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Argumentación

La argumentación es una variedad discursiva con la cual se pretende defender


una opinión y persuadir de ella a un receptor mediante pruebas y
razonamientos, que están en relación con diferentes: la lógica (leyes del
razonamiento humano), la dialéctica (procedimientos que se ponen en juego
para probar o refutar algo) y la retórica (uso de recursos lingüísticos con el fin
de persuadir movilizando resortes no racionales, como son los afectos, las
emociones, las sugestiones ... ).
Estructura de la argumentación
Una argumentación no consiste en un simple conjunto de proposiciones, sino que tiene una estructura
específica. En esta estructura deben siempre estar presentes una premisa y una conclusión. La conclusión
debe inferirse o desprenderse de la premisa. En la argumentación, la premisa toma la forma de un enunciado
que será aceptado como válido en virtud de su relación implícita o explícita con otro enunciado más general
que permite el pasaje a la conclusión. Plantin (2001)

Estructura lingüística de la argumentación


En general las aserciones en presente son la forma gramatical más habitual del esquema argumentativo:
dato, ley de pasaje y conclusión. La conclusión, sin embargo, puede tomar la forma de un imperativo (orden o
invitación). En los textos publicitarios, textos persuasivos por excelencia, lo más común es la utilización de la
forma imperativa.

El uso de expresiones modales en la argumentación mostrará hasta qué punto el locutor está seguro de
aquello que está enunciando. Siguiendo a Givón existen tres tipos de enunciados:

1) Los enunciados declarativos en los que el locutor expresa absoluta certeza: Yo corro en la mañana.
2) Los enunciados evidenciales en los que el locutor expresa una confianza relativa en lo que sostiene: Yo me
acuerdo de que estaba corriendo.
3) Los enunciados que expresan un alto grado de inseguridad: Yo creo que no paré de correr.

Asimismo, al argumentar es posible recurrir a expresiones que mostrarán el grado de certeza o probabilidad
de lo que se sostiene: Es indiscutible que la tierra gira alrededor del sol / Es posible  que el año que viene
viajemos; Indudablemente la fotosíntesis es fundamental para las plantas / Probablemente el tribunal se
conforme el mes próximo.

Estructura textual de la argumentación


No existe un modelo único de composición textual argumentativa. Se puede encontrar diferentes estructuras
textuales argumentativas en diferentes instancias: un sermón, la publicidad, el debate, una discusión familiar.
El esquema textual rígido del tipo: Introducción, Tesis, Argumento, Conclusión, pocas veces aparece en los
textos a los que nos enfrentamos. De acuerdo a Dolz (1995), No existe una única forma de planificar
globalmente un texto argumentativo, sino diferentes posibilidades que pueden ser examinadas de manera
crítica por los alumnos.

Conectores argumentativos
Los conectores argumentativos son las palabras que articulan las informaciones y la argumentación de un
texto, Básicamente organizan las informaciones que aparecen en el texto de forma tal que quede en evidencia
la intención argumentativa global del texto. Si bien puede existir argumentación sin conectores, los mismos
resultan facilitadores para comprender la orientación argumentativa de un texto.
Los roles en la argumentación
Los participantes de una instancia argumentativa reciben diferentes denominaciones dependiendo de la
perspectiva que se adopte.

Cuando el objetivo es describir los mecanismos argumentativos desde un punto de vista lingüístico se
denomina enunciador al participante que argumenta y destinatario  a su interlocutor.

Desde una perspectiva retórica, el locutor se denomina orador, y a sus interlocutores, auditorio o público.

En una instancia de debate, en cambio, se habla de argumentador y oponente.

Las situaciones argumentativas

Las situaciones argumentativas más comunes son la discusión, el debate, el consejo y el reproche. En el caso
de la discusión, el consejo y el reproche, se trata de instancias que forman parte de la vida cotidiana y no
tienen por qué ser necesariamente agresivas o polémicas: se puede disentir con la opinión del otro, hacer
concesiones, y también cambiar de opinión.

Cuando las instancias de discusión tienen lugar en un contexto institucional, se está frente a un debate, que
es una actividad que sigue reglas y convenciones más específicas.

Un debate es una situación comunicativa centrada en la discusión sobre un tema en donde los turnos de
habla de cada participante están estrictamente regulados y arbitrados.

Otra instancia argumentativa típica es el editorial. El editorial es un género periodístico que adopta la forma de
texto no firmado en donde se valora y juzga un hecho de actualidad de particular relevancia. En el editorial se
expresa la opinión colectiva de los periodistas que forman parte de ese medio, poniendo de manifiesto la línea
ideológica del mismo.

Tipos de argumentos
Existen una gran variedad de tipos de argumentos que se utilizan en diferentes instancias de la vida social, ya
sea en discusiones familiares, debates políticos o deportivos, juicios, etc.

Iganacio Bosque propone la siguiente clasificación de argumentos tomando como criterio la capacidad
persuasiva, la función, el contenido y la finalidad de los de los mismos.

a- Tipos de argumentos según su capacidad persuasiva

Este criterio atiende a la adecuación de los argumentos. Las características que definen el mayor o menor
grado de adecuación de los argumentos son: pertinencia, validez y fuerza argumentativa.

Para ser pertinente un argumento tiene que estar vinculado con la conclusión o no contribuye a reforzarla.

Un argumento es válido cuando siendo pertinente, está bien construido y conduce a la conclusión planteada.

A pesar de ser pertinentes y válidos, los argumentos pueden tener diferente fuerza argumentativa. El grado de
facilidad con que puedan rebatirse determinará si se esta frente a un argumento débil o un argumento
sólido. Cuando un argumento no puede ser rebatido se denomina argumento irrefutable.

b- Tipos de argumentos según su función

Cuando un argumento apoya la conclusión planteada se está frente a un argumento a favor, en cambio,
un contraargumento tiene como finalidad invalidar una idea contraria.
c- Tipos de argumentos según su contenido

Este criterio atiende a los diferentes tópicos o valores en que se apoya un argumento para tener fuerza
argumentativa. Estos conceptos o valores son variados y están relacionados con valores culturales y sociales

 Tópico de la existencia: lo real y existente es preferible a lo no existente (Ya sé que quieres ir al


teatro, pero es mejor que pensemos otra cosa: los lunes no hay función).

 Tópico de la utilidad: lo útil y beneficioso es preferible a lo inútil (Debería dejar de fumar: tengo los
bronquios hechos polvo).

 Tópico de la moralidad: lo que sigue principios morales es preferible a lo inmoral (No contestes así
a tu padre. Es una falta de respeto).

 Tópico de la cantidad: lo que tiene más es preferible a lo que tiene menos (¡No me digas que no le
gusta el color de este vestido! ¡Se está llevando mucho esta temporada!).

 Tópico de la calidad: de alguna manera este tópico se opone al anterior y puede ser usado como un
cotraargumento (Aunque Madrid sea más grande y tenga muchas más cosas, se vive mejor en mi
pueblo).
Esta lista de tópicos no da cuenta de la gran cantidad de tópicos posibles simplemente se presentan a modo
de ejemplo (el Tratado de la argumentación de Perelman y Olbrechts- Tyteca registra más de ochenta tópicos
diferentes.

d- Tipos de argumentos según su finalidad

La argumentación puede tener como finalidad la demostración de la validez de una opinión utilizándose
argumentos racionales para convencer al otro. En este caso estaremos frente a una argumentación lógica o
una argumentación analógica.

Una segunda finalidad de la argumentación puede ser la de persuadir al otro de una determinada opinión, y
en este segundo caso se apelará a argumentos afectivos para conmoverlo (argumentación afectiva).

La argumentación lógica se basa en los principios lógicos del razonamiento humano. El argumento lógico
por excelencia es el silogismo. El silogismo es un razonamiento compuesto por dos premisas (Los hombres
son mortales; Sócrates es un hombre) y una conclusión que se deduce de las premisas (luego Sócrates es
mortal). Es común que una de las permisas no siempre aparezca porque se da por sentado que el interlocutor
la conoce (de acuerdo a lo presentado anteriormente esta premisa sería la ley de pasaje). A partir del
silogismo se pueden construir distintos argumentos dependiendo de la relación entre las premisas y la
conclusión. Las dos formas más comunes son el ejemplo y el argumento basado en un principio general.

LENGUAJE EN LA ARGUMENTACION

La argumentación lingüística y sus medios de expresión (95)


Catalina Fuentes Rodríguez y Esperanza R. Alcaide Lara
La teoría de la Argumentación en la lengua, propuesta por Anscombre y Ducrot, constituye una de las
aportaciones más importantes de la reciente Pragmática lingüística. Esta teoría propugna que todo empleo
lingüístico es, “per se”, argumentativo. Es decir, hablamos para convencer y persuadir a los otros de algo. En
la presente obra defendemos, basándonos en una Lingüística pragmática, tal como expusimos en C.Fuentes:
Lingüística pragmática y análisis del discurso (Arco Libros, 2000), que la argumentación es una dimensión que
puede afectar a cualquier tipo de textos: coloquial, jurídico, publicitario, administrativo, narrativo, etc. El
hablante puede construir su mensaje con el objetivo de guiar al oyente hacia determinadas conclusiones. Y
para ello utiliza mecanismos de todo tipo: fónico, sintáctico, semántico… Incluso hay elementos
especializados en manifestar esta orientación argumentativa. En este cuaderno se pretende, por una parte,
describir toda la complejidad que cada elemento lingüístico tiene en la comunicación, los valores que alberga,
cuyo estudio exige una visión multidimensional. Y, por otro lado, que este conocimiento de nuestra lengua se
traduzca en una alta competencia comunicativa para utilizar dichos mecanismos en situaciones interactivas en
las que se considere necesaria la orientación y acercamiento del otro hacia nuestras tesis, o para conseguir
discernir y descodificar todos los actos argumentativos con que se nos bombardean continuamente y, de este
modo, evitar la manipulación.

 Los errores argumentativos

Cuando expresamos nuestras elaboraciones racionales, es decir, cuando argumentamos, seguimos las
normas de corrección que la lógica nos proporciona, de otra manera no podríamos comunicarnos
racionalmente, entender el orden de la realidad o tener conocimientos científicos explicativos válidos
para todos.

Al argumentar hacemos evidente el lazo necesario que en una relación de consecuencia se establece
entre las premisas y la conclusión. Se cometen errores en la argumentación cuando falta o falla esta
relación.

Sabemos que distintos individuos, partiendo de los mismos datos o premisas, pueden llegar a
conclusiones diferentes; o bien que, no obstante las reglas de la lógica, -o a pesar de ellas-,
cometemos errores en la estructuración de nuestros razonamientos.

¿Por qué hay errores en la argumentación? Algunas causas son las siguientes:

a) La falta de desarrollo de habilidades lógicas aplicadas en el diálogo racional, el debate razonado o


la discusión crítica;

b) La falta de conocimiento y habilidad para detectar la inconsistencia en el lazo necesario de


implicación entre las premisas y la conclusión en nuestros razonamientos;

c) El mal uso o abuso del lenguaje en sus términos o proposiciones estructurantes  de premisas y


conclusiones;

d) La influencia del contexto o circunstancia en que se desarrolla nuestro argumentar;

e) Las limitaciones o condicionantes personales que interfieren en nuestros razonamientos, como


prejuicios, emociones, etc.

Los textos argumentativos

son aquellos que presentan recursos, justificaciones y alegaciones con el


objetivo principal de persuadir el lector sobre un determinado punto de vista

El texto argumentativo es uno de los tipos más abordados en la escuela, eso


porque despierta la capacidad de expresar ideas, opiniones y la posición sobre
determinado tema.

Este tipo de texto inncluye diferentes géneros como disertación, artículos de


opinión, carta argumentativa, editorial, entre otros.

El texto de caráter argumentativo busca convencer al lector sobre determinado


asunto, por eso, es indispensable tener fundamentos y tener una base, o sea, un punto
de vista central sobre un determinado asunto. Solamente así será posible convencer
al interlocutor sobre tu visión.

En los géneros argumentativos escritos, sobre todo, conviene que el punto de vista


sea presentado de forma clara, luego al inicio del texto.

De esta manera, a través de una argumentación objetiva y con diversidad lexical


sostenida o defendida, se puede convencer al lector de lo que el emisor
está defendiendo.

¿Cuáles son las características de los textos argumentativos?

La estructura general de un texto argumentativo consiste en introducción, desarrollo


y conclusión. ¡Ojo que acá el orden debe ser respetado! Cada una de esas partes
posee una función diferente dentro de la composición textual.

En la introducción presentamos el asunto que será tratado a lo largo del texto así


como la posición que será desarrollada a respecto del asunto.

El desarrollo es el argumento y puede ser considerado como el corazón del texto,


por eso, normalmente, cuenta con más de un párrafo. De una forma general, cada
argumento en defensa del asunto debe corresponder a un párrafo.

La conclusión es la parte final del texto. Es el momento donde será retoma la tesis
central, ahora teniendo como base a con argumentos desarrollados durante el texto.

Conociendo la estructura queda más fácil entender por qué un texto argumentativo


precisa tener ciertas características.

Cuando un texto argumentativo es construido a partir de una disertación objetiva, el


autor no se identifica al lector, presentado así, argumentos de manera impersonal.

Esto confiere al texto la sensación de imparcialidad, aún cuando la opinión del autor
está siendo expresada. Sin dudas, es el tipo de texto argumentativo que más se ve en
la web, pero, hay aún una visión subjetiva.

En el caso de esa disertación, se usa la primera persona del singular, de manera que,


queda bastante evidente que la opinión es del autor del texto.

Es importante considerar que, al elegir una de las formas de construir el texto


argumentativo, es fundamental seguirla hasta el final.

Vamos por las partes: Introducción, Estructura o Desarrollo y Conclusión.


¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo?

Los textos argumentativos deben presentar 3 elementos:

1. La tesis, o sea, la opinión que será defendida;


2. Los argumentos, que sujetan esa opinión;
3. La conclusión, que condensa y refuerza lo que fue presentado.

Quizás estarás pensando que has visto esa división con los nombres de:
introducción, nudo y desenlace.

Pero, en el caso de los textos argumentativos, existen muchas estructuras que son
posibles. El texto puede comenzar con:

Tesis

Esa es la estructura tradicional. Este texto inicia con la presentación de la tesis en


la introducción, que se defiende a través de los argumentos desarrollados en los
párrafos siguientes y, finalmente, retomada en la conclusión.

Empezar por la tesis es una buena manera de construir una introducción sucinta y


honesta, que dice para el lector cual es el objetivo del texto.

Argumentos

En ese caso, los argumentos son presentados primero y su desarrollo lógico lleva a
la tesis. La idea es conducir el raciocinio del lector, de manera que él coincida con
la conclusión del texto a la medida que lo lee.

Esa es una buena estructura para despertar la curiosidad o para presentar opiniones
opuestas, que pueden hacer que el lector se cierre a la argumentación si no es
compartida desde el inicio.

Un buen ejemplo de formato de texto para la web que suele ser construido siguiendo
esa estructura, son aquellos que explican al lector el porqué investir en un CRM (o
cualquier otro producto), por ejemplo, que puede ser benéfico para la empresa.

¿Qué técnicas existen para elaborar textos argumentativos?

Antes de comenzar específicamente con las estrategias que pueden mejorar tus


textos argumentativos, una pregunta: ¿conoces la diferencia entre estratégia y
argumento?
Explicando sucintamente, un argumento es toda la información que utilizas para
defender tu punto de vista. Y las estrategias son las maneras en que expones,
articulas y presentas esa información.

En eso nos acercamos mucho a los campos de la retórica y de la lógica, áreas de


estudio de la Filosofía.

Pero, no hace falta coger tu libro de la escuela, porque vamos explicarte sobre
algunas estrategias argumentativas que podrás utilizar en tus textos.

Analogía

La analogía es una figura del lenguaje que consiste en establecer paralelos y


semejanzas entre situaciones, inicialmente distintas.

Con esto, es posible acercar la situación en cuestión a las experiencias vividas por tu
lector (en marketing de contenidos, por tu persona), simplificando el entendimiento
de algo fuera de su realidad.

Cuando es bien aplicada, esta estrategia permite aumentar el apelo emocional del


texto. No obstante, para ello, es necesario garantizar que no sea muy simple.

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