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ANSIEDAD

¿Qué es?
La ansiedad se puede describir como un sentimiento de inquietud, nerviosismo,
preocupación, temor o pánico, por lo que está a punto de ocurrir o puede ocurrir.

¿Cómo se presenta la ansiedad?


La ansiedad es una emoción que se experimenta ante una situación amenazadora y
puede estar acompañada del aumento de las palpitaciones y sudoración. Si esta es
más intensa, se presentan mareos, sensación de opresión en el pecho, zumbidos al
oído o problemas gastrointestinales sin razón aparente.
Pero si escala más se constituye en un trastorno y pueden aparecer pensamientos
recurrentes sobre riesgos o catástrofes inminentes, terror y pánico, lo que interfiere
con el normal desarrollo de sus actividades diarias. Esta angustia puede
incluir sensación de entumecimiento, miedo, ansiedad, dificultad para dormir,
dolores de cabeza y cuerpo y sarpullido.
El director de Salud Mental del Minsa, Yuri Cutipé, señala que las formas en que se
presenta la ansiedad pueden ser trastornos de pánico, trastorno obsesivo compulsivo,
fobias o ansiedad generalizada. En el contexto actual que nos sitúa la Covid-19, la
incertidumbre y el no tener control de la situación, ha hecho que algunas personas
presenten cuadros de angustia y agobio desproporcionado debido al confinamiento y
la exposición constante a noticias sobre el virus.
La Guía Integral de Salud Mental, elaborada por el Minsa y la Universidad Cayetano
Heredia, define el trastorno de pánico como aquel donde la persona sufre un
episodio agudo de miedo y de inquietud que resulta impredecible; dura menos de
una hora, y si la persona no recibe tratamiento puede registrar episodios durante
meses o años. La ansiedad generalizad, en cambio, es una preocupación
desproporcionada sobre sucesos cotidianos, y es el que suele presentarse junto a la
depresión.

¿Cómo sobrellevar el aislamiento?

El Grupo de Trabajo del Comité Permanente entre Organismos, sobre Salud


Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia (IASC, por sus siglas
en inglés), el Minsa y Essalud dan las siguientes recomendaciones para manejar los
sentimientos de tristeza, estrés, confusión, molestia o angustia que se presentan en
situaciones de crisis:

 Minimice y filtre el tiempo de exposición a noticias que le causan ansiedad o


angustia. No preste atención a rumores y busque información únicamente de
fuentes confiables, principalmente sobre medidas que le ayuden a hacer
planes propositivos de protección para usted y sus seres queridos.
 Procure una dieta saludable y balanceada. Realice ejercicios físicos para
reducir el estrés y mantenga una rutina para dormir y comer.
 Mantenga canales de comunicación con amigos y seres queridos, en casa, por
correo electrónico o teléfono. Procure comunicar cómo se siente y tenga
disposición para escuchar a los demás.
 Ayudar a otros que lo necesitan. Crear redes de solidaridad y trabajar en
comunidad genera beneficios mutuos y nos involucra en la solución.
 Cuando salga de casa, con las medidas de protección, evite estresarse o
angustiarse si ve en la calle a personas sin mascarillas. Solo guarde su
distancia.
 Adapte sus rutinas. Procure comenzar el día a la misma hora y prepárese de
manera habitual para iniciar sus actividades. Dedique un tiempo del día para
pasarlo con su familia o en contacto virtual con terceros, y disfrute de tiempo
de ocio (conversar, leer, jugar, ver películas, etc) Cree nuevas rutinas o
retome proyectos pendientes.
 Comparta equitativamente las responsabilidades del hogar y/o el cuidado de
los hijos entre los integrantes de la familia. Reducir al mínimo la
comunicación de reproches, ser flexibles y no buscar tener la razón en todo
para no afectar las relaciones de pareja.

¿Qué cuidados debemos tener con los niños?

Es común que en tiempos de incertidumbre los niños muestren necesidad de estar


cerca a sus padres y de recibir más atención “Los niños observarán los
comportamientos de los adultos para buscar señales que les indiquen cómo
manejar sus propias emociones en los momentos difíciles”, indica la OPS. Por eso
se sugiere hablar con ellos sobre el coronavirus de acuerdo a su edad, a través de
cómic, videos o conversación directa.
Organicen juegos y pasatiempos en común, y promueva comportamientos y
pensamiento positivos en la familia. A los niños, niñas y adolescentes se les debe
guiar para establecer un horario regular de actividades; inclúyanlos en los trabajos
y tareas del hogar para que tengan una sensación de logro. Practiquen ejercicios.

Hable sobre sus sentimientos y valídelos; reconozca que es natural sentir miedo,
ira o tristeza. Los hijos tienen más probabilidades de obedecer si se les da
instrucciones positivas y elogios por las tareas cumplidas. Evite crear un ambiente
tenso y angustiante con gritos; use un tono de voz calmado. Dedíqueles tiempo y
afecto.

Si se aprecian cambios en el comportamiento de los menores de edad, que duran


más de 2 a 4 semanas, es posible que se requiera ayuda especializada.

Algunas manifestaciones de estrés o ansiedad  según la edad: 

En niños de 0 a 5 años de edad:

 Mojar la cama por la noche o chuparse el dedo cuando ya no lo hacían.


Manifestar miedo a las enfermedades, a los extraños, a la oscuridad, a
quedarse solos, contar historias exageradas sobre el virus, cambiar los hábitos
de comer y dormir, dolores y molestias que no se pueden explicar.
Comportamientos agresivos o de aislamiento, dificultades en el habla y
desobediencia. Pueden comenzar a mostrar las mismas emociones que sus
cuidadores.

En niños y adolescentes de 6 a 19 años:

 Pueden dejar de pasar tiempo con los amigos y tener problemas para prestar
atención en clases. Algunos llegan a ser agresivos sin motivo aparente. Para
los adolescentes puede ser más difícil lidiar con la ansiedad y se niegan a
ellos mismos lo que están sintiendo. Es posible que se quejen de molestias y
dolores físicos que no pueden identificar. Para más indicadores y
recomendaciones ingrese aquí.

Consejos para asistir a los adultos mayores


La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento “Mental health and
psychosocial considerations during the COVID-19 outbreak” señala que para apoyar
a los adultos mayores durante la crisis se les debe explicar las razones para no
visitarlos, por su seguridad, pero seguir manteniendo con ellos una comunicación
fluida, a través de viodellamadas o chats.

Intente que no rompan sus rutinas diarias o creen juntos nuevas actividades para que
se ejerciten físicamente o agilicen sus habilidades motoras y memoria con juegos.
Mantenga su alimentación y horas de sueño. Limite las noticias negativas a las que
acceden y ofrézcales información objetiva sobre el coronavirus, sin alarmar. Cuide
sus enfermedades preexistentes y asegúrese de que tengan acceso a sus
medicamentos.

Conclusión:
La ansiedad no siempre es un problema patológico, como ya hemos afirmado, la
ansiedad es un sentimiento necesario en las personas como la felicidad, el miedo o la
tristeza, ya que en algunos momentos de la vida es necesario sentir un poco de
ansiedad ante eventos relevantes o importantes, como por ejemplo la ansiedad que
siente un jugador antes de un partido de fútbol importante, o la ansiedad porque todo
salga bien en la organización de algún evento, que en estos casos mantiene a la
persona atenta y preparada para los posibles acontecimientos, totalmente diferente a
lo ocurrido en el trastorno de ansiedad generalizada o en el trastorno de pánico.
El tratamiento más utilizado y recomendado para la ansiedad es vivir el
presente, disminuir la importancia del futuro, para así, no depender de los
acontecimientos que puedan ocurrir y, por el contrario, concentrarse en el presente,
en el día a día, mantenerse ocupado, haciendo labores que generen la sensación de
que el tiempo pasa más rápido y así no pensar en los futuros problemas que puedan
presentarse, a lo cual muchas personas aconsejan que las personas deben ocuparse
en el momento de la llegada de alguna situación o problema y no preocuparse antes
de que estos ocurran.

https://ojo-publico.com/1993/guia-para-proteger-nuestra-salud-mental-durante-la-
pandemia
Niños de 0-5 años
Se puede describir como un
sentimiento de inquietud,
nerviosismo, preocupación, temor o
pánico, por lo que está a punto de
ocurrir o puede ocurrir.

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