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Evan Roberts Biografia

(1878 – 1951)
Las semillas de avivamiento son siempre nutridas en
los corazones de los humildes. Y así era con el grande
Avivamiento Galo de 1904. Era en un joven carbonero
llamado Evan Roberts en quien Dios le dió una visión
ardiente para un avivamiento espiritual. Evan Roberts no
poseía los dones de una inteligencia eminente o de un
lenguaje elocuente, sino simplemente una pasión ardiente
para Jesús. Mientras otros jóvenes estaban navegando
botes en la bahía, el joven Roberts estaba fielmente
asistiendo las juntas de oración.
Aunque solamente era de 26 años, Evan Roberts no tenía
tiempo para el placer y entretenimiento juvenil. «Día y
noche él oraba, lloraba y suspiraba sin cesár por un
grande despertamiento espiritual…» Roberts escribe,
«Por diez o once años he orado por un avivamiento.
Podía estar despierto toda la noche leyendo o hablando
acercas de avivamientos.» Con el tiempo Evan Roberts
fue hechado fuera de su morada por su ama quien
pensaba que en su entusiásmo estaba poseído o un poco
de loco. «Pasaba las horas orando y predicando en su
cuarto hasta que la señora tuvo miedo de él, y le pidió que
se fuera.»
El papel de Evan Roberts en el avivamiento Galo era
cualquier cosa excepto convencional. Frecuentemente
él simplemente guiába a la gente en la oración o leía las
Escrituras. Luego en otros tiempos se quedaba silencio,
mientras uno trás otro, la gente confesaba sus pecados o
daban testimonio del poder y de la victoria de Cristo.
También había tiempos gloriosos de adoración que
literalmente duraban horas. De cuando en cuando
Roberts meramente daba una instrucción humilde y
dejaba al Espíritu Santo que hiciera lo resto. Él era un
ejemplo constante, no de cómo no predicar, sino de cómo
ser guiádo por el Espíritu.
El avivamiento Galo era una invasión poderosa del
Espíritu; el Reino de Dios radicalmente manifestado
en la tierra. «Los salarios de los trabajadores, en vez
de ser desperdiciados en la bebida y los vicios, ahora
estaban trayendo grande gozo a sus familias. Las
deudas pendientes estaban siendo pagadas por miles
de conversos jovenes. La restitución era la orden del
día.
Los negocios del alcohol y de las jugadas perdían su
trafico y los teatros se cerraban por falta del patrocinio.
Durante este tiempo la pelota era olvidada por ambos los
jugadores y los fanáticos, aunque nada era mencionado
del pulpito acercas de ello. La gente tenían nuevas vidas y
nuevos interéses. Las juntas políticas eran canceladas o
abandonadas. Parecían ser completamente fuera de la
cuestión ya que nadie estaba interesado. Los líderes
políticos del parlamento en Lóndres se abandonaron a sí
mismos a las juntas de avivamiento. Las barreras
denominacionales hechas por el hombre completamente
se cayeron según los creyentes y los pastores adoraban
al Señor majesto de ellos.» Una de las facciones salientes
del avivamiento era la confesión del pecado, pero no solo
entre los perdidos, sino entre los salvados. Todos eran
quebrantads y derretidos delante la cruz de Cristo.
Por todo el avivamiento, Evan Roberts
constantemente insistía en la necesidad de tratar
honestamente con el pecado, la obediencia completa
al Espíritu Santo, y a la preeminencia del Señor
Jesucristo. Evan Roberts era instrumental en
traer sanidad a un país entero porque le importaba y
lloraba y oraba.
El abrazaba el corazón quebrantado de Dios y se lo
ofrecía para atrás mediante la oración y la intercesión.
¡Como un resultado «por dondequiera que él íba, los
corazones eran inflamados con el Amor de Dios»!
El avivamiento de Gales empezó en 1904. Comenzó
como un movimiento de oración. Seth Joshua, un
evangelista presbiteriano, llegó al colegio Emlyn en
Newcastle (Inglaterra). En este colegio estudiaba un
minero, Evan Roberts, de 26 años de edad, para entrar al
ministerio. Los estudiantes estaban tan conmovidos que
pidieron asistir a la siguiente campaña de Joshua.
Entonces se suspendieron las clases para ir a Blaenerch,
donde Seth Joshua oró en público: «Oh Dios,
dobléganos.» Evan Roberts se fue adelante y oró con
gran agonía: «Oh Dios, doblégame.»
Cuando regresó, ya no pudo concentrarse en sus
estudios. Se fue al director del colegio y le explicó: «Sigo
escuchando una voz que me dice que tengo que ir a casa
y hablar a nuestros jóvenes en mi iglesia. ¿Es esta la voz
del diablo o la voz del Espíritu?» El director respondió
sabiamente: «El diablo nunca da órdenes como esta. Ud.
puede tomar una semana libre.» Entonces Evan se fue a
su pueblo y dijo al pastor: «He venido para predicar.» El
pastor no estaba muy convencido, pero preguntó: «¿Qué
te parece hablar en la reunión de oración el lunes?» Ni
siquiera le dejó hablar en la reunión, sino dijo a los que
asistieron: «Nuestro hermano joven, Evan Roberts, siente
que tiene un mensaje para ustedes si desean quedarse al
final.»
Diecisiete personas se quedaron, y fueron impresionados
con la manera directa de hablar del joven. Evan Roberts
les dijo:
«Tengo un mensaje de Dios para ustedes: Ustedes
tienen que confesar ante Dios cada pecado del cual
estén conscientes, y tienen que arreglar todo mal que
han hecho a otros.
Segundo, tienen que despojarse de todo hábito
dudoso.
Tercero, tienen que obedecer al Espíritu prontamente.
Finalmente, tienen que confesar públicamente su fe
en Cristo.» A las diez de la noche, todas las diecisiete
personas habían respondido.
El pastor estaba tan contento que pidió: «¿Qué te parece
hablar en el culto de misiones mañana por la noche? ¿Y
el culto del miércoles de la noche?»El predicó toda la
semana, y le pidieron quedarse otra semana más.
Entonces llegó la victoria. De repente, las columnas
eclesiásticas aburridas en los diarios cambiaron:
«Grandes multitudes de personas están siendo atraídas a
Loughor.» La carretera principal donde se encontraba la
iglesia, estaba repleta de gente que quería llegar a la
iglesia. Los propietarios de tiendas las cerraban temprano
para encontrar un asiento en la iglesia. Un reportero fue
enviado y describió vivamente lo que vio: una reunión
extraña que duró hasta las 4:25 de la madrugada; y
aun a esa hora la gente no quería ir a casa.
El movimiento pasó sobre Gales como una marea
alta; en cinco meses se convirtieron cien mil personas
en todo el país. Cinco años después, el Dr.J.V.Morgan
escribió un libro para desprestigiar el avivamiento; su
crítica principal fue que de estos cien mil convertidos,
¡después de cinco años «solo» setenta y cinco mil
seguían siendo miembros de iglesias! El impacto
social fue asombroso. Por ejemplo, los jueces no
tenían ningún caso a juzgar: no hubo robos, ni
asaltos, ni violaciones, ni asesinatos, ni
malversaciones, nada. Los consejos distritales
tuvieron asambleas de emergencia para discutir de
qué hacer con la policía que ahora se quedó sin
trabajo.
En cierto lugar, llamaron al sargento de la policía y le
preguntaron: «¿Qué hace Ud. con su tiempo?» – El
respondió: «Antes del avivamiento teníamos dos trabajos
principales: prevenir delitos, y controlar multitudes como
por ejemplo en partidos de fútbol. Desde que comenzó el
avivamiento, prácticamente ya no hay delitos. Entonces
simplemente nos quedamos con las multitudes.» – Un
miembro del consejo preguntó: «¿Qué significa esto?» –
El sargento respondió: «Ud. sabe donde están las
multitudes. Están llenando las iglesias.» – «¿Pero
cómo afecta esto a la policía?» – «Tenemos diecisiete
policías en nuestro puesto. Tenemos tres cuartetos, y
si alguna iglesia desea que cante un cuarteto,
entonces nos llaman al puesto.»
Mientras el avivamiento pasó por Gales, el alcoholismo se
redujo a la mitad. Hubo una ola de bancarrotas – casi
todas cantinas. Hubo también cierto atraso en las minas,
porque muchos mineros se convirtieron y dejaron de
hablar groserías; entonces sus caballos que jalaban las
carretas de carbones en las minas, ya no podían
comprender lo que les dijeron. El avivamiento afectó
también la moral sexual. En los números provistos
por los expertos del gobierno británico, se notó que
en dos condados el número de nacimientos ilegítimos
había bajado en 44% dentro de un año después del
comienzo del avivamiento. El avivamiento pasó por
Gran Bretaña, Escandinavia, Alemania, Norteamérica,
Asia Austral, África, Brasil, México y Chile. Como
siempre, comenzó con un movimiento de oración.
Evan Roberts no tenía los dones de un gran intelecto, ni
era un orador elocuente, pero tenía una pasión ardiente
por Jesús. Mientras otros jóvenes estaban paseando en
sus veleros en la bahía, el joven Roberts asistía fielmente
a las reuniones de oración. Aunque tenía solamente 26
años, Evan Roberts no tenía tiempo para distracciones y
placeres juveniles. Día y noche sin cesar oraba, lloraba y
suspiraba por un gran avivamiento espiritual. El
escribió: «Por diez u once años había orado por
avivamiento. Podía quedarme despierto toda la noche
para leer o hablar sobre avivamiento.» Finalmente fue
desalojado de su cuarto alquilado, porque la
propietaria pensaba que en su entusiasmo estaba
poseído o un poco loco. Pasaba horas orando y
predicando en su cuarto, hasta que la señora le tuvo
miedo y le pidió marcharse.
El papel de Evan Roberts en el avivamiento no fue nada
convencional. A menudo simplemente guiaba a la gente
en oración o leía las Escrituras. En otras ocasión se
quedaba sentado tranquilamente, mientras la gente, uno
por uno, confesaban sus pecados o dieron testimonio de
la victoria y del poder de Cristo. También había tiempos
gloriosos de adoración que duraban horas. Roberts solo
daba instrucciones humildes de vez en cuando, y dejaba
que el Espíritu Santo hiciera el resto.
El era un ejemplo constante, no de como predicar, pero
de como dejarse guiar por el Espíritu. El avivamiento
galés fue una invasión poderosa del Espíritu; el reino de
Dios se manifestó de manera radical en la tierra. Los
ingresos de los trabajadores, en vez de malgastarse en
bebidas y vicios, traían ahora gran alegría a sus familias.
Grandes deudas fueron pagadas por miles de nuevos
convertidos. Hacer restitución fue la orden del día. Los
negocios de juegos y alcohol perdieron su trabajo, y los
teatros cerraron. El fútbol fue olvidado tanto por los
jugadores como por los espectadores, aunque no se dijo
nada acerca de ello desde los púlpitos. La gente tenía
nuevas vidas y nuevos intereses. Las reuniones
políticas fueron suspendidas o abandonadas; nadie
estaba interesado. Los líderes políticos del parlamento en
Londres se dedicaron ellos mismos a las reuniones de
avivamiento. Las barreras denominacionales, hechas por
los hombres, colapsaron completamente cuando
creyentes y pastores adoraban juntos a su Señor
majestuoso.»
Una de las características sobresalientes del
avivamiento fue la confesión de pecados, no solo
entre los incrédulos, sino entre los cristianos. Todos
fueron quebrantados y se derritieron ante la cruz de
Cristo. Durante todo el avivamiento, Evan Roberts
enfatizaba constantemente la necesidad de tratar
honestamente con el pecado, la obediencia completa
hacia el Espíritu Santo, y la preeminencia del Señor
Jesucristo.
Evan Roberts fue un instrumento para traer sanidad a un
país entero, porque se preocupaba y lloraba y oraba. El
abrazó el corazón quebrantado de Dios y se lo volvió a
ofrecer por medio de la oración y la intercesión. Como
resultado, dondequiera que iba, los corazones se
encendieron con el amor de Dios.

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