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LA PERCEPCIÓN VISUAL: LAS LEYES DE LA GESTALT

La percepción visual es la interpretación de la información transmitida por los


estímulos lumínicos externos que, a través de un proceso cerebral activo, se
transforma en una representación o copia de la realidad.
La percepción es subjetiva, pues las imágenes se analizan en base a las vivencias, la
cultura y la experiencia personal. Las leyes gestálticas o Leyes de la Gestalt,
desarrolladas por los psicólogos del movimiento alemán Gestalt, se basa en la premisa
de que el todo es superior a la suma de sus partes. A principios del siglo XX, esta
escuela definió diferentes leyes o principios de la percepción visual. Son las siguientes:

PRINCIPIO DE SIMETRÍA

Tendemos a percibir los objetos como formas simétricas que se distribuyen alrededor
de un centro. La simetría nos da una sensación de solidez y orden, que tendemos a
buscar. Está en nuestra naturaleza imponer el orden en el caos.
Este principio nos lleva a querer un equilibrio en la composición, aunque no necesitan
ser perfectamente simétricas para estar en equilibrio. Ley de simetría diremos: Se basa
en que nuestro cerebro percibe las imágenes simétricas como iguales y, a la distancia,
como un solo elemento.
Las imágenes simétricas son percibidas como iguales, como un solo elemento, en la
distancia. Tiene tal trascendencia, que desborda el campo de la percepción de las
formas para constituir uno de los fenómenos fundamentales de la naturaleza. La
biología, la matemática, la química y la física, y hasta la misma estética, se organizan
siguiendo las leyes especulares, simples o múltiples, de la simetría.

El principio de la simetría dictamina que las imágenes simétricas son percibidas por
nuestro cerebro como iguales, como un solo elemento, en la distancia.Se trata de un
principio de gran importancia, ya que va más allá del campo de la percepción de las
formas y representa uno de los fenómenos básicos de la naturaleza.
Áreas como la biología, las matemáticas, la química o la física, entre muchas otras, se
organizan siguiendo las leyes especulares, simples o múltiples, de la simetría.
La simetría utiliza figuras divididas de forma geométricamente perfecta, lo que genera
la aparición de una variable importantísima: el equilibrio.
Existen diversos tipos de simetría como la de reflejo (percibida como si se reflejara la
imagen), por rotación (percibida como giratoria) o por traslación (donde un módulo se
repite).
Esta ley nos habla sobre como al observar imágenes que tiene la misma
simetría, la percibimos como una sola. En otras palabras, podemos decir que
aunque no estén unidas o completas, con el simple hecho de que sean
simétricas una de la otra, podríamos pensar que es una sola .

LEY DE PREGNANCIA O BUENA FORMA:

Pregnancia es un concepto huidizo, porque pertenece a la negatividad de las cosas.


La Ley de Pregnancia fue establecida por la Psicología de la Gestalt y adoptada por la
Escuela de la Bauhaus en Alemania en 1919.
Según esta ley, existen figuras más pregnantes que tienden a percibirse primero o
producir un mayor impacto visual.
Es el caso de las figuras geométricas simples, como el triángulo, el círculo
y el cuadrado, que forman juntas el icono de la Bauhaus.
En esta otra imagen percibimos tres círculos, a pesar de no estar completos. Y más
sorprendente es que también vemos un triángulo, a pesar de que ni siquiera está
pintado. Si las figuras azules fueran objetos materiales, el triángulo no existiría; y, sin
embargo, lo vemos, porque existe en nuestra mente: es un triángulo ilusorio. Existió
también en la mente de quien diseñó las figuras.
Pero ¿qué ha puesto ahí el artista -o mejor sería decir: qué ha quitado, para que
podamos estar viendo algo que en realidad no existe?
En este fenómeno se oculta un importante misterio, cuya clave no es lo que hay, sino
lo que falta.
¿Pregnancia para vagos o pregnancia existencial?
Si la pregnancia sirviera sólo para completar figuras conocidas, como un triángulo, un
cuadrado o un círculo, eso sería una pregnancia para vagos.
La pregnancia facilita descubrir nuevas posibilidades en nuestro entorno y en nuestra
existencia. Los humanos tenemos imaginación para ver lo que aún no existe.
Para crear cosas nuevas y formas nuevas de mirar y de escuchar.
La pregnancia se refiere a la concisión, pero también a lo abierto en el arte o en el uso
del lenguaje. Se refiere a la existencia humana y a sus relaciones sociales en cuanto
está abierto al futuro pero aún sin determinar.
Mientras que la ley de pregnancia en la Bauhaus se refiere a la percepción visual de
formas incompletas o no del todo evidentes, artistas como Malevitch y Jorge Oteiza(1) le
dieron un significado más más fecundo, que trasciende a los fenómenos visuales y se
refiere a 
La Ley de la buena forma o agrupamiento remite a un principio de organización de los
elementos que componen una experiencia perceptiva y que los gestaltistas
llamaron Pregnancia (Prägnanz). Este mecanismo permite reducir posibles
ambigüedades o efectos distorsionadores, buscando siempre la forma más simple y
estable; en definitiva, nos permite ver los elementos como unidades significativas y
coherentes.
En otras palabras define y estructura la figura separándola del fondo.
Se trata de uno de los principios fundamentales de la percepción para los seguidores
de la Psicología de la Gestalt, también denominada Ley de la Prägnanz (originario del
alemán como pregnancia o principio de la buena forma).
Este principio se basa en el hecho de que nuestro cerebro intenta organizar los
elementos que percibe de la mejor forma posible, incluyendo la perspectiva, el
volumen, la profundidad, etc. El cerebro prefiere aquellas formas integradas,
completas y estables.
Esta ley permite la fácil lectura de figuras que se interfieren formando aparentes
confusiones, pero en donde prevalecen sus propiedades de buena forma o destino
común, se ven como desglosadas del conjunto.
Existen individuos que cuando perciben un elemento lo imaginan con todo aquello que
cambiarían de el, mientras que otros individuos al percibir ese mismo elemento lo ven
tal cual está, es decir, cada uno de nosotros posee una tendencia diferente a la hora de
la búsqueda de buenas formas en aquello que percibimos.
Siguiendo en este blog las huellas de este pensamiento, la pregnancia es lo que nos
facilita percibir por el mano izquierda pregnancialado izquierdo del cuerpo (2) más allá
de lo evidente, las posibilidades de la situación en que nos encontramos. La pregnancia
se convierte así en concepto clave del ser estético, inseparable de la emergencia de lo
humano, tanto en el origen de nuestra especie como en el desarrollo de cada niño en
la actualidad.
Toda situación se vive en un marco en el que está incluido el sujeto que la
experimenta, Y ese marco no abarca sólo cosas y sucesos reales.
También incluye posibilidades que aún no se han hecho presentes. La pregnancia de
un objeto apunta a esas posibilidades, invisibles pero imaginables, que pueden
desbordar el marco inicial (3). Por eso la pregnancia es paradójica.
Cuando un artista elimina material de la imagen en que está trabajando, introduce una
tensión hacia nuevas posibilidades. La obra adquiere así un sentido. Como este niño, al
que le han “cortado” un dedo, pero sigue mostrándonos que algo importante está
sucediendo o puede llegar a suceder fuera del marco de la foto.
En el extremo, es lo que nos ayuda a imaginar un contenido en el vacío y reconocer el
ser en la nada. También, no sólo a imaginarlo, sino a involucrarnos,
comprometiéndonos en una situación imaginaria, impregnándonos emocionalmente.
Todo esto, claramente nos desborda el concepto estructuralista de la Gestalt y toca el
existencialismo.
Esta ley es llamada también como Principio de Simplicidad y es un concepto que
refiere a la organización de los elementos que componen una perspectiva, pues este
mecanismo permite reducir posibles distorsiones o ambigüedades en busca de
encontrar la forma mas simple o consistente, permitiéndonos ver los elementos como
unidades significativas o por lo menos coherentes.
Por ejemplo, en la figura de un elefante:
A simple vista pareciera estar todo en orden, pero si cuentas las patas que tiene el
elefante, seguro tu cerebro entrara en confusión.
Aquí es donde inicia el efecto de la Ley, pues el cerebro prefiere percibir figuras
integradas, estables y completas por lo que de un inicio la imagen de arriba parece
tener todo en orden sin embargo podría no estarlo.

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