Está en la página 1de 2

“Decenio de la Igualdad de oportunidades para Mujeres y Hombres”

"Año de la Universalización de la Salud”


VI UNIDAD – DISEÑO METODOLÓGICO PARA EL APRENDIZAJE N°21
c ¿De qué depende qué fuerte o débil es una fuerza?
¿Cómo se determina hacia dónde se dirige una fuerza?
ESTUDIANTE GRADO Y SECCIÓN TERCERO “ “
ÁREA CIENCIA Y TECNOLOGÍA FECHA

IDEA FUNDAMENTAL: Explicar el origen de las fuerzas y determinar tanto su módulo como su
dirección

NOS CONTACTAMOS Y RECORDAMOS

Rosalía una alumna del tercer año del COAR estaba recorriendo los jardines del colegio y se
encontró con una planta, el diente de león. Al soplarlo volaron sus semillas al viento. Rosalía
trató de explicar lo sucedió, le surgieron muchas ideas, pero no sabía cómo respaldar aquello
que trataba de deducir. Su curiosidad fue tanta que se puso a investigar. Con la ayuda de la
bibliotecóloga del COAR ubicó los dos tomos del libro Física recreativa de Yakov Perelman en
donde encontró un capitulo que explicaba brevemente lo que ella había observado con las
semillas del diente de león. Rosalía decidió compartir la información con sus compañeros de
aula.

LOS VUELOS SIN MOTOR Y LAS PLANTAS


«Las plantas también
Fig. 33. Semillas voladoras: a –
recurren con frecuencia
Sámara del arce; b – Semilla del
a la comodidad que les Pino; c – del olmo; d – del abedul
ofrece el planeador,
para propagar sus
semillas y frutas.
Muchas semillas y
frutos están provistos (Perelmann, Tomo I, 1989: 58)
de mechones de
pelitos (como los
vilanos de diente de
león, del tragopogon y del algodón), los cuales actúan de forma semejante a los paracaídas, o de unos planos
sustentadores, en forma de retoños, salientes, etc. Estos planeadores vegetales pueden observarse en las
coníferas, arces, olmos, abedules, carpe, tilos, en muchas umbelíferas, etc.
En el libro "Vida de las Plantas", de Kerner von Marilaun, leemos sobre esto lo siguiente: "Los días del sol, cuando
no hace viento, las corrientes verticales de aire elevan a considerable altura multitud de semillas, pero una vez que
el sol se pone, éstas vuelven a caer generalmente en lugares próximos. La importancia de estos vuelos reside, en
que sirven, no tanto para propagar las plantas a zonas más amplias, como para arraigarlas en las cornisas y en las
grietas de las abruptas laderas y en los tajos de las montañas rocosas, sitios a los que las semillas no podrían
llegar de otra forma. Las corrientes horizontales de las masas de aire pueden transportar las semillas y los frutos
que planean, a distancias considerablemente grandes.
Algunas plantas tienen las semillas unidad a las alas o los paracaídas únicamente
durante el vuelo. Las semillas del onopordon, por ejemplo, vuelan tranquilamente por el
aire, pero en cuanto se encuentran con un obstáculo, se desprenden de su paracaídas (Perelmann, Tomo I, 1989: 58)
y caen al suelo. Este hecho explica por qué el onopordon crece con tanta frecuencia a Fig. 34. Fruto del tragopogon.
lo largo de paredes y vallas. En otros casos, las semillas permanecen unida a su
paracaídas".
En las figuras 33 y 34 se muestran algunas semillas y frutos provistos de "planeadores".
Los planeadores de las plantas son, en muchos sentidos, más perfectos que los
fabricados por el hombre. En comparación con su propio peso, pueden levantar mucha
más carga. Además, estos aeroplanos vegetales se caracterizan por su estabilización
automática. Si, por ejemplo, se invierte una semilla de jazmín de la india (jasminum
sambac), ella misma vuelve a colocarse con su lado convexo hacia abajo, no pierde el
equilibrio ni se cae, sino que desciende suavemente» (Perelmann, Tomo I, 1989: 57-
58).

1
“Decenio de la Igualdad de oportunidades para Mujeres y Hombres”
"Año de la Universalización de la Salud”

Actividad 1: Con la ayuda del profesor trata de explicar las fuerzas responsables del vuelo de las semillas del
onopordon y como estas influyen en el movimiento de caída libre de los cuerpos.

Las semillas que exhiben un vuelo de esta naturaleza están constituidas por un pequeño paracaídas dispuesto
sobre una estructura esférica, semiesférica o una especie de cono circular. En ausencia de viento, estas semillas
caen siguiendo una trayectoria vertical a una velocidad constante, la cual es alcanzada cuando la fuerza de
arrastre aerodinámica equilibra el peso de la semilla. Las características morfológicas que presentan las
“semillas paracaidistas” permiten inferir que fueron especialmente “diseñadas” para desplazarse pasivamente
con una corriente de aire y la distancia que ellas son capaces de recorrer es directamente proporcional a la tasa
de descenso. Por otro lado, la forma de los filamentos (especie de plumas) que conforman el paracaídas puede
afectar sustancialmente la capacidad de dispersión de las semillas.

También podría gustarte