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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE ENFERMERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

Funcionamiento familiar y riesgo de consumo de


alcohol en adolescentes, Trujillo - 2019

TESIS
PARA OPTAR EL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN ENFERMERÍA

AUTORES: Br. Raico Hernández, Elvis Raúl

Br. Reyna Aguilar, Yanina Elizabeth

ASESORA: Ms. Villanueva Valeriano, Tomasa Belinda

TRUJILLO - PERÚ

2020
DEDICATORIA

A mí querida madre: Mirian

Por su amor y apoyo en todo momento de mi vida, por su

comprensión y consejos, porque guiaste mis pasos para poder llegar a

la meta de terminar mi carrera profesional. Es un honor ser tu hijo y

siempre te amaré por toda la eternidad.

A mí querido padre: Raúl

Por apoyarme moral y económicamente, porque te esforzaste

trabajando duro para poder cubrir los gastos a lo largo de mi formación

profesional, porque me enseñaste a ser cada día mejor y a nunca renunciar

a nuestros sueños. Te amo papá.

A mí querido hermano: Diego

Por confiar en mí, por ser el mejor hermano del mundo, porque

me apoyaste en los momentos más difíciles. Tú y mis padres son lo más

valioso de mi vida.

ELVIS

ii
DEDICATORIA

A mí querida madre: Silvia

Por su cariño constante, apoyo y comprensión, por estar a mi

lado en momentos gratos y difíciles a la vez, alentándome a seguir

adelante y cumplir mis sueños. Eres mi motivación.

A mí querido padre: Juan

Por haberme forjado como la persona que soy en la actualidad;

gracias por enseñarme a ser fuerte y enfrentar los problemas, me llenaste

de motivación y amor en los momentos difíciles.

A mis queridos hermanos: Víctor, Carlos y Juan

Por confiar en mí, por ser los mejores hermanos del mundo,

porque día a día me brindan su cariño y enseñanzas y por llegar a mi

vida a pasar los mejores momentos y hacer parte de este rompecabezas

de felicidad.

YANINA

iii
AGRADECIMIENTO

A Dios, por su bondad, por bendecirnos y enseñarnos el camino

a seguir, por sembrar en nosotros la vocación del cuidado, además el

don de la sabiduría, conocimiento y capacidad para entender la gran

responsabilidad y sacrificio que significa nuestra carrera.

A nuestra asesora, Ms. VILLANUEVA VALERIANO TOMASA

BELINDA por sus enseñanzas, dedicación, paciencia, esfuerzo y

participación, porque con sus conocimientos y experiencia supo guiarnos

en la realización de nuestra tesis.

Un agradecimiento infinito y profundo a todas y cada una de las

personas que nos han ayudado en la realización del presente trabajo

investigativo.

ELVIS Y YANINA

iv
SUMARIO

RESUMEN............................................................................................................... vi
ABSTRACT ............................................................................................................ vii
INTRODUCCION......................................................................................................1
II. MATERIAL Y MÉTODO ..............................................................................18
III. RESULTADOS ..............................................................................................29
IV. ANALISIS Y DISCUSIÓN ............................................................................32
V. CONCLUSIONES ...............................................................................................40
VI. RECOMENDACIONES ....................................................................................41
I. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................42
VIII. ANEXO 1 ..................................................................................................50

v
RESUMEN

Investigación cuantitativa, descriptiva correlacional de corte transversal que se realizó en la

Institución Educativa Gustavo Ries de Trujillo, cuyo objetivo fue determinar la relación que

existe entre el nivel de funcionamiento familiar y el nivel de riesgo de consumo de alcohol

en adolescentes. La muestra estuvo conformada por 198 adolescentes. La recolección de

datos se obtuvo mediante los instrumentos: Escala de evaluación de cohesión y adaptabilidad

familiar – faces III y el Cuestionario de identificación de trastornos relacionados con el

consumo de alcohol – test de AUDIT. Los datos obtenidos fueron presentados en tablas de

simple y doble entrada con frecuencias numéricas y porcentuales. Para determinar la relación

entre las variables, se utilizó la prueba de independencia de criterios Kendall, después del

análisis se llegó a las siguientes conclusiones: el 43 % de los adolescentes tienen un nivel

medio de funcionamiento familiar, el 40 % un nivel extremo; el 81 % tuvieron bajo riesgo

de consumo de alcohol. No existe relación estadística significativa entre el funcionamiento

familiar y el riesgo de consumo de alcohol.

Palabras claves: funcionamiento familiar, consumo de alcohol, adolescentes.

vi
ABSTRACT

Quantitative, descriptive correlational cross-sectional research that was carried out at the

Gustavo Ries de Trujillo Educational Institution, whose objective was to determine the

relationship between the level of family functioning and the level of risk of alcohol

consumption in adolescents. The sample consisted of 198 teenagers. Data collection is

obtained through the instruments: Family cohesion and adaptability assessment scale - faces

III and Questionnaire for the identification of disorders related to alcohol consumption -

AUDIT test. Data were frequently selected in single and double entry tables with numerical

and percentage frequencies. To determine the relationship between the variables, verify the

Kendall criteria independence test, after the analysis the following conclusions were

reached: 43% of adolescents have a medium level of family functioning, 40% an extreme

level; 81% had a low risk of alcohol consumption. There is no significant statistical

relationship between family functioning and the risk of alcohol consumption.

Keywords: family functioning, alcohol consumption, adolescents

vii
I. INTRODUCCION

El consumo de alcohol es un problema de salud pública, representando la primera

causa de accidentes y tercera causa de muerte en el mundo con más de 3,3 millones de

personas debido al empleo de bebidas alcohólicas (Organización Mundial de la Salud

[OMS], 2015).

A nivel mundial, Europa es el continente con el mayor consumo de alcohol per

cápita, donde algunos de sus países presentan tasas de consumo particularmente altas.

Asimismo, se han reportado incrementos de consumo en las regiones de Asia Sudoriental y

del Pacífico Occidental (OMS y Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2014).

En el mundo entero existe un mayor porcentaje de hombres que mujeres mueren

por causas relacionadas con el consumo de alcohol, aproximadamente un 7,6 % de los

hombres y un 4% de las mujeres. Sin embargo, hay evidencia de que las mujeres pueden ser

más vulnerables a los efectos nocivos del alcohol en comparación con los hombres (OMS y

OPS, 2014).

Las Américas y Europa tienen las proporciones más altas de adolescentes (15 a 19

años) que beben alcohol, con el 53% y el 70% respectivamente, que admiten ser

consumidores actualmente. En las Américas consumen 8,4 litros de alcohol puro per cápita

cada año, lo que coloca a la región en segundo lugar después de Europa, donde las personas

consumen 10,9 litros por año. En las Américas, la cerveza es la bebida alcohólica más

consumida, por lo tanto contribuye al 55,3% del total del alcohol (OMS, 2015).

Sin embargo, según un reciente estudio de la OPS (2017), El Salvador, Guatemala

y Nicaragua, seguidos por Brasil, México y Cuba, tienen las tasas más altas de mortalidad

por causas atribuibles al alcohol, lo cual refleja los patrones nocivos de consumo.

1
Actualmente el consumo de bebidas alcohólicas es considerado como el principal

factor de riesgo para la carga de morbilidad en los países en vías de desarrollo del Pacifico

y las Américas y el segundo factor de riesgo en los países desarrollados como Europa. En

América Latina, según un informe publicado por la OMS, Chile es el país donde se dan los

índices de ingesta más elevados y Perú ocupa el sexto lugar; además, cuenta con una tasa

alta de consumo de bebidas alcohólicas con el 83% de consumidores del total de su población

(Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas [CICAD], 2011).

En América Latina se estima que 38 millones de adolescentes consumen esta

sustancia, considerando al alcohol como la sustancia psicoactiva de mayor consumo entre

ellos, es mayor en varones que en mujeres (OMS, 2015).

En el Perú, según Estadísticas de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida

sin Drogas (DEVIDA, 2015) 4 de cada 10 escolares han consumido alcohol, siendo la edad

promedio de inicio en el consumo a los 13 años, aunque se han reportado casos de niños de

8 años que ya han probado esta sustancia. DEVIDA (2012) también agrega que en otro

estudio realizado en lima encontraron que los adolescentes limeños inician el consumo de

alcohol a los 13 años de edad.

Estos datos son corroborados por el Centro de Información y Educación para la

Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO) y el Sistema Interamericano de Datos Uniformes

sobre el Consumo de Drogas (SIDUC) quienes señalan que las tasas más altas de consumo

de bebidas alcohólicas se dan con mayor magnitud en menores de 18 años, además la edad

promedio de inicio en el consumo de alcohol es alrededor de los 12 a 13 años (Datos de

Catalogación en Publicación de la Biblioteca de la OMS, 2014).

Según el último Estudio Nacional de Prevención y Consumo de Drogas en

estudiantes de secundaria, el 40.5% de los escolares esto es cerca de 900.000 adolescentes

2
han probado alguna droga legal siendo la de mayor consumo las bebidas alcohólicas como

la cerveza, el ron, el vino (sangría), clímax, tragos preparados, pisco, whisky y vodka

(DEVIDA, 2012).

Estos datos estadísticos muestran que la población de escolares de educación

secundaria tiene una gran acogida a las bebidas alcohólicas; donde el 40.5% ha consumido

una bebida alcohólica alguna vez en su vida, 23% en el último año, 12.3% en el último mes.

Siendo los años de estudio con mayor prevalencia de consumo 3ero, 4to y 5to de secundaria

con 24.5%, 32.9% y 39.7%, respectivamente (DEVIDA, 2012).

En el año 2016, los especialistas del Ministerio de Salud (MINSA) han atendido a

22 niños de 10 y 11 años por problemas de alcohol; 324 adolescentes entre 12 y 14 años y

765 jóvenes entre 15 y 17 años (MINSA, 2017).

En el Perú según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística e

Informática (INEI, 2015) el 91,5% de las personas de 15 y más años de edad declararon que

han consumido bebida alcohólica, alguna vez en su vida. Siendo mayor este porcentaje en

los hombres con 94,8% que en las mujeres 88,3%. El mayor porcentaje de personas que

tomaron algún tipo de licor, se encontró en Lima Metropolitana donde un 95,8% tomó alguna

bebida alcohólica, alguna vez en su vida. Le sigue la Costa (sin Lima Metropolitana) con el

94,4%. Los menores porcentajes se hallaron en la Sierra con 86,5% y la Selva con 90,5%.

El uso nocivo del alcohol en los adolescentes, disminuye el autocontrol y aumenta

los comportamientos de riesgo. El consumo nocivo de alcohol es una de las principales

causas de traumatismos (incluidos los provocados por accidentes de tránsito), violencia

(especialmente la violencia doméstica) y muertes prematuras. La reglamentación del acceso

a las bebidas alcohólicas es una estrategia eficaz para reducir el consumo nocivo de alcohol

por parte de los adolescentes (INEI, 2015).

3
Lo anterior puede explicarse en razón de que la adolescencia es una etapa de

transición y de exposición al riesgo, por la búsqueda de experimentación de nuevas

conductas, sensaciones y emociones, por ello es la población más vulnerable para consumir

alcohol; dado que el consumo de esta sustancia en la adolescencia parece mostrar que es una

forma de adaptarse a la sociedad (Villarreal, Sánchez, Musitu y Varela, 2010).

Ante esta problemática en el Perú existe la ley N° 28681 que regula la

comercialización, consumo y publicidad de bebidas alcohólicas, asimismo en su artículo 5

se refiere a la prohibición de la venta, distribución, suministro y consumo de bebidas

alcohólicas, donde afirma “Prohíbase la venta ambulatoria, distribución, suministro a título

oneroso o gratuito y el consumo directo de toda clase de bebidas alcohólicas, según

corresponda: a menores de 18 años; en instituciones educativas básica, superior universitaria

y no universitaria sean públicos o privados; en establecimientos de salud, públicos o

privados; en los espectáculos deportivos y culturales destinados a menores de edad; a

personas que se encuentren dentro de vehículos motorizados; en la vía pública”.

El consumo de alcohol se ve influenciado por múltiples factores tanto personal,

como familiares y sociales. Algunos autores han documentado que la funcionalidad familiar

alterada puede ser un determinante crucial para el desarrollo de estilos de vida no saludables

y comportamientos desadaptativos para el inicio y mantenimiento de la conducta de

consumo de alcohol, así como el desarrollo de problemas emocionales en esta etapa de la

vida (Abu Rayya y Yang, 2012).

Según CEDRO (2017) el riesgo de daño en los más jóvenes, pre adolescente y

adolescentes es mayor porque se trata de sistemas nerviosos en formación y desarrollo, por

lo que su capacidad de resistencia a la toxicidad del alcohol es menor. El organismo de un

niño o de un adolescente está en proceso de formación. Si comienzan a beber en esa etapa

4
de la vida, podrían padecer problemas académicos, falta de concentración, daños hepáticos,

alteraciones en el sistema nervioso central y dificultades con el rendimiento.

El consumo nocivo de alcohol entre los adolescentes preocupa cada vez más a

muchos países, ya que reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, como

las relaciones sexuales no protegidas o comportamientos peligrosos en la carretera. Es una

de las principales causas de lesiones (incluidas las provocadas por accidentes de tránsito),

violencia (especialmente por parte de la pareja) y muertes prematuras. Además, puede

provocar problemas de salud en una etapa posterior de la vida e influir en la esperanza de

vida (OMS, 2015).

González y Cardona (2015) realizaron una investigación en Colombia sobre el

funcionamiento familiar y consumo de alcohol en adolescentes de la Institución Educativa

“Carmen de Viboral”. El estudio fue cuantitativo de tipo descriptivo correlacional. La

muestra estuvo conformada por 330 adolescentes hombres y mujeres de dicha Institución

Educativa. Se encontró que en los adolescentes de 14 y 20 años un 76% consumen alcohol

frente a un 24% que no consume, Consumo sin riesgo un 18.1% Consumo de riesgo, el 5.4%

y Consumo perjudicial 2.1%. Viven con ambos padres 67.6%, el 25.5% viven con padre o

madre, el 3.3% con otros y el 2.4 % con abuelo. Se concluyó que el consumo es relativamente

bajo al consumo sin riesgo.

Orlando (2014) realizó una investigación en el Ecuador titulada funcionamiento

familiar y su influencia en el consumo de alcohol en la Institución Educativa “Miño

Altamirano de la Parroquia Santa Rosa”. Fue un estudio cuantitativo y la muestra estuvo

conformada por 217 adolescentes hombres y mujeres de dicha Institución Educativa. El

instrumento utilizado fue el cuestionario de evaluación del funcionamiento familiar y el test

de Audit. Se determinó que el 88.94% de la población no tiene problemas con el alcohol, el

5
8.76% son bebedores en riesgo y el 2.30% presentan una dependencia marcada en el

consumo de alcohol. En cuanto al funcionamiento familiar se determinó que el 0.92% son

familias severamente disfuncionales, el 64.05% son familias disfuncionales, el 21.19% son

moderadamente funcionales y el 13.82% son familias funcionales. Se concluyó que los

adolescentes no presentan problemas con el consumo de alcohol pero si un bajo porcentaje

como bebedores en riesgo y dependencia al alcohol no es el principal problema.

Alonso, Yañez y Armendáriz (2017) realizaron una investigación sobre la

funcionalidad familiar y consumo de alcohol en adolescentes de secundaria, en México. Se

identificó que el consumo de bajo riesgo fue más alto en los adolescentes que refieren

funcionalidad familiar (68.8%), en relación al consumo dependiente y dañino este fue más

alto en los adolescentes que perciben disfunción familiar moderada (32.0%).

Terrones y Villanueva (2016) realizaron una investigación en Lima - Perú sobre la

relación entre la dinámica familiar y el consumo de bebidas alcohólicas en adolescentes de

nivel secundario, donde se concluyó que la correlación entre la dinámica familiar (en las

dimensiones de adaptabilidad, cohesión y comunicación) y el consumo de alcohol es

negativa y estadísticamente significativa. A menor dinámica familiar, mayor consumo de

bebidas alcohólicas en los adolescentes de 13 a 17 años.

DEVIDA (2011) realizó una encuesta a 57,850 escolares de secundaria de todo el

Perú y encontró que la edad promedio de inicio en el consumo de licor es de 13 años.

Asimismo, el 33.5% de los muchachos entrevistados señaló que debutó con el alcohol por

presión de sus padres, hermanos, primos, tíos o abuelos.

Según el MINSA (2010) en su estudio de la Encuesta Global de Salud Escolar

realizada en el Perú muestra que entre los estudiantes que han tomado alguna vez una bebida

que contenía alcohol, 59.6% tomaron por primera vez bebidas alcohólicas antes de los 14

6
años. Un hallazgo importante es que entre los estudiantes que declararon beber, 34.2% de

ellos mencionaron haber conseguido las bebidas alcohólicas a través de sus amigos. El 14.0

% de los estudiantes tuvieron problemas con su familia o amigos, faltaron a la escuela o se

mezclaron en peleas una o más veces como resultado de haber ingerido bebidas alcohólicas.

También para esta condición los varones reportaron porcentajes superiores al de las mujeres

(17.0% versus 11.0%, respectivamente).

Kliegman, Stanton, Schor y Behrman (2013) mencionan la importancia de los

profesionales sanitarios, dentro de ellos está la enfermera, quien cumple un rol importante

en la formación de conductas saludables entre los adolescentes, siendo que las principales

causas de mortalidad y discapacidad en este grupo de edad se pueden prevenir. El acceso a

una asistencia sanitaria apropiada según el grado de desarrollo, asequible y de alta calidad

durante los años de la adolescencia, sienta las bases para una vida sana.

Por tal motivo, consideramos de interés investigar el funcionamiento familiar y

riesgo de consumo de bebidas alcohólicas en adolescentes, para que en base a resultados de

la realidad actual que atraviesan los adolescentes en nuestra sociedad, se contribuya a que

los profesionales de salud entre ellos la enfermera mejoren e innoven las estrategias de

intervención en prevención del consumo de alcohol acorde con las necesidades de los

adolescentes, de tal manera que permita brindarles una atención integral y oportuna que

favorezca el desarrollo de una adolescencia saludable, lo cual repercutirá en el desarrollo de

una sociedad con futuros adultos responsables.

7
1.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Qué relación existe entre el nivel de funcionamiento familiar y el nivel de riesgo de

consumo de alcohol en adolescentes de la Institución Educativa Gustavo Ries -

Trujillo, 2019?

1.2. OBJETIVOS

1.2.1. OBJETIVO GENERAL

▪ Determinar la relación que existe entre el nivel de funcionamiento familiar y el

nivel de riesgo de consumo de alcohol en adolescentes de la Institución Educativa

Gustavo Ries, Trujillo - 2019.

1.2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

▪ Determinar el nivel de funcionamiento familiar en los adolescentes de la

Institución Educativa Gustavo Ries, Trujillo - 2019.

▪ Determinar el nivel de riesgo de consumo de alcohol en adolescentes de la

Institución Educativa Gustavo Ries, Trujillo - 2019.

2. MARCO CONCEPTUAL

Teniendo como base el problema a investigar, los conceptos principales que guiarán

el presente trabajo son: Adolescente, Riesgo de Consumo de Bebidas Alcohólicas y

Funcionamiento Familiar.

8
La adolescencia se define como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que

se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Esta

fase de crecimiento y desarrollo viene condicionada por diversos procesos biológicos .

Los clasifican en tres etapas: Adolescencia temprana: 10 a 13 años, adolescencia media:

14 a 16 años, adolescencia tardía: 17 a 19 años (OMS, 2018).

La adolescencia es un periodo en el que se producen intensos cambios físicos y

psicosociales que comienzan con la aparición de los primeros signos de la pubertad y

terminan cuando cesa el crecimiento (Iglesias, 2013). Según la OMS (2018) la

adolescencia es sinónimo de crecimiento excepcional y gran potencial, constituye

también una etapa de riesgos considerables como el suicidio por depresión, autoestima

baja, violencia intrapersonal, enfermedades de transmisión sexual y consumo de alcohol.

El alcohol es una sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencias,

se ha usado grandemente en muchas culturas durante varios siglos. El consumo abusivo

de alcohol lleva una pesada carga social y económica para el gobierno. El alcohol afecta

a las personas y las sociedades de diferentes formas, y sus efectos están determinados por

el volumen de alcohol consumido, los hábitos de consumo y en raras ocasiones por la

calidad del alcohol (OMS, 2015).

El consumo de alcohol ha suscitado interés en todas las culturas y en todos los

continentes, desde los años ochenta existen ya reportes de los altos niveles de consumo y

problemas asociados a su abuso, existe más probabilidad de uso de sustancias

psicoactivas durante la adolescencia y la etapa de adulto joven, con una asociación

positiva entre nivel educativo y consumo (Castaño y Calderón, 2014).

9
El consumo de alcohol puede describirse en términos de gramos de alcohol

consumido o por el contenido alcohólico de las distintas bebidas, en forma de unidades

de bebida estándar (UBE). En Europa una UBE contiene 10 gramos de alcohol, en

Estados Unidos y Canadá una UBE contiene entre 13 y 14 gramos de alcohol, mientras

que en otros países, la cantidad de alcohol elegida para aproximarse a una UBE puede ser

mayor o menor, en función de las costumbres locales y la presentación de la bebida. La

UBE es el volumen de alcohol que contiene aproximadamente la misma cantidad (en

gramos) de etanol, sea cual sea el tipo de bebida (p. ej., un vaso de vino, una lata de

cerveza o un combinado) (OPS, 2008).

Con una U.B.E. se puede medir la cantidad de alcohol puro, no la cantidad de líquido

que se bebe. Un hígado sano puede metabolizar alrededor de una U.B.E cada hora u hora

y media. Lo que determina cuántas U.B.E. tiene una bebida es el grado alcohólico y la

cantidad de la misma. Existe una fórmula para calcular los gramos de alcohol que contiene

una bebida, para lo cual se multiplica los mililitros de la bebida alcohólica con los grados

de la misma por la densidad del alcohol (0,8), todo ello divido entre 100 (OPS, 2008).

El consumo de riesgo y perjudicial de alcohol afecta a todos los grupos de edad, a

todos los estratos de la sociedad europea y a todos los países, aunque a aquellos con

desventajas sociales les afectan de forma desproporcionada. Los adolescentes soportan

de forma relativa una parte desproporcionada de esta carga ya que el alcohol origina el

25% de la mortalidad en los hombres y del 10% en las mujeres. Diversos estudios

muestran que un mayor nivel socioeconómico se relaciona con mayor frecuencia de

consumo, en particular para las mujeres (Jacobsen, 2005).

Los hombres con más educación tienen menos probabilidades de ser

bebedores problema, en contraste con un efecto inverso encontrado en las mujeres. Se ha

10
encontrado consistente evidencia que las personas con menor nivel socioeconómico se

abstienen con mayor probabilidad de consumir alcohol. Sin embargo, la intoxicación

etílica y la dependencia del alcohol son más probables en aquellas personas con menor

nivel socioeconómico, y esto ocurre en ambos sexos (Jacobsen, 2005).

Para evaluar el nivel de riesgo del consumo de alcohol, la OMS utiliza el Test de

AUDIT, además de ser un apoyo en las intervenciones breves realizadas en pacientes con

consumo de riesgo de alcohol. El nivel de riesgo de consumo de alcohol se clasifica en 4

zonas (OMS, 2001).

La Zona I se refiere al consumo de bajo riesgo o la abstinencia, que están

generalmente indicadas cuando la puntuación del AUDIT está entre 0 y 7. Este concepto

se refiere no sólo a la cantidad de alcohol que beben, sino también a cómo y cuándo lo

ingieren y el efecto que su comportamiento puede tener en los demás cuando beben. El

consumo de bajo riesgo es beber disfrutando, pero sobre todo cuidando tú mismo/a el

ritmo (Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz [INPRFM], 2012).

El segundo nivel, la Zona II, comprende el consumo de riesgo, que están

generalmente indicadas cuando la puntuación del AUDIT está entre 8 y 15. Es un patrón

de consumo de alcohol que aumenta el riesgo de consecuencias adversas para el bebedor

o para los demás. Los patrones de consumo de riesgo son importantes para la salud

pública a pesar de que el individuo aún no haya experimentado ningún trastorno. El

consumo de riesgo es una forma de beber que se relaciona con una cantidad de consumo

de 20 a 40 gramos de alcohol diarios en mujeres, y de 40 a 60 gramos diarios en hombres

(OMS, 2001).

El tercer nivel, la Zona III, comprende el consumo perjudicial, está sugerido para

puntuaciones del AUDIT en el rango de 16 a 19. El consumo perjudicial se define como

11
un patrón en el beber que causa daños a la salud física o mental y está definido por la

OMS como el consumo medio regular de 40 gramos diarios de alcohol en mujeres, y más

de 60 gramos diarios en hombres. El consumo excesivo ocasional, que puede ser

particularmente perjudicial para la salud, es definido como el consumo, por parte de un

adolescente, de por lo menos 60 gramos de alcohol en una sola sesión. (OMS, 2001).

El cuarto nivel de riesgo, la zona IV, comprende el consumo dependiente, está

sugerido por puntuaciones del AUDIT por encima de 20. Estos pacientes deben derivarse

a un especialista para una evaluación diagnóstica y un posible tratamiento de la

dependencia de alcohol (OMS, 2001).

La dependencia es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos

que pueden aparecer después del consumo repetido de alcohol. Estos fenómenos

típicamente incluyen deseo intenso de consumir alcohol, dificultad para controlar el

consumo, persistencia del consumo a pesar de las consecuencias perjudiciales, mayor

prioridad al consumo frente a otras actividades y obligaciones, aumento de la tolerancia

al alcohol y abstinencia física cuando el consumo se interrumpe (OMS, 2001).

El alcohol está implicado en una amplia variedad de enfermedades,

trastornos y lesiones, así como en múltiples problemas sociales y legales. Es una de

las causas principales del cáncer de boca, esófago y laringe. La cirrosis hepática y

la pancreatitis a menudo se producen como consecuencia del consumo excesivo

durante largos períodos de tiempo. Así mismo, problemas médicos mucho más

frecuentes, como la hipertensión, la gastritis, la diabetes y algunas formas de infarto

cerebral pueden agravarse incluso por el consumo ocasional y de breve duración,

tal como también ocurre con trastornos mentales como la depresión (Babor et al.,

2010).

12
Existen diversos factores que influyen en los niveles y hábitos de consumo

de alcohol, así como en la magnitud de los problemas relacionados con el consumo

de alcohol en los adolescentes. Los factores ambientales incluyen el desarrollo

económico, la cultura y la disponibilidad de alcohol. Si bien no existe un único

factor de riesgo dominante, cuantos más factores vulnerables converjan en un

adolescente, más probable será que desarrolle problemas relacionados con el

alcohol como consecuencia del consumo de alcohol (OMS, 2018).

Así como los factores ambientales influyen en el consumo de alcohol en

los adolescentes, también están los factores personales y familiares

(funcionamiento familiar, antecedentes de padres consumidores de alcohol, entre

otros). El buen funcionamiento de la familia es muy importante para favorecer un

desarrollo saludable del adolescente porque en esta etapa es donde adoptan esas

conductas de riesgo (OMS, 2018).

La funcionalidad familiar es aquel conjunto de atributos (adaptabilidad,

participación, desarrollo, afectividad y la capacidad resolutiva) que caracterizan a

la familia como sistema. La familia funcional realiza diversos ajustes ante los

procesos de cambio que pueden facilitar y promover la adaptación de la familia

durante las diversas crisis familiares que se experimentan a lo largo del ciclo de

vida de la familia; no obstante, también es posible que no ocurran los reajustes y se

provoquen alteraciones en su funcionamiento (Oficina de las Naciones Unidas

contra la Droga y el Delito [UNODC], 2013).

Se ha documentado en algunos estudios sobre funcionalidad familiar

alterada, que los factores que intervienen en esta, son la ausencia física y emocional

de los padres, la deficiente calidad de los vínculos entre los miembros del sistema

13
familiar, la ausencia de relaciones positivas dentro de la familia, como la falta de

confianza entre sus miembros, las escasas manifestaciones de afecto y la percepción

de escasa cercanía entre sus miembros (Oficina de las Naciones Unidas contra la

Droga y el Delito [UNODC], 2013).

En la adolescencia las alteraciones del funcionamiento familiar se dan en

el ámbito de la formación de las familias, tanto en la nuclear como en la extensa se

puede dar la ausencia física de uno o ambos progenitores, implicando la falta de

figuras necesarias en el desempeño de acciones vitales para el grupo familiar, donde

la violencia y los conflictos paterno-filiales son frecuentes así como también la falta

de autoridad eficiente para normar a los hijos, lo cual produce desestabilización

que, unida al proceso de cambios y transformaciones por los que atraviesa el

adolescente, le acarrea confusiones (Olson, Russell y Sprenkle, 1989).

Olson et al. (1989) definen el funcionamiento familiar como la interacción

de vínculos afectivos entre miembros de la familia (cohesión) y que pueda ser capaz

de cambiar su estructura con el fin de superar las dificultades evolutivas familiares

(adaptabilidad). Esta teoría contempla las situaciones que atraviesan la familia

durante la vida y los cambios que deben realizar en su estructura para lograr una

adaptación y una cohesión, que ayuden a una mejor estabilidad para el crecimiento

saludable del adolescente.

Además, establece que un funcionamiento familiar balanceado es aquel

que posibilita a la familia cumplir exitosamente con los objetivos y funciones que

le están asignados. Muchas veces este funcionamiento puede ser adecuado, pero

otras veces puede verse afectado por algunas situaciones o factores estresantes que

14
se presenten a lo largo del ciclo evolutivo de la familia, como en el caso que tengan

un adolescente que consume alcohol (Olson et al., 1989).

Según el Modelo Circumplejo de Olson, la funcionalidad de la familia

tiene dos dimensiones que son la adaptabilidad, que clasifica a la familia en caótica,

flexible, estructurada y rígida; y la cohesión, la cual clasifica a la familia en no

relacionada, semi relacionada, relacionada y aglutinada (Olson et al., 1989).

La adaptabilidad familiar según Olson et al. (1989) “se define como la

habilidad de un sistema familiar para cambiar su estructura de poder, las relaciones

de roles y las reglas de las relaciones, en respuesta al estrés situacional y propia del

desarrollo”, es decir que la estructura familiar puede verse afectada ante un cambio

como la desintegración de una familia nuclear la cual ocasiona cambios en las reglas

y roles que los hijos muchas veces no están acostumbrados a realizar y para poder

lograr esta habilidad tratan de adaptarse.

Los tipos de familia de acuerdo a la dimensión de adaptabilidad son:

Caótica, es un tipo de familia caracterizada por la ausencia de liderazgo, cambio de

roles, disciplina muy cambiante o ausente. Flexible, se caracteriza por ser una

familia con disciplina democrática, liderazgo y roles compartidos, que pueden

variar cuando la familia considere necesario. Estructurada, caracterizada porque a

veces los miembros de la familia tienden a compartir el liderazgo o los roles, con

cierto grado de disciplina democrática, dándose cambios cuando sus integrantes lo

solicitan. Rígida, son familias con un liderazgo autoritario, roles fijos, disciplina

rígida sin opción de cambios (Olson et al., 1989).

15
La Cohesión se define como “el vínculo emocional que los miembros de

la familia tienen unos con otros y el grado de autonomía personal que

experimentan”. Evalúa el grado por el cual los miembros están conectados o

separados del resto de la familia. Esta dimensión se define por los vínculos

emocionales que cada miembro tiene con el otro (Polaino y Martínez, 2006).

Los tipos de familia de acuerdo a la dimensión de cohesión son: No

relacionada, caracterizada por la presencia de límites rígidos, constituyéndose cada

individuo en un subsistema, tienen poco en común y no comparten tiempo entre sus

integrantes. Semi relacionada, sus límites externos e internos son semi-abiertos, sus

límites generacionales son claros, cada individuo constituye un subsistema, sin

embargo, cuando lo requieren pueden tomar decisiones familiares. Relacionadas,

poseen límites intergeneracionales claros, obteniendo sus miembros espacio para

su desarrollo individual, además poseen límites externos semi-abiertos. Aglutinada,

se caracterizan por poseer límites difusos, por lo que se dificulta identificar con

precisión el rol de cada integrante familiar (Olson et al., 1989).

Entre los años de 1979 a 1989, como un intento de involucrar o integrar

tanto la investigación teórica como la práctica, Olson et al. (1989) proponen una

escala destinada a evaluar la percepción del funcionamiento familiar en dos

dimensiones: la Adaptabilidad y la Cohesión familiar, el “FACES III”. Sin

embargo, de forma implícita evalúa la variable de la comunicación, que se torna

subyacente o estructural de la adaptabilidad y de la cohesión, esto quiere decir que

entre más adaptada y cohesionada sea una familia mejor serán sus procesos

comunicacionales y por el contrario entre menos adaptada y cohesionada sea una

familia sus estados comunicacionales serán escasos.

16
El FACES III, permite que una persona pueda obtener una visión de su

funcionamiento familiar real e ideal, clasificando a una familia dentro de un rango

de 16 tipos específicos o simplemente en tres grupos más generales

correspondientes a familias balanceadas, de rango medio y extremas. Además, se

puede establecer una comparación de la discrepancia percibida por el sujeto entre,

la familia real e ideal, discrepancias que servirán para obtener datos adicionales de

la familia, que son importantes tanto teórica como clínicamente, al momento de

determinar pautas de tratamiento a nivel familiar o individual (Olson et al., 1989).

Según Villarreal, Sánchez y Musitu (2013) señalan que el funcionamiento

familiar alterado es una variable predictora significativa del riesgo de consumo de

alcohol en los adolescentes. Esto además puede explicarse en el sentido de que las

muestras de cariño y la relación afectiva y cuidadora entre padres e hijos y entre

hermanos les significan protección hacia el consumo de alcohol.

17
II. MATERIAL Y MÉTODO

2.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN

El presente estudio es de tipo cuantitativo, descriptivo, correlacional y de corte

transversal (Hernández, Fernández y Baptista, 2010); el cual se llevó a cabo durante

los meses de agosto a diciembre del 2019, en adolescentes de la Institución Educativa

Gustavo Ries, de la Provincia de Trujillo, Departamento de La Libertad.

2.2. POBLACIÓN DEL ESTUDIO

2.2.1. POBLACIÓN

La población estuvo conformada por 404 adolescentes de 15 a 17 años del nivel

secundario, matriculados en la Institución Educativa Gustavo Ries durante el año

2019, según consta en los registros de la institución.

2.2.2. MUESTRA

La muestra estuvo conformada por 198 adolescentes, varones y mujeres de 15

a 17 años de la Institución Educativa Gustavo Ries. El tamaño de la muestra se

obtuvo mediante la fórmula del muestreo aleatorio estratificado probabilístico, con

un nivel de significancia del 5 por ciento y un error de muestreo del 5 por ciento

(Anexo 01) y se seleccionó aleatoriamente y en forma proporcional, teniendo en

cuenta el número de alumnos por grado, sección y sexo (Anexo 02).

18
2.2.3. CRITERIOS DE INCLUSIÓN

• Adolescentes de ambos sexos, de 15 a 17 años matriculados en la Institución

Educativa Gustavo Ries que tuvieron asistencia regular.

• Adolescentes cuyos padres autorizaron la participación de sus menores hijos.

• Adolescentes que aceptaron participar voluntariamente en la investigación.

2.3. UNIDAD DE ANÁLISIS

Estuvo conformada por cada uno de los adolescentes de la Institución

Educativa Gustavo Ries que cumplieron con los criterios de inclusión.

2.4. INSTRUMENTO

En la presente investigación se utilizaron dos instrumentos:

A. Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar – FACES

III (Olson, Portner y Lavee, 1985) (Anexo 03).

La Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar -

FACES III es la 3° versión de la serie de escalas FACES y ha sido

desarrollada para evaluar dos de las principales dimensiones del Modelo

Circumplejo: la cohesión y la adaptabilidad familiar.

La Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar -

FACES III, cuenta con veinte ítems, de los cuales los ítems impares se

utilizan para medir la cohesión familiar y los ítems con números pares para

medir la adaptabilidad familiar. Las opciones de respuesta se clasifican de

acuerdo a una escala tipo Likert que considera cinco opciones:

19
➢ Casi nunca : 1 punto

➢ Una que otra vez : 2 puntos

➢ A veces : 3 puntos

➢ Con frecuencia : 4 puntos

➢ Casi siempre : 5 puntos

El puntaje máximo para cada subescala (cohesión y adaptabilidad

familiar) es de cincuenta puntos y el mínimo diez puntos y permitieron

determinar el tipo de familia; finalmente ambas se correlacionaron para

determinar el nivel de funcionamiento familiar: balanceado, medio o

extremo (Anexo 04).

B. Cuestionario de Identificación de Trastornos Relacionados con el

Consumo de Alcohol – TEST DE AUDIT (OMS, 2001) (Anexo 05).

El Test de Identificación de los Trastornos Relacionados con el

Consumo de Alcohol – Test de AUDIT, identifica a las personas con un

patrón de consumo de riesgo o perjudicial de alcohol. El AUDIT fue

desarrollado por la Organización Mundial de la Salud en el año 1982 como

un método simple de screening del consumo excesivo de alcohol y como un

apoyo en la evaluación breve (OMS, 2001).

El test de AUDIT es un instrumento de tamizaje utilizado para

evaluar el nivel de riesgo del consumo de alcohol (OMS, 2001), consta de

10 ítems con cinco alternativas (desde 0 a 4 puntos) del ítem uno al ítem

20
ocho; los ítems nueve y diez solo tienen tres alternativas (0, 2, 4 puntos). El

puntaje máximo fué de 40 puntos y el mínimo de 0 puntos.

El puntaje total obtenido, permitió clasificar el nivel de riesgo de

consumo de alcohol en:

✓ 0–7 zona I (consumo de bajo riesgo o abstinencia)

✓ 8 – 15 zona II (consumo de riesgo)

✓ 16 – 19 zona III (consumo perjudicial)

✓ 20 – 40 zona IV (consumo dependiente)

2.5. CONTROL Y VALIDEZ DE DATOS

2.5.1. PRUEBA PILOTO

La prueba piloto se realizó a 30 adolescentes de la Institución Educativa

República de Panamá del Distrito de Trujillo con similares características

sociodemográficas a la población en estudio. La aplicación de los instrumentos

permitió evaluar la redacción de los reactivos, la comprensión, practicidad y

tiempo de aplicación de los instrumentos; proporcionando a la vez las bases

necesarias para las pruebas de validez y confiabilidad.

2.5.2. VALIDEZ

La validez de los instrumentos se determinó mediante la prueba de

Pearson, se hizo el análisis de ítems, observándose que los datos de los ítems

deben ser mayores a 0,21, considerándose validos los ítems de ambos

instrumentos.

21
Correlación
Instrumentos Probabilidad Significancia
de Pearson

Escala del Altamente

Funcionamiento 0.721 0.000 significativo

Familiar (p>=0.01)

Significativo
Test de AUDIT 0.835 0.000
(p>=0.05)

2.5.3. CONFIABILIDAD

La confiabilidad de los instrumentos se determinó a través de la prueba

estadística del coeficiente Alpha de Cronbach que se aplicó a la prueba piloto

obteniéndose los siguientes resultados:

Título del Número de Número de Alfa de


instrumento casos ítems Cronbach
Escala de
Evaluación de
Cohesión y
30 20 0,788
Adaptabilidad
Familiar –
FACES III

Test de AUDIT 30 10 0.909

Se concluye que ambos instrumentos son confiables.

22
2.6. PROCEDIMIENTO

Se realizó las coordinaciones con las autoridades correspondientes de la

Institución Educativa Gustavo Ries con el fin de obtener la autorización para

la realización del presente proyecto de investigación. Obtenido el permiso se

realizó la aplicación de los instrumentos a los estudiantes de secundaria que

conformaron la muestra, a quienes se les dió a conocer previamente los

objetivos y el propósito del estudio con la finalidad de que den su

consentimiento para participar en la investigación.

Luego de su aceptación se procedió a aplicar los instrumentos los cuales

fueron llenados por los estudiantes en sus respectivas aulas, según horarios

coordinados con los profesores, considerándose un promedio de 20 minutos.

Terminada la encuesta, se les agradeció por la participación y se les brindó

consejería u orientación de acuerdo a las necesidades identificadas relacionadas

con la temática de estudio. Al término de la investigación, los resultados fueron

sustentados y entregados a la Institución Educativa Gustavo Ries.

2.7. PROCESAMIENTO DE DATOS

Para la presente investigación se utilizaron tablas de distribución de

frecuencias unidimensionales y bidimensionales con frecuencia numérica y

porcentual, para lo cual se contó con el apoyo de una hoja de cálculo de Excel.

Para determinar la relación entre las variables de estudio se utilizó la prueba de

independencia de criterios “kendall” con un nivel de significancia del 5 por

ciento, es decir se estableció un nivel significativo de 0.05 (p<0.05).

23
DEFINICIÓN Y OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

I. VARIABLE INDEPENDIENTE

➢ FUNCIONAMIENTO FAMILIAR

DEFINICIÓN CONCEPTUAL: Es la dinámica relacional interactiva y

sistémica que se da entre los miembros de una familia y mide el grado de

satisfacción de las funciones básicas del sistema familiar mediante las dimensiones

de cohesión y adaptabilidad que son indispensables para las relaciones

interpersonales entre ellos y favoreciendo el mantenimiento de la salud (Olson et

al., 1989).

DEFINICION OPERACIONAL: Según los puntajes alcanzados en cada

escala, estas se clasificaron en:

Cohesión Amplitud de clase Adaptabilidad Amplitud de clase

No relacionada 10 – 34 Rígida 10 - 34

Semi Relacionada 35 – 40 Estructurada 35 - 40

Relacionada 41 – 45 Flexible 41 - 45

Aglutinada 46 – 50 Caótica 46 - 50

Con estos resultados, se correlacionaron ambas escalas para determinar los

tipos de familia (16) que luego permitieron clasificar el funcionamiento familiar en

tres niveles (Anexo 04):

24
Nivel balanceado o equilibrado: Es el más idóneo y en base a los niveles

de cohesión y adaptabilidad, a este nivel pertenecen los siguientes tipos de familia:

Flexiblemente semi relacionada, Flexiblemente relacionada, Estructuralmente semi

relacionada y Estructuralmente relacionada (Olson et al. 1989).

Nivel medio o moderado: Donde existe cierta polarización en la cohesión

o la adaptabilidad familiar. Los tipos de familia que se ubican en este nivel son los

siguientes: Caóticamente semi relacionada, Caóticamente relacionada,

Flexiblemente no relacionada, Flexiblemente aglutinada, Estructuralmente no

relacionada, Estructuralmente aglutinada, Rígidamente semi relacionada,

Rígidamente relacionada (Olson et al. 1989).

Nivel extremo: Es el nivel menos adecuado y los tipos de familia que

pertenecen a este nivel son: Caóticamente no relacionada, Caóticamente aglutinada,

Rígidamente no relacionada y Rígidamente aglutinada (Olson et al. 1989).

II. VARIABLE DEPENDIENTE

➢ CONSUMO DE ALCOHOL

DEFINICIÓN CONCEPTUAL: Puede describirse en términos de gramos

de alcohol consumido o por el contenido alcohólico de las distintas bebidas, en

forma de Unidades de Bebida Estándar (UBE). En Europa una bebida estándar

contiene 10 gramos de alcohol. Aunque no en todos los países de la Región existe

una definición de bebida estándar, en Estados Unidos y Canadá, una bebida

estándar contiene entre 12 y 14 gramos de alcohol (OMS, 2001).

25
El consumo de riesgo es un patrón de consumo de alcohol que aumenta el

riesgo de consecuencias adversas para la salud si el hábito del consumo persiste y

se considera como el consumo regular de 20 a 40g diarios de alcohol en mujeres y

de 40 a 60g diarios en varones. El consumo perjudicial se refiere a aquel que

conlleva consecuencias tanto para la salud física y mental de la persona y se

considera como el consumo regular promedio de más de 40g de alcohol al día en

mujeres y de más de 60g al día en hombres. El consumo excesivo episódico o

circunstancial (también llamado binge drinking), que puede resultar

particularmente dañino para ciertos problemas de salud, implica el consumo, por

parte de un adulto, de por lo menos 60g de alcohol en una sola ocasión. El consumo

de alcohol es un importante marcador de un estilo de vida insano (OMS, 2001).

DEFINICION OPERACIONAL:

Para la investigación el nivel de riesgo de consumo de alcohol en

adolescentes se operacionalizó en:

Puntuación del Test


Nivel de riesgo
de AUDIT

Zona I (consumo de alcohol de bajo riesgo) 0–7

Zona II (consumo de alcohol de riesgo) 8 – 15

Zona III (consumo de alcohol perjudicial) 16 – 19

Zona IV (consumo dependiente) 20 – 40

26
2.8. ASPECTOS ÉTICOS

En la presente de investigación se tendrá en cuenta los principios éticos

de anonimato, confidencialidad, respeto a la dignidad humana, principio de

beneficencia y justicia. Se solicitará el consentimiento informado en forma

verbal y escrita a los adolescentes, informándoles la libre decisión de suspender

su participación cuando ellos crean necesario (Hernández, Fernández y

Baptista, 2010).

Consentimiento informado: El respeto a los adolescentes requiere que

se dé a los sujetos, en la medida en que sean capaces, la oportunidad de elegir

lo que les sucederá. Esta oportunidad se proporciona cuando se satisfacen las

normas adecuadas para obtener un consentimiento informado, el cual consta de

tres elementos: información, puede ser oral o escrita y de forma clara y precisa;

comprensión, es brindar la información según las capacidades del sujeto; y

voluntad, es la aceptación de participar en una investigación voluntariamente,

aceptando sus riesgos y beneficios (Ávila, 2012).

Confidencialidad: Es la garantía de que la información personal será

protegida para que no sea divulgada sin consentimiento de los adolescentes.

Cada individuo tiene derecho a proteger su información personal. Se dará a

conocer a los estudiantes que participarán en el estudio y que la información

que nos proporcionarán será completamente anónima (Ávila, 2013).

Respeto a la persona: Exige que los sujetos participen en la

investigación voluntariamente y con información adecuada. Se explicará a los

27
adolescentes los objetivos de la investigación y se respetará su decisión de

participar o no voluntariamente en este proyecto de investigación (Ávila,

2012).

Principio de beneficencia: Este principio implica que debe buscarse

siempre incrementar al máximo los potenciales beneficios para los sujetos y

reducir los riesgos (Ávila, 2012).

Principio de justicia: Los riesgos y beneficios de un estudio de

investigación deben ser repartidos equitativamente entre los sujetos de estudio.

Bajo toda circunstancia debe evitarse el estudio de procedimientos de riesgo

exclusivamente en población vulnerable por motivos de raza, sexo, estado de

salud mental, entre otros (Ávila, 2012).

28
III. RESULTADOS

Tabla 1

Nivel de Funcionamiento Familiar en los Adolescentes de la Institución

Educativa Gustavo Ries, Trujillo - 2019

Nivel de funcionamiento familiar Nº %

Balanceado 34 17.0

Medio 85 43.0

Extremo 79 40.0

Total 198 100.0

Fuente: Escala de Faces III

29
Tabla 2
Nivel de Riesgo de Consumo de alcohol en los Adolescentes de la Institución

Educativa Gustavo Ries, Trujillo - 2019

Nivel de riesgo de consumo de


Nº %
alcohol

Bajo riesgo 161 81.0

De riesgo 25 13.0

Perjudicial 8 4.0

Dependiente 4 2.0

Total 198 100.0

Fuente: Cuestionario de identificación de trastornos relacionados con el consumo de alcohol – Test de


AUDIT

30
Tabla 3

Nivel de Funcionamiento Familiar y Nivel de Riesgo de Consumo de Alcohol en Adolescentes de la Institución Educativa

Gustavo Ries, Trujillo – 2019

Nivel de riesgo de consumo de alcohol


Nivel de Total
funcionamiento Bajo riesgo De riesgo Perjudicial Dependiente
familiar
Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % nº %

Balanceado 20 10 14 7 0 0 0 0 34 17.0

Medio 79 40 2 1 4 2 0 0 85 43.0

Extremo 62 31 9 5 4 2 4 2 79 40.0

Total 161 81 25 13 8 4 4 2 198 100.0


Fuente: Escala de Faces III y Test de AUDIT Gamma = -0,086, p = 0,578 No significativo
Según la prueba gamma no existe razones suficientes al nivel del 5% (p>0,05) para afirmar que el nivel de riesgo de consumo de alcohol esté relacionado con el nivel
de funcionamiento familiar.

31
IV. ANALISIS Y DISCUSIÓN

La familia es un lugar de pertenencia real o simbólica que se mantiene durante toda la

vida .por lo que puede afirmarse que las personas ,desde que nacen se desarrollan en el seno

familiar, en el que crecen ,construyen su identidad , asumen responsabilidades , compromiso

y desarrollan recursos personales que le permiten entrar en un mundo adulto .Si bien la

familia juega un papel fundamental en el desarrollo social de los adolescentes, la relación

padres-hijos o hijas va a sentar las bases sobre la que se construirán los cimientos de los

comportamientos adolescentes (Leibovich y col, 2010).

En la tabla 1 se puede observar que el 43% de adolescentes presenta un funcionamiento

familiar en nivel medio; el 40%, un funcionamiento familiar en nivel extremo y el 17%, un

funcionamiento familiar en nivel balanceado.

Estos resultados coinciden con los reportados en la investigación de Camacho, León y

Silva titulada “Funcionamiento Familiar según el Modelo Circumplejo de Olson en

Adolescentes de la I.E “Francisco Bolognesi Cervantes” en Lima, 2009 donde el 54,74% de

adolescentes presentó funcionalidad familiar de nivel medio, según cohesión el 50,22%

presentó nivel bajo y según adaptabilidad el 55,61% presentó nivel alto.

Por otro lado, también coincide con la investigación de Cori, Espinoza y Jiménez titulada

“Funcionamiento familiar y uso de redes sociales en adolescentes de 4to y 5to año de

secundaria de una institución educativa particular de Lima, mayo – junio, 2017” en cuanto

al funcionamiento familiar; un 55% de la población presentó un funcionamiento familiar de

nivel medio.

32
En la investigación el 43% de los adolescentes presentan un nivel medio de

funcionamiento familiar probablemente debido a que solo se encuestó a adolescentes del 4°

y 5° de secundaria, además que la mayoría de adolescentes señala que dentro de su familia

casi nunca toman en cuenta las sugerencias de los hijos para resolver los problemas (ítem 2

de la escala de evaluación de cohesión y adaptabilidad familiar – Faces III).

Las familias con funcionamiento familiar medio, son familias que se encuentran entre lo

saludable (equilibrado) y lo problemático (externo), presentan vínculos afectivos débiles,

dudan del apoyo y compresión de sus miembros, prefieren confiar en personas ajenas y

tienden a asumir a ayudas eficaces, también presentan pocos sentimientos de lealtad,

pertenencia y sentido de ayuda cuando realmente lo necesitan. Así mismo forman hijos que

pueden actuar de manera autónoma y democrática, pero en otras ocasiones toman decisiones

impulsivas y muchas veces impuestas por los padres, compartiendo ciertos roles, pero estos

no son del todo claros (Olson et al., 1989).

Por otro lado, el 40% de adolescentes presentan un funcionamiento familiar extremo

debido a que hay un desequilibrio en el sistema familiar, presentando disfuncionalidad

familiar que puede significar dolor y agresión, ausencia de afecto, deterioro o posible

desintegración, ya que la estabilidad de la familia depende de un patrón de intercambio

emocional (Olson et al., 1989).

El 17 % son de funcionamiento familiar balanceado donde posibilita a la familia cumplir

exitosamente con los objetivos y funciones que le están asignados. Muchas veces este

funcionamiento puede ser adecuado y otras puede verse afectado por algunas situaciones o

factores estresantes que se presenten a lo largo del ciclo evolutivo de la familia.

33
Las familias funcionales se caracterizan por recibir apoyo, comprensión y ánimo entre

sus miembros, lo que les permite progresar a través de los estados normales de crecimiento

y desarrollo, reflejándose en los miembros de familia la reproducción de ciertas pautas de

funcionalidad semejantes a las de sus hogares y en menor grado el impacto que la escuela,

religión o grupos de iguales puedan generar en sus patrones de vida familiar (Olson, Russell,

y Sprenkle, 1989).

Se concluye que la funcionalidad familiar es muy importante ya que afecta

significativamente las conductas de los adolescentes, por lo cual el profesional de enfermería

es un elemento clave para el desarrollo e implementación de intervenciones enfocadas a la

familia con el objetivo brindar estrategias familiares que impacten en el bienestar holístico

de estas.

En la tabla 2 se muestra el 81% de adolescentes con nivel de riesgo de consumo de

alcohol en la zona I (bajo riesgo), el 13% un nivel de riesgo en la zona II (de riesgo), el 4%

un nivel de riesgo en la zona III (perjudicial) y el 2% un nivel de riesgo en la zona IV

(dependencia).

De lo observado se aprecia que aun cuando el mayor porcentaje (81%) de los

adolescentes se encuentran en la zona I (bajo riesgo) de consumo de alcohol, se encontró un

19%, que presentaron consumo de riesgo, perjudicial o dependiente. Estos adolescentes son

vulnerables a desarrollar conductas antisociales debido al consumo de alcohol que incluyen

beber en exceso, problemas en sus relaciones, accidentes viales y relaciones sexuales de alto

riesgo que han sido referidas por ellos mismos. En cambio, los adolescentes que tienen bajo

riego de consumo de alcohol tienden a desarrollar buenas conductas sociales, que incluyen

34
mejor comunicación, estabilidad con su pareja, relaciones sexuales de bajo riesgo (Babor y

col, 2010).

Los resultados de la presente investigación son diferentes a los reportados en la

investigación de Roque y Role sobre “Factores sociales y psicológicos que influyen en la

ingesta de alcohol en los alumnos de la Cepre - U Galeno de la ciudad de Puno, abril - julio

2015”, donde se observó que el 51.59% de alumnos tenían un grado bajo (zona I) de ingesta

de alcohol; seguido del 22.20% que tenían un grado moderado (zona II) de ingesta de alcohol

y el 1.91% tenían un grado muy alto (Zona IV) de ingesta de alcohol.

Los resultados de la investigación de Colqui y Ortega denominada “Prevalencia de

consumo de alcohol en adolescentes de las Instituciones Educativas Estatales, Distrito de

Ventanilla- 2015” también difieren con los encontrados en la presente investigación, ellos

encontraron que los adolescentes han consumido alcohol alguna vez en la vida en un 42,4 %

(Zona II) y que nunca han consumido el 57,1 % (Zona I).

En relación a los adolescentes que presentaron bajo riesgo de consumo de alcohol, estos

resultados precisamente se deben a que la muestra estuvo constituida por adolescentes de

4to y 5to de secundaria, quienes tienen de 15 a 17 años de edad, los cuales recién inician a

consumir alcohol. Los adolescentes se encuentran en una etapa de desarrollo no solo

psicosocial si no también fisiológico ya que sus habilidades de razonamiento, que se

encuentran en la corteza frontal, no están completamente desarrolladas, predisponiendo al

adolescente a una toma de decisiones de riegos (DEVIDA, 2011).

En la tabla 3 se aprecia la correlación entre el nivel de funcionamiento familiar y el nivel

de riesgo de consumo de alcohol en adolescentes, donde del total de adolescentes con nivel

35
de riesgo de consumo de alcohol en la zona I (bajo riesgo), el 40% presenta un nivel medio

de funcionamiento familiar, el 31% un nivel extremo de funcionamiento familiar; mientras

que el 10% presenta un nivel balanceado; y del total de adolescentes con nivel de riesgo de

consumo de alcohol en la zona IV (dependencia de consumo de alcohol), el 2% presenta un

nivel extremo de funcionamiento familiar.

Para determinar la relación entre el nivel de funcionamiento familiar y el nivel de riesgo

de consumo de alcohol en adolescentes se usó la prueba estadística de Kendall, obteniendo

un nivel de significancia (p>0,05) estableciéndose que no existe una relación estadística

entre las variables de estudio.

Según Gayet, y Col (2003) argumenta que las conductas de riesgo están relacionadas a la

estructura, comunicación y la expresión del afecto en la familia, el autor refiere que, si estas

características son positivas, favorecen al desarrollo de un nivel adecuado de autoestima y

calidad de vida, lo cual reduce la probabilidad de presentar conductas de riesgo. A su vez

indica que, si los adolescentes luchan por lograr su autonomía, las fortalezas familiares como

el apoyo, la aceptación y la parte afectiva pueden influenciar a alejarse de la negatividad de

la sociedad.

De igual manera, Musitu, Jiménez y Murgui (2006) encontraron que el funcionamiento

positivo o negativo entre los miembros de la familia se relaciona significativamente con el

consumo de sustancias nocivas por el adolescente. Esto quiere decir, que la familia puede

influir en el aumento del número de factores de riesgo o de protección en relación con el

consumo de sustancias nocivas por los adolescentes. Por ejemplo, se observó que las pautas

de interacción familiar, la comunicación deficiente, los frecuentes conflictos, la baja

36
cohesión, el excesivo castigo o el consumo de los propios familiares, influyen directamente

en el consumo de sustancias en los hijos.

Respecto al funcionamiento familiar y su relación con el consumo de alcohol en los

adolescentes que participaron en el estudio, se encontró que no existe relación estadística

entre estas variables; estos resultados no concuerdan con lo señalado por Obradors, Ariza, y

Muntaner (2014) quienes indican que cuando los adolescentes experimentan o perciben un

conflicto familiar, cuando identifican la existencia de déficit de atención por parte de los

padres a los hijos, o cuando sienten escasa relación afectiva de sus padres hacia ellos, les

representan dificultades en la dinámica o funcionamiento familiar el cual tiene un papel

significativo en el consumo de alcohol en los adolescentes.

Villarreal et al. (2013) también señala que la relación familiar alterada y el déficit de

atención familiar son variables predictoras significativas del riesgo de consumo de alcohol

en exceso en los adolescentes. Esto además puede explicarse en el sentido de que las

muestras de cariño y la relación afectiva y cuidadora entre padres e hijos y entre hermanos

les significan protección hacia el consumo de alcohol.

Los resultados del presente estudio son similares a los reportados por Paqui (2016) quien

en su investigación, cuyo objetivo fue determinar la relación que existe entre funcionalidad

familiar y consumo de alcohol en adolescentes de bachillerato de la Zona 7 – Ecuador, 2016;

donde encontró en la categoría familiar funcional un 17,9% de adolescentes distribuidos

según su incidencia en los niveles de consumo de alcohol: nivel medio 7,1%; nivel sin riesgo

3,6%; nivel moderado tiene 3,6% y en nivel alto el 3,6%; en la categoría familiar con

funcionalidad moderada tiene el 39,3% de adolescentes distribuidos según su incidencia en

el nivel moderado, 7,1% y en nivel de riesgo, el 3,6%; en la categoría familiar disfuncional

37
que tiene el 42,8% de adolescentes distribuidos según su incidencia en los niveles de

consumo de alcohol: nivel medio 17,9%, nivel moderado 5,3% y en nivel sin riesgo el 1,8%;

con la prueba del Chi- cuadrado no se encuentra relación estadística entre ambas variables.

De otro lado, los resultados encontrados en el presente estudio difieren con los reportados

por Coaquira y Arroyo (2017), quienes en su investigación titulada “Funcionamiento

familiar y consumo de alcohol relacionado al inicio sexual en estudiantes mujeres del 3ro,

4to y 5to de secundaria de un colegio nacional en el departamento de Junín, 2016-2017”

encontraron que sí existe relación significativa entre ambas variables con un P valor de

0.002. Sanz et al. (2004), en su estudio titulado “Conflicto parental y el consumo de drogas

en los hijos y las hijas”, también hace referencia que hay una mayor frecuencia de consumo

de alcohol por parte de los hijos e hijas asociada con un mayor conflicto marital (rs=0,18;

p< 0,01).

Los resultados encontrados en el presente estudio respecto a que no existe relación entre las

variables, probablemente se deben a la influencia de otros factores como las características

sociodemográficas y culturales.

Al respecto, Fornons (2010) señala que, así como el aspecto familiar, el aspecto cultural

también es una pauta importante dentro del desarrollo a la hora de la decisión del consumo

de alcohol entre los adolescentes. Es decir, el ambiente cultural en el que se desarrollan los

adolescentes es importante en el desarrollo de las conductas y las creencias en cuanto a la

toma de decisiones como lo es en el caso de la intención de consumo de alcohol.

El contexto social también juega un papel trascendental en las experiencias respecto al

consumo de alcohol, ya que los adolescentes reflejan las tradiciones costumbristas, tales

38
como las fiestas del cumpleaños de sus pares, celebración de algunas fechas significativas

para ellos como año nuevo, San Valentín, el día de juventud, fiestas patrias, celebración de

semana primaveral, aniversario del colegio, entre otras fiestas, en las cuales se aprecia el

consumo excesivo de alcohol por parte de ellos, principalmente de cerveza por ser la bebida

alcohólica más aceptada por la sociedad.

Otro factor social que afrontan los adolescentes en esta etapa es la presión ejercida por sus

pares. Este es un grupo de amigos que por lo general son similares en muchos aspectos. A

menudo estos son contemporáneos con los mismos intereses, condición económica y

cultural. Los adolescentes buscan ser aceptados por este grupo que le ayuda en su desarrollo

social. En vista que enfrentan grandes cambios, necesitan el apoyo, no solo de su familia,

sino también de sus pares. Por el contrario, el aislamiento o sentirse rechazado por sus pares

pueden llevarlos a tener serios problemas como deserción escolar, depresión, delincuencia y

consumo de alcohol, entre otros (Papalia, 2013).

39
V. CONCLUSIONES

Luego del análisis de los resultados se llegó a las siguientes conclusiones:

1. El 43% de los adolescentes de la Institución Educativa Gustavo Ries tiene un nivel medio

de funcionamiento familiar, seguido del 40% que presentan un nivel de funcionamiento

extremo, y por úúltimo un 17% con un nivel de funcionamiento balanceado.

2. El 81% de los adolescentes de la Institución Educativa Gustavo Ries tiene un bajo riesgo

de consumo de alcohol (zona I), el 13% un nivel de riesgo (zona II), el 4% un nivel de

riesgo perjudicial (zona III) y el 2% un nivel de riesgo de dependencia (zona IV).

3. No existe relación estadísticamente significativa entre el nivel de funcionamiento familiar

y el nivel de riesgo de consumo de alcohol en los adolescentes que participaron en el

estudio (P>0,05).

40
VI. RECOMENDACIONES

Luego de haber realizado el presente estudio de investigación proponemos las

siguientes recomendaciones:

1. Se les recomienda a la Institución Educativa Gustavo Ríes a través de su equipo

multidisciplinario de enfermería y psicología a fortalecer las escuelas para padres a fin de

promover el buen funcionamiento familiar y principalmente en las familias con

funcionamiento familiar en rango extremo y medio.

2. En la Institución Educativa fortalecer los programas de orientación al adolescente sobre

el tema de consumo de alcohol, causas consecuencias, medidas preventivas

3. Se recomienda a las investigaciones futuras investigaciones donde se consideran otras

variables como factores sociales (presión de grupo, antecedentes familiares de consumo)

que puede influir en el consumo en el consumo de alcohol en adolescentes.

41
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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49
ANEXO 1

DETERMINACIÓN DE LA MUESTRA

En N= 1017 estudiantes

Z2α/2 P(1−P) (1.96)2 x(0.5)x(1−0.5)


n= n=
E2 (0.05)2

n = 384.16

n = 385

E: Precisión o error de muestreo del 5% (E=0,05)


Z: 1.96
P: 0.5

n 385
Si la poblacion es pequeña ó > 0.05 = 0.95
N 404

0.95 es mayor que 0.05


entonces se aplica la
siguiente formula

n 385
nf = nf = 𝑛𝑓=197.1427
n 385
1+ 1 + 404
N

𝑛𝑓=198 𝑎𝑑𝑜𝑙𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠

al

50
ANEXO 02

TAMAÑO DE LA MUESTRA POR GRADO, SECCIÓN Y SEXO


Muestreo Aleatorio estratificado

Población Muestra
Grado sección Total Total
H M H M

A 19 12 31 9 6 15

B 18 14 32 9 7 16

C 20 11 31 10 5 15

4° D 19 12 31 9 6 15

E 18 10 28 9 5 14

F 17 13 30 8 7 15

G 19 12 31 9 6 15

A 19 10 29 9 5 14

B 17 11 28 8 6 13

C 18 9 27 9 4 13

5° D 17 10 27 8 5 13

E 15 11 26 7 6 13

F 18 12 30 9 6 15

G 14 9 23 7 4 11

Subtotal 248 156 404 120 78 198

Total 404 198

51
ANEXO 03

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE ENFERMERÍA

ESCALA DE EVALUACIÓN DE COHESIÓN Y ADAPTABILIDAD FAMILIAR


– FASES III
Autor: Olson, Portner y Lavee, 1985
I. DATOS GENERALES
Grado: ………….
Edad: …………….
Sexo: Masculino Femenino

Instrucciones: A continuación, usted deberá seleccionar una de las opciones que


se le presentarán a continuación. Deberá marcar con una X la opción que más se acerque
a su respuesta que según usted refleje mejor como vive su familia.

Una
Con Casi
Casi que
Pregunta A veces frecuen siempr
Nunca otra
cia e
vez
1. Los miembros de nuestra
familia se dan apoyo entre
sí.
2. En nuestra familia se toman
en cuenta las sugerencias de
los hijos para resolver los
problemas.
3. Aceptamos las amistades de
los demás miembros de la
familia.
4. Los hijos pueden opinar en
cuanto a su disciplina.
5. Nos gusta convivir
solamente con los familiares
más cercanos.
6. Cualquier miembro de la
familia puede tomar la
autoridad.

52
7. Nos sentimos más unidos
entre nosotros que con otras
personas que no son de
nuestra familia.
8. Nuestra familia cambia el
modo de hacer las cosas.
9. Nos gusta pasar el tiempo
libre en familia.
10. Padres e hijos se ponen de
acuerdo en relación con los
castigos
11. Nos sentimos muy unidos.
12. Cuando se toma una
decisión importante, toda la
familia está presente.
13. Cuando nuestra familia se
reúne para hacer algo no
falta nadie
14. En nuestra familia las reglas
cambian.
15. Con facilidad podemos
planear actividades en la
familia.
16. Intercambiamos los
quehaceres del hogar entre
nosotros.
17. Consultamos unos con otros
para tomar decisiones.
18. En nuestra familia es difícil
identificar quien tiene la
autoridad.
19. La unión familiar es muy
importante.
20. Es difícil decir quien hace
las labores del hogar.

53
ANEXO 04

De acuerdo al puntaje obtenido en cada escala (cohesión y adaptabilidad) se


obtiene el tipo de familia y finalmente se correlacionan para determinar el nivel de
funcionamiento familiar.

Cohesión
Semi
No relacionada Relacionada Aglutinada
relacionada
Caóticamente
Caóticamente Caóticamente Caóticamente
Caótica Semi
No relacionada Relacionada Aglutinada
Adaptabilidad

relacionada
Flexiblemente
Flexiblemente Flexiblemente Flexiblemente
Flexible Semi
No relacionada Relacionada Aglutinada
relacionada
Estructuralment Estructuralment
Estructura Estructuralment Estructuralment
e No e Semi
da e Relacionada e Aglutinada
relacionada relacionada
Rígidamente
Rígidamente Rígidamente Rígidamente
Rígida Semi
No relacionada Relacionada Aglutinada
relacionada

Nivel Balanceado

Nivel Medio

Nivel Extremo

54
ANEXO 05
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
FACULTAD DE ENFERMERÍA

TEST DE AUDIT
Autor: OMS, 2001

Instrucciones: A continuación, usted deberá seleccionar una de las opciones que


se le presentarán a continuación. Deberá marcar con una X la opción que más se acerque
a su respuesta.

1. ¿Con qué frecuencia consume alguna bebida alcohólica?


(0) Nunca
(1) 1 o memos veces al mes
(2) 2 ó 4 veces al mes
(3) 2 ó 3 veces a la semana
(4) 4 ó más veces a la semana

2. ¿Cuántas consumiciones de bebidas alcohólicas suele realizar en un día de


consumo normal?

(0) 1ó2
(1) 3ó4
(2) 5ó6
(3) 7a9
(4) 10 o más

3. ¿Con qué frecuencia toma 6 o más vasos de bebidas alcohólicas en una sola ocasión
de consumo?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente

55
(4) A diario o casi a diario

4. ¿Con qué frecuencia en el curso del último año ha sido incapaz de parar de beber una
vez que había empezado?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente
(4) A diario o casi a diario

5. ¿Con qué frecuencia en el curso del último año no pudo hacer lo que se esperaba de
usted porque había bebido?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente
(4) A diario o casi a diario

6. ¿Con qué frecuencia en el curso del último año ha necesitado beber en ayunas para
recuperarse después de haber bebido mucho el día anterior?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente
(4) A diario o casi a diario

7. ¿Con qué frecuencia en el curso del último año ha tenido remordimientos o


sentimientos de culpa después de haber bebido?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente
(4) A diario o casi a diario

56
8. ¿Con qué frecuencia en el curso del último año no ha podido recordar lo que
sucedió la noche anterior porque había estado bebiendo?
(0) Nunca
(1) Menos de 1 vez al mes
(2) Mensualmente
(3) Semanalmente
(4) A diario o casi a diario

9. ¿Usted o alguna otra persona han resultado heridos como consecuencia de su


ingesta de alcohol?
(0) No
(2) Sí, pero no en el curso del último año
(4) Sí, en el último año.

10. ¿Algún familiar, amigo, médico o profesional sanitario han mostrado preocupación
por su consumo de bebidas alcohólicas o le han indicado que deje de beber?
(0) No
(2) Sí, pero no en el curso del último año
(4) Sí, en el último año.

57
ANEXO 06

UNIVERSIDAD NACIONAL DE
TRUJILLO
FACULTAD DE ENFERMERÍA

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo…………………………………. Estoy de acuerdo en participar de forma

voluntaria en la investigación titulada “FUNCIONAMIENTO FAMILIAR Y RIEGO DE

CONSUMO DE ALCOHOL EN ADOLESCENTES, TRUJILLO - 2019”

Se me ha explicado que este estudio tiene como objetivo Determinar la relación

que existe entre el nivel de funcionamiento familiar y el nivel de riesgo de consumo de

alcohol en adolescentes y se aplicará un cuestionario anónimo de preguntas que he de

responder con la mayor sinceridad posible.

Mi participación es voluntaria, por lo cual, y para que conste, firmo el presente

consentimiento informado.

Trujillo………… de………………………… del 2019.

Firma del participante

58
ANEXO 07

FIGURA 1

Nivel de Funcionamiento Familiar en los Adolescentes de la Institución

Educativa Guatavo Ries, Trujillo - 2019

43%
40%
45%
40%
35%
30%
25% 17%
Porcentajes

20%
15%
10%
5%
0%
Balanceado Medio Extremo

Fuente: Escala de faces III

59
ANEXO 08

FIGURA 2

Nivel de Riesgo de Consumo de alcohol en los Adolescentes de la Institución

Educativa Gustavo Ries, Trujillo - 2019

81%
90%
80%
70%
60%
Porcentajes

50%
40%
30%
13%
20%
4% 2%
10%
0%
Bajo riesgo De riesgo Perjudicial Dependiente

Fuente: Cuestionario de identificación de trastornos relacionados con el consumo de alcohol – Test


de AUDIT

60
ANEXO 8

FIGURA 3

Nivel de Funcionamiento Familiar y Nivel de Riesgo de Consumo de Alcohol en

Adolescentes de la Institución Educativa Gustavo Ries, Trujillo – 2019

Fuente: Escala de Faces III y Test de AUDIT


Nivel de funcionamiento familiar

40%
35%
30%
25%
20%
Balanceado
15%
10% Medio

5% Extremo
0%

Nivel de funcionamiento familiar

61
ANEXO 09

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO


FACULTAD DE ENFERMERÍA

CONSTANCIA DE ASESORIA
Yo, Ms. Tomasa Belinda Villanueva Valeriano, profesora del Departamento

de Enfermería de la Mujer, Niño y Adolescente de la Facultad de Enfermería de la

Universidad Nacional de Trujillo, hago constar a través del presente documento la

asesoría de la tesis titulada:

“FUNCIONAMIENTO FAMILIAR Y RIESGO DE CONSUMO DE

ALCOHOL EN ADOLESCENTES, TRUJILLO – 2019”

La cual pertenece a los estudiantes de enfermería: Raico Hernández, Elvis

Raúl identificado con N° de matrícula 1050900215 y Reyna Aguilar, Yanina Elizabeth

identificada con N° de matrícula 1020901415.

Se emite la presente constancia para los fines que se crea conveniente.

Atentamente.
Trujillo, 03 de febrero del 2020

------------------------------------------------------
Ms. Tomasa Belinda Villanueva Valeriano
Cód. 4196

62

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