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Titulo: ICASI. Protocolo de Intervención en Crisis por


Revelación del Abuso Sexual Infantil.
Autor: Miguel Angel Pichardo Reyes.
Año: 2014
Lugar: Zapopan, Jal. México
Edición: Fundación Prevención del Abuso Sexual
(FUNDACIÓN PAS).

El contenido del presente protocolo puede ser


reproducido total o parcialmente, siempre y cuando se
cite la fuente y se envíe copia de lo publicado a
FUNDACIÓN PAS.

San Luis Gonzaga 5238


Col. Jardines Guadalupe.
Zapopan, Jal. México.

Sobre el autor:

Miguel Angel Pichardo Reyes

Psicólogo social. Psicotraumatólogo. Psicoterapeuta


corporal. Director de Curar el Trauma. Especialista en
atención a víctimas de la violencia familiar, sexual, de
género, política y delincuencia organizada. Dirige
AlterSoma. Escuela Libre de Psicoterapia Corporal. Se
especializa en el tratamiento psicocorporal de la
memoria traumática, así como en intervenciones
psicosociales con víctimas de la violencia en contextos
de conflicto social.

curareltrauma@gmail.com
www.curareltrauma.com
www.altersoma.com

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 2!
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A quienes la herida del abuso sexual les


ha permitido soñar con otro mundo.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 3!
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Índice
Introducción 7

I. APROXIMACIÓN TEÓRICA 8

Orientaciones clínicas para el tratamiento de los traumas por abuso sexual infantil 9
Sobrevivientes del abuso sexual 9
Abuso sexual y trauma 9
Los efectos traumáticos en los sobrevivientes de abuso sexual 9
El impacto del abuso sexual 10
La cura del abuso sexual y sus efectos psicopatológicos 10
El tratamiento psicoterapéutico para sobrevivientes del abuso sexual infantil 11
La duración de un tratamiento psicoterapéutico del abuso sexual 12
Las terapias alternativas para tratar el abuso sexual 12
La psicoterapia corporal con un sobreviviente del abuso sexual 13

Aproximación psicotraumatológica al abuso sexual infantil 14


Definición del abuso sexual 14
Maltrato infantil y abuso sexual 15
Interacción sexual 16
Asimetría y abuso de poder 18
Vulnerabilidad pretraumática del niño/a 19
Proceso traumatogénico del abuso sexual 20
Sistemas familiares organizados por traumas 22
Parentalidad abusiva 22
Frecuencia del abuso sexual 23
Taxonomía de los traumas sexuales 24
Variaciones del impacto clínico 25
Alteraciones en la estructura clínica 26
Descompensaciones mórbidas sintomáticas 27

La prevención del abuso sexual infantil en la familia 27


Los cuatro pasos para prevenir el abuso sexual infantil 27
Paso uno. Información 28
Información básica sobre el abuso sexual 28
¿Qué es el abuso sexual infantil? 28
Desmitificar el abuso sexual infantil 30
Sobre los agresores sexuales 32
Sobre las víctimas 34
Informar sobre las consecuencias del abuso sexual infantil 35
Paso dos. Observación 37
La vulnerabilidad familiar al abuso sexual 37
Estilos educativos vulnerables 37
Los estilos de apego y vulnerabilidad 39
La dinámica familiar y la vulnerabilidad 40
Familias de alto riesgo 41
Indicadores del abuso sexual infantil 41
Paso tres. Evaluación 42
El semáforo del abuso sexual 42
Paso cuatro. Actuación 44
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Semáforo verde: fortalecer 44


Semáforo amarillo: cambios 44
Semáforo rojo: enfrentar 45
Primeros auxilios psicológicos ante el abuso sexual 46

II. PROTOCO DE INTERVENCIÓN 49

Objeto del Modelo 50


Las crisis victimales por violencia 50
Las crisis por revelación del abuso sexual infantil 52

Objetivo del Modelo 54

Metodología del Modelo 54

Fase 1. Evaluación psicológica 56


Paso 1. Información general 56
Paso 2. Intervención en crisis 58
Paso 3. Evaluación del trauma por abuso sexual 61
Paso 4. Evaluación clínica integrativa 62

Fase 2. Exploración del abuso sexual infantil 66


Paso 1. Vulnerabilidad pretraumática 66
Paso 2. Dinámica y estructura familiar 66
Paso 3. Proceso y dinámica del abuso 67
Paso 4. Taxonomía del trauma 69
Paso 5. Evaluación de la crisis de revelación 72

Fase 3. Alianza y encuadre terapéutico 74


Paso 1. Delimitar el focus 74
Paso 2. Clarificar expectativas 74
Paso 3. Encuadre 75
Paso 4. Alianza y acuerdos 75

Fase 4. Desmitificación del abuso sexual infantil 76


Paso 1. Información básica sobre el abuso sexual infantil 76
Paso 2. Reconocer la situación de abuso y manejo de mitos. 77
Paso 3. Redefinir responsables y víctima. 79
Paso 4. Formas de vinculación afectiva con el agresor. 79
Paso 5. Validar sentimientos propios. 80

Fase 5. Reorganización cognitiva 81


Paso 1. Mapeo de la dinámica traumatogénica 81
Paso 2. Estilo cognitivo y de personalidad 85
Paso 3. Negociación cognitiva 90
Paso 4. Ejercicios de autoafirmación 92

Fase 6. Conductas resolutivas 95


Paso 1. Reconocer y anticiparse 95
Paso 2. Tiempo fuera y autorregulación 96
Paso 3. Procesamiento emocional 97

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Paso 4. Resolución de conflictos 99

Fase 7. Evaluación y cierre del proceso 101


Paso 1. Evaluación FODA 101
Paso 2. Evaluación clínica 102
Paso 3. Cierre 103

Bibliografía 104

Anexo: Descripciones de los nueve tipos de personalidad 106

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Introducción
La Fundación PAS celebra la creación y publicación de este Modelo de intervención para el
tratamiento de las crisis por revelación del abuso sexual infantil. Consideramos que la
producción de este tipo de Modelos representan un avance en la profesionalización y
especialización de los y las profesionales de la salud mental, especialmente en este campo
de conflicto donde existen pocas referencias sistematizadas.

El Modelo surge de la imperiosa necesidad de contar con servicios de psicoterapia breve


que sean accesibles al grueso de la población, en este caso, de personas adultas que han
sobrevivido a situaciones de abuso sexual en la infancia. La así llamada psicoterapia breve
o de emergencia, ya sea vía telefónica o por otros medios audiovisuales que nos facilitan
los avances en telecomunicaciones, permite llegar a poblaciones que en otras circunstancias
supondrían traslados e inversiones que demeritarían en la economía, sino es que para
muchos resultaría prácticamente imposible.

La psicoterapia breve y de emergencia, así como la psicoterapia por medios virtuales se


encuentra en la vanguardia de los avances que nuestro mundo moderno exige. Esto ha
permitido romper las barreras del tiempo y el espacio, beneficiando así a un amplio sector
de la población que aún contando con recursos económicos limitados, cuentan con la
capacidad tecnológica para acceder a este tipo de servicios.

Parte fundamental de la misión de la Fundación PAS consiste en la innovación,


investigación y desarrollo de proyectos de prevención, sean estos primarios, secundarios o
terciarios. En este sentido, el presente Modelo viene a cumplir de forma satisfactoria con
esta misión, representando un aporte fundamental al movimiento de promoción y defensa
de los derechos de los niños y las niñas.

Producto de un esfuerzo donde se articulan varios sectores, como lo es el empresarial, las


organizaciones civiles, consultoras especializadas, activistas, intelectuales y profesionales,
el presente Manual da cuenta de esta posible y necesaria articulación. El Modelo ha sido
desarrollado por Miguel Angel Pichardo Reyes, director de Curar el Trauma, consultora
especializada en psicotrauma y conflictología, quién cuenta con una amplia experiencia en
la prevención psicosocial y el tratamiento clínico desde la psicoterapia corporal con
víctimas y sobrevivientes del abuso sexual infantil.

El Modelo se encuentra dirigido a profesionales, organizaciones, instituciones y empresas


que brindan el servicio de psicoterapia breve y de emergencias especializada en abuso
sexual, y consideramos que este Modelo marcará un hito para la aplicación y socialización
de esta metodología, redundando en el bienestar de miles de personas sobrevivientes.

Sinceramente esperamos que la lectura de este documento favorezca la disminución del


sufrimiento y potencie la capacidad de disfrute de la vida y la sexualidad.

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I. APROXIMACIÓN TEÓRICA

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Orientaciones clínicas para el tratamiento de los traumas por


abuso sexual infantil
Sobrevivientes del abuso sexual

Son hombres y mujeres (adolescentes, jóvenes y adultos) que vivieron uno o varios eventos
de abuso sexual en su infancia, y que en la actualidad presentan malestar, síntomas o
trastornos psicológicos y somáticos. Se les considera “sobrevivientes emocionales” porque
lograron reponerse, en la medida de sus posibilidades, a esa situación traumática, y sin
embargo en la actualidad resienten los efectos psicológicos a largo plazo (leves, crónicos o
agudos).

Abuso sexual y trauma

No todos los sobrevivientes desarrollan trauma psicológico ni tampoco es preciso que


desarrollen alguna psicopatología psiquiátrica. Sabemos que el 70% de los sobrevivientes
son afectados psicológicamente, y de éste, alrededor del 17 al 40% sufren alguna
psicopatología clínica y de la personalidad importante. Sólo el 30% de los sobrevivientes
han podido asimilar la experiencia sin problemas aparentes. Los efectos varían de acuerdo a
la frecuencia e intensidad del abuso, así como al tipo de trauma.

Los efectos traumáticos en los sobrevivientes de abuso sexual

Podemos estimar que entre el 17 y el 40% de los sobrevivientes de abuso sexual padece
Trauma por Abuso Sexual Infantil crónico o crónico-vincular (incestuoso), esto es, una
constelación de trastornos psicológicos que van de moderados a graves y crónicos. Dentro
de los trastornos y malestares psicológicos nos encontramos con: Trastornos por adicción
(alcohol, cocaína, inhalantes, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos), Trastornos psicóticos
(depresión psicótica, esquizofrenia paranoide, trastorno delirante y trastorno psicótico
breve), Trastornos del estado de ánimo (trastornos afectivos, depresivos y bipolares),
Trastornos de ansiedad (trastornos de angustia, agorafobia, fobia social, trastorno obsesivo-
compulsivo, trastorno de estrés postraumático y trastorno de ansiedad generalizada),
Trastornos psicosomáticos (trastorno de somatización, trastorno de conversión, hipocondría
y trastorno dismórfico corporal), Trastornos disociativos (amnesia disociativa,
despersonalización y trastorno de identidad disociativo), Trastornos sexuales (ausencia de
deseo sexual, aversión al sexo, trastorno de excitación sexual, de erección, de orgasmo,
eyaculación precoz, dispaurenia, vaginismo y parafilias, incluyendo la pedofilia, el sadismo
y el masoquismo), Trastornos alimenticios (anorexia y bulimia nerviosa), Trastornos del
control de impulsos (trastorno explosivo intermitente, ludopatía y tricotilomanía) y
Trastornos de la personalidad (trastornos paranoide, antisocial, esquizoide, narcisista,
dependiente, límite y evitativo de la personalidad).

En nuestra práctica clínica hemos constatado que los más frecuentes son los trastornos
depresivos, de ansiedad, por disociación y de personalidad. La gravedad de muchos de
estos trastornos ameritan un tratamiento médico psiquiátrico, otros más son susceptibles de
tratamiento psicoterapéutico de apoyo, de contención y profundo.
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El impacto del abuso sexual

La mejor manera de saber el impacto psicológico del abuso sexual y de conocer algún
trastorno psicopatológico es a través de un psicodiagnóstico especializado en trauma por
abuso sexual. Dicho diagnóstico es realizado por un psicólogo clínico y/o médico psiquiatra
con experiencia y capacitación clínica en este campo. El psicodiagnóstico se realiza
fundamentalmente a través de una entrevista estructurada, la exploración de signos y
síntomas, la historia clínica, así como la aplicación de evaluaciones, escalas y pruebas.
Durante este proceso se realiza una exploración exhaustiva del estado mental, la cognición,
las emociones, los comportamientos, los vínculos, los síntomas y signos somáticos,
antecedentes médicos y psiquiátricos, traumas previos o posteriores, duelos, historia sexual,
historia secuencial, se aplican escalas de depresión y ansiedad, de severidad del trauma, de
cogniciones postraumáticas, de autoestima, de respuestas de afrontamiento, entre los más
importantes. Dependiendo de la persona, el proceso de psicodiagnóstico puede durar de
una a tres sesiones, al final del cual se le da a conocer al paciente los resultados y
conclusiones, explicando y aclarando dudas, proporcionando un pronóstico y un programa
de tratamiento adecuado.

La cura del abuso sexual y sus efectos psicopatológicos

En general todos los trastornos psicopatológicos producidos por el trauma del abuso sexual
son tratables, sin embargo el éxito de dicho tratamiento varía de acuerdo a la gravedad o
cronicidad de los síntomas, a los aspectos constitutivos (fisiológicos), estructurales
(temperamento, carácter y personalidad) y contextuales (apoyo social, estrés y autoestima),
lo cual puede determinarse por el pronóstico que proporcione el clínico durante el
psicodiagnóstico. El pronóstico nos permite ser realistas en cuanto al éxito y eficacia del
tratamiento, por lo cual podemos decir que ante un pronóstico favorable es susceptible
hablar de curar el abuso sexual, obteniendo disminución, control o remisión de los
trastornos asociados. El éxito de una psicoterapia no siempre reside en curar el trauma, a
veces solo es posible disminuir o mantener bajo control los síntomas.

Cuando existe un pronóstico reservado, el programa de tratamiento que diseñe el clínico


normalmente va acompañado de interconsultas con otros clínicos y especialistas
(psiquiatras, nutriólogos, neurólogos, endocrinólogos, etc.), así como otras terapias
auxiliares y alternativas (homeopatía, masoterapia, yoga, etc.). En situaciones de crisis,
intentos de suicidio, autolesiones y episodios psicóticos breves, u otra circunstancia que
ponga en peligro la integridad propia o de terceros, lo indicado es realizar un internamiento
de estancia breve en un hospital con atención psiquiátrica y continuar con el tratamiento
psicoterapéutico.

Un pronóstico reservado responde a la conjugación de una serie de factores, tales como; la


gravedad o cronicidad de un trastorno clínico, el resquebrajamiento de la estructura clínica
del sujeto, la presencia de uno o más trastornos de la personalidad, bajo soporte social y
presencia de estresores psicosociales en el grupo primario de apoyo. Frente a cuadros
clínicos como este no es posible esperar una cura, a veces siquiera disminuir los síntomas,
más bien se apela a la búsqueda de cierto control sobre la enfermedad y a acompañar y
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contener al paciente y su familia. Los tratamientos suelen durar varios años.

El tratamiento psicoterapéutico para sobrevivientes del abuso sexual infantil

Después de haber obtenido el diagnóstico y el pronóstico, el clínico dispondrá de un


tratamiento adecuado para el paciente, precisando tiempos, duración, honorarios,
expectativas de la respuesta del paciente al tratamiento. Cabe señalar que no cualquier
clínico o psicoterapeuta se encuentra capacitado para diseñar y operar un tratamiento del
abuso sexual, pues tal actividad supone una experiencia previa y una capacitación
especializada, la cual se adquiere a través de cursos, talleres, seminarios, congresos,
especialidades y diplomados. Por este motivo es importante preguntar al clínico si cuenta
con experiencia y formación previa especializada en el tratamiento del abuso sexual, de no
ser así se le puede solicitar la referencia de algún profesional o institución especializada en
abuso sexual.

Para un tratamiento del abuso sexual es recomendable trabajar bajo un programa


estructurado que pueda delimitar el foco, el método, la técnica, los objetivos, los resultados
esperados, las etapas, el número y nombre de la sesión, así como instrumentos de
evaluación clínica del curso de los trastornos. Contando con un programa es factible que el
clínico pueda optar por la perspectiva psicoterapéutica de su formación, no habiendo
inconveniente en ello, siempre y cuando se tenga claridad en cuanto al proceso, foco y
método. En la actualidad existen muchos programas de tratamiento con sobrevivientes del
abuso sexual que son integrativos, esto es, que las técnicas y métodos empleados provienen
de distintas orientaciones psicoterapéuticas, sean estas cognitivo-conductuales,
psicodinámicas, sistémicas, humanistas, psicocorporales y transpersonales.

La modalidad del tratamiento puede ser individual o grupal, y esto lo determinará el clínico
de acuerdo al diagnóstico y pronóstico, habiendo ocasiones que se llevan a cabo las dos
modalidades. Ya sea individual o grupal el objetivo de un programa de tratamiento
especializado en abuso sexual sería proporcionar alivio inmediato a los síntomas más
graves, hacer frente al trauma, restaurar en la persona el sentido básico de seguridad en el
mundo y en las personas, y facilitar su reintegración social en el contexto comunitario.
Algunos principios básicos que son importantes mencionar, consisten en mejorar el
malestar emocional, ayudar al proceso de curación natural, no emplear tratamientos
ineficaces que empeoren la situación, y adaptar la terapia a las necesidades específicas de
cada paciente.

Estos programas de tratamiento deben incluir por lo menos cuatro ejes: 1) Atención de
síntomas graves, 2) Abordar el núcleo del trauma, 3) Problemas en la regulación de
emociones, y 4) Pérdida de la confianza personal e interpersonal. Estos ejes enmarcan una
serie de temas que pueden ser tratados en el siguiente orden: Reconocer la situación de
abuso y manejo de mitos. Redefinir responsables y víctima. Características de la agresión.
Formas de vinculación afectiva con el agresor. Validar sentimientos propios. Educar sobre
efectos psicológicos comunes. Dinámica familiar. Sexualidad. Educar para evitar
revictimización. Autoimagen, autoestima, comunicación, asertividad. Proyecto de vida.
Proceso legal. Relaciones interpersonales. Mecanismos de defensa. Percepción del contexto
psicosocial ante la denuncia.
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La duración de un tratamiento psicoterapéutico del abuso sexual

Existen varios tipos de tratamiento psicoterapéutico dependiendo del momento en el cual se


encuentre la persona, por eso distinguimos: 1) tratamientos de intervención en crisis, 2)
tratamientos de contención post-crisis de estabilización emocional, 3) tratamiento básico de
psicoterapia breve, 4) tratamiento profundo y de acompañamiento a largo plazo. Los
tratamientos de crisis pueden durar de una sesión a seis sesiones (un mes y medio), los
tratamientos post-crisis varían entre tres y seis meses, un tratamiento de psicoterapia breve
pueden variar de tres meses a un año, y finalmente, un tratamiento profundo y de
acompañamiento puede durar entre un año y un tiempo indeterminado.

Las terapias alternativas para tratar el abuso sexual

Los casos supuestamente milagrosos de curaciones súbitas de algún trastorno psicológico o


psiquiátrico por parte de algún procedimiento natural, espiritual, esotérico o “alternativo”
se sustentan únicamente en testimonios y son atribuidos a seres o sustancias metafísicas, lo
cual carece de comprobación, réplica y generalización, y en términos generales esas
supuestas “sanaciones” son debido a la sugestión, la euforia, el fanatismo, y en muchas
ocasiones, al fraude. De hecho algunos de estos procedimientos metafísicos, espirituales y
esotéricos son contraproducentes, pudiendo inducir o generar episodios psicóticos breves
que agravan el cuadro clínico, incluso pueden poner en peligro a la persona o a terceros.

Sin embargo existe una serie de terapias alternativas que pueden favorecer el mejoramiento
de los síntomas de forma eficaz y considerable, a estos procedimientos alternativos se les
conoce como terapias auxiliares o terapias de apoyo, en el entendido de que la dirección del
proceso debe de estar bajo la responsabilidad de un clínico y que estas terapias cumplen la
función de auxiliar y apoyar el programa de tratamiento. Dependiendo del diagnóstico y
pronóstico es posible determinar el tipo de terapia auxiliar más conveniente. Por ejemplo, la
risaterapia, el yoga de la risa y la danzaterapa o terapia de movimiento, son excelentes
métodos auxiliares en el tratamiento de la depresión. La meditación, la oración simple, el
discernimiento y el Tai Chi pueden ser indicados para los trastornos de ansiedad. Los
masajes, las aguas termales, el Reiki y otras técnicas de relajación psicofísica son indicados
para el tratamiento de la ansiedad y la depresión. Así, existe una gran variedad de métodos,
técnicas y escuelas de terapias alternativas, sin embargo podemos contraindicar aquellos
procedimientos que sugieran la existencia, contacto, auxilio y posesión de seres espirituales
o metafísicos, sean estos benignos o malignos, pues puede agravar o disparar un posible
cuadro psicótico.

En el caso del abuso sexual se contraindica cualquier procedimiento invasivo


corporalmente, por ejemplo, ciertos tipos de masaje, o algunas técnicas muy expresivas o
catárticas, sin hablar de algunas “experiencias” basadas en el maltrato, la privación y la
humillación para curar adicciones. La realización de cualquier terapia alternativa debe ser
consultada con el clínico, quién podrá orientar la mejor elección y las medidas preventivas
más adecuadas.

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La psicoterapia corporal con una sobreviviente del abuso sexual

Tenemos que aclarar que no cualquier tipo de psicoterapia corporal se encuentra indicada
para tratar con sobrevivientes de abuso sexual, pues hay muchas que no realizan
diagnóstico, pronóstico y programa de tratamiento. Al igual que en otras corrientes o
escuelas de psicoterapia, es indispensable contar con experiencia previa y una formación
especializada. El tipo de psicoterapia corporal que llevamos a cabo en “Curar el Trauma”
para tratar con sobrevivientes del abuso sexual, la denominamos Psicoterapia Corporal
Postraumática.

La especificidad de la Psicoterapia Corporal Postraumática consiste en que el abordaje del


núcleo traumático del abuso sexual se realiza a través de procedimientos y técnicas que
incorporan la vivencia corporal a la labor de interpretación. En este sentido la Psicoterapia
Corporal Postraumática difiere de los métodos verbales y narrativos, pues se propone como
una psicoterapia activa que atiende el lenguaje corporal preverbal del Sistema Nervioso y
de la Memoria Corporal. La razón por la cual entra en escena el cuerpo es debido a la
reacción que tiene el organismo subjetivo frente a la amenaza que supone el abuso sexual.
Dicha respuesta se caracteriza por una respuesta de parálisis o congelamiento denominada
Síndrome de Medusa, en alusión a este personaje de la mitología griega que petrificaba a la
persona que lo mirara directamente. En la aparición de este Síndrome se encuentran
comprometidos diferentes órganos y funciones del organismo, teniendo un lugar
fundamental el sistema neurovegetativo, neuromuscular y neurovisceral.

El reto de la Psicoterapia Corporal Postraumática consiste en restablecer la capacidad de


descarga del monto de energía contenida por la reacción traumática de parálisis en el
Sistema Nervioso Vegetativo. Dicho restablecimiento no es posible realizarlo directamente,
sino a través de medios bioquímicos y biopsicodinámicos, y este último es el que compete a
la Psicoterapia Corporal Postraumática, por supuesto, sin excluir los medios bioquímicos.

En términos técnicos, los procedimientos para atender este núcleo traumático en el


organismo se lleva a cabo a través del análisis y desbloqueo de la respiración, el
movimiento y la sensopercepción, el masaje profundo a nivel del tejido conjuntivo sobre
los siete segmentos corporales, la autorregulación visceral a través del desarrollo de la
propiocepción e interocepción, la desensibilización de la excitación nerviosa a través de
técnicas de relajación progresiva, la descarga motora de la excitación nerviosa a través de
ejercicios de bioenergética, la negociación de la memoria neuromuscular traumática a
través de la experiencia somática, la elaboración de la memoria traumática a través del
análisis de las defensas del carácter y la desintegración de las defensas
caracteromusculares, la interpretación del inconsciente y de la puesta en escena del
fantasma a través de la ensoñación corporal, entre otras técnicas.

En la Psicoterapia Corporal Postraumática diferenciamos entre el foco de tratamiento y el


objetivo de la psicoterapia. El foco del tratamiento se reduce al núcleo traumático
producido por la experiencia amenazante del abuso sexual. Sin embargo, el objetivo último
de esta psicoterapia consiste en restablecer la capacidad del organismo subjetivo de
experimentar placer. Este objetivo supone la emancipación somática del organismo,
especialmente la emancipación del Sistema Nervioso Central de todos aquellos patrones de
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alteración somática y de los sistemas biopsicosociales de alienación, enajenación,


degradación, opresión y expropiación de la comunidad de organismos subjetivos. En este
sentido podemos decir que la Psicoterapia Corporal Postraumática es una psicoterapia
hedonista, materialista, crítica y emancipadora.

Aproximación psicotraumatológica al abuso sexual infantil


Definición del abuso sexual

En la actualidad existen varias definiciones del abuso sexual infantil, muchas de ellas con
una gran carga jurídica, lo cual no ha dejado de traer consigo ciertas problemáticas al tratar
de inscribir estas definiciones en el campo de la clínica. Intentaremos aproximarnos a una
definición del abuso sexual infantil desde el campo de la clínica, en este caso, de una
clínica psicotraumatológica, la cual nos permitirá circunscribir este concepto en el campo
de los estudios del trauma psicológico.

La definición que proponemos ha sido producto de una reflexión que anuda por lo menos
tres campos; la docencia, la clínica privada y la prevención psicosocial. Son estas tres
fuentes de donde hemos abrevado para plasmar esta compleja enredadera de una
conceptualización clínica del trauma por abuso sexual infantil.

La definición que presentamos a continuación pretende ser una contribución al movimiento


de fundaciones, instituciones, organizaciones civiles, redes y clínicos que trabajamos en
diferentes frentes para la prevención y tratamiento del abuso sexual infantil. No es una
definición cerrada, sino abierta al diálogo, la discusión, el análisis, y sobre todo, a las
nuevas propuestas.

Nuestra definición se encuentra conformada por 12 elementos que iremos profundizando.


La definición es la siguiente:

(1) El Abuso Sexual Infantil (ASI) es un tipo del maltrato infantil que supone (2) una
interacción de naturaleza sexual entre dos o más personas basada en (3) el abuso de poder y
la asimetría de edad y desarrollo, existiendo por lo general (4) una situación de
vulnerabilidad pretraumática en el menor, caracterizada por la pobreza vincular y la
disfuncionalidad o colapso de la estructura familiar. Esto posibilita el proceso del abuso
sexual, el cual se lleva a cabo a través de (5) un proceso paulatino donde al inicio el agresor
utiliza la confianza, el chantaje, la ambigüedad y la seducción. En un alto porcentaje el ASI
se lleva a cabo (6) dentro del ámbito familiar, (7) realizado por un conocido, familiar o
figura parental, lo cual puede suceder en (8) una ocasión o de forma repetitiva y sostenida a
lo largo del tiempo, y puede ir (9) desde los tocamientos, la exhibición, hasta la penetración
y violación. (10) La vulnerabilidad pretraumática, la estructura y sistema familiar, el tiempo
de exposición, la intensidad, la etapa de desarrollo, el vínculo con el agresor, así como el
tipo o modalidad del abuso, son variables de las cuales depende el tipo de impacto clínico,
ya sea en el orden de su (11) estructura psíquica, ya sea en la configuración de (12) cuadros
clínicos mórbidos.

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Veamos cada uno de estos elementos y su importancia en la comprensión clínica del trauma
por abuso sexual.

Maltrato infantil y abuso sexual

Un primer aspecto sobre el abuso sexual es que éste tiene que inscribirse en el amplio
espectro del maltrato infantil, sino se quiere correr el riesgo de fetichizar el abuso, de
descontextualizarlo y deshistorizarlo, o reducirlo únicamente a su componente sexual, sin
tomar en cuenta la complejidad de su constitución.

El maltrato infantil es una práctica normalizada a nivel social, solo recientemente puesta en
duda en consonancia con los avances en el reconocimiento de los derechos humanos, y en
las consecuencias clínicas y psicosociales de dichas prácticas. Junto con el abandono, el
maltrato psicoemocional, el castigo físico, entre otros, el abuso sexual es una modalidad de
maltrato infantil, de hecho es probable que el niño o niña abusada sexualmente cuente con
antecedentes de maltrato, o que el abuso se realice en un contexto de maltrato infantil.

La inscripción del abuso sexual dentro del espectro del maltrato infantil nos remite
necesariamente al campo familiar, en particular a la configuración del sistema y la
estructura familiar, a los vínculos paterno y materno filiales, a los riesgos psicosociales y al
perfil caracterológico de los padres. Lo anterior debido a que el maltrato infantil es una
expresión de graves alteraciones a alguno de estos campos o en todos, configurándose así
un espacio de impunidad posibilitador del maltrato infantil y del abuso sexual.

De esta forma tenemos dos inscripciones: el abuso sexual como una forma de maltrato
infantil, y el abuso sexual en el contexto del maltrato infantil. Estas dos particulares
inscripciones nos permiten complejizar el abuso sexual crónico-vincular dentro de la
familia, normalmente de tipo incestuoso, pues este tipo de abuso forma parte de una cadena
de abusos familiares, no solo sexuales, sino psicológicos y fisiológicos. Esto da pie a
considerar las formaciones familiares organizadas por traumas y los traumas transmitidos
transgeneracionalmente.

El abuso sexual deja de ser un evento aislado, un acto solipsista de un sujeto trastornado
donde el niño o la niña solo son espectadores afectados de esas perversiones. Esto nos
plantea serios problemas en la comprensión de la dinámica tramatogénica del abuso sexual,
pues la trasgresión vincular antecede por mucho al acto mismo del abuso. Por eso, podemos
decir, que el abuso no inicia propiamente durante la interacción sexual, ni siquiera aún
durante la etapa de acercamiento o confianza, sino que inicia desde la configuración de los
fantasmas inconscientes referidos a traumas sexuales no resueltos en los sistemas familiares
transgeneracionales.

En mi experiencia clínica he podido constatar este tipo de antecedentes a través de ciertas


operaciones clínicas, una de ellas, la de una historiografía psicogenealógica, la cual nos
permite rastrear los traumas y subtraumas transgeneracionales que producen ciertos
síntomas, ya sea toxicomanía, alteración de los vínculos amorosos, duelos inconclusos,
rituales compulsivos, secretos, exclusiones, etc. Aún más, es posible entrever la presencia
casi sutil del fantasma incestuoso y sus múltiples paradojas, las cuales revelaran una
ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 15!
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especie de radiografía clínica de las estructuras psíquicas familiares, muchas veces


neuróticos, otras psicóticos, a veces perversos o simplemente limítrofes.

La cuestión del sistema y la estructura familiar y sus correspondientes fantasmas


inconscientes, también nos remite al campo psicosocial de las políticas subjetivas y de las
políticas familiares. La familia en tanto unidad sociológica es proclive a los cambios
históricos, no solo de aquellos marcados por los acontecimientos imprevisibles, sino por los
modos de producción simbólica. En este caso, la familia es el lugar por excelencia de
producción subjetiva, a su vez, un mediador operativo de los discursos ideológicos
hegemónicos.

La cuestión resulta de fundamental importancia en la comprensión del abuso sexual


infantil, pues esto supone cuestionar las políticas familiares que producen estos perfiles
sistémicos de familias maltratadoras y abusadoras, pues pareciera que esta familia no son
una desviación, sino la normalidad de las familias. Resulta preocupante, pues esto supone
admitir que el abuso sexual viene preformado en el propio código de barras de la familia.
De aquí que la lucha en la prevención del abuso sexual vaya más allá de este epifenómeno
y nos remita a sus aspectos estructurales, históricos y psicosociales, en particular, al modo
de producción subjetiva de la familia.

Desde este punto de vista es posible concebir a la familia como un aparto ideológico, y
también como un espacio posibilitador de subjetividades alternativas, así como productor
de nuevas prácticas sociales y discursivas. Sin embargo esto aún es muy incipiente, sobre
todo en lo que respecta al análisis y reflexión crítica que puede suponer el abuso sexual,
que como podemos ver, al profundizar en esto nos lleva cada vez más a una crítica social e
ideológica.

Las puntualizaciones agudas del feminismo con respecto a las estructuras patriarcales, al
falogocentrismo, al perfil machista y misógino de la cultura, son aspectos que recobran su
cabal importancia al momento de circunscribir el abuso sexual dentro del maltrato infantil y
las estructuras sociales productoras de cierto tipo hegemónico de organización familiar. De
alguna forma la perspectiva de género ha posibilitado dicha crítica, pero ha sido el
movimiento feminista el que ha nos ha ofrecido las herramientas de análisis desconstructivo
de un sistema social y cultural productor de dispositivos de control y sometimiento de lo
femenino, de lo infantil, de lo animal. Dominación, control, disección, violación.
Procedimientos propios del paradigma falogocentrico, de su epistemología colonizadora y
conquistadora.

La sexualidad infantil es pues objeto de esa episteme perversa, expropiada por una pulsión
dominante que necesita ser justificada en sus motivaciones, disponiendo de un aparato
simbólico que permite su comisión de forma impune y perpetua.

Interacción sexual

Sabemos que la interacción sexual entre un niño o niña y un adulto, adopta varias formas,
muchas de ellas no suponen un abuso sexual, muy al contrario, son interacciones necesarias
para el óptimo desarrollo psicosexual del menor. Nos referimos a los modos de maternaje y
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!

paternaje, funciones donde se inviste libidinalmente los objetos deseados. En este caso, el
niño o la niña pasa por un revestimiento libidinal, una fuerza energética que supone la
inversión de una carga energética en un objeto. Dicha descarga energética es operada a
través del contacto corporal, de palabras dirigidas al objeto, pero también de las fantasías
donde se coloca ese objeto idealizado.

Ser objeto de investiduras libidinales supone para el niño o la niña, una experiencia de
subjetivación, pues ese objeto externo deviene sujeto al momento de ser incorporado al
campo fantasmatico y libidinal de los padres. Este ingreso es completamente sexual, en el
sentido propiamente libidinal. Ahora bien, esta incorporación libidinal que constituye al
sujeto en la trama mamá-hijo(a)-papá, será la precondición de la cualidad del vínculo
libidinal. Es aquí, en este proceso o modo de producción libidinal del sujeto, donde la carga
libidinal desplegada por los madres puede adquirir una orientación perversa. Dicha
orientación no necesariamente se objetivara en un tocamiento o violación, pero si de un
atrapamiento de una mirada lasciva, o en la confusión de los roles sexuales, o en el
ofrecimiento de la hija como mercancía de cambio. La cualidad de estas envolturas
libidinales de las cuales son objeto los niños y las niñas, pueden devenir, debido a
diferentes circunstancias, en una situación objetiva de abuso sexual.

El estatuto psíquico de los padres será de fundamental importancia, pues los fantasmas
inconscientes, especialmente los incestuosos, u otros tipos de relaciones objetales parciales
preedípicas, supondrá una posible caracteropatía o la descompensación mórbida de la
economía libidinal del padre. De esta forma podemos observar como la interacción sexual
objetiva en un abuso, se encuentra determinada por los antecedentes en los vínculos
libidinales paterno-filiales de tipo perverso e incestuoso.

Esta misma circunstancia puede suceder en situaciones de abuso sexual donde no sea
precisamente el padre el abusador, sino otra figura parental, por ejemplo tío, abuelo, primo,
o padrastro. En estos casos puede suceder que exista una trama libidinal dentro de la familia
de tipo incestuoso sin abuso sexual objetivo, pero que esta figura parental se aproveche de
dicha trama incestuosa, lo cual coloca al niño o niña en una situación de extrema
vulnerabilidad. Esto es lo que sucede con niños o niñas que han vivido abuso sexual por
parte de un familiar y encontramos antecedentes de tramas libidinales incestuosas dentro de
la familia, por ejemplo, el que la niña ocupe el lugar simbólico de la madre, o la lógica de la
mirada seductora del padre, o el fantasma incestuoso fraterno, entre otros.

El contenido sexual de la interacción durante el abuso sexual resulta altamente traumática


debido al lugar simbólico e imaginario de la sexualidad, pues esta cumple una función
controladora de la sexualidad genital y el deseo. La trasgresión de este orden sexual,
imaginario y simbólico, supone cierta “mancha” en el historial subjetivo de la persona. Esto
sucede especialmente con las niñas, quienes son colocadas en el lugar de “desvirginadas”
por parte de la madre, o en el caso de los niños, donde el abuso sexual despierta los
fantasmas homosexuales en la familia.

De esta forma, la naturaleza sexual del abuso supone un estigma subjetivo, espacialmente al
cambiar el estatus de quién lo padece, pues es un estigma para sí mismo. La eficacia de
dicho estigma al ser ubicado en una especie de degradación del ideal de sí mismo, trae
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consigo serias dificultades en la configuración de la identidad y en la representación


imaginaria del propio cuerpo, sin mencionar la activación de la ansiedad sexual.

Asimetría y abuso de poder

La asimetría de edad y el abuso de poder es otro de los elementos que caracterizan el abuso
sexual. Diríamos que sin la ausencia de asimetría y abuso de poder no habría abuso sexual.
La asimetría de edad es sobre todo la asimetría en la madurez del desarrollo psicosexual, y
en el caso del abuso sexual supone que el agresor cuenta con mayor madurez psicosexual.
Esta asimetría psicosexual es una forma de poder, pues pone en una situación de desventaja
al menor ya que este no cuenta con la capacidad para comprender y simbolizar, o para
discernir y tomar una decisión con respecto al ejercicio de su propia sexualidad.

El adulto o adolescente con una conducta sexual inapropiada cuenta con mayores recursos
físicos, intelectuales y psicosexuales, desplegando estrategias psíquicas de poder, control y
sometimiento. Una de ellas consiste en ganarse la confianza de la familia, presentar una
imagen impecable, así como una reputación intachable, lo cual permite un acceso directo y
libre, pero también garantiza cierta impunidad al aducir la mayor credibilidad del adulto
con respecto al niño o niña. Posteriormente viene la amenaza y con ello el silencio, la
parálisis y la disociación por parte del niño o niña. De esta forma la asimetría psicosexual
es sobre todo un mecanismo psíquico de poder y control que garantizaría hasta cierto punto
la impunidad, basada en la amenaza, el silencio, la parálisis y la disociación.

El adulto o adolescente en esta asimetría psicosexual del abuso sexual irrumpe sobre el
desarrollo psicosexual, pervirtiendo la economía libidinal del menor, alterando su relativa
estabilidad psíquica, sino es que trastornando su mundo interior, aspecto que supondrá la
instalación de un trauma sexual que afectará la organización clínica del sujeto. Esta
desorganización clínica pasa necesariamente por la perversión de los vínculos paterno-
filiales, o aquellos vínculos atrapados en la red de la ley incestuosa. El vínculo atravesado
por la ley es trasgredido, alterando definitivamente la representación psíquica de las
relaciones objetales parentales.

La perversión de estas relaciones contiene un factor predictivo con respecto a la pobreza


vincular del menor en la edad adulta, dificultando el establecimiento de vínculos profundos,
estables y adecuados. Pero más allá de la predictibilidad a largo plazo, nos encontramos con
una alteración inmediata en los vínculos presentes. Podemos decir que este es el eslabón de
la repetición y transmisión transgeneracional del trauma sexual.

Por otro lado, el abuso de poder en el abuso sexual se caracteriza fundamentalmente por la
cualidad del vínculo que establece el adulto con el menor, así como de la posición del
menor con respecto al vínculo. Hablamos fundamentalmente de un vínculo ambivalente y
despreciativo por parte del adulto, pues éstos tipos de vínculos se caracterizan por una
lógica de acercamiento y alejamiento, instaurando una doble valoración vincular: “te deseo
pero te odio”. La ambivalencia supondrá en el niño o la niña una situación conflictiva,
situación que normalmente se perpetuara a lo largo del desarrollo y madurez psicosexual.
Esto se produce especialmente cuando se establece una relación de seducción, pues en ella

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se lleva a cabo el abuso sexual de una forma sutil, fundamentalmente a través del chantaje
emocional desprovista de sadismo.

En el caso del vínculo despreciativo nos encontramos ya no con una seducción, sino
propiamente con una expresión caracteropática, sádico-agresiva, donde el niño o niña es
colocado como objeto de uso, reducido a medio o utensilio. La investidura agresiva que
realiza el adulto con respecto al niño o niña reducido a su expresión parcial de su
genitalidad, es sobre todo una investidura destructiva; un goce sádico.

En el centro del abuso de poder se encuentra la perversión de la pulsión, ya sea mediada por
la seducción ambivalente, ya sea por la agresión despreciativa. En uno y otro caso estos
vínculos subjetivarán al niño o a la niña, especialmente si esto se realiza en etapas muy
tempranas del desarrollo psicosexual.

Vulnerabilidad pretraumática del niño/a

En el caso de los abusos sexuales infantiles al interior de la familia, hablamos de


vulnerabilidad, no como un dato dado, o como una característica propia del niño o la niña.
Más bien hablamos de un proceso de vulnerabilidad, esto es, el niño o niña es
vulnerabilizado por la familia. Dicho proceso, por supuesto, es inconsciente, sin embargo
toma aspectos perversos en el caso de agresores sexuales que buscan esta vulnerabilización,
en el entendido de que esto supone un espacio propicio para el abuso sexual, pero también
lo protege del castigo, configurándose así un espacio de impunidad.

Claro que no en todos los casos se lleva a cabo esta vulnerabilización perversa, pues en
otras circunstancias se presenta esta vulnerabilización por factores a veces ajenos a la
propia familia, como lo pueden ser las condiciones de pobreza material, o las condiciones
de hacinamiento, o la ausencia de uno de los padres, etc. Estas situaciones, aunque
supongan una situación contextual de facilitación del abuso, en ninguna manera son
responsabilidad directa de los miembros de la familia, pues es tentador confundir maltrato
con pobreza.

Las políticas sociales orientadas a reducir la brecha entre ricos y pobres, así como a asistir a
familias en extrema pobreza, son acciones que redundarán en el mejoramiento de los
vínculos familiares, reduciendo también la vulnerabilidad de los niños y las niñas. Pero aún
así, podemos encontrarnos un gran sector de familias que no se encuentran en pobreza
material, y aún así se presenta el abuso sexual. Aquí nos encontramos con una situación que
llamamos pobreza vincular, la cual se caracteriza por el aumento de riesgos psicosociales
en la familia, junto con estilos vinculares despreciativos, ambivalentes y preocupados, todo
lo cual vulnera a la familia y facilita el abuso sexual.

Estas dinámicas de vulnerabilidad y de extrema vulnerabilidad son criterios que hay que
observar, identificar y prevenir en el campo del abuso sexual y el maltrato infantil.
Sabemos que dichos procesos son potencialmente productores de víctimas y victimarios,
lógica que muchas veces puede resultar difícil para la familia identificar, y aún más, salir de
ella. Esta lógica no solo funciona en el sistema familiar, sino que ésta se ha introyectado en

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el campo psíquico del sujeto, funcionando en un rol pasivo-victimal, o en un rol activo-


abusador.

En esta lógica es común observar a sobrevivientes adultos de abusos sexuales infantiles,


que aún en su edad adulta, en su relación de pareja y en su dinámica familiar, despliegan
inconscientemente la lógica de este fantasma, alternándola de forma contradictoria y
paradójica.

La vulnerabilidad pretraumática es ya una forma de herida y de subtrauma, que como


hemos dicho, predispone y facilita el abuso sexual, pero también otros tipos de traumas,
ampliándose la espiral traumática a lo largo del tiempo. De aquí que la vulnerabilidad
pretraumática no solo sea un tiempo “antes de”, sino un estado continuo a lo largo del
tiempo. Conforme a la vulnerabilidad se le añadan traumas, más se ahonda la
vulnerabilidad, fijando conflictos psíquicos que desembocan en descompensaciones
mórbidas del carácter y en la afectación de cuadros clínicos.

Proceso traumatogénico del abuso sexual

Los niños y las niñas que han vivido un abuso sexual suelen relatar acontecimientos
aislados, sin embargo, conforme un tratamiento psicoterapéutico va avanzando, los
pacientes tienden a narrar una secuencia de sucesos concatenados, pudiendo escucharse una
lógica. A esta secuencia de sucesos lo llamamos el proceso traumatogénico del abuso
sexual, y se caracteriza por las cinco etapas y catorce fases siguientes:

Etapas Fases Descripción


I. Vulnerabilidad 1. Subtraumas Antecedentes de rechazo, abandono,
vinculares sobreprotección, represión, etc.
acumulativos
2. Vulnerabilidad Déficit constitucional y/o familiar que deja en
pretraumática situación de indefensión.
3. Pobreza vincular Ausencia de uno de los padres, y
comportamiento inadecuado y antisocial.
4. Sistema Antecedentes transgeneracionales de abuso
organizado por sexual y presencia de otras formas de abuso.
traumas
II. Preparación 5. Confianza El agresor se gana la confianza de los
miembros de la familia, proyectando una
imagen ideal de sí mismo.
6. Seducción El agresor seduce a través de palabras,
regalos, preferencias, cumplidos.
III. ASI 7. Interacción Inicia como una interacción sexual ambigua,
y puede ir desde el exhibicionismo, el
tocamiento hasta la penetración. El niño o
niña presenta desorientación, confusión y
ambivalencia.
8. Repetición Se vuelve a repetir el abuso, puede
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incrementarse la intensidad de forma


progresiva, e inicia la amenaza, el chantaje, el
secreto y el silenciamiento.
9. Sostenimiento El abuso se establece como un ritual, se
anticipa, se elevan defensas infantiles de
protección y sobrevivencia. Varía la extensión
temporal, de semanas a años.
IV. Latencia 10. Cese El abuso cesa por descubrimiento, porque el
niño o la niña lo revela, por muerte del
agresor o por otras circunstancias fortuitas.
11. Silencio y olvido La coacción psicológica prevalece después
del cese a través de la culpa, los intentos de
olvido o por amnesia total o parcial.
V. Revelación 12. Revelación El niño o niña, adolescente o adulto,
sobreviviente del abuso sexual, revela el
abuso a la familia o a otra persona. Aquí es
importante la respuesta y actitud de la familia.
13. Crisis La revelación supone una crisis personal y
familiar que puede o no, llevar a pedir ayuda.
14. Reconstrucción La o el sobreviviente inicia un proceso de
reconstrucción de su identidad, y de
recuperación a través de diferentes medios
terapéuticos.

Comprender el proceso traumatógeno nos permite contar con una visión compleja sobre el
abuso sexual infantil, pues en cada etapa y fase podemos observar las variaciones desde el
antes, durante y después. De hecho este proceso traumatogénico es susceptible de trabajarse
en una psicoterapia de apoyo, ya sea de orientación psicoanalítica o no, y sirve para que la
persona pueda reconstruir y resignificar su historia de abuso.

El proceso traumatogénico permite analizar minuciosamente la forma en como se construye


e instala el trauma a partir de las interacciones, la dinámica y la temporalidad. En la
siguiente imagen podemos observar las etapas y las fases de forma dinámica e integrada:

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Sistemas familiares organizados por traumas

La gran mayoría de los estudios e investigaciones sobre abuso sexual infantil coinciden en
que éste tiene como escenario, en un alto porcentaje, el ámbito familiar. Sabemos de los
otros escenarios: escuela, guarderías, iglesias, casas de amistades, desconocidos, etc. Sin
embargo nuestra definición se ciñe al campo de lo familiar, pues este tendrá consecuencias
más graves por la cercanía y perversión de los vínculos filiales.

Como vimos en el apartado anterior, existe un proceso traumatogénico caracterizado por


una secuencia de etapas y fases, sin embargo, es posible rastrear una herencia
transgeneracional del abuso sexual, herencia que organizará los sistemas familiares en torno
al silencio, el secreto, el olvido y la repetición traumática no elaborada.

Este tipo de sistemas forman parte de la vulnerabilidad pretraumática, pues en estas


familias es factible identificar diversas formas de abuso: adicciones, maltrato físico,
violencia psicológica, invasiones a la privacidad, actitudes despreciativas e indiferentes,
etc. De esta forma, el abuso prevalece como una forma de organización interna en la cual se
inscribe el abuso sexual como otra expresión del sistema.

Tenemos dos aspectos de los sistemas familiares abusivos, el primero corresponde a su


transmisión transgeneracional, y el segundo a la lógica abusiva del sistema familiar
presente. Uno como antecedente y el otro como realidad presente. Un trabajo preventivo
podría identificar estos dos aspectos de los sistemas abusivos, propiciando una labor de
protección a los niños y niñas, así como a la metabolización sistémica de la herencia
transgeneracional, así como cambios en la dinámica y estructura actual de la familia.

Cuando existen antecedentes de abusos sexuales en la familia, sean estos incestuosos o no,
supone un factor de riesgo, pues es posible que este evento no haya sido elaborado y se
continúo transmitiendo a través de códigos familiares locales, como rituales, secretos,
enfermedades, u otras “curiosidades” familiares. En estos casos el riego es relativo, sin
embargo el nivel de riesgo se eleva cuando ya identificamos dinámicas abusivas en la
familia actual, pues este tipo de sistemas supone la perversión de los vínculos filiales, ya
sean los verticales madre-hijos-padre, ya sean los horizontales entre hermanos, y esto sin
excluir otros vínculos familiares secundarios o amistades.

Los abusos sexuales incestuosos dejan una impronta sexual que se convertirá en una
especie de centro organizador de los vínculos, ya sea desexualizando los vínculos o
hipersexualizándolos, o la paradoja que supone una desexualización que mantiene una
sexualización omnipresente por el hecho mismo de eludirla. Esto puede dar lugar a familias
obsesivas, rígidas y desexualizadas, o a familiar desorganizadas, hipersexualizadas y
permisivas. Tanto en una como en otra, presenciamos dos polos de organización defensiva
sistémica frente a la angustia del abuso sexual incestuoso.

Parentalidad abusiva

Los sistemas organizados por traumas se encuentran conformados por los miembros de la
familia, quienes han sido subjetivados por este sistema en tanto productor de subjetividad,
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dejando la impronta del incesto, haciendo de la familia un espacio potencialmente peligroso


para los niños y las niñas. En todo caso, serán los elementos masculinos de la familia en
quienes se cristalice una caracteropatía perversa del abuso sexual. En el caso de los
miembros femeninos la caracteropatía pasara por otras vías psíquicas, lo cual no excluye
otras formas de abuso, sadismo o negligencia.

Las formas de abuso sexual infantil incestuoso que recobran mayor importancia por las
implicaciones en la estructuración psíquica del niño o la niña, se encuentran en las figuras
del hermano, el padrastro o el padre. Estas figuras serán sumamente conflictivas para el o la
sobreviviente, aún y cuando la distancia del suceso suponga varias décadas. El lugar del
padre, el padrastro y el hermano, supone un orden que los coloca dentro de campo familiar
como quienes proveen seguridad económica, protección física y cuidados. Cuando el
fantasma incestuoso irrumpe, las representaciones anteriores quedan fracturadas, a veces en
un suspenso disociativo que supondrá un conflicto irresoluble para quienes han
sobrevivido. La lucha entre el amor y el odio, la confianza y la traición, el placer y la culpa,
la excitación y la represión, se convertirán en paradojas que necesitaran ser desmontadas y
desactivadas en un proceso psicoterapéutico profundo.

El perfil de un abusador sexual incestuoso nos lleva al campo psicopatológico de las


caracteropatías perversas, ya sean seductoras o sádicas, sin duda este tipo caracterológico es
sumamente maligno en sus relaciones vinculares, pues el abuso, el egoísmo, el control y el
dominio, el maltrato y la agresión, la mentira, el engaño, son rasgos que ponen en peligro a
las personas que dependen de ellos.

A la mayoría de los abusadores sexuales incestuosos los podremos ubicar dentro de las
organizaciones límites, adquiriendo por lo menos un polo de gravedad que variara entre los
extrovertidos más psicopáticos y antisociales, y los introvertidos más esquizoides y
paranoides, pero sin lugar a dudas nos encontraremos con una perversión del carácter.

La transgresión de la ley prohibitiva del incesto lleva a estos elementos de la familia a la


trasgresión de los límites materiales de la subjetividad, esto es, a la corporalidad sexuada,
convertida libidinalmente en objeto de satisfacción del fantasma perverso llevado a la
realidad. Dicha transgresión supone el acceso al goce prohibitivo, acceso que supondrá la
anulación del otro en tanto sujeto o persona. El niño o la niña son objetos de satisfacción,
sometidos a la ley privada de la perversión, amenazados por un discurso sádico que lleva al
maltrato y la tortura psicológica. Lógica perversa devastadora para la vulnerable
subjetividad del niño o la niña: hija(o), hijastra(o), hermana(o).

Frecuencia del abuso sexual

A parte del tipo de abuso y de la relación de la víctima con el agresor, la frecuencia e


intensidad de la exposición será otro de los factores predictivos del impacto clínico del
abuso sexual infantil incestuoso. Una frecuencia que suponga años y que abarque varias
etapas del desarrollo psicosexual temprano, será un predictor del tipo de trauma que se
configura y del alcance de los trastornos clínicos durante la adolescencia y la edad adulta.
Como veremos en el siguiente apartado, este tipo de abusos sexual los hemos clasificado
como Traumas por Abuso Sexual (TAS) Crónico-Vincular.
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A menor edad y a mayor frecuencia del abuso sexual, independientemente del tipo de
abuso, sea este directo o indirecto, con o sin penetración, un abuso sexual incestuoso
perturbará la formación clínica de la subjetividad, generando alteración en la constitución
subjetiva y presentando formaciones sintomáticas agudas y crónicas.

Cuando el abuso sexual infantil incestuoso se presenta a una edad temprana y abarca una
amplia temporalidad, es frecuente encontrar trastornos del desarrollo, o también
denominados como traumas del desarrollo, fijándose alteraciones libidinales que generaran
descompensaciones mórbidas, expresadas en trastornos clínicos o caracterológicos.

En los abusos sexuales infantiles no incestuosos la variación en la frecuencia e intensidad


del abuso cobrará importancia para el tipo de impacto clínico, normalmente más reducido
que en el caso de los abusos sexuales incestuosos. De esta forma, el factor fundamental en
la predicción del tipo de impacto psicológico a largo plazo del abuso sexual, recaerá no
tanto en el tipo de abuso, sino en el tipo de vínculo entre el agresor y la víctima, pues entre
más cercana sea ésta más grave el daño psíquico, y más peligro de que la frecuencia e
intensidad del abuso sean altas.

Abusos sexuales únicos en etapa de latencia por parte de un desconocido, tendrán un


pronóstico más favorable a los abusos sexuales incestuosos, siempre y cuando no exista una
alta vulnerabilidad pretraumática. La frecuencia, como podemos ver, tendrá un valor
relativo, supeditado a las dos variables anteriores: el vínculo con el agresor y el tipo de
abuso.

Taxonomía de los traumas sexuales

Hemos desarrollado una taxonomía de los traumas por abuso sexual (TAS), identificando
por lo menos cinco clasificaciones, esto ayudara a diferenciar los abusos sexuales, lo cual
permitirá contar con criterios clínicos para mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

Taxonomía Descripción
1. Trauma por Abuso Abuso sexual único o de baja frecuencia, sin penetración, no
Sexual Simple incestuoso y a una edad mayor a los 7 años.

2. Trauma por Abuso Abuso sexual único o de baja frecuencia, caracterizada por
Sexual Agudo penetración (violación), no incestuoso y a una edad mayor a
los 7 años.
3. Trauma por Abuso Abuso sexual de alta frecuencia abarcando más de una etapa de
Sexual Crónico desarrollo, de inicio temprano o tardío, por parte de un
conocido no incestuoso, con o sin penetración.
4. Trauma por Abuso Abuso sexual incestuoso, de alta frecuencia (crónico-vincular),
Sexual Vincular o de evento único, con o sin penetración.

5. Trauma por Abuso Abuso sexual crónico, incestuoso o no, caracterizado por un
Sexual Extremo alto nivel de sadismo que involucra violación, prostitución,

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maltrato, explotación sexual, entre otros.

A continuación presentamos un cuadro comparativo de las cinco clasificaciones


taxonómicas:

TAS TAS TAS TAS TAS


Simple Agudo Crónico Vincular Extremo
Etapa de Parcial Parcial Varias etapas Parcial a Varias etapas
desarrollo de desarrollo varias etapas de desarrollo
de desarrollo

Exposición Única a Única a Frecuente De pocas a Frecuente


pocas pocas frecuente

Intensidad Baja Alta Baja a Baja a Alta


mediana mediana

Tipo de Indirecto a Violación Tocamientos Tocamientos Violación,


abuso tocamientos y violación a violación sadismo

Relación Desconocido Desconocido Familiar a Familiar o Desconocido


con el a conocido conocido a figura figura familiar a
agresor familiar paterna paterna figura
paterna

Esta clasificación aún se encuentra en revisión y seguramente en un futuro será más precisa
y contará con alto nivel de predicción para el campo clínico. Estos elementos predictivos
nos proporcionaran criterios para identificar las variaciones en el impacto clínico.

Variaciones del impacto clínico

La taxonomía de los traumas por abusos sexuales infantiles nos ayudara a diferenciar las
variaciones del impacto clínico a corto y largo plazo, aspecto de suma relevancia en el
entendido de que no todo abuso sexual tiene las mismas consecuencias, pues estas variaran
de acuerdos a distintas variables. Veamos:

Taxonomía Impacto clínico Criterios


TAS
TAS Simple Bajo Realidad intacta, sin difusión de identidad, sin
disociación, sin alteraciones estructurales y sin
descompensaciones mórbidas.
TAS Agudo Alto a corto plazo Realidad intacta con posible psicosis transitoria,
con disociación, sin alteraciones estructurales y
con descompensaciones mórbidas.
TAS Crónico Alto a mediano y Posible alteración de la realidad, con disociación

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largo plazo parcial, posibles alteraciones estructurales


temprana, y con descompensaciones mórbidas.
TAS Vincular Alto a corto y Posible alteración de la realidad, con disociación
largo plazo parcial, posibles alteraciones estructurales
tempranas o tardías, y con descompensaciones
mórbidas.
TAS Extremo Alto a corto y Alteración de la realidad, disociación total,
largo plazo alteraciones estructurales tempranas y tardías, con
descompensaciones mórbidas agudas y crónicas.

Alteraciones en la estructura clínica

De forma más concreta, los traumas por abuso sexual pueden traer alteraciones en la
formación de las estructuras clínicas. Las estructuras clínicas a saber: estructuras
neuróticas, organizaciones límite y estructuras psicóticas. El abuso sexual infantil tiene la
posibilidad de que en un niño o niña no llegue a estructurarse neuróticamente, quedándose
en una organización límite o una estructura psicótica, dando lugar a las correspondientes
organizaciones caracteriales.

Veamos como cada uno de los TAS altera la estructuración clínica del sujeto:

TAS Alteración estructural


TAS Simple Neurosis
TAS Agudo Neurosis
TAS Crónico Límite
TAS Vincular Límite o psicótico
TAS Extremo Psicótico

Las alteraciones más dañinas son aquellas ocasionadas por traumas por abuso sexual
infantil crónico-vincular temprano, así como el extremo. Mientras que los traumas por
abuso sexual simple y agudo, no son tan dañinos, siempre y cuando no se hayan realizado
en una edad temprana (menos de 5-6 años de edad), el vinculo con el agresor sea lejano y
no se presentara de forma frecuente o crónica.

En los casos de abuso sexual infantil crónico-vincular incestuoso de origen temprano, el


niño o la niña pasan por una serie de alteraciones en su estructura psíquica que lo
mantendrán en una organización límite o definitivamente estructuren una psicosis. Tanto
una posibilidad como la otra, traerá graves consecuencias durante la infancia, adolescencia
y edad adulta.

En estos casos el trauma sexual estructura o desestructura, pero en todo caso subjetiviza,
esto es, inaugura un espacio de organización subjetiva, fijando las posiciones del sujeto
frente a la castración, la angustia, el objeto, el narcisismo, la organización yóica, el sí
mismo, el ello, el superyó y la realidad. Esta fijación permanente y estable es la que
constituye un abuso sexual infantil crónico-vincular incestuoso de origen temprano.

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Descompensaciones mórbidas sintomáticas

Más allá de las estructuras clínicas y las organizaciones caracterológicas, las


descompensaciones mórbidas productoras de síntomas y trastornos, será otro foco de
atención, pues también encontraremos variaciones de acuerdo al tipo de trauma sexual.

En la evaluación del impacto clínico del abuso sexual es importante explorar los siguientes
ejes clínicos que pueden estar presentes en una sobreviviente de abuso sexual:

• Alucinaciones
• Disociación
• Obsesividad
• Ansiedad
• Ánimo
• Caracteropatías

La exploración de estos seis ejes pueden dar cuenta de una variedad de trastornos clínicos
significativos, dentro de los más frecuentes se encuentran los episodios psicóticos breves,
trastornos disociativos, diversos trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, así como
otros trastornos que acompañan a estos, tales como trastornos de la alimentación,
toxicomanía, sexuales y somatomorfos. Finalmente están las caracteropatías o trastornos de
la personalidad.

La variedad del impacto del abuso sexual, tanto en la infancia, la adolescencia como en la
edad adulta, da cuenta de un amplio espectro que responde a la misma complejidad del
abuso. Quizás sea frecuente buscar patrones en cuanto al impacto, lo cierto es que las
variables antes analizadas que intervienen en el abuso, son de suma importancia en la
configuración de los trastornos clínicos. En este sentido ha sido conveniente utilizar
modelos más amplios que integren el impacto clínico en áreas o campos de la vida. En este
caso, la sexualidad, la traición, el estigma, son campos que se vuelven problemáticos sin
necesidad de llegar a un trastorno clínico.

La prevención del abuso sexual infantil


Los cuatro pasos para prevenir el abuso sexual infantil

Proponemos cuatro pasos para prevenir e


l abuso sexual en la familia.

Estos cuatro pasos son:

1. Información
2. Observación
3. Evaluación
4. Acción

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La información permitirá obtener datos, análisis y comentarios objetivos que nos


proporcionan las investigaciones actuales sobre el abuso sexual, así que aquí es importante
saber dos cosas: primero, desmitificar el abuso sexual, y segundo, saber qué sí es un abuso
sexual.

La observación permitirá identificar el abuso sexual a través de indicadores observables,


tanto en la familia como en los hijos e hijas. La evaluación nos va a permitir utilizar el
semáforo del abuso sexual y poder determinar si la familia se encuentra en verde, amarillo
o rojo. Para cualquiera de estos tres colores de evaluación nos llevará necesariamente al
siguiente paso: la acción.

La acción consiste en saber que hacer de acuerdo al nivel de vulnerabilidad, riesgo y


peligro que se corre con respecto al abuso sexual, y esto permitirá realizar una serie de
pasos eficaces de acuerdo a la situación.

Paso uno. Información

Información básica sobre el abuso sexual

Si no se sabe que es el abuso sexual es muy probable que se actúe con ignorancia y miedo,
y esto no ayuda para prevenir ni apoyar a los niños, niñas y jóvenes. Así que será de suma
importancia hacernos y contestarnos varias preguntas con respecto al abuso sexual: dónde,
cuándo, porqué, cómo, etc.

Así que tenemos una serie de preguntas básicas que todo padre y madre de familia deben
saber:

1. ¿Qué es el abuso sexual infantil?


2. ¿Cuáles son los falsos mitos del abuso sexual infantil?
3. ¿Quiénes son los agresores sexuales?
4. ¿Quiénes son las víctimas?
5. ¿Cuáles son las consecuencias del abuso sexual infantil?

¿Qué es el abuso sexual infantil?

Definición de abuso sexual infantil:

(1) El abuso sexual infantil es un tipo del maltrato infantil que supone (2) una interacción
de naturaleza sexual entre dos o más personas basada en (3) el abuso de poder y la
asimetría de edad y desarrollo, existiendo por lo general (4) una situación de vulnerabilidad
pretraumática en el menor, caracterizada por la pobreza vincular y la disfuncionalidad o
colapso de la estructura familiar. Esto posibilita el proceso del abuso sexual, el cual se lleva
a cabo a través de (5) un proceso paulatino donde al inicio el agresor utiliza la confianza, el
chantaje, la ambigüedad y la seducción. En un alto porcentaje el abuso sexual infantil se
lleva a cabo (6) dentro del ámbito familiar, (7) realizado por un conocido, familiar o figura

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parental, lo cual puede suceder en (8) una ocasión o de forma repetitiva y sostenida a lo
largo del tiempo, y puede ir (9) desde los tocamientos, la exhibición, hasta la penetración y
violación.

Esta definición nos puede ayudar a distinguir lo que es un abuso sexual de lo que no es un
abuso sexual, por ejemplo, las formas de autoexploración sexual de nuestros hijos e hijas
pequeñas, los juegos sexuales que se dan entre niños y niños, niñas y niñas, o niños y niñas
de entre los cuatro y los siete años de edad. Esto nos da pie para tener mucha cautela con
respecto a los juegos sexuales, los cuales no solo son sanos y normales, sino necesarios
para el óptimo desarrollo psicosexual. Bajo la cobertura de la ignoracia muchos padres y
madres de familia tienden a reprimir y satanizar los juegos sexuales, y esto ya no nos habla
solo de una ignorancia con respecto al abuso sexual, sino de una carencia formativa sobre el
tema de la sexualidad.

Cabe decir que la interacción sexual de tipo exploratorio que se da a través de los juegos
entre dos niños o niñas de entre cuatro y siente años de edad, no son en ningún momento un
tipo de abuso sexual. Únicamente podemos hablar de abuso sexual en estos casos cuando la
interacción sexual deja de ser exploratoria e incurre en una serie de actos inadecuados
influenciados previamente por un acto de abuso sexual directo o indirecto por parte de un
adulto o un adolescente. En estos casos los niños que reproducen este tipo de conductas no
incurren en responsabilidad, sino los adultos o adolescentes que expusieron o semetieron a
estos niños.

Abuso Sexual Infantil Juego Sexual Infantil


• Asimetría de edad, por ejemplo, un niño • Simetría de edad entre los cuatro y los
de 12 con un niño de 7 años siente años de edad
• Repetición de conductas sexualmente • Interacción sexual exploratoria y
inadecuadas (penetración o introducción gratificante (tacamiento y caricias en los
de objetos en los genitales) genitales)
• Se dá a través del juego seductorio • Se dá a través del juego sexual
ambiguo

Si la persona tiene una reacción de alarma, preocupación, culpa, miedo o vergüenza con
respecto a los juegos sexuales o las autoexploraciones genitales de su niño o niña, le
recomendaremos acudir con un especialista sexólogo, sexoterapeuta o educador sexual para
aclarar o disipar estos fantasmas tan comunes de nuestra mala educación sexual.

Resumen de los nueve factores:

1. El abuso sexual es un tipo de maltrato infantil


2. Es una interacción de contenido sexual
3. Existe diferencia de edad y asimetría de poder
4. Normalmente el menor se encuentra en una situación vulnerable
5. El agresor utiliza la confianza y el chantaje
6. Se dá dentro de la familia
7. El agresor es un conocido o familiar

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8. El abuso puede ser único o repetitivo


9. Puede ser directo o indirecto, desde tocamientos hasta penetración

Estos nueve factores de nuestra definición de abuso sexual nos permitira discernir una serie
de falsos mitos que podemos escuchar en diferentes espacios cuando se habla del abuso
sexual infantil desde la ignoriacia. Pero antes de esto será necesario poner algunos ejemplos
concretos de lo que sí es un abuso sexual infantil y las formas que se emplean.

Existen dos formas de abuso sexual infantil, los directos y los indirectos. Los abusos
sexuales directos se caracterizan por la interacción física del agresor con el niño o la niña.
Los abusos sexuales indirectos se caracterizan por no mediar interacción fisica pero sí
exposición a imágenes o escenas sexualmente inapropiadas para la edad y el desarrollo
psicosexual del niño o niña.

Abuso Sexual Directo Abuso Sexual Indirecto


• Cualquier tipo de iniciación sexual, que • Los padres exhiben sus encuentros
frecuentemente viven los adolescentes. erótico-sexuales a menor.
• Maltrato infantil, cualquier clase de • Alguien le muestra cualquier tipo de
manoseo, exhibicionismo, explotación pornografía.
comercial, prostitución, pornografía • Los adultos utilizan sus propios
infantil, tráfico de niños para genitales con fines didácticos.
actividades sexuales, desfiguración de • Hostigamiento verbal.
partes sexuales, incesto, estupro, abuso
sexual y violencia sexual.

Desmitificar el abuso sexual infantil

Los mitos sexuales han dañado mucho nuestra salud mental. No es raro observar personas
que por este tipo de mitos sexuales experimenten una sexualidad desintegrada y limitada,
llena de prejuicios, angustia, vergüenza, culpa y miedos, o también, desbocada y
desenfrenada, transgresora, perversa y antisocial. Así podemos identificar el péndulo del
ejercicios de una sexualidad desintegrada; en un polo el abstencionismo culpógeno, y en el
otro polo, la promuiscuidad antisocial. Uno y otro son las dos carás de la misma moneda,
alimentados por los prejuicios, los primersos sometiéndose a ellos, y los segundos
reaccionando a ellos.

Desmitificar la sexualidad y en particular el abuso sexual infantil nos permitira tener una
visión objetiva, informada y científica sobre este problema, sin llegar, como ya hemos
advertido, al amarillismo y la alarma, pero tampoco a la minimización y la indiferencia.

Veamos algunos de los falsos mitos más frecuentes sobre el abuso sexual infantil que todo
padre y madre de familia debe conocer y saber dar una opinión adecuada cuando se
presenten:

• La persona que abusa sexualmente de un(a) menor es generalmente un extraño.

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• Siempre que una niña(o) es víctima de abuso sexual presenta señales de trauma físico
(moretones, sangre, etc.).
• Muchas(os) niñas y niños inventan historias en las que relatan haber sido abusados
sexualmente.
• Si las(os) niñas y niños dijeran desde el principio lo que esta ocurriendo, se evitarían
muchos males mayores.
• Muchas(os) niñas(os) después de haber señalado una situación de abuso sexual cambian
su historia y niegan el hecho. Esto demuestra que mentían.
• La mejor manera de corroborar un caso de abuso sexual de un(a) menor es mediante un
buen examen médico.
• Las niñas especialmente prepúberes, púberes y adolescentes, son seductoras y provocan
el abuso sexual.
• Solo las niñas son vulnerables al abuso sexual.
• Los niños víctimas de abuso sexual serán homosexuales.

Desmitificación del abuso sexual:

Mito Realidad
La persona que abusa Falso. Las estadísticas demuestras que más del 80%
sexualmente de un(a) menor es de los agresores son conocidos y familiares cercanos.
generalmente un extraño.
Siempre que una niña(o) es Falso. Primero, hay que tomar encuenta el abuso
víctima de abuso sexual presenta sexual indirecto, el cual no deja evidencia. Segundo,
señales de trauma físico en caso de abuso sexual directo, este puede consistir
(moretones, sangre, etc.). únicamente en tocamientos y caricia que no dejan
lesiones o evidencia física.
Muchas(os) niñas y niños Falso. Un niño de entre tres a siete años no “inventa
inventan historias en las que historias”, al menos que se encuentre manipulado o
relatan haber sido abusados influenciado por un adulto. Son muy pocos los casos
sexualmente. donde se ha comprobado una falsa acusación.
Si las(os) niñas y niños dijeran Falso. Primero, porque el abusador amenaza de
desde el principio lo que esta muerte al menor. Segundo, el miedo lo paraliza y lo
ocurriendo, se evitarían muchos confina el secreto y el silencio. Tercero, el niño o niña
males mayores. expresa indirectamente este malestar. Cuarto, no se
puede responsabilizar al menor de un cuidado que
debe proporcionar el adulto.
Muchas(os) niñas(os) después de Falso. Primero, cambiar la historia es normal, de
haber señalado una situación de hecho es un indicador de la veracidad de la historia,
abuso sexual cambian su historia pues el abuso altera la percepción, la atención y la
y niegan el hecho. Esto demuestra memoria. Segundo, cuando niega el hecho es porque
que mentían. existe una situación emocional ambivalente y a veces
el menor o la menor trata de proteger al familiar que
hizo el abuso.
La mejor manera de corroborar Falso. Primero, si se trato de un abuso sexual directo
un caso de abuso sexual de un(a) con penetración, sí es necesario el examen médico, si
menor es mediante un buen no, se contraindica. Segundo, la forma de corroborar
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examen médico. el abuso sexual directo, sin penetración, o indirecto,


basta con el relato y testimonio del menor.
Las niñas especialmente Falso. Primero, la conducta llamativa es interpretada
prepúberes, púberes y por el agresor como “seductora”, en todo caso
adolescentes, son seductoras y hablamos de que es la interpretación del agresor.
provocan el abuso sexual. Segundo, en caso de que así fuera, la responsabilidad
de cuidar a la menor esta en el adulto. Tercero, es
falso que los hombres tengamos necesidades sexuales
irrefrenables e impulsivas que nos lleven a una
satisfacción inmediata y violenta del deseo sexual.
Solo las niñas son vulnerables al Falso. Las estadísticas demuestran la paridad del
abuso sexual. abuso sexual infantil tanto en niños como en niñas.
Los niños víctimas de abuso Falso. Primero, no todos los homosexuales han vivido
sexual serán homosexuales. abuso sexual, y no todos los que han vivido abuso
sexual son homosexuales. Segundo, la
homosexualidad no es una consecuencia del abuso
sexual, sino que esta es producto de otros factores
genéticos, familiares y sociales no necesariaente
patológicos. Tercero, en caso de homosexuales que
han vivido abuso sexual, refieren otra serie de
circunstancias que explican su orientación sexual e
identidad de género.

Habiendo desmitificado el abuso sexual, resulta de fundamental importancia ayudar a otros


padres y madres de familia a no mantener estos prejuicios, pues ellos dañan seriamente a
los niños y niñas que han sido abusados sexualmente, y también predisponen a los adultos a
no creele a los niños y niñas, y a estos últimos los cierra para poder confiar y hablar de
estos temas con los adultos.

Sobre los agresores sexuales

Las fantasías y percepciones que nos han transmitido ciertas leyendas, o periódicos
amarillistas, las películas y los medios de comunicación, es una imagen distorcionada del
supuesto agresor sexual: una persona desliñada, de bajos recursos, indigente o drogadicto,
que vive bajo los puentes y que trae consigo una bolsa (¿el robachicos?).

Eso que proyectamos alla afuera a través de leyendas sobre desequilibrados mentales, no es
más que un intendo de encubrir una realidad que nos hiere profundamente a la sociedad.
Los agresores sexuales, en más de un 95% son fundamentalmente hombres. Esto es, los
agresores sexuales estan adentro de nuestra familia, posiblemente dentro de nuestro hogar,
y quizás sea el abuelo, el tío, el padrastro, el primo, el hermano o hasta el propio padre.
Esto es difícil y en primera instancia alarmante, pues supone una trasgiversación de los
roles parentales, mientras que se espera la protección y cuidado de estas figuras, nos
encontramos con que son los que generan los traumas y heridas sexuales dentro de las
familias.

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¿Qué hacer con esta información? Vamos a decir primero lo que no se debe hacer. Primero,
no alarmarse ni ponerse “sospechosista”, pues esto incrementará el miedo, la preocupación,
la ansiedad y posiblemente las obsesiones. Segundo, no tratar de ver en cada hombre
miembro de la familia a un agresor sexual, esto probablemente llevará a una situación de
tensión constante, a una preocupación excesiva y a una sobreprotección de los hijos e hijas
que en nada previene el abuso sexual. La paranoia y la vigilancia no resuelve nada.

Lo que tratamos de decir básicamente es que no hay que bajar la guardia dentro de la
familia, pues veremos que la confianza, la comunicación, los valores y la asertividad son
los elementos fundamentales para prevenir el abuso sexual a través del fortalecimiento de
los lazos familiares. De hecho, una familia donde no hay confianza, la comunicación es
nula, no hay muestras de cariño, los conflictos se resuelven con gritos y violencia, y donde
los hijos se encuentran sumisos, indiferentes o agresivos, es el caldo de cultivo para el
maltrato infantil y el abuso sexual.

Por esta razón el énfasis no se pone tanto en el agresor y sí en los vínculos familiares. Por
ejemplo, el agresor sexual es como un tiburón, un gran depredador sexual, y éste necesita
de un estanque propicio, así que mientras los pecesitos se encuentren en el estanque de la
desconfianza, la incomunicación, la frialdad, la indiferencia y la agresión, éstos se
encuntran más expuestos, vulnerables, en riesgo y en peligro. ¿Qué hacer? Quitarle el agua
a los tiburones. Desintoxicar el agua familiar para que esta se rija por otras normas y
valores.

Regresemos a los abusadores sexuales. ¿Existe alguna forma de indentificarlos, por


ejemplo algún gesto, o rasgo físico, o comportamiento? No, no existe ninguna forma de
idenficarlos visualmente, son hombres como todos los hombres, de hecho muchos de ellos
tienen una alta reputación, pertenecen a las clases altas y bajas, pueden ser profesionistas o
analfabetos, pueden ser guapos o feos, pueden ser muy simpáticos y amables, o muy
agresivos y perversos, pueden ser morenos, gueros, pelirrojos, altos, chaparros, delgados y
robustos. No hay nada que los distinga de otros hombres noviolentos.

El gran porcentaje de hombres que han agredido sexualmente a menores no son enfermos
mentales o psiquiátricos, de hecho son muy pocos los clasificados como pederastas o
paidofílicos. En su gran mayoría son hombres casados, heterosexuales y religiosos. Así que
es más probable estadísticamente que un padre de familia sea un agresor sexual a que lo sea
un hombre soltero, ateo y homosexual.

Los agresores llevan a cabo una estrategia de aproximación contínua y paulatina que
incluye:

• Uso de la confianza.
• Situación confusa y doble significado.
• Relación de confianza con el menor.
• Usar la sorpresa.
• Sistemas de engaño.
• Sistema de premios y castigos.

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• Amenazas verbales.
• Amenazas físicas.
• Uso de la violencia física.

Ya contando con la confianza de los adultos y de los menores, el agresos puede llevar a
cabo la siguiente secuencia de interacciones, que va de menos a más:

• Contacto pseudoeducativo
• El adulto pide que le masturbe
• Masturbación mutua
• Contacto buco-genital
• Coito vaginal
• Coito anal
• Otras actividades sexuales

Como podemos darnos cuenta, el abuso sexual y los agresores sexuales llevan a cabo una
estrategia silenciosa, basada en la simulación y la mentira, chantajeando, controlando y
manipulando. De aquí que insistamos en que la confianza y la comunicación dentro de la
familia sean fundamentales.

Sobre las víctimas

Ya lo sabemos, las víctimas son o pueden ser niños y niñas, pero ¿todos los niños y niñas?
¿los agresores sexuales discriminan y seleccionan a sus víctimas? Exacto, no todos los
niños y niñas son potenciales víctimas, solo aquellas que se encuentran en un estado de
vulnerabilidad personal y familiar, por ejemplo, niños y niñas con baja autoestima, con
ausencia de apoyo familiar, en situación de abandono emocional, con dificultades para
comunicarse con sus padres, con un alto nivel de conflictos familiares o aislamiento
familiar. ¡Aquí está el estanque de los tiburones!

• Las víctimas de abuso son hombres y mujeres por igual.


• El periodo de mayor vulnerabilidad para ambos está entre los 7 y los 13 años de edad.
• Un 25-35% de todos los niños víctimas de abuso sexual tienen menos de 7 años.
• Presentan: inseguridad, aislamiento, introversión, timidez, descuido y abandono
emocional.

Los principales preventores del abuso sexual infantil son los padres y madres de familia, no
podemos dejar la responsabilidad a otros, aunque la tengan, lo importante es que nosotros y
nosotras, como padres y madres de familia sepamos educar en la seguridad, la confianza, la
asertividad, la comunicación noviolenta, la autoestima, la resolución positiva de conflictos,
etc. Esta es la prevención más efectiva. Una familia segura es una familia con confianza y
bien comunicada.

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Algunos elementos que te pueden ayudar a reflexionar, y no a culparte, son las siguientes
características “educativas” que ponen a un menor de edad en una situación de
vulnerabilidad:

• Un niño(a) adolescente es potencialmente agredido sexualmente si es aducado(a) a


golpes, si se le subestima y sobaja, si vive sin comunicación, en el abandono y el
desamor.
• El uso abusivo de la autoridad contra un(a) niño(a) puede ser ejercido por un padre,
padrastro, abuelo, tío, primo(a), un hermano mayor, algún familiar, vecino, profesor,
amigo de la familia, entre otros.
• El niño tiene sentimientos de victimización, culpa, complicidad, uso y abuso de poder,
impunidad; siente que guarda un gran secreto y se cree incapaz de resolverlo.

Informar sobre las consecuencias del abuso sexual infantil

¿Es cierto que mi hijo o hija estará marcada para siempre por el abuso sexual? ¿No lo podrá
olvidar? ¿Se quita o se cura? ¿Tendrá una vida normal, se podrá casar, tener hijos y formar
una familia? Estas y otras preguntas pueden rondar en la cabeza, y con toda razón, siendo la
sexualidad un tema, sino tabú, si por lo menos lleno prejuicios y fantasmas, lo cual supone
una gran carga afectiva al tema del abuso sexual. Lo primero que hay que decir es que el
abuso sexual es sobre todo un tipo de maltrato, y lo digo porque esto a veces se nos escapa,
queremos ponerlo en otro nivel, como si la especificidad “sexual” supusiera un maltrato en
otro nivel, y no. El abuso sexual es un atentado a la persona en su totalidad, no solo en su
genitalidad. El abuso sexual es una maltrato infantil que utiliza la interacción sexual
inapropiada como una forma específica, sin embargo lo que se daña es a la persona en su
totalidad.

En términos objetivos el abuso o maltrato, ya sea físico, emocional, social o sexual son
atentados a la persona en su totalidad, sin embargo en nuestro medio la sexualidad tiene un
plus de significado que se inscribe en la culpa, el miedo y la vergüenza. Y es precisamente
este estigma social, esta carga moral, con la que tiene que lidiar el niño o niña y su familia.

Los estudios sobre el impacto psicológico que se han realizado con sobrevivientes del
abuso sexual infantil revelan un dato interesante: no todo abuso sexual es catastrófico, o
supone un trastorno psicológico o psiquiátrico. De acuerdo con estas investigaciones los
efectos del abuso sexual:

• Son muy variables según: tipo, relación con agresor, edad, duración, frecuencia,
estrategias del agresor, reacción del ambiente, etc.
• En general afectan en torno al 70% de las víctimas de forma clara.
• No hay claros efectos en el 30% de las víctimas. Parecen integrar la experiencia sin
problemas aparentes.
• Entre el 17% y el 40% sufren patologías clínicas.

Entonces no todo abuso sexual conlleva un trastorno o enfermedad mental, ya que esto
depende de varios factores, así que podemos identificar a un 30% que han sobrellevado la
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experiencia de forma adecuada, otro 30% ha tenido consecuencias en forma de malestares


psicológicos, y sólo el 40% presenta trastornos clínicos.

En estos casos es importante reducir el impacto del abuso en caso de que suceda, por
ejemplo, una detección oportuna, la credibilidad y apoyo de la familia, la protección de los
adultos, la aceptación de su situación, una atención psicológica adecuada y oportuna, son
elementos que disminuyen sensiblemente el impacto psicológico del abuso sexual.

Pero en todo caso, ¿cuáles son las consecuencias del abuso sexual?

Dimensiones que afecta el abuso sexual infantil


Sexualidad • Comportamiento sexual agresivo.
traumática • Comportamiento sexual exagerado.
• Disfunciones sexuales.
• Confusiones sobre la propia identidad sexual.
Sensación de • El niño pierde la confianza que antes tenía porque el agresor es una
traición persona adulta que el niño conoce y en quien debería poder confiar.
• El niño puede tener dificultades para confiar en los demás.
• Mostrar un comportamiento agresivo.
• Retraerse socialmente.
• Evitar el contacto con los que le rodean.
• Dificultades para poder entablar relaciones íntimas.
Estigmatización • Entorno del niño reacciona con incredulidad, repugnancia o
rechazo.
• Sentirse culpable, sucio o mal consigo mismo.
• Experimente sentimientos de baja estima, culpa o vergüenza.
• Manifiesta aislamiento o retraimiento.
• Consumo de alcohol o drogas.
• Problemas de comportamiento.
Impotencia • Incapacidad de poner fin al abuso.
• Creencia de perdida de control sobre su vida.
• La impotencia pueden causarle:
• Ansiedad.
• Miedo.
• Depresión.
• Agresividad.
• Comportamientos sexuales abusivos.
• Identificación del niño con el agresor.

A parte de estas dimensiones afectadas, podemos identificar los efectos a corto plazo:

• Hacia el agresor y/o familiares: desconfianza, miedo, hostilidad, abandono del hogar,
conducta antisocial.
• Hacia si misma: vergüenza, culpa, estigmatización, baja autoestima.

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• Tono afectivo: ansiedad, angustia, depresión.

Como hemos visto, el abuso sexual no condena, y es posible superarlo, curar o aprender a
vivir con ello teniendo una vida normal, pudiendo realizar las actividades y relaciones que
otras personas tienen, siempre y cuando se cuente con una red de apoyo social, se realice
una detección oportuna y reciba los apoyos necesarios para enfrentar el suceso. Esto es un
dato esperanzador y por eso es necesario que trabajemos como papás y mamás en la
prevención, la detección primaria y el tratamiento oportuno, ya sea con nuestros hijos o con
los hijos de los demás.

Paso dos. Observación

La vulnerabilidad familiar al abuso sexual

Observaremos una serie de indicadores de estas cinco áreas:

• Estilos educativos
• Estilos vinculares
• Estructura y dinámica familiar
• Riegos psicosociales en la familia
• Indicadores de abuso sexual infantil

Los estilos educativos vulnerables

Distinguimos cuatro estilos educativos. ¿Qué es un estilo educativo? Es la forma en como


se educa a los hijos en términos de comunicación, límites, afectividad, sanciones, que son
relativamente estables a lo largo del tiempo. Muchos de estos estilo educativos los
aprendimos de nuestros padres, otros son reacciones contrarias a los que aprendimos de
nuestros padres, pues no quisimos repetir lo que hicieron con migo.

Estos estilos educativos son:

• Estilo agresivo o domesticador


• Estilo pasivo o “dejar hacer”
• Estilo evasivo o indiferente
• Estilo asertivo

Para poder entender la lógica de cada uno vamos a “medirlos” de acuerdo a dos ejes:
firmeza y amor. Hay algunos que educamos con firmeza pero sin amor (estilo agresivo),
otro educan con amor y sin firmeza (estilo pasivo), otros no educan, esto es, no hay amor ni
firmeza (estilo indiferente), y finalmente otros educan con amor y firmeza (estilo asertivo).

Sugerimos que a partir del siguiente cuadro se pueda ir subrayando aquellos aspectos que
observan se asemejan al estilo educativo y también el de la pareja, pues normalmente
sucede que uno es estilo agresivo y la pareja estilo pasivo, o uno es estilo indiferente y el

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otro estilo pasivo, o a veces pendulan, esto es, una veces es agresivo pero en otro momento
se vuelve pasivo, etc.

Estilo agresivo Estilo asertivo


Firmeza sin benevolencia Benevolencia con firmeza
Firmeza

Estilo indiferente Estilo pasivo


Sin firmeza y sin benevolencia Benevolencia sin firmeza

0 Benevolencia

El estilo agresivo puede volver a los hijos vulnerables porque pueden presentar rebeldía
enfermiza, agresividad patológica, sumisión temerosa, doble moral, problemas de
autoestima y problemas de socialización.

El estilo pasivo puede volver a los hijos vulnerables porque pueden volverse dependientes
patológicos hacia los demás, presentar inmadurez y disparidad entre su edad cronológica y
su edad emocional, tendencias a las adicciones, inutilidad para tomar decisiones y resolver

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su propia vida, inadaptación social debido a la imposibilidad de aceptar limites, ni tener


tolerancia a la frustración.

El estilo indiferente pude volver a los hijos vulnerables porque pueden presentar ansiedad
por carencias afectivas, resentimientos contra los padres, codependencia en sus relaciones
afectivas y sensación de abandono o indiferencia hacia sus padres.

El estilo asertivo es el único estilo que puede proteger a loss hijos, porque favorece la
interdependencia y la madurez, la confianza en sí mismo y la asertividad, la capacidad
afectiva para dar y recibir amor, así como el desarrollo de un enfoque constructivo, de
contribución y servicio hacia los demás.

Los estilos de apego y vulnerabilidad

Ya que se identifico los estilos educativos que pueden volver vulnerables a los hijos,
también es importante saber la forma en como se relaciona con los hijos, para presentamos
los cuatro estilos de apego en adultos:

• Estilo de apego seguro


• Estilo de apego preocupado
• Estilo de apego temeroso
• Estilo de apego despreciativo

Veamos como se relaciona con los hijos:

Estilo despreciativo Estilo seguro


• Gran concepto de sí mismos. • Confían más en su capacidad de dar y
• Infravaloran a los demás. recibir amor.
• Son explotadores de sus relaciones • Relaciones adecuadas.
• Piensan que los demás también son
capaces de amar.
Estilo temeroso Estilo preocupado
• Cree que no merece ser amada, y duda • No se ve digno de inspirar amor, aunque
de la capacidad que tienen los demás sí reconoce en los demás esta cualidad.
para amar. • Personas también llamadas ansiosas-
• Busca relaciones superficiales. ambivalentes, desean vínculos
estrechos, pero acaban retrayéndose, por
miedo al rechazo.

Los estilos de apego se asemejan a los estilos educativos. Los estilos de apego son
fundamentales pues los hijos e hijas irán integrando estos estilo y a partir de ellos
construirán su identidad y posiblemente en la adolescencia o en la etapa adulta tiendan a
reproducir estos mismo vínculos, o los contrarios, como una forma de reacción.

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El vínculo seguro, como su nombre lo indica, es el único seguro, pues este vínculo protege
y sostiene adecuadamente al niño o niña durante su infancia. Los otros vínculos o apegos
pueden poner a tus hijos en una situación de vulnerabilidad, no solo presente, sino futura.

La dinámica familiar y la vulnerabilidad

Se supone que la familia es el sistema que debe proporcionar el mejor ambiente para que
nuestros hijos e hijas desarrollen sus capacidades de forma óptima. Sin embargo sabemos
que esto en la realidad no es así, pues nuestras familias presentan cierta conflictiva,
digamos normal, ¿pero que sucede cuando esa conflictiva sobrepasa nuestras capacidades?
¿Cómo procesan nuestros hijos estas conflictivas y como los hace vulnerables?

Es importante identificar el tipo de estructura y dinámica que se da en la familia, son cuatro


tipos. Este es un ejercicio de reflexión, y lo importante aquí es identificar que cosas hay que
trabajar y en que aspectos se necesita pedir ayuda.

En colapso Disfuncionales Adecuadas Óptimas


Patrón de Deficiencias graves; Desacuerdos graves o gran Relaciones satisfactorias, La naturaleza e intensidad
relaciones rupturas marcadas, chivos distanciamiento entre pero con mayor de las relaciones entre los
expiatorios, aislamiento de miembros, o acercamiento o miembros de la familia son
todos los miembros de la desplazamientos. Los niños distanciamiento entre constructivas para sus
familia. reiteradamente desvían la algunos miembros que respectivas edades y roles.
tensión parental o los otros.
conflictos.
Relación Relación destructiva, p.e.: Dificultades conyugales Básicamente satisfactorias Relación madura; cálida, se
conyugal pareja fusionada, en guerra abiertas; o ambos miembros con algunas áreas de brinda apoyo, afecto, hay
o aislada entre sí. de la pareja insatisfechos. descontento. empatía, compatibilidad; la
pareja funciona bien.
Relación Los padres nunca trabajan Los padres están siempre en Acuerdo básico sobre la Fuerte coalición parental;
parental en conjunto, o la relación es desacuerdo, actúan sin crianza de los hijos, si bien acuerdo y cooperación en
extremadamente debil, referencia del otro, o uno de con algunas deficiencias en la crianza de los niños; se
tiene muchos conflictos o la ellos reiteradamente toma el apoyo y/o el trabajo en comparte el placer y el
pareja está dividida. las riendas o se desentiende. conjunto. apoyo mutuo.
Relación Ambos padres rechazan, Actitudes y Los padres apoyan a los Los padres brindan cuidado
padres- desatienden, explotan, comportamientos parentales hijos y disfrutan estar con y muestran preocupación;
hijos atacan o descalifican de falta de apoyo evidente. ellos pero con problemas comprenden a los niños y
continuamente al hijo. menores u ocasionales para les prestan atención en
relacionarse con los hijos. forma adecuada; están
deseosos de participar en
las actividades de los hijos.
Relación Los hijos evitan, rechazan, Uno o más hijos se Las relaciones hijos-padres Los hijos se relacionan con
hijos- se oponen continuamente o muestran opositores, son seguras, pero existen ambos padres, son
padres se aferran a uno o ambos retraídos, en exceso dificultades menores en cooperativos, incluso
padres; o exhiben una clara dependientes o exhiben una algunas áreas o entre espontáneos; se sienten
diferenciación en sus conducta dominante hacia determinadas díadas. seguros y exhiben una
actitudes hacia el padre y la uno o ambos padres. dependencia adecuada.
madre.
Relaciones Los hermanos se pelean Evidente desacuerdo o Los hermanos se afilian Los hermanos interactúan
entre continuamente o no se distanciamiento entre con alguna rivalidad, peleas libremente y disfrutan
hermanos prestan atención; excesiva hermanos. o falta de contacto. juntos, se brindan afecto y
rivalidad y competencia consideración; las
para atraer la atención de diferencias pueden
los padres. resolverse.

En esta clasificación existen dos tipos de familia que vulnerabilizan a los hijos e hijas, se
trata de las familias colapsadas y las disfuncionales.

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Familias de alto riesgo

Es importante saber si la familia es de alto riesgo para los hijos o hijas o no. Presentaremos
una serie de indicadores de alto riesgo dentro de la familia.

• Separación
• Divorcio
• Maltrato
• Discusiones entre padres
• Casa inadecuada
• Alcoholismo de padres o hermanos
• Drogas
• Problemas de salud mental
• Abandono
• Castigo físico
• Antecedentes de abuso sexual en padres

Indicadores del abuso sexual infantil

Listado de signos y síntomas normalmente asociados al abuso sexual infantil teniendo en


cuenta la edad. Estos sólo son indicadores, si se observa la presencia de varios de ellos es
posible que los hijos e hijas se encuentren en riesgo o se encuentren en una situación de
peligro.

Conductas Preescolar Primaria Secundaria


(0-5) (6-12)
Regresiones X
Aislamiento social X X X
Obsesión con la sexualidad X X X
Conocimiento de conductas sexuales X X X
Conducta de seducción X X X
Masturbación excesiva X X
Juegos sexuales con otros X X
Lenguaje sexual X X X
Mostrar los genitales X X
Ser agresor de otros X X X
Promisculidad- Prostitución X
Dificultad para separarse X
Delincuencia X X
Robar X X
Huir X X
Matrimonio precoz X
Uso de drogas X X
Hacer novillos X
Abandonar la escuela X

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 41!
!

Dificultades para aprender X X


Poca concentración o atención X X
Repetir curso X X
Pocas relaciones con iguales X X
Emociones
Síntomas de ansiedad X X X
Balanceos X
Terrores nocturnos X X
Miedo a los adultos X
Fobias X
Obsesiones X
Tics X
Depresión X X
Culpa X X
Ideas de suicidio
Intentos de suicidio X
Baja autoestima
Hostilidad/Cólera X X
Rabia X
Agresión X X
Conflictos con la familia o los X X
amigos
Físicos
Moretones o sangrados genitales X
Dolor, picor u olor en genitales X X X
Problemas para andar o sentarse X X X
Problemas de sueño X X X
Problemas de apetito X X X
Manifestaciones somáticas X X X
Enuresis X X
Acopresis X X
Dolor de estómago X X X
Dolor de cabeza X X X
Embarazo X

Paso tres. Evaluación

El semáforo del abuso sexual

Ahora entramos a una de las partes más importantes del trabajo preventivo, esto es, evaluar.
Para hacer esto vamos a utilizar la metáfora del semáforo, el cual nos permitirá saber en
donde nos encontramos: en verde, amarillo o rojo.

• Luz verde: factores de protección y seguridad frente al abuso sexual


• Luz amarilla: situación de vulnerabilidad con posibles riesgos de abuso sexual

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 42!
!

• Luz roja: situación de alto riesgo y peligro de abuso sexual

Para realizar la evaluación se solicita juntar toda la información de las observaciones que se
realizaron. Lo importante de esta evaluación no es juzgar con respecto a si se es buen o mal
padre o madre de familia, pues esto realmente no serviría. Por el contrario, la idea no es
juzgar, es sobre todo saber si su familia se encuentra en una situación de vulnerabilidad,
riesgo o peligro, y los más importante, que hacer cuando se esta en esa circunstancia.

Una familia que dé verde en el semáforo del abuso sexual va a contar con la suficiente
protección para que no se presente una situación de abuso, y se llegará a presentar se
identificaría inmediatamente, lo cual reduciría significativamente el impacto. Una familia
así tendría un estilo educativo asertivo, con vínculos seguros, una estructura familiar óptima
o adecuada, sin riesgos psicosociales y sin indicadores de abuso sexual en los hijos o hijas.

Una familia que este en amarillo, estaría en una situación de riesgo, y se caracterizaría por
tener un estilo educativo pasivo o alternado con agresivo, vínculos preocupados o alternado
con vínculos temerosos, una estructura familiar disfuncional, un nivel mediano de riesgos
psicosociales, por ejemplo, conflictos, adicciones o divorcio, y finalmente con algunos
indicadores de abuso sexual en los hijos e hijas.

Finalmente, una familia que se ubique en rojo, se encuentra en una situación de peligro o de
inminente peligro, o ya sucedió o sucede el abuso sexual. Esta se caracteriza por un estilo
educativo indiferente alternado con agresivo, vínculos despreciativos y temerosos,
estructura familiar colapsada, altos riesgos psicosociales y altos indicadores de abuso
sexual en los hijos e hijas.

Verde Amarillo Rojo


Estilos educativos Asertivo Pasivo Indiferente
Agresivo
Estilos vinculares Seguro Preocupado Despreciativo
Temeroso
Estructura y Óptima Disfuncional Colapsada
dinámica familiar Adecuada

Riegos Sin riesgos Mediano riesgo Alto riesgo


psicosociales en la
familia

Indicadores de Sin indicadores Pocos o muchos Muchos indicadores


abuso sexual indicadores
infantil

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 43!
!

Paso cuatro. Actuación

Semáforo verde: fortalecer

Si el semáforo salió verde o en su mayoría verde, ¡felicidades! Se le recomienda que lleve a


cabo acciones para fortalecer conscientemente a su familia, profundizando más en el estilo
educativo asertivo, manteniendo un vínculo seguro y afectivo con tus hijos e hijas,
impulsando el desarrollo humano de su familia, donde la seguridad, la confianza, la
comunicación noviolenta y la resolución positiva de conflictos sea la forma de afrontar las
diferencias. En síntesis, le recomendamos que fortalezca su familia.

Verde
Estilos educativos Asertivo

Estilos vinculares Seguro

Estructura y dinámica familiar Óptima


Adecuada
Riegos psicosociales en la familia Sin riesgos

Indicadores de abuso sexual infantil Sin indicadores

Semáforo amarillo: cambios

Si se evaluó en el semáforo amarillo, ¡cuidado! Es momento de atender esos hoyos o grietas


por donde se pueden escabullir los fantasmas del abuso y del maltrato. El semáforo
amarillo es un indicador de que las cosas no van tan bien, pero tampoco tan mal, aunque es
probable que en cualquier momento estas empeoren. Es hora de cambiar los estilos
educativos, dejando de ser pasivos-agresivos, y empezar a organizar un proyecto educativo
junto con tus hijos. Si sabes hacerlo; pregunta, busca, pide ayuda, asesoría, pero que no deje
pasar más tiempo. Esto le permitirá cuestionarte sobre tu patrón de apego; la preocupación.
Quizás sobre este asunto pueda solicitar ayuda psicológica profesional, no porque se
encuentres mal, sino porque es importante cambiar estos patrones por uno más seguro.

Sobre su sistema familiar disfuncional, aquí será recomendable solicitar ayuda externa,
pues es común que la otra parte de la pareja se muestre resistente o incrédula frente a una
posible psicoterapia de pareja o familiar. Junto a esto están los riesgos psicosociales, en
particular conflictos, violencia y adicciones, elementos de más que justifica una atención
especializada.

¿Y con respecto a mi hijo? ¿vivió abuso o no? No lo sabemos. En la labor clínica y


psicoterapéutica con niños y niñas, adolescentes y adultos, tendemos a diferenciar entre un
abuso confirmado, un abuso probable y sospecha de abuso. En este caso, si en las
observaciones se identifica varios indicadores pero no los suficientes, hablamos de una
sospecha de abuso sexual. En esta circunstancia le recomendamos antes de hacer cualquier

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 44!
!

cosa, por ejemplo, intentar hablar con tu hijo o hija, o reclamar a un familiar, o cualquier
otra acción, pueda asesorarte con un psicólogo o psicóloga especializada en abuso sexual,
pues ella sabrá como orientarla.

Amarillo
Estilos educativos Pasivo

Estilos vinculares Preocupado

Estructura y dinámica familiar Disfuncional

Riegos psicosociales en la familia Mediano riesgo

Indicadores de abuso sexual infantil Pocos o muchos


indicadores

Semáforo rojo: enfrentar

Si salió en semáforo rojo: ¡alerta! ¡urgente! ¡despierta! Es posible que su familia este en
eminente peligro o ya haya sucedido. Pero no tan rápido, primero hay que pensar que hacer,
con quién acudir, porque seguramente no esta pensando en hacer esto solo o sola, ¿verdad?
Bien, pues lo primero que puede hacer y lo más sano, es enfrentar. Quizás ya lo sabía y lo
dejo pasar, o había indicios pero no lo podía creer, o le resultaba demasiado difícil de
aceptar esta realidad. Estas actitudes de negación, evasión y minimización también dicen
mucho de ella, pues posiblemente también vivio maltrato o quizás abuso.

Así que le recomendamos que acuda con una amiga o amigo a quién le pueda contar de
forma confidencial lo que le esta sucediendo, y le pueda decir que le acompañe a buscar
ayuda, ya sea que consiga un teléfono, un correo electrónico, la dirección de una fundación
u organización, o que alguien conozca alguna institución pública o una psicóloga
especializada.

Acudiendo a la solicitar ayuda viene el siguiente paso, el cual consiste en que el niño o niña
afectada pueda recibir ayuda, quizás sea conveniente que primero hable con una psicóloga
para que no se someta a su hijo o hija a sus propios interrogatorios, culpas y prejuicios,
pues en estos casos podemos desconocernos a nosotros mismos y no saber como
reaccionar, o reaccionar impulsivamente, lo cual no ayudará, al contrario, generará cerrazón
y resistencia en su hijo o hija.

Rojo
Estilos educativos Indiferente
Agresivo
Estilos vinculares Despreciativo
Temeroso
Estructura y dinámica familiar Colapsada

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 45!
!

Riegos psicosociales en la familia Alto riesgo

Indicadores de abuso sexual infantil Muchos indicadores

Primeros auxilios psicológicos ante el abuso sexual

¿Que hago si mi hijo o hija me lo revela directamente? Hacer cuatro cosas:

1. Escucha
2. Acepta
3. Protege
4. Canaliza

Primer paso: escuchar

• Escucha activa con asentimientos gestuales y verbales.


• Sentimientos, gestos y palabras que expresen empatía.
• Reacción de preocupación contenida, no alarmar, ni alarmarse añadiendo
“sobresignificados” con un vocabulario inadecuado, gestos o conductas.
• Manifestar disponibilidad para lo que sea necesario. La atención al niño pasa a ser lo
prioritario.
• Dejarle que exprese los sentimientos, reaccionando de forma congruente con lo que el
niño/a expresa.
• No presionar para buscar información (conseguirla dando apoyo y confianza).

Segundo paso: aceptar

Qué no hacer
Negar que el abuso ha ocurrido No es verdad. ¿Estás seguro? Debe ser un
mal entendido. No inventes estas
historias.
Culpar al niño/a del abuso ¿Por qué te dejaste hacerlo? ¿Por qué no
me lo dijiste antes? ¿Cómo dejaste que
ocurriera? ¿Por qué no dijiste “no”,
huiste, luchaste? Qué asco, el que hayas
hecho estas cosas. Reñir o castigar al
niño.
Reacción de alarma Nunca volverás a ser el mismo/a. Ya no
eres virgen, nadie te va querer. A partir de
ahora eres un/a desgraciado/a. Expresar
angustia por el niño o por el agresor.
Poner el acento en el nuevo estatus del Referirse a él como una víctima.
niño/a Pobrecito/a. Evitar tocarle o acariciarle.
Sobreprotección Restringirle actividades habituales.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 46!
!

Prohibirle el contacto. Ver peligro o


enemigos en todas partes. Considerar que
la sexualidad es mala.

Qué si hacer
Creer al niño/a Siento que esto te haya sucedido. Gracias
por decirme la verdad sobre lo que te
sucedió.
El responsable es el adulto o persona de Él o ella sabía que estaba haciendo algo
mayor edad inadecuado. No es tu culpa. Tú no has
hecho nada malo.
Mantener la calma Continuar con las rutinas de la vida
diaria. Buscar ayuda para uno mismo.
Poner el acento en que saldrá adelante Has sido tan valiente en decírmelo, que
una vez que me lo has dicho, podemos
conseguir que no vuelva a suceder. Hay
normas de seguridad que podemos hacer
para que no vuelva a suceder. Ofrecer un
modelo positivo.

Tercer paso: proteger

Asegurarse de que no ha sufrido heridas Tus heridas o tus sentimientos heridos


desaparecerán pronto. Buscar un
profesional para que examine al niño/a.
Proteger a la víctima Vamos a decir a alguien lo que ha
sucedido para que no vuelva a pasar.
Comunicarlo a las autoridades. Impedir
que el agresor acceda al niño/a.
Sentir orgullo por haberlo comunicado Estoy muy orgulloso/a de ti por
habérmelo comunicado. Has hecho lo
correcto diciéndome esto.
Aceptar los sentimientos del niño Siente… (enojo, tristeza, culpa) ahora. Te
ayudaré a sentirte mejor después. Parece
que sientes… (enojo, impotencia, etc.)
hacia el agresor. Animarle a hablar del
abuso. Reconocer los sentimientos del
niño/a.
Expresarle afecto Te quiero como antes y te seguiré
queriendo, esto no cambia nada. Darle
muestras de afecto como lo hacemos
cuando queremos consolarle. Dejar que el
niño controle el tipo y la frecuencia del
contacto afectivo.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 47!
!

Cuarto paso: canalizar

¿A dónde lo llevo? Acudir a instituciones públicas de desarrollo social o de salud, también


existen organizaciones civiles que se especializan en la atención a niños, niñas y
adolescentes que han vivido abuso sexual, o fundaciones privadas que te pueden orientar y
apoyar. También puede contactar con alguna psicóloga o trabajadora social de su
comunidad para que te brinde información, ellas normalmente cuentan con directorios de
instituciones de su localidad.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 48!
!

II. PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 49!
!

Objeto del Modelo


Las crisis victimales por violencia

En el campo del sentido común se tiende a asignarle un papel secundario a la psicología, y


en particular a las intervenciones psicoterapéuticas clínicas, pues estas han estado rodeadas
por un aura de misterio y temor donde sobreabundan los mitos en torno a la locura. Sin
embargo, en nuestro país este estereotipo ha venido en desuso, pues son cada vez más las
personas que solicitan algún tipo de atención psicológica. La mayoría de estas personas
acuden en un momento de pérdida que les ha causado un intenso y significativo malestar
clínico llegando al punto de la crisis. Dentro de este campo de las crisis y de los malestares
psicológicos tienen un lugar preponderante aquellas personas que han sido víctimas de un
evento violento y que se encuentran en crisis, pues de alguna forma ha sido tan impactante,
repentina y perturbadora la violencia, que la persona se siente incapaz e impotente frente a
una realidad tan abrumadora y desconcertante.

Las crisis victimológicas son un viejo campo de intervención que había sido relegado a
ámbito de la psiquiatría (intentos de suicidio, crisis de angustia, etc.), la familia (apoyo de
familiares y amigos) y las terapias tradicionales (hierbas, tés, limpias de susto, etc.). Solo
recientemente y de forma aún restringida, se han puesto en circulación dispositivos de
intervención en crisis victimológicas, creándose con esto, grupos, agencias, departamentos
y programas de atención a víctimas. Muchas de ellas son gubernamentales, otras
pertenecientes al creciente sector de las organizaciones civiles, y otras tantas de
profesionistas privados sin filiación organizacional o institucional. Por otro lado, y en
estrecha vinculación con lo anterior, las oportunidades de formación son reducidas, pues
existen cursos, talleres y clases aisladas, lo cual dificulta el conocimiento de este campo de
intervención dentro de las áreas de la salud mental y de la intervención comunitaria.

Desafortunadamente en la actualidad la frecuencia de delitos y actos victimales ha ido en


aumento, producto de una situación social e histórica sui generis que se da en nuestro país.
Aunque no somos ajenos a la violencia (pensemos en la Independencia, la Revolución, la
Guerra Cristera o más recientemente la Guerra de Baja Intensidad en Chiapas), el tipo de
violencia social desplegada en estos momentos abarca los más recónditos lugares y los más
amplios sectores y ámbitos, que anteriormente no eran tocados por otros tipos de violencia
social. Desde la violencia institucional, la violencia de Estado, la delincuencia organizada,
el narcotráfico, la violencia escolar, la inseguridad pública, la violencia familiar, sexual y
de género, hasta el maltrato infantil y las redes de explotación sexual infantil y pederastia,
la violencia en México se encuentra haciendo grandes estragos. Me atrevo a decir que en
las actuales circunstancias nos encontramos frente a un fenómeno de producción en serie de
víctimas de la violencia, generando con esto una larga constelación de damnificados
emocionales en crisis victimológica.

Las crisis victimológicas son reacciones normales de adaptación y sobrevivencia ante


circunstancias repentinas, externas e intensas de violencia que amenaza la vida y que rompe
o fractura la estructura psíquica de la persona, alterando su vida cotidiana, produciendo un
malestar significativo, sufrimiento y un daño psicosocial a corto, mediano y largo plazo.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 50!
!

Las crisis victimológicas son respuestas reactivas que ponen en marcha en el sujeto una
serie de mecanismos de sobreviviencia, muchos de ellos pueden llegar a ser fallidos
logrando colapsar emocionalmente a la persona, otros son efectivos y logran recuperarse de
las circunstancias adversas. Precisamente lo que nos interesa de las crisis victimológicas es
la capacidad de respuesta de sobrevivencia que tiene la persona para sobreponerse, integrar
la experiencia y realizar sus expectativas de vida.

Los programas de atención victimológica e intervención en crisis, han desarrollado


modelos, métodos, técnicas y estrategias para resolver una crisis: supervivencia física,
expresión de sentimientos, dominio cognoscitivo, adaptaciones conductuales y resolución
somática del trauma. En este campo ha destacado lo que se ha llamado los “primeros
auxilios psicológicos”, herramienta que forma parte de las intervenciones en crisis y en la
cual se han capacitado una diversidad de personas sin importar su formación profesional o
la carencia de estudios. Junto a los primeros auxilios psicológicos nos encontramos con
métodos más desarrollados y estructurados de intervención en crisis, de los cuales en la
actualidad existen manuales y cursos de capacitación. En México la Cruz Roja y ciertas
universidades han desarrollado modelos de intervención en crisis especializados en
suicidio, las cuales se han extendido de forma importante y se han construido redes
interinstitucionales para su prevención.

Fuera del ámbito académico, a mi parecer han sido las organizaciones civiles de defensa y
promoción de los derechos humanos quienes han desarrollado programas de atención a
víctimas e intervención en crisis victimales. Durante los años 90 e influidos por las
acciones victimológicas realizadas en el Cono Sur y Centroamérica, se llevaron a cabo
programas de atención a víctimas, dentro de las cuales cabe señalar las impulsadas por
Amnistía Internacional Londres (AI), la Asociación de los Cristianos para la Abolición de
la Tortura (ACAT), el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) y
el Instituto de Salud Mental y Derechos Humanos Ignacio Martín-Baró (Barodh). En la
actualidad muchos de estos programas han desaparecido pero después del 2000 surgieron
otros, ya no solamente en la Ciudad de México, sino en zonas conflictivas del país. La Red
de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos sigue jugando un papel muy
importante en el campo victimológico de las violaciones a los derechos humanos, el abuso
de poder y la tortura.

Mención aparte merecen las organizaciones civiles de atención a víctimas del femenicidio
en Chihuahua, así como un sinnúmero de grupos dedicados a la atención a víctimas de la
violencia familiar, sexual y de género. Muchas de estas organizaciones también cuentan
con programas de atención a víctimas e intervención en crisis desde una perspectiva clínica,
psicosocial y de género, destacando el activismo sociopolítico a través de la denuncia y de
acciones directas noviolentas, formas psicosociales y creativas de intervención en crisis.
Pues en este sector nos encontramos la articulación entre un dispositivo clínico, otro
comunitario y otro sociopolítico, dando un viraje a las visiones parciales que se habían
llevado a cabo desde la clínica y el tratamiento individual.

En el ámbito gubernamental los programas de atención a víctimas e intervención en crisis


han tenido mayor continuidad, aunque muchos de ellos han sido criticados y cuestionados,
debido en parte a un marco deontológico que favorezca una atención humanitaria, y por
ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 51!
!

otro lado, las carencias en la formación profesional y en lo limitado de sus alcances. Sin
embargo, estos programas representan una red terciaria de apoyo que resulta fundamental
para las víctimas y que tienen una importancia incuestionable para la comunidad. Ya sean
las comisiones estatales de derechos humanos, las procuradurías estatales de justicia, las
secretarías de seguridad pública, los institutos de asistencia social, el sistema DIF o los
consejos de violencia, se cuenta con una gran red dentro de todo el territorio mexicano que
proporcionan atención victimológica e intervención en crisis a una gran variedad de
población de víctimas de diferentes tipos de violencia.

Considero que las organizaciones civiles, grupos organizados, redes de salud mental,
ciudadanos solidarios y activistas sociales tienen un reto organizativo pendiente, pues junto
a la atención clínica va la intervención psicosocial y el activismo sociopolítico, todos ellos
forman parte de una estrategia integral de reacción inmediata de intervención en crisis
victimológica. Así como existe una gran red gubernamental, de igual forma es deseable y
necesaria una red victimológica de intervención en crisis desde el campo de la sociedad
civil organizada.

La crisis por revelación del abuso sexual infantil

El objeto de intervención del Modelo es muy específico, y trata de lo que podríamos


conceptualizar como la crisis que sucede a la revelación del secreto del abuso sexual
infantil. Será este momento crucial entre el silencio y la palabra, esa pausa que supone un
salto psíquico de suma importancia, pues de este dependerá el que la persona acceda a la
justicia histórica, a la justicia anamnética y a la justicia moral, repercutiendo en su
subjetividad y en su ecosistema familiar y social.

Para los fines y usos del Modelo, proponemos una definición de abuso sexual infantil. En la
actualidad existen varias definiciones del abuso sexual infantil, muchas de ellas con una
gran carga jurídica, lo cual no ha dejado de traer consigo ciertas problemáticas al tratar de
inscribir estas definiciones en el campo de la clínica. Intentaremos aproximarnos a una
definición del abuso sexual infantil desde el campo de la clínica, en este caso, de una
clínica psicotraumatológica, la cual nos permitirá inscribir este concepto en el campo de los
estudios del trauma psicológico.

La crisis de revelación es el objeto sobre el cual recaerá el foco de atención del Modelo,
precisamente trayendo luz a ese intersticio por lo general amenazante para la persona que
ha decidido romper el silencio y devolver la voz que le ha sido expropiada, colocando
palabras ahí donde sólo había un ahogo emocional.

A continuación conceptualizamos la “crisis de revelación del secreto del abuso sexual


infantil”, entendiendo por esto:

• La percepción de amenaza que supone revelar el secreto del abuso sexual infantil, lo
que implica:
o La expectativa que se realice la persona sobre la reacción de su ecosistema
frente a la revelación del secreto (incredulidad, duda, aceptación, apoyo).

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 52!
!

o La activación fisiológica de ansiedad ante la exposición narrativa de los hechos


(olvidos, falta de claridad, inseguridad, incoherencia).
o La autoevaluación sobre la reconstrucción e integración psíquica de la memoria
traumática del secreto del abuso sexual infantil (negación, dolor, emociones
amenazantes, tabú, debilidad yoica, alteración del autoconcepto).

• A la evaluación que realiza la persona con respecto a la capacidad de afrontamiento


de las consecuencias que conlleva la revelación hacia terceras personas, lo que implica:
o Afrontar el dolor psíquico al exponer narrativamente los hechos (sensación de
desbordamiento, shock, impotencia, angustia, parálisis, disociación).
o Afrontar la respuesta de las personas a quienes se los revela, especialmente si el
agresor es conocido o se encuentra en el sistema familiar (culpa por revelación,
chivo expiatorio, culpabilización de la familia, división y alianzas familiares,
conflictos secundarios).
o Afrontar la toma de decisiones que conlleva revelar el secreto (ruptura de
relaciones, confrontación con el agresor, salida del hogar).

• El reconocimiento y movilización de los recursos con los que cuenta la persona para
afrontar las consecuencias de la revelación, tales como:
o Los recursos personales de afrontamiento (autoestima, autoafirmación,
indefensión aprendida, sistema de apego, asertividad, comunicación, resolución
de conflictos).
o Los recursos sistémicos de afrontamiento (amistades, alianzas, apoyo percibido,
autoestima familiar, autoestima social, sistemas de apego familiar, dinámica y
estructura familiar).
o Los recursos psicosociales de afrontamiento (redes secundarias y terciarias,
sensibilización de la problemática, apoyo percibido, recursos grupales, recursos
legales).

La crisis que sobreviene a la revelación del secreto del abuso sexual infantil puede ser
benigna, cuando la percepción es de desafío o beneficio, pero puede ser maligna si se
percibe como amenaza o como pérdida. Esta percepción es el resultado de la ecuación de
las tres variables arriba descritas: percepción de la revelación, capacidad de afrontamiento y
movilización de recursos.

Desafío Beneficio
+- ++

Pérdida Amenaza
-- -+

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 53!
!

La superación de la crisis de revelación dependerá del estilo de afrontamiento que lleve a


cabo la persona.

La resolución de la crisis de revelación es un momento fundamental en el proceso de


elaboración e integración de la experiencia traumática del abuso sexual infantil, de la forma
como la persona afronte la crisis dependerá el como se configure la experiencia psíquica,
repercutiendo en su subjetividad, su sistema de apego, su sistema social, su cognición,
afectividad y comportamiento, esto es, del impacto a mediano y largo plazo.

Objetivo del Modelo


Entendemos por resolución de la crisis por revelación del secreto por abuso sexual infantil,
a la modificación de la percepción de las expectativas sobre la revelación, incrementando la
capacidad de afrontamiento positivo y la movilización de los recursos psicosociales
disponibles.

El objetivo que persigue el Modelo consiste en resolver de forma asertiva, positiva y segura
la crisis de revelación. Podemos formular el objetivo como sigue:

Resolver la crisis por revelación del abuso sexual a través del desarrollo de competencias
vinculares seguras: construir una narrativa resiliente sobre las estrategias de sobrevivencia
de la persona, manejo de la culpa sobre el secreto del abuso, modificación de la percepción
de la revelación como desafío y beneficio, regulación de emociones asociadas a la
revelación, desarrollo de competencias resolutivas y asertivas, y movilización de recursos
psicosociales.

Metodología del Modelo


Para llevar a cabo este objetivo hemos diseñado una metodología que haga viable el
Modelo, de tal forma que pueda ser una guía de intervención concreta, objetiva y
replicable, con un lenguaje técnico pero accesible.

La metodología la hemos estructurado en fases, teniendo en cuenta que cada fase puede
variar en términos de hora-sesión, de tal forma que la fase de evaluación inicial puede durar
una sesión de una hora y media, o la fase de reorganización cognitiva puede durar tres
sesiones de 45 minutos cada una. Por esta razón hemos decidido no hablar de sesiónes, sino
de fases que puedan adaptarse a las necesidades de cada paciente y a los recursos de la
institución o profesional que lleve a cabo esta metodología.

Sin embargo, nuestra metodología se ciñe al planteamiento de una Psicoterapia Virtual


Breve, enfocada a la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades y
competencias. El fundamento teórico de nuestra metodología es la Teoría del Apego, la
cual también la hemos denominado en el campo metodológico como Terapia Vincular.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 54!
!

Proponemos el desarrollo de siete fases, las cuales podrán llevarse a cabo durante una
psicoterapia virtual breve con una duración aproximada de entre 6 y 12 sesiones, de una
sesión semanal y con ejercicios en casa entre sesión y sesión.

Fase 1. Evaluación psicológica:

Paso!1.!Información!general!
Paso 2. Intervención en crisis
Paso 3. Evaluación del trauma por abuso sexual
Paso 4. Evaluación clínica integrativa

Fase 2. Exploración del trauma y dinámica del abuso sexual:

Paso 1. Vulnerabilidad pretraumática


Paso 2. Dinámica y estructura familiar
Paso 3. Proceso y dinámica del abuso
Paso 4. Taxonomía del trauma
Paso 5. Evaluación de la crisis de revelación

Fase 3. Alianza y encuadre terapéutico:

Paso 1. Delimitar el focus


Paso 2. Clarificar expectativas
Paso 3. Encuadre
Paso 4. Alianza
Paso 5. Acuerdos

Fase 4. Desmitificación del abuso sexual infantil:

Paso 1. Información básica sobre el abuso sexual infantil


Paso 2. Reconocer la situación de abuso y manejo de mitos.
Paso 3. Redefinir responsables y víctima.
Paso 4. Formas de vinculación afectiva con el agresor.
Paso 5. Validar sentimientos propios.

Fase 5. Reorganización cognitiva

Paso 1. Mapeo de la dinámica traumatogénica


Paso 2. Estilo cognitivo y de personalidad
Paso 3. Negociación cognitiva
Paso 4. Ejercicios de autoafirmación

Fase 6. Conductas resolutivas

Paso 1. Reconocer y anticiparse

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 55!
!

Paso 2. Tiempo fuera y autorregulación


Paso 3. Procesamiento emocional
Paso 4. Resolución de conflictos

Fase 7. Evaluación y cierre del proceso

Paso 1. Evaluación FODA


Paso 2. Evaluación clínica
Paso 3. Cierre

Fase 1. Evaluación psicológica


Paso!1.!Información!general!
Paso 2. Intervención en crisis
Paso 3. Evaluación del trauma por abuso sexual
Paso 4. Evaluación clínica integrativa

A continuación presentamos algunas consideraciones generales para la realización de la


Evaluación psicológica, dichas consideraciones son relativas a los aspectos teóricos,
clínicos, psicosociales y metodológicos que resultan relevantes para su operación. Iremos
repasando cada uno de los pasos propuestos, de tal forma que lo aquí escrito sea sólo un
referente que fortalezca la capacitación previa a las psicólogas encargadas de operar el
Modelo. Lo aquí expuesto se presenta de forma sintética y sinóptica en el instrumento
protocolario que se incluye al final de esta guía. Esto permitirá un manejo ágil, y también
posibilitará que quienes lo aplican se vayan familiarizando poco a poco con su uso. Lo
anterior es debido a que el Modelo no es un dogma, y por lo tanto no se debe de anteponer
el protocolo a los intereses de las personas, más bien, resultara necesario adaptarlo a la
particularidad de cada persona y circunstancia.

Paso 1. Información general

Este primer paso tiene como objetivo generar un espacio de confianza y conocimiento
mutuo, por lo que este paso será esencial para que la persona que llama para solicitar ayuda
u orientación, pueda sentirse con la libertad de expresar abiertamente las circunstancias y
problemáticas que la animaron a llamar.

La psicóloga deberá de contar con ciertas habilidades y actitudes que logren el objetivo de
generar un espacio de confianza. Dentro de estas habilidades y actitudes identificamos tres:
autenticidad, calor emocional y empatía.

Normalmente durante este primer contacto es posible determinar si la persona se encuentra


en una situación de crisis emocional o no. Si fuera así es recomendable aplazar la recogida
de información e iniciar el proceso de intervención en crisis. Si no fuera así se puede
proseguir a recoger la información general de la persona, para después solicitarle que
exprese su motivo de consulta y el tipo de ayuda que solicita.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 56!
!

Esta primera etapa tiene una importancia clínica, pues desde esta primera información
inicia el proceso de evaluación clínica. Aquí resulta importante escuchar tanto el discurso
de la persona, como las actitudes y comportamientos, tales como inflexiones de voz, la
utilización de palabras, la expresión emocional, etc. Esta primera escucha-observación nos
permitirá plantear hipótesis sobre los aspectos estructurales, el tipo de personalidad, las
defensas, la prueba de realidad, el estilo de apego, así como campos psicodinámicos
descompensados propios de las circunstancias que vive la persona.

Las hipótesis planteadas girarán en torno a cuatro posibilidades estructurales, que de


acuerdo a la entrevista estructural de Kernberg corresponderían a la estructura neurótica, a
la organización fronteriza, la estructura psicótica y a síndromes orgánicos. Dicha
evaluación, aunque incipiente, nos podrá orientar en el tipo de encuadre clínico a utilizar,
así como en determinar el curso de la intervención psicosocial y psicojurídica.

Este aspecto debe quedar claro, pues la evaluación en ningún momento y en ningún sentido
puede utilizarse como una forma de etiquetamiento que lleve consigo la discriminación o
cualquier tipo de supuesto que demerite la atención, los derechos de las mujeres, niños y
niñas o la credibilidad de los acontecimientos. Si quedase duda sobre algún tipo de
incapacidad debido a la sospecha de psicopatología grave o atípica, será necesario iniciar
un proceso más profundo de psicodiagnóstico hasta quedar aclaradas las dudas o sospechas,
lo cual deberá ser realizado por una institución de enlace donde pueda ser derivado.

La exposición del motivo de consulta resulta una buena oportunidad para evaluar los rasgos
y tendencias estructurales, debido a que es posible identificar durante la escucha, si el relato
es fluido y coherente, o si es incoherente, desorganizado y accidentado, si resulta fácil
expresar de forma sintética el problema, o si resulta confuso y existe desborde emocional, o
la persona no da suficiente información, o se pierde en datos irrelevantes.

No podemos descartar la posibilidad de que llame una persona con algún trastorno grave de
la personalidad aduciendo acusaciones inverosímiles. Aquí habría que tener cuidado y no
anticipar un falso relato de abuso, por el contrario, es posible encontrar a personas con
trastornos mentales graves o con trastornos de la personalidad, que junto con un relato
auténtico de abuso sexual infantil se empalme con relatos persecutorios o alucinatorios. En
estos casos es importante prolongar más la entrevista y procurar realizar visitas a domicilio,
con informantes colaterales, así como la posibilidad de entrevistar a algún familiar cercano,
lo cual también será realizado por una organización o institución de enlace.

El peligro en este tipo de casos es cuando una persona con episodios psicóticos breves, o
esquizofrenia, o trastornos esquizoafectivos, delirantes y paranóicos de la personalidad, le
son negados sus derechos y una atención adecuada debido a un prejuicio por parte de la
psicóloga o personal de atención. Situaciones tan delicadas como estas suponen una
evaluación interdisciplinaria, donde la trabajadora social, la psicóloga, la abogada y una
psiquiatra, puedan dictaminar el mejor tipo de atención para esta persona.

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!

Paso 2. Intervención en crisis

Podemos diferencias tres tipos de crisis: 1) la crisis debido a una respuesta de tipo
traumática, altamente estresante y amenazante, 2) la crisis de tipo aguda donde la persona
se desborda y no puede recuperar el control, y 3) la crisis donde la persona pone en peligro
su vida o la de terceros.

Diferenciar el tipo de crisis que padece la persona forma parte del proceso de evaluación,
esto permitirá orientar el tipo de intervención en crisis, y también determinar si se trata de
una crisis de revelación que es posible de ser contenida y soportada por el dispositivo
psicológico, o no, en caso de que se tratara de una emergencia psiquiátrica, donde la
psicóloga tendría que dar una contención de emergencia en lo que se canaliza a una
instancia psiquiátrica capaz de contener la crisis.

Crisis tipo 1. Benigna contenible


Crisis tipo 2. Desbordante contenible
Crisis tipo 3. Desbordante incontenible

El tipo de crisis 1 es esperable y lógica de acuerdo a la situación de amenaza que este


viviendo la persona, así como por los antecedentes de vulnerabilidad psicosocial. Este tipo
de crisis no pone en peligro a la persona ni a terceros, es posible contenerla y la persona
puede movilizar recursos propios para afrontar la situación. Normalmente la persona logra
regresar al proceso de entrevista de una forma adecuada, sintiéndose contenida.

El tipo de crisis 2 se caracteriza por el desborde emocional ocasionado por una situación de
impacto traumático o por una condición clínica de vulnerabilidad, en este caso, de un Yo
débil y mecanismos de defensa arcaicos. Esta crisis generalmente no pone en peligro a la
persona o a terceros, aunque no se deben desestimar las ideaciones suicidas o cualquier otra
forma de autolesión. Aquí podemos encontrarnos con pacientes difíciles, generalmente
explosivas y acusatorias, ante lo cual es recomendable comprender este tipo de reacciones a
partir de la activación de núcleos patológicos que son proyectados en la institución o la
psicóloga.

Junto a estas pacientes extrovertidas, en mayor o menor grado de patología, también es


posible encontrar a pacientes introvertidas, que pueden presentar problemas en integrar su
historia, en cooperar adecuadamente durante la entrevista, en desviarse a temas triviales y a
mantener una postura reservada y hostil.

Por lo general, si no se trata de una patología grave, la intervención en crisis es un


procedimiento adecuado, contenedor y canalizador de la frustración, y es posible estabilizar
parcialmente y momentáneamente a la paciente. Si el manejo de la crisis resulta dificultoso
es mejor derivar a la persona a otra instancia, pues es probable que el proceso de atención y
contención pueda ser saboteado.

En los casos de las crisis tipo 3, lo mejor es no continuar con la entrevista, proporcionar los
primeros auxilios psicológicos de contención e inmediatamente derivar o acompañar a la

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paciente a una instancia donde pueda ser contenida y donde de forma temporal se pueda
salvaguardar su vida y la de terceros. Este tipo de crisis se caracteriza por mecanismos
primitivos de defensa, disociación terciaria, organización límite, amenazas o intentos
recurrentes de suicidio, ideaciones paranoicas y obsesivas, alucinaciones, deseos de dañar
por venganza a terceras personas, explosiones de ira incontrolables, entre otros síntomas.
Queda claro que se trata de pacientes que necesitan contención y tratamiento psiquiátrico,
aspecto que queda fuera de las capacidades operativas del personal que proporciona la
intervención en crisis vía telefónica/virtual.

Dicho lo anterior, recomendamos realizar intervención en crisis solo en las crisis de tipo 1 y
parcialmente en las crisis de tipo 2. Las crisis de tipo 3 quedan totalmente descartadas. Para
las dos primeras crisis hemos propuesto una metodología directiva que permita a la
psicóloga tener en cuenta cinco aspectos:

1. Contactar
2. Dimensionar el problema
3. Posibles soluciones
4. Acción concreta
5. Seguimiento

Estos cinco pasos permitirán tanto a la psicóloga como a las persona, contar con criterios de
intervención, pues este procedimiento se encuentra orientado a que la persona movilice sus
propios recursos en un marco de contención emocional.

Para la aplicación de esta metodología es necesario identificar el tipo de reacción en crisis


que tiene la persona. Diferenciamos dos tipos básicos: las reacciones dilatadas y las
reacciones constreñidas.
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Las reacciones dilatadas se caracterizan por:

• Pensamiento desorganizado, caótico y gran confusión.


• Emoción excesiva, no hay un intento por controlar la expresión emocional.
• Expresión de una conducta exagerada e inapropiada para esa persona.

Las reacciones constreñidas se caracterizan por:

• Preocupación por el problema, rumiación cognitiva y obsesión.


• Contención de la emoción.
• Paralización, inmovilización y retraída.

La estrategia de intervención en crisis variará de acuerdo a este tipo de respuesta. En el


caso de las personas dilatadas es importante mantener el contacto visual, ayudarla a respirar
de forma profunda, ayudarla a relajarse y a enfocarse en las posibles alternativas de
solución, más que en el problema o en buscar culpables.

En el caso de personas constreñidas se tiene que hacer más bien lo contrario, se trata de
movilizar a la persona, ayudarle a respirar más rápido y profundo, marcar prioridades y ser
más directivo en los planteamientos, de tal forma que se movilicen sus propios recursos y
logre hacer contacto con la realidad en un contexto de contención emocional y
acompañamiento.

Si la intervención en crisis es exitosa, la persona se encuentra en condiciones de continuar


la entrevista. Cabe recordar que la crisis no necesariamente se da en la secuencia que hemos
propuesto, sino que ésta puede desencadenarse en cualquier momento de la entrevista, sin
embargo la hemos colocado como segundo punto por una cuestión lógica, pues al momento

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de que la persona exponga su problemática es más factible que entre en crisis, aunque esto
no sea una norma.

Paso 3. Evaluación del trauma por abuso sexual

Durante esta primera fase del Modelo es importante poder evaluar el abuso sexual infantil y
su impacto. Para esto será necesario explorar los siguientes aspectos:

• Frecuencia
• Duración
• Cronicidad
• Lugar
• Situación
• Personas implicadas
• Relación con el agresor
• Estrategias del abusador
• Tipo de conductas abusivas

Esta información permitirá realizar una taxonomía del Trauma por Abuso Sexual Infantil
(TASI), la cual será profundizada y corroborada en la segunda fase.

También se realizara la evaluación del impacto traumático, teniendo en cuenta los


siguientes elementos a evaluar:

• Pensamientos intrusivos
• Evitación
• Reacciones negativas de otras personas
• Culpa y culpabilidad
• Mundo peligroso
• Sensación de control
• Vulnerabilidad personal
• Apoyo social
• Ansiedad sexual
• Eroticismo

La dinámica traumatogénica también nos permite evaluar la forma en cómo la persona


integró la experiencia de abuso sexual: internalizado o externalizando.

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Esta información también permitirá evaluar el estilo de afrontamiento a partir del sistema
de apego en funcionamiento:

Apego evitativo Apego Seguro


Desafío Beneficio
+- ++

Apego desorganizado-temeroso Apego ansioso-ambivalente


Pérdida Amenaza
-- -+

Paso 4. Evaluación clínica integrativa

El modelo clínico que se propone para la impresión clínica corresponde a la clínica


psicoanalítica de las relaciones objetales de Bergeret y Kernberg, quienes nos permiten
plantear criterios para el discernimiento de las estructuras clínicas y sus posibles
descompensaciones mórbidas.

Esta perspectiva clínica tiene la cualidad de diferenciar entre las estructuras clínicas y las
descompensaciones psicopatológicas, lo cual nos permite hablar de neurosis, psicosis y
organizaciones límite sin hablar necesariamente de trastornos clínicos. En este sentido las
estructuras clínicas corresponderían a tres grandes posturas existenciales, las cuales se
pueden mantener integradas o desintegradas, o para decirlo en términos clínicos, en
situación de normalidad, anormalidad y patología.

Esto permite despejar estigmas y prejuicios por parte del clínico al momento de hablar de
una estructura psicótica, la cual se puede mantener en una condición de normalidad, lo cual
no es necesariamente así cuando se habla de psicosis desde la perspectiva biomédica de la
psiquiatría norteamericana.

El aporte técnico de Kernberg que incluimos en el instrumento permite contar con criterios
clínicos para realizar una entrevista y un diagnóstico estructural de la paciente, logrando
entender y diferenciar los diferentes elementos que componen los rasgos estructurales:
defensas, principio de realidad, relaciones objetales, identidad, angustia, conflicto e
instancia psíquica predominante.

El diagnóstico estructural se ve complementado con el diagnóstico de signos y síntomas de


la semiología psiquiátrica que se realiza a través de la Evaluación Multiaxial del DSM-IV-
R. De esta forma la impresión diagnóstica integrara la aproximación estructural del
psicoanálisis de las relaciones objetales con el diagnóstico sintomático de la psiquiatría
biomédica, lo cual nos permitirá identificar los trastornos clínicos egodistónicos y las
caracteropatías egosintónicas.

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Este paso incluye los siguientes elementos a evaluar. Como se podrá observar se trata de
cuadros comparativos y diagramas explicativos, estos sólo sirven de recordatorio de los
aspectos más importantes a tener en cuenta para el diagnóstico clínico y estructural:

• Criterios de evaluación clínica estructural (Kernberg, 1987)


• Cuadro comparativo de las tres líneas estructurales (Bergeret, 2001)
• Elementos constituyentes de las estructuras neuróticas (Bergeret, 2001)
• Elementos constituyentes de las estructuras psicóticas (Bergeret, 2001)
• Espectro de caracteropatías (Kernberg, 2005)
• Trastornos del Eje I del DSM-IV-R
• Problemas psicosociales del Eje IV del DSM-IV-R
• Escala de Actividad Global del DSM-IV-R

Del síntoma a la estructura. En el siguiente diagrama podemos observar las perturbaciones


en el desarrollo libidinal del sujeto y el tipo de rasgos caracteriales descompensados. Las
frustraciones pulsionales se encuentran inscritas en el vínculo primario madre-hijo/a,
sistema neurobiológico-psicosocial productor de subjetividad. En el diagrama podemos
observar la génesis de las estructuras y subestructuras de base que se configuran desde
temprana edad.

En este cuadro sinóptico se presentan los criterios clínicos diferenciales entre las tres
grandes líneas estructurales de acuerdo al psicoanálisis estructural de las relaciones
objetales. Podemos observar las variaciones estructurales, económicas y dinámicas según
las estructuras neuróticas, psicóticas y límites.

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En el siguiente cuadro sinóptico se presentan los criterios clínicos diferenciales al interior


de las estructuras psicóticas, a saber: esquizofrénica, paranoica y melancólica.

En el siguiente cuadro se presentan los criterios clínicos diferenciales al interior de las


estructuras clínicas neuróticas, a saber: obsesiva, histeria de angustia e histeria de
conversión.

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En el siguiente diagrama se presenta el “océano border”; el gran espectro de las


organizaciones límite o fronterizas, clasificadas y ordenadas por Kernberg, tomando en
consideración el nivel de gravedad y la introversión-extroversión.

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Fase 2. Exploración del abuso sexual infantil


Paso 1. Vulnerabilidad pretraumática
Paso 2. Dinámica y estructura familiar
Paso 3. Proceso y dinámica del abuso
Paso 4. Taxonomía del trauma
Paso 5. Evaluación de la crisis de revelación

Paso 1. Vulnerabilidad pretraumática

El primer paso de la Exploración del abuso sexual infantil consiste en indagar aquellos
aspectos relacionados con la vulnerabilidad pretraumática, esto es, aquellas circunstancias
ecosistémicas que vulneran la capacidad de defensa a partir de la reducción de las
condiciones de seguridad y cuidado por parte de la familia.

En este paso es importante identificar los siguientes indicadores de vulnerabilidad


pretraumática:

• Abandono emocional por parte de los padres.


• Padre alcohólico o con problemas de adicciones.
• Violencia de pareja en el hogar.
• Madre frecuentemente enferma o ausente.
• Madre emocionalmente poco accesible.
• Madre con un historial de abuso sexual infantil.
• Problemas de hacinamiento.
• Hijas mayores que asumen las responsabilidades de la familia.
• Estilo educativo agresivo, apático o sobreprotector.
• Afrontamiento agresivo, pasivo o indiferente de los conflictos.
• Estilos de apego parentales evitativo, ansioso o temeroso.
• Pobreza vincular.
• Subtraumas vinculares acumulativos: rechazo, abandono, sobreprotección, humillación,
traición.

La identificación de la vulnerabilidad pretraumática permitirá circunscribir la experiencia


del abuso sexual en un sistema vulnerable o fortalecido, de lo cual dependerá la capacidad
de resiliencia o de ausencia de factores protectores.

Paso 2. Dinámica y estructura familiar

La dinámica y estructura familiar permite identificar los tipos de interacción que se


encuentran sosteniendo, disparando o perpetuando las condiciones del abuso sexual, del
maltrato infantil y de otras formas de violencia.

Se pueden identificar cuatro tipos de estructuras familiares:

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• Óptimas.
• Adecuadas.
• Disfuncionales.
• En colapso.

En colapso Disfuncionales Adecuadas Óptimas


Patrón de Deficiencias graves; Desacuerdos graves o gran Relaciones satisfactorias, La naturaleza e intensidad
relaciones rupturas marcadas, chivos distanciamiento entre pero con mayor de las relaciones entre los
expiatorios, triangulación miembros, o acercamiento o miembros de la familia son
aguda, aislamiento de todos desplazamientos o distanciamiento entre constructivas para sus
los miembros de la familia. alineamientos exclusivos. algunos miembros que respectivas edades y roles.
Los niños reiteradamente otros.
desvían la tensión parental
o los conflictos.
Relación Relación destructiva, pe: Dificultades conyugales Básicamente satisfactorias Relación madura; cálida, se
conyugal pareja fusionada, en guerra abiertas; o ambos miembros con algunas áreas de brinda apoyo, afecto, hay
o aislada entre sí. de la pareja insatisfechos. descontento. empatía, compatibilidad; la
pareja funciona bien.
Relación Los padres nunca trabajan Los padres están siempre en Acuerdo básico sobre la Fuerte coalición parental;
parental en conjunto, o la relación es desacuerdo, actúan sin crianza de los hijos, si bien acuerdo y cooperación en
extremadamente debil, referencia del otro, o uno de con algunas deficiencias en la crianza de los niños; se
tiene muchos conflictos o la ellos reiteradamente toma el apoyo y/o el trabajo en comparte el placer y el
pareja está dividida. las riendas o se desentiende. conjunto. apoyo mutuo.
Relación Ambos padres rechazan, Actitudes y Los padres apoyan a los Los padres brindan cuidado
padres- desatienden, explotan, comportamientos parentales hijos y disfrutan estar con y muestran preocupación;
hijos atacan o descalifican de falta de apoyo evidente. ellos pero con problemas comprenden a los niños y
continuamente al hijo. menores u ocasionales para les prestan atención en
relacionarse con los hijos. forma adecuada; están
deseosos de participar en
las actividades de los hijos.
Relación Los hijos evitan, rechazan, Uno o más hijos se Las relaciones hijos-padres Los hijos se relacionan con
hijos- se oponen continuamente o muestran opositores, son seguras, pero existen ambos padres, son
padres se aferran a uno o ambos retraídos, en exceso dificultades menores en cooperativos, incluso
padres; o exhiben una clara dependientes o exhiben una algunas áreas o entre espontáneos; se sienten
diferenciación en sus conducta dominante hacia determinadas díadas. seguros y exhiben una
actitudes hacia el padre y la uno o ambos padres. dependencia adecuada.
madre.
Relaciones Los hermanos se pelean Evidente desacuerdo o Los hermanos se afilian Los hermanos interactúan
entre continuamente o no se distanciamiento entre con alguna rivalidad, peleas libremente y disfrutan
hermanos prestan atención; excesiva hermanos. o falta de contacto. juntos, se brindan afecto y
rivalidad y competencia consideración; las
para atraer la atención de diferencias pueden
los padres. resolverse.

Paso 3. Proceso y dinámica del abuso

Los niños y las niñas que han vivido un abuso sexual suelen relatar acontecimientos
aislados, sin embargo, conforme un tratamiento psicoterapéutico va avanzando, los
pacientes tienden a narrar una secuencia de sucesos concatenados, pudiendo escucharse una
lógica. A esta secuencia de sucesos lo llamamos el proceso traumatogénico del abuso
sexual, y se caracteriza por las cinco etapas y catorce fases siguientes:

Etapas Fases Descripción


I. Vulnerabilidad 15. Subtraumas Antecedentes de rechazo, abandono,
vinculares sobreprotección, represión, etc.
acumulativos
16. Vulnerabilidad Déficit constitucional y/o familiar que deja en
pretraumática situación de indefensión.

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17. Pobreza vincular Ausencia de uno de los padres, y


comportamiento inadecuado y antisocial.
18. Sistema Antecedentes transgeneracionales de abuso
organizado por sexual y presencia de otras formas de abuso.
traumas
II. Preparación 19. Confianza El agresor se gana la confianza de los
miembros de la familia, proyectando una
imagen ideal de sí mismo.
20. Seducción El agresor seduce a través de palabras,
regalos, preferencias, cumplidos.
III. ASI 21. Interacción Inicia como una interacción sexual ambigua,
y puede ir desde el exhibicionismo, el
tocamiento hasta la penetración. El niño o
niña presenta desorientación, confusión y
ambivalencia.
22. Repetición Se vuelve a repetir el abuso, puede
incrementarse la intensidad de forma
progresiva, e inicia la amenaza, el chantaje, el
secreto y el silenciamiento.
23. Sostenimiento El abuso se establece como un ritual, se
anticipa, se elevan defensas infantiles de
protección y sobrevivencia. Varía a extensión
temporal, de semanas a años.
IV. Latencia 24. Cese El abuso cesa por descubrimiento, porque el
niño o la niña lo revela, por muerte del
agresor o por otras circunstancias fortuitas.
25. Silencio y olvido La coacción psicológica prevalece después
del cese a través de la culpa, los intentos de
olvido o por amnesia total o parcial.
V. Revelación 26. Revelación El niño o niña, adolescente o adulto,
sobreviviente del abuso sexual, revela el
abuso a la familia o a otra persona. Aquí es
importante la respuesta y actitud de la familia.
27. Crisis La revelación supone una crisis personal y
familiar que puede o no, llevar a pedir ayuda.
28. Reconstrucción La o el sobreviviente inicia un proceso de
reconstrucción de su identidad, y de
recuperación a través de diferentes medios
terapéuticos.

Comprender el proceso traumatógeno nos permite contar con una visión compleja sobre el
abuso sexual infantil, pues en cada etapa y fase podemos observar las variaciones desde el
antes, durante y después. De hecho esto proceso traumatogénico es susceptible de trabajarse
en una psicoterapia de apoyo, ya sea de orientación psicoanalítica o no, y sirve para que la
persona pueda reconstruir y resignificar su historia de abuso.

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El proceso traumatogénico permite analizar minuciosamente la forma en como se construye


e instala el trauma a partir de las interacciones, la dinámica y la temporalidad. En la
siguiente imagen podemos observar las etapas y las fases de forma dinámica e integrada:

Paso 4. Taxonomía del trauma

Hemos desarrollado una taxonomía de los traumas por abuso sexual (TAS), identificando
por lo menos cinco clasificaciones, esto ayudara a diferenciar los abusos sexuales, lo cual
permitirá contar con criterios clínicos para mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

Taxonomía Descripción
Trauma por Abuso Abuso sexual único o de baja frecuencia, sin penetración, no
Sexual Simple incestuoso y a una edad mayor a los 7 años.

Trauma por Abuso Abuso sexual único o de baja frecuencia, caracterizada por
Sexual Agudo penetración (violación), no incestuoso y a una edad mayor a
los 7 años.
Trauma por Abuso Abuso sexual de alta frecuencia abarcando más de una etapa de
Sexual Crónico desarrollo, de inicio temprano o tardío, por parte de un
conocido no incestuoso, con o sin penetración.
Trauma por Abuso Abuso sexual incestuoso, de alta frecuencia (crónico-vincular),
Sexual Vincular o de evento único, con o sin penetración.

Trauma por Abuso Abuso sexual crónico, incestuoso o no, caracterizado por un
Sexual Extremo alto nivel de sadismo que involucra violación, prostitución,
maltrato, explotación sexual, entre otros.

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A continuación presentamos un cuadro comparativo de las cinco clasificaciones


taxonómicas:

TAS TAS TAS TAS TAS


Simple Agudo Crónico Vincular Extremo
Etapa de Parcial Parcial Varias etapas Parcial a Varias etapas
desarrollo de desarrollo varias etapas de desarrollo
de desarrollo

Exposición Única a Única a Frecuente De pocas a Frecuente


pocas pocas frecuente

Intensidad Baja Alta Baja a Baja a Alta


mediana mediana

Tipo de Indirecto a Violación Tocamientos Tocamientos Violación,


abuso tocamientos y violación a violación sadismo

Relación Desconocido Desconocido Familiar a Familiar o Desconocido


con el a conocido conocido a figura figura familiar a
agresor familiar paterna paterna figura
paterna

Esta clasificación aún se encuentra en revisión y seguramente en un futuro será más precisa
y contara con alto nivel de predicción para el campo clínico. Estos elementos predictivos
nos proporcionara criterios para identificar las variaciones en el impacto clínico.

La taxonomía de los traumas por abusos sexuales infantiles nos ayudara a diferenciar las
variaciones del impacto clínico a corto y largo plazo, aspecto de suma relevancia en el
entendido de que no todo abuso sexual tiene las mismas consecuencias, pues estas variaran
de acuerdos a distintas variables. Veamos:

Taxonomía Impacto clínico Criterios


TAS
TAS Simple Bajo Realidad intacta, sin difusión de identidad, sin
disociación, sin alteraciones estructurales y sin
descompensaciones mórbidas.
TAS Agudo Alto a corto plazo Realidad intacta con posible psicosis transitoria,
con disociación, sin alteraciones estructurales y
con descompensaciones mórbidas.
TAS Crónico Alto a mediano y Posible alteración de la realidad, con disociación
largo plazo parcial, posibles alteraciones estructurales
temprana, y con descompensaciones mórbidas.
TAS Vincular Alto a corto y Posible alteración de la realidad, con disociación
largo plazo parcial, posibles alteraciones estructurales
tempranas o tardías, y con descompensaciones
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mórbidas.
TAS Extremo Alto a corto y Alteración de la realidad, disociación total,
largo plazo alteraciones estructurales tempranas y tardías, con
descompensaciones mórbidas agudas y crónicas.

De forma más concreta, los traumas por abuso sexual pueden traer alteraciones en la
formación de las estructuras clínicas. Las estructuras clínicas a saber: estructuras
neuróticas, organizaciones límite y estructuras psicóticas. El abuso sexual infantil tiene la
posibilidad de que en un niño o niña no llegue a estructurarse neuróticamente, quedándose
en una organización límite o una estructura psicótica, dando lugar a las correspondientes
organizaciones caracteriales.

Veamos como cada uno de los TAS altera la estructuración clínica del sujeto:

TAS Alteración estructural


TAS Simple Neurosis
TAS Agudo Neurosis
TAS Crónico Límite
TAS Vincular Límite o psicótico
TAS Extremo Psicótico

Las alteraciones más dañinas son aquellas ocasionadas por traumas por abuso sexual
infantil crónico-vincular temprano, así como el extremo. Mientras que los traumas por
abuso sexual simple y agudo, no son tan dañinos, siempre y cuando no se hayan realizado
en una edad temprana, el vinculo con el agresor sea lejano y no se presentara de forma
frecuente o crónica.

En los casos de abuso sexual infantil crónico-vincular incestuoso de origen temprano, el


niño o la niña pasan por una serie de alteraciones en su estructura psíquica que lo
mantendrán en una organización límite o definitivamente estructuren una psicosis. Tanto
una posibilidad como la otra, traerán graves consecuencias durante la infancia, adolescencia
y edad adulta.

En estos casos el trauma sexual estructura o desestructura, pero en todo caso subjetiviza,
esto es, inaugura un espacio de organización subjetiva, fijando las posiciones del sujeto
frente a la castración, la angustia, el objeto, el narcisismo, la organización yóica, el sí
mismo, el ello, el superyó y la realidad. Esta fijación permanente y estable es la que
constituye un abuso sexual infantil crónico-vincular incestuoso de origen temprano.

Más allá de las estructuras clínicas y las organizaciones caracterológicas, las


descompensaciones mórbidas productoras de síntomas y trastornos, será otro foco de
atención, pues también encontraremos variaciones de acuerdo al tipo de trauma sexual.

En la evaluación del impacto clínico del abuso sexual es importante explorar los siguientes
ejes clínicos que pueden estar presentes en una sobreviviente de abuso sexual:

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• Alucinaciones
• Disociación
• Obsesividad
• Ansiedad
• Ánimo
• Caracteropatías

La exploración de estos seis ejes pueden dar cuenta de una variedad de trastornos clínicos
significativos, dentro de los más frecuentes se encuentran los episodios psicóticos breves,
trastornos disociativos, diversos trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, así como
otros trastornos que acompañan a estos, tales como trastornos de la alimentación,
toxicomanía, sexuales y somatomorfos. Finalmente están las caracteropatías o trastornos de
la personalidad.

La variedad del impacto del abuso sexual, tanto en la infancia, la adolescencia como en la
edad adulta, da cuenta de un amplio espectro que responde a la misma complejidad del
abuso. Quizás sea frecuente buscar patrones en cuanto al impacto, lo cierto es que las
variables antes analizadas que intervienen en el abuso, son de suma importancia en la
configuración de los trastornos clínicos. En este sentido ha sido conveniente utilizar
modelos más amplios que integren el impacto clínico en áreas o campos de la vida. En este
caso, la sexualidad, la traición, el estigma, son campos que se vuelven problemáticos sin
necesidad de llegar a un trastorno clínico.

Paso 5. Evaluación de la crisis de revelación

La evaluación de la crisis de revelación es un aspecto fundamental dentro de la clínica del


abuso sexual, pues nos permite introducirnos en las configuraciones mórbidas y
descompensadas dentro de las estructura clínicas, permitiéndonos identificar variables
clínicas sobre las cuales podemos intervenir, ya sea para resolver, paliar o aminorar. En
todo caso, esta evaluación nos permite contar con una visión psicopatológica de los
conflictos ocultos o no resueltos en la subjetividad libidinal del sujeto.

Proponemos la evaluación CASIC para determinar los aspectos descompensados en


términos de sintomatología que nos permita realizar una impresión clínica lo más acertada
posible.

Evaluación*CASIC*
Conducta* Subraye!cualquiera!de!las!siguientes!conductas!que!pueda!atribuírsele:!!
Come!en!exceso!Toma!drogas!Vomita!Conductas!Extrañas!Bebe!demasiado!Trabaja!demasiado!Posterga!
trabajos!Reacciones!impulsivas!Pierde!el!control!Intentos!de!suicidio!Compulsiones!Fuma!Actitudes!de!
abandono!Tics!nerviosos!Dificultades!de!concentración!Problemas!de!sueño!Evitación!fóbica!No!puede!
mantener!el!trabajo!Insomnio!Muy!arriesgado!Vago!Problemas!con!la!ingesta!Conducta!agresiva!Llora!Salidas!
de!tono!!
Afectividad* Subraye!cualquiera!de!las!siguientes!palabras!que!sea!aplicable!a!su!caso:!Enfadado!Molesto!Culpable!Feliz!
Infeliz!Aburrido!Triste!Depresivo!Ansioso!Temeroso!Con!pánico!Energético!Envidioso!Conflictivo!
Arrepentido!Desesperanzado!Inútil!Relajado!Celoso!Cansado!Solitario!Contento!Excitado!Optimista!Tenso!
Otros:!!
Somático* Subraye!cualquiera!de!los!siguientes!ítems!que!sea!aplicable!a!su!caso:!Dolores!de!cabeza!Mareos!
Palpitaciones!Espasmos!musculares!Problemas!digestivos!Problemas!sexuales!Tensión!Incapaz!de!relajarme!
Problemas!estomacales!Entumecimiento!Tics!Fatiga!Contracciones!Dolor!de!espalda!Temblores!Desmayos!

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Oigo!cosas!Ojos!llorosos!Me!pongo!rojo!Problemas!en!la!piel!Boca!reseca!Picores!en!la!piel!Dolor!de!pecho!
Palpitaciones!No!me!gusta!que!me!toquen!Excesiva!transpiración!Trastornos!visuales!Problemas!de!audición!!
Interpersonal* Naturaleza!(asertiva!o!conflictiva)!de!las!relaciones!con!otras!personas:!la!familia,!los!amigos,!los!vecinos,!los!
compañeros!de!escuela!o!trabajo;!identificación!de!síntoma!sistémico;!fortalezas!y!problemas!
interpersonales,!!número!de!amigos,!frecuencia!del!contacto!con!ellos!y!con!los!conocidos;!Habilidades!
sociales,!papel!asumido!con!los!distintos!amigos!íntimos!(pasivo,!independiente,!líder,!como!un!igual);!estilo!
de!la!resolución!de!conflictos!(asertivo,!agresivo,!aislado);!estilo!interpersonal!básico!(congeniante,!suspicaz,!
manipulador,!explotador,!sumiso,!dependiente)!
Cognitivo* Subraye!aquellas!palabras!que!se!podrían!emplear!para!su!descripción:!Inteligente,!seguro,!merecedor,!
ambicioso,!sensato,!leal,!merecedor!de!confianza,!lleno!de!resentimientos,!inservible,!un!“don!nadie”,!loco,!un!
degenerado,!considerado,!un!malvado,!físicamente!desagradable,!no!querido,!inadecuado,!confuso,!feo,!
estúpido,!ingenuo,!honesto,!incompetente,!con!pensamientos!horribles,!conflictivo,!con!dificultades!de!
concentración,!con!problemas!de!memoria,!no!puedo!tomar!decisiones,!con!ideas!suicidas,!perseverante,!con!
buen!sentido!del!humor,!trabajador.!!

Junto a la evaluación CASIC proponemos profundizar en una evaluación especializada del


impacto del trauma por abuso sexual infantil, lo cual nos permitirá conocer de forma más
precisa la dinámica traumatogénica del sujeto. Esta evaluación profundiza en pensamientos
intrusivos, evitación, reacciones ecológicas, culpa, percepción de peligro, sensación de
control, vulnerabilidad, apoyo social, ansiedad sexual y eroticismo.

Impacto de sucesos sexuales traumáticos


Pensamientos*intrusivos* Evitación*
• Imágenes!de!lo!que!pasó!me!vienen!a!la!mente! • Procuro!evitar!cualquier!cosa!que!me!recuerde!lo!que!
frecuentemente! sucedió!
• Me!cuesta!dormirme!porque!me!vienen!a!la!mente! • Procuro!no!pensar!en!lo!que!sucedió!
continuamente!imágenes!o!recuerdos!de!lo!que!sucedió! • Cuando!algo!me!recuerda!lo!que!sucedió,!procuro!pensar!
• Pienso!en!lo!que!me!sucedió!aún!cuando!no!quiero! en!otra!cosa!
hacerlo! • He!intentado!olvidar!lo!que!sucedió!
• Sueño!o!tengo!pesadillas!sobre!lo!que!sucedió! • A!veces!finjo!que!esto!nunca!sucedió!o!que!fue!un!sueño!
• Muchas!cosas!me!recuerdan!a!lo!que!sucedió!
• A!veces!quiero!llorar!cuando!pienso!en!lo!que!sucedió!
Reacciones*negativas*de*otras*personas* Culpa*y*culpabilidad*
• Como!resultado!de!lo!que!sucedió,!personas!que!antes!se! • La!culpa!de!lo!que!sucedió!fue!mía!
interesaban!por!mí!ya!no!se!interesan! • Esto!me!sucedió!porque!me!comportaba!de!un!modo!que!
• Algunas!personas!consideran!que!yo!fui!culpable!de!lo! hizo!que!eso!me!pasara!
que!pasó! • Tengo!el!sentimiento!de!que!me!debían!de!castigar!por!lo!
• Algunos!me!culparon!a!mí!de!lo!que!sucedió! que!hice!
• Personas!en!quienes!confiaba!me!defraudaron! • Esto!me!sucedió!por!no!ser!lo!suficientemente!listo/a!
• Los!que!saben!lo!que!sucedió!piensan!mal!de!mí! como!para!evitarlo!
• Cuando!la!gente!supo!lo!que!había!sucedido,!ya!no! • No!tuve!la!culpa!de!lo!que!sucedió!
quisieron!estar!conmigo! • La!persona!que!me!agredió!fue!el!responsable!de!lo!que!
• Algunos!piensan!que!miento!sobre!lo!que!sucedió! sucedió!
• Algunos!niños!en!el!colegio!se!burlan!de!mí!por!lo!que! • Tengo!sentimiento!de!culpabilidad!por!lo!que!sucedió!
sucedió! • Esto!me!sucedió!por!ser!demasiado!joven!para!hacer!algo!
• Algunas!personas!creen!que!hice!algo!muy!malo! al!respecto!
• Siento!que!he!causado!problemas!a!mi!familia!
• Esto!me!sucedió!porque!era!malo!y!tenía!que!ser!
castigado!
• Me!avergüenzo!cuando!me!encuentro!con!personas!que!
saben!lo!que!me!sucedió!
• Siento!que!he!causado!problemas!a!mucha!gente!
• Esto!me!ocurrió!porque!siempre!tango!mala!suerte!
Mundo*peligroso* Sensación*de*control*
• Las!personas!frecuentemente!se!aprovechan!de!los! • Si!algo!así!ocurre!otra!vez,!puedo!evitarlo!
menores! • Si!los!adultos!me!molestan,!puedo!pararles!
• Este!tipo!de!cosas!les!sucede!a!muchos!niños! • Si!algo!así!ocurre!otra!vez,!creo!que!se!lo!que!he!de!hacer!
• Existen!muchas!personas!que!hacen!cosas!malas!a!los! para!pararlo!
niños! • Ahora!sé!lo!suficiente!sobre!el!abuso!sexual!para!poder!
• Me!preocupo!por!si!a!otros!niños!les!abusan!sexualmente! protegerme!en!el!futuro!
también! • Mi!familia!me!protegerá!de!ser!abusada!sexualmente!de!
• Los!menores!no!deben!fiarse!de!los!adultos!porque! nuevo!
podrían!agredirles!sexualmente!

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 73!
!

Vulnerabilidad*personal* Apoyo*social*
• Estas!cosas!no!ocurrirían!otra!vez! • La!mayoría!de!los!que!saben!que!sucedió!son!amables!y!
• Me!disgusta!o!me!siento!incómodo!si!paso!mucho!tiempo! comprensivos!
solo/a!con!chicos!mayores!u!hombres! • La!mayoría!de!las!personas!me!creen!cuando!hablo!de!lo!
• Algo!así!podría!sucederme!otra!vez! que!sucedió!
• Mi!vida!mejorará! • La!forma!en!que!mi!familia!me!trató!después!de!que!les!
• No!importa!lo!que!haga,!no!puedo!impedir!que!estas!cosas! contase!lo!del!abuso!sexual!me!hace!sentirme!bien!
sucedan! • Desde!que!la!gente!se!enteró!del!abuso!sexual,!ha!
• No!me!fío!de!la!gente!como!solía!fiarme! intentado!protegerme!para!que!no!ocurra!otra!vez!
• A!menudo!me!preocupo!por!si!me!agreden!sexualmente! • Los!asistentes!sociales,!la!policía!y/o!los!médicos!me!han!
de!nuevo! ayudado!desde!que!les!conté!lo!del!abuso!sexual!
• Siento!que!tengo!que!conocer!a!las!personas!durante!
mucho!tiempo!antes!de!poder!fiarme!de!ellas!
Ansiedad*sexual* Eroticismo*
• Pensar!en!el!sexo!me!disgusta! • Poseo!más!sentimiento!sexual!que!mis!amigos/as!
• Tengo!miedo!cuando!pienso!en!el!sexo! • Pienso!en!el!sexo!aún!cuando!no!quiero!pensar!en!ello!
• El!sexo!es!algo!sucio! • Tengo!sentimientos!sexuales!cuando!veo!a!la!gente!
• Espero!no!tener!que!pensar!nunca!más!en!el!sexo! besarse!en!la!televisión!
• Ojalá!no!existiera!nada!como!el!sexo! • Me!gusta!mirar!a!personas!desnudas!en!libros!o!en!
películas!

Fase 3. Alianza y encuadre terapéutico


Paso 1. Delimitar el focus
Paso 2. Clarificar expectativas
Paso 3. Encuadre
Paso 4. Alianza y acuerdos

Paso 1. Delimitar el focus

Dado que se trata de una psicoterapia breve, la metodología de intervención se realiza con
respecto a un foco de atención, el cual tiene que ser presente, esto es, una problemática
actual asociada con la revelación del abuso sexual, ya sea un síntoma, malestar o dificultad
de afrontamiento psicosocial. De esta forma resulta fundamental plantear el focus de
tratamiento a partir del discernimiento con el paciente sobre su acaecer, orientando el
planteamiento a partir del momento actual y no de un pasado traumático, lo cual se
recomienda para una psicoterapia más profunda.

A. “¿Cuál es el problema?”
(Establece la discrepancia entre “lo que es” y “lo que debería de ser”)

B. “¿Qué quiero lograr?” (Define la meta)

C. “¿Por qué quiero obtener esa meta?” (Amplía la meta, si te parece adecuado)

Paso 2. Clarificar expectativas

Este ejercicio permite clarificar las expectativas que tiene el consultante, especialmente si
esté tiende a idealizar o a despreciar la relación de ayuda, en todo caso la clarificación se
convierte en un ejercicio de ajuste cognitivo con respecto a las expectativas de la
psicoterapia virtual.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 74!
!

1. ¿Desde cuándo tengo este problema?


2. ¿De quién es la “culpa” de que yo tenga este problema?
3. ¿Cuánto tiempo me ha estado afectando?
4. ¿Cuál ha sido la vez que me he sentido peor con este problema?
5. ¿Cómo podría empeorar este problema?

1. ¿Qué es lo que deseo?


2. ¿Para cuándo me gustaría lograr eso?
3. ¿Qué tanta satisfacción me hará sentir ese logro?
4. ¿Qué otras áreas de mi vida resultarán afectadas positivamente?

Paso 3. Encuadre

El encuadre es una acción que se plantea con el paciente para delimitar tiempo, espacio,
modalidad y costos. En el encuadre es importante aclarar el tipo de psicoterapia, haciendo
énfasis es sus alcances y limitaciones, así como en la metodología virtual y en la
demilitación del focus, quedando excluidas otros aspectos igual de relevantes pero que
desviarían la atención del consultante, por lo que se le explica la importancia de centrarse
en el tema acordado para su resolución, en el entendido de que la resolución de un conflicto
o crisis le permitirá afrontar de forma positiva otros conflictos y crisis.

Encuadre
Estrategias terapéuticas generales Estrategias terapéuticas específicas
Evaluación inicial del sobreviviente. Encuadre de trabajo claro. Evaluación inicial continua. Exploración vs. Consolidación. Control
Anticipar emergencias y crisis. Ejercicios de autoayuda. de la intensidad. Foco del tiempo. Resistencias y defensas. Secuencia
Consejería a familiares. Construir red de apoyo. de objetivos terapéuticos. Terminación. Trabajo con áreas sanas del
yo.
Terapia Objetivo General Principios básicos
Crisis Proporcionar alivio inmediato a los síntomas Mejorar el malestar emocional, ayudar al
Contención más graves, hacer frente al trauma, restaurar en proceso de curación natural, no emplear
Breve la víctima el sentido básico de seguridad en el tratamientos ineficaces que empeoren la
mundo y en las personas, y facilitar la situación, y adaptar la terapia a las
reintegración social de la víctima en el contexto necesidades específicas de cada paciente.
comunitario.

Paso 4. Alianza y acuerdos

Este documento es un Contrato Terapéutico que establece las normas que han de cumplir
las tres partes: paciente, familia y equipo terapéutico, dirigido a personas sobrevivientes del
abuso sexual.

1. El becario deberá comprometerse a asistir a ____ sesiones terapéuticas con el


terapeuta____________________.
2. El paciente deberá asistir puntualmente a sus sesiones de terapia.
3. De no asistir a una sesión de terapia sin avisar (con al menos un día de anticipación)
el paciente queda comprometido a cubrir el monto total de la consulta de ese día.
4. Es responsabilidad del paciente reportar cualquier anomalía en el servicio
terapéutico otorgado.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 75!
!

5. En caso de no sentirse cómodo o en confianza con el terapeuta, el paciente puede


solicitar en un lapso no mayo de 3 sesiones el cambio de terapeuta. (Sólo se podrá
solicitar máximo dos veces el cambio de terapeuta)
6. Al término de su tratamiento el becario entregará en reporte de satisfacción del
servicio.
7. El Psicólogo se compromete a asistir a todas las sesiones programadas, en caso de
no poder hacerlo será su obligación cancelar al menos un día antes, de no ser así
deberá reponer la sesión sin costo alguno.

Horario
Lugar
Duración
Costo
Faltas

Fase 4. Desmitificación del abuso sexual infantil


Paso 1. Información básica sobre el abuso sexual infantil
Paso 2. Reconocer la situación de abuso y manejo de mitos.
Paso 3. Redefinir responsables y víctima.
Paso 4. Formas de vinculación afectiva con el agresor.
Paso 5. Validar sentimientos propios.

Paso 1. Información básica sobre el abuso sexual infantil

Este paso consiste básicamente en informar al paciente a través de frases contundentes que
ayuden a aclarar y dimensionar el problema del abuso sexual infantil, especialmente debido
al mal manejo de información relativo a este tema, lleno de miedos, tabús y vergüenza.

Un primer aspecto a informar es sobre los componentes que configuran una situación de
abuso sexual infantil, seguido de lo que diferenciaría a un abuso sexual de un juego sexual,
así como de las modalidades directas o indirectas del abuso.

Elementos que configuran una situación de abuso sexual infantil

El abuso sexual es un tipo de maltrato infantil


Es una interacción de contenido sexual
Existe diferencia de edad y asimetría de poder
Normalmente el menor se encuentra en una situación vulnerable
El agresor utiliza la confianza y el chantaje
Se dá dentro de la familia
El agresor es un conocido o familiar
El abuso puede ser único o repetitivo
Puede ser directo o indirecto, desde tocamientos hasta penetración

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 76!
!

Abuso Sexual Infantil Juego Sexual Infantil


• Asimetría de edad, por ejemplo, un niño • Simetría de edad entre los cuatro y los
de 12 con un niño de 7 años siente años de edad
• Repetición de conductas sexualmente • Interacción sexual exploratoria y
inadecuadas (penetración o introducción gratificante (tacamiento y caricias en los
de objetos en los genitales) genitales)
• Se dá a través del juego seductorio • Se dá a través del juego sexual
ambiguo

Abuso Sexual Directo Abuso Sexual Indirecto


• Cualquier tipo de iniciación sexual, que • Los padres exhiben sus encuentros
frecuentemente viven los adolescentes. erótico-sexuales a menor.
• Maltrato infantil, cualquier clase de • Alguien le muestra cualquier tipo de
manoseo, exhibicionismo, explotación pornografía.
comercial, prostitución, pornografía • Los adultos utilizan sus propios
infantil, tráfico de niños para genitales con fines didácticos.
actividades sexuales, desfiguración de • Hostigamiento verbal.
partes sexuales, incesto, estupro, abuso
sexual y violencia sexual.

Paso 2. Reconocer la situación de abuso y manejo de mitos

Reconocer la situación fuera de los mitos resulta una labor psicoeducativa que ayuda a la
persona sobreviviente a disipar temores y prejuicios infundados, normalmente reproducidos
por el sentido común desinformado. Identificar los mitos y aclararlos ayuda a quitarle la
carga social que siempre lleva consigo una situación de abuso que incluya los genitales u
otras formas de vinculación sexual.

• La persona que abusa sexualmente de un(a) menor es generalmente un extraño.


• Siempre que una niña(o) es víctima de abuso sexual presenta señales de trauma físico
(moretones, sangre, etc.).
• Muchas(os) niñas y niños inventan historias en las que relatan haber sido abusados
sexualmente.
• Si las(os) niñas y niños dijeran desde el principio lo que esta ocurriendo, se evitarían
muchos males mayores.
• Muchas(os) niñas(os) después de haber señalado una situación de abuso sexual cambian
su historia y niegan el hecho. Esto demuestra que mentían.
• La mejor manera de corroborar un caso de abuso sexual de un(a) menor es mediante un
buen examen médico.
• Las niñas especialmente prepúberes, púberes y adolescentes, son seductoras y provocan
el abuso sexual.
• Solo las niñas son vulnerables al abuso sexual.
• Los niños víctimas de abuso sexual serán homosexuales.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 77!
!

Mito Realidad
La persona que abusa Falso. Las estadísticas demuestras que más del 80%
sexualmente de un(a) menor es de los agresores son conocidos y familiares cercanos.
generalmente un extraño.
Siempre que una niña(o) es Falso. Primero, hay que tomar encuenta el abuso
víctima de abuso sexual presenta sexual indirecto, el cual no deja evidencia. Segundo,
señales de trauma físico en caso de abuso sexual directo, este puede consistir
(moretones, sangre, etc.). únicamente en tocamientos y caricia que no dejan
lesiones o evidencia física.
Muchas(os) niñas y niños Falso. Un niño de entre tres a siete años no “inventa
inventan historias en las que historias”, al menos que se encuentre manipulado o
relatan haber sido abusados influenciado por un adulto. Son muy pocos los casos
sexualmente. donde se ha comprobado una falsa acusación.
Si las(os) niñas y niños dijeran Falso. Primero, porque el abusador amenaza de
desde el principio lo que esta muerte al menor. Segundo, el miedo lo paraliza y lo
ocurriendo, se evitarían muchos confina el secreto y el silencio. Tercero, el niño o niña
males mayores. expresa indirectamente este malestar. Cuarto, no se
puede responsabilizar al menor de un cuidado que
debe proporcionar el adulto.
Muchas(os) niñas(os) después de Falso. Primero, cambiar la historia es normal, de
haber señalado una situación de hecho es un indicador de la veracidad de la historia,
abuso sexual cambian su historia pues el abuso altera la percepción, la atención y la
y niegan el hecho. Esto demuestra memoria. Segundo, cuando niega el hecho es porque
que mentían. existe una situación emocional ambivalente y a veces
el menor o la menor trata de proteger al familiar que
hizo el abuso.
La mejor manera de corroborar Falso. Primero, si se trato de un abuso sexual directo
un caso de abuso sexual de un(a) con penetración, sí es necesario el examen médico, si
menor es mediante un buen no, se contraindica. Segundo, la forma de corroborar
examen médico. el abuso sexual directo, sin penetración, o indirecto,
basta con el relato y testimonio del menor.
Las niñas especialmente Falso. Primero, la conducta llamativa es interpretada
prepúberes, púberes y por el agresor como “seductora”, en todo caso
adolescentes, son seductoras y hablamos de que es la interpretación del agresor.
provocan el abuso sexual. Segundo, en caso de que así fuera, la responsabilidad
de cuidar a la menor esta en el adulto. Tercero, es
falso que los hombres tengamos necesidades sexuales
irrefrenables e impulsivas que nos lleven a una
satisfacción inmediata y violenta del deseo sexual.
Solo las niñas son vulnerables al Falso. Las estadísticas demuestran la paridad del
abuso sexual. abuso sexual infantil tanto en niños como en niñas.
Los niños víctimas de abuso Falso. Primero, no todos los homosexuales han vivido
sexual serán homosexuales. abuso sexual, y no todos los que han vivido abuso
sexual son homosexuales. Segundo, la
homosexualidas no es una consecuencia del abuso
sexual, sino que esta es producto de otros factores

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 78!
!

genéticos, familiares y sociales no necesariaente


patológicos. Tercero, en caso de homosexuales que
han vivido abuso sexual, refieren otra serie de
circunstancias que explican su orientación sexual e
identidad de género.

Paso 3. Redefinir responsables y víctima

La persona sobreviviente tiende a sentir culpa, generando una fantasía donde es común no
diferencira los roles de perpetrador y víctima. Esto no supone victimizar a la persona, pero
si dejar claro que existe una situación de poder, jerarquía, desigualdad y oportunismo de la
cual fue objeto, y que esto supone una posición de responsabilidad de quién lo lleva a cabo.
Esto es lo que tiene que quedar claro, quitar a la persona sobreviviente de una posición
ambigua o de una posición de supuesta responsabilidad: “yo lo provoque”, “es que me
gusto”, “no hice nada para detenerlo”, “si solo hubiera…”.

• Las víctimas de abuso son hombres y mujeres por igual.


• El periodo de mayor vulnerabilidad para ambos está entre los 7 y los 13 años de edad.
• Un 25-35% de todos los niños víctimas de abuso sexual tienen menos de 7 años.
• Presentan: inseguridad, aislamiento, introversión, timidez, descuido y abandono
emocional.

• Un niño(a) adolescente es potencialmente agredido sexualmente si es aducado(a) a


golpes, si se le subestima y sobaja, si vive sin comunicación, en el abandono y el
desamor.
• El uso abusivo de la autoridad contra un(a) niño(a) puede ser ejercido por un padre,
padrastro, abuelo, tío, primo(a), un hermano mayor, algún familiar, vecino, profesor,
amigo de la familia, entre otros.
• El niño tiene sentimientos de victimización, culpa, complicidad, uso y abuso de poder,
impunidad; siente que guarda un gran secreto y se cree incapaz de resolverlo.

Paso 4. Formas de vinculación afectiva con el agresor

El cuarto paso consiste en reconocer la situación de abuso, la cual puede quedar como un
espacio indeterminado que normalmente infunde confusión y desorientación en la persona
sobreviviente, surgiendo preguntas como ¿fue real? ¿realmente fue un abuso o estoy
inventando? ¿yo lo provoque?, etc. Aclarar estas preguntas a partir de reconocer el abuso y
las formas de vinculación seductoras que utilizan los agresores ayudan a tener claridad,
favoreciendo un momento de lucidez y certeza con respecto a su propia vivencia.

Los agresores llevan a cabo una estrategia de aproximación contínua y paulatina que
incluye:

• Uso de la confianza.
• Situación confusa y doble significado.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 79!
!

• Relación de confianza con el menor.


• Usar la sorpresa.
• Sistemas de engaño.
• Sistema de premios y castigos.
• Amenazas verbales.
• Amenazas físicas.
• Uso de la violencia física.

Ya contando con la confianza de los adultos y de los menores, el agresos puede llevar a
cabo la siguiente secuencia de interacciones, que va de menos a más:

• Contacto pseudoeducativo
• El adulto pide que le masturbe
• Masturbación mutua
• Contacto buco-genital
• Coito vaginal
• Coito anal
• Otras formas de abuso sexual

Paso 5. Validar sentimientos propios

El abuso sexual es factible que éste impacte en cuatro áreas de la vida de un sobreviviente:
la sexualidad, la afectividad, el concepto de sí mismo y los sistemas vinculares. A este
respecto es fundamental identificar las afectaciones que la propia persona verbaliza y
reconoce, pero también identificar otros aspecto que han sido impactados y que
normalmente la persona no asocia con la situación del abuso sexual infantil.

Dimensiones que afecta el abuso sexual infantil


Sexualidad • Comportamiento sexual agresivo.
traumática • Comportamiento sexual exagerado.
• Disfunciones sexuales.
• Confusiones sobre la propia identidad sexual.
Sensación de • El niño pierde la confianza que antes tenía porque el agresor es una
traición persona adulta que el niño conoce y en quien debería poder confiar.
• El niño puede tener dificultades para confiar en los demás.
• Mostrar un comportamiento agresivo.
• Retraerse socialmente.
• Evitar el contacto con los que le rodean.
• Dificultades para poder entablar relaciones íntimas.
Estigmatización • Entorno del niño reacciona con incredulidad, repugnancia o
rechazo.
• Sentirse culpable, sucio o mal consigo mismo.
• Experimente sentimientos de baja estima, culpa o vergüenza.
• Manifiesta aislamiento o retraimiento.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 80!
!

• Consumo de alcohol o drogas.


• Problemas de comportamiento.
Impotencia • Incapacidad de poner fin al abuso.
• Creencia de perdida de control sobre su vida.
• La impotencia pueden causarle:
• Ansiedad.
• Miedo.
• Depresión.
• Agresividad.
• Comportamientos sexuales abusivos.
• Identificación del niño con el agresor.

Fase 5. Reorganización cognitiva


Paso 1. Mapeo de la dinámica traumatogénica
Paso 2. Estilo cognitivo y de personalidad
Paso 3. Negociación cognitiva
Paso 4. Ejercicios de autoafirmación

Paso 1. Mapeo de la dinámica traumatogénica

Este paso consiste en realizar un mapa de los traumas sexuales y vinculares y su relación
con el pensamiento, la afectividad y los comportamientos, identificando los disparadores o
estresores que dinamizan los conflictos actuales de la persona que consulta.

Se le solicita al consultante que plantee una situación actual, derivada de la revelación del
abuso sexual, que suponga un conflicto y que desee solucionar de forma asertiva. El mapeo
permite identificar los aspectos más relevantes de su funcionamiento a partir de la herida
del trauma por abuso sexual. De esta forma se busca resolver la situación actual a través del
desarrollo de conductas resolutivas, asertivas y de afrontamiento positivo.

Resolver adecuadamente la dinámica traumatogénica permitirá entrar a niveles más


profundos y complejos del funcionamiento psíquico, sin lo cual sería muy difícil, pues
podemos observar como esta dinámica es fuente de conflictos, síntomas, frustraciones y
ansiedad.

Un primer aspecto a desarrollar consiste en elevar el nivel de conciencia del consultante


con respecto a sus actitudes expresadas a nivel cognitivo, afectivo y del comportamiento.
Esto permite desplazar el control hacia aspectos internos sobre los cuales si puede tomar
decisiones y cambiar, disminuyendo con esto la sensación de falta de control.

La paciente podrá identificar sus patrones de pensamiento que le producen su estado


afectivo y explican su tipo de comportamiento. El primer ejercicio consiste en que la
paciente identifique una situación conflictiva actual, reciente, especialmente en sus
relaciones más cercanas, sean estas laborales, familiares, de pareja, etc. Se le solicita que

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 81!
!

recuerde esa situación y que trate de recapitular todos los pensamientos que surgieron
durante y después de ese episodio, los cuales tendrá que escribir en la columna de
“Pensamientos”. Después se le solicita que identifique el sentimiento que produce cada
pensamiento y que lo escriba en la columna de “Sentimientos”. De esta forma puede ver la
continuidad del pensamiento-sentimiento (sentipensar). Después tiene que reconocer que
comportamiento se desprende del sentipensar y escribirlos en la columna de
“Comportamientos”. Al final se le solicita que identifique por columna cual es el
pensamiento común o que se encuentra detrás de todos esos pensamientos, así como el
sentimiento más dominante y el comportamiento más característico, y se escriben a modo
de síntesis de cada columna.

Habiendo finalizado este ejercicio se continúa con el ejercicio de las heridas triangulares (o
heridas del triángulo edípico). Se procede a solicitarle a la paciente que describa cinco
caráctersticas de la personalidad de su padre (o sustituto), de su madre (o sustituta) y de
el/ella antes de los 10 años de edad. Esto permite reconocer con quién se identifica a partir
de los parecidos caracteriales, independientemente de que la personas se lleve bien o no, o
tenga una alianza consciente o no con esa figura parental.

Después se procede a decirle que indagaremos sus heridas con mamá y papá. Empezamos
con el padre, sugiriéndole responder a dos frases incompletas, pensando especialmente en
su infancia, esto es, desde su nacimiento hasta los 10 años de edad aproximadamente:

Mi papá siempre me… (herida vincular por exceso)


Mi papá nunca me… (herida vincular por carencia)

Después se continúa con la madre:

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 82!
!

Mi mamá siempre me… (herida vincular por exceso)


Mi mamá nunca me… (herida vincular por carencia)

Y después se le solicita que escriba las heridas que vivió de la relación de pareja de sus
padres:

¿Qué me afecto de la relación de pareja de mis papás? (por ejemplo, el que no se


demostrarán amor, que fueran muy fríos, la indiferencia de mi padre, el sometimiento de mi
madre, que todo estaba perfecto, que siempre peleaban, etc.).

De cada herida se va realizando una síntesis, esto es, que la paciente busque una palabra o
dos que describan o que signifiquen el conjunto de heridas que identificó.

Posteriormente se procede a determinar la herida existencial, en la cual vamos a poner el


abuso sexual, y se le pregunta cual el su herida con respecto al abuso sexual, esto es, como
lo significa en este momento de su vida: como una traición, como abandono, como soledad,
como tristeza, como odio, como violencia, como inadecuación, como vacío, etc.

Finalizando el triángulo de las heridas vinculares, se procede a mapear la dinámica


conflictiva que se encuentra viviendo en este momento de su vida, puede ser con su pareja,
con la familia, con el agresor, con sus hijos, en el trabajo, etc. Este mapeo permite
enfocarnos en los aspectos conflictivos y descompensados del paciente, facilitando la
identificación de las variables o factores que intervienen en el proceso del ritual repetitivo,
el cual tiende a repetirse de forma cíclica, con diferentes intensidades de altibajos.

Retomando de esta forma el primer conflicto desarrollado en el ejercicio del pensamiento-


sentimiento-comportamiento, se le va a preguntar cual es la ilusión que tiene con respecto a
esa relación o circunstancia, que es lo que la frustra, cómo se enoja, como culpa o se culpa,
como se entristece y como negocia entre la tristeza y la vuelta a la ilusión.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 83!
!

Como se ha hecho en los anteriores ejercicios, se procede a colocar una síntesis de cada
aspecto, de tal forma que se puede rellenar todo el diagrama con palabras claves.

El último ejercicio de este paso consiste en realizar una integración de todo los ejercicios,
realizando un diagrama sinóptico. Este diagrama será una guía que favorecerá la elevación
de la autoconciencia con respecto a lo que hace o no hace en relación a la situación de crisis
y conflicto que se encuentra viviendo, identificando los aspectos que tiene que cambiar o
modificar para poder resolver de forma adecuada su situación actual.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 84!
!

Teniendo este diagrama sinóptico se puede proceder a analizarlo. El primer análisis se


realizará entre el pensamiento-obsesión y alguna herida con la cual vea relación, así como
lo que puso en ilusión, de esta forma tenemos una primera triada: ilusión-obsesión-herida.

En este punto hay que ayudarle al paciente a reconocer como su pensamiento-obsesión


procede inconscientemente de una herida vincular, y como esa carencia o exceso de la
herida vincular se relaciona con la ilusión, como una forma de compensar aquellas heridas.

Realizando este primer análisis se le solicita a la paciente a que realice por ella misma un
análisis de correlación entre las heridas con la obsesión, el apego y la compulsión, y de
estas a su vez con todo el ritual, buscando comprender el porque actúa como actúa. Esto
favorecerá la conciencia sobre el momento actual. Es importante preguntarle en que etapa
de su ritual se encuentra en este momento, por ejemplo: en tristeza pasando a negociación,
o entre ilusión y frustración, etc.

Se le propone al paciente empezar a trabajar sobre su obsesión, aspecto cognitivo


descompensado, y dejar para otro proceso más profundo el tratamiento de sus heridas
edípicas. Teniendo este microfoco de atención se procede a realizar el siguiente paso.

Paso 2. Estilo cognitivo y de personalidad

Este paso tiene el objetivo de modificar los patrones cognitivos que han surgido como
formas de defensa y sobreviviencia frente a situaciones de trauma o heridas. De tal forma

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 85!
!

que el primer paso consiste en identificar el patrón, después en hacerse consciente de el, y
en un tercer momento, cambiar ese patrón de forma contundente.

Para llevar a cabo la identificación más profunda de los patrones cognitivos, sugerimos
realizar una análisis del carácter y de la personalidad que se encuentran detrás de esos
patrones. Para esto proponemos la posibilidad de que la consultante puede identificar su
estilo de personalidad y su tipo de carácter:

Test de personalidad

GRUPO I
A.- Tiendo a ser bastante independiente y confiado: pienso que la vida va mejor cuando
la esperas de frente. Mi fijo objetivos, me comprometo y deseo que ocurran las cosas. No
me gusta quedarme sentado, prefiero realizar algo grande y dejar mi huella. No busco
necesariamente confrontaciones, pero no me dejo llevar ni empujar tampoco. La mayor
parte del tiempo sé lo que quiero y voy a por ello. Tiendo a trabajar mucho y a disfrutar
mucho.

B.- Tiendo a estar callado, y estoy acostumbrado a estar solo. Normalmente no atraigo
mucho la atención en el aspecto social, y por lo general procuro no imponerme por la
fuerza. No me siento cómodo destacando sobre los demás ni siendo competitivo.
Probablemente muchos dirían que tengo algo de soñador, pues disfruto con mi
imaginación. Puedo estar bastante a gusto sin pensar que tengo que ser activo todo el
tiempo.

C.- Tiendo a ser muy responsable y entregado. Me siento fatal si no cumplo mis
compromisos o no hago lo que se espera de mí. Deseo que los demás sepan que estoy por
ellos y que haré todo lo que crea que es mejor por ellos. Con frecuencia hago grandes
sacrificios personales por el bien de otros, lo sepan o no lo sepan. No suelo cuidar bien de
mí mismo; hago el trabajo que hay que hacer y me relajo (y hago lo que realmente deseo) si
me queda tiempo.

GRUPO II

X.- Soy una persona que normalmente mantiene una actitud positiva y piensa que las
cosas se van a resolver mejor. Suelo entusiasmarme por las cosas y no me cuesta
encontrar en qué ocuparme. Me gusta estar con gente y ayudar a otros a ser felices; me
agrada compartir con ellos mi bienestar. (No siempre me siento fabulosamente bien, pero
trato de que nadie se dé cuenta). Sin embargo, mantener esta actitud positiva ha significado
a veces dejar demasiado tiempo sin ocuparme de mis problemas.

Y.- Soy una persona que tiene fuertes sentimientos respecto a las cosas, la mayoría de la
gente lo nota cuando me siento desgraciado por algo. Sé ser reservado con los demás, pero
soy más sensible de lo que dejo ver. Deseo saber a qué atenerme con los demás y con
quiénes y con qué puedo contar; la mayoría de las personas tienen muy claro a qué

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 86!
!

atenerse conmigo. Cuando estoy alterado por algo deseo que los demás reaccionen y se
emocionen tanto como yo. Conozco las reglas, pero no quiero que me digan lo que he de
hacer. Quiero decidir por mí mismo.

Z.- Tiendo a controlarme y a ser lógico, me desagrada hacer frente a los sentimientos.
Soy eficiente, incluso perfeccionista, y prefiero trabajar solo. Cuando hay problemas o
conflictos personales trato de no meter mis sentimientos por medio. Algunos dicen que soy
demasiado frío y objetivo, pero no quiero que mis reacciones emocionales me distraigan de
lo que realmente me importa. Por lo general, no muestro mis emociones cuando otras
personas “me fastidian”.

Resultados

AX=7
AY=8
AZ=3

BX=9
BY=4
BZ=5

CX=2
CY=6
CZ=1

El desarrollo de cada uno de los nueve tipos de personalidad podrá encontrarse en el anexo
a este documento.

Los resultados y la descripción del estilo de personalidad se le leerán a la persona, de tal


forma que ésta pueda identificarse con algún estilo de personalidad, lo cual servirá para
profundizar en los miedos, reacciones, motivaciones, forma de hablar, su visión del mundo,
los aspectos que puede desarrollar para crecer, etc.

También se podrá identificar la estructura del carácter a través de los tipos bioenergéticos
neoreichianos: esquizoide, oral, psicopático, masoquista y rígido. Hemos cambiado los
nombres de tal forma que sea más factible utilizarlos con los pacientes sin que estos se
sientan juzgados o etiquetados.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 87!
!

Patrón-creencia huidizo:

El mundo no es un lugar seguro. No estoy aquí. Aquí no estoy seguro… no soy


bienvenido… no me puedo sentir seguro. El mundo es un lugar hostil y peligroso… en
cualquier momento puede pasarme algo. Existir es igual a sufrir, a fragmentarme, a
desintegrarme, a morir. No tengo derecho a existir y a estar en el mundo… no tengo
derecho a pedir, hacerme valer o querer algo. La vida no es segura… en cualquier momento
me puede ocurrir algo malo

Patrón-creencia dependiente:

El mundo es un lugar donde no recibes lo que necesitas. Estoy vacío. Aquí no consigo ni
recibo lo que necesito. El mundo es un lugar donde nunca te satisfacen, ni se puede recibir
lo que necesitas. No tengo derecho a ser nutrido, alimentado, querido, satisfecho… a pedir.
Nunca me darán lo que necesito. Recibir o pedir no es bueno. Si recibo algo, nunca es lo
suficiente. El mundo me debe un medio de vida. El mundo tiene que mantenerme y darme
de vivir. No hay suficiente para todos. No hay suficiente amor, dinero, comida, agua y
recursos para todos… tengo miedo a la escasez.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 88!
!

Patrón-creencia dominador:

En este mundo no puedes confiar en nadie. Debes temerme. El mundo es un lugar en el que
no puedes fiarte de nada ni de nadie… donde sólo te utilizan como un objeto para las
conveniencias de los demás. La vida es un campo de batalla… los que ganan son los bueno,
y los que pierden, los malos. Tú eres el malo, no yo. Voy a manipular yo para que no me
manipulen a mí. En cualquier momento y lugar te pueden traicionar. Todo el mundo es mi
enemigo mientras no demuestre lo contrario.

Patrón-creencia reprimido:

El mundo es una prisión donde no puedes ser libre. No puedo. El mundo no me deja hacer
lo que yo quiero. Si te expresar o actúas fuera de las normas, te someten. Si me enfado o
expreso mi rabia o rebeldía me humillarán, y si no también. No soy libre… no valgo
nada… siempre me ocurre lo peor. Soy el culpable de todo… yo tengo la culpa. No tengo
derecho a expresarme y ser como quiero. No tengo ningún derecho a hacer lo que me
apetece en la vida. Aún no soy lo suficientemente bueno y capaz… bondadoso y
complaciente. Soy malo, y por tanto soy indigno de amor. Si decepciono o hago enfadar,
me retirarán el amor.

Patrón-creencia controlador:

Si no eres perfecto, el mundo no te quiere. Soy perfecto, no siento nada. Si no soy perfecto,
me rechazan y no se me acepta. No me quieren tal como soy, y nunca hago nada bien. No
estoy bien tal como soy… tengo que mejorar aún más… tengo que ser aún mejor. Ser
sensible es ser débil… ser duro es ser fuerte. Ser pasivo es ser vulnerable… entregarse al
amor es sumisión. Si no doy una buena imagen, no me aprobarán. Si me entrego al amor,
me harán daño… si me abro, me herirán. No te amaré, y así no sufriré. No me rendiré. Si
muestro mis defectos, no me aprobarán. Aún no soy lo suficientemente bueno, capaz y
perfecto.

Al identificar el patrón-creencia que subyace al pensamiento dominante, será necesario


analizar esos pensamientos de la siguiente manera:

Pensamientos limitantes

¿Quién me heredo esta forma de pensar?

¿A qué me llevan o me han llevado?

¿Qué me impiden, como me han limitado?

¿De qué herida proviene?

¿Me sirven, las quiero?

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Estas preguntas permiten identificar a estos patrones-creencias como saboteadores mentales


que hay que identificar y cambiar:

Saboteadores mentales

El tirano Automensajes “debo”


Muy críticos consigo mismos
Autoexigencia excesiva
Actitud perfeccionista
Temor excesivo a cometer errores
Inseguridad en tomar decisiones
El verdugo Muy sensibles a la crítica
Sentimientos de culpa patológicos
Actitud de perdedor
Necesidad imperiosa de aprobación
Exigentes y críticos con los demás
Distorsionadores Focalizar en lo negativo
Descalificación de experiencias
positivas
Personalizar
Pensamiento todo o nada
Generalizar
Adivinación
Poner etiquetas
Magnificación/minimización
Razonamiento emocional

Paso 3. Negociación cognitiva

Para realizar la negociación cognitiva se puede iniciar con este ejercicio, de tal forma que el
paciente pude contestarlos libremente en voz alta:

Cuando!te!equivocas,!¿qué!te!dices!a!ti!mismo?!
Cuando!alguien!te!critica,!¿qué!te!dices!a!ti!mismo?!
Cuando!logras!algo,!¿qué!te!dices!a!ti!mismo?!
Cuando!alguien!te!dice!un!cumplido,!¿qué!te!dices!a!ti!mismo?!
Cuando!llegas!tarde!a!una!cita,!¿qué!te!dices!a!ti!mismo?!

Después se le puede explicar los estilos atributivos y mencionarle el ejemplo siguiente:

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 90!
!

Se le menciona la técnica que utilizaremos para realizar cambios congnitivos alternativos y


mencionamos los siguientes ejemplos:

Le proponemos que proponga tres situaciones recientes y cotidianas donde haya aplicado su
patrón-creencia limitante y se realiza el ejercicio del pensamiento alternativo:

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 91!
!

Paso 4. Ejercicios de autoafirmación

En este paso es importante “convencer” a la paciente sobre sus derechos humanos


emocionales, diciéndole que ella o el tiene los siguiente derechos:

• Mis necesidades son tan importantes como las de los demás.


• Equivocarme y no sentirme mal por ello.
• Tener y expresar mis propios sentimientos y opiniones aunque los demás no las
compartan o acepten.
• No tener siempre un explicación para los demás sobre lo que siento o hago.
• Cambiar de opinión o actitud sobre un tema o cuestión concreta.
• Reclamar por haber sido tratada/o de forma injusta.
• Pedir información cuando así lo necesite.
• Ser independiente.
• Sentir y manifestar emociones como ira, dolor, rabia…
• Decidir si me comporto según los consejos de los demás.
• Pedir un favor, ayuda o apoyo, recordando que la otra persona tiene derecho a
negármelo y no sentirme mal ante la negación.
• Negarme ante cualquier petición que me hagan sin sentirme mal por ello.
• Decidir estar solo aunque los demás demanden mi compañía.
• A no tener que adivinar qué necesitan, piensan y desean los demás si éstos no lo
comunican.
• Triunfar.
• Ser escuchada/o y tomada/o en serio.
• Adquirir aquello por lo que pago.
• No sentirme responsable de los problemas de otras personas.
• Ser feliz.
• Ser respetada/o y tratada/o con dignidad.
• Progresar aunque aventaje a los demás.
ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 92!
!

• Reflexionar antes de tomar una decisión.


• Tener derechos y defenderlos.
• Quererme a mi misma/o.
• No ser utilizado por los demás.
• Aprender.
• No hacer las cosas perfectamente.

Después se le menciona la importancia de tener un pensamiento asertivo y positivo,


poniendo el siguiente ejemplo:

A partir del concepto de asertividad se le propone realizar ejercicios de autoafirmación a


partir de su patrón-creencia:

Patrón-creencia huidizo positivo:

El mundo es un lugar totalmente seguro.


Estoy aquí. Estoy seguro. Aquí estoy seguro… soy bienvenido… me puedo sentir seguro.
El mundo es un lugar cordial y acogedor… en todo momento estoy protegido. Existir es
igual disfrutar, a completarme, a integrarme, a vivir. Tengo derecho a existir y a estar en el
mundo… tengo derecho a pedir, hacerme valer o querer algo. La vida es segura… en
cualquier momento me puede ocurrir algo bueno.
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Patrón-creencia dependiente positivo:

El mundo es un lugar abundante donde siempre recibes lo que necesitas. Estoy lleno y
satisfecho. Aquí consigo y recibo lo que necesito. El mundo es un lugar donde siempre te
satisfacen y se puede recibir lo que necesitas. Tengo derecho a ser nutrido, alimentado,
querido, satisfecho… a pedir. Siempre me darán lo necesario. Recibir o pedir es bueno.
Cuando recibo algo, siempre es lo suficiente. El mundo me proporciona un medio de vida.
El mundo me mantiene y me da de vivir. Hay suficiente para todos. Hay suficiente amor,
dinero, comida, agua, recursos para todos… tengo seguridad y plena confianza en la
abundancia.

Patrón-creencia dominador positivo:

En este mundo puedes confiar en todos. Confío en ti. El mundo es un lugar en el que
puedes fiarte de todo y de todos… donde te respetan como persona. La vida es un campo de
aprendizaje y compartir donde todos ganamos. Tú eres bueno y yo también. Respeto y me
respetan. Todos confían en mi y yo confío en todos. Todo el mundo es mi amigo.

Patrón-creencia reprimido positivo:

El mundo es un campo abierto donde puedes ser totalmente libre. Sí, puedo. El mundo me
concede libertad de hacer lo que yo quiero. Me expreso y actúo con espontaneidad y
sinceridad, y puedo ser yo mismo. Si me enfado o expreso mi rabia o rebeldía me respetan.
Tengo derecho a marcar mis límites y autoafirmarme. Soy libre… valgo mucho… siempre
me ocurre lo mejor. Soy el responsable de todo… yo tengo el poder. Tengo pleno derecho a
expresarme y ser como quiero. Tengo todo el derecho a hacer lo que me apetece en la vida.
Soy lo suficientemente bueno y capaz. Soy bueno, y por tanto digno de amor. Si
decepciono, me quieren igual.

Patrón-creencia controlador positivo:

Si no eres perfecto, el mundo te quiere igual. Soy imperfecto, siento. Si soy imperfecto,
también se me acepta. Me quieren tal como soy y siempre hago lo mejor que sé. Estoy bien
tal como soy, y me permito mejorar. Ser sensible es ser fuerte… ser duro es ser frágil. Ser
pasivo es un descanso… entregarme al amor es liberarse. De la imagen que de, me
aprueban igual. Me entrego al amor con placer y apertura… me abro y disfruto del calor de
los que me quieren. Amo a todos los seres… todas las personas que quieren. Me puedo
rendir. Puedo mostrar mis defectos y no pasa nada. Siempre soy lo suficientemente bueno.
Soy perfectamente imperfecto.

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Fase 6. Conductas resolutivas


Paso 1. Reconocer y anticiparse
Paso 2. Tiempo fuera y autorregulación
Paso 3. Procesamiento emocional
Paso 4. Resolución de conflictos

Paso 1. Reconocer y anticiparse

Este paso consiste en reconocer y anticipar las respuestas conductuales inmediatas frente a
estresores o disparadores ambientales. La paciente logrará mapear las conductas
estereotipadas que presenta frente a situaciones que reaviven su herida emocional.
Consideramos que la persona consultante pude identificar cuatro señales: fisiológicas,
conductuales, emocionales y cognitivas.

Ponemos el siguiente ejemplo relacionado con una respuesta de enojo, pero puede ser
aplicada a cualquier circunstancia que genere un malestar en la consultante.

Señales fisiológicas. Las señales fisiológicas se relacionan con la manera en que sus
cuerpos responden cuando sienten enojo. Por ejemplo, su ritmo cardíaco puede acelerarse,
pueden sentir opresión en el pecho, o sentirse acalorados y enrojecidos. Estas señales
fisiológicas también pueden advertirles que su enojo se está intensificando hacia un punto
fuera de control y que se acerca a un nivel de 10 en la escala del enojo. Ustedes pueden
aprender a identificar estas señales cuando ocurren en respuesta a una situación que les
provoca enojo.

Señales conductuales. Las señales conductuales se relacionan con las conductas que
exhiben cuando sienten enojo, las cuales son observadas por las personas que les rodean.
Por ejemplo, pueden apretar los puños, pasearse nerviosamente en un mismo lugar, cerrar
puertas con fuerza o alzar la voz. Estas respuestas conductuales constituyen el segundo tipo
de señal de enojo. Como ocurre con las señales fisiológicas, las señales conductuales sirven
para advertir que pueden estar acercándose a un nivel de 10 en la escala del enojo.

Señales emocionales. Las señales emocionales se relacionan con otros sentimientos que
pueden ocurrir de manera simultánea con su enojo. Por ejemplo, ustedes pueden sentir
enojo cuando se sienten abandonados, asustados, ignorados, culpables, humillados,
impacientes, inseguros, celosos, o rechazados, o cuando se sienten que no son respetados.
Estos tipos de sentimientos son los sentimientos primarios que constituyen las razones
subyacentes, o sea, las rezones profundas y escondidas de su enojo. Es fácil descontar estos
sentimientos primarios porque a menudo les hacen sentirse vulnerables. Un componente
importante del manejo del enojo consiste en identificar y reconocer los sentimientos
primarios que constituyen las razones subyacentes, o sea, las razones profundas y
escondidas de su enojo. En este grupo trataremos el enojo como una emoción secundaria
con respecto a estos sentimientos primarios.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 95!
!

Señales cognitivas. Las señales cognitivas se relacionan con pensamientos que surgen
como respuesta a situaciones que les provocan enojo. Cuando alguien siente enojo, puede
interpretar las situaciones de cierta manera. Por ejemplo, ustedes pueden interpretar los
comentarios de un amigo como una crítica, o pueden interpretar que las acciones de otros
están dirigidas a rebajarlo, humillarlo o controlarlo. Algunas personas denominan a estos
pensamientos “lenguaje interno” o “conversación de la mente consigo misma,” porque
parecen una conversación que estuviéramos teniendo con nosotros mismos. Para las
personas con problemas de enojo, este “lenguaje interno” presenta normalmente un tono y
contenido muy crítico y hostil. El lenguaje refleja cómo estas personas piensan que el
mundo debería ser y lo que creen con respecto a las personas, los lugares y las cosas.

Paso 2. Tiempo fuera y autorregulación

Este paso permite a la persona compensar un déficit de autorregulación emocional, esto es,
cuando la personas se dan cuenta de que les es difícil contener y regular su afecto-
comportamiento, proponemos realice este ejercicios de tiempo fuera y autorregulación.

Retírate de la persona y del lugar

• Reconociendo y anticipando mis reacciones desproporcionadas a través de las señales


fisiológicas, conductuales, emocionales y cognitivas, puedes llevar a cabo la retirada del
lugar donde se encuentra la persona, esto con la intención de no dañar, lastimar o
incrementar la tensión, dándote la oportunidad para drenar y descargar tu enojo/ira.
• Es importante que tu pareja, amistad, familiar, etc. sepa de esta técnica del “tiempo
fuera”, pues no debe confundirse con una huida, desinterés o irresponsabilidad, sino
como un momento para reducir la tensión y posteriormente reanudar.

Drena y descarga tu enojo-ira

• Una vez retirado del lugar donde se encuentre la persona, es de vital importancia que
evites dañarte a ti o a terceras personas, p.ej. bebiendo alcohol, rompiendo o golpeando
cosas, iniciando peleas, lacerándote, conduciendo rápido, etc.
• Drenar el enojo lo puedes realizar solo o en un grupo indicado para eso. La técnica para
drenar consiste en:
• Realizar ejercicios bioenergéticos de descarga del enojo: mujer embarazada, bicicleta,
berrinche, exprimir toallas, etc.
• El drenaje emocional consiste en visualizar con los ojos cerrados a la persona y
enseguida humillarla y agredirla mentalmente o en voz alta, siempre y cuando la
persona no escuche lo que dices.
• Otro ejercicio, consiste en realizar un ejercicio de relajación de la tensión muscular
acumulada por el estrés.

Relajación sin tensión

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!

Cierre los ojos… y comience a en relajar los distintos grupos musculares, comenzando por
soltar los dedos de la mano derecha… aumentando la relajación ahí y por toda la mano
derecha… y extendiendo esa relajación para que incluya el antebrazo derecho… y ahora el
brazo derecho…

Y ahora también prestando atención a relajar los dedos de la mano izquierda… toda la
mano… y aumentando la relajación para incluir el antebrazo izquierdo… y ahora el brazo
izquierdo… mucho más relajado y libre de tensión en ambas manos… ambos antebrazos…
ambos brazos…

Tome una lenta respiración profunda y exhale despacio, usando este método para umentar
el proceso de relajación… volviendo después a respirar normalmente…

Ahora, mientras las manos y brazos están relajados, haremos que se centre en aflojar la
frente… dejando que se vaya cualquier tensión, poniéndola sin arrugas… alisando el área
de la frente… y extendiendo esa relajación por los ojos… y toda la zona facial, incluyendo
los labios y mandíbulas… mucho más relajado, y sin tensión en toda la cabeza y área
facial…

Extendiendo esa relajación por el cuello y hombros… dejando que la tensión muscular se
sustituya por una mayor sensación de relajación…

Y continuando la relajación por el pecho… el estómago… y ambas piernas y ambos pies…


mucho más relajado…

Tome otra respiración profunda despacio, y úsela para eliminar de nuevo cualquier tensión
final… exhalando despacio y sintiendo que la tensión acaba de abandonar su cuerpo…
volviendo después a respirar de nuevo normalmente… mucho más flojo, relajado en todo
su cuerpo…

Tome tres de esas respiraciones profundas más, con la exhalación lenta cada vez para
aumentar aún más la relajación… tan relajado y cómo como desea… después continúe
respirando normalmente… manteniendo esa sensación de relajación.

Este ejercicio de relajación, independientemente de la situación de exposición ante una


circunstancia adversa, se sugiere realizarlo de forma cotidiana, con el fin de que la paciente
vaya adquiriendo progresivamente una mayor capacidad de autorregulación a través de la
respiración y la relajación.

Paso 3. Procesamiento emocional

Este paso se fundamenta en la técnica de la Comunicación Noviolenta propuesta por


Rosenberg, de la cual presentamos una síntesis que pueda ser manejada por el paciente
durante una sesión de psicoterapia. Se puede introducir la sesión explicándole a la paciente
sobre los cuatro elementos de la Comunicación Noviolenta:

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes! 97!
!

• Actos concretos que observamos que afectan nuestro bienestar.


• Cómo nos sentimos en relación con lo que observamos.
• Las necesidades, los valores, los deseos, etc., que crean nuestros sentimientos.
• Los actos concretos que queremos pedir a la otra persona para enriquecer nuestra
vida.

Después se puede comentar con la paciente la importancia de reconocer nuestras


necesidades en el momento que nos comunicamos, y a veces no somos conscientes de ello,
por ejemplo, nos comunicamos para satisfacer algunas de estas necesidades:

• Reconocimiento
• Aceptación
• Nutrición emocional
• Respeto
• Escucha
• Identidad
• Acompañamiento
• Seguridad
• Libertad
• Amor
• Tranquilidad

Un propuesta sobre la forma de comunicar la satisfacción de nuestras necesidades puede ser


la siguiente:

¿Cómo pedir para enriquecer nuestra vida?

• Lenguaje de acción positiva. Concreto y específico vs. Negativo, ambiguo y general.


• Peticiones conscientes.
• Confirmación de nuestras palabras.
• Pidamos sinceridad.
• Peticiones frente a exigencias.

Se le propone a la paciente la siguiente fórmula lingüística para poder comunicar de forma


asertiva y noviolenta sus necesidades más profundas:

Fórmula lingüística

• “Cuando yo (veo, oigo)…”


• “…me siento…”
• “…porque yo(necesito)…”
• “…y me gustaría que tú…”

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Paso 4. Resolución de conflictos

La terapia de resolución de conflictos ha sido propuesta y desarrollada por D´Zurrilla, la


cual tiene un fundamento cognitivo-conductual. Esta metodología cuenta con un amplio
respaldo empírico sobre su eficacia en la reducción de síntomas del espectro ansioso,
aspecto que coincide con el perfil de las personas que solicitan acompañamiento
psicoterapéutico al momento de revelar el secreto de abuso sexual.

Para D´Zurrilla, la metodología de la psicoterapia de resolución de conflictos se orienta a


desarrollar la conducta resolutiva, una competencia de la cual carecen las personas que
padecen algún tipo de trastorno ansioso, lo cual posibilita la acumulación de conflictos,
redundando en un alto nivel de tensión psicofisiológica. En este sentido, este paso consiste
en ayudar a la paciente a desarrollar la competencia de la conducta resolutiva con respecto
al conflicto previamente focalizado.

Presentamos una versión abreviada de la metodología de la psicoterapia de resolución de


conflictos, la cual puede ser perfectamente desarrollada en el transcurso de una sesión de
psicoterapia virtual breve.

Paso 1. Haz las siguientes autoafirmaciones:


! A. “Toma un respiro y tranquilízate”
! B. “No hay catástrofes inmediatas”
! C. “Piensa en este problema como en un reto”
! D. “Puedo manejarlo”
! E. “Para-y-piensa”

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!

Paso 2. Plantéate las siguientes cuestiones:


! A. “¿Cuál es el problema?” (Establece la discrepancia entre “lo que es” y “lo que
debería de ser”)
! B. “¿Qué quiero lograr?” (Define la meta)
! C. “¿Por qué quiero obtener esa meta?” (Amplía la meta, si te parece adecuado)

Paso 3. Soluciones alternativas:


! A. Piensa en una solución.
! B. Ahora piensa en las soluciones alternativas (por lo menos dos o tres)

Paso 4. Toma decisiones:


! A. Piensa en los criterios más importantes para evaluar las soluciones (dos o tres
como mínimo)
! B. Decide rápidamente la solución alternativa que parezca mejor.
! C. Piensa en dos o tres formas para mejorar la solución.

Paso 5. Implementa la solución:


! A. Implementa la solución.
! B. ¿Estas satisfecho con el resultado obtenido?
! C. Si no, prueba la segunda opción si aún te queda tiempo para enfrentarte al
conflicto.

Síntesis del proceso

1. Reconoce y anticipa
! Señales fisiológicas
! Señales emocionales
! Señales mentales
! Señales conductuales
2. Retírate y drena
! Retírate para descargar bioenergéticamente
! Drena tu enojo y coraje
3. Procesa
! Cabeza
! Corazón
! Ombligo
! Manos
4. Resuelve
! Oriéntate
! Define tu conflicto
! Crea soluciones alternativas
! Toma decisiones sanas
! Ponlo en práctica

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes!100!
!

Fase 7. Evaluación y cierre del proceso


Paso 1. Evaluación FODA
Paso 2. Evaluación clínica
Paso 3. Cierre

Paso 1. Evaluación FODA

Debido a la naturaleza del Modelo, hemos optado por realizar una devolución de los
resultados observados en el proceso de psicoterapia breve a través de la técnica del FODA,
la cual permitirá brindar una visión basada en los alcances y limitaciones, lo cual será de
mucha utilidad para al paciente.

Consideramos oportuno preparar esta evaluación FODA previa a la sesión, de tal manera
que para la fecha acordada de la última sesión se puede contar con el FODA de forma
sintética.

Fortalezas: describir los aspectos positivos de su personalidad, por ejemplo, la forma en que
ha venido afrontando sus conflictos, destacando sus recursos personales, los rasgos de su
personalidad, etc.

Oportunidades: identificar los recursos sociales con los que cuenta y que vale la pena
desarrollar más, por ejemplo, asociaciones, grupos de interés, oportunidades laborales, etc.

Debilidades: enlistar los aspectos vulnerables de su personalidad que se sugiere pueda


continuar trabajando en una psicoterapia profunda, por ejemplo, autoestima, asertividad,
seguridad, emociones, etc.

Amenazas: realizar observaciones sobre su percepción de amenaza con respecto al abuso


sexual, especialmente en lo referente a su familia, e identificar si puede hacer frente a ellas
con sus fortalezas y oportunidades.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes!101!
!

Paso 2. Evaluación clínica

Esta evaluación clínica se realiza al finalizar el tratamiento, en ella podremos observa la


disminución, el incremento, constancia o variación de los síntomas ansioso-depresivos.

Cuestionario Clínico para el Diagnóstico del Síndrome Depresivo


Dr. Guillermo Calderón Narvaez

No Si
Poco Regular Mucho
1.¿Se!siente!triste!o!afligido?!
2.¿Llora!o!tiene!ganas!de!llorar?!
3.¿Duerme!mal!de!noche?!
4.¿En!la!mañana!se!siente!peor?!
5.¿Le!cuesta!trabajo!concentrarse?!
6.¿Le!ha!disminuido!el!apetito?!
7.¿Se!siente!obsesivo!o!repetitivo?!
8.¿Ha!disminuido!su!interés!sexual?!
9.¿Considera!que!su!rendimiento!en!el!trabajo!es!
menor?!
10.¿Siente!palpitaciones!o!presión!en!el!pecho?!
11.¿Se!siente,!nervioso,!angustiado!o!ansioso?!
(precisar!molestia)!
12.¿Se!siente!cansado!o!decaído?!
13.¿Se!siente!pesimista,!piensa!que!las!cosas!le!van!
a!salir!mal?!
14.¿Le!duele!con!frecuencia!la!cabeza!o!la!nuca?!
15.¿Está!más!irritable!o!enojón!que!antes?!
16.¿Se!siente!inseguro,!con!falta!de!confianza!en!
usted!mismo?!
17.¿Siente!que!le!es!menos!útil!a!su!familia?!
18.¿Siente!miedo!de!algunas!cosas?!
19.¿Ha!sentido!deseos!de!morirse?!
20.¿Se!siente!apático,!como!si!las!cosas!que!antes!le!
interesaban!ahora!le!fueran!indiferentes?!
Calificación: Puntaje equivalente a:
NO____________________ x1=_____ 20 a 35: NORMAL
POCO__________________ x2=_____ 36 a 45: REACCIÓN DE ANSIEDAD
REGULAR______________ x3=_____ 46 a 65: DEPRESIÓN MEDIA
MUCHO ________________ x4=_____ 66 a 80: DEPRESIÓN SEVERA
TOTAL:_______

También recomendamos aplicar la Escala de Actividad Global del DSM-IV.

ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes!102!
!

Paso 3. Cierre

En el paso del cierre recomendamos tocar los siguientes puntos, después de los cuales se
finaliza la sesión y se concluye el proceso de psicoterapia breve.

• Agradecer su confianza
• Felicitar por concluir
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Anexo. Descripciones de los nueve tipos de personalidad


Tipo Dos: El Ayudador

El Tipo nutriente y servicial: preocupado, servicial, posesivo y manipulador.


El tipo Dos es el tipo de la Triada del Sentir que expresa en demasía sus sentimientos. Los
Dos son emocionalmente demostrativos, declarando abiertamente su amor y afecto hacia
los demás. El problema es que aunque son conscientes de sus sentimientos positivos hacia
los demás, no se dan cuenta de que reprimen su resentimiento dirigido hacia aquellos que
no muestran gratitud por lo que los Dos hacen por ellos. Los Dos se ven a sí mismos como
amorosos, cariñosos y considerados (y lo son cuando están sanos). Sin embargo, a medida
que se van deteriorando, su comportamiento contradice su propia imagen de
incondicionales en el sentido de que desesperadamente fuerzan los signos de amor y
aprecio de los demás.

Sano: Los Dos sanos son empáticos, compasivos, muestran una gran sensibilidad por los
demás. Se ponen en el lugar de otros, son cariñosos y se preocupan por las necesidades
ajenas. Son sinceros, afectuosos, agradecidos y estimulantes: desempañan un rol parental,
viendo lo bueno en los demás en donde quizás no lo vean en sí mismos. El servicio es
importante; son extremadamente generosos, dadivosos y serviciales. Amorosos y
considerados, dan a la gente lo que realmente necesita, aún cuando ello signifique hacer un
esfuerzo extraordinario. En su mejor estado: se vuelven profundamente desinteresados,
desprendidos y altruistas: dando amor incondicional sin expectativas de retribución. Sienten
que es un privilegio estar en la vida de los demás <<Santos>>, profundamente caritativos y
humildes, <<Buenos Samaritanos>>.

Promedio: Los Dos promedio empiezan a hablar más acerca de sus sentimientos antes que
ayudar: el <<amor>> es su valor supremo y hablan constantemente sobre él, volviéndose
emocionalmente demostrativos (histriónicos), efusivos, demasiado amistosos, llenos de
<<buenas intenciones>> respecto a todo. Atienden, aprueban, adulan. Comienzan a ponerse
excesivamente íntimos, rondando, metiéndose e interfiriendo en la vida de los demás,
creando necesidades que satisfacer y desgastándose por todo el mundo, pero siendo
posesivos y celosos de aquellos en quienes han <<invertido>>. Desean que las personas
dependan de ellos. Los mantengan informados acerca de todo, acudan a pedirles permiso y
consejo. Cada vez más engreídos presumidos, empiezan a sentirse indispensables (mientras
sobrestiman lo que hacen por todo el mundo) y a sentir que los demás les deben por lo que
han recibido. Con aires de superioridad, arrogantes, imperiosos, despóticos. Empiezan a
esperar que constantemente se les agradezca y honre por su bondad. Pueden convertirse en
hipocondríacos o desempeñar el rol de mártires que han sufrido debido a sus buenas obras a
favor de todos los demás.

Malsano: Pueden ser manipuladores y funcionar en beneficio propio, haciendo sentir


culpables a los demás, endeudándolos con él. Dado a los comentarios denigrantes y
despreciativos. Se autoengañan respecto a sus agresivas y egoístas motivaciones y
conductas. Dominantes y coercitivos: se sienten con derecho a obtener lo que quieren de los

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demás. La <<victima o mártir>> se siente objeto de abusos, amargamente resentidos e


iracundos, todo lo cual resulta en hipocondría y problemas psicosomáticos.

Tipo tres: El Motivador

El tipo pragmático y orientado al éxito: La persona segura de sí misma, ambiciosa,


narcisista y psicopática.
El Tres es el tipo de la Triada del Sentir que se encuentra más alejado de sus sentimientos.
Por tanto, el problema subyacente de los Tres promedios y malsanos es su tendencia a no
desarrollar su mundo emocional: han concentrado todas sus energías principalmente en
aprender a llevarse bien con los demás para poder conseguir su atención y admiración. Los
Tres han aprendido perfectamente a hacer lo necesario para que se les vea y proyectan la
imagen deseada. Debido a que su sentido interior del yo queda sin desarrollar, los Tres
promedio e malsanos no saben quienes son cuando se apartan de la imagen que proyectan.
Suelen decir y hacer lo que normalmente es aceptable y aplaudido. Nunca expresan lo que
de hecho sienten o piensan.

Sano: Los Tres sanos son seguros de sí mismos, se sienten deseables y gozan de alta
autoestima, creyendo en ellos mismos y en su propio valor. Adaptables, energéticos, a
menudo atractivos, encantadores y populares. Ambiciosos para perfeccionarse, ser los
mejores: con frecuencia se vuelven sobresalientes en algún aspecto, verdaderamente
admirables, un ideal humano que encarna cualidades ampliamente admiradas. Los demás
quieren ser como ellos, imitan sus logros. Buenos comunicadores, motivadores y
promotores, saben cómo presentar algo en una forma aceptable y atractiva. En su mejor
estado: autoaceptantes, guiados por normas propias, genuinos y auténticos: todo lo que
parecen ser. Aceptan sus limitaciones y viven dentro de ellas, dentro de su propio
<<centro>>.

Promedio: Los Tres promedio empiezan a preocuparse competitivamente por mostrarse


superiores a los demás: se comparan con otros en busca de éxito, status y prestigio.
Escaladores sociales para quienes es importante la exclusividad, la carrera y ser un
<<triunfador>>. Pragmáticos, orientados a metas y eficientes, pero también calculadores,
conscientes de su propia imagen y de la impresión que dan a los demás. Surgen problemas
con el compromiso y la intimidad, la deshonestidad y la falsedad. Desean impresionar a los
demás con su completa superioridad, y por eso, se ascienden en la escalera social
constantemente y se muestran mejor de lo que realmente son. Narcisistas y pretenciosos, se
sienten <<especiales>> llenos de amor propio, con expectativas grandiosas respecto a sí
mismos y a su potencial. Arrogantes y exhibicionistas, hostiles y despreciativos con los
demás.

Malsano: Temiendo el fracaso y la humillación, los Tres malsanos pueden ser explotadores
y oportunistas, haciendo todo para sí mismos, utilizando a los demás para mantenerse
arriba. Viles, inmorales, mentirosos patológicos, aprovechándose de los demás de cualquier
modo posible. Completamente indignos de confianza, saboteadores y traidores maliciosos,
apuñalan por la espalda a amigos y colegas, arruinando reputaciones y relaciones por la
sensación de triunfo que ellos les produce. Inconscientemente son delirantemente celosos
con los demás. Mienten y engañan para poder proteger su imagen y asegurarse de que sus
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engaños no son descubiertos. Se tornan vengativos y diabólicamente sádicos, intentando


arruinar a los demás. Como forma extrema de patología pueden llegar a desarrollar
tendencias diabólicamente sádicas y psicóticas.

Tipo cuatro: El Artista

El tipo melancólico e introvertido: La persona creativa, individualista, introvertida y


depresiva.
El Cuatro es el tipo de la Triada del Sentir que menos expresa sus sentimientos. A los
Cuatro les cuesta expresar sus sentimientos porque son intensas combinaciones de
elementos prohibidos. Sentimientos que se mezclan con consideraciones negativas sobre sí
mismos y los demás. Debido a que sus sentimientos son con frecuencia vergonzosos,
caóticos y <<peligrosos>>, los Cuatro promedio y malsanos han aprendido a guardárselos
para sí mismos. Lo hacen en parte porque así consiguen mitigarlos y en parte para eludir la
humillación o el castigo que les sobrevendría si los expresaran. Pero a medida que se
guardan para sí sus sentimientos, los Cuatro promedio y malsanos se vuelven
dolorosamente conscientes de sí mismos y emocionalmente vulnerables. Sufren así muchas
más consecuencias prácticas negativas en sus vidas y relaciones.

Sano: Los Cuatro sanos son individuos introspectivos, conscientes de sí mismos, en


contacto con los sentimientos y los impulsos internos. Sensibles e intuitivos respecto a sí
mismos y a los demás: compasivos, atinados, discretos y respetuosos. Autoexpresivos,
altamente personales, individualistas. Les gusta estar solos, dándose tiempo para que sus
impulsos inconscientes emerjan. Se revelan, son emocionalmente honestos, auténticos y
fieles a sí mismos. Tienen una visión irónica de la vida y de ellos mismos.: pueden ser
serios y graciosos, fácilmente conmovibles pero emocionalmente fuertes. En su mejor
estado: profundamente creativos, expresando lo personal y lo universal, posiblemente en
una inspirada obra de arte. A nivel personal, se tornan regeneradores y autorrenovadores
poseyendo una cualidad autocreativa y redentora, capaz de transformar todas sus
experiencias en algo valioso.

Promedio: Los Cuatro promedio comienzan a dar una orientación artística, estética y
romántica de la vida, revelando sentimientos personales indirectamente a través de algo
hermosa. Intensifican la realidad mediante la fantasía, la imaginación y enalteciendo
sentimientos apasionados. Puede que empiecen a estar emocionalmente abrumados: para
manejar sus sentimientos se retraen, ensimismándose, tornándose cohibidos y tímidos.
Comienzan a cuestionarse a sí mismos constantemente (dudas de su propia capacidad) y
toman todo en forma personal, poniéndose hipersensibles, sintiendo que son
<<diferentes>>, <<extraños>>. Malhumorados y cohibidos. Se sienten cada vez más
diferentes de los demás y, por tanto, exentos de vivir como ellos. La autocompasión los
conduce a distintas clases de autoindulgencia a tornarse decadentes y sensuales, a
revolcarse en un mundo de sueños, ilusiones y expectativas poco realistas. Sin embargo,
son perversamente voluntariosos, altivos, incapaces, poco prácticos e improductivos.

Malsanos: Si sus sueños (fantasías y expectativas) fracasan, los Cuatro malsanos se


enfurecen consigo mismos y se deprimen severamente, se avergüenzan de sí mismos y se
alienan de los demás debido a las autoinhibiciones y a la parálisis emocional.
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Profundamente fatigados, mentalmente confundidos, emocionalmente <<bloqueados>> e


incapaces de trabajar o funcionar, desarrollan un profundo sentido de futilidad e insensatez.
Agobiados por un autodesprecio delirante, odio a sí mismos, autorreproches, pensamientos
morbosos, y atormentados por sus fracasos: todo se convierte en una fuente de
autoacusaciones dañinas. Al sentirse inútiles y desesperanzados, se afligen mucho y se
autodestruyen, posiblemente abusando del alcohol o las drogas para escapar de su
abrumante odio a sí mismos. En casos extremos, es probable un colapso emocional o el
suicidio.

Tipo cinco: El Pensador

El tipo intelectual y analítico: la persona perceptiva, original, excéntrica y fóbica.


El Cinco es el tipo de la Triada del Hacer que desarrolla poco su habilidad para hacer o
llevar a cabo acciones prácticas. Lo Cincos tienden a pensar en ves de hacer, sintiendo que
no pueden actuar sin primero haber sopesado cuidadosamente todas las posibilidades
(aprendiendo todo lo que pueden sobre la tarea a realizar y previendo todas las
consecuencias que puede acarrear hacer una cosa en vez de otra). Se encuentran atrapados
en sus cabezas, pensando, ya que pensar sobre cómo actuar, sentir y relacionarse es siempre
más seguro y menos amenazante que experimentarlo. Los Cincos siempre están alertas ante
el mundo que les rodea (especialmente ante la gente), a menos que alguien o algo les
sorprenda, cosa que viven de forma abrumadora.

Sano: Los Cinco sanos son capaces de observar todo con extraordinaria perceptividad e
intuición. Mentalmente alerta, curiosos, con una inteligencia muy aguda. Capaces de
concentrarse, de enfrentarse en lo que llama su atención y de prever y predecir el probable
desenlace de algún acontecimiento. Les encanta aprender, poseer conocimientos y a
menudo se convierten en expertos en algún campo. Pensadores independientes,
innovadores, inventivos, desarrollando ideas extremadamente valiosas y originales. En su
mejor estado: se convierten en descubridores, comprendiendo ampliamente el mundo
mientras lo penetran profundamente. Visionarios, imparciales, observando las cosas en su
totalidad, en su verdadero contexto, haciendo las conexiones adecuadas, viendo las cosas
como realmente son. Puede que hagan descubrimientos pioneros de algo completamente
nuevo: con frecuencia brillantes, posiblemente genios de magnitud histórica.

Promedio: Los Cincos promedio se especializan, se tornan analíticos, examinando


constantemente las cosas en forma intelectual, <<haciendo una ciencia>> d las cosas:
involucrados en investigaciones, estudios académicos, el método científico, reuniendo datos
empíricos, elaborando teorías. A medida que especulan sobre ideas altamente complejas y
abstractas, se desapegan más, se preocupan por las interpretaciones y posibilidades antes
que por los datos o hechos reales. Se sumergen en detalles, temas esotéricos y teorías
complicadas, empezando a << perder el bosque por los árboles>>, no viendo el verdadero
contexto. Se convierten en <<mentes incorpóreas>>, aunque muy tensos y agudamente
agresivos como una defensa contra el verse emocionalmente involucrados o abrumados.
Quieren tener certeza respecto a sus ideas para poder tener algo seguro a lo cual aferrarse:
sacan conclusiones precipitadamente, interpretando los hechos según sus teorías,
tornándose reduccionistas, imponiendo ideas sobre los hechos. Si los demás no están de
acuerdo, se vuelven altamente pendencieros, graseros y cínicos: los demás son demasiado
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estúpidos como para comprender. Litigiosos para proteger sus <<descubrimientos>>.


Puede que sus interpretaciones provocativas, extremas e iconoclastas contengan
introvisiones valisas, pero también descabelladas verdades a medias.

Malsanos: Al rechazar y repeler todos los vínculos sociales, los Cincos malsanos se
recluyen y se aíslan de la gente y de la realidad: cada vez más reservados, extraños,
excéntricos y mentalmente inestables. Altamente hostiles y vituperiosos, pero temerosos de
las agresiones de los demás, se ponen cada vez más recelosos y mentalmente
sobreexcitados. Se obsesionan aunque se atemorizan con ideas proyectadas que parecen
amenazarlos, volviéndose paranoides y experimentando grotescas distorsiones, fobias y
alucinaciones. Finalmente, pierden contacto con la realidad: existe la posibilidad de locura
con tendencias esquizofrénicas.

Tipo Seis: El Lealista

El tipo tradicional y comprometido: la persona simpática, responsable, dependiente y


masoquista.
El Seis es el tipo de la Tríada de hacer que se encuentra más alejado de su habilidad para
actuar de forma independiente a los demás. Las personas de este tipo no tienen ningún
problema para actuar siempre que sus acciones estén reguladas por algún tipo de autoridad
o sistema de creencias. (También pueden revelarse contra la autoridad o sistema de
creencias en pos de otro). El elemento fundamental de los Seis es el sistema o persona con
el que se identifican: su sentido de identidad depende de esa identificación. Los Seis
promedio o malsanos sufren de ansiedad e inseguridad cuando no están seguros de cual es
su postura, especialmente cuando no saben cuales son sus figuras de autoridad.

Sano: Los Seis sanos son capaces de obtener intensas respuestas emocionales de los demás:
son graciosos, atrayentes, cautivadores, adorables, amistosos, juguetones y congraciadores.
La confianza es importante al igual que la vinculación con los demás y el establecimiento
de relaciones permanentes. Los demás sienten ternura hacia ellos y desean ayudarlos y
protegerlos. Se comprometen y son leales con aquellos con quienes se han identificado: la
familia y los amigos son importantes, al igual que el sentimiento de que <<pertenecen>> a
algún lugar. Responden a los demás siendo cooperadores, responsables, fiables,
trabajadores y cumplidores. En su mejor estado: se vuelven seguros de sí mismos,
independientes pero simbólicamente interdependientes como un igual. La fe en sí mimos
les lleva a tener una actitud positiva y a manifestar valentía, liderazgo, a ser creativos y
expresivos.

Promedio: Los Seis promedio empiezan a temer el tomar decisiones, el responsabilizarse


de sí mismos: se identifican con una figura (o un grupo) de autoridad, obedeciéndola (o). Se
convierten en tradicionalistas, <<jugadores de equipo>> y miembros de organizaciones,
haciendo obedientemente lo que se les dice. Empiezan a ser ambivalentes y a reaccionar
contra la autoridad a través de conductas pasivo-agresivas indirectas, dando señales
contradictorias y confusas. La ambivalencia hace que los Seis vacilen y reaccionen
imprevisiblemente: obran con dilación se vuelven indecisos, cautelosos, evasivos respecto a
todo. A medida que aumentan las tensiones, se vuelven gruñones, negativistas y
obstruccionistas. Para superar las dudas y tensiones, se tornan contrafóbicos y
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reaccionarios, adoptando un actitud recia y rebelde para sobrecompensar sus crecientes


inseguridades. Se vuelven beligerantes, reaccionando agresivamente a las aparentes
amenazas a su seguridad. Pueden ser altamente parciales, ruines e intolerantes, convirtiendo
a los demás en chivos expiatorios y atacando a cualquiera que parezca amenazarlos, como
una forma de callar sus temores e inseguridades.

Malsano: Al temer la condena y rechazo por parte de la figura de autoridad si han ido
demasiado lejos o si sus defensas contrafóbicas han fallado, los Seis malsanos se sienten
altamente inseguros y se tornan excesivamente dependientes y automenospreciativos, con
agudos sentimientos de inferioridad. Tienen una autoimagen disminuida y se deprimen,
sintiéndose cobardes, inútiles, incompetentes, atormentados por temores. Sobrerreaccionan
a todo, exagerando los problemas: puede que sus actos irracionales en efecto causen
precisamente aquello que temen. En extremo angustiados, se sienten perseguidos y
atacados por los demás, imaginando que la gente está <<empeñada en atraparlos>>. Para
liberarse de la angustia, el abandono y las consecuencias de sus actos, se tornan
autoderrotantes y quizás se rebajen y humillen ante la figura de autoridad para ser
rescatados. Como patología, se presenta una conducta autocastigadora y masoquista.

Tipo Siete: El Generalista

El tipo desinhibido e hiperactivo: La persona versada, extrovertida, inmoderada y


maníaca.
El Siete es el tipo de la Tríada del Hacer que ha desarrollado en exceso su habilidad para
actuar. Las personas con este tipo de personalidad tienden a hacer demasiadas cosas: no se
ponen límites a la hora de buscar constantemente nuevas experiencias y fuentes de
estimulación. De forma impulsiva hacen muchas cosas al mismo tiempo, adquiriendo y
consumiendo más y más de todo para matar la ansiedad y huir de su miedo a no tener lo
que necesitan. Los Sietes promedio y malsanos con frecuencia tienen muchas posesiones
materiales pero siguen insatisfechos ya que no pueden entregarse a nada (a menos que se
pierdan algo que les resulte más deseable).

Sano: Los Siete son extrovertidos, clásicos, orientados hacia el mundo real de las cosas y
sensaciones. Son espontáneos y se regocijan con todas las experiencias. Cada estímulo
produce una respuesta inmediata y todo les parece excitante y vigorizador. Alegres,
vivaces, estimulantes: flexibles y animosos. Se convierten en realizadores versados y en
individuos de aptitudes y conocimientos variados que hacen bien muchas cosas distintas:
con muchos talentos y destrezas. Prácticos, productivos, prolíficos, versátiles. En su mejor
estado: asimilan a fondo las experiencias, convirtiéndose en individuos reconocidos y
agradecidos, cautivados (asombrados) por las maravillas de la vida. Optimistas y alegres.
Comienzan a tener indicios de una vida más allá de lo físico, una realidad espiritual y un
profundo sentido de bondad.

Promedio: A medida que aumentan sus apetitos, los Siete promedio desean divertirse con
una variedad más amplia de experiencias, convirtiéndose en consumidores ávidos,
materialistas codiciosos, playboys y gente de alta sociedad, individuos mundanos y
avezados en las cosas del mundo, conocedores, imponen modas y buscan continuamente
nuevas sensaciones. Es importante tener dinero para costear las nuevas diversiones. Se
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vuelven incapaces de decirse no, de negarse cualquier cosa: comienzan a ser hiperactivos,
lanzándose en una actitud constante, haciendo y diciendo cualquier cosa que se les ocurre.
Temen aburrirse y tratan de aumentar su estimulo y excitación manteniéndose en constante
movimiento, distrayéndose con algo entretenido y nuevo, aunque hagan demasiadas cosas,
volviéndose superficiales, diletantes locuaces que sólo tontean. Sin inhibiciones,
ostentosos, extravagantes, abiertos, ruidosos y descarados siempre hablando, haciendo
comentarios chistosos o agudos, bromeando y <<actuando >> para mantenerse animados.
Comienzan a sentir que jamás se satisfacen, así que se vuelven inmoderados y desmedidos,
sumiéndose en su consumo conspicuo, pero codiciando más. Egocéntricos, egoístas,
exigentes e impacientes. Rendido y endurecidos por su disipación y exceso, pero
insatisfechos. Insensibles ante los demás: pueden ser groseros, descorteses. Tiene
tendencias adictivas, especialmente al alcohol y las drogas.

Malsanos: Los Siete malsanos se frustran muy fácil y rápidamente, poniéndose ofensivos y
abusivos a medida que exigen cualquier cosa que desean para mantenerse ocupados y
distraídos. Se vuelven escapistas infantiles, impulsivos e insultantes, sumiéndose en ataques
de ira y pataletas: tienen serios problemas para controlarse. Las adicciones al alcohol, a las
drogas y a otros excesos cobran su precio a medida que se convierten en individuos
libertinos, pervertidos y depravados. Antes que manejar la angustia, expresan los impulsos
en conductas sin inhibiciones, descontrolándose, siendo victimas de cambios anímicos
caprichosamente erráticos, volátiles y de actos compulsivos (maniacos). Participan en locas
parrandas de diversos tipos, grandiosas y delirantemente poco realistas, como si no
hubieran límites para ellos. Huyen de ellos mismos y padecen ataques de pánico si fallan
las defensas.

El Tipo Ocho: El Líder

El tipo fuerte y dominante: La persona poderosa, expansiva, dictatorial y destructiva.


El Ocho es el tipo de la Tríada del Relacionarse que ha desarrollado mucho su habilidad
para relacionarse con el entorno. Los Ocho normalmente tienen dificultades para
relacionarse con los demás porque quieren dominar a todo aquel que se encuentra en su
ámbito. Las personas con este tipo se experimentan a sí mismos como personas que pueden
conseguir lo que quieren. Aunque sin llegar a la brutalidad, los Ochos pueden ser agresivos
en su lucha no declarada para sobrevivir ellos mismos y por aquellos a los que quieren
proteger y defender. Pueden tener un efecto altamente beneficioso sobre su entorno o todo
lo contrario.

Sano: Los Ochos sanos han aprendido a luchar para conseguir lo que necesitan y desean.
Orientados a la acción, con una actitud de <<puedo hacerlo>> y motivados internamente.
Les encantan los desafíos y son hábiles para iniciar proyectos, tomando la iniciativa y
haciendo que las cosas ocurran. Son líderes naturales que los demás respetan y a quienes
acuden en busca de decisiones y orientación: decididos, autoritarios y dominantes. Se ganan
el respeto siendo honorables usando el poder de forma constructiva, defendiendo y
protegiendo a la gente, actuando como proveedores, auspiciadores y promotores de causas
nobles y empresas valiosas. En su menor estado: se vuelven moderados, magnánimos y

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tolerantes, dominándose, apoyando a los demás y satisfaciendo las necesidades ajenas con
su fortaleza. Valientes, posiblemente heroicos e históricamente grandiosos.

Promedio: Los Ochos promedio desean ser autosuficientes, usar su poder y fuerza sólo
para su propio interés. La autosuficiencia económica es muy importante: se convierten en
<<individualistas recios>>, atrevidos negociantes y empresarios. Audaces, les encantan las
aventuras y correr riesgos para ponerse a prueba y autoafirmarse. Empiezan a querer
dominar completamente el ambiente (incluyendo a los demás), tornándose enérgicos,
agresivos y más expansivos: el constructor de imperios y agente de poder cuya palabra es
ley. Orgullosos, egocéntricos, imponiendo su voluntad y visión de todo, mandando de un
lado a otro a los demás arrogantemente como si fueran sus vasallos, no considerando a las
personas como iguales ni respetando sus necesidades, creando relaciones amo-esclavo (y
tendiendo a mezclar sexo y agresión en una cruda vulgaridad, machismo y bravata). Sienten
que deben salirse con la suya, tornándose confrontadores, beligerantes, amedrentadores y
desafiantes, creando y gozando de relaciones antagónicas. Todo lo convierten en una
prueba de voluntad y no ceden. Utilizan amenazas y el temor a las represalias para que los
demás les obedezcan, para mantenerlos en desequilibrio y con una sensación de impotencia.
Los demás se sienten inseguros y oprimidos: el trato injusto hace que la gente tenga
resentimiento y odio hacia ellos.

Malsano: Los Ochos malsanos desean aferrarse a su poder y prevalecer sin importar el
costo: se vuelven completamente crueles, violentos, inmorales y despiadados, no
admitiendo la culpa, el temor y cualquier otro sentimiento humano. Dictatoriales, tiránicos,
adoptando la filosofía totalitaria de <<el poder concede el derecho>> y <<la ley de la
selva>>. Comienzan a desarrollar ideas delirantes acerca se sí mismos (megalomanía),
sintiéndose omnipotentes, invencibles e invulnerables; se ponen cada vez más temerarios,
extendiéndose demasiado a sí mismos y a sus recursos. Finalmente, si están en peligro,
puede que destruyan vengativa y brutalmente todo lo que no haya acatado su voluntad.
Sociopáticos, bárbaros, asesinos.

Tipo Nueve: El Pacificador

El tipo flemático y tranquilo: La persona pacífica, reforzadora, pasiva y reprimida.


El Nueve es el tipo de la Tríada de Relacionarse que se encuentra más distanciado de su
habilidad para relacionarse con el entorno tal y como es. Las personas de este tipo se han
identificado tanto con una visión idealizada de la realidad que carecen del sentido de sí
mismos al margen de sus idealizaciones. Los Nueves y sus visiones idealizadas se
convierten en una sola cosa. Aunque esto les proporciona una profunda sensación de paz y
bienestar, también corren el peligro de estar demasiado reprimidos, poco desarrollados y
apáticos ante la realidad. Los Nueve promedios y malsanos ignoran lo que no quieren ver
en vez de manejar todo aquello que les perturba por lo contradictorio que les resulta ante su
visión idealizada d las cosas.

Sano: Los Nueve sanos son profundamente receptivos, abiertos, poco cohibidos,
emocionalmente estables serenos. Aceptantes, confiados en sí mismos y los demás,
relajados, en armonía con la vida. Pacientes, amables, modestos, inocentes, sencillos y
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genuinamente agradables. Optimistas, reforzadores, bondadosos, apoyadores, hacen que la


gente se sienta cómoda y tienen una influencia sedante, sanadora, armonizando a los grupos
y uniendo a las personas. Buenos mediadores, confortadores y protectores. Tienen una
enorme dignidad, profunda serenidad y verdadera paz que proviene de la aceptación de la
condición humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tiene gran
ecuanimidad y genuina satisfacción. Se sienten autónomos y realizados, paradójicamente
unidos consigo mismos, pero capaces de establecer relaciones más profundad debido a su
unión interior. Se vuelven más atentos, despiertos y alerta ante sí mismos y los demás.

Promedio: Los Nueve promedio se vuelven humildes, acomodándose y aprobando


demasiado a los demás. Dóciles, excesivamente adaptables y conciliadores, aceptando
ingenua e incondicionalmente roles y expectativas convencionales subordinándose al otro y
viviendo a través del otro. Conservadores y temerosos a los cambios, trastornos o presiones
de cualquier tipo. Se vuelven pasivos, flemáticos, indiferentes y complacientes, alejándose
de los conflictos y barriendo los problemas debajo de la alfombra. Perezosos,
emocionalmente indolentes, maldispuestos a esforzarse, muestran indiferencia y floja
dilación, deteniéndose hasta que los problemas desaparecen solos. Empiezan a
<<resintonizarse>> de la realidad, olvidándose de lo que no quieren ver. Desligados,
desatentos e irreflexivos: el pensar se vuelve confuso, poco claro y meditabundo,
principalmente acerca de emociones idealizadas de cuán armonioso y <<placentero>>
debería ser todo. Si los problemas no desaparecen, los Nueve empiezan a minimizar su
seriedad para clamar y apaciguar a los demás, para <<dejar detrás los problemas>> y tener
<<paz a cualquier precio>>. Se vuelven estoicos, fatalistas y resignados, como si no
pudieran hacer nada para cambiar las cosas. Tiene poco criterio, responsables de los
pecados de omisión y pensamientos fantasiosos, buscando una solución mágica que
resuelva los problemas sin su esfuerzo o respuesta.

Malsanos: Los Nueve malsanos se tornan demasiado reprimidos y entonces se produce un


desarrollo personal inadecuado: se convierten en individuos desvalidos e incapaces, y los
demás deben intervenir para salvarlos de ellos mismos. Se vuelven obstinados, negando con
insistencia la existencia de problemas y conflictos o que algo anda mal. Seriamente
negligentes e irresponsables, peligrosos para cualquier persona que los necesite. Si los
problemas persisten, se disocian de cualquier cosa amenazante, de modo que a la larga no
pueden funcionar, convirtiéndose en individuos severamente desorientados,
despersonalizados, catatónicos e inmovilizados. Existe la posibilidad de colapso emocional,
fragmentación de la personalidad con personalidades múltiples.

Tipo Uno: El Reformador

El tipo racional e idealista: La persona idealista, ordenada, perfeccionista e intolerante.


El Uno es tipo de la Tríada del Relacionarse que menos ha desarrollado su habilidad para
relacionarse con el entorno. Es decir, los Unos necesitan sentirse justificados para sus
consecuencias antes de poder actuar. Los Unos también tienen problemas para relacionarse
con las personas y el entorno porque creen que necesitan ser perfectos antes de darse la
oportunidad de hacer lo que pretenden o querer lo que realmente anhelan. Los Unos se ven
a sí mismos y al mundo que les rodea lejos del estado ideal que hay que alcanzar; por tanto,
se sienten insatisfechos con la realidad tal y como es (y con sí mismos) ya que siempre se
ICASI!Por!Miguel!Angel!Pichardo!Reyes!114!
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podría mejorar más todo. Los Unos promedios y malsanos se vuelven cada vez más
irritables e intolerantes si el entorno no tiende a su idea de perfección.

Sano: Los Unos sanos son concienzudos, poseyendo un profundo sentido del bien y el mal
y sólidos valores morales. Racionales, razonables, autodisciplinados y moderados,
altamente éticos: la verdad y la justicia son valores fundamentales. La inteligencia y la
rectitud los convierten en sobresalientes maestros morales, ejemplos como personas y
testimonios vivientes de la verdad y otros valores. De elevados principios, siempre
deseando ser imparciales, justos y objetivos, y anhelando sublimar sus propios deseos en
aras del bien supremo. Encarnan el ideal apolíneo de cultivar la virtud, logrando excelencia
y equilibrio. En su mejor estado: se vuelven extraordinariamente sabios y juiciosos, de
magnífico criterio, parecen saber que es lo mejor (moralmente) en todas las circunstancias.
Tienen en mente las prioridades adecuadas, lo que les da una perspectiva trascendental.
Tolerantes con los demás: la verdad será escuchada. Dan consejos sabios y son nobles.

Promedio: Los Unos promedio empiezan a sentir una “noblesse oblige” –es decir, que
depende de ellos mejorar todo personalmente-, se convierten en reformadores, cruzados,
críticos e idealistas nobles. Promueven causas, se preocupan en trabajar en pos de un ideal
que haga que las cosas progresen como <<debieran>>. Se vuelven temerosos de cometer un
error: todo debe ser consecuente con sus ideales. Se tornan ordenados, pulcros, metódicos,
bien organizados, lógicos y detallistas, aunque rígidos, impersonales, serios y
emocionalmente constreñidos; tienen refrenados sus sentimientos e impulsos, lo que resulta
en una característica antiséptica, sexualmente reprimida. Puritanos, anales (compulsivos),
exigentes, meticulosos, puntuales y pedantes. El pensar es jerárquico y deductivo,
separando todo en dicotomías de blanco o negro, bueno o malo, correcto o incorrecto.
Altamente pertinaces respecto a todo corrigiendo a las personas y fastidiándolas para que
hagan lo que según ellos es correcto. Críticos consigo mismos y los demás. Moralizadores,
regañones y enojados con indignación con cualquier persona (o cosa) que ellos consideren
incorrecta, equivocada, desordenada o fuera de lugar.

Malsano: Los Unos malsanos pueden ser intolerantes, extremadamente dogmáticos e


inflexibles. Solo ellos conocen La Verdad y hacen declaraciones implacablemente a partir
de obstáculos estrechos y prohibitivos. Muy severos en sus juicios; ellos tienen razón, los
demás no. Emplean la sofisticación y racionalizaciones para mantener su posición
<<lógica>>. Se obsesionan respecto a la maldad de los demás, aunque, irónicamente, puede
que hagan lo mismo o algo peor, haciendo hipócritamente lo contrario de lo que predican
mientras racionalizan sus propias acciones como ellos dicen, se tornan inhumanamente
crueles y sádicos, condenando a los demás y encargándose de que sean castigados.

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