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LA ANTICUARIA LIBRERÍA

Tres generaciones de libreros

Dentro de los nombres de librerías que sobresalen en Medellín el de La Anticuaria,


destaca especialmente, al recoger en cada una de sus letras una de las tradiciones
familiares que la ubican en este momento como la librería má s antigua y aú n vigente
en nuestra ciudad. Fundada en 1960 por el inmigrante españ ol Amadeo Pérez un
librepensador que después de su periplo por diferentes países de América; Cuba,
México, Estados Unidos, decide por recomendació n de un diplomá tico colombiano,
venir a Colombia, fijando su residencia en Medellín, lugar donde se reencuentra con su
familia y al cabo de un tiempo monta la primera librería de libros usados, muy cerca
al Parque Bolívar.

Fueron varias las sedes que ocupó la librería, y muchas las situaciones vividas, entre
otras la manera como tuvieron que sobrellevar la vida después de la temprana
muerte de Doñ a Julia Herná ndez esposa de don Amadeo, pero sobre estas
circunstancias y adversidades La Anticuaria Librería fue creciendo y se convirtió con
el paso de los añ os en un prospero negocio familiar, allí trabajó toda la familia, Daniel,
Julio, Luis Amadeo, y su nieta Mó nica, con el tiempo don Daniel Pérez asumió la
administració n de las librerías tanto la sede principal ubicada en el centro de la ciudad
como la de la sede creada posteriormente en el barrio Belén.

Esta conversació n con Mó nica, me ha presentado una perspectiva nueva del oficio,
pues se evidencia el contraste entre la manera como se comercializaba el libro hasta
hace relativamente poco tiempo y la manera como actualmente adelantan su trabajo
las librerías. Formada desde muy niñ a en un mundo donde el libro es el objeto má s
recurrente, guarda en la memoria lo que otrora fuera una gran librería. Por aquella
época la temporada escolar constituía el momento clave de la actividad comercial,
esta se extendía durante varios meses, comenzaba a mediados de diciembre y
terminaba hacia la semana santa, el trabajo era muy fuerte y daba empleo en
promedio a 24 personas, quienes eran contratadas temporalmente para apoyar el
trabajo de un equipo fijo, el cual constaba de unas 10 personas, todo este grupo se
esforzaba para atender la demanda de textos propia de la temporada. El libro
impreso tanto nuevo como usado se convertía en el protagonista pues como cuenta
Mó nica durante esos meses “se desayunaba almorzaba y comía en la librería” todo esto
debido al volumen de trabajo demandado, eran meses de gran movimiento, entonces
las librerías vivían a un ritmo que no se compara con lo que actualmente pasa. El
cierre de aquellos ciclos se daba con un viaje que incluía a todos los trabajadores que
habían laborado en la temporada.

Después de la muerte de don Amadeo el trabajo se concentró en la librería ubicada en


Belén un lugar donde su padre don Daniel Pérez Herná ndez decidió instalarse, La
historia de don Daniel se une de manera inextricable al desarrollo que el barrio Belén
Miravalle ha tenido durante los ú ltimos 16 añ os, son muchas las personas que se han
beneficiado de de este tipo de librería, la cual podemos denominar como una librería
de cercanías, término muy usado en Españ a y el cual le da una importancia al hecho de
que una librería se instale en un sector, pues esto permite que los libros estén en todo
momento al alcance de las personas, reconociendo en el librero a alguien que ayuda al
desarrollo intelectual de la comunidad donde habita. Una dependencia mutua que
hace posible tanto el intercambio comercial como el de conocimiento, en el caso de
don Daniel cabe rememorar su amor por la literatura en general y su deseo de
transmitirlo a las futuras generaciones, El barrio Belén recuerda a este librero y desde
algunos sectores le ha ofrecido el reconocimiento que bien se merece, de ser el
proveedor y generador de un punto de cultura, en este importante sector de nuestra
ciudad.

Cada quien tiene su propia visió n de lo que significa tener una librería, en esta
conversació n con Mó nica veo reflejadas las inquietudes de una persona que ama su
oficio y que apuesta por la dignificació n de la profesió n, Ser librero es buscar la
libertad mediados la palabra impresa. El ideal de librería al cual Mó nica aspira es el
de aquel lugar que ademá s de libros pueda ofrecer al visitante otras experiencias, me
habla de librerías donde se combina la venta de libros con la venta de ropa, algunas
otras que ofrecen la oportunidad de acariciar una mascota (algo que se da en Japó n) o
aquella librería que vende los libros por kilos, no importa el título, imagina para sí una
librería que pueda ofrecer por ejemplo un concierto de Punk, en un local ojalá propio
con un gran patio interior, estas son algunas de sus ideas y sueñ os, los cuales sin lugar
a dudas acompañ an a má s de un librero en algú n momento de su vida.

La librería Anticuaria actualmente maneja todo tipo de temas, la idea es ofrecer el


catá logo má s amplio posible para ponerlo al servicio del lector, la funció n del librero
consiste en poder ofrecer esa informació n, encontrar el libro para que el lector se
conecte con el contenido que le interesa, el consumo de libros depende de una
bú squeda muy personal, el librero puede en algunos momentos participar en esa
bú squeda, insinuando novedades y temas de acuerdo al grado de relació n que alcance
con el lector, toda librería depende al cien por ciento del lector, el es su razó n de ser.
Existen clientes que buscan algunos temas en particular, alguien por ejemplo (Me
cuenta Mó nica) busca los libros de historia, “si tengo libros que llevan mucho tiempo
en el stand y el cliente los selecciona, veo en esto la posibilidad de mover ese inventario,
de tal manera hago todo lo posible para que esto suceda”.

Actualmente Mó nica trabaja sola, hace parte de ese nú mero creciente de mujeres
libreras, aquellas que encaran el oficio como una posibilidad de independencia laboral
que permite cierta libertad tal vez el tipo de libertad de la cual nos hablaba el escritor
mexicano Sergio Pitol “libres de los demonios del tedio, de la trivialidad, de la
pequeñ ez”. Encarando el oficio con la idea de superar en primer lugar esta crisis
debida a la pandemia, para esto Mó nica implementa todo tipo de campañ as a su
alcance, a diario crea estrategias por redes sociales, concientizando a la comunidad
sobre la importancia de la lectura, buscando el apoyo que haga posible a La Anticuaria
Librería perdurar en estos tiempos, incentivando a nuestros ciudadanos a tomar
conciencia de la importancia de contar en su barrio con un espacio para la cultura,
evidenciando lo que el investigador R. Igarza afirma con respecto a las librerías, hacer
evidente “su fragilidad implica un debilitamiento colectivo que debería estimular la
solidaridad de todos los actores sociales”. Sí, solidaridad, conocimiento y valoració n,
de eso se trata. Pues por ahora contamos con la tenacidad de nuestros libreros para
sobrepasar la actual situació n.

Me despido de Mó nica aceptando su invitació n a visitarle en breve, allí estaré


reconociendo ese espacio tan querido por todos aquellos que alguna vez fuimos
atendidos por don Daniel Pérez Herná ndez.

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