Para una de cada siete personas a nivel mundial que
carece de un medio para demostrar su identidad, la identificación digital ofrece acceso a servicios sociales vitales y les permite ejercer sus derechos como ciudadanos y votantes y participar en la economía moderna. Pero hacer bien la identificación digital significa proteger las libertades civiles y devolver el control sobre los datos personales a donde pertenecen ... en manos del individuo.
Todos los días, confiamos en una variedad de
formas de identificación para seguir con nuestras vidas: nuestra licencia de conducir, pasaporte, credencial de trabajo y tarjetas de acceso al edificio, tarjetas de débito y crédito, pases de tránsito y más.
Pero la tecnología está evolucionando a un ritmo
deslumbrante y muchas de las transacciones que requieren identificación se realizan hoy en día de forma digital. Desde pasaportes electrónicos hasta billeteras digitales, banca en línea y cuentas de redes sociales, estas nuevas formas de identificación digital nos permiten viajar, realizar negocios, acceder a registros financieros y médicos, estar conectados y mucho más.
Si bien el cambio a la identificación digital ha tenido
muchos efectos positivos, ha estado acompañado de innumerables desafíos y retrocesos, incluidas las filtraciones de datos a gran escala que afectan a millones de personas. La mayoría de las herramientas actuales son arcaicas, inseguras, carecen de las protecciones de privacidad adecuadas y mercantilizan nuestros datos. Pero eso está a punto de cambiar y ID2020 está liderando la carga.
Somos empresas, organizaciones sin fines de lucro,
gobiernos e individuos ... que trabajamos en colaboración para garantizar que el futuro de la identidad digital sea, de hecho, #goodID.