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La gratitud como expresión de amor

El agradecimiento es la memoria del corazón.


Lao-Tsé

La gratitud es un sentimiento positivo que se presenta en cuanto tomamos consciencia de


un beneficio que se nos ha concedido. La gratitud es muy fuerte y tremendamente
poderosa, tanto para la propia persona a nivel emocional, como para vivir y sobrevivir en
nuestro entorno a nivel relacional.
Las personas gratas suelen ser personas bondadosas y sencillas que afrontan la vida con
una actitud positiva desde el agradecimiento y la humildad, con gran capacidad de
resiliencia.
Además, la gratitud es una gran vacuna contra el pesimismo. Las personas agradecidas se
focalizan, priorizan y ponen el foco en lo que sí tienen y poseen, y no en lo que les hace
falta. Pareciese que miraran la vida con unas gafas con un filtro polarizado diferente y
especial, son personas que desprenden más ilusión y mucha menos queja.
Los sentimientos de gratitud mejoran el funcionamiento cerebral y también la autoestima
y la salud. Sentir gratitud disminuye los niveles de dolor físico, mejora la calidad del sueño
y es sumamente útil para ayudar a afrontar el estrés y las dificultades de la vida cotidiana.
Agradecer no sólo cuando las cosas salen como uno desea, sino como una actitud y un
hábito de vida, transforma nuestra percepción del mundo, cambiando la mentalidad de
insuficiencia por otra mentalidad de satisfacción ya que nos centramos en lo que sí
tenemos y no en lo que nos falta.
Sentirse bien sin que haya ocurrido nada especial es la actitud precursora de la felicidad y
el éxito personal en la vida. Cuando reconocemos todo lo que somos y tenemos y nos
hacemos conscientes de ello, nos sentimos afortunados y eso aumenta nuestra capacidad
de acción. Las personas agradecidas no dan por sentado aquello que poseen, se dan
cuenta de que podrían no tenerlo y eso las ayuda a sentirse optimistas y activos. La
gratitud es una habilidad que se puede desarrollar fácilmente practicando unos minutos al
día.
Como aplicar la gratitud
A través de unos pequeños ejercicios vamos a potenciar este sentimiento positivo en
nuestros hijos, y vamos a motivarlos a que lo realicen también con ustedes:
1. La lista de gratitud
Todos los días finalizando la tarde se van a tomar 10 minutos para compartir con sus hijos,
y tú como madre o padre, les va escribir en una hoja tres cosas que durante el día haya
ejecutado bien por las que estés agradecido con él o ella, (ejemplo: Gracias porque
terminaste tu tarea, limpiaste tu cuarto, por el abrazo que me diste, por levantarme tu
plato de la mesa, etc), y después le vas a pedir a tu hijo (a) que haga lo mismo contigo.. Al
final de la semana revísenlo juntos y reflexionen acerca de aquellas cosas maravillosas que
les ha dado la vida.

2. Lista de fortalezas
Con tu ayuda hagan una lista de todas las fortalezas o cualidades que tienen tus hijos,
escríbanlas en hojas tamaño carta, después decórenlas y finalmente péguenlas frente a la
cama de tu hijo, y en las mañanas dedica unos minutos para pedirle las lea

3. Conecta con tu presente y contigo


Como padre o madre, necesitas recargar tus baterías, asi que vas a dedicar 10 minutos en
la mañana antes de iniciar tus labores, para desarrollar calma interna y potenciar la
gratitud.
Pasos:
- Vas a cerrar los ojos
- Vas a tomar tres respiraciones asi: en tres tiempos respiras pausada y
profundamente, sostienes el aire por 5 segundos, y posterior exhalas en 3 tiempos
lentamente. (haces 3 repeticiones)
- Abres tus ojos, y dices tres veces, Gracias, Gracias, Gracias
- Finalmente lees la siguiente declaración de Gratitud

Hoy quiero dar Gracias.


Gracias por la naturaleza, por el agua y por el sol.
Por los caminos, por los animales, por la esperanza.
Gracias por los amigos, por los compañeros de ruta,
por mi trabajo, por mi abundancia. Por un nuevo despertar.
Gracias por la sensibilidad de una música suave,
por la intensa conexión interior cuando miro a los ojos de otra persona,
por la sensación de grandeza cuando me deslumbro frente a la naturaleza.
Gracias por los alimentos,
gracias por los aprendizajes, por la sabiduría de todos los maestros pasados, presentes y
futuros que me enseñan el arte de vivir.
Gracias por este nuevo día,
Por mi familia, por mis ojos para ver, por mis oídos para escuchar.
Por el dolor y la tristeza, que me permiten confirmar la existencia de la
alegría y la felicidad.
Gracias por mi cuerpo, por las palabras, por la Luz.
Gracias por la simpleza, gracias por la magia del amor,
gracias por la increíble posibilidad de elegir y seguir andando,
atravesando desafíos.
Gracias por el ser solidario, compasivo, servicial.
Por la compañía, protección y por todo lo que aprendo de quienes me rodean.
Por mis padres, mis hermanos, mi comunidad, mi casa, mi barrio.
Gracias por la belleza de la creación humana.
Gracias por sentir frío y calor, por mis piernas que me permiten caminar.
Gracias por mis hijos, por su risa, por sus travesuras y su dulzura.
Gracias por los avances y por los retrocesos. Significa que estoy marchando.
Gracias por las tomas de conciencia, por la palabra oportuna de los que me quieren, por
la calidez del abrazo; por la confianza; por los problemas, por las crisis, por las lágrimas, y
por cada amanecer, donde Dios me expresa su amor diciéndome “te estoy dando una
nueva oportunidad para volver a empezar”.
Gracias por mi vida, gracias por mi existencia.
Elaborado por:
Elizabeth
Profesional de inclusión educativa

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