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Litofagia y constipación en un gecko leopardo

Article · January 2015

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5 authors, including:

Albert Martinez Silvestre F. Bargallo


Autonomous University of Barcelona Zoològic Veterinaris, Badalona
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SEE PROFILE SEE PROFILE

Jordi Grifols Stéphanie Machado Mota


Grivet veterinay services Royal Veterinary College
22 PUBLICATIONS   63 CITATIONS    12 PUBLICATIONS   1 CITATION   

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Project of study of the reproductive biology, morphological differentiation and distribution of the hybrid frog of Graf in Catalonia View project

Chelonian conservation and reintroductions in Catalonia View project

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Albert Martinez-

Situación en clínica en exóticos Silvestre (1)


Ivone Gonçalves (2)
Ferran Bargallo (3)

Litofagia y constipación en un gecko leopardo Jordi Grifols (3)


Stéphanie Mota (4)

(1) CRARC. Centro


CASO CLÍNICO: de Recuperacion
de Anfibios y
Un gecko leopardo (Eublepharis macularis) macho, de 6 meses de edad y 17 g de reptiles de
peso, se presentó en la consulta por un problema digestivo de 6 días de duración. Catalunya
El gecko fue comprado en una tienda de animales, vivía solo en un pequeño 08783 Masquefa
terrario, con una temperatura de 25-30° C, luz de día y una humedad del 70%. El Barcelona
sustrato inicialmente consistía en arena, aunque en el momento de la consulta se
había cambiado a corteza de árbol. Se alimentaba diariamente con presas vivas (2) Instituto de
(grillos, gusanos de harina y gusanos de la cera). No le administraban vitaminas o Ciências
suplementos minerales. Estaba anualmente desparasitado con fenbendazol. Según Biomédicas Abel
el propietario, el gecko se encontraba apático y sin apetito durante varios días Salazar
previos a la consulta. Asimismo, alguna vez le vio comer el sustrato del terrario 4050-313 Oporto
(grava de acuario). El propietario advirtió que progresivamente se había reducido Portugal
la cantidad de heces.
(3) Zoològic
Examen físico: Badalona
Veterinària.
El animal se había tornado apático, con poca respuesta a los estímulos visuales, C/Conquesta, 74.
aunque sí era sensible al tacto. No presentaba problemas posturales o de movilidad. 08912 Badalona
Tenía buena condición corporal, aunque las extremidades tenían una cierta malpo- Barcelona
sición. El examen oral se presentaba sin cambios, las membranas mucosas estaban
rosadas y de aspecto hidratado. Los movimientos respiratorios eran normales. (4) Universidade
La cavidad celómica estaba ligeramente dilatada, principalmente en la región Tràs-os-Montes e
derecha caudolateral (figura 1). A la palpación, el abdomen presentaba una Alto Douro
consistencia muy dura. Durante la consulta el animal defecó y se observó un grano 5001-801 Vila
de arena en las heces. Real
Ante tal cuadro clínico, los diagnósticos diferenciales que se contemplaron fueron, Portugal
por orden de probabilidad, los siguentes: impactación digestiva (cuerpo extraño),
enfermedad ósea metabólica, hiperparasitación, alimentación inadecuada,
obstrucción gastrointestinal (secundaria a intususcepción, nefromegalia, urolitiasis
o neoplasia), granuloma peridigestivo y neoplasia (carcinoma, adenocarcinoma,
adenoma, linfoma, leiomiosarcoma).

Figura 1: Gecko leopardo (Eublepharis macularius) en decúbito supino donde se


aprecia la dilatación abdominal.

Consulta Difus Vet 2015; XXX: XX-XX. consulta • 1


CASO CLÍNICO
Pruebas diagnósticas:

Inicialmente se realizaron dos radiografías simples de abdomen, una proyección


dorsoventral y una laterolateral (figura 2) que confirmaron la presencia de
múltiples y pequeños cuerpos extraños radiopacos distribuidos por el intestino
delgado, intestino grueso y cloaca. Se observó asimismo una pérdida de densidad
ósea en todo el esqueleto, por una menor diferenciación radiológica del hueso,
especialmente en las falanges, con los tejidos blandos circundantes. Se apreciaba
también una deformación ósea de la base de las vértebras de la cola.
En geckos, tanto la ingestión de cuerpos extraños como la deformación ósea son
características propias de la enfermedad ósea metabólica [1]. El diagnóstico final,
por consiguiente, fue de impactación por litofagia secundaria a enfermedad ósea
metabólica.

(a) (b)

Figura 2: Radiografías abdominales, proyecciones ventrodorsal (a) y


laterolateral (b). En ambas vistas se aprecian numerosos cuerpos extraños
radiodensos.

Tratamiento:

El animal fue hospitalizado y se decidió iniciar un tratamiento médico, seguido de


una cirugía resolutoria mediante enterotomía por falta de respuesta al tratamiento
médico.
Durante la hospitalización se colocó al animal en un terrario con un recipiente de
agua para asegurar la humedad adecuada, del 70% y el tratamiento médico
consistió en administrar suero Ringer con glucosado al 5% (1 ml, vía subcutánea,
una vez al día) en los pliegues cutáneos laterales y gluconato de calcio (100 mg/kg
SC SID). Además, se le realizó un enema cloacal con solución salina fisiológica y se
administró parafina líquida (0,1 ml PO SID).
Tras 24 horas, al no mostrar mejoría de los síntomas, el gecko fue sometido a una
enterotomía resolutoria. La anestesia fue inducida con una máscara adaptada al
diámetro craneal de ratones de laboratorio con isoflurano con una concentración
del 5% diluido en 100% de O2 con el flujo de diluyente 1 L/min, en circuito abierto
T de Ayre. El mantenimiento de la anestesia se realizó con el mismo sistema
reduciendo la concentración de isoflurano al 2%. Se realizó la monitorización de
la anestesia mediante un sistema doppler adaptado a pequeñas especies
(Huntleigh; Vettex). La sonda de detección se situó durante toda la cirugía sobre
las costillas, directamente encima del área cardíaca y fijada con esparadrapo. El
animal fue colocado en decúbito dorsal y las extremidades fijadas con esparadrapo
(figura 3).

2 • consulta
CASO CLÍNICO

Figura 3: Anestesia y monitorización del gecko para enterotomía.

Después de la esterilización del campo quirúrgico con povidona yodada se llevó a


cabo la celiotomía. Se realizó una incisión paramedial de 3-4 mm paralela y lateral
a la línea media ventral con una hoja de bisturí nº 15, desde el proceso xifoides a
la región prepúbica. El tejido subcutáneo fue disecado con una tijera Metzenbaum
curva y con la ayuda de una pinza Adson con dientes para la suspensión de los
márgenes de la incisión. Una vez localizada la vena abdominal ventral, la
musculatura abdominal fue suspendida con la ayuda de una pinza Cushing y se
realizó una pequeña incisión con un bisturí en su extremo craneal. La incisión de
los músculos abdominales y la membrana celómica fue continuada caudalmente
con una tijera Metzenbaum, alcanzando alrededor de 1 cm de longitud.
Los cuerpos grasos fueron apartados a un lado, para evitar su daño o extracción
(figura 4) y el tracto gastrointestinal fue explorado para evaluar la localización, la
progresión de los cuerpos extraños y el mejor acceso, así como la integridad y
grado de afectación de las vísceras abdominales. Todo el tracto gastrointestinal
presentaba una tonalidad rosada sin signos de necrosis o compromiso vascular
importante, por lo que se decidió continuar con la enterotomía. El intestino fue
aislado y exteriorizado por compresión manual longitudinal a nivel abdominal
(entre el dedo pulgar e índice) para incrementar la visualización del área afectada
y obtener un mejor acceso (figura 5).
Se realizó una incisión craneocaudal sobre el borde antimesentérico con una
longitud de aproximadamente 1 cm. El contenido intestinal fue absorbido con una
gasa estéril y se inició la extracción de los cuerpos extraños con una pinza de
Cushing.

Figura 4: Cuerpos grasos exteriorizados y aspecto del Figura 5: Aislamiento de la porción intestinal donde se
intestino con contenido en su interior. practica la enterotomía.

consulta • 3
CASO CLÍNICO Fueron extraídas unas 60 piedras esféricas de límites irregulares de 0,5 cm de
diámetro (figura 6) distribuidas en todo el recorrido intestinal. Los cuerpos
extraños evidenciados por radiografía en el interior del arco pélvico no
pudieron ser localizados, suponiendo que habrían sido expulsados por
defecación.
Durante la extracción de los cuerpos extraños fue observada la presencia ocasional
de fibrina en algunas áreas de la luz intestinal (enteritis difteroide) resultado de la
abrasión causada por ellos. Después de la extracción de los fragmentos de fibrina
libres cercanos a la herida operatoria, el intestino fue suturado con sutura continua
simple (6/0 gluconato). Antes de cerrar la cavidad celómica fueron realizados
lavados con solución salina templada y amikacina. El músculo abdominal fue
suturado con un patrón de sutura simple continua (6/0 gluconato) y la sutura de
la piel con dos suturas simples con patrón de eversión en "U" horizontal
(gluconato 4/0). Después de cerrar la piel se colocó en la sutura aerosol de
aluminio (figura 7).
Tras la cirugía fue establecido un tratamiento antibiótico con trimetoprim
sulfadiazina (15-25 mg/kg, vía oral, una vez al día) durante 7 días, alimentación
forzada com Nutribound® (2-5 ml/animal/día) en los primeros cuatro días, así como
el analgésico tramadol (10 mg/kg cada 8 h durante 3 días). Se instauró asimismo
la administración diaria de carbonato de calcio en la comida durante 30 días para
corregir la hipocalcemia.

Figura 6: El contenido completo de gravilla extraído tras Figura 7: Sutura en eversión y desinfección mediante
25 minutos de cirugía. aerosol tópico de aluminio.

Pronóstico:

Relativo a la impactación gastrointestinal por litofagia el pronóstico fue bueno,


dada la viabilidad del intestino y la eliminación del agente causal. Relativo a la
enfermedad ósea metabólica, el pronóstico también es bueno porque se
encontraba en una fase inicial y altamente sensible al tratamiento.

Seguimiento:

Tan sólo 12 h después de la cirugía el gecko se encontraba más activo, el examen


físico era normal y la sutura tenía buen aspecto, sin signos de dehiscencia. Una
semana después de la cirugía, se realizó una visita de seguimiento en la que el
propietario informó que el animal no había comido voluntariamente pero había
defecado. Las heces eran de consistencia y aspecto normal y no había sangre en
ellas. En el examen físico, el gecko estaba alerta, activo, con una postura normal,
las membranas mucosas de color rosa, hidratado, con movimientos respiratorios
normales, sin variación en el peso y con buena condición corporal. La sutura
dérmica estaba en buen estado y el gecko no apoyaba el abdomen en la mesa,
desplazandose con normalidad (figura 8). El gecko empezó a alimentarse por sí
solo 12 días después de la cirugía.

4 • consulta
CASO CLÍNICO

Figura 8: Posición erguida de desplazamiento una semana tras la intervención.

DISCUSIÓN:

En este caso, a través de la anamnesis y el examen radiográfico, se concluyó que


los agentes causantes que desembocaron en esta patología fueron el inadecuado
manejo, nutrición y sustrato. Así, a pesar de que el tratamiento definitivo fue la
resolución quirúrgica, es esencial determinar y resolver la causa originaria. Los
geckos leopardo son animales nocturnos y no necesitan tomar mucho tiempo el sol
para sintetizar la vitamina D. Por lo tanto, tienen que adquirir cantidades
adecuadas de esta vitamina y calcio a través de la dieta. Las dietas ricas en insectos
son bajas en calcio con una relación calcio y fósforo inadecuada (tabla I),
predisponiendo a la hipocalcemia. Por lo tanto, para corregir este déficit se
recomendó el suministro nutricional de suplementos de calcio y vitamina D en la
dieta. El otro factor a corregir es el tipo de sustrato, que no debe ser arena u otro
material con posibilidades de ser ingerido. Hay varias causas asociadas con la
ingestión e impactación de cuerpos extraños en los reptiles, que pueden tener
origen fisiológico (la litofagia es habitual en muchas especies de quelonios saurios
y crocodilianos) o patológico. En geckos, la causa principal es patológica y se
asocia principalmente con el manejo, dieta o ambiente inadecuados. Situaciones
de estrés, hacinamiento, el aburrimiento y deficiencias de minerales también
predisponen a la litofagia [2]. Si la dieta es inadecuada o no proporciona los
nutrientes, vitaminas y minerales necesarios, el animal va a comer en exceso o,
directamente, el sustrato, en un intento de obtener estos recursos [3]. Esta condición
es común en los geckos alojados en terrarios con sustratos de arena, grava fina o
gravilla triturada. La evolución puede ser lenta o aguda, cursando con apatía,
letargo, anorexia, pérdida de volumen de la cola (que en geckos indican
adelgazamiento, deshidratación y/o desnutrición), aumento del volumen de la
cavidad celómica, tenesmo y/o disminución de la producción de heces, vómitos,
regurgitación y, en casos hiperagudos, la muerte dentro de las primeras 24h [3].
En nuestro caso, el gecko presentaba apatía, anorexia, distensión de la cavidad
celómica y reducción de la producción de heces, signos presentes en retención de
heces, impactación o constipación. La realización de una radiografía simple
confirmó el diagnóstico de impactación gastrointestinal como consecuencia de
litofagia patológica. En lagartos, es común encontrar piedras, grava o arena en el
intestino, aunque también grandes cantidades pueden causar impactación u
obstrucción.

Tabla I
Proporción de calcio y fósforo en algunos alimentos de reptiles insectívoros [14]
Alimento Relación Ca/P *
Grillos rubios (Acheta domestica) 0,2 (0,07 : 2,6)
Gusanos de harina (Tenebrio mollitor) 0,1 (0,08 : 1,2)
Gusanos de cera (Galleria mellonela) 0,1 (0,11 : 0,9)
* Deseable (2 : 1)

consulta • 5
CASO CLÍNICO Radiográficamente, la obstrucción intestinal se caracteriza por una acumulación de
contenido intraluminal en un segmento dilatado del intestino y no siempre se
observa la presencia de gas. Las pérdidas de radiodensidad ósea son habituales en
saurios con esta enfermedad [4]. En nuestro caso particular no hubo obstrucción
completa; sin embargo, en caso de sospecha se podría haber hecho un estudio de
contraste para determinar su ubicación y evaluar la motilidad o una radiografía de
contraste doble para evaluar la participación de la mucosa y el grado de
obstrucción. En esos casos se debe usar un contraste yodado, que tiene un menor
tiempo de tránsito, lo que es recomendable en reptiles [5]. Además de la presencia
de cuerpos extraños radiopacos, se observó pérdida de la densidad ósea en todo
el esqueleto, que se detecta por la menor diferenciación del hueso y los tejidos
blandos circundantes. También se observó una deformación de los huesos en la
base de las vértebras de la cola, lo que permitió diagnosticar la presencia de
enfermedad ósea metabólica. El hiperparatiroidismo nutricional secundario es la
manifestación de la enfermedad ósea metabólica más comúnmente asociada a
animales jóvenes en crecimiento que sufren un desequilibrio nutricional o de
manejo, como los geckos [1]. En caso de enfermedad gastrointestinal, está indicado
realizar una analítica sanguínea (hemograma y bioquímica sérica), sin embargo,
debido al pequeño tamaño del paciente y a limitaciones presupuestarias del
propietario, la analítica sanguínea no fue factible en este caso. En reptiles, el
volumen de sangre es de aproximadamente 4-8% de su peso corporal y sólo el
10% de este volumen puede ser retirado sin causar daño [5]. En caso de ingestión
de cuerpos extraños cabe esperar que los valores alterados sean: un hematocrito
bajo sugestivo de hemorragia gastrointestinal (en casos crónicos), leucocitosis
(heterofilia y monocitosis) por reacción inflamatoria inespecífica, aumento de AST
y CK por el daño del músculo liso a nivel intestinal (en casos crónicos) y
desequilibrio electrolítico (iones de sodio, potasio y cloro) por las lesiones renales
secundarias a la caquexia [7].
En casos leves o moderados, el tratamiento médico de la ingestión de cuerpos
extraños consiste en corregir la deshidratación y el desequilibrio electrolítico,
instaurar alimentación forzada, proporcionar aceite mineral (5 ml/kg) y laxantes,
como parafina líquida [8] e, incluso, masajes mediante vibración abdominal
continuada [9]. Los casos que no responden a los tratamientos médicos o los casos
de obstrucción completa requieren cirugía [10]. Una vez se confirmó que el gecko
tenía una buena condición corporal, no estaba deshidratado y no había
antecedentes de vómitos o regurgitación fue considerado como caso urgente de
gravedad leve a moderada, lo cual permite realizar la enterotomía con un mayor
margen de seguridad. Los lagartos poseen muy desarrollado el esfínter del cardias,
por lo que tan sólo presentan regurgitación y vómitos en un estado muy grave a
fatal [11]. Así, el gecko fue hospitalizado y se colocó en una incubadora a una
temperatura óptima. Se administraron fluidos compuestos de suero glucosado al
50% con suero fisiológico (glucosalino 5%), con el fin de corregir la deshidratación
no aparente, el desequilibrio de electrolitos y, especialmente, para mejorar la
actividad gastrointestinal. Se administró aceite mineral (parafina líquida) como
lubricante para facilitar la expulsión de cuerpos extraños, así como enemas
cloacales con solución salina para estimular el reflejo de defecación y promover el
movimiento de avance de los cuerpos extraños. También se administró gluconato
de calcio para corregir la hipocalcemia.
Como el gecko no respondió al tratamiento médico y empeoró su cuadro clínico,
se optó por el tratamiento quirúrgico, consistente en una laparotomía con el fin de
acceder a varios sectores del intestino. Hay dos posibles accesos: el acceso
paramedial y el acceso por la línea media ventral. Se escogió el primero, que
comprende una incisión craneocaudal paralela y lateral a la línea media ventral [12, 13].
Teniendo en cuenta el tamaño del animal, se escogió este acceso para minimizar
el riesgo de lesión de la vena abdominal medial. El otro acceso posible, a través de
la línea ventral media, se realiza en la línea alba y se extiende cranealmente,
evitando capas musculares en la incisión (se incide sólo en la piel y la fascia) y
permitiendo una mayor exposición de los órganos. Sin embargo, este abordaje
requiere más cuidado y conlleva un mayor riesgo de daños vasculares abdominales [13].
Después de que el segmento yeyunal que contenía el cuerpo extraño fue aislado
y evaluada su viabilidad, se descartó la necesidad de resección y anastomosis
intestinal, evitando la enterectomía. La sutura intestinal se realizó con un patrón
continuo con sutura absorvible de 6/0, tal y como se describe en la literatura [11].

6 • consulta
La mayoría de los reptiles tienen una pared intestinal muy delgada, por lo que se CASO CLÍNICO
recomienda el uso de suturas finas y atraumáticas con aguja de sección circular. En
la piel, sin embargo, se recomienda la aguja de sección triangular para ayudar al
corte y penetración de las escamas coriáceas. El hecho de que la piel de reptiles
sea relativamente dura y tenga escamas reduce la probabilidad de dehiscencia.
Además, los reptiles pequeños raramente alteran la sutura por movimientos o
mordiscos, lo que permite el uso seguro y eficaz del patrón continuo [11]. En la piel,
normalmente se utilizan suturas no absorbibles, tales como nylon o polipropileno.
Los materiales absorbibles (polidiaxanona, poligliconato, poligecaprone) también
pueden ser utilizados, aunque tienen una vida media muy prolongada en los
reptiles, ya que carecen de la capacidad de degradación por proteolisis, por lo que
igualmente deben retirarse después de que la curación se considere completa. El
catgut crómico y poliglatyn-910 no se aconsejan en estas especies [13]. El uso de
aerosol de aluminio tras una cirugía es inocuo para el animal (su absorción es
limitada en la piel cornificada de los reptiles) y permite formar una capa protectora
contra los agentes externos y reducir la carga microbiana.
De modo preventivo, tras la cirugía se administró un antibiótico de amplio espectro
para controlar la infección y un analgésico para paliar el dolor abdominal. El
propietario se encargó de administrar la alimentación forzada con el fin de
proporcionar apoyo nutricional, dejando el alimento en la boca y estimulando la
deglución del mismo. La retirada de la sutura se debe realizar, al menos 4 a 6
semanas después de la cirugía; sin embargo, se aconseja esperar hasta la siguiente
muda, ya que la actividad de la dermis y la epidermis durante la ecdisis promueve
la curación. En ese caso, la sutura de eversión termina cayendo por un proceso de
isquemia focalizada en la piel evertida. La cicatriz final es inaparente. El
mantenimiento de la temperatura ambiente a la temperatura máxima óptima
también ayuda a la cicatrización de heridas.

BIBLIOGRAFÍA

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