pregunta al extraño cuál es el ca-
mino terreno que tú buscas, pero pi-
de a tu Yo Superior la luz que ha de
iluminarte. Sólo en tus propias intui-
ciones hallarás las pruebas que me
pides. (De los EnsefiadoresJ.
Mis palabras, cual eco que repercute por todos los ámbi-
tos, llegarán hasta vosotros, mis queridos hh.-. Del Teléfono
general que parte del infinito fueron recibidas. En vuestro
amor las deposito para que las estudiéis como yo hice.
Cerrad vuestros ojos y vuestros oídos y sellad vuestros
labios para que no podáis divulgar lo que hayáis com[)ren-
dido después de la lectura de las páginas que os ofrezco.
Que oídos profanos no os oigan; que vista profana no os
vea; que labios piofanos no puedan repetir nuestras pala-
bras misteriosas. Negádselo, sí, a un profano, mas a uno de
12 . yiPA MASÓNÍGA

los muestres no lo hagáis, no lo excluyáis siqnieríi con el

petisaraieíito, porque ¡ay! excluidos seréis de ocupar asiento
bajo la inmensa bóveda tachonada de estrellas que cubre la
Log.-. «El Firmamento», es decir, el espacio. No lo hagáis,
no; porque cuando seáis iniciados en esa inmesa Logia,
nuestro Maestro no os dará la mano por tercera vez para
levantaros, y sólo lo hará dos veces y dejará que vosotros
os levantéis por vuestros propios esfuerzos. '
Si habéis visto la verdadera luz, vuestra mente no vaci-
lará. Si tan sólo la hubieseis vislumbrado, tropezaréis con
frecuencia. Si eres profano, pero de espíritu hambriento,
haz que se rompan por medio de la concentración de la
energía espiritual los lazos que te raHntienen sujeto, des-
oyendo los rasonamienios y gemidos del habitante del
umbral.
No desconozco que mis excitaciones han de atraerme las
punzadoras púas con que hieren la perfidia y la ignorancia,
como tampoco el que la tierra es estéril para que arraigue
en ella la delicada semilla del amor.
«Cual rayo de luz qgie cruza rápido del Oriente al Occi-
dente, así será la que percibáis».
Cuidad que no seáis vosotros las punzadoras púas que
herirme han en el camino; el único que entre nosotros es, por
mi palabra os habla, y esas espinas a su tiempo se converti-
rán en hermosas rosas que alfombrarán mi camino, y que a
mnnera de musgo de variados colores y de vaporosa esencia,
impedirán que mis pies se hallen heridos, prefiriendo en su
inmenso amor ser ellas las víctimas, como yo lo fui de ellas
en su tien(ipo, es decir, cuando éramos iguales. Me darán su
esencia para que mejor me expliquen el amor, es decir, que
se percibe pero no se ve. Me rodearán de variados matices
para que comprenda la luz, que sin su concurso no podría
extasiarme en tan grata contemplación. Me ofrecerán su
blandura y frescor para que comprenda el amor que existe
 VIDA MASÓNICA 13

en ellas hacia mí, y para recompensarme de los múltiples

dolores.
Ni una queja, ni un suspiro debe escaparse de mis labios,
porque ¡ay! ese suspiro y esa queja producirían en las flores
que adornarán mi camino, el mismo mágico efecto que el
implacable huracán, haciéndolas levantar tan alto donde mi
vista no pudiera alcanzarlas, pero yendo a depositarlas en
lugar apartado, donde adornarían el camino de un ser más
digno que yo. Herid, pues; ni una queja, ni un suspiro en
mí; sí una palabra de amor y una sonrisa en mis labios. Vir-
gilio, grad, 66 y 68 de la Invisible.

Una montaña se presenta anle mi vista; su nombre es

Mihino. En vuestra tierra no hay tal nuinbre; pero en la
nuestra representa la montaña del Progreso. Toma este
nombre de Mi (yo), hiño (infinito) en lengua Etrusca.
Yo me llamo Geleon; tengo un hermano que dice llamarse
Stíbium. Desciende de, la rama de Jeovak, al mismo tiempo
que de la familia de Nimiachimiach. Tengo aún otro herma-
no que tiene por nombre Zerbal. Yo he llegado a la mitad
de la subida de esa gran montaña, y cuando a su mitad me
hallo, me encuentro con un hermano del espíritu que dice
llamarse Adarel. Subo más, y ambos nos i-eunimos con otro
que encoiitramos que dice llamarse Takinay.
Así, reunidos los tres, seguimos avanzando. Ya nos en-
contrábamos casi en la meta, mas oímos voces que pedían
socorro. Volvimos la vista atrás, y vimos a dos hermanos
que necesitaban de nuestro auxilio.
Sin bajar y sin quedarnos, es decir, nuestro ser se quedó
porque era imposible el retroceso; pero nuestra caridad,
nuestra voluntad y nuestro amor, retrocedieron para ampa-
rar al que de nosotros necesitaba. Uno decía ÜHmarse Moa-
bon y el otro Stolchim. Cuando ya los teníamos entre nps-
14 VIDA MASÓNICA

otros grande fué nuestro asombro, pues reconocimos en

ellos al Isis y al Osms, bajo la capa de Moabon y Stolchim.
Nos dieron las gracias, y juntos con ellos, andábamos
más trecho en un instante, que lo que habíamos recorrido
en siglos. ¡Has bien y no mires a quién, y Él te recompensará!
*
Si el Isis que rodea el Osiris, y el Osiris que rodea el
Isis, os rodeara a vosotros, podríais llamaros Eloi, Zao-Bal-
vec, Stolchim, lubalcain, Judá, Inri, Esrrin, Ne-Katon, Neka/r-
Nekam y otros muchos nombres que se apropian a tantos
merecimientos y beneficios.
Más lo seréis, sí, porque cerca de vosotros se encuentra
el Isis y el Osiris sin mancha que rodeará vuestras cabezas,
cual fué'rodeada la de nuestro Maestro, y os encontraréis en
los valles de Razach, y subiréis al monte Mihino hasta en-
contrar el Hirimabi anhelado de todos.
y cuando llegue la época de vuestra' ascensión por el
monte Mihino, encontraréis a tres hermanos que llevarán
diferentes vestiduras. La del primero será encarnada, «sim-
bolismo del trabajo», y será el obrero que os enseñará a tra-
bajar. La del segundo encarnada y blanca, y simbolizará el
trabajo y la «pureza en la amistad», y servirá de compañero
en vuestro ascenso. La del tercero será blanca, y simboliza-
rá «la eterna pureza», y será vuestro Enseñador; el que os
marcará el camino y fijará vuestras débiles plantas en el
duro suelo del elevado e infinito monte. El os enseñará el
recto camino y os instruirá en todo lo concerniente a la
jornada.
INICIACIÓN EN EL GRADO 1.° DE LA MASÓN.', INVISIBLE
—¿Qué casos deben concurrir en el que desee ser inicia-
do en nuestra Masonería?
—Sólo un poco de amor es lo bastante, concurriendo en
él la virtud del trabajo.
 VIDA MASÓNICA 15

—¿Cómo se verifica la iniciación de Aprendiz, o sea en

nosotros Obrero?
—El que ha de ser iniciado lo comunica a uno que ya lo
esté, y éste, a su vez, lo hace con el Gran Maestro.
Al tener este líitimo conocimiento de ello, manda que lo
traigan a su presencia. Después de ejecutado el mandato, el
Gran Maestro lo examina de los hechos honrosos de su vida,
de los trabajos por él realizados, de cuyo examen queda o
no satisfecho. Si lo primero, le dice al profano:
—No estoy enteramente satisfecho de tus palabras, y ne-
cesito: primero, pruebas de lo realizado, y después segundos
hechos. Así lo hace el neófito presentando pruebas.
El Gran Maestro se contenta con que haya uno más a
quien darle luz, y entonces le manda que realice los hechos,
para lo cual le da un plazo de término medio, es decir, ni
muy largo ni muy corto, durante cuyo tiempo, el aún profa-
no, procura realizar las grandes hazañas de amor por sus
hermanos, y de trabajos por el bien.
Después de esto, se reúnen los principales de la Logia y
mandan que comparezca el neófito, al cual conducen delante
del Gran Maestro. Este le dirige palabras cariñosas y lo es-
fuerza a que continúe por el camino que ha emprendido.
Después de esta peroración, que suele ser extensa, le
abraza por tres veces, con lo cual le da a entender: primero,
la fraternidad que debe existir entre todos los masones, y
segundo, que él no distingue al rico o al pobre, al alto o al
bajo, siempre que éstos tengan por guía el amor, y por nor-
te el infinito progreso. También le indican los tres abrazos,
que en el tiempo pasado existió entre ellos la unión, en el
presente la fraternidad y en el porvenir la identificación
entre uno y otro ser.
H. F. Pares Llansó.
(De la Revista Teosóflca Sophia).
(Continuará).
D a t o s r e f e r e n t e s a l a L o g i a M^UJU U B m * c r u n u «
del Oriente de Santa Marta, en la República de Colombia. S. A.

En 31 de Aíío.sto de'1888, por mandato del Supremo Con-

sejo (iel 33° Neogranadino, hoy Colombiano, con sede en
Cartagena de Indias (Colombia), qnedó legalmente constitui-
da la Logia «Luz de la Verdad» iiúm. 46, hoy núm. 9.
Hasta el año de 1920 esta Logia perteneció fiel a aquella
Alta Corporación, y de este líltimo año a la fecha obedece a
la «.Gran I^ogia Nacional de Colombia», de la que es com-
l)onente. Cuenta con más de cien miembros y con edificio
propio
La República de Colombia cuenta actualmente con tres
Grandes Logias que U gobiernan simbólicamente, y con un
Gran Oriente y Supremo Consejo del 33" que gobierna los
grados superiores, desde el 4." al 33 inclusive.
Las Grandes Logias colombianas gobiernan los tres gra-
dos simbólicos y son independientes una de otra, dentro de
sus territorios departamentales.
Es Gran Maestro y la más alta autoridad de la «Gran Lo-
gia Nacional de Colombia», de la que es obediente esta
Logia, el hermano doctor Francisco F. Baena, y su Gran
Secretario General, don José J a n e r Grau, residentes en
Barranqnilla, ciudad costeña de 135.000 habitantes.
Estos datos son remitidos p o r el Venerable Maestro de
la Logia «Luz de la Verdad», querido hermano don Rafael
Emilio Infante, que tiene por su Secretario al querido her-
mano don Mauricio Díaz Granados Cotes.
* * *
Elecciones:
- ^ La respetable Logia «Pureza», de la Gran Logia de la
Isla de Cuba, ha celebrado las elecciones de cargos para el
año 1928:
Venerable Maestro, Alfredo Testar y Font; P r i m e r Vigi-
lante, Valentín Tamés Estóvez; Segundo Vigilante, Waltei
D. Scott Borges; Secretario, Agustín López Salazar; Tesore
ro, Aurelio Rosette Amaro; Orador, Miguel A. Zaldívar Go
tay; Representatite ante la Gran Logia, Antonio Martíne;
Rodríguez; Delegado ante «El Zapato Escolar», Franciscí
Díaz Alvarez.
Ssfe número ha sido visado por la censura.