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CARACTERIZACION GEOQUIMICA E ISOTOPICA DEL AGUA SUBTERRANEA Y DETERMINACION DE LA MIGRACIÓN DE LA INTRUSION MARINA EN
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c) Que fueran representativas de las diferentes continente (Flores et al. 1998; Monreal, et al., 2000).
salinidades Con base en datos gravimétricos (Exploraciones del
Subsuelo, S.A., 1971), obtuvimos un plano de profun-
HIDROMORFOTECTÓNICA didad al basamento cristalino que muestra el desarrollo
La morfología de la zona litoral es producto de la de una alternancia de estas fosas tectónicas (grabens)
tectónica distensiva de la Provincia del “Basin and y bloques levantados (horsts) sensiblemente orientadas
range Sonorense” (De Zcerna, 1988) y a la apertura del NW–SE que alcanzan profundidades superiores a los
Golfo de California. Como resultado existen una serie 1500 metros (figuras 7 y 8).
de fosas tectónicas sedimentarias formadas por blo-
ques caídos, cuyo basamento cristalino regional está HIDROESTRATIGRAFIA
constituido por intrusivos de composición granítica, que Monreal et al. (2000); Montijo (2001) basándose
forman parte del llamado Batolito Larámide de Sonora, en la información geofísica y litología de pozos someros
presentan numerosos “roof pendants” de rocas anti- y profundos proponen la presencia de tres unidades
guas, cubiertos en discordancia, por rocas post-batolíti- principales y un basamento (figura 9): 1) Unidad
cas y depósitos recientes (SARH, 1978; 1982; Morales, Superior (aluviones del cuaternario); 2) Unidad Media
et al., 2000). Desde el punto de vista hidrogeológico (sedimentos marinos de edad miocénica); 3) Unidad
estas fosas representan canales de alta permeabilidad Inferior (gravas y arenas miocénicas), Basamento
que facilitan el proceso de intrusión marina hacia el cristalino (granitos y rocas volcánicas).
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Figura 9. Red de monitoreo de pozos agrícolas. Figura 10. CEV a 100 m de profundidad.
La distribución espacial de parámetros químicos se por Flores et al. (1998). Si se compara esta salinidad
obtuvo con una red de monitoreo de 107 pozos y se uti- con la del año 1975 se observa la evolución en la faja
lizaron las calles agrícolas del Distrito de Riego (36, 28, costera (figura 12). Para 1975, la calidad del agua no
20 y 12) como rutas de rastreabilidad (figura 9). En rebasaba 1,500 mg/l en las zonas con mayor salinidad,
cada pozo se midió la C.E; pH y T ºC de la muestra, así mientras que actualmente la invasión ocupa ese espa-
como las Coordenadas UTM con un equipo de posi- cio con más de 10,000 mg/l.
cionamiento Garmin GPS 100 SRVY II. Con la CE mixta Esta distribución de salinidad, en términos de la
(medida a boca de pozo) se obtuvo la distribución de la CE, es igualmente consistente con la obtenida para sóli-
salinidad del agua de mezcla, representativa de la dos totales disueltos (STD) y confirma las tres zonas de
columna en las tres zonas de; a) intrusión, b) interfase salinidad, según la clasificación simple de Custodio
y c) agua dulce del acuífero (figura 11). (1976): 1) zona de intrusión de agua marina, más de
La configuración de la CE mixta muestra una dis- 10,000 mg/l; 2) zona de interfase de agua salina, entre
tribución espacial que coincide muy cercanamente con 1000 y 10,000 mg/l; y 3) zona de agua dulce con
la hidrodinámica del sistema, ya que responde al cono menos de 1000 mg/l (figura 11). La calidad del agua
de abatimiento que ha modificado e inducido al flujo dulce representativa del acuífero, en términos de STD
subterráneo hacia la zona de mayor concentración del tiene 350 mg/l.
bombeo, esto confirma los patrones advectivos citados
Figura 11. CE Mixta (µS/cm) Figura 12. STD Año 1975 (mg/l)
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Al correlacionar la geoquímica del agua con resul- correlacionándolos con la geoquímica del agua, la
tados de sondeos electromagnéticos (método TEM), la geofísica y la hidrodinámica del acuífero sobre el esque-
gravimetría, la resistividad del fluido, la CEV obtenidas ma tridimensional del basamento cristalino donde se
en los 30 pozos de monitoreo, los perfiles de resistivi- observa que las rutas coinciden con los bajos grav-
dad existentes y la hidroestratigrafía, se define con cla- imétricos, lo que explica el porqué de la mayor facilidad
ridad la pluma de intrusión salina, mostrada en las figu- de penetración del flujo marino por estas zonas prefer-
ras 20 y 21 en color más oscuro, definida en forma enciales (figuras 22 y 23). La configuración resultante
transversal a la línea de costa de Oeste a Este, donde se muestra dos zonas de penetración predominantes,
observa el espesor y avance alcanzado desde 1978. Bahía Kino y Punta Baja, con un alcance de hasta 32 y
Finalmente para confirmar las rutas de penetración 28 km respectivamente. En ambos casos, su trazo tiene
del agua marina se seleccionaron pozos con diferente tendencia hacia la ubicación del cono de abatimiento,
salinidad de acuerdo con la jerarquía de APHA (1995) y del cual se induce al flujo salino hacia el centro del
se ubicaron con su posicionamiento georeferenciado, cono.
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cionadas, atraída por su inducción hacia el centro del Sódica Bicarbonatada, y concentración de 950 mg/l de
acuífero. Ello sugiere que de continuar con las condi- STD. Las determinaciones de Tritio de esta agua se
ciones actuales, la intrusión marina continuará mez- encuentran en el rango de 0.1 U.T, afirmando su condi-
clándose y degradando la calidad del agua de dulce del ción de agua premoderna. El agua está casi libre de cal-
acuífero. cio y magnesio (2.2 y 0.4 mg/l), para cumplir con lo
El pozo de observación PHB-15 (figuras 9 y 24) con anterior, el agua tiene que ser pobre en minerales de
1000 m de profundidad, sellado desde la superficie carbonato, por lo que la determinación de edades rela-
hasta 380 m, presenta una concentración isotópica tivas de Carbono-14, confirmarían la diferencia en orí-
promedio de δD = -62 o/oo; δ18 O = -8.8 o/oo. Estos val- genes para las aguas subterráneas. El agua del acuífero
ores del delta están muy abatidos en isótopos pesados aluvial, varía entre 2,751 a 4,630 ± 30 a 50 años en
y distintos de los obtenidos para el acuífero de la Costa dirección del flujo. Para la paleoagua se obtuvieron dos
de Hermosillo. La caracterización isotópica sugiere que determinaciones una de 25,820 ± 150 años (este estu-
se trata de aguas muy antiguas, o fósiles, entrampadas dio) y 30,000 ± 190 años (Payne, 1978). Lo que sugiere
sin recarga, cuyo origen se dio bajo condiciones climáti- que: a) esta agua tuvo su recarga durante periodos
cas más frías y más húmedas que las actuales. Las interglaciares; b) actualmente no tiene recarga; c) se
aguas dulces muestran una evaporación más alta que la puede considerar fósil y se encuentra entrampada, por
paleoagua, lo cual acentúa su diferencia de origen y lo que es un recurso finito que requiere ser evaluado
sugiere una respuesta al promedio anual de la temper- antes de pretender explotarla.
atura y a la escasa precipitación en la región. Es del tipo
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