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cos y análisis s.impUstai de-l caráct,er.

, Lo, encontrarán útil e in­


formatívo q , uiemes todavía form ulan preguntas oomo estas:
¿Por qué funciona la astro log fa? ¿Por qué cierta pers ona na­
,cj6 con ,cierto , s aspectos en el mapa. natal? ¿Cuál es la finali­
dad de este perí,odo aparente·mente diffc, il? ¿Por qué cierta
perso,na no pudo ocuparse eficazmente de cierto problen1a?'
Este libro se basa pr, Lmordialm en te en ta experiencia personal
y clínica y traté de hacerlo tan práctico como me fue posi­
ble� Sin embargo,, debido a ]a sutileza y al inmenso alc, ance de
a]gunos tópicos discutidos ,, s también muy especulativo e, n
1e

algunas partes; pues no pretendo poseer ·todas las Iiesp,uestas, a


las preguntas última , Y- en v erdad, no afirmo haber alcanzado
1

el e levado ,con,o cim ie o to e. p,irjtual ex igiido para el claro ,cono­


cim ien to, de Was dime·nsio,n es superiores de, la vida. Este libro
decididamente, no, es, un ooqjunto de reglas, por ]as que se
puedan interpretar los mapas de modo mecáni:co, sino m.ás
bi _ n u na gu ja a utilizar al un..í·so no con nuestra intuic, ión y
nuestra expe.riencia personal. Las re, glas específicas, pueden
guiarnos e·n Ea . primeras e, tapas de nuestros estudios astrológi­
c, o s,, pero a. su tiernpo se wa,s deberá dejar de lado a medida que
la Unidad y el Amor q , ue trasciende todas nuestras reglas y
leyes esmeradamente ideadas. se conviert,e cada vez más en
una realidad viva que i1umina cada momento individual y c, a­
1

da encuentro coa el misterio de otro ser hun1ano.


Un gran peU.gro en cualquier género de estudio ",ocu]tou es
que el estudian-te puede perderse en las interm inab �es mani­
festaciones periféricas del Uno, en ve·z de· ve, r]o todo oom,o
simplemente un reflejo o un aspecto de �a realidad cen'iraJ y
unifica.dora .. La cita de Lao Tse del comienzo de· ,esta intro­
ducción, expresa bellamente el val,or y la verdad esenciales
de la simplicid't1d, conocimiento que deberá patentizarse de
inmediato a todo el qu,e p,ractique la astrol.og.ía si ha de co­
m,enzar siempre a sintetizar la multitud de fact0r.re, s de todo
mapa. astrológico en una totatidad c, oherente y signjficativa.
La Unidad ,qrue aparece en los nive�es, e.tevados de la con , scien­
cia se oo:nvierte e·n la muJtipllicidad cuando se re·Oeja en lo,s
niveles in�eriores del ser. cuando, más nos a:partamos de la rea­
lidad central, m.ás diversa y con , tradictoria parece hl, vida. Sin
embargo ,. percibimos con ,claridad ,creciente que el ma_pa na­
tal es, un símbolo vivo� entero y unificado;, que la persona in-

l4
to de� yo superior,, en cuyo caso ayuda a iluminar la ínsonda­
ble realidad de· �a vida y (l,el destino md.iv.idua1. La. calidad de
cualquje.r diálogo astroló,gi.co depe.nde más, que nada de .la pu�
reza d,e la ment,e� de la profundidad de la conicentracióin, y de
los ,especfficos ideales de vida del co:t:1sej:ero .. Y quienes tratan
de desechar la importancia de los valores filosóficos o ,espiri­
tuales del astr,ó,iogo ,. af"ttrnamdo que ·tal orientación es ••mfs.ti­
ca'\ inCJiientífica o inadecuada para un conoci miento de "sa­
..,
nos principios astro,W6gicos fundamentales 1 :m.e parece que
entienden muy poco el impacto de su trabajo y la responsabi­
lidad que asumen al aoo.nsej:ar a los d,emás. El caos aparent,e
que existe en la actualidad en aigun,os círculos. astrológic-0is, y
la c-onfusión qu,e en ocasiones se toma abrumadora en �as
mentes. de �os nu,evos estudiantes de astrología, sólo podrán
ser clarwíicados n1ediante nuestro reconocimiento d,e la suprre ...
macia de las a.ctitudes filosóficas y espirituales qu,e subyacen
en nuestra labor. Co,mo escdbió, ,el docto1r K,enneth ,egus en
un ex ce·Je nt1e artJculo:

La astrol� , gia, en el mejo,. de J'os casos, no se· preocupa m.e·­


rament,e de lo· material y d'e la 1ene-rgíaJI que son las ptíeocu ...
paciones primordia.le·s de las ciencias. S6/o un enfoque f'tlo­
sófico supe-rior puede ocuparse adecuadam·,ente ,de· las fuer­
z as· forma,twas supremas que t:onuierten· a n·u·,estro m'undo y
sus med'ios ambiente·s ,en un cosmo,s: esta es una de las ver­
da.des astr,ológícas más elevadas, y una verdad no científica ..
Necesitamie,s reco,n,ocer una jerar,q_uía del co.no.cimiento
dentro de �a as.trología mism.a. Esto sign,ifica ,que· /,os niveles
filosófic,os y bumanfsticos del c,onocimien·to astrológico no,
delJ.en ser sólo ingredientes esenciales de los estudio,s astro�
lógicos, sino que también debe ciertamen.te co,nce.dérseles
u na superioridad tran'scendente. i(De Astrology ow ., To­
mo 1,, N'º 11 J< pág. 18).
Al intentair señalar a] lector la direcci6n de esta totaUdad y
esta implicidad t no creo que· me corresponda efectuar mucha
prédica sobre lo que es verdad y lo que no lo es. La naturale­
za misma de est,e )jbro, sin embar-go, ,exige que yo use mico­
nocwmiemto y mis valores para sugerir significados posibles o
para discrimin31r entre varios factor.es. En C:$te to,mo, en -pri-

16
tanto ,. en estre Ubro he tratado, de 'Seftalar al 1ector la dirección
de� conocimiento del mapa natal, los tránsito,st las progresjo­
nes y los fa,ctor,es de oomparación de mapas., en un ruv·e] de
profund.ida.d que res d,e espe.rar que produzca un d,espertar in­
terior a �as necesidades, posibilidades y propósitos personales..
No es esta una tarea fácil, pues la ·vida es un proceso en n1u­
chos niveles. Aunque ,, por ,ejemplo ,. pod,emos saber con algu­
na confianza que un tránsito particular se manifestará en la
superficie de cierto modo que la mayorf.a lo reconocerá y res­
ponderá a é�; a. menudo hay simuUáneamente un significado
más profundo en ese período,, un desarrollo vital o un cambi,o
e.n el conocimiento que tal v-ez tenga rarnificaci.ones de muy lar...
go término. Es, deber del astrárlogo, y un desafio dificilísimo�
aclarar ese significado al cliente y ayudar a .re- en focar la arten­
ción de� cliente sobr,e ,e] proce&o esencial que está ocurrien�
do, en vez de baoet.lo meram,ente sobre los cambios superfi­
ciales. Como lo seftatar-a J ung muchas vec-es en sus escritos,
aquello con 1o cual usted no está oonscíen tremen.te ren con­
tacto .fe ocurre a ust,ed corno udestino,,, Parece suc,edede
a usted, y ,entonces usted no asume responsabilidad aiguna
por eso ni reconoce su parte a.W bace.rlo maniíestar. Cuanto
más conscientem·ente estamos en contacto con nuestra vida
interior, la astfio�ogía más nos ofrece -no ,se trata d,e sorpre­
sas sensacionales ni de un modo de manejar ,el destino- pero
es más bien un medio, de aclarar las e·tapas del autodesarro­
llo a las que deberíamos dar fa bienvenida y usarlas ,como
oportunidades para l.a transfrorma.ción persona].

19
El ooncepto de karma e basa en el fenómeno de polari­
dad por el cual el universo m.anUene , un estado de equilibrio.
Es.to no equ1vaie a decir un estado de inercia,, sino :más bien
un equilibrio dinámico, e, n cambio constante. Inherente a
este· ooncepto es la premisa d,e qu,e un �·'al.ma n individual (o
un uente'\ según al,guna, es.cuelas de pensamjento) tiene den­
tro , , de sili e� poder causal que a su tiempo da fruto da los
ºefectos n. La facultad ,que .inicia este proceso e , s la �'\rer
IDuntad�", y a toda la estructura de , ] fenbm,,eno causal se la na�
n
Uama ud.eseo Al ""deseo,n puede v,érse�o como la aplicacibn
+

de la voluntad de modo tal q , ue dirija .la energía de esa perso­


na hacia. la rnanifestació,n de un impulso o, una jdea.
Toda la ide , a de karma es j por supuesto, inseparable de la
teoría (o ta L y) de la reencarnación. Aunque algunos autores
a
c-0nsideraron que karm.a y re,enc-amación ·son metáfors o
shnbolos de un proceso c , ósmico mucho más sutil que lo, que
patentiza el concepto pop,ufar de estos ténnínos, la mayoría
que aceptó las enseñan.tas de la reencarnación y del karma e�
mo una reaHdad viva se c , onte, nta con el signifi cado tradicio­
nal e inc]uso evidente d,e esas _palabras� Par,a la mayorí'a el
proceso de JJeencarnación se l'•efiere sen cillam,ente a la mani­
1

festació.n periódica de seres; almas 0i espíritus, inmortales .a


tiavés del mundo físico a fin de aprender ,ciertas lecciones y
desarrollar modos ,específicos d,e se:r como pre , paraci6n para
un estado superio.r d,e� ser (o de la c, onsciencia). Según la teer
1

ria de la reencarnación planteada en las lectu.ras ps,íq_uicas del


gram clarividente Edgar Cayoe (a quien ,a menudo se lo llama
111
actuabnente HEI Proieta Dunniente \ según e·i título del éxi­
to de libr1ería de Jess Stem), u.en 1el principio ,,. fu,eron creados
º
to, dos los hentes y periódicamente encaman a fin de apren­
d,er las Wecciones espirituales fundamentales: amor, JHtciencia�
modetacibn;, equilibrio, fe; de , voción, etc. Según Cayoe, a me­
r
nudo es una ayuda paJ"a el desarollo espirituaJ el tener un oo­
nocimiento , de las leyes universales básicas, como Ja. reencar­
nación, el karma la gracia, '''fo semejante engendra lo seme­
jan·te º ,, y ula meute e , s ]a oo.nstrueto , ra , n. La �, ley de ,la gracia'"
es la más importante de las lecturas :psíquicas de C.ayoe.
A seme, janza de la mecánica newtoniarui oo.mp,arada con
fa físjca nuclear modemaj la ley de karma p,arec , e funcio.nar
,en un nivel m.ás bien burdo en com. paración c--on la ley de la

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profunda sea la auto-realización de un hombre, más influye
éste SQbre el universo entero mediante sus vibraciones espi­
rituales sutiles, y menos es afectado por la corriente feno­
ménica (el karma).

Yogananda estaba también íntimamente familiarizado con


la astrología, puesto que su gurú era un maestro de todas las
artes y ciencias antiguas. Sus comentarios sobre la astrología
y el alcance de su importancia son, por tanto, dignos de con­
sideración:

Un niño nace el día y la hora en que los rayos celestiales


están en matemática armonía con su karma individual. Su
horóscopo es un retrato desafiante, que revela su pa�do
inalterable y sus resultados futuros probables. Pero el ma•
pa natal sólo podrán interpretarlo correctamente los hom­
bres de sabiduría intuitiva; éstos son pocos.

Ocasionalmente, yo les decía a los astrólogos que eligieran


mis periodos peores, según las indicaciones planetarias, y
que, sin embargo, yo realizaria cualquier tarea que me fija­
se. Es cierto que mi buen éxito en tal ocasión babia estado
acompañado por extraordinarias dificultades. Pero siempre
se babia justificado mi convicción; la fe en la protección
divina, y el uso correcto de la voluntad que Dios le dio al
hombre, son fuerzas formidables más allá de cualquier otra.

En la tradición budista, la meta de las técnicas de libera-


ción y de las prácticas espirituales se llama "nirvana", ténni•
no que muchos occidentales que buscan penetrar en las hon­
duras de la sabiduría budista no interpretaron correctamente.
El significado literal de "nirvana" es "donde no sopla el vien­
to del karma". En otras palabras, el único modo de lograr el
avance espiritual es despertar ("Buddha" significa sencilla­
mente "quien está despierto") a un nivel de consciencia más
allá del dominio del karma y más allá de los planos de la ilu­
sión. Podemos inferir de estas enseñanzas que el único modo
de tratar el kanna, en última instancia, es elevarse por encima
de él. Sin embargo, mientras estemos encarnados en la forma
física, la ley de karma nos are.eta de un modo u otro; de n1a-
nera ,que sería extremadamente útil si pudiéramos lograr en­
tender ]as pautas kármicas con las que te, ndremos que habér­
noslas en es·ta vida,, si por ninguna o , tra razón que és·ta nos
per. mitiera enfr,entar nuestro, destin,o con gracia, ace_p,tación
y fortaleza.
Una antigua tradición de la India se interna prof;undam nte 1e

en su análisis de la l y kármi,ca, dividiendo lo , s tipos de karma


em tres ,grupos. Al Pmlab,,d karma se lo consídera 1el hado, o el
destino,� el karma que deberá encontrarse en la vida pr,esente.
Este mode, lo básíoo, de destino es o, onsi i d.erado ·fundame, nt-al­
m, nte wnallterable�, sin1plemente un modelo y una secuencia
de experi1encias ,que el individuo ha de tratar en esta encama­
ción. Sin ,em baFgo ., se dice que un enfoque ,espiritual. d,e la v�
da, el auxilio de un maestro ,espiritual, o sencillam,ente la _gra­
cia del Señor puede inte"·enir ocasionalmente para reducir el
impacto del karma particularmente pesado. ,convirtiendo de
esa manera un um.andoble u en un ....pinchazo•·\ El Kriyaman
karma es eJ karma gue estamos fabricando ahora en esta mis­
ma vida� cuyos efe,ctos tendremos que enfrentarlos, en una
época posterior. La primera razbn de las disciplinas a veces
sev,eras de varios senderos espr i ituales es que tal contro,J d,e la
cond.uc ta pu _ de ayudar,. a quien viaja por ,el senderio, a. abste­
nerse de fabricar más kanita que inhiba su prog,eso esp intual 1

en e] futuro,. En vez die pr.acticar tales disciplinas e,J primer


modo de e·vitar la Creacibn de karm.a en el presente es abste...
1 1

nerse de dJ,eseos y apegos intensosJ mientras simultáneamente


se cultiva el espíritu apropiado y la actitud desapegada e, n el
cumplimiento de, nuestros, deberes diarios. N,aturalmente, eW
mantenimiento del espíritu a.:p,ropiado y del desapego es muy
dificil; y en �a mayoría de· .�a,s ensenanzas. espirituales, se con­
sidera qu, es, absolutamente imposible sin la ayuda. de fa m.e­
ditación. Por último ,, Sinchit karma es el ténnino que se da a
Ea r-eserva de karma que acumulamos durante muchas vidas
p ro qu, no ,está especí ficamente activo en esta encamación.
1

Según estas enseñanzas, en miles die ,encarnaciones� acumula­


mos tan va. stas maranas kármicas que seria imposjbJe ,encon­
trar todos los resuUadi0s de pensamientos y acciones pasa.do,s
en una sola vida. Senicillamemte; estar:íamos agobiados física,.
psíqui,ca y emocionaJmente. De allí que se mantenga ,en reser..
va la porció1n de nuest.r,o, kanna n.o, asignad.o al hado de nues-

26
tra vida actual� o pralabd .karma. Según estas enseñanzas tam­
bién tend·remos ,que enfrentar todo ese· karm.a alguna vez en e�
futuro a menos que u.n Maestro Espiritua� Perfe,cto nos alivie
de es.a carga+
Un roa.estro esp.iritual c-0n much
' os adeptos e:11 los !Estados
Unidos.,, M,eher Baba, aciara de modo parecido el funciona­
m.iento del karma;

Como ,cuerpo burd'o t naces una y otra vez has.t,a· que ,com­
pr endes .tu 'Yo R.e�l. Co.mo mente ,, na,ces sólo una vez; y
mueres siálo una vez; en este se,uido, no reenca rn·as. El
cuerpo burdo sigu e cambiando j pero la mente (el cuerpo
mental) sigue siendo la misma siempre. To,das las impre­
s-ion·es (sanskaras) se almacenan fn la m·ente. Las im­
presiones han de gastarse o ,contrarrest,n,·se median·te nue­
vo k·arma en ,en,carna,ci,ones sucesivas. Naces varón·, mujer;
rico, pobre� brillante, ,opaco, ... pam t,ener la rica expen,en­
cia q.ue ayuda .a tr ascender .todas las formas ,de la dualidad.

Dudo que qui1en esté famiWiarizado con la ,exactitud y la


profunda utilidad de �a astFo]ogía niegue que el mapa natal
�ev,ela en forma simbólica el m.ode.lo, p rimario de vida de] in­
f
dividue: �as posibUidades,. el talento� las a iciones, �os p.roble­
mas y las c-aracterbUcas mentales dominantes+ Si esto es .así�
entonces e1 mapa. nataJ revela evidentem,ente un croqui o una.
radiografía del presente p,a/abd,. hado o karma del a]rna. Co­
mo lo mostré muy ponnenorizadament,e en mi libro Astrolo·­
gifa, Psicologia y /,os Cua.tro Elemen'tos,. al mapa nata] se lo·
puede considerar como si revelase el modelo de energía del
individuo que se manifiesta sirnu1táne31Jl'il,ente en todos los ni­
v,e)es: físico,, mentaJ, ,emocional ,e insp,iracional, correspon­
dí!entes a los cuatro eiementos: tierra, arre, agua y fuego. El
sincb.it .karma, o ka:nna de :tieserva, no se indica en el mapa na­
tal, puesto que no ,es asignado a esta vid.a. De modo parecido,
tampoco se indica el kriyama· k.arma, puesto que nos. parece
tener algún grado de libertad, por limitada que sea, en la de­
termma,ción de qué karma crearemos en el p,resente. De allí
r
que yo no quiera dar la im:p esión, hablando de "hado", "'d,es­
Uno" y· t,érminos simiila r,es ,. de que nada hay ,que podamos ha�
ce:r o ser en respuesta a nuestro karma •que cambie nuestras

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vida de modo positivo. Po,r el contrario� aunque el mapa na­
tal muestra al kar.ma y por end1e las restricciones que no,s atan
y nos írn.piden sentirnos libres, el mapa es también una hen-a­
míenta que nos permite ver con claridad en q , ué ámbitos de la
v.ida ne,cesitamos trabajar para ,que transmutemos nuestro i mo­
do ,coRiente de expresarnos. Como lo dice reite, radas veces
Edgar Cayce en us ]ecturas: HLa mente ,e. la constructora�.
Llegamos a ser aquello ,en lo que la mente mora. En conse­
cuencia, sí pode·mos alterar sutilmente· nuestras actitudes y
.mod,os de pensar no sólo teniendo sino también viviendo un
idlea�, cntonoes podremos empezar a. liberamos de la escJavi_...
tud y a respirar libremente con el ritmo de �a vida.
En verdad - corno �o recalcara uno, de los. mis. grandes astró­
lo,gos de� siglo XX� Dane Rudltyar en sus extensos escritos,
�os acontecunjent:os no les suceden a las personas de m.odo ca­
si tan importante como las personas les suce·den· a .lo,s aconte·­
c.imientos. Es,tas :siete palabras sintetizan las posibilidad.es de
nue tro desarrollo esp iritual-psicolbgi.co cuando, nos encontra­
1

mos con n . uestro .kanna, ya sea .agradable o doloroso. En otras


palabras� nuestra. actitud hacia la ,experiencia ,es e, ] factor cru�
cial + Nuestra ,actitud sola determinará si ,. al encontramos con
expe:riencías difíciles, sufriremos (y mald,eciremos a nuestro
·�'·hadoº ) o creceremos ap11endiendo llas lecciones ,qu,e la vida
nos está e, nseftando.
Por tanto., el ma.pa muestra nu,estras pautas mentales.,, nues­
tros (:01:ndicio:namientos p•asados� las i.mp,resiones y pautas
mentales a los que Meher Bah.a hace referencia como sansk.a­
ras. 1 mapa muestra �o que ahora somos debido, a lo, que he­
m,os pensado y hecho, en ,el pasado., Estas pautas v-etustas y
profu.ndam,en te a:rraigadas no se ieam b:ian c,o,n fa.cUidad. ¡ Sea
lícito decir esto, sin calificado! · o es asunto sencillo cambiar
poderosas pautas consue·tudinarias a través de la m.era� a.ptica'­
ción de un poco del anticuado upode:r de voluntad Estas 1

pautas tan1poco ,cambian en esencia glosándoJ, as c, on la chifla�


da jerga de algunas p,sicoteTapia.s o filosofías d,e b u. -ueva
ra u que ínfatúan a la gente, animándola a que afirm,e: ....Me
hago cargo de mi vida; y,o hago que todo suceda; ahora sé gue
.me estoy haciendo sufrir; etc. �,. La e, volución espiritual hwna.�
1

na s mucho más suti� ,que eso. Ef viej 0 enfoque de tratar


1e
1

nuestros problemas diciéndonos "'donde hay vo]untad� hay

28
un camino n se d errumba cuando la exigencia es demasiado
1

m tensa. Y el intento de racionalizar nuestros conflictos


y crisis esp1rituales de la existencia sólo cerrará el paso de la
1

,corriente de energías vitales por pooo, tiempo., seguido por


uma libera.ci1ón. torre·ncia I de energía qu.e pone ,al d,escubi,ert o,
·to'talment,e la superficialidad del escapisrno pseudo-espiü-itua1.
Las pautas kármicas son reales y potentes. Los hábitos no van
a desaparecer de la noche· a la mañana luego de una bre-ve, in­
centivación verbal _p ara pensar positivamente. A estas fuerzas
vitales, se las debe acep,tar y r1ec.o,nocer, y prestar ia atención
debida.
Conocimiento personal y realización peJ"SOna] son prelu"'
dio necesario de ·ta realización d e Dios; pero ,, era las prinieras
1

etapas, quie.n estudia las verdad,es espirituales o las formas su­


perio.r1es de la astrologi"a se desanima c.on frecuen1da cuando
las nuevas intuiciones respecto de su personalidad le revelan
taintosl consuetudinarios rasgos. emociones y pautas de orden
-

negativo. Es a esta .altura deW desarrollo de� individuo qu,e.gran


cuidado deberá eje1citar tanto esa persona o cua�quiera -as­
trólogo, u otro- que intente aconsejar o guiar a� estudiante.
Debe explicarse que tal como, al abrir una puerta ) unai peque­
ña hendiduta y el d1ejar ,que un rayo de luz entre en una pie­
za oscura reveian t,oda cla:se de polviUo en el aire y tal vez
otra suciedad que antes no se manifestaba en esa habitación,
de igual modo cuando se dan los, primeros pasos hacia el c-0- 1

nocimiento p-ersonal, ya sea utilizando el rayo de luz co,n oci­ 1

d,o como astr-ología u otro método iluminador-, eJ estudiante


1

muy a m,enudo desarroUa ráp,idamente una actitud negativa


hacia su personalidad, 'SU destino t su n1apa natal etc. Debe
1 explicarse además que, a medida qu.e aumenta la intensidad
d1e la �uz, el estudian t1e tomará conciencia más inmedia-ra aún
de sus defec , t-os debilidades y cuaHdades n,egativ,as,, pero a'tal
conocimi,ento se Je ha de dar la bienvenida como índice de
un mayor conocimiento personal y un claro avance ,evolutivo.
Al estudiante se lo debe animar para que use taJ intuk.ión co­
mo un a.cicate para que asu.ma una cJara a cción constructiva
1

en Ja transforma,ción positiva de ta vida individual,, más que


co.mo una razón ,o una excusa por el t,emor o la ansiedad.
Además,, podrá señalársele al estudiante que, a medida ue 1q

a.umenta. e] nivel de coniocimieflto persona], a n1enudo el kar-

29
ma de esa persona 1 empieza a manifestarse 1 en un nivel m,ás su­
til� puesto que ahora se ha franqueado para aprender lo que
se debe aprende:r sobre la personalidad > y po.r ende, ya no .hay
.nece-sidad de sacudidas o acontecimie.ntos dram. , áticos para
despertar al individuo del ueiio de Ja letargía espiritual. ,co­
molo seña�a Jung:

La n101 rma psicoló,gica dice q u1e cuando 110 se toma co,ns­


cie ncia d'e u.na situa,ción interna, sucede .fuera, como ,de·s.ti­
no, Es deci-r. ,c1ia11do el in1 dividuo ... no tomJ:J c,onsciencia d,e
sus contn1diccio12es i11.teri9re.s. el mundo forz.,osameni'te de­
b"erd' representar el c-o·nflic,to, y partirse en mitades opues­
tas. ií.Aion,, pág. 71 ).

Por tanto, pare,ce ·seguro decir que un c-0·mp,romiso de de-sa�


rro1lo y conocimiento personales no sólo ofrece· la promesa
de ayudar al indjviduo a ,que , en eJ futuro sea un alma más in­
te�a. feliz e iluminada :, ino también que tal JHtSo en1pieza a
m,enudi0 ai .aHviar mucho sufrimiento en el presente" una vez
que la confusión y e] desánimo iniciales fueron. vencidos.
Así > podemos ver que todos ten,emos. ciertas influencias
kármicas que debemos encontrar: todos deberemos cosechar
lo frut,os de lo que hem,os sembrado+ La astr·ología, prove­
yéndonos un mapa de nuestros apego'S proble·mas talentos y
tendencias 1nentailes, nos ofrece un. modo1 -u:n paso ink.ial­
no sólo de com.prensió,n de lo que es. exactaim 1ente nuestro
karma en un senUdo ,específico y de ayuda pata que trabaje , ­
mo con '· stas coníronta,ciones d1entro y fue,ra, sino también
un modo de empezar aele'Varnos.por encima y obtener una
perspectivá de este kam1a. La idea de que el mapa nata� indi'­
1

vidual refleja lo que hemus hech o1 en el p,asado se co111fi,-ma


en la .lc ctura psíquica de IEdgar Cay ce # S 1.Z.4-L-l :
1

Pues como, se dio desde el' principio: los pldnetas, los as­
tros se ,dan por signos, estaciones y aiios; para que' en v.er�
dad mucbos hallen su reladón más estrecha en· la contem­
º'
plación del universo. Pues el h,omb-re .ba sid hecho un co­
c-read o,r ,co 11 la Deidad. Nt> C'S q u,e e I b·o mh re sea bueno o
,nal,o según la posici6n de Jo,s astt,os; sino que la posición
d 1e los astros indica �o q, ue esa I ntidad individuaJ ha hecho

30
acercaa del plan de Dios en las a,ctividades terrenas� durante
los p,erfodos en los que e,1 bombr;e tuvo la o,portunidad de
entrar en ,nanifestacio ne, .s materia/es.

En oonsecuencia, e, l map,a natal muestra e,I pasado uso ,crea­


tivo o el mal uso de nuestros poderes.. Si aceptamos la idea
d,el pode:r de la .mente y la voluntad del individuo, entonces
deberemos a�eptar tambi én que! somos, .responsables de nues­
1

tro hado, nuestro destino , , y nuestros problemas como aparie­


cen en ,el mapa natal. E.n un sentidlo .importante, podríamos
entonces decir incluso que ,el mapa natal no muestra sin.o el 1

karma. En el mapa puede, pues,, suponerse que todo brota dj¡..


rectamente de, nuestias acciones, logros y deseos pasados.
Aunque a Saturno ,s,o,lo se lo, llamó, el upJaneta del kanna"" en
muchos escritos� esta es, una simplificación exce--.swa. Rea�
mente, a la astrología se la podría Uamar leg , ítimamente
u iencia del karma'� -o, sea,, un modo de comp, r1ender y a,cep­
1c

tar nuestras responsabilidades de modo preciso-.

Factoras espec1ificos ,dell 1mapa


En la inter¡pretació
, n de los mapas casi lodo los factores
pueden ,considerar,se c, omo kármicos ,o, como poseedores de
implicancias kármicas . Sin embargo, hay ,a]gunos fa!ctores. as,.
troló,gjcos ,especffioos a los, que se debería. prestar es,p cial
1e

at1enci6n en esta clase de investigación. Muchos de éstos, se


tratan después, en este lihro, ,con muchos más ponnenor,es,
per,o aquí de, be mencionarse un breve bosquejo de c,osas es,.
pee íficas a enfocar.
1

SaltUTililO

Saturno, que a menudo se llama ,el useftor d,el Karma n di­


cen muchos astrólog,os que r,epresenta el mayo.r pro
1 , bJe.ma kár­
mjoo en la vida de todo individuo. Al ptaneta Saturno se l,o
llegó a Uamar el ºSenor del Karma7 ' n,o, porgue · ea e� único,
elemen·to d,el mapa q
, ue sunboUce un aspecto del karma per­
sonaJ� sino porque la posición y los aspectos d•e Saturno reve-
Jan dónde nos encontramos con nuestras pruebas más, especí­
ficas y ,concentra.das, lo mismo, que dónde experimentamos.
co n frecuencia dolor y frustración. Y puesto que el concepto
1

popular de karma es que todo .kan-na es nega'tivo 'Y perturba­


dor, muchos ven las pniebas de Saturno co.m.o idénticas: a la
acción del ukanna n . Por supuesto, esta e-S una burda simplifi.­
cación ,excesiva, lo mismo que una mala interpretación de Jo
q u.e el karma es realmente. Tal vez sea. más exacto decir qu 1e

Satumo en el mapa natal ( especiaJm n te según su posición


1 1e

de iea a y conjunción, cuadra tura y aspectos de oposición)


niuestra dónde nuestro karma hdifícil H entra e.n su foco más.
e-s pee ífico� Bstos, des.afian tes aspectos de Sa tumo muestran
cristalizadas pautas consuetudinarias de pensamiento y acción
que inhiben la cor.riente de nuestra ener;gía creativa. T'ai as­
pecto podrá revelar el mal uso pasado de un tal-nto ,o una
facu�tad que ahora. deberemi0s disciplinar y v,ow,er a dirigir ha­
cia cauces constructivos. Es en ,este ámbito que I s necesario
un ajuste l'adical en nuestro enfoque y a,ctitud. Tal a:s,pecto
1

(y , sto podría aplicarse en menor medida a] ,guincuncio, a ]a


sem1cuadratura y a, lo,s aspectos d,e semisextil) g1enera gran
energía desde su tensión interiilor; y podrem,os usar esta ener­
gía .Para desarrollar conocmdento y ,creatividad mayores. Sa�
tum 0, es, el planeta de la 'forma y la ,est ru.ctura, y a menudo
1

d,escubrimos ,qu,e el planeta en estrecho, aspecto con Satum,o,


necesita recibir una hueva fomzJJ' de expresión. (Véase Capí�
ndo V en cuanto a m,ás, datos sobre Satu·mo .. )
1

Sin embaJ"gO,, Saturno, 1en el map,,a nata.l, es n.o :s()r}lo Indice


de, obstáculos de los que he:mos de ocuparnos. Casi todo é.nfa-
. sis excesivo, casi toda :faUa vital o config-w-,acii6n parti,cuJar­
mente tensionada -no importa qué planetas estén impJici..
tos.- puede seíi"ialar una necesidad impo,rtante die crecúniento
y d esarrollo. Lo prunero q,ue hay que comprender es que la
1 1
1

vida tien,e umJ finalidad, pa.ra. que,, por una, razón positiva,,
tengamos que encontramos oo,n estas diversas dificultades.
Como ],o, dice ,el médi'u.m Arthur Ford:

Cuanto m.ayores sean /os ob,stáculos en' ,el' cuerpo fisi,co,


mayor será la opo,rtunidad de un ,a.lma pam s,lld'ar sus deu­
das kdrm, icas y lograr un crecimiento espiritua.l más rápt­
do. Lo,s ob suí cu tos- so,n tropiezos si se Ios sup,e-ra posit.ÍViJ·

32
mente,, .Y el alma quet< en' el cuerpo de carne, a, fron'ta jovia,i­
mente y ven'ce los impedimenlto,s fisic,os, crec,e con, más 1'a­
pidez que iotro, que, según nonn·ás fs'sicas, tiene t,od,o por
lo cual vivir. La' recompen·sa no ,es en la fo,,rno., física sin.o,
en el' desarrollo ,eipintu.al,, y CUt1nto m'tis· se,an lo,s obstácu­
los a vencer en una vid.a física,, menos i
ne·,cesitará ,e·I alma de
allí en más t'íet,ornar a la forma fii ca pam pulir las tosque-
1dades d'e su carácter. (de A Wo,-ld .Beyond',. de Ruth Mont­
gomery, pág� 46.)

Aspectos y elementos
E� tópico de los aspectos se tratará minuciosamente en el
Capitulo Vl, _pero a.quf podemos mencionar brevemente aJgu­
1

nas cuestiones importan·tes. Al in terprelar kárm icamen te el


mapa natal, todos ios aspectos d,e cuaidra'tura (900) y de opo­
sición ( 180º) muestran la n·ecesidad d,e po,n,emos de ac.uerd o
con nuestra oomplejidad 1 con desarrollar de algún modo el
conocimiento nec-esario para abarcar 1 enfoques d,e la vida mar­
cadamen.1:1e diferent,es.:z. Las fuerzas indicadas en 1el aspe•cto
en cuadratura es,tán ,con tr-adi,ciéndose e interfiriéndose en su
,ex.pr,esibn. Por tanto, estas fuerz as n.eoesUan armonizarse den­
tro del individuo, pro ceso 1que babitua.hnen te insume años
a medjda que la ·persona desarroUa lentamente nuevas pautas
de conducta y una mayor comprensión de sí misma. Las fuer­
za,s im pi ícitas. ,en el .aspecto de oposmción revelan tracciones
opuestas, a.unque com plem ental'ias,. para que el individuo, se
,exprese· según su sentimiento más inmedia.to en ·,,elación con

2 Me pM•e-oe una hipó·,esis razonable que t por fo menos en muchos, ca-­


sos,. estos ueofoques de la vida m.a:rcadantente dife.:;entesº su.rgen de que
1

el indiV!iduo tuvo, clases de experiencias. m,arcadamente diferentes en


varias vidas pasa.das. ·Por ,ej1emplo, si durante toda una vida tuvimos
instrucción de ,guerrero. y hleg,o y en otra vida ,. insitrucctón de ama. de·
casa t:radicíonal y de madr-e 1 tal vez esa alllma nazca en esjta vida, por
1ejemplo, oon un as-peet,o de cudll'atura entre tos planetas de Aries y
Cáncer, indicando la tensión mtierior que esa persona siente mdu.so
ahora por ,orientaciones d.e vida. y ffllodos de expresión pets.onal tan
fflali'cadamence dlíferentes.

33
lo demás. Por tanto una necesidad de armonizar estas po,la­
ridades es indjc-ad a también en estos aspectos pero la opo�­
1

ci6n r,ecalca especfficament,e la necesidad de d,esarroUar un


mayo.r conocimiento, no sólo de uno m_ismo sin o, también de
los deseos, expectatwvas y puntos de vista. de !os, d,emás. La ,a�
monización ant,es men,cionada sólo podrá ocurrir a través del
desarrono de un conocimiento superior d,e las fuerzas y anhe­
los implícitos .. El eminent-e psjcólogo C.G. Jung ,, en sus estu­
dios de a1quimia cíta. a m,enudo1 eJ antiguo adagio alquímico:
tertium non datur. que, signific, a ,que el tercer factor (que pue­
da resoJv,er sóJo el pr-0blema de 1,os, opuestos y los 00imllicto:s
persona�es) no se da.. Jung sigue: ,explica-ndo que un conflicto
nunca se resuelive sólo en u:n nivel su,perior t basado en una
perspectiva y un nivel de consciencia superio�es. Por e.nde,
los, aspectos de cuadratura y oposición muestran las áreas de
máxima tensiibn deatro de nosotros pero también -un hecho
al que hay que darle fervorosa bienvenida- los ámbitos de
máximo crecimiento potencial.
Q,tro factor que se relaciona con los, aspectos �ensionad,os a
�os g ue hemos d,e prestar gran a.tenció.n es ,el elemento, o los
e, lement,os, en los que hallamos los planetas más aJtam,ente
·tens:ionados,. Pu sto · que puede considerarse que los aspectos
1e

tensJionados indi can ámbito-sen los q


1 , ue debef\emos ap.riender
a pullir nuestra naturaleza, a. efectuar ajustes, y a construir
nuevos en foques�, se desprende ,qu1e todo pJlaneta ( especia�
mente todo, planeta u.personar'') in)pUeito en tales aspectos
debería er considerado no sófo segtín su p,o,pia n.atumleza y
princip,io funda·mental sin,o, también según eJ ellemento del
signo en el que está situado. Puest0 , que,, oomo lo, mostré muy
1

ponnenoriz.adamente en Astrologia" Psico,l0;g(a y los C , ua,tfí'o


Elemen,tos, ]os cual.ro e]emen tos reve:tan los niv . etes .reales de
energía y dimensiones de la vida que el individuo podm 1expe­
rimenta:r inm,ediatamente ,, entonces, el elemento de todo, sig­
1

no que contenga uno o más de estos, pla.n,etas muy cargados�


·poderosamente tensionados j es inevitablemente una dinlen­
siián de ia vida ,en la que hay necesidad de ajuste y pulido. El
elemento en el que hallamos a tales planetas muestra qué cla­
se- de ,apegos y deseos son más fuertes para nosotros, cuá� es
la mayor finalidad de e-sta vida ,, y q , ué ámbitos de la vida si­
guen causándonos problemas y nece itan, pues; ser tramsfor-

3,4
mados� Si una persona tiene u.na íntima conjunción o stellium
en un signo particular ,, y todas lars partes de esa coníiguración 1

están en un aspecto agobiado respecto de otro p,ianeta o pla...


netas� entonces el eJemenlo d ese signo es, invariablement
1 1e 1e

indicativo de la diiniensión de la vida que esa persona ha de


trabajar d e algún modo ,, para ex p·resar esa energía más am10-
1
1

niosa y positivamente ,, o sencillamente par.a pulir fa. intensi­1

dad y lo burdÓ del apego , , en ese ái·mbjto.


Algunos ejemplos ta] vez ayude, n a aclarar est�. última cues­
tibn. Sí e] p1aneta o los planetas tensio nados •están en un sig,o; 1

no de agua, hay necesidad de que pulamos, nuestras emocio­


nes y nuestra modalidad de e, xpresión emocionat Una. perso,o;
na con semej1ante posición plan etaria puede estar ex presando, ,
en esta vida sus emociones de manera d,ema,siado burda o de­
masiado compulsiva. Ta� vez se necesite algún género, de di&ci­
pUna em,oci.onai ( ¡esto no 1eqwvale a decir represión!) para.
proporcionar 'la presión interior necesaria a f'lll de efectuar
una trans.nu1ta ción que pula esta ,energía. Las rea,cci,oines in
1 f&

tintivas de es.ta pe:rsona pued,en ser demasiado reprimidas ,o


demasiado incontroJab]emente dominantes; de aUí que deba
aprender a encauzar constractivame-nte su.poder emocional y
protegerse de las influencias negativas externas sin cerrarse a
·toda ,el agua de la vida.. Esa persona podrá también eH.ar de-
m ll!J _ _ _ _. a_ __a fa _sa:tisfacció"
___ "li1si·ac d-o _a.p,.. egad _ _ 1 n___al. p-o-"
_ _ ,,, e·_ m· oc·o, . n1"e_ n-do
_ ,e_ sto•
_
antes que todo lo demás.
Si e� planeta o la configura ción tensionados están en un sig­
no de ruego,, i:d vez sea neces.ario que oontrolemos nuestra
impulsividad y nuestra condu eta egocéntri.ca, y que d esarr,o­
1

Uernos aimor ,, sensibilidad y paciencia. Un uso pulido y disci­


plinado d.e fa. abundan te energía ígnea es rm ucho más eficaz
y creadot que 'los meros. gestos frustrados de desaff o y auto­
,engrandecimie _to. T.ail vez esa p,ersona aprenda cómo vivll' n 1e

1el pre-sente y desarrollar la humHdad que surge de som,eterse·


,a una voluntad superior o a un poder dlvino* Q,tras leccion. es
i
1

que ta� vez una tensión indique en los signos. de fuego son:
cón10 ser receptivo, oó1mo admitir nuestras debilidades y ne­
cesidades má profundas� y c6mo pedir ayuda cuando esta­
mos sufriendo� Las pe.rsonas de fue. go son a menudo dernasia...
do orguHosas: piara ad rn.itir que ellas también denen n1ecesida­
des;. y esta tendencia, junto con e�. apego excesivo a ia acción

35
burda oom o el único n1odo d e tratar la vida :, inhlb e a menudo
1

que de, sarrollen un conocin1iento inmediato d e su vida 1

interior.
Si el p,lane·ta o 1a configuración t,ensionados, están en un sign,01
de aire, e� individuo tal vez necesite disciplinar los procesos
de pe·nsamiento ! no sólo c6 , mo piensa;, sino, también la mane­
ra en que ]os pensamiento,s se expresan a los demás. Por aho­
ra ]as :fantasías ,, el esc-a.p ísmo intelectual ,. las p,.roy ecciones in­
1
1

necesarias en ,el futuro,, los p,�anes inea!istas y el hábito de la


racionaliza 1d ón tal vez hayan servido a su propósito; y así esa
persona quizá ,enfrente Ja necesidad de reestructurar todo, este
ám.bito de la vida y de aprende , r que· el inteJecto es un sirvien...
te bueno si se lo disciplina convenientemente ,, pero un amo·
muy pob:nt Puede haber demasiado ap,ego am conocimienti0
inte]ectuat a �as ideas inte�igentes� a las, pn1 1ebas "'c , ientíficas
n

Y' a. lo conceptos ordenad,o . Este individuo debe tomal' e,n


serio e] hecho de que una persona instruida ,que no actúa en
·t,ase a su conocimie.nto y no ]o vuel'v e rea] a través de ]a expe­
1

rien ia inmediata no es n1ejor que u na muJa co,n su lomo ,car­


1c

gado de libros. El denominado conocimiento podré conv rtir­


se en una mera carga, y ,el inte]ecto de· esa persona podrán
gar a ser un monstruo devorador cuya ,codicia de cada v,. z
más u conocimiento� no ,conoce límites.
Si el pWaneta o los planetas tensionados están 1en un 'Signo
de ·tierra.� también pu de haber demasiado apego, a los senti­
dos. físicos, a Jos valores mundanos, a la comodidad física i a la
re,putación :11 ],o. bienes y la ºsabiduría H mundana. Indudable..
mente� esa persona tendrá que ocuparse de la cues.ti6n de 1qué
le proveerá real y pennanen temente la profunda seguridad
que anhela� El conocimiento de las necesidades inmediatas de
sob-evive , ncia (dinero, oomida, te,cho, etc.. )i puede ocupar una
precedencia ta� sobre a1ctividades más pro fundas e inspirado­
ras, que la perso,na trate de compensar la falta d e alegr:fa y ea­
1

tusiasm,o en la vida con el hecho de trabajar más arduamente


aú:n en la in t,erminable ·ta1ea de c-onstm.ir seguridad !' una segu-­
ridád que -no es nece sario decirlo- podrá. destruirse, en cuall­
quie.r momento. Una persona. con este énfasis de ·tierra puede
enamorarse tanto d,e vivir y pensar de un modo ''práctico"'
que ja�nás permita que tenga ,cabida alguna, ,en el estilo de vi..
da personal� un pensarniento o una actividad más trascende , n-

36
tes o inspi.rado1"1es.
Co:mo dice un maestro espiritual: "''e) kanna es apego'\ En
,oonsecuencia 'I el mapa, natal, y especialmente los muy acen�
tuados componentes del mapa, muestran nuestras armoruza­
,dones -y por ende, nuestJiOS apegos� y por tanto, nuestro
kanna. El becho de ver el map,a y nuestra vida de , este m,o�
do pone todo bajo una n U!eva luz. Empie,zan a d isolv,erse las
distinciones arbitrarias, sentenciosas y falsas entre rasgos upo­
n
sitivos. y �'negativos" de un mapa na.ta� + ·va no hay ma.pas j
aspectos, o seres humanos, ubuenos'º o '''maios"". Todos somos
parte del vasto drama có,smico, y -en ,este plano material­
estamos todos e , nredados en nue , stras marañas kármicas; Una
vez qu.e ,se percibe esto, �a cuestión e-s: ¿qué hacemos para
desape&arnos de, ,estas, involu,craciones kármícas y de ,estas H­
mitadoras p,autas del ser?' El consenso que pude discen1fr de
las enseflanzas de muchos maestros espirituales es que,
por más que que-ramos,, deseemo,s o esperemos d, sapegarn,os
o "'wluminarnos n , no es muchísimo lo que lograrnos. Sólo ptr
d rem,os desapegamos de nuestr-as viejas pautas ,con u etudina­
rias ape-gándono , s a algo mejor. Por ejemplo,, 'Si un mendigo só­
lo tiiene tres moneditas y de pro,nto ,s,e Je caen se ]anzará de
prisa tras eUas para proteger lo poco qu,e tiene. Sin e,mbargo�
si, em el momenlo en que, ese mendigo dejó caer sus 1none­
ditas, vio g , ue el viento nevaba por la ,calle un bi1lete de cinco
d61ares, ignoraría de mmediato sus moneditas y saldría en
persecución del biHete. Por tanto, podemos apreciar que no
basta meramente que nuestra vieja per-soaalidad; nue tros vie­
j1os, .mod,o,s de se,r y nuestros pro longad,os conflícto,s nos har­
ten. Ptu�:sto qu,e las pautas. habit uales de� pasado ej1ercen sobre
n oso, ,fros u na tracción fuerte y constan te,, y puesto que no�,
sentimos inse_guros ·si nos apartamos demasiado lejos de esas
pautas habituales., d,eberemos encontrar algo potentís.im.o ,a
lo cual apegamos si ha de apartamos de hl.s tendencías ká.rmi­
ca.s ..Lo único que es suficientemente potent,e e ilimitado para
efectivizar este desapego es una fuerza espiritual de algún ti­
po� Dejo librado al lec , tor que en,cuentre e] método de am10-
nizarse con este poder superior que es apropiado para su esta­
do de desarrollo. Pero, cualquiera sea e , l sender,o el,egido, e�
axioma bíblico nos proporciona una fe su.sten'tadora: hBus­
cad y hal1aréis; golpead y se os abrirá''.

3,7
los signos ''kárm icos,rr
. o es ne·cesario que· aquí discutamos las div,ersas caracterís,�
ticas de ]os doce signos que pueden relacionarse con e) karma
y la tran5,formació:n. Hay muchos Ubro · muy calificados que
aclaran qué lecciones han de apr nderse y qué nuevas actitu­
de desanoHarse pa_ra cada Ui!ilO d,e lo•s signos.' P'ero quiero
m,encio,nar aquí aJgu:nos aspectos de tres signos: Virgo, Pis­
cis y Escorpio,. De los dooe signos. estos tres se inter,esan mu y
,evidentemente con las. crisis. que pueden relacionarse clara­
n1e:nte con ei karma. A menud,o,,, parece qu,e los, de Virgo y
Pis,cis (o sea, 1o:S que tienen en sus .mapas muy recalcados es­
tos sjgnos,) han de sopo,rtar ,cargas, mayoJies de las que les co­
rres,ponde,. tanto penurias y o bligacjones, rís.icas (V irgo) como
agitació,n y confusión e·mocio,nales (Piscis)+ Esto se debe a que·
estos signos r,eprese.ntan etap,as cruciales. de] desarrollo perso­
nal� fa· ,es de evo1ución y crecimie,nt,o, en .�as ,que la persona de..
berá afrontar lo,s frutos de sus, accio.nes y actitudes. ( ótese
que Piscis el duodécimo ·signo,, señala el final de ·todo ·un ci­
clo de vida, y que Virgo ¡es, el signo de la..cosecb.aH Ambo,s
signos simbolizan un proceso d,e purificación como pre,p,.ara­
ción para un desarrollo, u1terior .. Viirgo se ocupa de .ta purifica­
ció,n del ego y de los motivos. personales detrás de una co,n­
du eta franca . y Piscis se rela,ciona ,con la p,urificación die las
emoicii0ne y las imágenes mentales que se a.cun1ularon duran..
te los igJos. El signo de Escorpio puede ,,elacio,narse especí­
ficam,ente c , on el karma po,rque ,es dur,a,,.l'te esta fase de desa­
n-ono que· d,ebere·mos enfr,entar honradament,e nue , str,o,s de­
seos y Uegar a comnprende.r eJ poder inherente ,a ,ellos. He aquí
porq , u,é tantas personas con fue,rte énfasis d,e .Escorpio tienen
semejante at:racció,n fuerte hacia J,o·s misterios; l,o oculto, �os
ámbitos '"pt"obibídos u de la experiencia, y las. revelaciones
acerca del más aUá. Estas personas están en contacto con 1os
aspectos más poder,o,sament,e negativos de su ser, y su ,célebre·
rec lo y fa�ta. de confianza en 105, demás, proriene d,e) hecho

3 Cf. ,especiahnente The Pulse of Life & Triptych ,. de Dane Rudhyar;


From Pioneer to Po·et, de J.sabd Pagan; y Wi.s.dom in tlie Stan. de J,oan
Hodgson; tod,os, los cuales son análisis ex.Qelente5, y penetrant� de los
sigmf icados más profundos d.e fos signos.

38
de que, puesto ,que aben ,cuán incónfiables pueden 'Ser sus
emociones y cuán cruel,es sus motivaciones,. suponen naturaJ­
m,en te que los demás tienen m.otiva.ciones similares. Escorpio
es el signo de la muert,e y del re.nacimiento, y cualquiera que
tenga un énfasjs mayor sobre Escorp,io en e� mapa natal e
desgarra entre afernirse a viejos d eseos compulsivos puramen­
1

te por hábito, y el deseo más profundo de renacer pertea 1�

ci,ente al yo más recóndito,+

Las denominadas casas de '' a,gua ,. (Casas IV VII) y -X 11 )1


1

fueron llamadas, la ��trinidad del alm a n o la '�•trinidad psíqui­


ca"'" y juntas constituyen otro factor importante que se r,ela­
ci,o,na con el karma personal. 4 Aunque :t en a:strollogfa tradkio­
nal, sólo, ai la duodécima ,casa se la Uam6 ]a de los uriesgos kár­
mioos n,, todo karma es un riesgo que nos a ta at plano material
y a un nivel limitado de c-o,nsciencia. Y todas las casas de agua
se ocupan del pasado, de respues,tas condicionadas que ahora
son instintivas y que funcionan a través de las ,emociones ,. y
por tan to: ,con el kanna. En un nivel; estas casas se ocupan
de los anhelos más, profundos d,el alma ,, anhelo,s ,que ,, por su
naturaleza misma, son inconscientes, al meaos parciahnente.
El cic�o de las ,casas de agua muestra el pr-oceso de ganar c0ins-
1ciencia mediante la asimíJa,ci,, ln de la esencia del pasado, y me­
diante el dejar corr,er el residuo que, sobrevivió a su utilidad.
El der roche emocional y las ago·tadas pautas emocionaWes de
conducta deberán purgarse antes d,e ,que el alma se pueda ex­
presar claramente. Los, que Uenen casas d1e agua muy marca­
das viven dentro de eUos m ismos y sorn extremadamente difí­
cUes de, c-0,n ooer (especiaJment-e, si ,el Sol, el s.ímbol,o d,e] yo
1 1

individual,, ,está en una de estas casas). ·una parte de su en-e·.r..


gía vital funciona ,en un nivel subliminal; otra parte de su. mo­
tivación es influjda por matices in'aciona1'es, inexplicables, 'Y" a
menud,o t d.esooncertantes. Sus sensíbilid,ades so,n impredeci-

, Cf.. .Astro.logia, .Psicologfa y lo.s Cuatro Elem entos� del autor, Ed.
IGer ,, S.A.,, Capitulo XVI, HLos elementos y las, casas'' en cuanto a
más info,rmación especifica sobre cada una de las casas de agua�

3'9
bles puesto que nunca sabemos qué activará un viej10 recuer­
do, irritará una vieja herida, o excitará un molesto compE, ejo,.
P'or tanto, todas, estas casas se oorrelacionan con la necesidad d1e
a�canzar paz emocional y �ibertad respecto del pasado, y el
que tenga má mar,cadas e ras casas en l map,.a natal tiene
1e

ne,cesidad de llevar a la uperficie la obsesiones y los temo­


res, generados por experiencias pasadas, y dejar que 1estos sen­
timientos se iluminen en la ,consciencia plena.
·Richard ldeman ,, astróloga precursor de la ,reformulación
de conceptos, astrológicos en re.fa,cíón con la tenninología psi­
oológica t declara que las, casa'S de agua pueden se·r :índ:ice de
varios tipos, de· temor: temor de volver al desvalido estado d,e
la iníancia (lV), temo,r a los tabúes, sociales (VIII), y t e, mor al
caos (XII). ¿De dónde provienen estos t,emores?· Evidente­
mente del pasado ya sea dei ,condicionamiento e instrucción
pasado,s de un tipo e, spec·ffico, o de géneros es,pecíficos de ex­
perienc�a , o shocks ,traum,áticos. Lo,s planetas, que, caien en las
1 1

casas de agua repr, esentan, por tanto, ,. deseos de exp:r-esión ma­


tizados por p.a, utas kám,icas ., prejruicios en1ocionales, o moti­
vaciones y t,em,ores mconscientes. A m,enud.o niuesb'an los
fantasmas de� pasado, que, to-dav:ía, obsesionaa a. u.na persona,
y 1 h cho de que ,. por lo menos harst a cierto punto sean in­
conscientes, explica por,qu-é estas sumas de energía on tan-ta1c

f:recue, ncia minan la orientación ,consciente hacia la vida. Es..


tas fuerzas, estos deseos y energías, por así decido, a,guardan
.re, na,cer a ti;:avés de nuestro esfuerzo c,onsciente· y no, nos de­
jar,án en p,az hasta que ]os enfrentem,os. con honradez y libere­
mos esa energía mediante, acción valerosa.
Los planetas en casas de agua muestran lo que está oc-u­
niendo en. los niveles sutiles o subconsci.entes· muestran fue__n­
t,es de experiencias, profu.ndas en la vida presen.te que -au.n­
1

gue brotando del pasado distante- están todavía vivas, y


constituyen una. concentración mayo,r de la ,energía vital.
Mientras perma.nezcamos inconscientes de estos aspectos d,e
nuestra naturaleza, no d ísponemos de, la energía y .�as funcio­
nes psJqui.cas, representadas por los ph1inetas de casa-s de agua
para dirigirlas conscie,l'temente y utilizarlas creativamente.
Sin embargo,; cuando tomam,os consciencia d,e estas, partes de
noso,tros,, paed.en t,om , ar vida ,con gran fuerza. El hecho de
qu,e los planetas de casas de agua revelen a menudo, en nues,..

40
tras vida,s factores que trascienden, abroman o minan nuestra
orientación consciente ha de aceptars e d.e buen grado, pues
con 'frecuencia la consciencia del ego se aterra a pautas limita­
das de expres,ión y, por tanto, necesita una ooi.nfronta,cibn pe-­
riódica con Jas: fuentes más profundas de vida dentr,o de no­
sotros. Ta� experiencia puede ser renovadora;, pues la hauto­
anulación '\ e� caos, la pérdida persona�, o la cabal disolución
de la personalidad ,ego,ica consciente experime.ntados por una
persona con ma.yo1r énfasis sobre Ja,s casas de agua podrá fran­
•quear a esa persona hacia la in tuición espirit ual y Ja iilu mina­
ción. Un fuerte énfasis sobre Jas casas d,e agua puede mostrar
que estos factores en la vida de� individuo luchan para que se
lo,s ,econoz,ca,, o sea pa_ra que se Jo,s acepte bajo la luz de la
consciencia. ( ótese que ,el vocablo Hreconocuniento�· signifi­
ca con,ocet dé nuev,o, con referencia a un conocinüento pasa­
do, de1 fact 1o•r indicado ,. que actualmente está H,o,lvidado" o
inoonscient,e�) Los efectos emocionales negativos de planetas
tensionadaJmente aspectados en estas casas podr,án a menudo
mejorarse mediante· e] rieconoc,imien·to y la aten , ción e-ons,­
ciente de las, fu1erzas de vida así simbolaadas, tal como Jos·an ""
t.iiguos, adoraban a cada uno de los planetas como una deidad
(o sea� como, un poder o una ]ey), sabedores de que lo que
con segurídad so breve.ndria sería la n-éme'sis de los dioses, sí
una persona ignoraba arrogant,emente las exigencias de las
fuerzas m.ás poderos.as.
f
Para esbozar los sig.nificados especíicos de las ,casas de
a.gua, podríamos dar ,el siguiente r,esum,en: La ,cuarta casa re­
vela el condicio,nam·iento que nos vincula co,n la fami�ia, el
el hogar_, el sentido de privacidad y la tranquilidad dom.éstica
de ,esta vída, y otros factores de seguridad conexos. Se asocia
con la asunilación de, nuestra experiencia en la juventud y con
la comprensión de Jas ataduras kármicas específicas c-0n los
padr,es o con otro ,s individuo,s ,que, tuvi1eron fuerte im.pacto en
nuestra 1c rianza. La cuarta casa .representa, adem,ás, u.n anhe­
lo d e un medio ambierde p,acífico en l que ese individuo se­
1
1e

si,enta protegido y fomentado; y qui,enes tienen recalcada ,esl"


ta. ,e.asa tienden n.01 sólo a sentir ]a necesidad de ta.� medio, a·m­
biente, sino que también ti enden .ha.cia una conducta de pro­
tección y fomento hacia los demás.,( 6tes� sin embargo, que
cierto� planetas de la cuarta casa -especiaJm,ente rano y

41
Marte- ;¡dismiinuyen las ocasjones para que esa persona ex,­
p,rese tranquilidad en este ,á.m'b.mito de vida!) La paz que estas
personas an hielan se busca, ,a ·m.enudo, en un esti�o de ·vid a
muy privado y /o a través de su des.apego de la turbulencia
1
emocionail de las relaciones paternas mediaDte distancia fis,i­
,ca o mediant,e una conco,.rdancia más sutil con ·su'S sentimien­
tos ac,erca de sus padres e·n un nive� int,erior.
De modo pu,e,cid o, la octava ca sa revela fuerte necesidad
de privacidad� y la persona habitualm,ente es, más 'bien difí­
cil de familiarizarse en un nivel íntimrO+ Sirl embargo� en co,n­
traste con el tipo de persona de �a cuarta casa., este individuo
no se contenta meramente 001n tener priva,cidad porque tam­
biéin quiere poder. Esta clase de persona está fue.rtemen te mo­
tivada para ejercer alguna clase de rnOuencia poderosa , en el
mundo, mie:-ntra_,. · simultáneam,ente·, mantiene considerable
secreto; y esta motivación es habitualmente de índole come
puisiva índucie ndo a ,esa p 1enori1a a que se ,esfuerce ,en prr0 cu­
f'a de varias. metas por las ,que está aficionada kármicamen'te.
La octava ca sa muestra el oomdicionamiento pasado de ,cu­
yas vidas a.n tenores, a veces., tene:mos ,conciencia, pero ,que
t,odavía funciona instintivamente y ex trae gran ,energía e , mo­
cional de fu en tes. más pr-o fundas que con cien tes. Los plan e­
tas d,e �a octava ca� muestran tendencias em.oclo nailes-oo,m­
pu.lsivas que tratamos, d,e controlar y habitualmente mante,.,
nen1os en secret,o., pero que ,, no obstante, e:j,eroen formidable
poder sobre nuest, ra.s vid as., Es d üícill eliminar estos d 1eseos só­
lo a través del poder de la voluntad ,, como tratan de hacerlo
muchas personas con énfasis de Plutáin, Escorp,io o la octava
casa; pero est,os deseos pueden transf onn arse o, regenerarse y
.r m
_ un 00· ·m·_ p-'O, _ _ _ is - d -, nn·, - a p
_ e_ r--e_ '1."o ...........:,,.,_
" ""' ·-� u
""" na_ - · do
-
� e a través de
!P- uli.r- _o _ 01
a una intensa exp�riencia inmediata. La represión o el con·trol
personal so los jia más son suficientes para tratar estos íactores
de vida que �os planetas de la octava casa muestran� Debemos
brindarnos, para p1artícipa:r con los demás y debemos aprender
i
a asumir riesgos cada tanto,, ,a fn de permitir que la energf,a
corra librem. nte y los sentimientos e .impulsos más profundos
lleguen. a la superficie* En consecu1encia, la ocia-va, casa puede
re Lacwonarse con la asimilación d,e experiencias de muchas vi­
das con �a sex.ualidad, los valores ligados a las relaciones hu­
manas inUmas, y las respo,msabilidades im.plícitas en el uso de

42
toda clase d,e energía qtte cause impacto ,en los demás. La oc­
tava casa r,epresenta un anhelo de pr-ofunda paz em . ocionaJ
que ayudará a esa persona a. aliviar algo la presir6n que fa·s
emociones y los instmtos compulsivos ejer . ci1e ron durante tan
largo 'tiempo. aturabnente,. es,ta paz y 1 este cont1en to ,están
conectados con e� anheto del a�ma en p,rocura de seguríd.ad. y
tranq uíUdad últ_¡mas ( ¡ en p rocu ra de salvación! )r,, que sólo
1

podrá lograrse liberándose de deseos y capricho compulsivo.


Pero, relativamente pocas personas con énfasis en la octava
r
casa corn p enden la natu.ral1eza ver-dad era de sus anhelo-s más
profundos. E-n �ugar de ello, buscan modos de estabJecer la
paz e·mocional t· ra taindo de satisfacer las emo,ciones ( con d �
1

□rero, sexo,, p0,d er mun d ano, "" conoc1m1ento


. •. . . ocu 1to ,,,, , etc. )
j

en vez de trabajar para superar las potentes garras que sus


emociones tienen sobre ellas y de experimentar asf la paz
e,mocional como un derivado natura] de un compromiso de
reforma p 1e rsonal encauzado hacia la ,evolución espw . ituat
La duodécima casa., por contraste, revela influencias que
es.tán total y evidentemente más aUá de nuestro controL A
menudo, para esa persona es claro que no podrá saUsfa,cer
sus anh,elos mterior,es mediante a,ctivmdades corrientes, aunque
esta claridad insuma anos de sufrimiento para que se desan-u­
lle. El anhelo, de paz emocional que se hawta en la octava ca,sa
está aún pJ",esente� pero aquí se entremezcla con un ,conoci­
miento de la necesidad de paz última para e·I alma. Los pla­
netas de la duodécima casa natal simbolizan íiuerzas, que a
menudo, nos abruman y que sólo podrán t�atarse e ficazmen­
te redirigiendo esa energía hacia un ideal ,que n,os inspire .¡·,ue­
i
r orme.nte hacia u.n oo,nocirniento personal y una devoción
mayores respecto de �a Unidad de todas ias cosas y ex,terio r­
men.te hacia una n1ayor generosidad de espíritu y servicio.
Esta casa se ocupa. del proceso de asimilar un vasto cümulo
d 1e experien1 cia en todas .las d¡mensiones de la vida, particular­
mente· en nuestro manejo de las responsabilidades para ,co,n
todos tos demás seres vivos. A tr.avés de a�guna cias· e de devo­
ci.ón, práctica 1espiritual o servicio desinteresad.o, em.pezamos
a obtener la libertad respecto d .tos resultados de las accio­
nes pasadas y sus impresiones mentales conexas. El contacto
con un vasto panorama de la experiencia de la vida pasada
también podrá permitir a esa perso,na 1que exprese imagina�

43
cwón HimUada en las artes 1creativas al igual que, senciUamen­
te ,. comprensión y empalia con los dolores y las alegrías de
toda la , criatura vivas. Tanto la casa octava c,orno la duodé­
cima se relac.io,nan con estudio • s y prá,cticas oculto,s y m,eta­
fisícos, sufrimiento en un nivel profundo oomo ¡p.r,eludio d,e
algún género de l'ienacimiento, y consciencia inm,ediata sobre
la reaUdade de las dimensiones psí,quicas y espirituales de la
vida. La diferencia primordial entre las ,casas octava y duodé­
cima es que, mientras los p�anetas de la octava casa tienen
que confrontarse inmediatamente y trabajarse del principio
a'i fin, �os planetas de la duodédma casa pu,eden a menudo
tt:ascen,d,erse. En 1 1 p.rime.r caso, nevamos a [a superficie las
viejas tendencias a fin de transformada a través de una par­
ticipa,cirén inmediata ,e intensa, mjentras gue, en ,el ultimo
caso, nos elevamos enteramente sobre los p,roblemas+
Pi0,r los corn entarios antedichos podemos d educir que, los
1
1

planetas de las. casas de agua tienen potente imp,acto en los


niveles sutiles del ser. Por tanto, su influencia no es siempre
evidente y fácil de interpretar. Em mi experiencia !f la cuarta
la octava y la duodécbna ·son las, casas más difí'ciles de inter­
pretar en un .m.apa natal, pues nunc-a sabemos ,en qué ni­
vel se manifiestan estas, en,ergías,. Por ej:emplo. Saturno en
cu,dquiera de las casas de agua podrá, indicar rigidei. en los ni­
1

ve.les profundos, resistencia subconsciente a la exp.r,esión mo­


1e

cir0nal. En algunos casos,,, hay marcada medrosidadl, natural za 1e

retra.ida, o fuertes sentimientos de ,culpa, obligación o genera­


lizado abatimirento emocional que llenan Ja consciencia del
individuo. Pero, a \'eces,, estas mismas personas tienen coni0c�
miento muy profundo d las fuerzas ocit�tas o inconscientes;
1e

po.r ,ejemplo Sigmund F reud, Ja astróloga Vivían Ro bson y la


teóso:fa Annie Bessant tienen todos a Satumo en ]a duodéci­
ma casa..
Otros pocos ,ejemplos breves de p•llanetas ,en casas de a,gua
deben servir para dar una impres,ión más c-0mpleta de aqueno
a lo que me refiero. Con la Luna en estas casas,, e� sentido de
seguridad mtedor o apoyo emocional de esa persona puede·
ser vago o inconsciente. De allí que, a m.enudo,, e necesite
mucho un sentido de orden' para apuntalar el sentido de segu­
ridad de ,esa persona; y he aquf tal vez, porqué tantos astró­
�ogos, tienen a la Luna ,en ,estas, casa s. Parecen 1 encon trar el

44
apoyo, y el sentido de orden que niecesitan en tales ,estudios'"
Con Mercurio en . las casas de agua, la nota clave de la modali'­
dad operativa de la mente es m.ás bien la i11 tuición que una 16-
g.ica estricta.. La percepción y la comunicación están a m,enu­
do ,enredad,as per,o, en o,t:ras. ocasiones, ·son extr,emadame , nte
a
sutUes e incisivas .. Naturalmente �a m,ente Uende a pens r con
profundidad y -aunque p,ueden presentarse modos obsesi­
vos de pensar- también hay, a menudo, ta�enlo para los ,esbl­
dios o escrU,os herméticos� _psíquicos o espi, ri:tuales. Con Mar­
te en estas ca.s.a.s, Wa. persona es ,, a m,enudo, manejad.a por fuer­
zas que están más allá de su conbol, y sus más fuertes objeti­
vos ta] vez no ten . gan un ,carácter o una m,eta r,cilmenle defi­
nibles.. La persona puede se·r nevada hasta e] punto de la o b...
sesión, como Vincent Van Gogh, que tenia a Marte en la duo­
décima casa, ,o, tal vez encauce sus pasiones pa:Ja que luche
enérgicamente por lo,s que están en pro,b�emas o contra sus
propias tendencias negativas. Este último enfoque puede lle­
"3rle a ser demasiado duro consigo mismo,, :pero no, s.e niega
que Marte ,en las casas de agua puede ser un estímulo eficaz
paira el de·sanoUo personal.
V,enus en las casas de agua muestra generalmente que Ws
persona no puede hallar satisfacción emociona� en ninguna
actividad o rela.ción superficial ooniente, he-cho, que mucho
lamentan a1,guno . s autores de temas astrológicos.. Sin em bar­
go, este mismo hecho puede inducir a esa persona a exp,!ora-r
su vi.da interior más fructíferamente q a emp,ezar a dirigir sus
e
, ner(d.as h . acia m,etas espirituales com,o medio para lograr sa..
Hsfacció.n emocionat Esta perso:na necesita únic-amente tiem­
po para explorar et mundo interior.. Con Júpiter en estas ca­
sas, las necesidades religiosas 'Sólo .P·Ueden satisfacerse armoni..
zá:ndose con fuerzas de vi. da más p�o,fundas+ A menudo hay
una gen,erosidad espiritual interior que sostiene a la persona a
tr--avés de épocas difíciles y proporciona inspiración cuando
,e:n la supeñicie de la vida todo parece· de-sie,rto. El hecho de
t,ener alguno de los plaentas trans--satuminos en_ las casas de
agua indica, con frecuencia, una marcada sensibilidad ps.íqui,.
ca y/o fuierzas inconscientes c.lairament,e activas.
En suma, los planetas en casas d,e agua revet. an lo que no
puede hallarse -o ex.perimentars e fácjlmente d,e modo saUs­
factorio- en la superficie de la vida,, y que só,Wo podrá cum-

45
pUrse en las profundidades del ,conocimiento interior. Todo
ptane ta que· caiga en cualq uie·r casa d'e agua pued'e in terpre­
tarse, .Pues, como un aspecto de· la naturaleza de la per sona,
como �una dimensió·n ,de la experiencia ,de vida, que só , lo po­
drá cu·mplir mediante ,una búsqueda d'ent-r,o d,e ella mísma.
EJ individuo deberá ,converUrse en buscador ! r'en ex.plorado:r
de· los reinos interiores del ser; ant.es de obtener un conoci-
miento suficiente d,e la vida in terio , r que le ermita sa tisfa­
cer el anbel,o que siente. De allí qu,e los plane·cas que caigan
en esta casas sean índices d,e aspectos del ser muy proble­
mático, cuan . do la persona es espiritualmente inmadura ,, cuan-·
do todavía no dio claros, pasos a ·fin de conocer y enfrentar su
naturaleza y sus mo·Uvacio ·nes interiore , s. Una ye
, z que perci­
bió ia finalidad más sutU que existe detrás de estos n.ahefos y
la razón última d e esta frustración y este anhelo temporarios..
1

el individuo está realmente en v (as de experimentar la hans­


�- �- - ac. 10
1ormi ·, ,. n nece ·_ • a- ·de Ja
:,- -san- ___ _in oonsc1·
_ ___ _ en·
1
_ __ci.._a .

La Luna
En .la presente vida la personaHdad se construye sobre las
ba.s.es del pasado,. Tal como la cuarta casa e-s'tá ,en e I fondo
misn-io de.! mapa natal,, constituyendo, pues ,, la base sobre la
que c , onstruimos nuest:ra personalidad operacional íntegra, de
igual modo la Luna -que tradicionalmente "gobierna"' a Cán­
cer y la cuarta casa que participa del princi p1 io idéntico- re...
pre enta nuestros sentim.iento,s raigaies ace:rca d,e nosotro:S
mismos. El principio d,e la .Luna es simila.r a lo que muchos
psicólogos Haman la ��imagen pei■sonar',. aunque el sentido
del yo representado por la Luna no es tanto una image.n
consciente y visu.al como subli min al, habitualmente una ind.i­
cación más bie·n vaga de lo que realm,ente somos� Los astró­
logos asociaron tradicionalmente a la Luna oon el pasado ! ya
sea me ram,en te e] pasado durante esta vida� y conectad o con
condicii0namientos de .la infancia y rela.ciones con los ·padres
{especia1mente la madre), o corretacionad,o, con una c , ompren­
sión más vasta dei pasad o, en el contexto de la te , or:(a, reencar­
nacioni .ta� En muchos, ,escritos astrológicos se ha expresado
,que� m ien·tra s la Luna 0111.,;,e-:;:tra el pasado, el S.oJ muest�a la

46
orientación p,-esente, y el Ascendente seilala el desarrollo
futuro. Sin duda, hay un razonamiento sensato detrás de es­
tos paralelismos, y -en un nivel abstracto- son probablemen-

te muy exactos en la mayoría de los casos. Sin embargo, en el
presente todo llega junto; lo que hemos sido continúa influ­
ye!!ldo en nue.stras orientaciones, actitudes y acciones en el
ahora. El he<:jlo de cómo nos sentimos respecto a nosotros
mismos y qué pautas de expresión sobrevienen más natural­
mente y las sentimos más cómodas (la Luna), tienen gran im­
pacto sobre nuestro modo presente de vivir.
fa
Tal como Luna refleja, e : n nuestro sistema solar, a la luz
solar hacia la' tierra, y concentra así la fuerza de vida hacia
objetivos prácticos (simboliza.dos por la Tierra), de igual. n10-
do la Luna en astrología rep ,resenta un reflejo general de lo
que hemos sido en el pasado,. Es una imagen de experiencia
pasada y pautas de conducta asimiladas con las que ahora nos
sentimos cómodos porque son familiares y porque -de he­
cho- hemos ejemplificado esas cualidades en nuestro mismo
ser. En otras palabras, la Luna simboliza -especialmente se­
gú!!l la posición de su signo- pautas kármicas específicas,
mentales y emocionales, que nos inhiben o nos ayudan en
nuestros intentos de expresarnos y ajustamos al mundo ex­
terno. Si los aspectos con la Luna son armónicos, revelan
pasados condicionamientos y pautas de reacción espontánea
que podrán ayudar a la persona a que se ajuste a la vida y a
la sociedad, y a que exprese su yo. Si los aspectos de la luna
están tensionados, simbolizarndo así ineptitud para ajustarse
con facilidad a la vida y/o una imagen personal negativa, estas
predisposiciones emocionales deberán superarse. Es importan­
te notar que la Luna sin1boliza tal reacción espontánea y tales
pautas de conducta que estas orientaciones son primordial­
mente evidentes en la niñez, cuando nuestra conducta es, más
bien pura y desinhibida. De allí que el signo lunar y los as­
pectos sean muy inmediatamente eficaces en la primera parte
de nuestra vida. A medida que envejecemos, es posible que
superemos algunas antiguas pautas emocionales, incluso a
punto tal que los bloqueos emocionales que muestre el mapa
a través de aspectos lunares ya no tenga significados impor­
tantes. No estoy diciendo que el signo de la Luna cese d:1;: ser
importante, pues simbolizará siempre un tono dominante en

47
el rn.odo fundamenta.] de , er d� la persona. Pero lo 1 que re·calli­
.s
co e que los problemas y ci0nflic.to1 asociados ,con los aspec­
to,s de la Luna y con la expresión de ]as cualidades. de ,es m.o­
1

d o sirn bo lizada pueden ser superados casi tota hn,en t e, o por


1

lo meno - �ustarse de manera saludable.


Pu- sto que 1a L-U.na es un símbolo tan comp�ejo y puest,o,
que sus significados so,n tantos y div . ersos ., el modio más apro­
piado de exphcarlos más es presentar un esbozo esquemático:
a), La Luna simboHza Ja imagen de uno mism . oque una perso­
na ve renejiada en sus tratos con e] público. De aUí que una
Luna tensíonadament,e aspectada pu,eda mostrar mepti.tud
p,ara pn1ye·cta.rse ar-mbnicamente a fin d1e ,que otras personas
respondan de m.anera positiva. Una Luna aspec · tada armónica­
mente muestra, a menudo, que podemos ,expresarnos armóni­
cat11ente a) tratar al p úbllico y que tenemos buen sentido r,e�
1

pecto de io ,que al p(lblico, �e gusta. (En otras palabras, cuan­


i
do respondemos intuiHvam 1ente a �os demás con exacttud,
ellos, a su vez, responden de modo positivo.) Por tanto, los
aspectos arn1ónicos oon �a .Luna muestran .áreas en las que p�
de·1nos proyectarno con facilidad a fin de obtener una buena
ret mro al imen taci6n.

b), Una Luna tensionadam1 ente aspectada muestra, a m1 enudo,,


una imagen personal ma�cadamemte inexacta, pues cómo la
persona sienta acerca de sf basada en pautas pa�das, .identi­
dad pasada �a] vez no sea una descripción exacta de �.a na.tura­
leza verdadera de esa persona en el presente. Esta inexactitud
de la im.ageu personal se refleja a menudo, en c,ondu,ctas co,_
mo éstas: tomar las cosas equwocadam.ente. s,er extremada­
m,ente sensible. reaccionar en den1.a.s!a ante bagatelas, vestir
de mame·ra que no se adapte a �a natura.�eza interior y a la ver­
dad,era personalidad, y estar d,emasiado a la defensiva.

e) La posición de la casa de �a Luna na.tal muestra ,el área d,e


actividad de vida en que neces.itarn,o,s obtener retroalimenta­
d6n, donde pod·remos llegar a vemos más objetivam,ente y·
donde podremos armonízarnos en un se:ntid 0 del yo que pue­
1
1

da proporcionarnias tranquilidad inteJiior.

ch) El signo de 1a Luna ·m uestra cómo nos defendemos, instin-


48
tirvamente� Por ejemplo,. la Luna en fuego reacciona con ira� la
Luna en aire, con racionalización disputas o djscusióin; la Lu­
na en agua., c, on retiro o eclosiones emocionales; la Luna en
tiena,, con aguante.

d) El signo de la Luna. simbolaa también un modo de e , xpre­


sión q , ue He.ga naturalmente y un modo de conducta. en el que
nos sentimi0s seguros; pues eE signo de la Luna muestra una
vieja pauta de vida que habitualmente ,es medianamente, có­
moda (a m,enos que Jos aspectos est6n demasiado tension.a­
dos)� Unos pocos ejem · pJos: �ai Luna en Ca¡p,ricom.io encuenlra
seguridad en la vejez, en representar ser vieja, en cultivar una
conducta anciana. La Luna en Tauro puede ballar seguridad
en actuar como un campesino grosero. La Ln a en l.eo halla
seguridad en exhibiciones dramáticas o, por Jo menos, en ser
rec,o,no,cida.

e) Yuesto q , ue la Luna rep,esenta fu,erte deseo de expresar un


modo de ser que es. parte natural e , íntima de uno mismo, el
signo de la Luna muestr.a también lo que necesitamos expre­
sar ¡a fin de sentirno , s, bien con nosotros mismos! Como �o
1
ex.presa Grant Lewi 1 la Luna muestra el "deseo de� ,corazón M .
Los aspectos con la Luna muestran senciUamente con cuánta
Ja·cilidad podremos ex¡Jire , sar este modo de ser y· con cuán.ta
facHidad podre·mos alcanzar esta sensación de bienestar..

f) El sig:nio de �a Luna simboliza ]a apUc.aci61n. p.ráct.ica de la


en.ergf· a 'Y la finalddad solares. He aquí po,rqué un trfgo,no,,
un sextil o -basta ci,en.o punto- una conjunció,n Sol-Luna
(lo, mismo, q u,e tener sencillam,en te a] Sol y a la Luna en e ie­
m en tos compatibles) es un aspecto tan estabiilizador y pote.111-
cialmente cre , ativo; pues en estos casos, la ener:gia solar podrá
e,xpresarse fácilmente , de modo práctic,o.

Por todo lo anterior,, debe quedar e , n ,c�ar,o cuán importan­


tes. son el signo, la casa y los aspecto,s de la Luna en toda con­
sideración de las re , v,elacion es kárm i.cas del mapa. Probab1e­
mente, en e.! mapa , natal no haya otro factor que pueda re]a­
cionarse ta.n inm,ediatamente con fas pasadas expe,rienc , ias y
pautas consuetudinarias. Debemos t,ener cuidado de no sirn-

49
plificar d.e m.ás la asocfa.c1on de �a Luna con las vidas pasa­
das a punto, tal de formular deciaracio,nes como ,ésta: uBue­
no,, usted dene , la Luna ,en Leo J' de modo que� en una vida
pasada� debió- haber sido un actor". Tales interpretaciones,
pueden ser ocasionalmente vá�idas pero habitualmente no
tienen una finalidad constructiva y pueden dar al cliente la
impresió,n de qu,e el astrólogo está tratando sencillame , nte de
impresionar con expr,esiones sensacionalistas,, deducció , n ésta
qu tal ·vez sea muy p,recisa. Lo importamte , en que· hay ,que
detenerse e �a necesidad que la Luna simboliza en esta vida;
y e� ,enfoqu� más constructivo para ínte·.rprretar mapas desd,e
el punto de vista kánnico es aclarar las motivaciones y las pre , ­
s
siones má . profundas que la perona sienta pero que no tiene
modo d _ identificar o poner en una perspectiva más vasta.
AJ concluir ,este capítuJo, podemos decir ,que cada uno de
.nosotros tiene la oportunidad de arm.oniz.ar dentro de sí
mismo las div,ersas manife-stac.iones del universo· y tene­
mos ]a o,por!unidad de aceptar a todos los demás seres huma­
nos, incluso aqueHos con. �os que pulsamos una nota discor­
dante en el nivel de la personalidad. ¿Podemos vivir sin exigir
que t,odas las experiencias y todos los seres humano,s armo,ní­
cen con nuestra sintonía? ¿,Podemos hacer evolucionar una
c, onsciencia ma.duc-a y desapegada que , 110s pe.rmita observar­
nos mientras representamos el papel que nos. correspondió
en el drama cósmico? ,¿Podemos reírnos d,e nuestra compleji­
dad,, de .nuestros conrncto,s y nu,estras inooberencias?' Lo que
es importantísimo: ¿podemos tener fe d, que e� universo es
armónico y que sólo es nuestra visión e , strecha la que ve dis..
cordancia? Las respuestas a estas preguntas determinarán,, en
gran medida� cómo enfrentamos nuestro karma en esta vida
y qué clase de karma estamos cre , ando ahora.

so
Cap ítullo 11

TIRANSFORMAC,IONI

ingún astrólogo -lo mismo, que


nmgú n psicoanalista- puede· mter­
pretar la vida y e� destíno en un o.ir
v,el superior a aquel, en ,el cual fun�
ciona.
Dane Rudhyar

En la hist,oda ha habido período,s en los que a los que estu�


n
diaban astrología,, otras ci ncias "�ocultas y vario enderos
espirituales :se los perseguía ,, d ster:raba; torturaba o at0irmen�
·taba de otros modos. Durante ,estos períodos, a quienes estu­
diaban eso les fue necesari o d,esarroUar un lenguaj,e, un códi­
go o un conjunto d,e símbolos secretos con ]os qtte pudieran
,co.municarse en tTe eUos s.in qu,e los aj en os supiel'an lo que· es­
taban transmitiendo. Duiante estas épocas históri,cas. ! el len...
i
guaj,e uocuUo'' -o e.sconddo- servía al fm práctico,d,e preser-
-var �a s,eguridad de los individuos miciados en ta�es enseñan­
zas. En la América de fines del siglo XX sin embargo las cir­
cuns tanciais -a� menos po,r un tíempo y en la mayoría de �os
.lugar,es- cambiaron dramáUcam,ente. T,odavía ha.y ua hosti..
gamiento ocasional del individuo que pra,ctica la astrología,
la curación espiritual, o algo así' ) pero -en general- la Uber­
tad para explora.r varios ·métodos de cn�cimiento ,espiritual ,.
que tos ciudadanos. de una dem,ocracia se supone que disf_ru.
tan t se oonvi,erte m,ás, en una r,eaHdad� De hecho, son muchí..
simas las personas ,que han exhibido cre·ciente interés por
todas las fonnas de temas ocultos, cspíritua�es y psfquico,s,,
c,omo son ,ejemplo de esto �a venta de libros :. la asist,encia a
clases y conferencias, y d énfasis de· los medios masivos de
comu:nicací,ó,n. sobre estos tóp,ioos. Quizá, ,cuando haya pasado
la moda del interés popu]ar, quedemos una vez más s,ó,lo con
las pe,queñas cantidades. de adeptos serios y e tudiantes con�

53
traídos que pueden haillars durante cu.alquier época. Por su­
puesto, no debemos desodenta.rnos sólo con lo,s números
i
confundiendo así la c , antidad con la calidad del inte.r és.
Sin t,ener en cu.en ta lo, que el futuro mtJroduzca. en e] cam­
po astrológico ! creo que dos cosas son seguras .. Primero,. mu­
chos estudiant,es serios d,e la astrología anhelan -y :riespondien
a quienes desarrollan- un lenguaje astr,oló,,g:ico nuevo, y m,o­
de.rnizado. Segundo, m.uchas personas que sienten curiosidad
por la astrología se apartan rápidam,ente de ella luego de leer
unos pocos libros uadiciona�es o asistir a unas pocas ,clases,
sobre el tema; y muchas de ,ellas es probable ,que persistieran
en su int,erés sima as:tr ologf.a se presentara de un modo moder­
no y constructivo que la hície.ra más accesib]e a �as personas
concretas y prácticas. Pu,est o que, en ffia actu ailid ad, a la astro­
logia ,se la presenta, tan a menudo, de un modo arcaico, de­
masiado basado en la creencia y no lo suficiente en el ,conoci..
miento o la comprensión ,ea�es t un estudiante debe ser atraí­
do, con gr-an fuerza hacia 1a astrología y debe senUr una abru­
madora fascin.ació,n con ,ella que le permíta. sostener un inte­
rés, y un compromiso prolongados. Hoy y.a no es necesario
- -�
man : - · u._ na
t ener :- "' as•""o1o
_ u, _ g ía
__ H·eso·té-=1·
_ t'. ca'"
_ o um· 1_· st·e_ n· osa''
_ '.,- aun
_ que
_
n
todavía podemos ocuparn,os de los aspect,os '�'eso,té.rico,s de
la astrología de un modo directo y experim,ental, •Como ,estoy
tratando de hacer�o en este Ubro,. Et tema en si tiene Ja capa­
cidad de instilarnos un. gran sentido, de t,emor rever-encial ha­
cia los .misterios del universo. o tenemos que acrecen·tar este
misterio. ¡Con cuánta ffiecuencia creo ,que el esfuerz,o de
mante·ner la astr,oJogía misteriosa ,es sólo un juego de� ego, oo­
mo si la persona dij1era: HM.ira qué avisad, o, e intuitivo ,so,y,
puesto que puedo figurarme todos estos misferios. ,cósmicos,'"!
En otros casos, está ciar-o que el astrólogo o el posible astrólo­
go hace que las ,cosas parezcan misteriosas o confusas ·sencilla­
mente debido a su falta. de comprensjón. Cuanto más enten ...
demos v·erdaderamente m,ediant,e experiencia inmediata (más
bien qu,e mediante me,ra deducción teórica), más sencilla y
práctica podrá Uega.r a ser nuestra expresión de esa compren­
sión. Como dijo Einstein, s,i r,ealment,e entendemos algo, d,�
bem.os ser capaces. de exp.Licárse,�o a un nü"iito. Y, como ]o ex­
presé en la lntrodu,cción� lo que corrientem,ente s.e necesita
no s6J, o en e·� camp o de ]a astrología. sino t'am bién en toda

54
nuestra visión d.el mundo son principios simpUficadore-s y sin­
tetizadores,. En otras palabras, ¿por qué deberíamos seguir ju­
gando con 1egocéntdcos ju 1egos conjeturales en . astrolog-ia
cuando p,od,emos ocuparnos di.recta e inmediatamente de los
principio,s arquet fp.icos y estructurales de Ja ·vid.a misma?
¿Con qué ideas simplificadoras y smte·tizado,ras aoerca de
1

la astro,Jogía podremos empezar? Prim,ero de todo,, debería�


m,os conve rnir en que toda. ]a astrología -cuan do se la apik�a a
las vidas de los indjviduos- se ocupa de la transfo-rma;ci6n. En
otras pa�abra , e un m,odo de percibir ,claramente y conquis­
tar una perspecUva sobre los. cambio,s, ciclos, y períodos de
crecim,i,ento y decadencia constante que caracterizan .a toda.
la naturaleza. Ta·mbieñ deberíamos conven:ír en que la .astro­
logía nos ofr,ec un �enguaje experimental, o sea un lenguaje
g u, es utU isim o si se lo usa para d,escrib ir la experiencia i:n,te­
rio r de la vida de·] individuo y sus cambios incesantes. 1 La as­
trología no -simboliza necesariam,ente la situación o los acon­
t,ecLm ientos ex ternos de la vida de una persona, au n,q u e en
muchos casos lo haga. Pero mucho más a menudo > simboJiza­
rá ]a e.xpe.riencia interio,r y ,cómo esa experi,encia encaja en. la
pauta tota� de vida. Por ejemp]o� supongan1os qUte alguien u.se
enan1oró," cuando Saturno transitaba en un aspe,cto en cua­ 1

dratura a1 Sol n.ataJ.. Poquísimo astr,ólo,g,os podrían deducir


correctam,ente d,e sa configuración sola ,que la persona co­
1e

menzb de hecho uraa nueva relación u.amorosa". Pero cual­ 1

,quier astrólogo famiUarizado oo,n el significado má , profundo


de los tránsitos de Saturno sería capaz de describir, hasta cier­
to punto 1 el significado de esa experiencia, cómo se sentirla la
persona durante ena, y .la duración aproximada d,e la fase m.ás
intensa de esa relación. Es.te ejemplo1 muestra la. necesidad d,e
retroalimentación en el trabajo astro]ágioo con clientes y por­
qué una consulta en forma de diálogo consultivo es específi�
camente mucho más exacta y úti� que una "'lectura t " unilateral.
n ,el párrafo antedor se expresa ,que toda la astr,o�ogía

l CL Astro.logia, Psicolog(a y los CWJtro Ele111.entos, pág. 10.S, 'Ed.


K.ier I S.A.-. dondedeimí los factores básicos as1[1o]óg¡icos, en términos
de ex.periencia: los planetas, oomo dtmennones de experie,Jcia; ]os ·s.ig,­
nos como cualidades de experiencia; y las casas como varios campos.
de experieru:ia.

55
-cuando s la aplica a las vidas de los individuos- se ocupa
d la transformación. Tal vez sería útil ser más pir, ciso, en
una f:orma esquemática. La ast.ro�ogia, basada en la configu­
ración pbinetaria que se considera se ocupa de estas clases
de transformación persona]:

SOL: Transformación d e 1a identidad y modalidad de ex­


1

presión d · energía creadora.


LUNA.: Tran folimación de nuestros s,enti1nierntos acerca de
nosotros mismo y de cuán cómodos estamos, con noso­
t.rio , mi mo
ME.RCURl'O: Transformación de nuestra modaUdad de
p :n.samiento y peroepció,n) y del modo en e] que expre­
samos nuestra inteli�ncia.
VENUS: Tr--an'Sfo.nnación de nuestros va1o.res ,emocional.e~
y n1odalidad de e, xpresar y e, ntender nuestras necesida�
de de intimidad .
.MARTE: Transformació,n de ]a capacidad para afirmar
nuestra vo�untad y saber qué ,queremos realmente.
JUPITE,R.- Transrormació,n de nuestras cre,encias, asp�racio­
nes y planes, a largo plazo par.a et futuro: todo lo cuaJ
prom,ete algún género de mejor,a.
SAT,U.RNO: Transformación de nuestras an1biciones 7 prio­
ridade y estru,ctura laboral
URANO: Transfo.r.mación d e nuestro sentido de la liber­
1

tad de nues,tra finalidad individual y de nue t.ra singula­


ridad personal.
NEPTUNO: Transiorma •.ión de nuestJ"os .idea]es espiritua-
1,es y /o sociales.
P·LUTON: Transfiormac�6n del uso de nuestros poderes y
recursos interiores parUculannent la me·nte y el poder
de ]a vo!untaid.

Ea partes posteriores d _ e te libro no referiremos reitera­


Jamente a estas varias clases de t:rain fonnació,n personal y
esas refere
, ncias má pormenorizad.as, deberían aclarar. el al­
cance y el significado de los cambios de ese modo indicados.
Pero aquí debe ex.presa.rse q , ue, a fin de, experimentar esta ,
transformaciones de un modo sano, y relativamente a , rmóni­
co� d bere
, mos tener :recta actitud hacia -y relación con- las

,56
energías y ios poderes d iversos que los planetas. repr�sentan.
Deberá haber una alinea.ción conscientemente forjada c, on nó­
sotro m ism,os 1en ue t,odos �os aspectos de nuestro ser a fin d,e
e tar totalmente abiertos ,a �as interminables transforma,cio­
nes que Ja rida n o,s e x.lgirá. Y 1esta allneació·n -esta apertuFa­
Ue ne un significado directo en nuestra salud física, mental y
espiritua L Conllo escribió el psiq uia.tra jungfa no Robert
M. Stein:

La investigación psico, somdti,ca se limitó exclusivamente a


investigar la ,:elación mente-cuerpio en ténnin,os de causa. y
efecto. En contraste ,con el modelo causal usado, en la me­
dicina científica mod,ema, el antiguo modelo acau-sal de la
m·edicina teúrgica s,ostiene que· la enfem1edad e-s una c,onse�
cue.ncid de l'a acción divina. ,Una base de la medicina teú rg:i�
ca es que la d,eidad que inflige la be.rida ,es, a un mism,o
tiempo, la ,enfe-rmed'ad y la .cura. Por ,tanto, el ,objetivoá no
es c,om·batir la enfemz.edad com·o en la ,nedicina alop tica,
sin·o más bien est-ablecer u na co·nexión·; o sea, una reláci6rn
correcta con el poder divino (De '"Cuerpo y Psiquis: Una
visión ar,quetípica de los fenómenos p,sicosomá,ticos'''; Pri­
mavera de l 97,6.)

Par.a 1empl,ear la terminología antigua, 1o , s planetas son Jo .


•''dioses que debemos. adorar; o sea es necesario prestar de­
º

bida atención a estas fuerzas dentro y fuera de nosotros a fin


d,e vivir en un stado de salud e integridad. Puesto que, con10
1e

�e expresa en la cita anterior, �a "d,eidad que intljge la herida


,_ - :, a· u_ o- m, 1·smo
es _ _ 11·
_ e_ _m:if"lo
r • la e_ n-renn
_ -, 1 eda1d -y. la� _ cu-a ' d. em
_ _ r,_ .., , po · os
ver que todo problema de �a vida indicado e·n el map,a indivi­
dual 1es para nosotros una sug,erencia de q , ue, se necesita una
mejor rela.ció n ,con el poder o el prínc.ipio univc·rsal. En otras
1

palabras :, es en este ámbito, de la vida donde es necesaria una


transformación de alguna índole� Es inúti1 pretender que tal
problema es sen,cillamete una molestia que puede fácUmente
repr.imirse o ignorarse una ac, titud que e. demasiado, pat,en­
te 1en el consejo .astrológico, corrie:nt1e: uBu.eno,, no se preocu­
pe d.emasi.ado por ,eso,. Tan pr-ont,o e te planeta entre en el 1

signo siguiente t todo estará muy bien o,tra. vez". Lo que dan
esta clase d e consejo no ,entie·nden que gran parte de un pro-·
1

5,7
blema no podría existn en la actualidad i eW individuo hubie­
·'ª logrado la perspec , tiva y ]a integración apropiadas median­
, ibn pasados de la e·xpe iencwa pasada.
r
·te aprendizaje y asimiJac
Cualqu�era que sea el conflicto o la necesidad de to,mar dleci'­
s:iones que se agite en fa actualidad subirá a la supe.rüc.ie nue­
vamente ,en el futuro, aunque ta.� vez de fonna leveme , nte di;­
ferente i ahora no se los trata eficazmente.
En muchas antiguas cultuias, a los p1anetas se los consid,e­
rabai deidades. ce�estiales :reales º� po,.r lo menos� encarnacio­
nes de fuen.as o medios espirituales. En cie , rtas .ramas de·I hin­
duismo� a los planetas s lo,s c,o,ns.ideraba como lo·s "Señores
e

que eL Señor Supl'1emo de ignaba para que· gobernaran las di..


versas regiones de �a cr,ea,ci6n y distribuyeran nue· .tro karma.
n
En un sentid,o, muy rea], si a una udeidad la podem,o,s _onsi­
derar como una ,encar.naci6rn de una fuerza divina o una !ey
universal, 1es fáci� dar el paso siguiente de contemp lar a los
pJanetas desde ,el mismo punto ventaj1oso que lo veían los an'""
·tiguos, o sea� oomo símbolos o .reflejios de varias leyes, prin­
•dpios y fuerzas universales que f\ea�mente -juzgándolos ¡por
·su poder en nuestras, vidas- podrían llamarse divrnos. Un 1es-­
tudio ult,erior de vario•s escritos antiguos de Oriente podrán
proporcionarnos también un cuadJ",o más acabado, y ponneno­
:rizado no sólo de la estructura de! umv,erso sino también d J 1e

:significado real y de la modalidad operativa de los factores as-­


troló,gicos. Por ejemplo, las ense·ñanzas de la Vedanta -una
tradición popula.r de la. India- dicen que los símples princi­
pios de un plano, gobieman : las complejidades de la existencia
en los planos que es.tám debajo de él Lo que� ,en un p,�ano
superior., es u·no� se convierte en m-ucho,s en lo,s ·planos. iníe-.
riores. D1 e a Uí que ! al ,estud ia:r lai a strolo,gia, ya sea. que Jo ad.­
vu-tamos o no, e·n reaUdad estamos. estudiando los principios
superiores que Hgobie·.man" t,oda la. vida de los. planos de
abajo. Es de esperar que , ente.ndi ndo los principios, supe­
riores que funcionan en nuest ras vidas� podamos acomodar­
nos más fác , il y armó,nicamente a la. finalidad cósmica que
está detrás de nuestra experieada inmediata.

Los prhu::i1 pios del Sol y la Luna

La tradición vedántica habla además de· muchos sub-p.la ..

S8
nos de la existencia e mtre eJ mundo físico y el p [ano causal
(o me,ntal) puro� Primero se .menciona a ulos. mundos del
Sor\ luego a Hlos. mundos de Ja Luna'\ y �uego de· eHo,
numerosas sub-zonas. Además,. a menudo se dice qu,e el
Sol y la Luna, vistos con los i0j10s fisic, os ·so,n meros refle­
1

jos d.e las fu entes de energ ia del Sol y la Luna en los pEa­
nos más ·sutUes. 'Los Vedas y los Shastras, dos ese ritur.as
indias. tan antiguas que nadie :sabe rea.Lment e cuál es su
1

antigüedad ni dónde -se origmaron esas enseffanzas . di cen 1

que las al'mas i.'ndiuiduales bajaron .d,e las regio,nes astrales


a este mundo ma.te-rial jun.to con los rayos del .Sol y de
la· Luna·. Es ta] vez por e-sta razón que el So� y �a Luna son
tan unportantes en astrolo•gía y que todo lo d,e] mapa de, be
re lacionarse con los signos y aspectos del Sol y la Luna de
la persona .. En f\ealidad, si el alma es una umdad esencial del
poder djvwno, entonc, es., en si misma, es tota1 y completa.
P.ero cuando el allma encarma en lo·s re• in os de la d.ua·luidad �
1

como en el mundo materia I en el que siem p,:re tenemos po­


laridades de bueno-malo, día-noche, masculino-femenino,
parece que el alma se polariza se,gún ]as posicio,nes. de.� Sol y
de la Luna. En otras palabras t se re-Deja en dos aspectos de]
ser, ma:nitestándose ,como los princip,ios consciente e in oons­ 1

ciente activo y pasivo ,, masculino y femenino,: Sol y Luna .. Se


pie.rde Ja totalidad, se ha iniciado la división. En la mayoría
de los ,casos, las, mujeres e, stá.o m.ás en contacto con sus cua.lí­
dades lunare, s y los hombres con sus cualidades solares, aun­
que aquí debe recordarse que estamos tratando p,rinciprios
arquetípicos que no se· manifiestan de íorma pura en los se11es
humanos. De allí que haya muchos hombres (por ejemplo tos
d,e Cáncer ,. Taurio, y Piscis reca�cados) ,que están íntimamente
en contacto con ha·s cuaUdades lunares y son capaces de ex­
pre, sarlas; y hay· muchas mujeries (especialmente las de Aries�
Acuario y Escorpio recal,cados) que están muy cómodas con
expresar la caracterís.tica. de fuerza e indepe.nd ncia propias
1e

del Sol.
Aunque el cr.iterio cient f fico �und ial dese ribe al Sol como
inmensamente mayor -que la Luna me ha p,arecido siempre
Un.. simbo.J.o espec'a 1 -e· nte
_ _ ,_ J_ uu' _ n-otab1e - J.o·s d"#
. _ que �a.metros
· y- d"1�
tancias relaUv,os del Sol y la Luna son tales ,que cu·ando se,
los ue desde la tierra, ambos discos subHend,en casi exacta-

59
mente el mismo ángulo visual {O.Sº) y parecen ser ,del mism,o,
tamafio. Esto t simbólicamente J no, sólo ilustra que las fuerzas
lunares y so lares de nuestras vidas son de importancia absolu­
tamente igual, sLno que demuestra también con claridad ,cuán
grande es r,ealmente in.cluso un grado c-o.rn.plet, o cuando obser­
vamos al cie�o de_dre la tierra., Además, el he·cho de que e�
So1 y la Luna sean visualmente de sem,ejante tamaHo igual de­
bería dar a los astróJogos más razón aún para oo,nsiderar que
e� signo de la Luna es d,e igual .importancia qlle el signo del
Sol en todo map,a y para basar sus int,erpreta.ciones ,en una
síntesis d,e las posi,ciones del Sol y de .la Luna ,en relación
reciproca.
¿Cuáles son e·xactamente estos principios solares y lunares?'
uevrunente, podemos encontrar la más clara exp licación 1

de su signíficado psíco�ógico en los escritos de C. G. Jun,g.


Jung cor:.relacion.a �a fuerza �unar oo,n el principio u,quetfpi­
co femenino y la energía solar 1con el prin cipio masculino, tal
u
como astrólogos y a1quimistas lo han h,echo d rant,e mUenios.
Adem,ás, define al p,rincipio femenino como eros, no en el
sentido moderno de atracción :puramente física, s1no en
e� sentido más amplio de relación con otros ser-es humanos.
Luego de fine al principio masculino como lo:gos.

La psicalogt'a ,de la mujer se· funda e-n el principio de Ero,s,


el ,gran atador
i
y desatadorJ 1nientras que ,desd'e la an#güe­
dad el prncipio rector atribuido al hombre es Logo.s. (d,e
i 'La Mujer en Europa, u; Obras Escogidas,. Tom,o X; párra­

fo 254.)
Mientras la lógica y la objetividad s,on babitualmente lós
rasgos pre,dominantes de la actitud exterior del bomb-re 1 o
po,r lo meno,s se las con:s,ide-ra ,como, idea·Jes 7 en el ,ca·s,o de la
m-uj,er lo es el sentim'iento. Pero en· .e/' aim'fl es al revés: inte­
rion,u:nte es ,el bombr,e quien siente, y la muje,. quie n' re-
2 Esta clase de oo:n:ocimien�:os bien podría servif' para mstar a los astró­
logos, a que usen 11 'orbes��, más pequeñas pan los aspectos interp�neta­
rios una -vez qu,e ven que hasta un grado es d.os veces el diám.eu-o, deJ
Sol o de lla. Luna y que los otbe,s de 1 O gndos se u.sao a menudo pues
los as,pectos ·lunares o so�ares son ¡ve.in re veca el dlámem,, del Sol 0 1

Is Luna!

60
mente y ,que ·trataremos de .resolver dando ,consejo que esté
tan condicionado por nuestras tendencias culturales y sexua­
les que sea esencialmente 1carent,e de valo.r para el individuo
que lucha y busca nuestra ayuda+ (Hay tam b ié.n una tenden-.
c, ia ·sexuai co,nsiderable 1 en muchas ·tradiciones astrológicas,
aunque no tanta como algunos extremistas ,gustan creer:
pues quienes dicen que la astro,iogía ,es, • .,se xist..a n m,eramente
porque hab]a, d1e Jos, princi_p,ios ar,que'típicos masculino y fe­
m,enino . no. conocen simpl,em,ente su propia integridad po­
tencial.) P.or ejemplo i taJ ·vez sea ent,eramente inapropiado
emplear las. rígidas oorr1e laciones astrológicas del siglo XIX
para el matrimonio, ,en e) trabajo astrológico 0On una per­
sona Joven y m.odema. Pero sería igualmente inapropiado
e,mplear términos y supuestos que son important!es para mu­
chas personas más j,6venes. de hoy e.n una consulta con una
persona mayor cuya pauta de vida ,es más tradicional.
Las po:siciones, dei Sol y la Luna e.n el mapa nata.! r,eflejan
ta.m.bién n: uestra experiencia de· �os padres y nuestra :f\elación
con ellos. En esta vida., lo . s padres constituyen,, por así de0cir­
lo, las fu.entes oo,ncretas y aparentes de nuestra vida,, nuestro
destino y nuestrio carácter. Muchos de los libros, más viejos so­
brne astrología dan la impresión de ,que invariablemente podrie­
mos deducir del mapa exactam,ente a qué se :par-e,ce la re]aci,ón
con los padres y 06,mo anduvieron uno con otro, si se divor­
,ciaron, o uno murió prematurarn ente, etc. Y o hallé tan
fácil deducir estos oo,no,cirnwentos específi cos ,como algunos
escritos inducirían a supone.do. A. menudo es posib�e ave.ntu­
rar una conjetura, sobre la base de los, datos del .map,a, que re­
sulta ser exacta, pero -incluso ,en esos c, asos- re , almente nada
demuestra y no brinda c-onocirnientos útiles. Es meram1 ente
un juego conjetural.. ¿Por qué debemos. usar la energía psíqu�
ca y un tiempo valioso tratando de, conjeturar algo que, a me-
~ ~

nudo, podremos, averi_guar tan sóJo formulando a los cfüent,es


una sencilla pregun ta1 Me p,arece que las posiciones del Sol y
de la Luna :i- y especiahllente sus aspectos, simbolizan habitual­
rn1ente nuestra experiencia interior de los padr S; lo que los
padres com:0 par�j a representaron para �a pen · ona j si a ,esa
persona le p.are,ció que, t,enían una relación mutua positiva, y
oómo la persona se se-ntía a� relacionarse con cada uno de
ellos oo,m.o individuos. ·oebemos ser claros aoerca del hecho :
63
de que el mapa natal muestra primordialmente nuestra expe­
riencia, no necesariamente los hechos "objetivos" de la situa­
ción. Por ejemplo, he visto muchos casos en los que, aunque los
padres a menudo peleaban y a su tiempo se divorciaron, el mapa
del hijo tiene un trígono de Sol-Luna y carece totalmente de las
indicaciones tradicionales de una vida familia.r destruida. Apa­
rentemente, en tales casos, la persona no es afectada seria­
mente por la discordja de sus padres. He visto otros casos de
personas cuyos mapas contienen una cuadratura de Sol-Luna
y otras numerosas indicaciones de un "complejo" de sus pa­
dres, y sin embargo cuyos padres estuvieron casados muy fe­
liz y am1oniosamente durante cuarenta años. En estos casos,
podría suponerse que el individuo percibió que los padres re­
presentaban modos conflictivos de ser y modos de autoexpre­
sión (mostrados por la cuadratura de Sol-Luna muy específi­
camente) que Juego generaron en el individuo ciertos proble­
mas en relación con los padres reales, lo mismo que un con­
flicto interior entre los roles activo y pasivo, dominante y re­
ce'ptivo. En la vasta mayoría de mapas natales, el Sol y/o la
Luna tendrán aspectos armoniosos y fluidos, y también aspe<>
tos tensionados y desafiantes con otros planetas. Un atento
análisis de estos factores del mapa, combinados con una dis­
cusión íntima de los sentimientos más profundos de la perso­
na, revelarán habitualmente que, aunque la persona tuvo (o
todavía tiene) una relación armoniosa con su padre o su ma­
dre en algunos niveles, hay otros niveles en los que experi­
mentó gran frustración o conflicto. Por ejemplo, si nuestra
Luna está en trígono con Mercurio pero en cuadratura con
Venus, la persona es probable que tenga buena relación inte­
lectual con la madre, mas no un fácil intercambio de amoro­
sos sentimientos y proximidad física.
Lo más útil que podemos hacer al analizar psicológicamen­
te los primeros años del individuo desde una perspectiva as­
trológica es comprender que nuestra armonía particular,
nuestro karma y nuestras pautas de autoexpresión produci­
rán inevitablemente ciertas reacciones de los demás, y parti­
cularmente de aquellos con los que vivimos estrechamente
día a día. En última instancia, a los padres no podemos cul­
parlos de todos nuestros problemas, y no hay una finalidad
constructiva en tal proyección de nuestras responsabilidades

64
sobre los demás. 1 o estoy in firie.ndo que no hay a relaciones,
padrerhijo-s que no ne,cesiten un atento examen y� a ·veces,
tJ "a·tamiento psicoler,apéutico. ¡Por el contrario! Me parece
que a menudo nacemos ,como lo1s padres o los hijos de un en­
te con el que tenemos un karma partj¡cularment:e intenso. Pe­
ro si esa relación misma., en vez de ser só)o la a,ctitud de un
individuo hacia ella es. más bien r,ealmente un _p,rob1ema en­
tonces es invariablemente necesado, mirar no sólo un mapa,
natal sino también una comparación ponnenorizada. del mapa
e.ntre las personas involucradas. Algunas,. personas son de na­
turalezas y armonías tan enterame, nte diferentes que son pu­
ra y simplemente incompatibles 7 y -en estos ,casos- por más
que se trabaje en la rela,ción no1 se hará que esas persona,s sean
m,ás semejantes. Tal vez puedan aprend,er cómo aceptarse mu­
tuamente y de m-odo más pleno,, y a brindarse n1utuamente
espacio suficiente para que se expresen, ¡pero� sin embargo ;,
tal vez no quieran frecuentarse mucho.
El hijo vive en el campo ,energético de los padres� En ,otras
palabras el hijo vive y f"iespira ,en la at,nósfera que los pad'r:es
,crean a través de .su relat:ión mutua. , De allí ,que, ,cuando una
perso,na enveje,ce y vive ,cada vez con mayor ind,ependencia
.respecto de sus padJr,es, 'ta� vez d,escubra, a través de esta pers,-,
pectiva. a,crecentada; que su naturaleza verdadera no es com ...
p,atible con la atmósfera de sus padr,es que todavía Ueva alre­
dedor de sí en forma. de pautas psj1c0Jógicas consuetudjnarias..
Si est,e es ,el caso ,. entonces esa persona necesita enco ntrar y
1

desarrollar su. propia. a.tmósfera, un modo de vivir y re[a,cio..


ma.rse que sea conducente para su naturaleza total. Muy a me­
nudo, el signo de la cúspid,e d.e la cuarta casa simboliza el ti­
po de atmósfera que un individuo necesita a fin de sentirse
cómodo consjgo mismo� La. compara1ción de un ,mapa, más
que, sólo un análisis del mapa individual,. podr,á revelar habi­
tua�ment1e si una persona estará cómoda, y sana en la atmósfe­
ra de sus padres. o si las pautas condicionantes asociadas con
esa atm,ó,sfrera ayudarán o inhibirán .Wa autoexpresión de la
persona. lJn individuo luchará. a brazo partido con todo 1este
a·sunto a fin de alcanzar la ciase de desapegada perspectiva
que le pe,rmita ocuparse ,objetiva y eficazmente de sus propios,
hijos y r,econocer las necesidades de éstos en cua.nto a un es-­
pa,cio independíente. SI no se a�canza e ta obj tividad� ,enton-

65
ces e] individuo repetirá d,t: modo inconsciente ]os eRor,es d,e
sus padres, Como escribe Jung:

La re_petieión- desastrosa de la pauta familiar podr{a ,descri­


birse· com,o el pe,cado, original psicológico, 1 o como la maldi­
ción de los atridas .que corr.e a través de las generaciones
(d,e Mysterium Coniuncti,onis; ,Obras Escogidas, Tomo XIV;
párrafo 23 2.)

La transformación dell contexto socia,I

En la cultura norteamericana 1 mas, que un ritua� iniciático


que daría por resultado la transfiormació,n personal necesaria
para permitimos c-0rtar rá.pidam,ente y por comp1]eto ios lazos
de la infancia con los padres y pro pulsar aJ individuo in trodu­
ciéadi0lo en la adultez, hay un periodo largo y va'Sto de ensa ..
yo para con,ve n cernos d -. que somos adultos ,. seres ind epen­
dientes y au·tosufic�entes� En vez de palabras sagradas o mito,s
para protegerse durante esf1e período de azarosa t ransforma­
ción, e] individuo sólo tiene vagas prom,esas asociadas con un
permiso para conducir un auto y para beber a�cohol. En l,os
Estados Unidos, puesto ,que no hay un dtuaUsta rita de p.asa-
je de un modo de vivir .a otro, est,e proceso dura habitualmen­
t, , por lo menos, mientras se es vei.nteaffero; y con mucha fre­
cuencia� nunca se completa, y ei individuo nunca logra nacer
po,r completo de :las pautas y necesidades de la niñez. Los
idea],es cuHu.ra]es d,e los Estados u·n idos son. tan e]evados, tan
irreales que naidie , podrá satisfacerlos, jamás,. De, manera que
nos. convertimos en u.na nación de ovejas,, una nación de 11.i.ilo,s
¡percl idos que juegan a ser ''adultos""� En los Estad os Un.idus
·no hay rey� no hay una. autoridad absoluta fuera de nosotros.
De aUí qu tengamos que volvemos hacia r..uest.ros propios re­
,cursos. Eso es terrib�emente· espantoso para nosotto·s. Reac­
cionamos busca.ndo,r a menudo muy desesperadarn nte ,, segu­
ridad en a�gún rol socia�, profesir0nal o familia.J". En comse=
1CU en.cia, scapamo,s de nuestra respo nsabUid.ad y frdtam,os de
1
1

complacer a oh''O , � evitando así la carga de llegar a un. acuerdo


con nosotros mismos )' con nuestros ideal!es. As,í, muchos de
nosotros empezamos a rnori__r ·por d,entro; y, en un períiado

66
posterior de la vida, ,entonces, nos encontramos vagam,ente
�esentidos, sin un objetivo claro de .nuestro resentimiento. En
vez de co,mprender que nos molesta nuestra ignorancia, nues­
tra necedad y nuestra cobard ia, a menudo volvemos nuestro
resentimiento hacia algún gmpo hacia algún segmnento vaga­
mente definido de nuestra sociedad que ost,enta a bierta1n,ente
su desprecio ha,cia nuestros valores opresivos o que de algún
modo re-presenta las estruieturas social,es opr,esivas que ,consi­
deramos ,que nos es<:lavizaron.
En una sociedad en .la que tenemos que haUar nues.tros me­
dios de iniciación y t.ransforma,ción, la astrología tien re que re"'
presentar un rol partwcularrnente va]ioso. Pe,o debemos .r-ecor­
dar ,que la astro1ogia no es, una cosa separada de la vida. · o es
una r,eligión en sí misma no es una ciencia ,que abarque· todos
los d,emás ,enfoques d,e] conocimiento .hun1ano. Es, senciUa�
mente una berramie·nta ., una de las muchas herramientas posi­
bles ieiue pueden usarse de cua]quier cantidad d,e modos. En
nuestras vidas individuales, la astr,o,logia puede 'Servir a los fi­
nes d,e guiamos a través de varias inicfa.ciones transforrn.acio­
t
nes y transiciones cruciales. Puede proporcionarnos la 1es. ruc­
tura, y rel significado cósmicos que instila en toda ex·periencía
1nayor un significado profundo, algo que las .r,e.Ligiones en su
mayoría� tratan de haoer, 1 pe.ro no Wo �ogran. Y ,, e, n la práctica
j
del conse o astro�ógico como profesión, um conocim.ie·nto, de
Wos roles sociales, de las influencias y v.ínculos de los padlres,. y
de las necesidades individuales para a.travesar las fases .arque­
típicas de, transformación humana ,, es una necesidad absoluta
para un consejo eficaz. Cuando la sociedad o la re1igión de
una pe rsona no logra proporcionar u11 medio para entend,er
tales p,rocesos y nec,esidades importantes. deberá , encontrarse
otro mod,o. Y Ja astrolo,gía e-s un método cognoscitivo que
miUones de p rsonas buscan como guía.

La consciencia :superior

A lo largo de este libro,� usaré a, rnH�nudo las frases �'·c-0ns­


H
,c�enda superjor''\, "''un nivel superior d,e ,con � iencia y térmi­
nos sjmi�ares. Antes de seguir d.iscuU,endo factores a troJógi­
cos, específicos sería� por tanto. út:ii achuar estos términos.

67
Algunos astrólogos h�n escrito y dicho en diS!ertaciones públi­
cas que podemos eva�uar e] nivel de consciencia po,r el mapa1
natal, que pod1emo decir -según ciertos aspectos y posi,cio­
nes p1anetarias- si un individuo es u111 u.alma evolucionada'� o,
un • alma vieja,,, par-tiendo simplemente de lo,s datos astroló­
,
gicos. Creo que este es un burdo ,error, ,que no, sóio p,odrá de­
sorie ntar a una persona en sus esfuerzos por e·nt,enderse a si
misma,. sino que también podrá inducirla a una acUtud prie­
juiciosa y farisaica hacia los demás seJ ",es humanos, ,especial!-·
rne n t,e entre estudiante . pírincipiantes de astrología que to,
r
da.vía no desar ollaron ma cultura que sólo la experiencia prác...
tica puede proporcionar� Todos nosotros somos 7 sencillam,en­
t, a]mas que luchan en el sendero que conduc,e a un amor y
una luz mayores. Podemos estar en difere , ntes estaciones a. lo
largo del camino, pero todos. ,estamos en ,el mismo camino ya
sea que nos demos cuenta de , ello o no� El mapa na.tal es un
mapa simbó�i,co de la parte p-anicular d•el camino por el que
viajamo,s en e ta vida. Como Dane Rudhyar se e forzó en ,ex­
plicado en sus voluminosos escritos; el mapa natal re\\'ela las
pautas e tructural,es de la vida. 3· El contenido y la. c , on cien­
cia de·ntro de esa estructura :no apare·c-en en e[ mapa.. Aunque
un astról,ogo de orientación espidtuaJ y psíquicamen·te sensi­
ble
, puede intuir a menudo el nive� de consciencia de otra per�
so,na (y de hecho necesitaría p-od,er ha,cerlo, en ap.ücacio,nes.
depuradas de la astrologí.a paira eW con,ocimiento personal)
tal percepción proviene más bien del astrólogo en sí que de·I
mapa solo. ldealm.emte, podemos sintetizar mtui.tivam.ente las
pauta de·J mapa com una impresión directa de la per. ,ona viva
a fin de negar a entenderla en p,r,ofundid.ad. Pero aunque sea­
mos bastante sensibles p.a - ra poder armo.nizamo , en. el nivel
de consciencia de una persona, d,ebemos ser extremadamene
te cuidadosos al basar todo j1uicio en esta intuición p rso,nal.
La expre ión de Rudhyar� citada al comienzo mismo de este
capit.uJo� explica porqué es tan necesaria esta precaución;.
pue cada uno de noso,tros. tiene Umitacione-s, y nuestro nivel
co,gnoscitivo, y nue_tros valores perso,na]es pueden realmente

1 Cfll!'. CapituJo IV de A 1rrologí'a,: Psicología y los Olatro Elementos,


d. K.Jer S.A .• en cuanlo ª una explicación oompleta de ]os prineipios
estnict urail _ s y formativ,os,.

68
limitar nuestra obJetividad y .la eficacia de nuestro conseJo..
D.ar por sen·tado que el mapa muestra el nivel de conscien­
cia o el nivel d1e d.esarroJlo esp,iirituaJ es también un enfoque
muy Hmi·tativ,o de la persona indívidual. ¿No somos cap,aces
de creoer en e·W co:nocimiento durante esta vida? ¡Es. de espe­
rar que sí! Tengo la buena fortuna de tener hermanas geme, las
diez afio , más jóvenes que yo., y pude vedas crecer - individua­
lizarse y d sarrolar sus propio estilos de vida. · acieron en
1e

sucesión muy rápida ,. y sus mapas: nata�e- son casi idénticos.


Incluso los Ascendentes e, stán dentro de, l E/2 grados uno del
otro•. Según �os astrólogos qu,e he oído que a.firman juzgar el
niv,el de consciencia por e� mapa. natal, estas dos almas se ve­
rían com,01 poseedoras de un nivel idéntico de desarroUo espi•
rituat Empero, aunque sus mapas describen con e·xactitud a
cada una de ,eUas de modo general y con sus caract rísticas.
p,skolórgicas ,. estas mujer,es son tan diferent1e:s como 1el dfa y la
noche en ,el nivel espiritual. Una tiene inclinacione·s p,articu­
1

larmente espirituales, es vegetariana; se interesa por [a astrolu­


1

gía., y es. más bien reílexiva; la otra es much,o má.s extroverti­


da y -al .menos en esta época- no se interesa tanto po,r estos.
t,emas como su hennana.
Puesto que el empleo constructivo de la astrolo,gia exige
qu. no ·só�o sepamos lo que· la astro,)ogía puede hacer sino
también cuáles son sus, �imitaciones, creí ne-eesar�o recatear
aqui que el nive� de consciencia del individuo no puede j1uz­
garse s6io sobre la base de lo datos .astrológicos. Ad emás� 1

aunque las pautas arqu, típicas kánnicas están simbolizadas


claramente en un ma.p·a na.tal, el modo preciso en que esas
pautas se manifestarán y los, ,exactos encuentros kánnicos, ,que
�a persona ) de modo parecido experll1!lentairá, no podrán sa­
bersie por el .mapa so�o. El mapa. puede usarse como una len­
te con la que se enfoca .nuestra atención y a través de· la cual
se concentran nuestras facultades psíquicas; y, por supuesto
algunas personas ti1enen ciertamente la aptitud para annoní.­
zarse muy po,rmenorizadamente en experiencias kám1icas es1"'
pecíficas. ·Mediante el ,empleo d,e tafo- sentidos psí,qukos. Per,o
ese es otro mét,odo, totalmente distinto de·] simple em,pleo d,el
map,a .nata� solo.
P,or ello,, ¿cómo, podren1os entender este f, müno de ucons­
ciencia superior •1 La me, jor analogía en que puedo, pensar es
69
la de la corriente elé·ctrica y la bon1bita de muz. Cuando la
energía consc�ente (la corriente eléctrica) 'fluy·,e más intlensae
1

mente� eW conocimiento Oa. cantidad d1e luz) crece. Un alma


muy wn onscien.t,e puede semejar una bombita de m 5 waUs;
una persona promed.io, una bombita de 60 watts,; un estu­
diante d ie una de las f:o,rmas, superi o,ries de m,editació,n puede
alcanzar tal vez rel nivel de 200 watts .. Un Maestro Espiritual
Pecfec to ( Uaimado en la :lnd ia un San t· Sat G um ,. o santo ver­
1

dad ro) pu,ede ser un canal de una energía y una luzinfinJtas


ta�es que incluso la analogía de una bombita de un trillón de
w at tsl e wnsuficlie n re p•ara simbolizar tal nivel de ,consciencia.
Cuando, nuestra energía ,con scie :n te C orre con más conc,en tra­
1

ción y pui-eza. nuestra luz de �a consciencia puede aum.entar


1
1

de un nivel de 7.5 watts a otr10 de 200 watts en una sola vida.


Lo princmpal que hay ,que ,comprender a pesar de lo torpe
qut: es sta anaJogía insuficiente es que nuestro mapa natal
muestra la estructura del po1 tenci.al de vida que es vivificada,,
y es de esperar que ilu mina'da por nuestro niv·el de c,onscien­
cia. Si a �a luz de Wa ,consciencia se la cultiva,. alimenta y per­
mite gue se desarroUe, enton ces, lo que aparece en el mapa en
1

forma de es.bozo arquetípico puede expresar-se de modo cada


vez má depurado y positivo en la vida c,oHdiana. Si podemos
permitir ,que esto ocurra� e· o es cre cunien to v· erd ad ero -psi­
1
1

co,]óg¡co y esp,¡ritua l- y eso es. 1rans�o rm a ci6n ve-rdad era.


1

70
Capf'tulo IU

CLAVIES, DE TIR�NS,FORMACION

Primera Parte

URAN01 V NIEPTUNO

• , _ a/e-gráos. �effor.
Nuestros jolgorios aho1't1 concJ'uy.e•
ron. Es.tos actares nuestros, como
os pnedije. fu·eron tod08 esplritu."8, y
se jünden ,en el aite., en el aire sutil:
y, co, mo la infundada tela de esta vi•
sión� la3 torres cut>iertai de nubes;
los nuzgn {fic-os palacios. los so,lem ..
nes templos; el gran mundo, mis·mo�
si,. todo lo· que éste hereda. se disoJ:.
verá't y,. c-omo este insustancial es­
pee tdculo desa1X1recib, sin de¡ar
nu rros detrás. Somos como la sus­
tancia cori que están hechos los sue­
ifos; y nuestm 11ida pequeña está ro­
deada de sueno...

Sbakespeare� La Tempes.tad
Et decenio pasado se ,escribió muchísimo acerca del sígnifi-
1cado de los ·planetas. tr.ans-satuminos: Urano� ,eptuno y 'Plu­
tón .. Me ser:fa imposible c-ondensar todos estos significadus
que se sugirieron, en el ámbito de uno ,o, dos capítulos, y,,
realmente� no es ése aquf mi propósito. En este capitulo.
procuraré aclarar el sign:ificado funcional de estos planetas
,o, sea� �a ,cualidad dinámica de fo,s cambios ·vi tales y de la
transfonnación personal simboUzados. po,r e,stos planetas co­
mo el individuo ,experimenta inmediatamente 1estas energias
y dimensiones de la. experíencia. En escritos o disertaciones
astrológicas nos dicen a menudo que estos planetas ·se refie�
.ren senci1la y únicamente a cualidad1es grupales, diíerencias

73
generacionale o ''�karma colectivo•'� Si bien estos planetas st
reJacionan innegablem,ente oon estos, factores ,. e,� consej 1ero­
astró,Jogo de or . ientación psic
, ol6gka :necesita conocer el sjgni­
ficado d,e lo . tra11swSaturnmos en la ·vida individual, desde un
punto de vista práctico. experimental Estas fuerzas, después
de todo só,]o podrán funcionar a travé�. de un grupo partirCU·­
lar si actúan a tr.a vés de l,o individuos ,q ue, abarcan ese gru p0r.
Puest,o que creo que Urano y . eptuno se entienden gen,era�
mente mej , or y se explican más clar.am,ente ,que Plutón en los
libros astrol1ógi100,s d1e qu se dispone, consagré todo el p,:rióxi:­
rno capítulo a discundr obre P'lutóa con alguna profundidad,
mientra que e�te c-apwtu�o, trata a todos los planetas trans-­
satumin,os corno un grupo de energías transformativa rela­
cionadas, con particular énfasis sobre Urano y . eptuno. Me­
diante �a ,, ,.influencia'·� de estas fuerzas trascendentes, un ser
humano experimenta grandes cambio,s en sus pautas de pensa ..
miento, en su nível de consciencia, en su estilo d e vida y en
1

su capa,cidad de autoexpresi6n.
Creo que ]os planetas tranSesa'tuminos ili1fluyen muy inme­
diatamente 1en la vida psíquica más p,ro fíunda del individuo.
Sin embargo,, el poder de estas fuerzas es a menudo, tan gran-­
de que estallan desde sus con f'm,es psíquicos, por así decido,
e irrumpen en el mundo; por tanto se manifiestan como 1

cambio en el mundo físic,o, también. Una escuefa d1e pensa­


miento, d,e la astrol,ogía mod,ema. ( que se ocupa de] desanollo
1 1

humano 1en términos de crecimiento del ahna) ·sostiene ,que


ios trans-satumimos s6fo, influ.irrá.n poto,ntemente soh,e un a]­
ma que, has.ta. ci rto punto ha despertado a la verdad espiri­
tuat Las energías de estos planetas se dice que afeclan a nues­
l
tros cuerpos sutiles, pero sólo cuando el a ma. ha alcanzado eJ
e·stadio d,e la •evo�ución en el que éstos están dispuestos a de -
1

pertar e. Se teoriza en el sentido de q,ue, a medwda que avance


la Er.a de Acuario cada vez serán m,ás las .almas influidas por
los trans- aturnjnos; y estos planetas tend.nin el efecto de po­
ner al abna en marcha en una ""espiral superior''' de de , sarrollo.
Ciertament,e,. esto,y de acuerdo en que lo,s trans-satumino, se
refieren a una uvibración superio,.r u 1(0� po.r lo men,o,s, a fuer­
zas más pulidas y penetrant,es) que la de Wos. sfo:·te planetas de
la a troJogía anHgua. También concuerdo con la id1 ea de· gue
eJJ nivel d,e consciencia del individuo afecta cómo las "in-

74
fluencias' de los trans-saturninos se experim,entarán. Pero
,creo que es una generaHza.ción demas,iado vasta declarar que
sólo las uahnas altamente evolu.ci,onadas'J son ,sensibles a �as
energías de estos pWanetas. Más correctam.en�e; podríamo d,e-
1dr que una persona más consciente es capaz de &er un canal
para la expresión. d1e las manifes.taciones más. puras ,, más puli­
das y m�s oons'trucUvas de estas fuerzas, como ocurr,e con to­
dos los planetas. P'ero ) de ningún modo podemo,s a.firmar que
los revolucionarios destnictivos, son insensibles a ·urano los
miembro1s de la n1afia a Plutón, y �os drogadictos a eptuno.
Estas personas e-x p,r,esan oon seguridad un aspecto del pod,er
de los trans�saturnmos en sus vidas,. aunque evidentement,e
no el modo óptimo de ex pl"iesión.
Urano, Neptunio y Plut,ón simbolizan las fu,erzas que cons­
tantemente acucian el cambio i(y ,es de esperar que e] creci­
miento) en nuestra consciencia.. � eminent aSitrólo,go Dan,e
Rudhyar se ha referido a ]os trans-satunúnos como u.embaja­
dores, de Ja galaxia'"''. En un artículo publicado n la revista
�"Astrovi,ew'", ,expresa!

To,do sistema orgánico (o toda unidad cósmica) está suje•


t,0 a dos fuerzas contrarias. Está la tracción que atrae .to­
das las partes del s istema baci.a ,el centro, (po1r ej,emp.lo, la
tracción de la gravedad); pero también está la tracción
ejetcida pot ,el espacio extetiot, la cual en realidad signi­
fica· un sistem'a más vasto d'entro del ,cual funciona el pri­
met" sis.tema.
Todo planeta de' nuestro 'Sistema so,lar y todo set vivtJ de , la
Tie"a es, hasta cierto, gmdo, ,afectado por las presio,nes y
trac,ci,o-nes ,qu,e no,s lle,gan desde la gala:x'Ía; también so,mos
afectat!o,s en dit'e·cción' contraria po,r el p1oder de ,gravedad
del Sol, centro de' nuestro sistem'a_
Sin embarg·o, Saturno representa una l(nea básica de de­
mar,ca,cián en,tre estas d,os fuerzas contrarías, galáctica y
solar. Los plan,etas dentro, de la órbita d,e Saturno son .Prin'­
cip'll-lmente' criaturas y wsaUos tlel Sol; mient,:as que' los
planetas que están m'ás allá de Saturno son lo que yo, he
llamado hace muchos años '''embajadoN!'S de la .gala,:ia' '.
Concentran sob-re el sisurma solar el po , de-r de
, ,esta vasta
co,munidad de estreil'as, la galaxia. No perten,ecen por

7S
completo al sistema soÚJr. Están dentr;o de su esfera de in­
fl14,eru:ia para realizar un trabajo,, par-a ligar nuest,-o peque­
ñtJ sistema (del que el 5,ol es ,el c,entro y la órbita de Satu,...
n,o la circunfe-rencia) con el sistema m'ás vast'O',, la galaxia.

De numerosos modos, se reve�a que los p,tanetas trans""'


atumino · on lo,s símbolos de fuerzas cósmicas (o galdc.ti­
cas) qll!le· impu�saJn (y, en la 1expe:riencia real a m,enudo, ex�
pulsan) al individ uu paira que crezca e inicor.P ore a su cons­
cie n,cwa fu,erzas de vida más grandes y más vastas. Primero, lo·
trans-satuminos corn.o se los obseOfa desde �a Tier:r-a, e, mue­
v,en lentamente; en consecuencia, cada uno permanece en un
signo de� zodíaco durante muchos aftos. Descubrim,os, pues
generaciones enteras de hombres y mujeres que experírn,en­
tan ca.mbi,o, genéricament,e mulares ,, aunque el foco especí­
fico de lo cambios difierie de una persona a otra según las
posiciones de Was casas y los aspectos con otros p,�anetas.
Segundo, podemos ver, en ,comparaciones de, mapas,,, cómo,
las fue rzas voluhvas cósmicas funcionan a tTavés de pe:rso­
naJs, ind�viduales, Uegando a un foco esp,ecífico e,.n la r,elación
de una persona con otra. La. pe.renne u brecha generaciona["'
es un buen ejemplo de cómo los plan:etas trans-saturninos
guardan correspondencia con la experiencia de presión ha.cia
el crecirnie:n'to y una consciencia más ·vasta. A menudo ha.y u.n
desper¡ar m.ás bien doloro o a nuestra necesidad de desarro­
llar un enfoque más abierto y totalizador de la vida que J',esul­
ta de un contacto en profundidad oon personas de diferentes
ge neraciones. En una comparación de mapas entre dos perso­
nas que nacieron separadas por unos po o,s dec-enwos, ]os tres
p]anetas exteriores no, sólo ca1erán e·n dif:erentes signos,
1
: en �os
mapas individuales, sino también habitualm1ente en diferentes
ca as del ma.pa de la otra persona cuando usamos el método
de comparación 1. mapas de - po,n 1e r tos p_lanetas natales d,e
una persona en el mapa rna tal de 01t.ra� En o tras palabras" si
pongo mi Plutón natal de la segunda casa (que está" diga...
mos, en 2º Leo) en Leo 2º del mapa de mi padre, puede
caer en cualquiera de sus ,casas mata]es,; pero, 1es muy impro­
bable que ca¡ga en la misma. casa en �a que está u bi,cado su
Plutón nata]. P,or otro Lado si pongo mi PJutó·n natal en
Leo 2° en el mapa de una p 1e rsona cuya edad difiel\e pocos,

76
años de �a mía ! , on grandes las poswbUidade de que mi P'lu­
tón natal caiga en la misma casa de su mapa en el que está
ubi,cado su Plutón natal. Así podemos ver que ],os tipos de
cambios mayores jmp,ulsados por estrechas relaciones e,ntre
personas de edades muy c.Hfe-rentes es pr,obable qu,e sean de
un onh.i:n enterament e nuevo, aJle-ctando a ambas personas de
1

¡nodos totalmente nuevos y p resionándolas para que tra.nsfore


men o a�ter,en radic-aJm 1ente su enfoque d ámbitos e_pe·cífi­
cos de fa. vida. Para aclarar más esta cu sHón, supongamo s 1

que Urano,. eptu.no o P[utáin natal de u.na per ona 20 ,años


mayor o menor que yo cae en mi novena ca a� ,entonces�'· xL­
tiria Ja fuert,e posibilidad d e que la influencia de ese individuo
1

sobre mis ideaJes, creen,cias, odentaciones religiosas y phtnes


1

de rnejoramie,nto p ersooal i(nov ena casa fuera rev luci,onaria


1 1
1
1o

(Urano), subHm:iz.adora 0 esp,irituaHz.adi0ra (Neptuno 1 ,, o pro­


1

fundamente transformadora (Plutó,n). En c,onsecue,ncia� en


uoa. s.ituació,n. c-0mo ésta �as energías de Urano, eptuno y 1

Plutón afectan a ambas p,ersonas de modos nuevos y desafian­


tes� Po:r tanto, encontrarse con personas, de diferentes gene:
racion s pued,e e,, más difícil que relacionamos con La de
1e

nuestra edad puesto qu.e tales re1aciones nec,e ariamente no


arrancan de nuestras viejas pautas de pensamiento y conduc­
ta en alguna esfera d _ la vida. Tales relaciones necesit ai n que
1

1
crezcamos a fin de que sem10rs [nás vastos (podr:íamos decir
"'cósmicos,.). :De aUí que las relad i0n s con personas de dife­
rentes gene·raciones a menudo, sean una amenaza para no o­
tros y con fre,cuencia nos exijan tTiucho esfuerz,o. Tal vez
tengamo,s que enfrentar alguna clase de· dolor en el árnbito
indicado o alguna fonna de ansiedad cuando no,s desafían pa­
ra que transformem · os nuestr-as actitudes; p,ero j como ,escribió
Jung, uLa consciencia n,o llega sin dolor'". .Algunos d noso­
tros por supuesto, re, ciben de buen grado Wos desafíos y las
oportunidades para ap,r,ender de quie·nes tienen en Wa vida una
perspectiva cHferente y un mi0do marcadam ente distinto de
1

experiencia vital. Si podetnos perman1ecaer abiertos a la vida y


a un nuevo .aprendizaje� ba,sados en nuestro conocimiento, del
valor de la experiencia de los demás, estos, exigent,es encuen­
tros con los de difeiientes gener,acjones serán bie·nvenidos e in�
cluso disfrutados.
Los factores personales básicos d e la vidai d,e cualquier indi-
1

77
viduo son siempre ]os mismos. Estas fuerzas esencia]es, o es.­
ta dimensiones de la vida,, han ,existido en todos los seres hu­
manos en todos Jo sigfos. Motivan diferent1e s orientaciones
en la vida ,consci,ente de un individuo aunque el grado en el
que e las admite en eJ e-onocimiento consciente depende en
gran rned.ida no sólo de la interrelación entf\e estos factores
dentro del individuo (simbolizados por Jo Ha pectos�') ino
también de las innuencias ambienta�es y las no,mas cultura­ 1

l� en un tiempo, y un lugar particulares. Astroló,gicamen.te 1


es(as fuerzas (qu son -lo repito- 101 s factore, s personales·
esencial s d e la vi.da ,conS:ciente de cualquier individuo), son
1

imboHzadas por el Sol, la Luna, Mercurio ,. Venus y Marte. 1


Júpiter y Saturno constituy,en un 1 esca�ón intermedio entre
los planetas personales y las fuerzas impersonales transperso­
nales d,e: los trans- aturninus, puesto que tan a m,enudo tienen
re la e ió n c,on n ue· t ra p·art icipa.ción ,en la ,o cied .ad y con .las
norma , cr,eencias y alnbiciones, de matices socia�es.. Los sig­
no , La casas y �os aspectos ,en los que hallamo e .tos siete
p1anetas indican tos modos particu]ares en que est,os planetas
fundonan en un individuo. Los factores, simboUzados por es­
tos sie-te planetas son, hasta cierto punto,, modific.ables me­
diairnte la 1 experi,encia consci,ente y el uso conce , ntrndo de la
voluntad.
Uramo� . 1eptuno y Plutón, por e] otro lado, están totalmen�
te n11ás aUá dieJ ,control consciente t taJ con10 )os p_lanetas rea­
le están marcadament mAs aUá de· la Tierra. Por tanto,, una
persona no puede controlar para nada tas energias de esto:s
p laneta . P�ro
1
, puede controlar su actitud hacia la influencia
de aquéUo en su vida. Puede modificar su orientación cons­
ciente hacia las manifesta,ciones de ,estas, fuerzas mayores. En
t rminos de sú funció,n, Urano1 ·. ep tuno y Plutón ,co,m.o se
1

expresara� siemp re imputsan e� cambio en el ámbito afec


1
, tado
de la vida. Este cambio, por lo ,común Uegará armónicamente
y sin demasiada ruptura si e_ tos p1anetas están en aspecto ' fá­
cil' c,on lo otro si -re pJane-ras. Sin embargo si los trans-
turninos. están en aspectos te·nsionados con los otr,os p�a 11e--

1 Cf. AstroiogirJ, Psicología y los Cuatro Elem,en tos� pág. 110, Ed�
Kie·r, S.A.� respecto de· un completo esbozo esquemático de los factores
personafes, oo]ectivus y t.ransperson.ales representados por los planetas.

78
ta'S� el cambio erá más dificU de ºmanejar ,.
n
,osea que expe­
rimentar,emos dificultad para dominar Wa situación; y pode-
1nos, ser abrumado· por estas fuerzas, pue·s l.o,s trans-saturni­
nos simbolizan energías que son mucho más potentes que
cualquiera de ],os otros planetas. El poder die la voluntad y la
determinación solos nunca son uficient,es para. imponer-se a
estas e, nergías..
Por ejemp�o, si uno de los tr.an -satunünos está en aspecto
de cuadratu ra con otr.o planeta., estas fuerzas están r: eftídas en­
tre sí. eoesariamente, algo tendrá. qu,e suced,er. A veces, po­
dem . os resistir muy ]argo tiempo 1a creci nte presión para ,el
cambio; pero, a su tiempo .. Hegainos a advertir que tal resis­
tencía es en efecto, resistencia a lo que nos haría n1ás totales
y, de esta mane ra., más. humanos. En consecuencia esta resis­
tencia es en. última instancia, una autoderrota. Un ,eje,mplo
de semejante aspecto ut 1ensío11ado � en l m.aJp-a n�ta� aparece·
en el horóscopo de Mehe,r Baba, un maestro indio rever,enc.ia�
do por sus devotos como una en,camaición de .Dios. De hecho.
e,� mismo M,eher Baiba cu.ando We p,regu.ntaban si éW era dios
replicaba: "& ¿Quién n1ás ¡podría ser yo? H En ,el n"la.pai d,e Meher
,
Baba� encontramo,s al Sol eo la primera casa en aspecto de
cuadratura con una ,conjunción de Plutón y · eptuno ,en la.
cuarta ,casa. (La conjUD,ción de Plut6n- eptuno está también
en aspecto d, quincundo con 1� Luna en la novena casa.) Por
tanto ) el sentido de la identidad consciente (Sol� especialmen�
te fuerte en fa primera casa) en Meher 'Baba estaba en pugna
con las poderosas fuerzas r,epresen tad as por Plutón y eptu­
no (en la cuarta casa las raíces fundamentales de nuestro
ser). Con semejante gr,an en r,gía. genera.da n est,e aspect,o
tens.o� algo tuvo que du. Lo que udio n fue el senUdo, de ser
un eofe individua] y separado� En co,nsecuencía el factor Sol
se convirtió, en un canal a travé del cual podrían manifestarse
fas fuerzas mayores. La Luna e convirtió (simbáiU,carnente)
en un factor para �a diseminación y la focalizaci6n de estas
fuerzas. Si comprend,emos que . e,ptuno sim boliza > en parte'!
Wa consciencia "mística", y que Plutón re presenta un renaci­
miento espiritual potencia�� tenemos la c�avc simbólica d,e]
género de ener_gías cósmicas que se manffestaron a través de
este gran maestro,. Las po,siciones de ,casa d,e] S,ol y de la Lu­
na (los, canaJ,es a través de los cuales estas fuerzas funciona-

1'9
ron) reve,Jan n que an1 , tro de .la vida se manifestaron taile ,
influencia . � SoJ en la prin1era casa (la casai d �a id,entidad)
es un ímbolo, apto para quien se identifica tan completame,n­
te o:n el poder creador de la vida. La Luna en la novena casa
(la a de la religión y ]a bú, queda de ma v rd�d) proporciona
un ,ímbolo de , un ma,e tllio, e pwrituaL
E t,e ,ejemplo demuestra cómo �os trans-satu rnino, d,e un
n1apa natal se ha111 de interpretar. La focalización de los c , am­
bios de nuestra vida1, de,bida a ]a p,m¡,esión de fuerzas mayofíes
'-qu , de ean� manifestarse, podrá seffaWar e examinando Jo
7

a pe,cto, próximos con Urano, _ eptuno y P]ut6n. Por tant,o,


los trans-saturninos actúan a través de nosotros achvando t
por a í decirlo, los factores psíco�ógicos re·pJesentad,os po,r Sa­
turno� Júpiter, Mercurio, Venus, Marte- Soi y Luna. Es como,
si La , nergia nuyera desde 'Urano, eptuno y PluU>n a través
de J,o canales simbolizados, por �os otros siete pfan,eta . Los
aspectos í.mpl í,citos proporcionan una clav,e de es;ta conien•
te de ne.rgía. (V· ase, el Capítulo Vl, n cuanto a más infor­
mación sobre estos aspectos.)
u
Pu,esto ,q ,c Urano, eptuno y Plutón se desplazan a través
de la e,cliptica tan lentame,nt,e con referencia a la ierra, tie�
nen. ciertamente efectos específicos sobre �as generaciones
p,arti,culares de seres humanos. Estas infilue·ncías se alteran se­
gún La cultura prevalecient,e en cilecto sector. Por tanto; los
a pe, to con 1o trans-saturni.nos de� mapa nata1 revelan cómo
un indivíduo armoniza con las fuerzas de cambio, que se ma­
nifiestau no só,Wo d,enuo di: él sino tambjjén durant1e una e·ra
partwcuEar. Con re p cto al medio ambiente ociat por tanto
y e� r lactón con las div ras oorrient� del ambwo ocia� en
una poca es:pe·cificai :io podemos, preguntar; ¿Esa. persona será
archiconse rvadora revo,Wucionaria to taJ o a �go ·más moderada?
Está armoniz-ada con las fuerzas d1e cambio en ,SUs tiempos y
abierta a los mensajes procedentes de ºlos embaj1ad.ores d,e
la galaxias��? · O es contr aria o indife,ente a e , stos dr0lories de
parto de una nueva consciencia?
Ademá . s d,e �as po i.cio,ne · y lo aspectos de la casa natal,
J,os tránsitos de Uran,o. eptuno y Plutón son muy swgnifica­
t ivos. sto lo trataremos con a]gunos porme nr0res e,n e� Cap í­
t uJo I · , pero podría me·ncionarse aquí que los tránsitos de
esto p,fan, tais sobre punto sensible , de� mapa natal son lo


más pcnetrant es y de mayor alcance d todos; y sus efectos
1 1e

úlUmos son los más vastos y durader,os. En las partes, 'Siguwenª


tes de est e ,capf.tu]o describiré breven1,ent,e e� significado d,e
1

cada uno de los planetas tranS5satumino , y men,cionaré tam­


bién có·mo el individuo experimenta los tránsitos de estos
planetas.

Uta'no

El planeta Urano simboliza u na fuena que, se man ifies t.a


como cambios ¡,epentino de �a pauta de· vida aJteracione sú­
bitas de ta consciencia, d steUos de intuición, y rápidas ecl.o ea
siones d1e nueva idea y conceptos ori,ginaJ, s. Urano puede
concebirse como un canal a través del cual tluy1en fuer.zas po­
deros.as que peDetran en Wa ,consciencia con rapidez eléctrica ..
Urano se manifiesta también ,como impulsos hacia la indepen­
d1encia �a rebelión� lai excentri,cidad� lo inconvencional ,, lo ori­
ginal y lo inespe·rad.o� La ºinfluencia''� de�Urano no hace que
una pe rsona sea particularm,ente e table; pero la ,convi,erte
en un cana] a través del, cual. pueden nacer :nuevas ideas.
Cuando Urano, es fuerte en un mapa, ese factor simt,olizado,
por e� -planeta (o por 1os planetas) en su aspecto c.on ·urano,
se e�ectrifica, se m,agn1 Uza ·Sie energetiza muchísimo� y ,. si to­
do marcha bíen, se ilumina. Por tanto v emos que Urano uac­
1

túa º e]l" ctricamente en in1 pu]sos repentinos. Esta energía es


necesaria para que , stalJe, a través de la , deiensas a.turnwnas
d,el ego y las barreras del pensamient,o de ]a .mente onscien.­
1c

t,e* n contra die algunos criterios� U.rano no siem¡¡He actúa


d,estructivamente. Se manifiesta como destrucción solan1,ente
cuando hay f\esistencia a su. influencia� Puesto que alguna for­
ma de re istencia e tá habitua1m.ente pJeserue sin 1• mbargo,
(especialmente 'Si Urano e tá comprom,etido, en .aspectos ten­
sionado )1 un t r,ánsi to de Urano se experimenta a m.enudo co­
,

mo muy destructivo.
Me,diante tránsito ., Urano �nterrum1pe lo vi1ejo y revo]ucio­
na muestro rnodo de ser n e] ámbito indicado. Tra vastos
cambios que tienen el efecto d reorganizar (a menudo, de- =
sorganizando al principio) nue tra consciencia a fin de pemrili-­
tir que e pr,oduzca un nu vo crecimiento. Psico�ógkam nte"

81
estaHa n lai consciencia en forma de, cuai]qui r id.ea, senU­
·mien· to y c-0nocimiento que fuera subliminal o sea pr,eclsa­
mente debajo de� umbral de la conscie·ncia. Por tanto� sus
trá.n itos son e·n, mi_gos d represión de· cualquier índole .. Si
un individuo estuvo, viviendo de manera reprimida, un modo
de vida en el ,qu, estuvi ron bloqueado descuidados o igno­
rado . los elen1 entos vita le - de su natural,eza� es casi seguro
que un trá. n. ito d,e Urano po,r oonju:nción, cuadratura u oposi­
ción a uno de los p�an, tas personale, s traerá. a la ·superficie,
c,on gran inmediatez, una int,ensa confrontación con estas par­
tes de fa naturaleza de la persona. Urano acelera siemp,re el
rit1no de Ja naturaleza; y por ende, el individuo que exper-i­
me:nta uno de e f,o tránsitos ,está a menudo tenso� excitable�
inquieto e impulsado porj u1r1 abrumador deseo de cambio y li­
bertad. Urano. ,en su me or forma, es el gran füberador, el des­
pertad,or,. el iluminador que Jev�nta ,con tal intensidad la vida
interna y externa de la persona que, de aUí en adelante, las
cosas nunca on la mis.mas. .te planeta puede pare,. erse a
la mito,�ógica figurra de Promet,eo quien robó el fuego de �os
dioses y d sta n1anera p ermitió ,que los, ser, s humallOS, ex­
1e 1

tendieran el alcance de su conocimie, nto. Durante los tránsi...


tos de· Urano, la mayoría tiene deseos de activar sus necesi­
dades de excitaci,ón hbertad y experimentación. A menudo
rea] iza r.á radicales mu danzas para cambiar lo, que percibe ,q u,e
e . una situación vita] asfixiante. Sin embargo, un p. quefto
porc..entaj,e de personas experimentará. casi totalmente los
tránsitos de· Urano en un nivel interior,, durante el cua] revo­
lucionará sutiJmente · u actitud su ,entendimi nto y u modo
1e

de autoexpresarse en los átnbito indicados. Su vid,a externa


reflejará frecuentemente este enfoque nuevo y despierto de
la vida, pero, en e to caso de nimg;ún modo esto se patenti�
zará i,_mpre· con f.aciHdad. Durante los tránsitos de Urano. a
menudo e] individuo, tiene un itn1pulso de escapar de �as situa�
ciones de la vida que· ·s-e ve que son inhibito,rias o frustrantes
de su autoexpr síón individua1ista. Pero, a vece es un enfo­
que m.ás constructivo, dando por sentado ,que lai situación vi­
ta� e fundamentalm,ent sana y vitaim,ente flexib]e� para qu,e
e a persona experimente cambio radka]res dentro d e lo,s con­
1

fine d ]a vieja situadó,n, y.a se trat,e d,e 1natrimonio 1 trabajo


o lo que fuere. La am.pliación de la auto-com.prensión quepo-

82
drá resuUar de tal desafio es a menudo .mucho mayor q_ue la
que se ganaría ·tirando lo viejo -y saltando excit.adamente den­
tro de lo, nuevo y lo diferente. Por supuesto,, esto no es nega.r
que a veces es necesaria u ma r evolu,cíó.n total o u.na repolariza­
ción en algún ámbito d,e la vid.a.
En muc'hos casos, la influencia, de Urano podrá d•efinirse
cuJtu.r.almen t,e, pues Urano comienza. donde t,ennina Saturno�
Saturno seft ala la fr,o,nt,er.a de la consciencia de] ego personal,
simbolizando .las normas y r,eglas culturales y colectivas (una
clase d,e ' .. super-ego"' cultural en ténn mos fJie , udianos ). Satur­
g
no es,,, pues, JiÍido y contraído. Urano, por ,el otro l�do, esta•
llai a través de 1estai vieja estructura con impulsos J\evo,1uciona­
rios,; y· la .rigidez de la frontera ·saturnina habitualmence hace
que se raj,e y rompa en pedazos. Las manifestaciones psi,coló­
,gicas d,e fuerzas uranianas ,como 1as que experimenta e� indivi­
duo no, sólo son comp,ren.sibles, sino también hasta vigorizan­
tes, de fa, mente que está abierta hacia lo nuevo. En �ai an'tigua
asttrolo,gía, aJ p]an-eta Mercurio se lo conocía como el mensa•
jero de los dioses térmmo q , ue suena muy parecido a la des"
cripci6n que hace Rudllyar de los planetas 'trans-sa:tumino,s
u
como �"embajadores de la galaxiai � Merc , ur io se asociaba en­
tonces con la facu�tad ,creativa en. los seres humanos. for su­
puesto, �os anUguos astrb.togos t hasta do,nde sabemos., no, co­
nocían la existencia de UraJilo. Empero,, muchos alquimistas
estaban al tan to de una runció n creativa más pro funda (o
más elevada) que el nivel de la me:n te racional, que es el ,si,gni­
ficado _pdimordial de Mercurio en la asts,ología moderna. Es­
tors alquimistas, asociaban esta actividad creativa con e:l signifi­
cado oculto de Mer,curio como e� unificador de lo:S o,puestos.
Desde nuestra perspectiva modema ll' bien. podríamos pregun­
tamos si se .fe'fe·rían .a la función d,e Urano pero no ten .ían tal
·símbolo planetario para expresar lo que experimentaban, Es­
ta hipótesis pa_,ece la má·s p robable bajo la luz de] hecho de
,que numerosos astrólogos modernos están ahora afirmando
que, en contrast,e con la antigua versión griega de la exaJta�
ción y dignidad de Mercurio, en Virgo, la exaUacib,n d,e Me·r­
curio debe considerarse que está en A,cuario, el signo de
Urano.
Dane Rudhyar en su profundo e inspirador libro titulado
Triptycb '" se refiere a Uran,o como ""e·I c, reativo poder del espJ-

8.3

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