¿Por qué el Tribunal Constitucional Considera que es un Servicio
Público y que implicancias tuvo ello en el caso resuelto?
En este caso nos vemos ante un acto de desigualdad respeto a las oportunidades laborales, si bien es cierto en la Carrera Pública Magisterial, existen ciertos parámetros donde se establece la permanencia o el retiro de la misma, pero respecto al ser retirado considero que aquí prima de que las leyes no son retroactivas y asimismo vemos que se desconoce a su título profesional considero que es una discriminación absoluta ya que en todos los organismos del estado, se puede ver que hay una gran cantidad de actos de corrupción y mala gestión por parte del sector administrativo y a ello no se les desconoce su título profesional solo se le sanciona y muchas veces se le inhabilita , pero aparte de este contexto quien evalúa a los servidores públicos y se aplica lo mismo que se aplica al sector educativo, es en tal sentido que la igualdad ante la Ley se está vulnerando y por otro lado se está manifestando en estos accionares evaluativos por parte del estado como una acto de discriminación a los profesionales de sector educativo.
La educación es un servicio público, porque esta beneficia a una población, y
beneficio a los profesionales que ahora ejercen la carrera de educación, por lo que este derecho no puede ser difuminado con estos parámetros que solo están diseñados para un sector, si bien es cierto que la evaluación es buena, pero no se puede estar aplicando solo a un sector de profesionales. Asimismo, debe ser considerada como un servicio público esencial, ya que la educación básica regular es un servicio esencial, por lo que el estado tiene el deber de garantizar la continuidad de los servicios educativos. El derecho a la educación se encuentra garantizado por diversos artículos en la carta Magna. Así también el TC estableció que en un estado social y democrático el derecho a la educación adquiere un carácter significativo, por lo que el estado está en la obligación de supervisarla. Así también estableció que la educación se configura como un servicio público en la medida que se trata de una prestación publica, por ello el estado tiene la obligación de garantizar a la comunidad los servicios educativos. Por otro lado, vemos que las implicancias que se tiene son, la de que menos profesionales quieran impartir su preparación en dicha carrera y por ende ejercerla, es por ello que se le considera a la educación como un servicio público presencial, por otro lado se muestra que la ley contraviene la carta magna debido a que el sistema como el régimen educativo son descentralizados por lo que no se puede designar al Ministerio de Educación como unido, responsable de la gestión del proceso como del programa de formación y capacitación permanente.
El TC considera que la educación es un servicio público pues claramente se
expresa en el artículo l de la Ley N.º 28988 el cual fundamenta que: Constituyese la Educación Básica Regular como un servicio público esencial, a fin de garantizar el pleno ejercicio del derecho fundamental de la persona a la educación, derecho reconocido en la Constitución Política del Perú en la Ley General de Educación y en los Pactos Internacionales suscritos por el Estado peruano. La administración dispondrá las acciones orientadas a asegurar los servicios correspondientes. Artículo 1.- La educación como servicio público esencial Constituyese la Educación Básica Regular como un servicio público esencial, a fin de garantizar el pleno ejercicio del derecho fundamental de la persona a la educación, derecho reconocido en la Constitución Política del Perú en la Ley General de Educación y en los Pactos Internacionales suscritos por el Estado peruano. La administración dispondrá las acciones orientadas a asegurar los servicios correspondientes. También, el artículo 3º de la Ley N.º 29062 impugnada a través del presente proceso de inconstitucionalidad, se encuentra conforme a lo establecido por la Ley N.º 28988, que declara expresamente a la educación básica regular corno servicio público esencial. No existe discusión sobre la naturaleza de la educación como derecho de rango constitucional. El sustento está en los valores del modelo democrático y en la vinculación del Perú respecto de los tratados internacionales sobre derechos humanos, aspectos que han sido considerados en la Ley General de Educación y en los pronunciamientos reiterados del Tribunal Constitucional, que ha fijado sus alcances y ha definido su primer nivel de importancia, la educación como un servicio público que todo régimen democrático, como el peruano, debe atender, ya sea como prestador directo o como garante de su prestación por parte de terceros.