0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
9K vistas4 páginas
A través de un pronunciamiento público, un representativo número de rectores del Distrito de Barranquilla entró a terciar en lo que respecta a la anunciada intencionalidad del ente territorial para implementar un modelo de alternancia educativa en el año 2021.
Título original
Pronunciamiento de Rectores: Exigencias Frente a La Alternancia
A través de un pronunciamiento público, un representativo número de rectores del Distrito de Barranquilla entró a terciar en lo que respecta a la anunciada intencionalidad del ente territorial para implementar un modelo de alternancia educativa en el año 2021.
A través de un pronunciamiento público, un representativo número de rectores del Distrito de Barranquilla entró a terciar en lo que respecta a la anunciada intencionalidad del ente territorial para implementar un modelo de alternancia educativa en el año 2021.
Como una respuesta a la afectación del derecho constitucional y
fundamental a la educación y ante la imposibilidad de garantizarlo desde la virtualidad en los mismos términos y con el mismo alcance o cobertura en que se hacía en la presencialidad, opta el gobierno central por una fórmula intermedia que combina ambas opciones a la que llama ALTERNANCIA (Resolución 666 de 24/04/2020 y Decreto 1721 de 9/11/2020).
En tal sentido, un grupo de rectores presentamos nuestras
consideraciones dadas las serias y peligrosas implicaciones que tal orientación ostenta.
Empezamos por decir que la implantación de esta fórmula mixta no
exime (por un lado) de la responsabilidad notoriamente incumplida de proveer a los estudiantes tanto de herramientas tecnológicas como de conectividad gratuita y de calidad.
Pero amén de lo anterior (por otro lado) para la programación de
las actividades presenciales las instalaciones físicas de las escuelas deben también brindar garantías, y no mínimas sino máximas, de bioseguridad.
Incumplir con cualquiera de estas dos condiciones sine qua non
hace nugatorio o irrealizable el derecho para los estudiantes y genera mayores factores de exposición para quienes dentro de la formula (esto es, docentes y administrativos) no alternarán sino que estarán expuestos al trato con grupos diferentes y por tanto a elevadas y peligrosas cargas virales.
En ese sentido hay que comprender, que la realización de un
derecho, en este caso la educación de niños, niñas y adolescentes, no puede hacerse con menoscabo de otro, en este caso, el derecho fundamental a la vida como valor fundante del Estado Social de Derecho y por ende con prevalencia constitucional sobre el derecho a la educación. Así lo dejó perfectamente establecido el constituyente del 91 cuando en una escala de importancia, en el propio artículo 44 Superior, situó la vida, la integridad física y la salud como derechos preferentes.
El estado no puede por tanto, plantear una alternativa y deslindarse
de sus responsabilidades transfiriéndolas a sus asociados. No hay que perder de vista, que la responsabilidad de salvaguardar la vida de los ciudadanos está atribuida a las autoridades y ni siquiera de manera genérica a los servidores públicos, así estos ostenten la caracterización de ser de régimen especial. Por tanto, la delicada responsabilidad de responder por la vida y la salud, al ser este último un servicio público, están a cargo del estado y de quienes administran lo público (artículo 49 superior).
En todo este contexto debe entenderse que no puede transferirse
ni en los directivos docentes ni en los docentes responsabilidades cuyo ejercicio constituiría una extralimitación de funciones. Adecuar la precaria infraestructura escolar de la mayoría de las escuelas frente a las exigencias de la pandemia y de manera correlativa ofrecer y otorgar condiciones que garanticen la preservación de la salud y de la vida, en términos de proveer garantías y elementos de bioseguridad a los miembros de la comunidad educativa escapa de nuestras limitadas posibilidades.
Dado lo delicada de la situación no es dable entonces, aceptar que
se nos deleguen responsabilidades que rebasan nuestras posibilidades y que adicionalmente nos constituyen en sujetos que tendríamos que responder ante las jurisdicciones disciplinarias, penal y civil, frente a lo que pudiera ocurrir en términos de constituirse las instituciones que regentamos en foco de propagación de la pandemia. Una vez ocurren sucesos lamentables nada podrá impedir que los dolientes hagan desmemoria de sus consentimientos y pasemos a ser los directivos los destinatarios de acciones vindicativas, en el mejor de los casos en los planos jurídico y legal.
Es sabido por todos que con la implementación del Plan Alcalde y
de los Planes de Mejoramiento de la Infraestructura Educativa acometidos bajo una multimillonaria inversión, durante los últimos 12 años, la mayor parte del más de centenar y medio de instituciones educativas del Distrito no cuenta con condiciones uniformes de modernidad y comodidad en lo que respecta a sus plantas físicas. La inequidad de la inversión y la ausencia de estudios técnicos que orientaran su focalización, trajo como consecuencia que no todas dispongan, como mínimo, de baterias sanitarias adecuadas y un número suficiente de lavamanos en términos de lo dispuesto por la NTC 4595.
En razón de lo anterior es menester señalar unas mínimas
exigencias, como sigue:
a) Mientras no se acometan todas las obras de infraestructura
necesarias con criterios equitativos focalizados en las instituciones con mayores necesidades y que atienden a población altamente vulnerable en términos del artículo 28 de la ley 715 de 2001
b) En tanto no exista un estudio técnico científico que determine
que parte de la población docente adscrita a nuestras instituciones afronta unos mayores niveles de riesgo por factores de edad y de comorbilidades preexistentes
c) Hasta tanto no se establezca un fundamento legal y público por
parte del Distrito de Barranquilla que no solo exima sino que acompañe a las instituciones educativas y sus servidores en caso que resulten sometidos a demandas frente a casos de contaminación y contagios y
d) Mientras no se le entreguen a las instituciones educativas los
recursos que le permitan atender de forma continua el suministro de los insumos que soportan las condiciones internas de bioseguridad (medidores de temperaturas, tapabocas, mascarillas, señalización, abanicos de techo y pared para las aulas que tienen aires acondicionados, planes sobre el funcionamiento de los comedores escolares y compromisos sobre la enfermería aludida en la reglamentación teniendo en cuenta que esta dependencia desapareció) Consideramos apresurada la implementación de la alternancia que insistimos se trata de un término que solo describe el fraccionamiento de la población estudiantil matriculada pero que en la realidad comporta una atención permanente por parte de los educadores, multiplicando sus riesgos de exposición ante cepas variadas del virus.
Por demás está decir que la expectativa incierta ante estas
exigencias no dan lugar al trámite de encuestas sobre retorno a cualquier forma de presencialidad en las escuelas.
FIRMAN
RECTORES AMIGOS DE LA INTEGRACIÓN Y DEMÁS COLEGAS
ADHERENTES AL PRONUNCIAMIENTO
NELSON BARRAZA ESCAMILLA
CARLOS DE LA HOZ ALBOR HENRY GÓMEZ ZÁRATE JAVIER RAMOS ÁNGEL MOLINA ANIBAL COTES OJEDA HUMBERTO OROZCO GREGORIO PALMEZANO HUMBERTO JIMENEZ OCTAVIO OSPINO LEYTON HERRERA