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IMPACTO SOCIAL

El mundo del emprendimiento tiene una nueva tendencia: el emprendimiento social; es


decir, proyectos que buscan tener un impacto positivo en el mundo y que como efecto
secundario se conforman como empresas de primer nivel. Casos de éxito como Iluméxico e
Indi Fund han puesto en la mira de cientos de mexicanos una nueva forma de hacer
negocios.

El primer reto del emprendedor social es buscar un modelo rentable de negocio definiendo
una estrategia que le permita balancear la rentabilidad con el impacto social. El análisis de
los beneficios sociales debe ser minucioso; por ejemplo, se puede buscar resolver un
problema ambiental a partir de la reutilización de desechos, sin embargo, el simple proceso
podría generar más contaminación que los desechos en sí.

“La intención del emprendimiento social es tener fines de lucro, no es caridad, no es


filantropía, es un proyecto sustentable del que tienes que poder vivir. La idea de este
movimiento es que tengas la capacidad de generar recursos como empresa porque la
finalidad de cualquier empresa es contribuir con la sociedad”, dice Fabián Guzmán, Whisky
Group Brand Director en Pernod Ricard.

En el último informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo


Social (Coneval), el porcentaje de la pobreza en México ha aumentado en el último año
46.2%, lo que significa una totalidad de 55.3 millones de mexicanos.

Si sumamos a estos resultados, la pobreza laboral que se sitúa en 41.7%, el reto para sacar
adelante los enormes desafíos que enfrenta México en materia de bienestar económico y
social podría tener una sólida respuesta en el emprendimiento social.

“Por la coyuntura social que tenemos hoy en México yo esperaría en la segunda edición de
The Venture, muchos proyectos que tengan en la cabeza nivelar las cosas, la igualdad, la
equidad, cómo mirar hacia la gente que más lo necesita”, agrega Fabián Guzmán.

El emprendimiento social se ha convertido así en un tema crítico y fundamental que ya no


es exclusivo de las grandes empresas que pueden crear áreas de responsabilidad social y
destinar grandes presupuestos al rubro.

“Hay una frase que dice ‘hacer el bien, haciéndolo bien’, y yo creo que esta debería ser la
filosofía de cualquier empresa, por muy pequeña que sea, la importancia de tener un
elemento de responsabilidad social debe estar hasta en los pequeños negocios y
microempresarios, y por supuesto los grandes corporativos”, menciona al respecto Guzmán.

Mitos detrás del emprendimiento social


El emprendimiento social abre una nueva perspectiva para concebir al mundo económico,
una en la que vender, ganar y repartir las ganancias vaya encaminada a crear bienestar para
todos los involucrados.

Pero el camino hacia la construcción de un proyecto de esta categoría suele tener muchos
peldaños envueltos en mitos, como el emprender sin un modelo de negocio concreto.

“Al final del día, hacer un esquema de negocio siempre debe generar rentabilidad, para mí
el bien que estás generando debe sumar valor. Es la diferencia entre hacer negocios y hacer
empresas”, comenta el directivo de Pernod.

Otro mito tiene que ver con la creencia de que la tecnología es imprescindible para ser un
emprendedor social. “Las nuevas tecnologías siempre van a ayudar, pero deben ayudar a
acercarte a las personas y sus problemas, no alejarte”, dice Guzmán.

Mitos que son barreras y miedos. “Es el tema de hasta dónde puedo desarrollar una carrera,
hasta dónde puedo llegar con un proyecto así y la respuesta es que puedes llegar hasta
donde tú quieres. Los emprendedores sociales que he tenido la fortuna de conocer a lo largo
de este proceso con Chivas, dicen que la satisfacción de ver el proyecto concretado con
tiene comparación y es lo que los motiva”, finaliza Fabián.

MICROPYMES

Estas empresas son consideradas como el principal motor de la economía. Y es que en


muchos casos, las PyMEs son las empresas que más empleo dan. Y es muy sencillo
entender el porqué, ellas contribuyen de manera importante a la generación de empleos.

Es así, como un importante espacio del mercado, es cubierto por medio de estas
empresas. Son la columna vertebral de la economía mexicana. Las micro, pequeñas y
medianas empresas (MiPyMEs) generan 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto
(PIB) del país.

En México hay más de 4.1 millones de microempresas que aportan 41.8% del empleo total.
Las pequeñas suman 174,800 y representan 15.3% de empleabilidad; por su parte, las
medianas llegan a 34,960 y generan 15.9% del empleo.

Las PyMEs se concentran en actividades como el comercio, los servicios y la industria


artesanal, al igual que en trabajos independientes.

En nuestro país hay varias instituciones tanto públicas como privadas que ofrecen
créditos y financiamiento a PyMEs, entre ellos algunos bancos, instituciones
gubernamentales y otros intermediarios financieros.

Y entonces es que le sugiero Don Armando, investigar por ejemplo acerca de los apoyos
financieros que muchas veces ofrece el gobierno a las pequeñas y medianas empresas,
por ejemplo Nacional Financiera, y algunos programas de la Secretaría de Economía y
otras dependencias. También vaya a algunos bancos y verá que hay distintas opciones
que le pueden servir.

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