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UNIDAD DE TRABAJO 1

ORGANIZACIÓN SANITARIA Y ATENCIÓN AL PACIENTE.

Prácticamente todas las personas en mayor o menor medida


entramos en contacto con los servicios sanitarios a lo largo de
nuestra vida, ya desde la infancia. Eso los hace próximos y familiares.
Pero no hay que confundir esta falsa familiaridad con el conocimiento
que debemos tener de la organización sanitaria quienes trabajamos
en ella, puesto que se espera de nosotros la mejor actitud y
capacidad para brindar una atención de calidad a los usuarios en cada
área concreta.

La atención sanitaria se organiza para poder prestar un servicio que


permita mantener o mejorar la salud de la comunidad. Sin embargo,
encontraremos diferencias importantes al tener en cuenta a qué
personas de la comunidad orientamos el esfuerzo de dicha
organización.

Es fácil identificar a los centros sanitarios de nuestro entorno. Sin


embargo, cuando intentamos conocer su ámbito de influencia o ver
de qué manera se relacionan entre si nos aparece un ensortijado de
organizaciones y empresas, públicas y privadas, imposible de
entender sin conocer la estructura sanitaria de nuestro entorno.

Un centro de salud de un barrio es un centro sanitario, igual que lo es


un gran complejo hospitalario. Analizando uno a uno cada centro,
tanto su organización interna como externa, sus objetivos generales y
específicos, su distribución en el territorio, su capacidad o los
profesionales y medios con los que cuenta varían enormemente. No
lo hacen ni de forma arbitraria ni aislada, sino siguiendo unos
patrones previamente conocidos y planificados, es decir, de la
organización sanitaria.

Así pues comencemos nuestra andadura, conociendo la organización


sanitaria en la que hemos de desarrollar nuestra actividad y cuál será
nuestro papel en ella, con objeto de conseguir la mayor calidad en la
atención de nuestros usuarios, con independencia de los que
finalmente sean.

1.- LA ORGANIZACIÓN SANITARIA.

De Miguel define un sistema sanitario como un conjunto de


relaciones entre instituciones, grupos sociales e individuos, orientadas
al mantenimiento y/o mejora de la salud. La Organización sanitaria
es la forma como se organiza un Estado para responder a los
problemas de salud de sus ciudadanos.
Dicha organización corresponde a la Administración Sanitaria;
conjunto de organismos e instituciones del gobierno que hacen
cumplir la legislación sanitaria, que es la que dictará las bases de
funcionamiento del sistema sanitario, la organización en el territorio,
las prestaciones y las condiciones que deben cumplir los centros y
profesionales que en ellos trabajan.

Para la OMS, un sistema sanitario es el conjunto de elementos


interrelacionados que contribuyen a mejorar la salud tanto en los
hogares como en el lugar de trabajo, en el espacio y en las
comunidades públicas, en el medioambiente (físico y psicosocial) y en
los sectores específicamente al cuidado de la salud. Esta organización
considera un buen sistema sanitario aquel que cumple con los
siguientes principios:

 Universalidad: Cubrir sanitariamente a toda la población.


 Integración: Prestar atención integral realizando acciones que
contemplen tanto la promoción de la salud, como la prevención,
el tratamiento o la rehabilitación.
 Equidad: Distribuir los recursos por igual a todos los usuarios,
de forma que todos tengan acceso al mismo nivel de salud (a
aquel nivel que sea posible).
 Eficiencia: Obtener las mejores prestaciones con los menores
costes.
 Funcionalidad: Adaptarse y responder ante las incidencias o
nuevas necesidades que puedan surgir en la comunidad.
 Participación: Asegurar mecanismos que obtengan la
implicación de la población en las decisiones sobre la
planificación y gestión del sistema sanitario.

1.1.- Contexto histórico y social.

Ya sabes que los españoles disponemos de un sistema sanitario que


cubre la práctica totalidad de problemas de salud, pero, ¿alguna vez
te has preguntado desde cuando existe? ¿Siempre ha sido igual?

Cualquier persona nacida en plena democracia puede tener la


falsa sensación de que los españoles hemos disfrutado de un
sistema sanitario público desde siempre. Sin embargo, sus
orígenes tal como lo conocemos se remontan a menos de 70
años atrás y el último gran cambio organizativo, todavía en
vías de implementación, tiene su origen en la aprobación de la
Constitución hace poco más de 30 años.
La primera organización sanitaria propiamente dicha del estado
español data de mediados del siglo XIX, momento en que se crea la
Dirección General de Sanidad. Ésta brinda servicios sanitarios
orientados específicamente hacia la prevención de las enfermedades
más prevalentes y de elevada incidencia en ese momento, como la
lepra, la tuberculosis o la fiebre amarilla. Curiosamente, depende del
Ministerio de la Gobernación, recayendo en los gobernadores civiles la
dirección superior de los servicios de sanidad en cada provincia. Es
importante tener en cuenta que la cobertura no era uniforme,
dependía directamente de la capacidad de ahorro de cada usuario y
por lo tanto para intentar corregir esta situación se creó la
Beneficencia, que con fondos de las Diputaciones provinciales
prestaba una mínima asistencia a las personas con menos recursos.

La revolución industrial, aunque tardía en nuestro país, empeoró las


condiciones sociales de los obreros industriales, con trabajos cada vez
más precarios y jornadas más largas (hasta de 14 horas diarias), lo
que obligó a una progresiva evolución de las coberturas sanitarias:

 Se aprueban leyes de prevención de los accidentes de trabajo y


de Salud Pública (se crean los servicios nacionales de sanidad)
 Se crea el Instituto Nacional de Previsión (1908) que asume y
mejora la asistencia sanitaria e introduce el retiro obligatorio
obrero remunerado (1919), la cobertura por maternidad (1923)
y mejora las coberturas ante los accidentes de trabajo,
haciéndolas extensivas a los trabajadores agrícolas.

En 1942, en pleno desarrollismo industrial de la dictadura franquista,


se extendió la cobertura sanitaria obligatoria a todos los trabajadores
(se crea el Seguro Obligatorio de Enfermedad) y dos años más
tarde se aprobó la Ley de Bases de la Sanidad Nacional. Dichas
bases legales, asociadas a una cierta prosperidad económica
permiten en los años siguientes la ampliación de las coberturas
asistenciales y la creación de la Seguridad Social, que corresponde
a la implantación del modelo sanitario alemán de principio de siglo,
cuyo objetivo fundamental es conseguir mantener elevada la
productividad de los trabajadores asegurándoles un adecuado nivel
de salud a ellos y a sus familias. Este modelo es un primer intento de
integración de la cartera de servicios de salud. Mejora notablemente
el nivel sanitario del país, pero sigue manteniendo descubiertos a
sectores importantes de la sociedad (autónomos, sectores
empresariales, agricultores, marinos, comerciantes, funcionarios
públicos,…) lo que propicia que paralelamente al sistema sanitario
público se vayan desarrollando otras organizaciones asistenciales
(privadas, mutuales, de beneficencia,…).
La llegada de la democracia y la aprobación de la constitución
española, implica el impulso más importante hacia la obtención de un
sistema sanitario integral, al reconocer en su artículo 43 la protección
de la salud como un derecho fundamental, que debe ser garantizado
y tutelado por los poderes públicos a través de las prestaciones
necesarias. Esto desencadena la reforma sanitaria con la aprobación
en 1986 de la Ley General de Sanidad y la creación del Sistema
Nacional de Salud, que pasará a integrar toda la cartera de
servicios de salud y a brindar cobertura de forma Universal a la
totalidad de los habitantes del país.

1.2.- Salud pública. Salud comunitaria.

¿Te has preguntado quién garantiza la potabilidad del agua que se


consume en una población? ¿Y las condiciones de los alimentos que
podemos adquirir en los supermercados? ¿Quién se ocupa de
controlar que los residuos que generan las fábricas de tu comarca se
gestionen correctamente y no sean origen de enfermedades?

Una parte importante de la responsabilidad sobre aspectos


como los anteriores u otros de igual importancia como la
prevención de enfermedades, vacunaciones, control de las
condiciones de fabricación de productos industriales… recaen
en la organización sanitaria del país.

Desde muy antiguo las comunidades intentan protegerse ante las


enfermedades con medidas como el aislamiento de enfermos, el
control de las aguas residuales, la recogida de basuras, la
construcción de baños públicos o la protección de la maternidad,
medidas de “Salud Pública”.

La evolución de la medicina y la epidemiología modifican el concepto


de salud pública, una vez que la relación entre salud y ambiente ha
quedado científicamente demostrada a través de los determinantes
de salud (que veremos en este mismo módulo). La posibilidad de
controlar estos determinantes de salud permite reducir el riesgo (la
morbilidad) y la mortalidad de los individuos de forma grupal.

Actualmente definimos salud pública como el esfuerzo


organizado de la comunidad dirigido a proteger, fomentar y
promocionar el bienestar de la población cuando está sana, y a
restaurar y restablecer su salud cuando se pierde y en caso de
necesidad rehabilitar o reinsertar al enfermo en su medio
social.
Competen a la salud pública: El saneamiento del medio ambiente, el
control de las enfermedades transmisibles, la educación sanitaria, la
organización de los servicios sanitarios y el desarrollo de mecanismos
sociales para mantener un mínimo nivel de vida.

Para asumir estos objetivos, las acciones de la salud pública se


orientan en cuatro direcciones básicas:

1. Protección de la salud: Son aquellas medidas para evitar


riesgos fundamentalmente del medio ambiente, como los
riesgos biológicos (protección delante de las infecciones), físicos
(violencia, accidentes de tráfico, laborales, habitabilidad de los
edificios…) o químicos (contaminación ambiental, toxicidad,
tabaquismo, exposición al alcohol…). También se ocupa en este
capítulo de la higiene alimentaria (garantías de salubridad y
nutritivas de los alimentos).
2. Prevención de la enfermedad: Medidas para evitar la
exposición a los agentes causales de las enfermedades
(vacunaciones, medidas de aislamiento de contaminantes
biológicos…), detección precoz de factores de riesgo (como la
hipertensión, dislipemias, obesidad, sedentarismo…) o de
enfermedades graves en fase inicial (detección precoz de
cáncer in situ…).
3. Promoción de la salud: Acciones dirigidas a conseguir una
modificación de los hábitos de las personas, orientadas a
disminuir todos aquellos hábitos de riesgo en beneficio de las
actitudes saludables (aumentar la actividad física, disminuir el
consumo de sal o de grasas saturadas, reducir el consumo de
tabaco, alcohol o drogas, fomentar una conducción segura…).
4. Restauración de la salud: Desde cualquier medida sanitaria
asistencial de un enfermo agudo, a medidas dirigidas a mejorar
la calidad de vida de los enfermos crónicos, mejorar la
autonomía personal o la reinserción laboral o social.

Las acciones de la salud pública, recaen en las autoridades sanitarias.


Sin embargo, actualmente también la propia comunidad interviene en
su gestión, desde su complicidad y responsabilidad en la aplicación de
las medidas, hasta la toma de decisiones sobre su organización. Esta
característica de participación social y la correspondiente
responsabilidad define un paso más en la concepción de la Salud
Pública; es la que define la Salud Comunitaria.

Definimos Salud Comunitaria como la Salud Pública participada por la


población en la responsabilidad directa de su planificación,
administración y gestión.
1.3.- PLANIFICACIÓN SANITARIA.

Hasta ahora hemos hablado de objetivos de las organizaciones


sanitarias, pero ¿con qué recursos contamos para llevarlos a cabo?

Como en todos los aspectos de la vida, en sanidad los recursos


no son infinitos y para conseguir que nuestras organizaciones
sanitarias no se vean desbordadas por la realidad de su
entorno, éstas deben ser muy conscientes de con que recursos
cuentan y priorizarlos debidamente para conseguir la mayor
eficiencia. Esto se consigue mediante la planificación.

Las organizaciones sanitarias disponen de unos recursos limitados


(humanos y materiales) que son los que llevarán a cabo en el
territorio las acciones que darán respuesta a las demandas de la
comunidad. El número de profesionales, centros de salud, hospitales,
ambulancias… viene determinado por el conocimiento previo de las
necesidades de la población de referencia, seguida de la oportuna
priorización de las acciones a realizar en busca de la eficiencia,
eficacia y calidad adecuadas.

Para que una administración sanitaria pueda organizar sus


actuaciones de forma equitativa y proporcionada a los recursos de
que dispone, o prever el correcto dimensionamiento de estos, debe
basarse en información objetiva y suficientemente contrastada. Las
administraciones públicas recurren a dos herramientas para la
planificación:

 Las encuestas de salud: En ellas se recoge de forma


exhaustiva, toda aquella información que se considera
relevante sobre la población en la que se debe actuar. La
información se recoge en forma de indicadores sanitarios,
variables que permiten posteriormente su análisis y
comparación.
 El Plan de Salud: Es el documento final que recoge los
aspectos y líneas estratégicas de la planificación sanitaria. Es
un instrumento de decisión política. Generalmente corresponde
a periodos de tiempo limitados (5 o 10 años).

La utilización de estas herramientas es cíclica. Periódicamente se


elaboran planes de salud temporales (habitualmente quinquenales)
detallando los objetivos de salud para ese periodo. Las modificaciones
de los indicadores recogidos en la encuesta de salud al final
permitirán evaluar el grado de cumplimiento del plan, que a su vez
será lo que permitirá valorar la eficacia de las acciones tomadas.
Una vez realizado este análisis, se obtiene una visión suficientemente
ajustada a la realidad del estado de salud de la comunidad, que va a
permitir las acciones que darán lugar a un nuevo Plan de salud para
los cinco años siguientes.

En nuestro país, con excepción de Ceuta y Melilla (dependientes del


INGESA, Instituto Nacional de Gestion Sanitaria), los planes de salud
son específicos para cada comunidad autónoma pues la planificación
sanitaria es una de las competencias transferidas. Posteriormente los
datos de las diferentes encuestas de salud se unifican a nivel
nacional.

1.3.1.- Indicadores de salud.

El funcionamiento de cualquier organización exige la constante toma


de decisiones. También en salud, donde se manejan enormes
cantidades de recursos y donde se necesita priorizar las acciones a
tomar para garantizar eficiencia y equidad. ¿Cómo podemos saber
que hemos alcanzado un objetivo? ¿Cómo medir su impacto sobre la
población diana? ¿Cómo plantear la mejora de nuestras decisiones?
Cualquier decisión sanitaria debe ser evaluada. Debemos conocer sus
consecuencias, justificar su coste y su eficacia. Necesitamos
cuantificar sus efectos. La herramienta que nos lo permite es un
indicador de salud. "Indicador de salud es una variable
(numérica o cualitativa) que pone en evidencia cambios de
salud en individuos o poblaciones con la intención de tomar
decisiones".

Diseñamos indicadores (sanitarios, sociales, económicos…) para


conseguir una información más ajustada sobre nuestra acción
sanitaria, aunque algunos se utilizan por las organizaciones sanitarias
de forma universal. Son:

 Valores absolutos. Por ejemplo "número total de


proyecciones radiológicas de un servicio de radiología".

 Valores relativos. (Tasas, razones, proporciones…) Un valor


absoluto ofrece una información muy pobre. Por ejemplo en el
caso anterior, el número de proyecciones puede variar en
función del tamaño del hospital o de las especialidades que
tenga. Para mejorar la información relativizamos el valor
relacionándolo con otro, lo que permite la posibilidad de
comparar. Por ejemplo, "número de proyecciones de radiología
que se realizan por especialidad".
Para que una medida pueda ser adecuada para ser considerada un
indicador de salud, debe cumplir con las siguientes condiciones
estadísticas:

 Validez. Para que una medida sea válida, debe servir para
medir "aquello que queremos medir".
 Fiabilidad. Deben obtenerse siempre los mismos resultados si
repetimos las medidas en las mismas condiciones.
 Sensibilidad. El sistema de medida debe tener la suficiente
precisión que permita detectar el cambio que nos hemos
planteado como objetivo.
 Especificidad. Los cambios registrados dependen
exclusivamente de aquello que queremos medir y no es
influenciable por otras causas que pueden distorsionar el
resultado.
 Relevancia. Los cambios que se observan deben tener interés
desde el punto de vista práctico para aquellos que lo han
sufrido.

No todas las cosas se pueden medir. ¿Cómo medir el dolor, la


ansiedad o la satisfacción? Por eso cuando se diseñan indicadores,
éstos pueden ser de dos tipos:

 Cuantitativos: Si lo que obtenemos con la medición del


indicador es una cantidad.
 Cualitativos: Medimos una cualidad a la que le asignamos un
valor. Por ejemplo, cuando medimos dolor hablamos de "sin
dolor – poco – mucho – insoportable".

En ocasiones para posibilitar las comparaciones y los cálculos, se


tiende a convertir en cuantitativo un indicador cualitativo. En el caso
del dolor utilizando un algómetro, que no es más que una regla
numerada sobre la que el enfermo señala la cantidad de dolor.

ULTIMOS INDICADORES CLAVE DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

http://inclasns.msssi.es/main.html
2.- MODELOS DE ORGANIZACIÓN SANITARIA.

La inacabable discusión sigue una vez más sazonada con alguna que
otra broma. Al final como siempre solo coincidirán una vez más en
que los servicios sanitarios, los pague quien los pague son
extraordinariamente caros.

La organización sanitaria de un país, responde a una voluntad política


íntimamente relacionada con el resto de la organización social. No
hay ningún sistema perfecto y cada administración sanitaria decide
en función de sus recursos y muchas veces de su historia cómo los
organiza y cómo brinda acceso a ellos a sus ciudadanos. No podemos
obviar tampoco, que los sistemas sanitarios están en permanente
evolución y por tanto en todos los países conviven mezclas de
situaciones de diferentes modelos. Aunque cada país sigue un modelo
propio, podemos distinguir tres modelos tipo que con variaciones los
engloban a todos.

 Modelo Bismark. Nace en Alemania a finales del siglo XIX


orientado a cubrir los problemas de salud de los trabajadores
de su potente industria pesada, a fin de mantener su
productividad. Deja sin cobertura grupos importantes de
población. Corresponde al antiguo modelo de Seguridad Social
de nuestro país.

 Modelo Beveridge. Nace en Europa tras la Segunda Guerra


Mundial. Considera la salud como un valor de la comunidad
(basado en la declaración de los Derechos Humanos): Toda
persona tiene derecho al mejor tratamiento médico existente
con independencia de su nivel de ingresos económicos y el
estado debe garantizar el acceso a él. Es el modelo de los
países con Sistema Nacional de Salud.

 Modelo Liberal. Se basa en la dinámica de libre mercado. Los


servicios de salud responden a las leyes de la oferta y la
demanda tanto en su organización como en sus precios. Los
usuarios se costean sus servicios o buscan sistemas de
abaratamiento de costes (Seguros Médicos) y en el mejor de
los casos el estado sólo se limita a garantizar un servicio básico
para personas sin recursos.
En ningún país existe un modelo puro si no que hay aspectos o partes
de los tres sistemas en diferente proporción, de manera que podemos
acceder a:

 Servicios Públicos: Aquellos cuyo coste es financiado a través


del dinero público, bien sea de los presupuestos del estado,
cuotas obligatorias de seguridad social, municipales…

 Servicios Privados: Son aquellos en los que el usuario debe


hacer frente al coste del servicio, bien sea pagando
directamente, bien sea a través de algún Seguro Médico
(pólizas de riesgo de salud), Mutualidad o Montepío, que
facilitará o pagará el servicio a sus asociados (que lo son a
través de cuotas).

En el siguiente cuadro apreciarás diferencias fundamentales entre los


diferentes sistemas.
SISTEMAS SANITARIOS. MODELOS.

Modelo Bismark Modelo Beveridge Modelo Liberal

Población Solamente a aquellos que


Trabajadores y familiares. Universal, toda la población.
cubierta pagan el servicio.
Ofrecer acceso equitativo a la
Servicios de salud regidos por
Mejorar la productividad de los asistencia sanitaria con
Objetivo las normas del mercado.
trabajadores. independencia del nivel
Reducir el pago de impuestos.
económico.
Cuotas obligatorias recaudadas Presupuestos del estado. Se Pago directo de los servicios.
a las empresas y a los propios cubren los costes de la sanidad Algunos usuarios contratan
Financiación
trabajadores. Similar a un a través de los impuestos que seguros sanitarios con
seguro a nivel nacional. se recaudan. coberturas variables.
Garantizan la cobertura
Universalidad y equidad. Las personas jóvenes y sanas
Ventajas sanitaria a nivel nacional a
Mejora la cohesión social. tienen costes bajos en sanidad.
trabajadores industriales.
Coberturas sociales
Tendencia a la masificación y prácticamente inexistentes.
Quedan fuera del sistema
Inconvenientes lista de espera. Elevada carga Inasumibles cargas
importantes sectores sociales.
impositiva. económicas, para algunos
enfermos.
2.1.- SISTEMA SANITARIO ESPAÑOL.

El sistema sanitario español se caracteriza por ser un sistema


sanitario mixto, en él que convive una potente sanidad pública con
organizaciones privadas de diferente envergadura.

La sanidad pública se organiza como Sistema Nacional de Salud


(SNS) y se marca como objetivo fundamental ofrecer la mejor
atención sanitaria posible, entendiendo la salud de forma global
(atención integral), alcanzando a toda la población (atención
universal) y en carácter de igualdad de acceso (equitativa).

El Estado financia el SNS y provee de los recursos necesarios para la


atención sanitaria a través de los Presupuestos Generales del Estado
para sanidad.

El sistema debe ser además suficientemente eficaz, eficiente y


flexible, permitiendo optimizar dichos recursos y adaptarlos a posibles
incidencias que se puedan presentar. En el siguiente capítulo
ampliaremos la información al respecto. Dada la magnitud del
esfuerzo inversor del sistema público para llegar a alcanzar dichos
objetivos en un espacio de tiempo razonable manteniendo la equidad
y eficiencia, nuestro sistema prevé la posibilidad de la concertación,
que se basa en la contratación de entidades privadas para prestación
de servicios públicos con cargo a la administración. Ésta a su vez
marca unas condiciones para la realización de dichos servicios que
revisa periódicamente mediante auditorías de calidad.
La asistencia sanitaria privada varia ampliamente desde la pequeña
consulta médica privada al gran complejo hospitalario, que presta sus
servicios a mutualidades o entidades de seguro médico que en la
mayoría de los casos son las propietarias de las instalaciones. En
nuestro país la posibilidad de acudir a esta red asistencial no limita el
acceso a la sanidad pública ni exime a trabajadores ni empresas de la
obligatoriedad de estar dado de alta en el sistema de cobertura
sanitaria pública (como en la anterior Seguridad Social). Algunas
entidades privadas han especializado parte de su actividad en ofrecer
servicios públicos con cargo a la administración del estado,
ofreciéndolos también de forma privada y ampliándolos con servicios
no incluidos en las coberturas públicas. Dentro de las entidades
privadas que ofrecen coberturas públicas existe un caso peculiar, con
origen en la dictadura: la situación de los funcionarios públicos, cuya
asistencia sanitaria se realiza a través de organizaciones privadas
(Mutualidad de Funcionarios del Estado). Actualmente existe la
posibilidad de solicitar su adscripción al SNS voluntariamente. Incluso
algunos colectivos, como por ejemplo los funcionarios de algunas
policías autonómicas des de su creación se incluyen en el SNS.

Organización de sanidad pública y privada en nuestro país.

Además la ley obliga a todas las empresas a que contraten una Mutua
de accidentes de trabajo para cubrir los riesgos específicos derivados
de la actividad laboral (accidentes de trabajo e higiene laboral) de sus
trabajadores, con independencia de la cobertura de salud pública del
SNS.
2.1.1.- SISTEMA SANITARIO PÚBLICO.

Las bases de nuestro actual sistema sanitario tienen su origen en la


Ley General de sanidad de 1986. Con ella se da un giro radical a la
organización sanitaria de nuestro país que pasa de un modelo tipo
Bismark a uno tipo Beveridge con la creación de un Sistema Nacional
de Salud:

 Se crea el Sistema Nacional de Salud que integra todos los


recursos públicos en un sistema único.
 La atención sanitaria pasa a ser universal, equitativa e integral.
 Se potencian la Promoción de la Salud y la Prevención.
 Se descentraliza la organización sanitaria, transfiriendo
competencias a la administración Autonómica.
 Se abre la posibilidad de la concertación de servicios públicos.
De esta manera los centros de titularidad privada atienden a
enfermos con cobertura sanitaria pública.
 Se organiza el sistema asistencial en dos niveles: Atención
Primaria y Atención Especializada.

La organización del SNS, es descentralizada distribuyendo sus


competencias entre Administración Central, Administración
Autonómica a la que se transfieren la mayoría de competencias de
gestión y asistenciales (con excepción de Ceuta y Melilla, INGESA).y
Corporaciones Locales. La coordinación entre las diferentes
administraciones públicas se lleva a cabo mediante el Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) En su consejo
también se encuentran representadas organizaciones empresariales y
sindicales.

El recurso sanitario más accesible y eficaz de cualquier sistema


sanitario es la propia población. Sin renunciar a disponer de los
suficientes medios técnicos; la implicación y la educación de la
población en relación con la salud reducen las necesidades sanitarias
pues cada euro que se destina a acciones preventivas tiene un
rendimiento muy superior al que se dedica a tratamientos de
problemas de salud establecidos.

Reflexiona Estamos diciendo que desde la implantación del


Sistema Nacional de Salud, cualquier ciudadano tiene acceso al
sistema sanitario, pero debe cumplir unas condiciones ¿Te has
preguntado cuáles? https://www.boe.es/eli/es/rdl/2018/07/27/7/con
Nuestro SNS subdivide la atención sanitaria en dos niveles:

 Atención Primaria: Primer nivel de atención sanitaria.


Aproxima e integra los servicios sanitarios en la comunidad. Su
ámbito de actuación es toda la población (sanos y enfermos) no
solo a través de la asistencia sino de la prevención y promoción
de la salud. Potencia la responsabilidad y la participación de los
usuarios en el mantenimiento de su salud. Es obligatoriamente
el sistema de acceso de todo usuario a la sanidad pública. Su
proximidad permite la máxima equidad en el acceso.
 Atención Especializada: Corresponde a los centros de
especialidades y hospitales. Cuando la atención primaria se ve
desbordada por la complejidad de algún problema de salud,
deriva al usuario al siguiente nivel asistencial, a otra unidad de
atención más específica o con mayores recursos (visitas a
especialistas, ingresos, emergencias, unidades de quemados,
unidades de drogodependencias, etc.). Tras el proceso
asistencial el paciente y la información clínica retornan
nuevamente a los responsables sanitarios del equipo de
atención primaria, que garantizará la visión global de su salud y
la equidad en la asistencia.

La ubicación de los recursos asistenciales responde a una


planificación bajo criterios demogeográficos. La división territorial del
sistema sanitario, corresponde a la administración sanitaria
autonómica. Ésta divide a su población en zonas denominadas Áreas
de Salud basándose en criterios de proximidad y accesibilidad de los
usuarios a los servicios sanitarios. Éstas se subdividen a su vez en
subáreas denominadas Zonas Básicas de Salud, que delimitan la
población de referencia susceptible de ser atendida por un Equipo
Atención Primaria que desarrolla su actividad en uno o varios
Centros de Salud.
Cada área dispone al menos de un Hospital General como referente
de la atención especializada. Las prestaciones sanitarias son el
conjunto de servicios que ofrece el SNS a sus ciudadanos. Incluye
actividades preventivas, diagnósticas, terapéuticas, rehabilitadoras y
de prevención y promoción de la salud. Vienen recogidas en un
documento denominado cartera de servicios básicos que responde a
criterios de cohesión y calidad y se va revisando periódicamente.

Área de salud: Son las estructuras fundamentales del Sistema


Sanitario, responsabilizadas de la gestión unitaria de los centros y
establecimientos del Servicio de Salud en su demarcación territorial y
de las prestaciones y programas sanitarios a desarrollar por ellos.

Zona de Salud o Zona Básica de Salud: Es aquella delimitación


geográfica de referencia para la actuación del equipo de atención
primaria.

Centro de Salud: Se utiliza la definición incluida en el Real Decreto


137/1984, de 11 de enero, sobre estructuras básicas de salud, que
los define como "Estructuras físicas y funcionales que posibilitan el
desarrollo de una atención primaria de salud coordinada,
globalmente, integral, permanente y continuada, y con base en el
trabajo en equipo de los profesionales sanitarios y no sanitarios que
actúan en el mismo. En ellos desarrollan sus actividades y funciones
los Equipos de Atención Primaria".

El Sistema Sanitario de la Región de Murcia se estructura en 9 Áreas


de Salud gerenciadas de ámbito comarcal, disponiendo cada una de
ellas de un Hospital de Referencia, subdividiéndose a su vez en 89
Zonas Básicas de Salud adscritas, de las que dependen 81 Centros de
Salud y 185 Consultorios Locales, así como 3 Centros de
Especialidades.

https://www.murciasalud.es/seccion.php?idsec=46

2.1.2.- SISTEMA SANITARIO PRIVADO.

Determinadas organizaciones sanitarias no dependen directamente


del sistema público de salud. Son de titularidad privada es decir, la
propiedad está en manos de particulares o de grupos
empresariales que basan su actividad en prestar servicios de salud.
Así podemos encontrar desde consultas particulares de profesionales
liberales aislada o agrupadas en centros, hasta grandes complejos
hospitalarios dedicados exclusivamente a la medicina privada.
Recuerda además que algunas entidades pactan con el sistema
público ofrecer coberturas a sus usuarios, a cambio de pago de éstos
por parte de la administración.

Es el sistema de organización sanitaria de países que siguen un


modelo social liberal. Pero también en países que apuestan por
disponer de sistemas públicos de protección de la salud coexisten
sistemas privados de atención. La financiación de estos servicios es a
través del cobro directo al usuario. En nuestro país esta situación es
poco frecuente y la mayoría de los usuarios privados sufragan los
gastos de estos servicios contratando seguros de salud (pólizas de
riesgo de salud). Recuerda que los sistemas privados de protección
ante la enfermedad o la invalidez remontan su origen en las
Sociedades de Auxilio Mutuo de los artesanos y que el acceso a la
atención sanitaria pública tiene un origen más reciente.

La forma actual de este tipo de organizaciones son las Mutualidades


y las Compañías de seguros médicos, cuya diferencia fundamental
radica en que las primeras no tienen afán de lucro, mientras que las
segundas buscan beneficio empresarial en el servicio prestado.

La relación entre usuario y compañía se establece a través de un


contrato llamado póliza de riesgo de salud, que otorga acceso a
servicios de salud a cambio del pago periódico de una cuota o prima.

Los derechos o prestaciones que se cubren (coberturas) dependen de


la póliza contratada y pueden ser más o menos amplios pero siempre
son limitados. Conviene que el usuario tenga en cuenta esta situación
que difiere radicalmente de lo que sucede con las prestaciones
incluidas en la cartera de servicios del sistema público, que son
ilimitadas (el Estado se obliga a dar respuesta) e iguales para todos
(equitativas). El nivel de cobertura al que se compromete la
compañía queda recogido en un contrato llamado condicionante de
póliza. Es vinculante y no puede modificarse unilateralmente, aunque
la necesidad de incluir nuevas técnicas diagnósticas y terapéuticas, la
lógica evolución del nivel sanitario, sus costes y la competencia
económica provocada por la ley de la oferta y la demanda, hace que
constantemente aparezcan diferentes perfiles de cobertura.

Las compañías suelen ofrecer prestaciones no cubiertas dentro del


sistema público (como salud dental, medicina del deporte, medicinas
alternativas…), ventajas en las condiciones de acceso a la atención
(ausencia de listas de espera para pruebas complementarias o
determinadas intervenciones…) o mejoras en la hostelería
(alojamiento) en caso de ingresos hospitalarios (habitaciones
individuales o de mayor tamaño, posibilidad de disponer de cama o
menús para acompañantes, TV en habitación…).
Las compañías además incluyen limitaciones de acceso a
determinados servicios como pruebas costosas o intervenciones a los
socios que no llevan un determinado tiempo como tales (franquicias)
o a los que presentan antecedentes de padecer determinadas
enfermedades antes de contratar su póliza (renuncias).

2.2.- ESTRUCTURA Y TIPOS DE CENTROS HOSPITALARIOS.

La mayor parte de la atención especializada tiene lugar en los centros


hospitalarios. Estos participan en las actividades asistenciales, de
prevención y de promoción de la salud como soporte de los centros
de atención primaria gracias a su mejor dotación de medios y
tecnológica. Diferenciamos unos modelos básicos de relación entre
pacientes e institución:

 Atención ambulatoria. El paciente acude a la institución solo


a realizar consultas o pruebas complementarias.
 Atención Hospitalaria. El paciente queda ingresado en el
centro y recibe asistencia en situación de dependencia de la
institución.
 Situaciones intermedias. Determinadas técnicas o protocolos
de atención precisan cierta tutela del equipo asistencial o una
atención de mayor duración (horas), llegar a que el paciente
ingrese, cómo en las urgencias, áreas de hospital de día,
algunos tratamientos oncológicos o equipos de cirugía mayor
ambulatoria.

La forma más habitual de clasificar los tipos de hospitales depende de


su nivel de complejidad tecnológico, diferenciaremos al menos entre:

 Hospital general básico. Atiende las necesidades básicas de


atención de la población de un área de salud, con excepción de
técnicas o procedimientos que requieren un grado de tecnología
importante.
 Hospital de referencia. Puede resolver la práctica totalidad de
problemas de salud de la población atendida, con excepción de
los de muy elevada tecnología.
 Hospital de alta tecnología. Dispone de las llamadas
"superespecialidades" y las últimas tecnologías diagnósticas y
terapéuticas. Acostumbran a corresponder a grandes complejos
hospitalarios ubicados en grandes conurbaciones. Su desarrollo
tecnológico puede llevarles a atender a pacientes específicos
derivados incluso de otras comunidades.
EN EL SIGUIENTE CUADRO VERÁS DIFERENTES FORMAS DE CLASIFICAR LOS HOSPITALES.

CRITERIO DE
TIPO DE HOSPITAL
CLASIFICACIÓN
HOSPITAL PÚBLICO.
HOSPITAL PRIVADO.
La propiedad del centro es de
La propiedad corresponde a particulares, grupos
Según titularidad alguna administración pública
económicos o empresas de servicios médicos.
(Central, autonómica, municipal…).
Recuerda que con independencia de la titularidad, la actividad que realicen puede ser
pública o privada.
HOSPITAL GENERAL.
HOSPITAL ESPECIALIZADO.
Según
Dispone de una amplia gama de
especialidades Orientado a especialidades concretas (cirugía estética,
especialidades por lo que atiende
ginecología y obstetricia, oftalmología, oncológicos…).
patología variada.
HOSPITAL DE AGUDOS. HOSPITAL DE CRÓNICOS.
Según tipo de
Atiende patologías que implican Orientados a la atención de enfermos que necesitan de
paciente
estadas cortas, a lo sumo de mucho tiempo para su recuperación, al menos meses.
semanas. Liberan camas en los hospitales de agudos.
Hospital de alta resolución de El Toyo, Almería.
Además los centros de alta resolución, hospitales ligeros u
hospitales de proximidad son centros hospitalarios sin ingreso en
los que es posible realizar diagnósticos, tratamientos especializados o
de una cierta complejidad (urgencias, unidades de salud sexual y
fertilidad, cirugía mayor ambulatoria, rehabilitación, tratamientos
oncológicos…). Su objetivo es aproximar las especialidades a la
atención primaria y facilitar su integración en la comunidad.

2.2.1.- Las unidades de Imagen para el Diagnóstico y Medicina


Nuclear (IDMN) en el ámbito sanitario.

Los servicios de IDMN corresponden a atención especializada (se


ubican en hospitales o centros de especialidades). Cuando los
encontramos en atención primaria igualmente su función es soporte
diagnóstico de sus profesionales, que además suelen ofrecer atención
urgente de cierta envergadura.

La organización sanitaria sigue un modelo jerarquizado: los


trabajadores sanitarios participan en las discusiones pero las
decisiones las toma la dirección.

El hospital se subdivide en servicios, que son conjuntos de medios


materiales y profesionales orientados a proporcionar una determinada
asistencia. En casos de necesidad (hospitales grandes con servicios
de muchos profesionales) éstos se pueden subdividir en unidades y
áreas.
A su vez los servicios se agrupan según su objetivo fundamental en:

 Servicios clínicos: Se encargan de la atención directa de los


pacientes y su hospitalización.
 Servicios auxiliares: Pueden atender directamente a
pacientes o no. Su misión es dar soporte a los servicios clínicos
o a profesionales de atención primaria o de otros centros si se
trata de un hospital de referencia. En este grupo incluimos los
servicios de IDMN.
El funcionamiento de un centro hospitalario requiere de la
coordinación de todos sus servicios en la consecución de unos
objetivos tanto sanitarios como en muchas ocasiones económicos.

Dichos objetivos vienen marcados por una dirección cuya máxima


figura es el director o gerente, aunque sus decisiones suelen
tomarse en una junta directiva colegiada en la que participan otros
representantes legales, económicos, políticos, sindicales y sanitarios
del centro. Esta junta recibe asesoramiento de diferentes comisiones
técnicas (antibioterapia, tumores, farmacología, formación
continuada…) en las que participan diferentes profesionales, expertos
del hospital o incluso de otros hospitales. Las decisiones tomadas por
la junta directiva se comunican a los máximos responsables del
personal dentro del centro (director/a médico/a, director/a de
enfermería, director/a de personal…) para que estos las transmitan al
resto del personal y velen por su cumplimento.

A su vez la dirección se soporta directamente sobre una serie de


servicios adjuntos a dirección (administrativos, jurídicos, contables,
informáticos…). En la figura podrás ver un esquema de dirección con
detalle.
Aunque la organización de cada centro es muy variable (dependiendo
entre otras cosas depende del tamaño), los profesionales de los
centros sanitarios se agrupan alrededor de al menos tres categorías
profesionales, lo que da lugar a las divisiones hospitalarias:

 División médica: Agrupa los facultativos, médicos y otros


titilados superiores con labores sanitarias (químicos, biólogos,
farmacéuticos…).
 División de enfermería: Agrupa a enfermeras y técnicos
sanitarios.
 División de servicios: Generalmente agrupa al personal no
sanitario (técnicos de mantenimiento, informáticos,
administrativos, personal subalterno como celadores o
conserjes, personal de seguridad…).

En un mismo servicio hospitalario encontraremos profesionales de


diferentes categorías profesionales cumpliendo tareas orientadas a
un mismo objetivo. El personal facultativo que suele desarrollar su
actividad en un servicio concreto actúa en diferentes áreas, el
personal de la división de enfermería suele estar más ligado al
espacio físico, siendo frecuente que un mismo profesional participe
en las actividades de varios servicios. Intentamos representar esta
situación en la figura adjunta.
Por ejemplo: Un médico cirujano oftalmólogo opera en el área de
quirófanos, ingresa sus pacientes en planta, hace visitas en consultas
externas y una vez por semana realiza pruebas complementarias en
un área específica del hospital. Sin embargo la enfermera
instrumentista de quirófano desarrolla su actividad siempre en el área
quirúrgica dando soporte a los diferentes equipos quirúrgicos, puesto
que para ello precisa de una formación específica.

2.2.2.- FUNCIONALIDAD DE LAS UNIDADES DE IDMN.

Las unidades de IDMN son unidades asistenciales orientadas al


diagnóstico y el tratamiento de pacientes mediante el uso de medios
físicos. Clásicamente la mayoría de las técnicas se ha basado en el
manejo de radiaciones ionizantes, pero actualmente se dispone de
sistemas para la obtención de imágenes mediante métodos no
nocivos.

Los pacientes que acuden a las unidades de IDMN vienen derivados


por otros facultativos, del propio centro o de servicios externos, que
son responsables tanto de la correcta indicación de la técnica a
practicar, como de la interpretación de los resultados, la toma de
decisiones en relación a estos y el seguimiento y tratamiento de
posibles complicaciones. Los facultativos de los servicios de IDMN
deben colaborar asimismo en la correcta interpretación de la
información. Es de vital importancia disponer de sistemas que
permitan una comunicación ágil y segura entre profesionales.

Gracias a la digitalización de las imágenes diagnósticas muchos


centros de IDMN concentran la interpretación de las diferentes
pruebas en centros de diagnóstico a distancia (telemedicina) dejando
el funcionamiento de los centros en manos de técnicos.

Estas actividades se desarrollan en campos agrupados alrededor de


diferentes técnicas:

 Radiodiagnóstico: Es el más clásico. Se basa en el uso de


rayos X en sus diferentes variantes con fines
fundamentalmente diagnósticos. La radiología convencional,
actualmente mejorada gracias a la digitalización de las
imágenes, permite además su interpretación por equipos de
especialistas distantes de las estaciones de trabajo
(Telemedicina). Sus evoluciones técnicas permiten la obtención
de imágenes de secciones del cuerpo mediante TAC
convencional o helicoidal o de imágenes de actividad metabólica
en combinación con la utilización de un radiofármaco en el PET.
 Ultrasonidos: La utilización de ondas ultrasónicas genera
imágenes a partir de los ecos que se producen en el momento
de atravesar las diferentes estructuras del organismo o de su
atenuación durante la propagación (ecografía pulsada). La
aplicación de la técnica Doppler completa el estudio de órganos
en movimiento.

 Resonancia magnética. Ha supuesto el mayor avance de la


especialidad en los últimos años, tanto por la calidad de las
imágenes como por el bajo riesgo en su utilización en todo tipo
de pacientes. Se ha convertido en la técnica de elección en
numerosas patologías. Basada en las propiedades mecánico-
cuánticas de los núcleos atómicos, las imágenes obtenidas
permiten además una interpretación del resultado a nivel
molecular.

 Medicina Nuclear: La utilización de radioisótopos permite la


obtención de imágenes selectivas de órganos, y a la vez valorar
su funcionalidad. Dichas substancias administradas al paciente
externamente a través de diferentes vías (oral, inhalatoria,
parenteral…) son incorporadas por el metabolismo de un
determinado órgano y las radiaciones emitidas desde éste,
captadas a través de una gammacámara. Los estudios pueden
ser estáticos, cuando se limitan a la obtención de imágenes
únicas (gammagrafías) o dinámicos si se obtiene una
secuencia de imágenes del paso del radioisótopo por el órgano
diana. Existen variantes que permiten la obtención de imágenes
tridimensionales cómo el SPECT o el PET. Los radioisótopos
pueden ser usados con fines terapéuticos, administrando dosis
superiores para producir destrucción de tejidos también de
forma selectiva aprovechando sus propiedades de diseminación
o modernamente mediante el diseño de fármacos cargados
isotópicamente (radiofármacos) específicamente orientado a
la atenuación o tratamiento de determinadas patologías.

 Radioterapia: Hace tiempo que se utiliza la potencial


capacidad de las radiaciones ionizantes (incluye los rayos
gamma, protones y partículas alfa). para generar daño celular,
para destruir células tumorales, distintos tipos de cáncer
(cabeza y cuello, mama, vejiga, pulmón, entre otros).uno de
los tratamientos más comunes.
Esta acción también puede ejercerse sobre los tejidos normales; sin
embargo, los tejidos tumorales son más sensibles a la radiación y no
pueden reparar el daño producido de forma tan eficiente como lo
hace el tejido normal, de manera que son destruidos bloqueando el
ciclo celular. De estos fenómenos que ocurren en los seres vivos tras
la absorción de energía procedente de las radiaciones se encarga la
radiobiología.
Los equipos de radioterapia son una tecnología sanitaria y por tanto
deben cumplir la reglamentación de los productos sanitarios para su
comercialización.
La radioterapia sigue siendo junto con la cirugía y la quimioterapia,
uno de los tres pilares del tratamiento del cáncer
La radioterapia es un tratamiento que se viene utilizando desde hace
un siglo, y ha evolucionado con los avances científicos de laFísica, de
la Oncologíay de los ordenadores, mejorando tanto los equipos como
la precisión, calidad e indicación de los tratamientos.
Se estima que más del 50% de los pacientes con cáncer precisarán
tratamiento con radioterapia para el control tumoral o como terapia
paliativa en algún momento de su evolución.

La radioterapia o la oncología radioterápica no se debe


confundir con:

 Radiología, que es la especialidad médica encargada del


diagnóstico por imagen basada en la radiación ionizante o rayos X,
resonancia magnética, o ultrasonidos(ecografía).
 Medicina nuclear, que es otra especialidad médica encargada del
diagnóstico por la imagen y del tratamiento que proporcionan los
radionúclidos inyectados en el cuerpo.

La forma de aplicar estas radiaciones puede ser:

 Local o Braquiterapia mediante la instalación de dispositivos


radioactivos; a distancia o Radioterapia externa mediante
aparatos emisores de radiación (Cobaltoterapia). La utilización
de aceleradores lineales de partículas ha permitido aumentar la
potencia y la precisión de la radioterapia minimizando las
complicaciones sobre tejidos vecinos sanos. Estos aceleradores
permiten administrar dosis únicas elevadas con el fin de
producir lesiones muy selectivas (Radiocirugía
estereotáxica).
TIPOS DE RADIOTERAPIA

1. Según la distancia de la fuente


Según la distancia en que esté la fuente de irradiación, se pueden
distinguir dos tipos de tratamientos:

 Braquiterapia. La palabra braquiterapia procede del griego


brachys que significa "corto". Por tanto la braquiterapia es el
tratamiento radioterápico, que consiste en la colocación de fuentes
radiactivas encapsuladas dentro o en la proximidad de un tumor
(distancia "corta" entre el volumen a tratar y la fuente radiactiva).
Se usa principalmente en tumores ginecológicos. Se puede
combinar con teleterapia. Se debe aislar al paciente radioactivo
mientras la fuente esté en su lugar.
 Teleterapia o radioterapia externa, en que la fuente de
irradiación está a cierta distancia del paciente en equipos de
grandes dimensiones, como son la unidad de Cobalto y el
acelerador lineal de electrones. En este tipo de tratamiento, que
es el más común, los pacientes acuden diariamente de forma
ambulatoria por un período variable, dependiendo de la
enfermedad que se esté tratando.

La radiación puede ser de rayos gamma, rayos X, electrones,


protones o núcleos atómicos. La radioterapia externa convencional
es la radioterapia conformada en tres dimensiones (RT3D).

También pertenecen a este tipo de radioterapia, la radiocirugía, la


radioterapia estereotáctica, la Radioterapia con Intensidad
Modulada (IMRT), la radioterapia corporal total (TBI, del
inglésTotal Body Irradiation).
Más recientemente se ha incorporado la tecnología de IGRT, (del
inglés Image-Guided Radiation Therapy) donde el Acelerador Lineal
utiliza accesorios adicionales para tomarle una Tomografía
Computadorizada Cónica al paciente antes de comenzar su sesión de
terapia y, luego de comparar estas imágenes con las imágenes de
Tomografía Computadorizada de la Simulación inicial, se determinan
los movimientos o ajustes necesarios para administrar la Radioterapia
de una manera más efectiva y precisa.
2. Según la secuencia temporal
Según la secuencia temporal con respecto a otros tratamientos
oncológicos, la radioterapia puede ser:

 Radioterapia exclusiva: El único tipo de tratamiento oncológico


que recibe el paciente es la radioterapia. Por ejemplo en el cáncer
de próstata precoz.
 Radioterapia adyuvante: Como complemento de un tratamiento
primario o principal, generalmente la cirugía. Puede ser
neoadyuvante si se realiza antes de la cirugía, pero sobre todo la
adyuvancia es la que se realiza después de la cirugía
(postoperatoria).
 Radioterapia concomitante, concurrente o sincrónica: Es la
radioterapia que se realiza simultáneamente con otro tratamiento,
generalmente la quimioterapia, que mutuamente se potencian.

3. Según la finalidad de la radioterapia


Según la finalidad de la radioterapia, esta puede ser:

 Radioterapia radical o curativa: Es la que emplea dosis de


radiación altas, próximas al límite de tolerancia de los tejidos
normales, con el objetivo de eliminar el tumor. Este tipo de
tratamiento suele ser largo y con una planificación laboriosa,
donde el beneficio de la posible curación, supera la toxicidad
ocasionada sobre los tejidos normales.
 Radioterapia paliativa: En este tipo se emplean dosis menores
de radiación, suficientes para calmar o aliviar los síntomas del
paciente con cáncer, con una planificación sencilla y duración del
tratamiento corto y con escasos efectos secundarios.
Generalmente es una radioterapia antiálgica, pero también puede
ser hemostática, descompresiva, para aliviar una atelectasia
pulmonar, etc.

Un objetivo de las unidades de IDMN es evitar riesgos en su


aplicación tanto a los pacientes sometidos a las diferentes técnicas,
como a los trabajadores sanitarios o a la población general
potencialmente expuesta.
2.2.3.- FUNCIÓN DE LOS TÉCNICOS EN IDMN.

La responsabilidad última de la correcta aplicación de las radiaciones


ionizantes para diagnóstico o tratamiento recae en los facultativos
sanitarios. Los especialistas médicos que prestan sus servicios en las
unidades de IDMN lo pueden ser en Radiodiagnóstico, en Medicina
Nuclear o en Oncológica Radioterápica. Además en algunos
servicios no es infrecuente encontrar físicos o ingenieros. Otros
especialistas pueden incluir la manipulación de isótopos radioactivos
dentro de alguna de sus técnicas diagnósticas o terapéuticas como
por ejemplo cardiólogos, angiólogos, anatomopatólogos, analistas
clínicos…

Los pacientes que acuden a las unidades de IDMN pueden presentar


todo tipo de patologías, algunas suficientemente severas como para
precisar la utilización de técnicas y aparataje complejos para el
mantenimiento de sus constantes durante su estancia en la unidad,
garantizando su seguridad y la no interferencia con los resultados de
los procedimientos por los que han acudido a ella.

Por este motivo diferentes profesionales sanitarios como médicos no


radiólogos, enfermeros/as, auxiliares clínicos o técnicos de
otras especialidades pueden formar parte del equipo de una unidad
de IDMN o participar con él de forma esporádica.
Las competencias de éstos pueden ocasionalmente entrar en colisión
entre ellas o con las de los técnicos en IDMN; sin embargo, dado que
el objetivo común es conseguir la mejor atención al paciente debe
regir un ambiente de colaboración aprovechando dentro de las
competencias de cada profesional, las habilidades personales en
beneficio del usuario. Las funciones esperables de un técnico en IDMN
se corresponderán con sus unidades de competencia.

Unidades de competencia del técnico en IDMN.

• Administrar una unidad de radiodiagnóstico y/o de medicina


nuclear. Administrar tratamientos radiometabólicos bajo indicación y
supervisión médica.
• Aplicar los fundamentos de anatomía y fisiología del cuerpo humano
en unidades de imagen para el diagnostico.
• Obtener imágenes médicas utilizando equipos de radiografía simple
e intervencionista.
• Colaborar en la obtención de imágenes médicas utilizando equipos
de tomografía computarizada (TAC) y exploraciones ecográficas
(ECO).
• Obtener imágenes médicas utilizando equipos de resonancia
magnética(RM).
• Obtener imágenes médicas utilizando equipos de medicina nuclear:
gammagrafía simple, tomografía de emisión de fotón único (SPECT) y
tomografía de emisión de positrones (PET).
• Colaborar en la aplicación de tratamientos radiometabólicos y en la
analítica diagnóstica por radioinmunoanálisis (RIA) en medicina
nuclear.
• Aplicar normas de radioprotección en unidades de radiodiagnóstico
y medicina nuclear.

El técnico en IDMN NUNCA Informará del resultado de un


procedimiento al paciente o a sus familiares.

Como profesional sanitario el técnico en IDMN debe hacerse


responsable de la atención de los usuarios a su cargo dentro de su
responsabilidad, manteniendo un trato humano, ético y no
discriminatorio, garantizando en todo momento su seguridad, así
como la seguridad de otros profesionales sanitarios o de la población
general. Su proceder debe ser discreto y respetuoso obligándose a
mantener la confidencialidad sobre aquello que hace referencia a su
actividad profesional.
2.3.- GESTIÓN DEL ALMACÉN SANITARIO.

En el almacén sanitario se conservan de forma segura los materiales


del hospital para evitar la interrupción de la actividad por
desprovisión. Es material sanitario los equipos, dispositivos,
materiales o instrumentos diseñados para su uso en pacientes. Por
ejemplo uno de los almacenes del hospital es la farmacia donde
encontramos medicamentos o fármacos.

Diferenciaremos entre material fungible, aquel que se consume en


un espacio corto de tiempo (elevada rotación), sea desechable o
reutilizable y material inventariable que corresponde a mobiliario,
instrumental y equipos técnicos, que no caducan con el tiempo.

CLASIFICACIÓN DE LOS ALMACENES SANITARIOS

Material sin exigencias especiales

Precisan tener simplemente las condiciones mínimas de limpieza,


seguridad, ventilación, humedad… Recuerda que como almacén
sanitario deben cumplir con la misma normativa general del resto de
espacios sanitarios del hospital (normativa de accesibilidad, eléctrica,
de incendios…).

Material con exigencias especialesLos materiales que en ellos se


incluyen necesitan ser almacenados de forma especial para asegurar
su conservación sin que pierdan sus propiedades o para garantizar su
seguridad.

Estéril: La prioridad es garantizar las condiciones de esterilidad, tanto


en el almacenaje como en el transporte hasta el punto de utilización.
Los productos van fechados y con marcadores de pérdida de la
condición de esterilidad. Los operarios y el almacén mantienen unas
normas de higiene muy superiores al resto de materiales.

Perecedero: Debe asegurarse la rotación mediante control de


caducidades. Para ello se utilizan técnicas especiales de
almacenamiento.

Termolábil: Se alteran fácilmente con el calor. Pueden necesitar


refrigeración o congelación. Se dispone de generadores para asegurar
el fluido eléctrico en estos espacios y además se registra el gráfico de
temperaturas.

Fotosensible: Se alteran por la exposición directa a la luz. Se


mantienen en embalajes especiales opacos.
Higroscópicos: Se alteran en ambientes húmedos. Se conservan en
embalajes especiales en ambientes deshumidificados.

Vigilancia especial: Se trata de drogas de abuso, medicamentos de


prescripción especial (medicamentos experimentales o con muy
elevado riesgo de complicaciones) y los materiales peligrosos, como
materiales explosivos, comburentes o radiactivos.

SÍMBOLOS DE ETIQUETADO DE PRODUCTOS SANITARIOS.

Estos almacenes deben cumplir unos requisitos especiales:

 El material debe almacenarse sin riesgo para la salud pública.


 Debe garantizar la autenticidad del material y las condiciones
certificadas por el fabricante hasta el momento de su
utilización, en especial si se trata de material con medidas
especiales de conservación (estéril, termosensible,
radioactivo…).
 Debe garantizar su trazabilidad, es decir el seguimiento hasta
su momento de utilización, en especial de aquellos productos
sometidos a vigilancia especial.
 Se debe asegurar la adecuada rotación del material
almacenado.
 Son parte de un establecimiento sanitario y por lo tanto debe
cumplir con la normativa que así lo certifica.
La correcta gestión del almacén sanitario de la unidad depende del
técnico cuyas tareas debes conocer.

El control de materiales se realiza a través de un registro de entradas


y salidas (fichas de almacén). Al menos una vez al año se cuentan,
identifican y valoran todas las existencias (inventario). Un almacén
bien gestionado no presenta discrepancias entre los datos de las
fichas y el resultado del inventario.

Encontramos dos sistemas de almacenaje de material sanitario:

 Almacén abierto, si acceden de forma libre cualquier


profesional del hospital. Son sistemas ágiles pero de difícil
control.
 Almacén cerrado, acceso exclusivo a personas autorizadas,
que se identifican cuando se registra una entrada o salida de
material. Son así la mayoría de almacenes del hospital, en
especial los materiales de vigilancia especial (evita extravíos).

Uno de los materiales más comprometidos del hospital tiene relación


directa con nuestro ciclo. Los materiales y residuos radioactivos en el
hospital son elementos de elevada peligrosidad y por este motivo
debes conocer los aspectos más elementales de la seguridad en su
manipulación.
TIPOS DE RESIDUOS HOSPITALARIOS:

En un centro sanitario además de residuos de tipo biológico,


específicos de la actividad, se generan los mismos residuos que se
puedan generar en cualquier otra organización, y globalmente
pueden ser peligrosos para la salud o no, tal y como se muestra en la
imagen tabla adjunta.

Los residuos NO PELIGROSOS (tipos I y II) son todos aquellos que,


independientemente de su procedencia (actividad asistencial,
hostelería, mantenimiento, etc.), no presentan en su gestión riesgos
para la comunidad o para el medioambiente.

Los residuos PELIGROSOS (tipos III, IV y V) son todos aquellos que


poseen una o varias de las características que se enumeran en la
tabla de clasificación, donde los riesgos o peligros se codifican
mediante una H -del inglés, HAZARD- y un número de orden. El
riesgo asociado a cada tipo de residuo no sólo determina su
clasificación, sino que también condiciona las prácticas internas y
externas de gestión del mismo.

Cada Comunidad Autónoma dispone su propia legislación y las


clasificaciones varían de unos casos a otros, aunque la gestión final
de cada residuo en función de sus características es la misma.
TIPO I: residuos no específicos de la actividad sanitaria (=generales)
similares a los residuos domésticos, no son tóxicos ni peligrosos y no
necesitan exigencias especiales de seguridad, si bien muchos de ellos
pueden ser reutilizables y/o reciclables. Ejemplos: cartón, vidrio,
envases, plástico, residuos inertes de obra, etc.

TIPO II: son residuos específicos de la actividad sanitaria y pueden


estar contaminados biológicamente por sangre, secreciones o
excreciones de los pacientes. Son todos aquellos sobre los que no
existe ninguna evidencia epidemiológica que sugiera que sean más
peligrosos que los residuos domésticos y municipales. Así, no existe
ninguna evidencia de que enfermedades como la hepatitis B, el SIDA
u otras puedan transmitirse al público a través de un residuo de este
tipo, fuera del propio centro sanitario y por ello los residuos del tipo
II se consideran NO PELIGROSOS desde el punto de vista de su
gestión extracentro.

No obstante, la posibilidad de que contengan microorganismos


oportunistas hace que sea necesario adoptar medidas preventivas en
su gestión intracentro, con el fin de proteger a pacientes con la
inmunidad baja (inmunodeprimidos) especialmente sensibles.

Ejemplos: restos de curas e intervenciones quirúrgicas, bolsas de


orina vacías, textiles de un solo uso manchados con sangre, pañales,
vacunas inactivadas, medicamentos caducados (excepto citostáticos),
etc.

TIPO III: son residuos con riesgo elevado tanto para la salud laboral
(de los trabajadores que los manipulan del centro) como la salud
pública (de las personas de la comunidad en general). Estos residuos
deben tratarse de forma especial, tanto dentro como fuera del centro
generador. Ejemplos: residuos procedentes de pacientes con
enfermedades altamente virulentas, agujas y todo material cortante o
punzante, cultivos y reservas de agentes infecciosos, vacunas vivas y
atenuadas, sangre y hemoderivados en grandes cantidades, restos
anatómicos humanos, etc.

TIPO IV: Son residuos que presentan una varias características de


riesgo, se pueden generar tanto en la actividad propiamente sanitaria
como en cualquier otro ámbito del medio hospitalario
(mantenimiento, hostelería, administración, etc). Ejemplos:
medicamentos citostáticos, productos químicos, pilas y baterías,
aceites y grasas, aparatos eléctricos y electrónicos, envases de
productos peligrosos, pinturas, barnices, etc.
TIPO V: Son RESIDUOS RADIACTIVOS cuyo riesgo radica en las
radiaciones que emiten, PELIGROSAS para la salud. Los elementos
radiactivos están formados por átomos de elementos muy pesados
“inestables” que emiten partículas y radiaciones para conseguir la
“estabilidad”. Al periodo de tiempo en el que un elemento radiactivo
reduce su emisiones radiactivas a la mitad se le llama periodo de
semidesintegración. En algunos elementos dura miles de años, en
otros solo unas horas, y pueden ser de diferente actividad radiactiva:

En el caso de residuos de baja actividad es posible gestionarlos como


residuos convencionales tras un periodo de almacenamiento de horas
o días.

En el resto de casos una entidad debidamente autorizada (que puede


ser el mismo proveedor de la fuente radiactiva).

Los residuos procedentes de fuentes encapsuladas tales como el


Cobalto, el Cesio o el Iridio solo podrán ser manipulados y
gestionados por ENRESA (empresa pública que se encarga de la
gestión y el almacenamiento seguro de los residuos radiactivos
generados en España).

AGENTES IMPLICADOS: PRODUCTOR, TRANSPORTISTA y


GESTOR de residuos

Productor de los residuos: Tiene la obligación de entregarlos para su


gestión final a un Gestor Autorizado de Residuos.

En caso de que en su actividad el productor genere residuos


peligrosos deberá estar inscrito en la lista de productores de residuos
peligrosos de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Además, si genera más de 10 toneladas de residuos peligrosos


anualmente tendrá que cumplir una serie de obligaciones como la
elaboración anual de una memoria de residuos, así como un estudio
de minimización de los mismos.

Transportista autorizado de residuos: Empresa autorizada para el


transporte de residuos por carretera . Existen autorizaciones para el
transporte de residuos peligrosos y no peligrosos.

Gestor autorizado de residuos: Empresa autorizada para la gestión


final de residuos (reciclaje, valorización, depósito en vertedero, etc).
Habitualmente los Gestores Autorizados de Residuos están en
posesión de la autorización de transporte de residuos (transportan y
gestionan los residuos).
2.3.1.- CALIDAD EN LA UNIDAD DE IDMN.

Calidad es el parámetro de medida en el cumplimiento de objetivos y


ejecución de una actividad profesional. Vimos la importancia de la
planificación en salud y la necesidad de disponer de información
precisa y verídica para tomar decisiones (indicadores certeros,
sensibles y fiables). La calidad es estratégica en el SNS, como se
define en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud,
cuyo objetivo es cohesionar el sistema garantizando la equidad y
asegurando la máxima calidad posible. Ello se lleva a cabo evaluando
técnicas y procedimientos, auditando centros y servicios, mejorando
la atención a los pacientes, garantizando su seguridad y mejorando
los procedimientos clínicos.

Los procedimientos sanitarios deben indicarse y ejecutarse de forma


adecuada, con pautas que permitan la detección precoz de errores y
su corrección, mitigando riesgos innecesarios sobre el paciente. La
calidad de un servicio dependerá de su capacidad para protocolizar
procesos y detectar sus puntos críticos mediante el análisis de cada
uno de sus pasos y de los resultados obtenidos.

La eficacia no se consigue supervisando a las personas sino actuando


sobre los procesos que se desarrollan, pero necesita de la implicación
de todo el personal y garantizar que la información circule de forma
ágil y sin barreras. Las unidades de IDMN se someten a los mismos
principios de calidad de cualquier organización sanitaria. Además
deben velar especialmente por el cumplimiento de los mecanismos
que garanticen la seguridad de los usuarios (dentro de la seguridad
global) y la fiabilidad de los resultados obtenidos en los
procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se lleven a cabo en la
unidad.

La filosofía del análisis de la calidad se refleja en la rueda de la


calidad, la revisión constante del proceso, sin principio ni fin, que
permite el avance hacia la mejora continua. Una herramienta útil son
los mapas de procesos, que permiten desglosar éstos para poder
analizar cada uno de los puntos críticos.

El control de calidad en IDMN debe asegurar los resultados de las


exploraciones y tratamientos. Si es fundamental el mantenimiento del
equipo, no lo es menos la calibración periódica a la que debe
someterse, en la que el técnico participa activamente. Sabemos que
los efectos de las radiaciones sobre el organismo son dosis
dependientes y acumulativos (no existe un umbral bajo el cual sean
inocuas). Esto obliga a proteger a las personas sometidas a
exposiciones con fines diagnósticos y terapéuticos.
Dicha protección parte de tres principios fundamentales;
justificación, optimización y limitación de dosis. No se justifica
ninguna práctica clínica que no demuestre un beneficio neto, con
exposiciones tan bajas como sea posible y sin exceder de unos límites
establecidos.

La responsabilidad del correcto funcionamiento de los equipos recae


en un médico radiólogo o un especialista en radiofísica hospitalaria,
pero el técnico radiólogo puede participar a través de la comisión de
calidad que debe elaborar un programa de garantía y calidad del
centro, que contemplará todas las fases del proceso terapéutico,
incluyendo al menos:

 La definición de objetivos.
 La descripción de procedimientos a utilizar, programas de
control asociados, recursos humanos y materiales necesarios y
responsables de cada decisión (especificando el nivel de
autoridad).
 Relación de las sucesivas etapas del proceso terapéutico y
pruebas de control de calidad previstas.
 Descripción del sistema de evaluación y análisis de resultados.

2.3.2.- ECONOMÍA SANITARIA EN LAS UNIDADES DE IDMN.

Las organizaciones sanitarias son empresas de servicios, cuyas


actividades tienen valor económico puesto que para hacerlas posibles
deben utilizar un número variable de recursos, al menos de dos tipos:

 Materiales (sanitarios y no sanitarios), que son utilizados,


transformados o utilizados directamente en la atención al
usuario. Debemos incluir aquí el coste de las infraestructuras
(edificios, almacenes, consultas…) de los suministros (luz,
teléfono, agua…) o de la gestión (impuestos, créditos, gastos
legales…).

 Humanos: Corresponden a los profesionales que intervienen


en su realización, directa (sanitario) o indirectamente (no
sanitario). Los profesionales actúan como proveedores de
servicio al cumplir con su cometido, sea individualmente
(profesional liberal con contrato mercantil) o dentro del equipo
de la unidad de IDMN. Proveedor externo, cuando el servicio se
brinda a usuarios o a centros diferentes del nuestro, mientras
que si realizamos un servicio dentro de nuestra misma
estructura sanitaria actuamos como proveedores internos.
Para entender el esquema de valoración económica de la cualquier
atención sanitaria, debemos diferenciar tres actores fundamentales:

 El usuario: Es la razón de ser del servicio y su repector final.


 El proveedor del servicio: Es el profesional, o institución que
presta el servicio al usuario final.
 El Financiador: Quien costea (paga) el servicio y quien define
el carácter público o privado de éste.

Un servicio es público cuando su financiación se hace con dinero


procedente de administraciones públicas (Estado, Comunidad
Autónoma, Municipio, Diputación…), con independencia de si quien
los presta es un centro público o una institución privada concertada a
tal fin. Un servicio es privado si su financiador lo es; sea el propio
usuario o una entidad privada (mutua, compañía de seguro
médico…).

Las actividades sanitarias, como toda actividad empresarial, se


encuentran gravadas por impuestos: directos, aquellas cantidades
imputadas de forma fija a la actividad (IRPF, IBI, IAE…) e indirectos,
aquellos que tienen relación con el consumo, de forma que paga más
quien más actividad realiza. Algunos países aplican tasas a sus
usuarios por el uso del sistema público de salud, como sistema de
contención del gasto. Aunque largamente debatidas, en nuestro país
actualmente no se aplican.

2.4.- LEGISLACIÓN APLICADA A LA ACTIVIDAD EN ESTE


ÁMBITO.

La legislación relacionada con la unidad de IDMN es amplia y


compleja. El objetivo de la normativa es establecer los controles
necesarios en este tipo de actividades con el fin de que la exposición
a las radiaciones tienda a 0, es decir, se limite única y
exclusivamente a aquellos casos en que de forma absolutamente
justificada alguna persona deba ser sometida a exploraciones o
terapéuticas que utilicen las radiaciones ionizantes, y siempre
minimizando la exposición y extremando la protección del personal
sanitario que aplica la técnica y de la población general susceptible de
sufrir una exposición.

Para conseguir este ambicioso objetivo debemos partir de una


indicación correcta de las técnicas, un correcto calibrado y
mantenimiento de los equipos emisores de radiaciones ionizantes y
un almacenamiento y eliminación seguros de los productos cargados
isotópicamente.
La organización internacional que recoge los conocimientos
científicos de los que se dispone para hacer más segura la
energía procedente de las radiaciones ionizantes es la ICRP y
en Europa la EURATOM.

Revisa sus páginas web y las mantengas como páginas de referencia


a fin de mantenerte actualizado en los aspectos más novedosos en
relación con la seguridad nuclear.

Web de la ICRP.
Web de la Comisión Europea para la energía nuclear.

En la página del Consejo de seguridad nuclear español, dispones de


información actualizada sobre protección en instalaciones en las que
se manejan radiaciones ionizantes. Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN).

La página del CND te proporciona información en relación a los


controles y seguimiento a personas expuestas a las radiaciones
ionizantes. Centro Nacional de Dosimetría (CND).

La página de la sociedad española de protección radiológica es una


muy buena fuente de documentación sobre aspectos relacionados con
la protección radiológica. Sociedad Española de Protección
Radiológica (SEPR).
03.- ACOGIDA AL PACIENTE EN LAS UNIDADES DE IDMN.

¿Te has encontrado alguna vez con situaciones sanitarias complicadas


por problemas que parecen solamente burocráticos? ¿Has conocido
algún paciente que no haya tomado la medicación por no tener a
nadie que se la vaya a comprar? ¿O alguien que no ha seguido unas
recomendaciones por no saber leer?

Para asegurar una correcta atención al paciente que acude a una


unidad de IDMN, ésta debería disponer de un protocolo que
especifique todas aquellas actuaciones del personal orientadas a
orientar, informar y proteger a los usuarios, con indicaciones sobre
cómo:

 Acogerlos de forma agradable para que se sientan confortables.


 Conservar sus objetos personales, sea junto a él o en espacios
apropiados, para evitar que interfieran con los procedimientos.
 Garantizar un trato respetuoso y educado evitando cualquier
tipo de discriminación.
 Proceder con sus acompañantes o visitas, para que estos
puedan darle su apoyo sin interferir en el normal
funcionamiento de la unidad.
 Ser discreto y garantizar la confidencialidad en lo que hace
referencia al paciente y su situación clínica.
 Ofrecer consejo y apoyo ante sus preocupaciones o miedos
tanto en relación con su salud como los derivados a su vida
personal, mejorando su autoestima y su seguridad, animándolo
a ser autosuficiente y ofreciendo perspectivas positivas.
 Facilitar la comprensión de la finalidad de los procedimientos a
los que ha de someterse, haciendo comprensible el riesgo y el
nivel de incomodidad que pueden comportar.
 Facilitar la comprensión de las indicaciones y recomendaciones
previas a la realización de los procedimientos, en especial
aquellas que hacen referencia a su seguridad.

3.1.- SISTEMAS DE REGISTRO DE PACIENTES.

El sistema de registro universal de la información de los pacientes en


relación con un centro sanitario es la historia clínica (HC) o
conjunto de documentos que recoge de forma ordenada toda la
información relativa al proceso asistencial de un usuario, con
independencia de cuál sea su soporte (papel, digital, muestras
biológicas, fotografías…). Debe ser única para cada paciente e
integrar cualquier información de su relación con el centro (puesto
que puede encontrarse en diferentes ubicaciones) identificando a
todos los profesionales que han intervenido. Recoge además
información sobre su filiación.
El centro sanitario debe garantizar que no accedan personas no
autorizadas y debe hacerse responsable de su conservación con las
medidas necesarias para evitar su pérdida, destrucción o alteración,
voluntaria o accidental. Cualquier anotación en una HC tiene valor
legal de certificación. Su modificación no autorizada se equipara a
falsificación de documento público.

La HC debe estar organizada de forma que garantice la autenticidad


de los datos que contiene, su reproductibilidad futura y el registro de
posibles cambios. Los profesionales accederán a la información que
les permita el correcto desarrollo de su actividad, pero con
independencia de sus privilegios estarán obligados a mantener el
secreto profesional sobre su contenido.

Cuando un paciente accede por primera vez a un centro sanitario, se


identifica mediante la recogida de sus datos de filiación y se le abre
una HC, a la que se asigna un número que no se utilizará nunca más
en otro usuario (con el fin de evitar duplicidades). En las siguientes
ocasiones en que acuda, se irá añadiendo información a esa misma
historia. La HC puede compartimentarse por servicios o por procesos
para facilitar la facturación. Existen algunas diferencias entre la HC
hospitalaria y la de los centros de salud de atención primaria.

La misión de la historia clínica es mejorar la calidad asistencial a los


pacientes, que se alcanza mediante sus diferentes funciones o
utilidades:

 Clínica: Mejora la comunicación entre los diferentes


profesionales que intervienen en el proceso asistencial y evita
errores al disponer de un registro de las actuaciones.
 Evaluadora: Facilita el control de la calidad asistencial
mediante la evaluación de indicadores clínicos.
 Epidemiológica: Habilita el análisis transversal y longitudinal
de los problemas de salud en la población.
 Investigadora: Permite la comparación de casos para la
construcción de hipótesis.
 Administrativa: Optimiza la gestión de los recursos
asistenciales.
 Docente: Sirve para la creación de modelos para el
aprendizaje.
 Legal: Protege a paciente y profesionales ante situaciones de
conflicto.
Cualquier proceso que realiza un profesional en un centro sanitario,
desde dar una cita, repetir una radiografía que ha quedado mal o
realizar la intervención quirúrgica más complicada, debe quedar
anotado en la HC.

Los centros conservan las HC en los archivos, que se encargan


además de la gestión de su movimiento por los diferentes servicios.
La documentación se solicita siempre con tiempo suficiente y por
escrito, existiendo un estricto registro de entradas y salidas. Pese a la
cada vez mayor digitalización de la información, los centros todavía
deben manejar importantes cantidades de documentos en papel.

Además del archivo central, podemos encontrar archivos


descentralizados cuando por diferentes motivos, se conserva parte
de la información a parte (muestras biológicas, imágenes
radiográficas…). Además para facilitar la gestión, los centros que
manejan volúmenes importantes de información disponen de un
archivo de pasivo, donde se retiran las HC de pacientes que llevan
un largo periodo de tiempo sin acudir al centro (generalmente más de
un año).

3.1.1.- Documentación clínica.

Los documentos clínicos (documentos sanitarios clínicos) hacen


referencia directa a los aspectos directamente relacionados con la
atención del paciente. La información clínica no se acumula
arbitrariamente en la HC, sino que se recoge en diferentes
documentos diseñados para facilitar el orden y el acceso rápido a la
información. Esta forma de organización se mantiene en los
programas informáticos de gestión de datos clínicos, en este caso en
forma de pestañas o apartados. Entre la documentación más
importante cabe destacar:

Documentos médicos: Cumplimentados por los facultativos,


permiten compartir información sobre los pacientes, los actos
realizados o emitir órdenes médicas: Entre los más importantes
tenemos:

 Anamnesis. Recoge un resumen de los antecedentes clínicos


del paciente y sus familiares, alergias, hábitos, ingresos
anteriores…
 Curso clínico. Se anotan secuencialmente y de forma
razonada las incidencias o cambios que se producen en el
paciente, así como los resultados más relevantes de estudios o
procedimientos. La exploración física se puede anotar en él o
disponer de una hoja específica para ello.
 Alta hospitalaria. Informe que recibe un paciente en el
momento del alta hospitalaria en el que se resume todo el
proceso del ingreso y resultado de pruebas realizadas durante
él. Se hacen constar los diagnósticos y el tratamiento a seguir.
Es de elaboración obligatoria.
 Hoja de estadística clínica. Contiene los datos del CMBD de
obligado registro en la comunidad europea al alta del paciente.
Los datos que recoge (que debes conocer) aparecen en la figura
adjunta.
 Informe de urgencias. Informe de alta después de la estancia
en un servicio de urgencias. Se elabora siempre
obligatoriamente aunque no se haya producido un ingreso.
 Informe de derivación. Alta hospitalaria o de urgencias para
un paciente que es derivado a otro servicio.
 Interconsulta. Solicitud de valoración de un paciente por parte
de un especialista de otro servicio.
 Solicitud de ingreso. Petición razonada para el ingreso de un
paciente en un centro hospitalario. Se incluyen los datos de la
situación clínica que justifica el ingreso y los de filiación del
enfermo.
 Orden de tratamiento o de prescripción médica. Es la
receta en el hospital. Recoge la prescripción médica de
tratamientos, sean farmacológicos o no (fisioterapia, dietas
especiales, cambios posturales…).
 Solicitud de pruebas complementarias. Para petición de
procedimientos diagnósticos al paciente, donde consta un breve
resumen de la patología del paciente y una solicitud razonada
de una prueba. Generalmente es una hoja autocopiable donde
hay un espacio para generar el informe de interpretación de la
prueba, aunque puede ir en un informe por separado.
 Informe quirúrgico. Resume los datos en relación a una
intervención del paciente, tipo de anestesia practicada
(incluyendo medicación anestésica), vía de abordaje, técnica
utilizada, identificación de posibles prótesis implantadas si es el
caso…Una variante en ginecología es el registro del parto.

Documentos de enfermería: Cumplimentados por los profesionales


de la división de enfermería (enfermeras y auxiliares), recogen los
aspectos relacionados con el proceso de atención de enfermería. Los
más importantes:

 Hoja de valoración inicial de enfermería. Recoge la


valoración de la situación del paciente al ingreso, de sus
necesidades básicas, nivel de autonomía, hábitos fisiológicos…
 Hoja del PAE. Es uno de los documentos más importantes de
enfermería pues recoge la planificación de los cuidados que
deben realizarse al paciente. En él se registra asimismo quien y
cuando administra cada uno de estos cuidados. También incluye
posibles incidencias observadas durante la evolución del
paciente
 Gráfica de constantes. En ella se registra de forma visual
(gráfica) diferentes constantes vitales del paciente
(temperatura, pulso, tensión arterial…) varias veces al día. En
ella también se anotan datos útiles para el seguimiento del
enfermo, como balance hídrico, diuresis, deposiciones,
evolución del peso…
 Hoja de tratamiento o de aplicaciones terapéuticas. No
debemos confundirla con la de orden de tratamiento o de
prescripción (médica), con la que está relacionada. En ella
enfermería hace constar la administración de un tratamiento
prescrito.
 Informe de alta de enfermería. Se anota la situación del
enfermo al alta, orientaciones para atender sus necesidades
básicas, cuidados especiales (curas, sondas, drenajes)…) y
otras recomendaciones (dieta, movilizaciones…)

Los documentos clínicos identifican perfectamente siempre tanto al


usuario como al profesional que realiza la atención. En ellos debe
constar de forma invariable el número de HC para evitar extravíos.
Actualmente la inmensa mayoría de centros utilizan programas
informáticos para gestionar su información clínica. Sin embargo
todavía se maneja mucho documento en papel debido a que no se
puede prescindir de la documentación anterior de los pacientes. En la
imagen adjunta te presentamos un modelo de organización
documental de la información.

3.1.2.- Documentación no clínica.

Algunos de los documentos de la HC no hacen referencia directa al


proceso clínico, sino que su misión es facilitar el desarrollo de la
actividad asistencial. Son los documentos sanitarios no clínicos:

 Justificante de atención médica. Certifica la presencia en el


centro un día y hora determinado.
 Solicitud de dietas. Hola de petición de dietas especiales al
servicio de nutrición hospitalaria.
 Petición de historia clínica. Solicitud de documentación al
archivo. Por un profesional autorizado del centro o por el propio
paciente. En el segundo caso se facilita resumen de la
información y se hace firmar un documento de entrega al
paciente.
 Listados estadísticos. Utilizados para control de procesos
asistenciales.
 Petición de medicación de planta. Solicitud desde planta a
la farmacia clínica de la medicación necesaria para los enfermos
ingresados, en especial cuando esta debe elaborarse
individualmente (nutrición enteral o parenteral, formas
galénicas dermatológicas…).
 Petición de material. Solicitud de materiales para su uso en
procedimientos clínicos en planta o consultas (sondas,
antisépticos, material estéril…).
 Receta médica. Utilizada en ámbito ambulatorio por el médico
(en algunos casos restringidos por la enfermera). Recoge
instrucciones terapéuticas al paciente.
 Tarjeta sanitaria. Documento personal que acredita la
pertenencia a una determinada organización sanitaria,
facilitándole el acceso a sus coberturas. Contiene datos que
identifican al usuario y lo vinculan a la entidad que financia la
asistencia lo que facilita la facturación de los procedimientos
realizados.
 Vademécum del hospital. Los hospitales evitan la dispersión
de marcas en la compra de fármacos con el fin de mejorar su
eficiencia económica. Por ello editan catálogos de los fármacos
o materiales disponibles.

Algunos documentos no guardan relación con la actividad


asistencial, sino que permiten la gestión de las actividades del
centro y su relación con el exterior (otros centros, proveedores,
empresas…). Son los documentos no sanitarios. Algunos de
los documentos más representativos son:

 Agenda de citas. Permite organizar la atención a los usuarios


del centro, asignar tiempos a la actividad y la gestión
administrativa de ésta (facturación, elaboración de informes,
seguimiento de procesos…). Deben constar datos cómo:
filiación del paciente, número de HC, servicio y profesional al
cual se asigna el acto, motivo de la consulta o ingreso,
previsión de material o instrumental a utilizar...
 Peticiones de material no sanitario. Solicitud de materiales
como lencería, uniformes, mobiliario…, a los diferentes
almacenes hospitalarios.
 Partes de mantenimiento. Peticiones de reparación o
mantenimiento de las instalaciones del hospital (electricidad,
telefonía, informática, albañilería, fontanería, pintura…). En
ocasiones la instalación de equipamiento sanitario precisa de la
habilitación de la infraestructura de la zona de lo que se
encarga el servicio de mantenimiento del centro.
 Documentos mercantiles. Se utilizan para las relaciones
económicas del centro con sus proveedores y para la
facturación de los actos a los usuarios. Se abordarán en el
módulo de Formación y Orientación Laboral.
 Parte de baja laboral o ILT. Documento acreditativo de la
incapacidad temporal del usuario para el desarrollo de su
actividad laboral. Solamente se utiliza en atención primaria por
el médico de cabecera.
 Solicitud de transporte sanitario. Petición de
desplazamiento en transporte adaptado (ambulancia u otros
vehículos de trasporte sanitario) para el desplazamiento de
personas que presentan limitaciones de su movilidad, o que
necesitan desplazarse con supervisión sanitaria.
 Informe de enfermedades de declaración obligatoria. El
diagnóstico de determinadas enfermedades obliga a una
declaración sanitaria para su seguimiento por los servicios de
salud pública o su estadística epidemiológica. Los primeros son
personalizados, mientras que los estrictamente estadísticos se
recogen periódicamente por el médico durante su actividad
habitual.

3.1.3.- Documentos auxiliares y de información en la unidad


de IDMN.

Además de los documentos explicados hasta ahora, la documentación


de los centros se complementa con una serie de documentos
orientados a mejorar la calidad de la atención al paciente haciéndole
más fácil su estancia, mejorando la comprensión de los procesos a los
que se somete y acompañándole en ellos. La mayoría de estos
documentos son genéricos, es decir, no los dirige ningún profesional
en concreto y son transversales para la mayoría de usuarios. Son los
documentos auxiliares:

 Guía de acogida a los pacientes. Facilita información a


pacientes y familiares sobre el funcionamiento del centro o la
unidad de IDMN. Generalmente se elabora por el equipo de
profesionales encargados de la admisión de pacientes.
 Listados estadísticos. Permiten el seguimiento de la atención
de forma global con el fin de detectar precozmente distorsiones
en el servicio. Pueden hacer referencia a los profesionales
(volumen de actividad atendida, tiempo empleado, material
utilizado…), a los pacientes (tiempo de espera, porcentajes de
incomparecencia, numero y motivo de quejas…) o a los
proveedores (demora en el suministro de material, porcentaje
de devolución de material…).
 Planillas de personal. Hojas en las que se distribuye el
tiempo dedicado a las diferentes actividades por parte del
personal del centro. Pueden ser planillas de turnos, de festivos,
organización de guardias…
 Hojas de reclamación. Formularios donde el usuario puede
expresar una sugerencia o si fuera necesario una queja. Es
obligatorio disponer de ellos. Cuando se cursan deben ser
contestados siempre por alguna persona con responsabilidad en
el circuito.
 Estadísticas de satisfacción. A diferencia de los anteriores,
generalmente son promovidos por el propio centro con el fin de
detectar oportunidades de mejora del servicio.
 Alta voluntaria. Documento que debe firmar a un paciente
para abandonar voluntariamente un centro sanitario en el que
se encuentra ingresado, en contra de las indicaciones de los
profesionales que le están atendiendo.

Aunque no son exclusivos de las unidades de IDMN, un tipo de


documento auxiliar muy importante en la acogida al usuario en este
tipo de unidades son los formularios de preparación para la
realización de procedimientos. Estos deben incluir:

 Normas de preparación de los pacientes para los diferentes


procedimientos de imagen diagnóstica.
 Una breve explicación, comprensible para los usuarios, sobre en
qué consiste el procedimiento, duración aproximada, como se
va a proceder en su realización y potenciales molestias que
pueden presentar durante su realización.
 Precauciones y medidas de seguridad en relación con la prueba
(previas y posteriores).
 Sintomatología que se pueda presentar y recomendaciones de
actuación en caso de que aparezca.

Esta información se entrega al paciente en el momento de


formalizar la citación en el servicio. Sin embargo, cada vez es
más frecuente la posibilidad de que el paciente obtenga esta
información a través de la red.
3.2.- GESTIÓN DE DATOS PERSONALES.

El titular de la información clínica es el propio usuario y los centros


sanitarios deben garantizar su conservación y que no pueda acceder
a ella nadie que no esté autorizado. La información almacenada en un
centro sanitario sobre sus usuarios, debe asegurar los derechos
recogidos en la ley orgánica de protección de datos personales
(LOPD). Se considera dato personal toda aquella información que
permite identificarlo. Esto incluye tanto los datos de filiación,
económicos o sociales, como los que se relacionan con su salud.

Los profesionales sanitarios acceden a la información clínica necesaria


para poder desarrollar sus actividades, pero es el usuario quien en
última instancia les autoriza a ello, siempre mediante documento
escrito. Además todos los profesionales del centro, con independencia
de su titulación o de su actividad deben mantener secreto estricto
sobre cualquier información que haga referencia a los usuarios.
Nunca se facilitará información a nadie (familiar, representante del
paciente, otro profesional sanitario…), mientras no se disponga de
autorización expresa por parte del usuario. Sólo en casos
excepcionales en los que mantener la confidencialidad pueda implicar
riesgos graves para el paciente o para terceras personas
(enfermedades infecciosas graves…), el médico puede interrumpir
ésta, advirtiendo previamente al paciente y recomendablemente,
solicitando soporte legal.

Un paciente tiene derecho a acceder a toda la información que


contiene la documentación de su HC y a obtener una copia de los
datos que figuran. Esto no le da acceso libre a la HC, puesto esto
vulneraría los derechos de los profesionales a preservar sus
anotaciones. Por ello los centros deben diseñar diferentes tipos de
informes resumen o realizar copias de las pruebas complementarias
con la información que el paciente solicita. Para evitar malentendidos,
la solicitud del usuario debe hacerla por escrito en documentos al uso
que permiten asegurar su identidad y el motivo de su petición.

El médico es el responsable de brindar la información clínica al


usuario sobre su proceso asistencial. El resto de profesionales
sanitarios no facilitaran nunca ningún tipo de información clínica, ni al
paciente ni a personas relacionadas con él.

Informar al paciente de forma suficiente y continuada es parte de la


relación asistencial. La información debe adaptarse a sus necesidades
y ayudarle a tomar sus decisiones. Informar es responsabilidad
exclusivamente del médico responsable del proceso asistencial.
Algunos servicios especializan profesionales para dar información
grave. Cuando la institución como tal está obligada a informar, ésta
lo hará a través de los médicos implicados o de dispositivos creados a
tal efecto (en urgencias, unidades de intensivos, pediatría…). En
algunas ocasiones, en especial aquellas con un papel educativo,
psicólogos, educadores sociales o enfermeras, participan facilitando
información a pacientes, pero siempre bajo supervisión y
responsabilidad del médico.

Hay que respetar al paciente cuando éste no desee recibir


información sobre su proceso clínico, cosa que debe dejar claramente
reflejada en un documento específico. En este caso, él mismo
nombrará a la persona o personas que deban ser depositarias de esta
información.

La información de la HC debe conservarse legalmente al menos


durante 5 años. Superado este periodo, solamente se conservará
aquella información relevante para la salud del usuario. Con ligeras
variaciones entre comunidades autónomas, esta se conservará
durante un periodo de alrededor de 20 años.

3.2.1.- Consentimiento informado y voluntades anticipadas.

Existen dos últimos documentos que necesitas conocer que se utilizan


para garantizar el derecho de los usuarios a ser correctamente
informados durante los procesos relacionados con su salud.

 Consentimiento informado (CI). Documento escrito en el


que se plasma la libre aceptación por parte de un usuario
competente de un procedimiento diagnóstico o terapéutico
después de haber sido correctamente informado. No es un
contrato, no vincula al paciente, sólo busca garantizar que se le
ha informado correctamente, para lo cual el consentimiento
debe incluir:
o La descripción del procedimiento propuesto, su objetivo y
la forma de llevarlo a cabo.
o Los riesgos molestias y potenciales efectos secundarios.
o Los beneficios esperados del procedimiento.
o Posibles procedimientos alternativos y sus riesgos.
o Los efectos previsibles de la no realización del
procedimiento.
o La disposición del médico a ampliar en cualquier
momento la información si lo desea.
o La comunicación al paciente de su libertad para
reconsiderar la decisión tomada.
Cualquier procedimiento obliga a informar correctamente al
paciente, sin embargo determinadas actuaciones exigen que
éste se formalice mediante un documento escrito firmado por el
usuario: Procedimientos invasivos (tanto diagnósticos como
terapéuticos) o que puedan comportar riesgos o molestias
notorios (intervenciones quirúrgicas, cateterismos, endoscopias,
pruebas de esfuerzo…). Aunque un paciente haya firmado un
CI, puede detener un procedimiento en cualquier momento y
sin aviso previo. Éste tampoco exime a los profesionales de su
responsabilidad ante actuaciones incorrectas. La información
debe ser brindada de forma clara, adaptada a los conocimientos
e intereses del paciente y con suficiente tiempo para que éste
pueda meditar su decisión.

Existen excepciones al consentimiento informado: cuando


existe riesgo para la salud pública, incapacidad del
paciente o se trata de una situación de urgencia. En las
situaciones en las que el paciente no es competente para tomar
decisiones (incapacitación legal por trastorno psíquico, menores
no competentes o personas temporalmente incapacitadas como
los sometidos a anestesias o en coma) la información será
facilitada a los representantes legales del paciente. Asimismo,
en caso de que el paciente manifieste explícitamente que no
quiere ser informado, nombrará a la persona que recibirá esta
información (Otorgamiento de CI por substitución).

 Documento de Voluntades Anticipadas o Testamento


Vital. Documento por el cual un paciente mayor de edad,
libremente y en plena capacidad dirige al médico responsable
de un proceso clínico, donde expresa instrucciones en relación a
su salud a tener en cuenta en previsión de situaciones en las
que el paciente no pueda expresarlas directamente
(incapacitación permanente o temporal como anestesias, coma,
muerte…). Su objetivo es mantener la autonomía de la persona
(que implica la gestión de la propia vida) incluso en las
situaciones de extrema vulnerabilidad. El paciente puede
también designar un representante legal que lo substituya.
Debe ser redactado ante notario, o tres testigos mayores de
edad en plena capacidad y que no tengan relación de
parentesco ni patrimonial con el interesado. En el documento
no se pueden recoger instrucciones que vayan en contra del
ordenamiento jurídico. Es el propio paciente o sus familiares se
encargarán de dar a conocer o brindar el documento al centro
sanitario cuando lo estimen oportuno.

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