Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para especificar los fundamentos esenciales de la búsqueda de información, que te permitan efectuar un análisis
e interpretación de la información, retomaremos a Navarro, Jiménez, Rappoport y Thoilliez (2017) como fuente
de consulta, ya que bajo su propia especificación, hay ciertas actividades que conviene realizar para efectuar una
búsqueda de información efectiva, y fundamentada, para que se incluyan elementos correctos dentro de la
investigación.
• Fuentes primarias.- Informan directamente sobre el tema de investigación, pudiendo ser libros
específicos, tesis, artículos en revistas, etc.
• Fuentes secundarias.- Se escriben consultando a las fuentes primarias. En estas no se accede a la
información original, sino a análisis realizados por autores que consultaron a la fuente original, y son
considerados como fuente secundaria. Generalmente se utilizan en la fase inicial de búsqueda de
información, y es una buena forma de acceder a fuentes primarias.
Como detalle especial, aunque existe mucha información en Internet y mediante medios digitales para la
búsqueda y recuperación de información, lo más recomendable es buscar en libros y demás documentos
ubicados en una biblioteca presencial, o bien digital (pero que sea biblioteca) con respecto a los centros de
información. Para poder explicar un poco más el concepto de búsqueda de información en bases de datos,
debemos clarificar algunos conceptos que son más enfocadas a aspectos tecnológicos:
• Base de datos.- Archivo que contiene los “datos”, es decir solamente funciona como un almacenamiento
de la información pero no puede haber manipulación directa del archivo sin un gestor. Desde una
perspectiva de búsqueda de información son los registros (fuentes bibliográficas) almacenadas en
soportes informáticos, que si se pueden recuperar mediante consultas y diferentes criterios (por ejemplo
el título, autor, palabras clave, fecha, etc.).
• Sistema gestor de base de datos.- Estas son las “bibliotecas” específicamente hablando, y consisten en
programas que tienen acceso a las bases de datos (los registros), y permiten hacer manipulación
específica de los datos, ya sea para modificar los registros (agregar, eliminar, modificar) o bien efectuar
las consultas específicas mediante ciertos parámetros. El sistema gestor es el que permite el acceso al
archivo de base de datos para poder hacer operaciones con ellas.
• Datos.- Son hechos aislados, los cuales están almacenados en una base de datos, y por si solos no
representan nada para quien los visualiza o manipula, son solo elementos almacenados.
• Información.- Cuando se le da una interpretación a los datos, y tienen un significado para la persona que
los visualiza o manipula se convierten en información (por ejemplo, un conjunto de datos de educación
para un ingeniero pudieran no representar información solo datos, pero para un educador o profesor se
convertirían ese conjunto de datos en información).
• Conocimiento.- Cuando a la información se le da una aplicación, o se utiliza con algún fin específico
(generalmente con aspectos de apropiación y utilización) se convierte en conocimiento, que es el
siguiente nivel de gestión de los datos e información.
Como un detalle especial, los sistemas gestores de base de datos son aplicaciones específicas para la
manipulación de datos. En entornos Windows generalmente se utiliza Microsoft Access (paquete que se incluye
en la suite de Office), o bien algún gestor avanzado como SQL (lenguaje de consulta estructurado). No hay que
confundir con Microsoft Excel ya que este programa, a pesar de que puede utilizarse para almacenar datos, está
enfocada a la manipulación de datos siendo una aplicación de hoja de cálculo. No es que utilizar Excel para
almacenar datos sea imposible, sino que simplemente conviene utilizar la aplicación apropiada para la operación
que vayas a efectuar.
Algunas bases de datos bibliográficas que pueden ser consultadas son las siguientes:
Tabla. Ejemplos de bases de datos bibliográficas (Navarro, Jiménez, Rappoport y Thoilliez, 2017, p. 13; datos
recuperados por el autor).
Acorde a las bases de datos consultadas, existen ciertos tipos de consultas que se pueden ejecutar (indicando que
puede cambiar entre diferentes bases de datos, pues cada una tiene sus propias características), pero algunas de
las consultas más comunes que se pueden realizar son las siguientes:
• Texto completo.- Se accede a los registros mediante palabras o frases completas que son de interés. Estas
búsquedas son ideales para buscar algún concepto o teoría específica.
• Truncadas.- Se accede a los registros pero utilizando variaciones de una misma palabra utilizando un
comodín generalmente (como por ejemplo el asterisco -*- ), como por ejemplo si buscamos un término
truncado como “educa*” nos regresaría resultados de educación, educativo, etc.
• Mediante operadores booleanos.- Se utiliza una serie de operadores utilizando palabras de búsqueda
mediante términos, por ejemplo “y – and” y “o – or”. Por ejemplo si se desea buscar dos términos
específicos se ocupa el operador “y” como “educación y competencias” buscaría únicamente los
documentos que tengan ambos términos en su título. Este tipo de operadores serán explicados más
adelante.
Teniendo la información buscada en la base de datos, además de identificada, lo más común es almacenar esta
información para tener en algún medio los archivos que hemos consultada, para poder hacer operaciones de
análisis más a detalle en un momento posterior. Se pueden utilizar fichas bibliográficas, o bien utilizar
herramientas de gestión bibliográfica, que mediante el uso del equipo de cómputo e Internet se han popularizado.
La información que se obtienen de las bases de datos pueden ordenarse, organizarse y estructurarse utilizando
los sistemas de gestión de referencias bibliográficas, los cuales tienen esta finalidad y apoyan en gran medida el
trabajo de gestión de la bibliografía que se ha consultado y almacenado, ya que permiten hacer varias
operaciones con la información obtenida. Algunas aplicaciones de gestión bibliográfica son los siguientes:
Tabla. Algunas aplicaciones de gestión bibliográfica (Navarro, Jiménez, Rappoport y Thoilliez, 2017, p. 14).
Utilizando estas aplicaciones de gestión de referencias bibliográficas es posible crear bases de datos con la
información recopilada, para poder analizarla posteriormente, además de ir gestionando las fuentes y
documentos útiles para la investigación, además de que se pueden hacer búsquedas como si fuera directamente
en las bases de datos bibliográficas. Otra ayuda que dan los gestores de referencia es que permite incluir en los
procesadores de texto las fuentes que se tienen almacenadas en diversos formatos de citas y referencias, como
APA, ANSI, Chicago, etc. Más adelante se verá de forma sintetizada como utilizar uno de estos gestores de
bibliografía para su utilización en el almacenamiento y recuperación de las fuentes consultadas.
Un punto clave que hay que tener en consideración también es que no todas las fuentes que se disponen son
totalmente fiables, y se requiere un mecanismo de diferenciación adecuado. La información que es fiable se
publica tras un proceso de revisión, generalmente mediante arbitraje (cuando la mayoría de los revisores está de
acuerdo en la fiabilidad de la información del documento) o bien esquemas indexados (donde se requiere la
aprobación de todos los revisores de la información del documento).
Para poder identificar la fiabilidad de una fuente se puede hacer mediante las mismas bases de datos, ya que casi
siempre disponen de información estadística y del tipo de documento que se está consulta. El acceso a otras
fuentes de información que no parten de una naturaleza académica por su naturaleza (como serían los blogs,
sitios web no validados, wikis, etc.) pudiera tener riesgos y problemas respecto a la veracidad y fiabilidad de la
información, ya que generalmente no se incluye información de quién es el autor, el año en que hizo la
publicación, ni tampoco se garantiza que la información esté copiada de otros autores pudiendo ser un trabajo
plagiado.
Es importante analizar la cantidad y calidad de las publicaciones científicas que se están utilizando para el
trabajo de investigación. El concepto de cantidad puede ser medido de una forma sencilla, identificando factores
de cantidad de artículos, quién produce los documentos, y la relevancia de los mismos. La parte de la calidad
implica un aspecto más crítico y operativo sobre su gestión, ya que diversas Instituciones están buscando una
forma objetiva de criterios específicos para determinar que una publicación en especial contiene ciertos criterios
de calidad.
Los autores comentan un punto clave conocido como “factor de impacto”, ya que al considerar que al tener un
mayor factor de impacto más se puede confiar en que lo que se está leyendo es de calidad, y puede considerar
aspectos como estar ubicado en una revista o publicación de importancia reconocida por diversas comunidades,
y tiene cierto valor numérico. Este valor calculado anual o semestralmente se obtiene al dividir el número de
veces que los artículos publicados en el período analizado fueron citados en otras revistas en ese mismo período,
entre el número total de artículos que durante el periodo analizado publicó la revista en cuestión (este es el
“factor de impacto”).
Hay otras formas de evaluación de la calidad de la bibliografía, pero la iniciativa de Thompson Reuters Inc. Y
Web of Knowledge es la que recibe una mayor consideración internacional y guía el trabajo científico de la
mayoría de los investigadores, por tanto si un artículo está en la base de datos de Web of Knowledge significa
que tendrá una aceptación adecuada a nivel internacional, ya que la base de datos dispone de doce mil
publicaciones en todo el mundo, de diferentes áreas de especialidad (ciencias experimentales, ciencias sociales,
artes, humanidades, etc.), y se basan sus publicaciones sobre el “factor de impacto” de los investigadores.
Algunas recomendaciones sobre los sitios Web que consultas (aplicándolo igual a reportes, archivos, etc.), o bien
sobre los documentos, a tener en consideración, implica las siguientes preguntas:
• ¿El sitio Web muestra a los autores o bien a la editorial responsable del sitio?
• ¿Se puede apreciar el CV del autor o responsable del sitio, o hay un enlace que te lleve a ese contenido?
• ¿El contenido es actualizado de forma continua, y en qué frecuencia?
• ¿Se puede identificar a qué audiencia (de preferencia académica) está dirigido?
• ¿Qué tanto detalle tiene la información presentada?
Con respecto a la información obtenida, hay que tener en cuenta el aspecto de los derechos de autor. Algunos
artículos vienen delimitados por derechos de autor, y solo pueden utilizarse para consultas, más no para su
reproducción, es importante por tanto que leas a qué accesos se tienen derechos sobre el artículo o la
información consultada, y muy importante, siempre que redactes tu artículo académico debes hacer uso de citas
y referencias, para evitar problemas de plagio, ya que esta acción es altamente penalizada al momento de
especificar información que no fue referenciada académicamente, conllevando inclusive a veces a la anulación
de derechos y privilegios sobre lo estipulado.