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UNIVERSIDAD LAICA “ELOY ALFARO DE MANABI”

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS. (TERAPIA DE


LENGUAJE)

TAREA:
AFASIA

INTERNADO.

TERAPIA DE LENGUAJE

SUPERVISOR:
LCDA. TRICIA ZAMBRANO

NOMBRE:

ZAMBRANO VELASQUEZ EVELYN.

PERIODO ACADÉMICO: 2020 (1)


VISIÓN Y MISIÓN DE LA CARRERA TERAPIA DE LENGUAJE.

VISIÓN:

Fomentar a profesionales con visión holística de la comunidad humana si el desarrollo de la

responsabilidad social y construcción de nuevos conocimientos interviniendo tanto en el ámbito

de la salud como en el de educación bajo los lineamientos éticos de la profesión.

MISIÓN:

Formar un profesional integral con espíritu crítico, investigativo y sensible ante la problemática

de la comunicación humana como respetando la identidad y la diversidad en un contexto de

educación universitaria de excelencia.


UNIVERSIDAD LAICA ELOY ALFARO DE MANABÍ

MISIÓN

La Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, es una institución de educación superior


pública, que tiene como misión la formación de profesionales competentes de grado y
posgrado, en diversos campos del conocimiento, fomenta la investigación científica y la
innovación tecnológica en estrecha vinculación con la sociedad, al promover, difundir y
desarrollar los saberes con una concepción ética, humanista e inclusiva, para aportar al
desarrollo socio-económico y cultural de los/las manabitas y ecuatorianos/as.

 VISIÓN

La Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí será una institución de educación superior
del más alto nivel, referente en la región, con creciente reconocimiento nacional e
internacional, que promueve, difunde y genera conocimiento con planteamientos
debidamente fundamentados que contribuyen a la solución de los problemas de la
región y del país, orientados a disminuir las inequidades existentes, favoreciendo el
encuentro de voluntades que permitan edificar una renovada sociedad más justa,
solidaría e igualitaria.
PERFIL DE EGRESO DE LA CARRERA TERAPIA DE LENGUAJE

 Identifica las estructuras del ser humano en su componente biológico, neurológico y su


relación con el medio ambiente.

 Conoce el desarrollo evolutivo del ser humano para diferenciarlo de los procesos
patológicos.

 Conocer la clasificación, terminología y descripción de los trastornos de la


comunicación, el lenguaje, el habla, la audición, la voz y las funciones orales no
verbales
 Evalúa, diagnostica, planifica e interviene en los estados gnósticos y normales del
desarrollo del lenguaje, habla, voz, audición y deglución, así como su respectivo
tratamiento.
 Promueve procesos de integración y/o inclusión, consiguiendo que el aprendizaje
escolar se optimice.
 Lidera un equipo multidisciplinario y/o resuelve los problemas de la comunicación
humana en forma multidisciplinaria.
 Realiza consultorías y soluciones a problemas a nivel de su formación.
 Está capacitado para participar en actividades de investigación que contribuyan al
abordaje del conocimiento científico y que sus acciones estén enmarcadas dentro de la
ética en su profesión.
 Conocer y saber realizar la intervención terapéutica en Atención Temprana.
 Conocer y saber implementar los Sistemas de Comunicación Aumentativa (SCA) y
Alternativa.
 Conocer, saber aplicar y valorar críticamente las técnicas pedagógicas, así como los
recursos metodológicos y didácticos para la enseñanza del lenguaje.
 Conocer el concepto de Terapia de Lenguaje: objeto y método; la profesión del
terapeuta; la historia de la Terapia de Lenguaje: la deontología y legislación relevante
para el ejercicio de la profesión.
AFASIA
¿Qué es afasia?
Afasia es una alteración en la capacidad para utilizar el lenguaje (Bein y Ovcharova, 1970);
un déficit en la comunicación verbal resultante del daño cerebral (Hécaen, 1977); una
pérdida adquirida en el lenguaje como resultado del algún daño cerebral, caracterizada por
errores en la producción (parafasias), fallas en la comprensión y dificultades para hallar palabras
(anomia) (Kertesz, 1985); o simplemente, una pérdida o trastorno en el lenguaje causada por un
daño cerebral (Benson, 1979).

Afasia se refiere, en consecuencia, a una alteración adquirida en el lenguaje oral. Las afasias
pueden presentarse durante o después de la adquisición del lenguaje. Se deben distinguir dos
tipos diferentes de anormalidades en el lenguaje infantil: disfasia de desarrollo, un retardo o
trastorno en la adquisición normal del lenguaje y afasia infantil, una pérdida del lenguaje
resultante de algún tipo de daño cerebral, producido antes de que se alcance su adquisición
completa (Woods, 1985b).

CLASIFICACIÓN DE LAS AFASIAS

Diferentes variedades de afasia han sido propuestas en la literatura. Se necesita un


análisis cuidadoso de las clasificaciones de los síndromes afásicos para entender a
cabalidad sus características clínicas. Una forma de simplificar el problema ha sido
utilizar dicotomías sencillas. La mayoría de los investigadores contemporáneos utilizan
una o varias de estas dicotomías (tabla 1).

En conjunto, se encuentran más de 20 clasificaciones diferentes de las afasias. La tabla


2 presenta las principales clasificaciones propuestas. Sin embargo, es importante tener
presente dos puntos: algunas de estas clasificaciones han jugado un papel sobresaliente
en la práctica clínica y la investigación fundamental y las confusiones parten
básicamente de la denominación y la separación de los grupos de afasias, más que de los
perfiles clínicos de los trastornos en el lenguaje.
La clasificación y los nombres propuestos por Luria se basan en el nivel del lenguaje
que se encuentra alterado: la discriminación fonémica (acústico-agnósica), la memoria
léxica (acústico-amnésica), la selección léxica (amnésica), la comprensión de las
relaciones entre palabras (semántica), la actividad quinestésica (motora aferente), la
realización de movimientos finos requeridos para hablar y la secuenciación de
elementos (motora eferente), y la iniciativa verbal (dinámica) (tabla 3).

La tabla 4 presenta una


clasificación de los
trastornos afásicos
partiendo de dos criterios
anatómicos: primero, la
afasia puede ser
prerrolándica (anterior, no
fluida) o posrrolándica
(posterior, fluida), y
segundo, se localiza la
afasia en el área
perisilviana del lenguaje,
o se encuentra más allá de
esta región central
(extrasilviana). Para la
mayoría de los síndromes
afásicos se introducen subtipos, basados en la literatura publicada recientemente.
Además, las afasias se relacionan con síndromes anatómicos.

TIPOLOGÍA CLÍNICA Y LOCALIZACIÓN

TOPOGRÁFICA
El trastorno afásico es básicamente uno, si bien se observan unas series de grupos
semiológicos predominantes como consecuencia fundamentalmente de la localización
anatómica de la lesión causal y, en segundo lugar, como consecuencia de las
peculiaridades biológicas de la organización cerebral de cada sujeto, aunque éste sigue
un patrón mayoritariamente uniforme en la especie humana.

Afasia motora

La gran afasia de Broca se caracteriza por una expresión verbal muy afectada y una
comprensión relativamente mejor, aunque también afectada.

El lenguaje espontáneo presenta una alteración importante de los mecanismos


articulatorios, vocabulario restringido, agramatismo y reducción significativa de la
longitud de la frase; se producen parafasias fonémicas y cada elemento sonoro requiere
un esfuerzo particular para ser articulado, de ahí la denominación de

‘afasia no fluente’. También presentan agrafia y en ocasiones apraxia ideomotora.


Afasia sensorial

El lenguaje presenta una articulación fluida, aunque con abundantes parafasias, y


un trastorno grave de la comprensión. Las parafasias pueden ser de tipo fonético o
semántico y se altera la utilización de los elementos gramaticales (disintaxis,
paragramatismo). La lectura y la escritura están afectadas de forma similar.

El trastorno de la comprensión tiene su origen en la caída de la discriminación


fonémica y en la pérdida de la capacidad para comprender los elementos sintácticos y
semánticos. Cuando la producción de parafasias es muy importante, el lenguaje se
convierte en ininteligible y recibe el nombre de jerga o lenguaje jergafásico. La
producción lingüística es fluida y abundante, con una prosodia y entonación
aparentemente correctas, aunque el lenguaje carece de significado por la invasión
masiva de parafasias fonémicas. Suele acompañarse de logorrea y sugiere un fenómeno
de desinhibición que podría relacionarse con la falta de feedback auditivo de la
producción fonológica y léxica. Es característico que todo ello se acompañe de
anosognosia (falta de conciencia del déficit).

Cuando la jergafasia es de predominio semántico, el lenguaje es también muy


poco inteligible por las sustituciones constantes de unas palabras por otras (parafasias
verbales) y la presencia de fenómenos disintácticos, aunque, como en el caso de la jerga
fonémica, la prosodia y la entonación están preservadas. La anosognosia y la tendencia
a la logorrea completan un cuadro clínico que debe diferenciarse del lenguaje
incoherente de la demencia, si bien el inicio agudo después de una lesión cerebral en el
caso de la afasia por lesión focal, en contra de un comienzo insidioso en ausencia de
datos neurorradiológicos de lesión en el caso de un trastorno degenerativo, son
elementos de la historia clínica suficientemente definitorios. Correlación
anatomotopográfica La lesión característica de la afasia de Wernicke radica en el tercio
posterior de la primera y segunda circunvolución temporal del hemisferio izquierdo. El
girus de Heschl y la circunvolución supramarginal son regiones que también pueden
afectarse.

La mayoría de pacientes con afasia motora (tres cuartas partes de los pacientes)
presentan un déficit motor, más o menos grave, del hemicuerpo derecho.
Afasia global

El término de afasia global se utiliza cuando están gravemente afectadas tanto las
funciones expresivas como las receptivas del lenguaje. Al principio del cuadro el
paciente suele presentar una abolición total de las emisiones lingüísticas. Pasados unos
días o semanas, aparecen algunos elementos automatizados y en ocasiones producciones
estereotipadas. Cuando se producen estereotipias, pueden utilizarse con una entonación
adecuada a la intención comunicativa del paciente, aunque, en el caso de que la
estereotipia consista en una palabra o conjunto de palabras, éstas carezcan de relación
real con la situación o la intención comunicativa.

Por el contrario, las formulaciones automáticas pueden ayudar, en ocasiones, a iniciar


conatos de comunicación, si bien ésta pronto se ve frustrada por la imposibilidad por
parte del paciente de efectuar un lenguaje proposicional propiamente dicho. Otras veces,
los propios automatismos distorsionan la comunicación al ser articulados con una
intención comunicativa distinta u opuesta al significado real de las palabras emitidas.
Por ejemplo, es habitual la utilización errónea de las palabras ‘sí’ y ‘no’, con la
consiguiente confusión y a veces desesperación de la familia y del propio paciente. Los
automatismos también pueden ser en forma de palabras malsonantes, en cuyo caso una
susceptibilidad mal aplicada puede llevar a los familiares a tratar de reprimir las
producciones espontáneas del paciente, con el consiguiente incremento de su
frustración.
El estado emocional de los pacientes con afasia global suele tender a la depresión como
reacción a su dificultad comunicativa y a la afectación motora (hemiplejía derecha), que
suelen ser la regla en este tipo de afasia. El tratamiento de este estado depresivo pasa
por una atención adecuada a la rehabilitación funcional motora y la reeducación del
lenguaje, así como por un soporte global del entorno social del paciente. En este
sentido, es importante una atención amoldada al entorno familiar más inmediato, que
debe ayudar y puede colaborar de forma muy efectiva en la adaptación del paciente a su
nueva situación personal, familiar y social.

Afasia de conducción

La afasia de conducción es una entidad controvertida cuya existencia fue postulada por
Wernicke en 1874, para referirse a la desconexión de la conducción de impulsos
sensoriales hacia los mecanismos motores. En 1875, Lichtheim puso el acento en la
afectación de la repetición que se producía en estos casos.

El lenguaje espontáneo muestra una articulación fluida, pero con presencia de trastornos
anómicos y parafasias fonémicas. La comprensión está relativamente preservada, si bien
pueden observarse discretos problemas para la discriminación fonémica y la
comprensión de frases. El dato semiológico más importante es una dificultad para la
repetición.
Afasias transcorticales
El término afasia transcortical fue introducido por Wernicke en 1886, para rebautizar la
denominada ‘afasia de conducción central’ de Lichtheim (1885), y consistiría en la
interrupción del proceso de transferencia del material auditivo verbal al centro de los
conceptos.
Afasia sensorial transcortical

Los sujetos afectados por este tipo de afasia presentan un trastorno importante de la
comprensión con una expresión verbal fluente, muchas veces en forma de jerga
semántica. La repetición está preservada. La lesión suele localizarse en la región
temporoccipital y algunas ocasiones en las áreas parietoccipitales. Pueden evolucionar
hacia una mejoría, aunque persisten la anomia y la tendencia a los circunloquios.

Afasia
motora transcortical

Los pacientes con esta clase de afasia presentan una afectación importante de la
expresión verbal con comprensión conservada y buena capacidad de repetición. La
lesión suele localizarse en el área motora suplementaria (porción superior de la región
parasagital) del lóbulo frontal dominante. La recuperación puede ser buena, aunque
puede dejar problemas anómicos residuales de carácter discreto.

Afasia transcortical mixta


Es un trastorno grave del lenguaje caracterizado por la alteración tanto de la
comprensión como de la expresión verbal, si bien se conserva una buena capacidad para
la repetición. De hecho, representa una combinación de la afasia motora transcortical y
afasia sensorial transcortical. Las lesiones causales suelen ser múltiples y afectar a
zonas corticales y subcorticales alrededor de las áreas del lenguaje. Por ello, se ha

denominado a este síndrome ‘aislamiento del área del lenguaje’. Habitualmente el


pronóstico es malo, con poca recuperación del lenguaje.
Afasia anómica

La alteración de la capacidad para denominar (anomia) es el más común de los


trastornos afásicos. Cuando este trastorno es muy marcado, el lenguaje espontáneo se ve
plagado de circunloquios que tratan de suplir la falta del nombre, o bien el paciente
recurre a utilizar palabras ‘de relleno’ (sí, hombre; bueno; sabe usted; etc.) y
generalizaciones inespecíficas (una cosa; aquello; etc.). La anomia es un dato
semiológico importante que debe tenerse en cuenta y explorarse adecuadamente en
cualquier tipo de afasia. El rendimiento en las pruebas de denominación suele reflejar la
gravedad de la afasia independientemente del tipo semiológico de ésta. Pueden
observarse problemas anómicos como consecuencia de lesiones en diversas
localizaciones cerebrales, puesto que los mecanismos neuronales de la generación del
nombre son procesos complejos interrelacionados con los restantes mecanismos
cognitivos e intelectuales, y no se localizan específicamente en ninguna área focal
determinada. No obstante, los trastornos anómicos más marcados se presentan en
lesiones de la región angular (corteza de asociación multimodal de las áreas parieto-
temporoccipitales) o de la zona posterior de la tercera circunvolución temporal (área 37)
del hemisferio dominante.

Afasias por lesión subcortical

Las lesiones de las estructuras subcorticales del hemisferio cerebral izquierdo, además
de originar problemas motores con las subsiguientes manifestaciones disártricas, pueden
provocar trastornos del lenguaje de características afásicas. La semiología resultante
puede ser diversa, desde problemas de fluencia y articulación hasta trastornos de la
comprensión del lenguaje, pasando por fenómenos anómicos, con neologismos y
fenómenos de jerga. También se han descrito fenómenos de perseveración, trastornos de
la repetición, apraxia verbal y agrafia. Si la lesión subcortical es extensa, puede
provocar afasia global. La diversidad de estructuras subcorticales que pueden afectarse
provoca que, en estos casos, el tipo de trastorno del lenguaje pueda ser muy variado,
dependiendo de la exacta localización de la lesión.

ELABORAR UN PLAN DE INTERVENCIÒN SEGUN LOS TIPOS


DE AFASIAS EXISTENTES.
La importancia de la reeducación es evidente para cualquiera que tenga experiencia en

Clínica Neurológica y la presión que los pacientes y sus familiares desarrollan para

obtener una terapia racional es algo que llega tanto al médico general como al

especialista. En múltiples ocasiones hemos comprobado que, si el médico no toma la

delantera en la indicación de alguna forma de terapia, los familiares inician la tarea en

forma intuitiva y primitiva.

El médico probablemente te hará una exploración física y neurológica, evaluará tu

resistencia, tu sensibilidad y tus reflejos, y te escuchará el corazón y los vasos

sanguíneos del cuello. Probablemente, el médico te recomendará una prueba de

diagnóstico por imágenes, como una resonancia magnética, para identificar

rápidamente cuáles son las causas de la afasia.

Probablemente, también debas someterte a pruebas y a observaciones informales para

evaluar tus habilidades del lenguaje, por ejemplo, la capacidad de hacer lo siguiente:

 Nombrar objetos comunes

 Participar en una conversación

 Comprender y usar las palabras correctamente

 Responder preguntas acerca de algo que hayas leído o escuchado

 Repetir palabras y frases

 Seguir instrucciones

 Responder preguntas por sí o por no y responder a preguntas abiertas acerca de

temas comunes

 Leer y escribir
Si el daño cerebral es leve, la persona puede recuperar las habilidades del lenguaje sin

tratamiento alguno. Sin embargo, la mayoría de las personas se somete a la terapia del

habla y del lenguaje para recuperar sus habilidades y complementar sus experiencias de

comunicación. Actualmente, los investigadores están estudiando el uso de

medicamentos, solos o en combinación con la terapia del habla, para ayudar a las

personas con afasia.

Rehabilitación del lenguaje y del habla

La recuperación de las habilidades del lenguaje suele ser un proceso relativamente

lento. Aunque la mayoría de las personas logra avances importantes, pocas de ellas

recuperan totalmente los niveles de comunicación que tenían antes de la lesión.

Para la afasia, la terapia del habla y del lenguaje intenta mejorar la capacidad de

comunicación al recuperar la mayor parte del lenguaje posible; y, a la vez, enseña la

forma de compensar las habilidades del lenguaje perdidas y de hallar otros métodos para

comunicarse.

Terapia:

 Comienza pronto. Algunos estudios indican que la terapia es más efectiva

cuando comienza poco después de la lesión cerebral.

 A menudo es efectiva en grupos. En un entorno grupal, las personas con afasia

pueden probar sus habilidades de comunicación en un ambiente seguro. Los

participantes pueden practicar algunas actividades, como iniciar conversaciones,

hablar en turnos, aclarar malentendidos y rearmar conversaciones que han

fracasado por completo.


 Puede consistir en el uso de computadoras. El uso de terapia asistida por

computadora puede ser especialmente útil para volver a aprender los verbos y

los sonidos de las palabras (fonemas).

Personas con afasia

Si tienes afasia, los siguientes consejos pueden ayudarte a comunicarte con otras

personas:

 Lleva contigo una tarjeta que indique que tienes afasia, incluso el tipo de afasia.

 Lleva una identificación y la información de contacto de las personas encargadas

de tu cuidado.

 Lleva contigo un lápiz y un pequeño bloc de notas en todo momento.

 Comunícate con métodos abreviados como dibujos, diagramas o fotografías.

 Haz gestos o señala los objetos.

Familiares y amigos

A los familiares y amigos pueden servirles los siguientes consejos cuando se comunican

con una persona con afasia:

 Simplifica tus oraciones y habla más lento.

 Al principio, mantén conversaciones individuales.

 Dale tiempo a la persona para que hable.

 No termines sus oraciones ni le corrijas sus errores.

 Reduce los ruidos del ambiente que distraigan.

 Ten a mano papel y lápices o lapiceras.


 Escribe palabras clave u oraciones cortas para ayudar a explicar algo.

 Ayuda a la persona que padece afasia a crear un libro de palabras, imágenes y

fotos para que la ayuden a conversar.

 Usa dibujos o gestos cuando no te entiendan.

 Haz que la persona con afasia participe en conversaciones lo máximo posible.

 Comprueba la comprensión o resume lo que han conversado.

Grupos de apoyo

Es posible que las sedes locales de organizaciones como la National Aphasia

Association (Asociación Nacional de la Afasia), la American Stroke Association

(Asociación Estadounidense del Accidente Cerebrovascular), la American Heart

Association (Asociación Americana del Corazón) y algunos centros médicos ofrezcan

grupos de apoyo para personas con afasia y otros afectados por el trastorno. Estos

grupos ofrecen a las personas un espíritu de comunidad, un lugar para hablar de sus

frustraciones y aprender estrategias de afrontamiento. Pregúntale al médico o al

logopeda si conoce grupos de apoyo locales.

Bibliografía
Ardila, A. (2005). Las afasias. Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias
Sociales y Humanidades.

Linkografia
 http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacionlogo/afasia_semiologia_y_tipos_clini
cos.pdf
 http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-logo/4_afasias.pdf
 http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-logo/afasias_1.pdf

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