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Mentalización.

 Revista  de  psicoanálisis  y  psicoterapia,  5;  Octubre  2015       1  


 

Reconsiderando la Sangre en el Ojo: Apego y Psicoanálisis, 2015


Reseña del artículo:
Fonagy, P., Campbell, C. (2015) Bad Blood Revisited: Attachment and Psychonalysis, 2015. British Jour-
nal of Psychotherapy, 31(2)ñ 229-250

Por: Dr Nicolás Lorenzini


“Hay sangre en el ojo entre el psicoanálisis y la teoría del
apego. Y como en toda rivalidad familiar, es difícil identi-
ficar dónde comenzó el problema”
(Fonagy, 2001; p. 1)
 

Este articulo tiene como objetivo el revi- lerancia con ideas alternativas, tolerancia que
sar la relación entre el psicoanálisis y la teoría se mantiene hasta el día de hoy. Sin embargo,
del apego, tema central de un libro escrito por si bien los nuevos avances de la época, entre
Peter Fonagy el año 2001. Cumpliéndose 15 ellos Winnicott, Fairnbairn, Kohut and
años de la publicación de ese trabajo, Fonagy Kernberg permiten un diálogo más fluido
y Campbell reconsideran las ideas expuestas entre psicoanálisis y apego, los psicoanalistas
en aquel texto, considerando la teoría de la siempre tuvieron recatos con respecto a la
mentalización como el engranaje entre estas naturaleza no-hermenéutica de la teoría del
dos ricas teorías. apego y a su epistemología positivista.
El surgimiento de teorías relacionales en
Los autores consideran que la teoría del psicoanálisis sin duda ha allanado el camino
apego se encuentra al borde de una revolución para que diversos psicoanalistas se interesen
científica, en la que luego de varias décadas de en la observación objetiva de los procesos que
trabajo científico en el tema, la inmensa can- construyen el mundo social del infante.
tidad de datos producida pone en tela de jui- Si tomamos las ideas de Fairnbairn, que
cio la utilidad de las metodologías de investi- proponen que las personas estamos motivadas
gación actuales. por la necesidad de relacionarse con otro, y no
Mucho se ha dicho sobre la convergencia como un derivado de pulsiones relacionadas
entre psicoanálisis y apego. Si bien la teoría puramente una satisfacción somática, enton-
del apego surge dentro del ámbito psicoanalí- ces nos acercamos más a la teoría del apego.
tico, cuestionó fuertemente las nociones klei- A esto se le suma el esfuerzo del psicoaná-
nianas que eran populares en psicoanálisis en lisis moderno por comprender los elementos
la mitad del siglo XX. Al mismo tiempo, otros del desarrollo de esta capacidad de relacionar-
psicoanalistas comenzaron, de manera inde- se: el mirroring de Kohut, el sostenimiento de
pendiente, a cuestionar las nociones omnipre- Winnicott y la contención de Bion, se suman
sentes de la fantasía interna kleiniana y de la a la teoría del apego, que explica el desarrollo
centralidad de los impulsos pulsionales de la de la capacidad social como consecuencia de
teoría freudiana. Los círculos psicoanalíticos la respuesta contingente del cuidador al bebé.
de la época comenzaron a mostrar mayor to-

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RESEÑA:  Apego  y  psicoanálisis,  2015     2  

La teoría del apego también ha evolucio- guerra consigo misma. La teoría del apego
nado con los años. La introducción del con- falla en reconocer las diversas capas de la ex-
cepto de modelos de trabajo internos de Bo- periencia subjetiva, concentrándose solamen-
wlby, puso a la teoría del apego fuera del es- te en el nivel del self y del self en relación con
pectro de teorías “sin mente”, como las teorías el otro.
mecanicistas de la impronta, muy populares En la actualidad, la gran acumulación de
en etnografía, y la sitúa dentro del espectro de datos empíricos contradictorios obtenidos por
teorías simbólicas, donde existe un elemento los científicos del apego nos muestra, según
mental, central al desarrollo (los modelos de Fonagy, que la teoría del apego necesita una
trabajo internos). Este concepto amplía la ampliación, y que en la realidad concreta es
teoría del apego y da cuenta de la complejidad muy difícil encontrar tipos puros de apego. Se
del comportamiento humano, evitando así las necesita mayor complejidad. Así por ejemplo,
críticas del psicoanálisis, que hasta entonces estudios empíricos han mostrado que el apego
consideraban el apego como una teoría meca- adulto no está necesariamente relacionado
nicista, reduccionista y pavloviana. con el apego infantil, sino que existen podero-
Sin embargo, aun existen voces de escep- sas fuerzas que actúan durante la adolescencia
ticismo dentro de los círculos psicoanalíticos, (en la adolescencia el apego responde a in-
especialmente en contra de la metodología de fluencias genéticas mucho más que durante la
investigación sistemática de los fenómenos infancia, como descubrió Pasco Fearon en
mentales. Fonagy y Target (2007) ya habían 2014). El psicoanálisis tenía razón desde el
expresado que la teoría del apego esta en des- comienzo: el apego no lo explica todo. Hay
ventaja con respecto al psicoanálisis en que la muchas particularidades que necesitan ser
primera desconoce la influencia de la sexuali- estudiadas: los genes, el ambiente social ex-
dad, ve a la agresión como una motivación tendido, la influencia de condiciones socio-
secundaria, es pobre en su conceptualización económicas, etc.
de la fantasía inconciente, ofrece modelos En la actualidad, los científicos del apego
mecanicistas del conflicto psíquico, se basa en han retornado a las técnicas observacionales,
un reducido número de instrumentos de eva- dudando del poder explicativo de la Situación
luación de donde obtiene todos sus insights Extraña y de la Entrevista de Apego adulto.
(particularmente la Situación Extraña y la Estas técnicas se parecen mucho más alas téc-
Entrevista de Apego Adulto), clasificando a nicas de investigación psicoanalítica de hace
las personas en categorías amplias que pier- unas décadas, desarrolladas por Stern y Emde.
den la sutileza de las diferencias individuales y Por ejemplo Beebe et al. (2010; 2012) han
en suma, entrega herramientas clínicas limi- descubierto que factores interpersonales son
tadas. Sin embargo, bajo mayor escrutinio, predictores más poderosos del desarrollo del
estas críticas son superficiales. Bowlby y otros apego que los factores interpersonales. Más
teóricos del apego se han interesado en la que la respuesta contingente del cuidador, lo
forma en que defensas en contra de los trau- que predice el apego del infante es la capaci-
mas que implica la separación estructuran la dad de madre de regular sus propios compor-
personalidad, dándole preeminencia al incon- tamientos, y los intentos del infante de regular
ciente dinámico. sus emociones.
Ahora bien, es justo decir que la teoría del El psicoanálisis no está libre de la necesi-
apego descuida las diferencias cualitativas dad del cambio. Si bien la rigidez psicoanalíti-
entre el conciente, inconciente y preconciente, ca de la mitad del siglo XX se ha convertido en
y la respectiva cosmovisión de una mente en una tolerante aceptación de multiplicidad de

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ideas acerca del funcionamiento mental, esta a nuevas situaciones sociales, etc. El meca-
misma multiplicidad implica que ninguna nismo por el cual este aprendizaje social es
escuela psicoanalítica puede decir con certeza obtenido, es llamado aquí “confianza episté-
como y porqué el psicoanálisis es mutativo. mica¨. Para aprender la gran cantidad de co-
Esto sumado a la evidencia empírica resumida sas que un humano debe saber para vivir en el
bajo el título del ¨Veredicto del pájaro Do- mundo, necesita una fuente confiable de in-
do¨(ver número II de esta revista), que nos formación. Pero esta necesidad esta con con-
muestra que todas las psicoterapias tienen flicto con otra: la necesidad de no ser engaña-
resultados similares y que no hay ninguna do y de auto-protegerse. La necesidad de
mejor que la otra. En este punto es donde te- aprender debe, a momentos superar la necesi-
nemos que situar la contribución del concepto dad de protegerse y no creer. Es así como los
de mentalización. humanos hemos desarrollado un mecanismo
Considerando que la historia humana ha de Pedagogía Natural (que es el nombre de la
resultado en complejos sistemas sociales y de teoría de Gergely y Csibra, 2009; 2011). Esta
conocimiento, es que necesitamos un sistema teoría postula que los humanos hemos elabo-
de comunicación más complejo que otras es- rado un sistema para aprender de otros y en-
pecies. Hay mucho de la experiencia humana señar a otros. Nuestro sistema para aprender y
que no puede ser codificado en lo instintivo o enseñar es exclusivo de nuestra especie, y es
biológicamente determinado. Por esa razón es capaz de transmitir conocimientos que no son
como se ha visto evolucionar al ser humano en absoluto obvios, y nos permite además
en el sentido de una prolongación de la infan- generalizarlos.
cia y la indefensión de la cría humana (mas Este sistema funciona dentro de una rela-
larga que en cualquier otro mamífero), así ción de apego, pues el apego va más allá de
como la emergencia de una parentalidad más asegurar la supervivencia física del infante.
intensiva. Es en este contexto, el contexto del Entre las cosas que se aprenden a través de
apego, donde capacidades cognitivas comple- este sistema es la naturaleza de la subjetividad
jas son desarrolladas, notablemente la capaci- y el funcionamiento simbólico de la mente
dad de mentalizar. El apego seguro permite al humana. Para Fonagy, la ventaja evolutiva
infante humano desarrollar la capacidad de más importante de las relaciones de apego es
tener la mente del otro en la propia mente, la oportunidad que da al infante humano para
pues el cuidador ha sido a su vez capaz de desarrollar conocimiento social. Para una
contener la mente del infante, y de reflejarla. descripción mas acabada de los procesos de la
El apego seguro también facilita el desa- pedagogía natural y la confianza epistémica,
rrollo de la confianza epistémica, esencial para recomendamos revisar el numero II de esta
el aprendizaje de diversas complejidades del revista. Podemos decir aquí que los seres hu-
mundo humano, que esta en constante cam- manos aprendemos más de otro cuando este
bio. otro nos trata como agentes, como poseedores
Este nuevo paso en la teorización de la de una mente intencional. No sólo aprende-
mentalización puede ser explicado así: la evo- mos más, sino que somos más capaces de ge-
lución humana necesita la transmisión de neralizar el conocimiento así adquirido. El
información cada vez más compleja: debemos otro nos comunica que nos ve como agentes
aprender que es lo que significa estar triste, y cuando utiliza mecanismos comunicativos
también debemos aprender como funciona un llamados “señales ostensivas”, también expli-
horno de microondas. Y cada generación hu- cadas en el número II de esta revista. Dado
mana se ve enfrentada a nuevas herramientas, que la señal ostensiva mas importante en la

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relación diádica con el infante es la respuesta ma en que conceptualizamos la psicopatología


contingente del cuidador, y que tal compor- y la comorbilidad. Es curioso que no exista
tamiento también facilita el desarrollo de ape- evidencia de la conexión de un estilo particu-
go seguro, podemos decir que estas señales lar de apego inseguro y una psicopatología en
tienen un resultado doble: el establecimiento particular. También es curioso que la forma
de un ambiente confianza y seguridad, y la en que se conceptualiza la psicopatología (en-
facilitación del aprendizaje y la exploración, tidades sindromáticas discretas) no resiste un
desarrollos que Bowlby vio como dos rasgos análisis del ciclo vital, pues vemos que a lo
separados del desarrollo. Pero son una misma largo de la vida las manifestaciones psicopato-
cosa, el apego y la seguridad implican una lógicas van cambiando, y muy pocas veces
apertura al conocimiento, y eso puede expli- corresponden a un trastorno discreto del tipo
car como niños con apego seguro aprenden DSM.
más rápidamente. Estos hechos curiosos cobran sentido en
Si mentalizar al otro significa actuar en los recientes trabajos de Caspi (2013), quien
concordancia con el estado mental de ese descubrió, a través de procedimientos estadís-
otro, entonces el mentalizar en si mismo es ticos, que existe un solo factor predictivo de
una señal ostensiva, y por lo tanto es capaz de todas las psicopatologías. Le llamó el factor p.
fomentar el desarrollo de la confianza episté- ¿Qué es lo que mide ese factor p?.
mica, es decir, una disposición a aceptar nue- Fonagy y Campbell concluyen que el fac-
vos conocimientos como confiables, generali- tor p es una medida de confianza epistémica.
zables y relevantes. Este actuar contingente y Debiésemos esperar que un paciente con un
empático de la mentalización permite reinte- alto factor p será más difícil de comprometer
grar los conceptos de sexualidad y agresión a en terapia, abandonará muchas intervencio-
la teoría del apego: durante el desarrollo, la nes y en general, mostrará más reacciones
sexualidad y la agresión son los comporta- desadaptativas. Estos pacientes necesitan in-
mientos infantiles que menos mentalizan los tervenciones a largo plazo que sean ricas en
cuidadores. De ahí que la sexualidad y la agre- señales ostensivas, como una forma de fomen-
sión sean estados intencionales difícilmente tar y reparar la confianza epistémica.
integrados, ajeno (alien), y susceptibles de Entonces un cuadro de personalidad gra-
puestas en acto. ve, como el TLP, puede ser definido como una
Estas ideas nos permiten entender que el forma rígida de desconfianza epistémica que
apego inseguro no refleja necesariamente un implica una falla en el acceso a la comunica-
fracaso de los padres de promover la seguri- ción cultural. El paciente límite simplemente
dad en el infante, sino una solución adaptati- no confía en quienes intentan ayudarlo.
va, a un ambiente social particular. No es difí- La segunda implicación es claramente
cil imaginar situaciones donde un estilo evita- técnica. El tratamiento, en este caso del TLP,
tivo de apego puede ser más adaptativo que se puede entender como un proceso de crear y
un estilo seguro. De esto se puede extrapolar promover la confianza epistémica del pacien-
que incluso trastornos graves de personalidad, te. La psicoterapia es un (re)aprendizaje so-
como el trastorno límite (TLP), son en general cial, que debe ser sustentado en el ambiente
respuestas adaptativas a un ambiente agresivo, extraterapéutico del paciente. Esto se relacio-
donde hay que mantener constante vigilancia na con en veredicto del pájaro Dodo, en tanto
en las posibles señales de abandono. que si observamos con detención, el fomentar
La primera implicación clínica de estas la confianza epistémica es un factor común a
ideas tiene que ver, según Fonagy, con la for- todas las psicoterapias.

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El proceso que sigue, entonces, una psico- suficientemente seguro como para reaprender
terapia efectiva se puede resumir en tres mo- cómo mentalizar, y las sesiones se convierten
mentos: entonces en un campo de entrenamiento para
1. La comunicación de contenidos. La pri- la mentalización, donde equivocarse no ten-
mera etapa de cualquier psicoterapia efectiva dría mayores consecuencias. Sin embargo la
implica la comunicación al paciente de una mentalización no es elemento mutativo de la
formulación de su estado psicopatológico en psicoterapia. La mejora en las capacidades
palabras que resultan empáticas, coherentes y mentalizadoras permite al paciente aprender
plausibles. La forma y el léxico en que esta del mundo social ampliado, fuera de la tera-
formulación es dada al paciente varía según la pia.
teoría, pero es esencial que al paciente le pa- 3. La re-emergencia del aprendizaje social
rezca subjetivamente relevante. Eso engendra más allá del encuadre terapéutico. Una mejor
una experiencia en el paciente, de ser enten- capacidad de mentalización hasta aquí obte-
dido como un agente intencional por el tera- nida, idealmente traerá aparejada mejoras en
peuta. Para arribar a la formulación, paciente las relaciones personales más allá de la sesión.
y terapeuta han mantenido un diálogo en que Si el ambiente extraterapéutico es benevolen-
el terapeuta usa infinidad de señales ostensi- te, entonces el quiebre de la desconfianza
vas. Si bien el contenido de la formulación epistémica con la cual se entendía y valoraba
entregada al paciente puede ser muy valioso, el mundo, implicará una acumulación por
lo central es lograr en el paciente una sensa- parte del paciente, de experiencias benignas
ción de haber sido reconocido por el terapeu- de contacto social, lo que fomentará la cura.
ta. Esto implicaría una relajación de la des- Es importante notar como Fonagy y Campbell
confianza epistémica. otorgan una importancia central al ambiente
2. La re-emergencia de la mentalización psicoterapéutico o a la capacidad del paciente
adecuada. Al crear este ambiente de recono- de elegir mejores ambientes y de abandonar
cimiento y de seguridad en la relación tera- ambientes sociales dañinos.
péutica, el paciente comienza a sentirse lo

Referencias:
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Cohen, P., Bahrick, L., Andrews, H. &Feldstein, S. nical PsychologicalScience 2: 119–37.
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