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4 El Ejercicio de La Caridad en Venezuela
4 El Ejercicio de La Caridad en Venezuela
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Exhortación del Episcopado Venezolano: “No temas, yo estoy contigo” (Is 41,10). CX Asamblea Plenaria Ordinaria. Los desafíos
pastorales de la Iglesia en Venezuela.
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Kingsbury, J., Conflicto en Lucas. Jesús, autoridades, discípulos. Córdoba 1992, 95.
3
Cf. Fitzmyer, J. A., El Evangelio según Lucas I, 253-254.
4
Idem, 261-262.
5
Idem, 262.
6
Luz, U., "βασιλεία", Balz, H. - Schneider, G., Diccionario exegético del Nuevo Testamento I (α - κ), 603.
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Rodríguez Carmona, A. Evangelio según san Lucas, XLVI.
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paradigmá tico de la actitud de acogida de la oferta de salvació n; por ú ltimo, la viuda que ofrece
dos monedas es indicada como ejemplar de la actitud de confianza en la Providencia (21,1-4) 8.
Esto nos sitú a en una época de la Iglesia en la que se está operando una síntesis de las diversas
tendencias precedentes, contrarrestando el riesgo de convertir la fe en una mera filosofía o en una
especulació n espiritual9.
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hombres, cuyas obras en favor de los necesitados será n recompensadas por él (14,13) y en el
futuro compensando esa situació n (16,25)15.
Los cristianos empobrecidos (Lc 6,20-23) "son los perseguidos y calumniados en un contexto
cultural en que se concede mucha importancia a la gloria humana, a la fama y al prestigio personal
como un componente importante de la salvació n. En este contexto, Lucas aplica a los perseguidos
las bienaventuranzas de Jesú s, a las que añ ade cuatro antítesis para darles relieve: es
bienaventurado el que es calumniado y reducido a miseria por su fidelidad a la fe; es la suerte de
los verdaderos profetas. Al contrario, ay del que es alabado por los hombres, porque es la suerte
de los falsos profetas" 16. Lucas no alaba el sufrimiento por sí mismo, sino porque es consecuencia
de la fidelidad a Jesú s por parte de cristianos que relativizan el valor de los bienes humanos y los
subordinan al seguimiento de Jesú s. También son destinatarios de esta oferta de salvació n "los
samaritanos, marginados de la vida religiosa de Israel por considerar deformada su religiosidad y
por negarse a dar culto en el templo de Jerusalén", este grupo aparece "en Lucas con un relieve
especial, pues son modelo de agradecimiento (17,11-19) y de misericordia (10,29-37)" 17.
"La comunidad vive rodeada por un ambiente cultural dominado por una visió n pagana de
la salvació n. Este ambiente tiende a filtrarse constantemente en la vida comunitaria. Por ello Lucas
invita a su comunidad a redescubrir y valorar la verdadera salvació n que ofrece Jesú s a todo el que
se une a É l y a entusiasmarse con ella. Es una salvació n radical, porque comienza en la raíz de la
persona, transforma el corazó n, y es total, porque incluye toda la persona, llegando hasta la
resurrecció n de los muertos. Es una salvació n universal que se ofrece a todos, a judíos y gentiles,
en la que no se excluye a nadie, pero que privilegia precisamente a los excluidos de la salvació n
pagana, a los pobres, pecadores, samaritanos y mujeres" 18.
"Al leer este evangelio de misericordia, pero también de arrepentimiento, de profundas
renuncias, pero centrado en el amor; al contemplar esos milagros inspirados por la
magnanimidad, ese perdó n de los pecados que no responde a ninguna clase de condescendencia,
sino que nace de un don divino para santificar; al ir aprendiendo lo que significa que una joven
madre diera a luz, con infinita ternura, al propio Hijo de Dios, y que éste sufriera incluso hasta la
muerte, para reconciliar al hombre con el Padre; ante esa experiencia, Teó filo tuvo que
comprender las causas de la transformació n moral que se producía a su alrededor y que,
indudablemente, ya había comenzado en su propia vida personal, y tuvo que reconocer que esas
razones eran só lidas y fidedignas. El mundo había tenido realmente un Salvador"19. "Un gran
profeta ha surgido entre nosotros" (7,16): Este reconocimiento de Jesú s es un paso importante en
el descubrimiento progresivo de su identidad. De aquí en adelante, los discípulos deben
emprender el camino hacia la ciudad santa, en compañ ía de Jesú s. Ellos, a través de este recorrido,
irá n descubriendo y entendiendo el sentido por el cual "el Hijo del hombre va a ser entregado en
manos de los hombres" (9,44). Para comprender estos “hechos que se han cumplido entre
nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y
servidores de la palabra” (1,1-2), el lector, en actitud de discípulo, y con el encargo de “que
conozca la solidez de las enseñ anzas que ha recibido” (1,4), debe recorrer el mismo camino “que
15
Cf. Rodríguez Carmona, A. Evangelio según san Lucas, LVII.
16
Idem, LVIII.
17
Idem, LXII.
18
Idem, XXXII.
19
Fitzmyer, J. A., El Evangelio según Lucas I, 436.
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Jesú s hizo y enseñ ó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber
dado instrucciones a los apó stoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo” (Hch 1,1-2).
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3. MIRADA COMPASIVA Y ACTITUDES PASTORALES COMO IGLESIA Y COMO COMPAÑÍA
Venezuela (“pequeña Venecia”), como todos los países caribeños y tropicales tiene una diversidad cultural y
multiétnica manifestada en la alegría, espontaneidad e informalidad de sus habitantes. Su cultura es una mezcla
de tres procedencias distintas: la indígena, la europea (en particular española, portuguesa e italiana) y la africana.
Aunque el país mayoritariamente habla el idioma castellano, más de una treintena de lenguas son reconocidas
para el uso oficial de los pueblos indígenas. Los inmigrantes, además del castellano, hablan sus propios idiomas,
destacando el árabe, italiano, portugués, inglés, chino y gallego, entre otros. Gran cantidad de inmigrantes
latinoamericanos, atraídos por los abundantes recursos del país llegaron a Venezuela a lo largo del siglo XX.
Como consagrados tenemos el deber y el derecho ciudadano de dirigir nuestra mirada y nuestra
reflexió n hacia el país y su situació n particular, pues afecta a la vida de los destinatarios de nuestra
misió n y en algunas ocasiones y circunstancias bien complejas llega a comprometer seriamente el
futuro de nuestras comunidades. En la actual situació n de nuestro país “el centro de interés debe
estar en el bienestar del pueblo, de la familia humana, en la promoció n de la dignidad humana y de
sus derechos, haciendo énfasis en el cumplimiento de sus deberes cuando las condiciones
normales lo permitan”. “Ante situaciones de dificultad podemos recordemos las palabras del Papa
San Juan Pablo II: ‘Cristo parecía impotente en la cruz. Pero Dios siempre puede má s’; y el amor
vence siempre, ese amor que está clavado en la Cruz, en los crucificados que va dejando esta
perversa ideología y sistema de gobierno; pero ante esto debemos recordar que el amor vence
siempre, y venció desde la cruz, desde los crucificados, desde el no hombre, desde la nada, desde la
muerte”.
En toda circunstancia es necesario favorecer al hombre y a la mujer concretos que sufren y
padecen los males actuales, y anhelan su superació n. Ignorar al pueblo, hablar indebidamente en
su nombre, reducir ese concepto a una parcialidad política o ideoló gica, son tentaciones propias de
los regímenes totalitarios, que terminan siempre despreciando la dignidad del ser humano. Las
actitudes de prepotencia, autoritarismo y abuso de poder, así como la constante violació n de los
derechos humanos, van acumulando sobre sus autores un rechazo que las generaciones futuras les
reclamará n. La Iglesia no alienta los deseos de venganza ni las retaliaciones, pero tampoco
promueve la impunidad de delitos que atentan contra la vida, la dignidad humana y los derechos
fundamentales.
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opresió n de mi pueblo y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos. He
bajado a liberarlos (Ex 3,7-8), tenemos que seguir avivando la llama de la vocació n y permitir que
la invitació n de Jesú s nos siga cautivando profundamente y que el clamor de los pobres no deje de
interpelarnos y siga estimulá ndonos para ser capaces de dejarlo todo por entregarnos a Dios” y al
servicio de su pueblo. Hemos de engrosar esa lista de personas que lo han dejado todo y han
contestado: "Heme aquí, Señ or, envíame a mí" (Is 6,8).
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Exhortación pastoral en ocasión de la CXII Asamblea Plenaria ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana. Caracas, 11.07.2019.
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adoptado e implementado una serie de leyes, políticas y prá cticas que han restringido el espacio
democrá tico, debilitado las instituciones pú blicas y menoscabado la independencia del poder
judicial” (n° 76); “miles de personas, principalmente hombres jó venes, han perdido la vida en
supuestos enfrentamientos con fuerzas estatales en los ú ltimos añ os. Existen motivos razonables
para creer que muchas de estas muertes constituyen ejecuciones extrajudiciales perpetradas por
las fuerzas de seguridad” (n° 78); “los pueblos indígenas venezolanos son objeto de graves
violaciones de sus derechos individuales y colectivos” (n° 79); “el Estado ha denegado
sistemá ticamente los derechos de las víctimas de violaciones de los derechos humanos a la verdad,
la justicia y la reparació n.” (n° 80). Ademá s, pone en evidencia que existen abundantes casos de
detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos por parte de organismos del Estado (n°. 41-46) y
sobre el uso excesivo de la fuerza y muertes causadas en el contexto de operativos de seguridad
(n° 47-52).
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mecanismos para superar la violencia familiar y social. Se hace necesario la participació n de todos
los sectores e instituciones en el diseñ o y realizació n de un proyecto de reconstrucció n
democrá tica del país en la justicia, la libertad y la paz, guiado por metas claras y tareas concretas.
También exige comprender que la política tiene como finalidad el bien comú n y no los intereses
particulares. Es perentorio para la recuperació n de nuestro país que quienes se dedican al
ejercicio de la política, o aspiren a hacerlo, lo hagan como una opció n de servicio, - como “una alta
forma de caridad”-, segú n la expresió n del magisterio pontificio. Con políticos responsables,
generosos, honestos, coherentes, capaces de movilizar la població n a la consecució n de grandes
objetivos, se puede superar la crisis, ya que hay que enfrentar problemas y desafíos de gran
magnitud.
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41,10). Pedimos la intercesió n de Nuestra Señ ora de Coromoto por esta noble causa. Una vez má s,
Dios nos reitera: “No temas, yo estoy contigo”. En sus horas de dolor y prueba, el creyente se toma
con má s fuerza de la mano de su Señ or. En estos momentos de sufrimiento y lucha, invocamos una
vez má s la maternal intercesió n de la Santísima Virgen María, para que Ella, con su oració n ante su
Hijo, nos ayude a superar los males de la situació n actual. Como nos ha dicho el Papa Francisco:
“María es como Dios quiere que sea su Iglesia: Madre tierna, humilde, pobre de cosas y rica en
amor” (Papa Francisco, Fiesta del Inmaculado Corazó n de María, 9 de junio de 2018).
Algunas tareas
Anunciar el Reino
Hacer camino
Formar discípulos y misioneros
Superar la informalidad y la dependencia
Evitar el paternalismo y gestionar la autopromoció n
Trabajar con espíritu eclesial
Agradecer la internacionalidad de la Compañ ía
Involucrar y comprometer má s decididamente el potencial de la Familia Vicenciana.
Acompañ ar y discernir los proyectos de vida, de fe y de los jó venes, de las familias y de los
grupos apostó licos.
Trabajar por la reconciliació n y la unidad.
Identificar caminos de reconstrucció n.
Gestar la nueva generació n…