Está en la página 1de 2

EL DERECHO DEL INDIVIDUO A SER DIFERENTE

Desde hace ya varios años pensar y actuar diferente es casi que un delito, por no
seguir los estereotipos y prejuicios que las sociedad nos impone, y es la sociedad
misma la que se encarga de estigmatizarnos por ser personas del común pero al
mismo tiempo ser personas con características muy particulares, han pensado ¿Por
qué es aceptable que Lady Gaga sea excéntrica, pero se rechaza rotundamente a
alguien que quiere llegar a ser como este personaje?, quizás la respuesta para muchos
es que Gaga tiene talento, pero nadie nos asegura que ese alguien no lo tenga y jamás
lo vamos a saber si no le damos la oportunidad de explotar su talento, por el contrario,
lo subestimamos, rechazamos, burlamos y hasta juzgamos, provocándole de esta
manera inseguridades y temor.

Debido al entorno en el hoy vivimos muchas personas piensan que ser diferente esta
mal, que ser diferente es sinónimo de rechazo y que es mucho mejor seguir con lo que
aparentemente está bien, lo “normal”, pero eso no es necesariamente lo sano o lo
efectivo, el normal no sabe realmente quien es, solo se ajusta a los demás. Como dije
anteriormente, la sociedad es la que se ocupa de reprimirnos al dejarnos en vergüenza
por ser “Un bicho raro”, gracias a esta hay temor de expresarnos tal cual somos por
querer encajar en ella y no explotamos y experimentamos lo que llevamos por dentro,
pero, ¿Por qué ser o hacer lo que los demás esperan? posiblemente la mayoría lo hace
para enorgullecer a los demás y terminan estudiando la carrera que no querían,
odiando su trabajo y viviendo la vida que no esperaban, ese es precisamente el precio
que tienen que pagar por no expresar lo que pensaban a tiempo, ahora la pregunta es,
¿Por qué no hacer lo que nos haga sentir orgullosos a nosotros mismos? ¿No es más
satisfactorio sentirse bien consigo mismo? habla y di lo que piensas, lo que quieres,
exprésate a tu antojo, pero siempre con respeto, no olvides que lo más importante eres
tú.

En efecto, la dignidad es nuestra base fundamental para empezar a construir nuestro


derecho a ser diferente, el cual nos lleva al derecho a la libertad, precisándose en el
derecho a la libre expresión de la persona, para finalmente derivarse en el derecho a
ser diferente. En alguna ocasión tuve la oportunidad de conocer la historia de una
chica, ella estaba en el colegio en una clase de física, y al profesor se le ocurrió
preguntar en que creía cada uno, hubo muchos tipos de respuestas, unos creían en
buda, otros creían en no creer, algunos en el big bang, en los extraterrestres, etcétera,
la respuesta de la clase fue, ¡Ah interesante!, ¡Bueno, yo no creo que se la verdad pero
lo respeto!, luego cuando le toco a ella dijo que creía en Dios, escucho todo tipo de
comentarios, ¡Yo creí que eras mas inteligente!, ¡En Dios solo creen los débiles!, ¡Que
tonta!, ¡Seguro que es homofóbica!, todos se burlaron, se sintió humillada y el profesor
no dijo nada, a lo que quiero llegar con esto, es que por ese tipo de comentarios la
gente teme a manifestar lo que piensa, lo que cree, lo que para ellos es correcto, ¿Por
qué siempre menospreciamos a aquel que no piensa de acuerdo a nuestra voluntad?
Sencillo, por egoísmo, porque siempre queremos sobresalir ante los demás, porque los
demás lo hacen, porque siempre queremos tener la razón, siempre queremos quedar
bien y olvidamos que ser diferente también es un derecho.
Ahora bien, no digo que aspirar a ser mejores no este bien, pero el fin no justifica los
medios, en la sociedad que hemos construido muchos abusan de su poder para juzgar
a quienes piensan diferente a ellos, desde políticos, médicos, empresarios hasta
maestros, en varias ocasiones presencie como una profesora humillaba y hacia quedar
en vergüenza a una compañera porque la respuesta de mi compañera no era la que
ella esperaba, y así hay muchos casos, por eso el miedo de algunos a hablar en
público, por eso el miedo de expresarnos, por eso el miedo de ser diferentes, por
consiguiente, sí para enseñar tienes que humillar, no sabes enseñar.

Por otro lado, ser diferente también nos puede llevar a tomar malas decisiones y
acciones ya sea por cansarnos de recibir constante rechazo o por ese afán de ser
únicos, de distinguirnos del resto, de sobresalir y buscar respeto, pero olvidamos que
en el fondo ya somos diferentes, cada uno de nosotros tiene una característica muy
particular, aunque nuestro comportamiento se asemeje al de los demás por querer ser
aceptados todos somos únicos e irrepetibles. Quizás una de las razones por la cual
somos rechazados es tal vez porque nosotros mismos nos rechazamos, regularmente
estamos criticando, menospreciando, subestimando a la persona que hoy somos, ¿Y
cómo pretender ser aceptado si tú no te aceptas?, creo firmemente en que el cambio
empieza por si mismo, cuando uno decide luchar por lo que quiere independientemente
si a los demás le parece correcto o no, todo se ve diferente, se nota el cambio, la gente
te ve tan convencido que terminas convenciéndolos y es ahí donde se dan cuenta que
tienes razón, que esta bien pensar diferente a lo que nuestro entorno ha decidido
imponernos.

Admitamos que, cuando olvidemos que es “bueno” ser aceptado en la sociedad y


empecemos a aceptarnos a nosotros mismos ese día encajaremos en la sociedad,
porque no hay necesidad de que todos actuemos o pensemos iguales, no tendría
sentido alguno. Con todo y lo anterior, tenemos derecho a ser diferentes, a pensar de
un modo distinto al de la mayoría, a vivir de la manera en la mejor nos parezca o
convenga, a vestirnos como nos apetezca siguiendo una moda o creando un estilo
propio, sin miedo a que nos miren raro, sin miedo a las críticas, pensar como los demás
nos limita en muchos aspectos, tenemos derecho a que nos dejen ser, pero sin pasar
por encima de los demás, recuerda no hacer aquello que no quieres que te hagan.

Finalmente, mi invitación hoy es a ponernos en los zapatos de los demás, a aceptarnos


sin juzgar, no olvidemos que cada cabeza es un mundo, que cada quien tiene
problemas que resolver, no seamos un problema más, simplemente dejemos ser lo que
quieren ser. De la misma manera, me dirijo a ti, a ti que tienes inseguridades, a ti que
se te dificulta expresar tus ideas, a ti con ideologías no muy comunes, a ti con
creencias particulares, a ti que has sido rechazado o no por ser diferente, no olvides
que estas aquí para ti, que puedes con todo y más, que te encuentras aquí para
cumplir un propósito y no tienes necesidad de demostrarle nada a los demás, solo
necesitas que tú mismo creas en ti y te aceptes, defiende tus derechos y hazlos sentir,
recordemos ser nuestra mejor versión.

También podría gustarte