Está en la página 1de 1

81.

Dar y perdonar es intentar reproducir en nuestras vidas un pequeño reflejo de la


perfección de Dios, que da y perdona sobreabundantemente. Por tal razón, en el evangelio de
Lucas ya no escuchamos el «sed perfectos» (Mt 5,48) sino «sed misericordiosos como vuestro
Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará» (6,36-38). Y luego Lucas agrega
algo que no deberíamos ignorar: «Con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros»
(6,38). La medida que usemos para comprender y perdonar se aplicará a nosotros para
perdonarnos. La medida que apliquemos para dar, se nos aplicará en el cielo para
recompensarnos. No nos conviene olvidarlo.

81. En esta vida nadie es perfecto, es por ello que el acto de dar y perdonar es tan importante en
esta vida, y según hagamos esto, demostramos de cierta manera que podemos siquiera reflejar
una minúscula parte de la perfección de Dios, El cual obra de esta manera: el da y perdona de
una manera excesiva, cosa que nadie en este mundo podría hacer. Es por este motivo que en
evangelio de Lucas no se ve más el termino <<sed perfecto>>, sino en vez de este podemos
observar que se denota como <<sed misericordioso como vuestro padre es misericordioso;
no juzguéis, y no seréis juzgados; dad, y se os dara>>. 
Morales Llanllaya Manuel Godoy 
81. En esta vida nadie es perfecto, es por ello que el acto de dar y perdonar es tan importante en
esta vida, y según hagamos esto, demostramos de cierta manera que podemos siquiera reflejar
una minúscula parte de la perfección de Dios, El cual obra de esta manera: el da y perdona de
una manera excesiva, cosa que nadie en este mundo podría hacer. Es por este motivo que en
evangelio de Lucas no se ve más el termino <<sed perfecto>>, sino en vez de este podemos
observar que se denota como <<sed misericordioso como vuestro padre es misericordioso; no
juzguéis, y no seréis juzgados; dad, y se os dará>>(6,36-38). 

Posteriormente Lucas dice lo siguiente:  <<Con la medida con que midiereis se os medirá a
vosotros>> (6,38). Lo que se deja ver en esta frase un poco larga es que como
nosotros juzguemos  a las demás personas de nuestro alrededor, de la misma manera los demás
nos juzgaran a nosotros el cielo, el mismo criterio que nosotros usemos para hablar o pensar de
alguien y las mismas palabras o características que nombremos de alguien, de esa misma
manera cualquier persona nos juzgaría en el cielo, jamás olvidar este detalle tan importante. 

También podría gustarte