Hipótesis de la tesis

La Iglesia, como bien nos lo recordó el Vaticano II, es comunión,

fundamentalmente “unión común” con el Padre por el Hijo en el Espíritu Santo, es decir
con el Dios Uno y Trino y, como consecuencia, unión entre todos los bautizados abierta a
toda la humanidad. Este misterio esencial de la Iglesia forma parte irrenunciable de su ser,
y debe vivirse y expresarse en todas sus estructuras, si bien no se agota en ninguna de ellas.
Desde el concilio Vaticano II se ha dado mayor realce a este aspecto de la Iglesia
Misterio, en nuestro país Venezuela, los obispos sucesores de los apóstoles reunidos en
concilio determinaron a la eclesiología de comunión como línea articuladora de la pastoral
como queda bien expresado en el documento conciliar: “La comunión en la vida de la
iglesia en Venezuela”, a su vez de forma particular nuestra iglesia diocesana de Maturín ha
“optado” por articular su vida y quehacer pastoral a la luz de esta eclesiología y
espiritualidad.
A raíz de estos datos considero que el seminario diocesano de Maturín que está al
servicio de la Iglesia particular, formando a sus futuros pastores, ha hecho vida esta opción,
ya asumida por la diócesis, expresándolo en su proyecto integral de formación, de tal
manera de preparar cada vez de mejor manera a los futuros presbíteros por medio de una
verdadera experiencia eclesial que los introduzca ya desde su formación en la vida de la
Iglesia Diocesana.