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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para La Defensa

Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada

Núcleo Vargas

Ingeniería mecánica

Catedra I

Profesor:
Alumno:
JESUS CUMARE
Jhonny velis

V-22.281.620
Introduccion

Esta importante actividad de nuestro Libertador por la historia, nos da a conocer


de nuevo la visión profética de Bolívar, iniciada el 15 de agosto de 1805 en Roma
en la colina de Monte Sacro, cumplida con la magistral Batalla de Ayacucho el 9
de diciembre de 1824 y que al correr de los tiempos define su concepción de una
América unida
Diplomáticas de Sucre en Bolivia

Después de Ayacucho, Sucre siguió hacia el sur; cruzó con sus tropas el río
Desaguadero y ocupó el territorio del Alto Perú cuyas provincias habían dependido
del Virreinato de Río de la Plata. Según el uti possidetis, las provincias del Alto
Perú debían formar parte del gobierno de Buenos Aires. Sin embargo, este punto
de vista no era compartido por todos los sectores políticos del Alto Perú, entre los
cuales había partidarios también de formar con sus provincias una nueva
república. La aspiración de constituirse en república independiente tomó impulso a
raíz de la victoria de Ayacucho; y fue estimulada además, por la distancia y
debilidad de los vínculos de estas provincias con el gobierno de Buenos Aires.

Ante esta situación política, Sucre convocó por decreto del 9 de febrero de 1825, a
las provincias del Alto Perú para que enviaran sus diputados a una asamblea
nacional que decidiera la suerte del país. Por su parte, el gobierno de Buenos
Aires, resolvió dejar en libertad a las provincias para que adoptaran el régimen
político que fuera de la voluntad popular. El Congreso del Alto Perú se instaló en
Chuquisaca, el 10 de julio de 1825, con diputados de las provincias de La Paz,
Chuquisaca, Cochabamha, Oruro y Santa Cruz, declaró la independencia de las
provincias, y formó con ellas una nueva nación que recibió el nombre de
"República de Bolívar". Por último, el Congreso pidió a El Libertador redactara el
proyecto de constitución para el nuevo Estado.

La creación de Bolivia.

El 6 de agosto de 1825, una asamblea reunida en Chuquisaca, determina que el


Alto Perú sea independiente y que se cree una República con el nombre de
Bolivia, en homenaje al Libertador. Sucre fue el gran artífice de esta creación
basándose en el principio de la autodeterminación de los pueblos. Bolívar escribió
su Constitución y la llamó su hija predilecta.

El Alto Perú es un territorio que pertenece a dos naciones: una parte a la


Argentina y la otra al Perú. Sucre propone que se realice una Asamblea en
Chuquisaca a fin de que los pueblos decidan su propia suerte. A Bolívar no le
gustó la idea y se la criticó al Gran Mariscal. Pero, al final de cuentas, la Asamblea
se realizó sin problemas porque ni Lima ni Buenos Aires tenían objeciones que
hacer. La Asamblea de Chuquisaca determinó que el Alto Perú fuera
independiente y que de ese territorio se formara una nueva Nación con el nombre
de Bolívar, en su honor. ¡Sí que era un honor, y muy grande!. Que una Nación
entera llevara su nombre, superaba todas las ambiciones de Bolívar. Y Sucre, su
mejor amigo, era nombrado Presidente de Bolivia para toda la vida; pero su
carácter y su manera de pensar no le permitían aceptar sino por el espacio de dos
años.

En Arequipa Bolívar da una serie de leyes en beneficio de los pobres indígenas,


así como en Chuquisaca se preocuparía por el establecimiento de escuelas
públicas, colegios y, en fin, de la instrucción en general. A la llegada al Cuzco, la
humilde gente riega de Flores las calles por donde pasa el caballo de Bolívar; "la
emoción era tan gran que ya me parecía estar otra vez en el delirio". "Yo veía
premiados con creces los esfuerzos por libertar a los pueblos".

Aquí le ofrecieron una corona de oro, diamantes y perlas, la cual obsequió a sucre;
y las joyas que había recibido las regaló a sus edecanes.

Lo que más le emocionó a Bolívar fue lo más sencillo. Nunca había oído Palabras
tan bellas y espontáneas como las que dijera en el pequeño pueblo indígena de
Pucará uno de sus moradores, José Domingo Choquehuanca. Cuando entró a
este pueblito, el 2 de agosto de 1825, el orador le recibió así: "Quiso Dios de
salvajes hacer un Imperio, y creó a Manco Capac; pecó su raza y mandó a
Pizarro. Después de tres siglos de expiación ha tenido piedad de la América, y os
ha enviado a vos. Sois, pues, hombre de un designio Providencial. Nada de lo
hecho antes que vos se parece a lo que habéis hecho; y para que alguno pueda
imitaros, será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado varias
Repúblicas que, en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra
grandeza a donde ninguno ha llegado. Vuestra fama crecerá, así como aumenta el
tiempo con el transcurso de los siglos, y así como crece la sombra cuando el sol
declina". Palabras tan hermosas no podían brotar sino del corazón de un hombre
noble, sencillo. Dijo el Libertador Simón Bolívar.

Acciones de gobierno de Bolívar.

En el proyecto de constitución presentado al Congreso de Bolivia, El Libertador


propone la adopción de principios e instituciones de gobierno ya expuestos por él
en su discurso de Angostura. En algunos casos modifica la estructura organizativa
del poder público y le atribuye funciones diferentes del esquema tradicional. Pero
mantiene sus puntos de vista de que el régimen que se establezca sea sencillo y
fuerte y garantice la estabilidad de las instituciones. El Libertador insiste, además
en la abolición de la esclavitud y el establecimiento de la libertad de cultos.

Atentado a Sucre.

El 18 de abril de 1828, Antonio José de Sucre, fue peligrosamente herido en un


brazo mientras se encontraba en el Cuartel San Francisco, de la ciudad de
Chuquisaca, Bolivia. Este atentado contra el Gran Mariscal de Ayacucho casi le
cuesta la vida, dejándolo incapacitado del brazo derecho por el resto de sus días.

La rebelión armada y mercenaria contra su Gobierno aceleró la intención del


Mariscal Ayacucho de retirase de la vida pública a Ecuador, y de Bolivia a cuya
presidencia renunció días más tarde.

El autor intelectual fue Casimiro Olañeta, pero el verdadero promotor fue el


general peruano Agustín Gamarra, quien además de ordenar el asesinato de
Sucre intentó invadir a Bolivia con 4 mil hombres para la anexión de Bolivia al
Perú.

Terminada la magna lucha por la independencia Sudamericana, los militares y los


“políticos ambiciosos” empezaron a alzarse contra el Libertador Simón Bolívar y
contra el Mariscal Antonio José de Sucre.

El Presidente Sucre afrontó una gigantesca revuelta organizada contra él en el


Perú, durante su segundo año de Gobierno en Bolivia. Esa revuelta empezó en
Chuquisaca, el 18 de abril de 1828, cuando Sucre que se encontraba en el Palacio
de Gobierno, fue informado por el doctor Luna, que casualmente pasaba por el
Cuartel, de movimientos sospechosos de los militares en el interior del recinto.

En conocimiento de ello Sucre pidió que ensillaran su caballo y con dos ayudantes
se dirigió al Cuartel donde se hallaban instalados los “Granaderos de Colombia”, al
penetrar fue recibido a balazos y un proyectil le dio en el brazo derecho y otro
pasó rozando la cabeza, su acompañante, el comandante Escalona, tenía
descolgado el brazo a causa de otro disparo.

El caballo de Sucre espantado salió corriendo hasta llegar al Palacio de Gobierno,


donde el Mariscal fue atendido por sus edecanes, quienes lo trasladaron a la casa
de un amigo, Miguel Antonio Tardío. Allí, fue atendido por los doctores Terrally y
Carpio, quienes le extrajeron las astillas del hueso producto del impacto del
proyectil.

Confiados en que la causa estaba afianzada, los insurrectos nombraron Prefecto


del Departamento a José Antonio Asebey, un militar en Retiro. El cuartel quedó en
poder de los amotinados y declararon prisionero a Sucre.

Postrado en cama, el Mariscal Sucre recibió a sus oficiales de confianza y le


encargó la Presidencia a su Ministro de Guerra, el general Pérez de Urdininea.

Al día siguiente, el 19 de abril el doctor Olañeta se presentó ante Sucre, previo a


una solicitud de su esposa. Con increíble cinismo expresó su sentimiento por el
atentado del que fue víctima, al mismo tiempo que le ofrecía sus servicios
personales.

A esto el Mariscal le respondió que sí “la consecuencia y la lealtad” vivían todavía


en su ánimo, esos servicios “podrán ser útiles a su patria”, porque en lo referente a
su persona, los agradecía “sin aceptarlos”.

Al salir de la alcoba Olañeta se presentó ante el Congreso y lo que hizo fue


enaltecer “la actitud de los revoltosos y traidores, tomando por antecedente la
Constitución absolutista y el poder vitalicio. Habló de la intromisión extranjera,
además de asegurar que contaba con el apoyo del pueblo y del Ejército para
echar abajo el Gobierno bolivariano. Por último pidió el apresamiento del
Presidente y sus ministros.

Preso el Mariscal, vencedor de batallas, se efectuaron negociaciones para la firma


del tratado de Piquiza. El 1 de mayo el ejército peruano cruzaba el Desaguadero al
mando del general Agustín Gamarra, bajo el pretexto de proteger a Sucre
poniéndose “entre la víctima y los asesinos”.

Sucre considerando a Gamarra dueño de la situación y sin contar con un Ejército


con que enfrentar, el 16 de julio de 1828 dio instrucciones para que se firmara el
humillante tratado en el que se estipulaba la salida de todas las fuerzas
extranjeras. La convocatoria a un Congreso Constituyente para el 1 de agosto, el
mismo debía “recibir el mensaje y admitir la renuncia del Mariscal Sucre a la
Presidencia de Bolivia.

No habiéndose reunido el Congreso en la fecha prescrita, el 2 de agosto, Sucre


emitió al país su último decreto encargando el Gobierno de la Nación a los
ministros José M. de Velasco, en carácter de Presidente, a Mariano Enrique Calvo
y a Manuel Molina.

Ese mismo día, dejando su renuncia y un histórico mensaje, abandonó Bolivia,


llevando en el cuerpo una herida y en la mente la ingratitud, la incomprensión y la
traición artera de los políticos y militares de entonces.

Quienes ambicionaban el poder en Bolivia nunca hubieran podido aceptar el


Gobierno de un hombre de virtudes, justo y trabajador como Sucre, y aunque
fracasaron, en abril de 1828, continuaron intentando deshacerse de él, objetivo
que persiguieron hasta que la vida del noble héroe fue destruida en el paso de
Berruecos, el 4 de junio de 1830.
Conclusión

Nuestro Libertador Simón Bolívar realizó una obra histórica que toda vía se
proyecta en nuestros días. Su pensamiento está presente en el campo de la
política, la educación, la cuestión social, los problemas económicos, los asuntos
militares, la conservación de nuestros recursos naturales y en muchos otros
aspectos de nuestra vida como nación.
Bibliografía

 http://catedrab-unefa.blogspot.com/2012/02/bolivar-en-bolivia.html
 www.educa.com.bo/independencia-de-bolivia/simon-bolivar-en-el-territorio-
de-bolivia
 http://www.academia.edu/10440739/Bolivar_en_bolivia

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