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No cabe duda de que el siglo XXI ha cambiado la forma de vivir de los

ciudadanos, y la tecnología y la comunicación que antes estaba


centrada en los periódicos, las revistas, la radio
y la televisión ha eclipsado la llegada de Internet. La rápida
globalización es, sin duda, un gran cambio. Todos sabemos que las
redes sociales han cambiado la forma en que nos comunicamos con
nuestros seres queridos. El término ciudadanía digital, también
conocido como e-ciudadanía o ciberciudadanía, se refiere al uso de
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). De esta
forma, los ciudadanos digitales tienen derecho a acceder a la
información en línea de manera segura, transparente y privada,
además de la participación social y política que los medios permiten.
Es también el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes
esenciales que permiten a los niños, jóvenes y
adultos desarrollarse de manera responsable, informada, segura y
ética en una sociedad democrática utilizando las
TIC. , libremente y participar en el ejercicio y reconocimiento
de sus derechos digitales y entendiendo su impacto en la vida de las
personas y el medio ambiente.
El riesgo digital se refiere a cualquier consecuencia no deseada de la
transformación digital que amenaza el logro de los objetivos
comerciales. A medida que una empresa se expande, también lo
hacen sus ataques, lo que aumenta la exposición a amenazas
externas. Esto hace que el riesgo digital sea un subproducto inevitable
de la transformación digital. Afortunadamente, existen estrategias de
protección de riesgos digitales para mitigar los riesgos digitales para
que las organizaciones puedan continuar escalando de manera
segura. Ya sea que esté tratando de combatir amenazas cibernéticas
o herramientas de terceros, el riesgo digital se ha convertido en una
parte esencial de la gestión de riesgos empresariales. Internet es una
gran herramienta de aprendizaje y comunicación. Nos permite obtener
conocimientos casi ilimitados, capacitarnos en los campos deseados y
conectarnos con personas de todo el mundo. Sin embargo, no está
exenta de muchos riesgos, y los niños y adolescentes son
particularmente vulnerables a estos riesgos. Las TIC (Tecnologías de
la Información y la Comunicación) proporcionan una sensación de
inmediatez ilimitada y, en ocasiones, son
difíciles de comunicar porque no fomentan el desarrollo de la
empatía. Pero existen otros peligros mayores que pueden involucrar a
niños y jóvenes. Estos incluyen la pérdida del control de la privacidad,
el uso excesivo de la pantalla, varias formas de acoso cibernético y la
adicción a los juegos en línea. Quedarse en casa debido a la
cuarentena y la educación en línea debido a la pandemia ha llevado a
un aumento dramático en el uso de pantallas entre niños y
adolescentes. Esto preocupa a los educadores y padres que creen
que las pantallas alguna vez aislaron a todos en la familia, aumentaron
los conflictos con los niños y provocaron problemas de salud ocular
y privación del sueño. Es importante educar a los niños sobre los
peligros de Internet para que puedan evitarlos, por eso el
Ayuntamiento de Burgos está tratando de orientar a los jóvenes hacia
el uso seguro de las TIC y para los niños, las familias y la igualdad. ,
utilizando el manual técnico elaborado por el Ministerio sobre las
relaciones con la niñez y la juventud. El objetivo es identificar
situaciones que ayuden a prevenir o apoyar la violencia o el riesgo. El
mayor riesgo para la ciudadanía digital está relacionado con el acceso
desigual a Internet para diferentes comunidades dentro de un mismo
país. Es bien sabido que no todos los ciudadanos tienen acceso a
teléfono e internet, aunque hoy en día se consideran servicios
humanos esenciales. Por lo tanto, no todos pueden disfrutar de los
beneficios de la ciudadanía digital. Paradójicamente, en un entorno
donde las clases altas tienen acceso a las TIC pero las clases
bajas no, o donde la educación digital está reservada solo para las
clases económicamente más fuertes, su efecto democratizador
puede tener el efecto contrario. En este sentido, la ciudadanía digital
debe complementarse con fuertes esfuerzos de democratización para
cerrar la brecha digital. En algunos casos, personas malintencionadas
acceden a su cuenta bancaria o utilizan su tarjeta para realizar
compras. Y hasta que los midamos, algunos de estos riesgos pueden
afectar su salud física y mental, afectar negativamente sus relaciones,
afectar su comportamiento, estado de ánimo e incluso su reputación.
Es importante recordar que estos riesgos no solo lo afectan a usted
personalmente, sino también a su trabajo y afectan negativamente la
seguridad de la información de la empresa. La ciudadanía digital es un
conjunto de normas de comportamiento para el uso de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el uso
y la participación de las personas en los medios digitales.

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