Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las izquierdas
A veces pienso que no hay izquierdas en Puerto Rico. Pienso que los
nacionalismos múltiples cooptaron la cuestión nacional de tal forma que
invisibilizaron lo negro, lo gay, lo straight neo-machista, los feminismos radicales, lo
ecológico comunitario, lo obrero pre-fordista y post-fordista en fin, tantas cosas que
son parte de la lucha. Más aún el nacionalismo múltiple, logró eliminar del quehacer
cultural las grandes diferencias sociales, convirtiéndolo todo en un asunto folclórico,
chistoso o religioso, pero donde hemos pensado que el relato es el de la sagrada
familia puertorriqueña.
Decía el compañero escritor Edgardo Rodríguez Julia, que quedarnos en la isla
es quedarnos en el gueto. Terriblemente cierto. No obstante lo que éste no comentó
es que tanto en el Bronx como en Puerto Rico, la gente produjo respuestas concretas
para superar el gueto. A eso hay que mirar, a cómo salir del problema y no sólo
nombrar el mismo.
El problema de las izquierdas en Puerto Rico es que simplemente
conceptualizaron que el estatus resolvería los problemas del país. Hoy la sociedad civil
ha demostrado que los problemas del país se resuelven a pesar del problema del
estatus. Más aún, la comodificación del todo-social se queda corta ante un país que
produce respuestas sociales continuas contra éste. Por eso es que habría que pensar
que los estudiantes han dado una respuesta a la eventual privatización de la
universidad; pero también lo han dado los grupos comunitarios a la privatización de
las playas en Arecibo, Fajardo y Carolina, o múltiples sectores diversos, desde Casa
Pueblo en Adjuntas hasta la comunidad de Levittown en Toa Baja contra el
gaseoducto.
Ante el panorama eleccionario del 2012, tres fuerzas plantean una mirada desde
la justicia social: el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Movimiento
Unión Soberanista (MUS) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT). Estas fuerzas
sociales, sin comulgar el mismo credo, pueden de forma débil articular respuestas
inmediatas en ciertos localismos sociales.
Habría que destacar que el PIP sí ha sido consistente a lo largo de las huelgas
de la UPR. Que su presencia nacional no puede ser limitada a si tienen legisladores
electos o no, o si son el partido de la independencia. Habría que explorarlo desde la
perspectiva de su trabajo diario en 76 de las 78 asambleas municipales de Puerto Rico,
donde tienen asambleistas municipales. ¿Qué pasa en dichas asambleas municipales,
las cuales determinan si un desarrollador se impone o no en una población
desplazable? La distancia que muchos sectores tienen con el PIP, impide pensar que el
trabajo que realizan desde dicha trinchera poco visible, ha sido significativo.
El MUS emerge como una fuerza contradictoria, más que nada por su liderato.
En el caso de algunos de ellos, es muy fácil pensar y preguntar dónde estos estuvieron
cuando otros estuvimos en la línea de piquete. No obstante, este argumento no
reconocería a su vez, que le han impartido un entusiasmo ético a la conversación y
que plantear en parte la cuestión de la soberanía, puede parcialmente asistir a resolver
algunos problemas sociales.
El Partido del Pueblo Trabajador emerge como una interesante idea en un país
donde la clase trabajadora, entiéndase obrera, cada vez más es estadísticamente
insignificante. No obstante, en la vieja tradición marxista, esto nos puede dar espacio
para organizar a ciertos sectores sociales que son aún contestatarios en la lógica de la
lucha de clases según vista en el siglo 19.
Pero me pregunto, ¿estas respuestas electorales, son hoy suficientes ante la
diversidad del país, ante las circunstancias y cambios sociales que hemos sufrido? Me
parece que no.