expandir este liberándose de la monarquía.

Eduardo Galeno (1971), en un fragmento de

su libro, Las venas abiertas de América Latina, nos expone esta idea así:

La independencia no los recompensó: traicionó las esperanzas de los que habían

derramado su sangre. Cuando la paz llegó, con ella se reabrió el tiempo de la desdicha.

Los dueños de la tierra y los grandes mercaderes aumentaron sus fortunas, mientras se

extendía la pobreza de las masas populares. (pág.152)

Este hecho nos permite dejar en evidencia, que, con las independencias, solo se abrió

una nueva era de explotación, fue una guerra en donde el fin último era traspasar todo el

poder a manos de nuevos explotadores, en este caso, terratenientes y la nueva burguesía que

comenzaría a surgir. Otro hecho que es preciso señalar, es que estos nuevos poseedores del

poder, pronto comenzarían a crear alianzas con países extranjeros que llegarían a adueñarse

de territorios y a crear industria para su propio beneficio y riqueza, impulsando más la

pobreza de quienes habitaban, muchos países de América Latina estaban sumidos en la

pobreza, y el poder estaba concentrado en pocas familias. Estos acontecimientos

desencadenaron lo que Eduardo Galeano nos describe en estas líneas “Las burguesías de

estas tierras habían nacido como simples instrumentos del capitalismo internacional,

prósperas piezas del engranaje mundial que sangraba a las colonias y a las semicolonias.”

(pafg.152)

Es decir, estas nuevas burguesías nacientes consolidaron un nuevo poder mediante

alianzas con los países capitalistas más poderosos, convirtiéndose ellos en los principales

instrumentos de las potencias para adentrarse de nuevo a las tierras de América Latina y

comenzar a desarrollar sus industrias y aumentar sus beneficios y poder.