Está en la página 1de 2

TRANSTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE

Juan tiene 30 años, está casado y está a punto de tener un hijo. Él reconoce que
este problema lo ha tenido siempre, pero que con los años ha ido a más. “A veces
me asusto de mí mismo” manifiesta llorando. “Me da miedo llegar a golpear a mi
mujer violentamente”. En la adolescencia tuvo varias peleas violentas.
Actualmente describe así su trastorno: “ante algo insignificante como que mi mujer
no me conteste a la primera cuando le hago una pregunta, noto como si se me
encendiera un interruptor y noto una sensación interna que no puedo controlar, lo
único que me alivia es gritar, dar portazos y destrozar todo lo que encuentro en mi
camino… Mientras descargo toda mi ira estoy bien, pero a los pocos minutos me
quiero morir, me siento como un animal y me siento muy culpable cuando hago a
mi mujer llorar. Ella no se merece esto… Nunca le he puesto una mano encima,
pero a veces me asusto de mí mismo y  más ahora que estoy a punto de ser
padre…”

Paciente de 18 años, masculino, que presenta síntomas desde la pubertad,


últimamente se le han acentuado más refiere la madre, que le acompaña de que
consisten en episodios agresivos, de ira y violencia, episodios aislados con
descontrol de impulsos. La madre refiere que no sabe qué hacer, y pide consejo y
valoración del caso. El paciente reconoce delante de su madre que éste problema
de que ante un pequeño incidente puede reaccionar con agresividad desmedida y
sin control alguno de sus impulsos. Reconoce que se asusta de sí mismo y tiene
miedo de pegar a sus familiares.

José era un albañil de 52 años, con bastante experiencia y habilidad en su


trabajo, por lo que había logrado varios contratos en diversas empresas de la
construcción. Sin embargo últimamente había tenido varias riñas en sus trabajo,
llegando incluso a pegar a compañeros y romper enseres del trabajo. Esto le
venía pasando con frecuencia tanto en el trabajo como con su mujer, a quien le
había pegado en alguna ocasión. Se sentía especialmente arrepentido de estos
episodios que decía no poder controlar. Su mujer le había amenazado con la
separación y sus jefes con el despido sino ponía remedio a esta situación.
Habitualmente era una persona jovial y cariñosa con sus conocidos y
compañeros, pero ante incidentes mínimos como pequeñas bromas o encontrar
las cosas a su gusto en casa (p.e un pequeño retraso en la preparación de la
comida por parte de su mujer) respondía con episodios desproporcionados de ira
y agresividad.

También podría gustarte