Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lopez y Gonzalez, Poder y Conflicto PDF
Lopez y Gonzalez, Poder y Conflicto PDF
Las teorías en general son ante todo conjuntos de creencias, que pueden
ser verdaderas o falsas, y que son construidas a partir de ciertos métodos,
ordenadas, formalizadas y expresadas con rigor relativo. En esa medida, las
1
Psicólogo de la Universidad de Antioquia, Suficiencia Investigadora (DEA) en la Escuela Su-
perior de Administración ESADE (Barcelona) y Ph.D. en Ciencias de la Administración de la
Universidad Ramón Llull (Barcelona). Es profesor de la Escuela de Administración, Finanzas
y Tecnologías (EAFIT) en el área de Organización y Gerencia en pregrado, postgrado y en
el Centro de Educación Continua; profesor visitante en la Maestría en Gerencia Social en la
Pontificia Universidad Católica del Perú, en el Doctorado en Estudios Latinoamericanos de
Universidad de Salamanca (España), así como en las principales universidades colombianas
en los niveles de postgrado. Sus publicaciones se concentran en el análisis crítico de la funda-
mentación del conocimiento administrativo, a partir del desarrollo de su tesis doctoral “La
fundamentación del conocimiento administrativo en Colombia”. También ha publicado di-
ferentes artículos y capítulos de libro sobre el objeto y método de la administración, y acerca
de la conceptualización y utilización de las nociones de sujeto y poder en las organizaciones.
Actualmente se desempeña como Decano de la Escuela de Administración de la Universidad
EAFIT, y es el Director del Programa de Doctorado en Administración de la misma univer-
sidad.
2
Administrador de Empresas de la Universidad de Antioquia, Maestría en Administración de
Negocios (MBA) de la Universidad EAFIT, y estudiante del Doctorado en Administración
en esa misma universidad. En la actualidad trabaja como profesor de tiempo completo en
207
teorías sobre el poder y el conflicto son, como las demás teorías, sistemas
de creencias y, como tales, están construidas con la guía de nuestras prefe-
rencias e intereses.
Así, algunos han valorado el conflicto en la organización como una
realidad indeseada y, por lo tanto, la postura coherente con esa valoración
se traduce en la creencia en que cualquier situación conflictiva debe ser so-
focada de forma pronta y expedita. Todo ello responde a una concepción
teórica de la organización, como una entidad que debe ser orientada por
directrices claras y únicas, hacia una causa que todos abrazan, y con valores
unitarios a los que todos se someten fielmente. De tal suerte, todo aquello
que atente contra esos criterios unitarios, como es el caso del conflicto, debe
ser extinguido.
Otros, por el contrario, valoran el conflicto como el elemento que hace
posible todo movimiento social y organizacional, que construye la historia
y que permite el cambio; en esa medida, lejos de proponerse sofocarlo, esta
postura, que algunos llaman radical, alienta a generar activamente el con-
flicto, como único recurso para que los movimientos sociales puedan darse.
Como intentaremos mostrar más adelante, cada una de estas posturas o
visiones, mutuamente excluyentes, son ante todo sistemas de valores, juicios
y preferencias, que determinan la manera como construimos teorías sobre
el poder y el conflicto. Por esta razón, es posible clasificar dichas visiones
en una categoría que podríamos llamar “ideológica”, en el sentido amplio
del término.
UN TINTE IDEOLÓGICO
208
209
LA VISIÓN UNITARIA
210
los valores de los actores, quienes además comparten los mismos intereses
de la organización, como si fueran intereses comunes entre sus miembros.
Ahora bien, si entendemos el conflicto, por su parte, como el resultado
de los juegos de oposición de intereses entre distintos actores, la lucha por
la apropiación de recursos escasos, por ejemplo, o la presencia de indivi-
duos y grupos que constituyen obstáculos a la satisfacción de necesidades y
deseos de otros, habría que decir que, desde esta perspectiva unitaria, sería
inaceptable que la organización pudiera ser un espacio en el que surgiera
el conflicto.
Dicho de otro de modo, debemos partir del hecho de que existe una
fuerte corriente de pensamiento relativa a la organización y a la actividad
gerencial que, de entrada, haría que una reflexión como la que aquí nos pro-
ponemos sobre el poder y el conflicto en la organización no fuera pertinente
ni necesaria, ya que, según dicha postura, el poder como tal, en la dimensión
amplia del fenómeno, en realidad sólo existiría como un instrumento que la
organización misma atribuye al individuo, en forma exclusiva de autoridad,
para que éste pueda llevar a cabo las funciones que le han sido asignadas, es
decir, para que pueda dar cuenta de sus responsabilidades.
Esta concepción del poder en la organización, sólo como un instrumen-
to en beneficio único de los objetivos previa y “legítimamente” propuestos,
es incompatible con la idea de que la organización puede convertirse en un
espacio de interacciones políticas y de luchas internas no coherentes con
dichos objetivos, o sea, no da lugar al reconocimiento de que en el seno
mismo de la organización pudiesen presentarse pugnas entre individuos y
entre colectivos, con el fin de satisfacer intereses egoístas, sostener posturas
individuales y lucrarse de recursos escasos.
LA VISIÓN RADICAL
211
LA VISIÓN PLURALISTA
Existe también una postura intermedia, que podríamos asimilar a una visión
pluralista, en la cual se percibe un distanciamiento de la visión unitaria,
puesto que esta última resulta a veces ingenua a los ojos del observador, y
otras veces se ofrece falsamente cándida, al estar cargada de intencionali-
dades tácitas. Decimos que esta visión es “ingenua”, en la medida en que
sólo reconoce a la criatura humana, configurada como actor organizacio-
nal, como una realidad perfectible, que sólo alberga intenciones loables en
sus actuaciones y propósitos. Se trataría de un individuo determinado a la
autorrealización, y motivado por nobles y admirables principios morales,
capaz de comprometerse fiel y ciegamente con “la causa organizacional”
por la cual, henchido de entusiasmo, estaría dispuesto a realizar cualquier
sacrificio. A la luz del pluralismo afirmamos también que la visión unita-
ria se ofrece “falsamente cándida”, pues no resulta muy difícil adivinar sus
prédicas, una especie de “evangelio” del cambio y el trabajo en equipo, que
adoctrina y manipula, convirtiendo al individuo en una entidad altamente
maleable y sumisa.
212
Para desarrollar este tercer acápite hemos tomado como referencia la lite-
ratura más usada para abordar los temas de poder y conflicto (en su gran
mayoría estadounidense). Nos limitaremos a presentar lo que tales autores
proponen para abordar estos temas.
Así mismo, y con el ánimo e intención de demostrar cómo se manifies-
tan el poder y el conflicto en las organizaciones, ilustraremos los conceptos
aquí desarrollados con un caso práctico.3 Además, se aprovechará dicho
ejercicio para criticar y dar opiniones acerca de la aproximación funciona-
lista que se ha dado a tales temas. No se pretende responder a las situaciones
complejas expuestas en el caso en cuestión, sólo plantear interrogantes en
su aproximación, para promover la reflexión y la opinión.
3
Véase el apéndice 4 “La insensatez por ‘hacerse’ de poder”, en este mismo libro.
213
214
215
Caso aplicativo
216