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Remitida vía fax es un medio de prueba de actuación procesal

Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral. Santafé de Bogotá,


D.C., tres (3) de diciembre de mil novecientos noventa y nueve (1999).
Magistrado Ponente DR. José Roberto Herrera Vergara
Referencia: Radicación No. 13015 Acta 48
Se pronuncia la Corte sobre la admisión de la demanda de casación
presentada por el apoderado de José Rigoberto Tamayo Guerra en el pro-
ceso ordinario que instauró contra la Unidad Administrativa Especial de
la Aeronáutica Civil. ·
De conformidad con el artículo 64 del decreto extraordinario 528 de 1964,
admitido el recurso de casación, se ordenará el traslado al recurrente o recu-
rrentes. por trenta días. a cada uno, para que presenten la demanda de casa-
ción. Dicho traslado en el caso bajo examen transcurrió del 25 de agosto de
1999 hasta el 5 de octubre de la misma anualidad. Los folios 6 a 11 acredi-
tan que la respectiva demandajue recibida vía FAX, por la secretaría de la
Sala de Casación Laboral el día cinco de octubre del año que corre. Ajolio 12
obra constancia secretaria[ en el sentido de que fue recibida dentro del térmi-
no, y a folio 13 a 16 obra el original presentado un día después del venci-
miento del plazo legal.
Corresponde· entonces dilucidar el cómputo de términos procesales fren-
te al desarrollo tecnológico gobernado recientemente por la Ley 527 de 1999,
que tiene como objetivos definir y regular "el acceso y uso de los mensajes de
datos, del comercio electrónico y de las firmas digitales" y establecer las
entidades de certificación.
l. La exposición de motivos de la referida Ley, indica que se reguló tanto
el uso de mensqjes de datos como el comercio electrónico. No solamente esto
último. También contiene una rejerenckl; especifrca al aspecto probatorio en ·
todas las actuaciones judiciales, así:
"3. Alcance probatorio. El proyecto de ley establece que los mensajes
de datos se deben considerar como medios de prueba, equiparando los
mensajes de datos a los otros medios de prueba originalmente escritos
en papel. Veamos: Admisibilidad y fuerza probatoria de los mensajes de
datos. Los mensajes de datos serán admisibles como medios de prueba y
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tendrán la misma fuerza probatoria otorgada a los documentos en el


capítulo Vlll de título Xlll del código de procedimiento Civil.
"En toda actuación administrativa o judicial, vinculada con el ámbito
de aplicación de la presente ley, no se negará eficacia, validez o fuerza
obligatoria y probatoria a todo tipo de información en forma de un men-
saje de datos o en razón de no haber sido presentado en su forma origi-
nal (artículo 10). ·
'
"Al hacer referencia a la definición de documentos del Código de Pro-
cedimiento Civil, le otorga al mensaje de datos la calidad de prueba, per-
mitiendo coordinar el sistema telemático con el sistema manual o
documentario , encontrándose en igualdad de condiciones en un litigio o
discusión jurídica, teniendo en cuenta para su valoración algunos crite-
rios como: Confiabilidad, integridad de la información e identificación del
autor.
"Criterio para valorar probatoriamente un men.saje de datos. Al valo-
rar la fuerza probatoria de un mensaje de datos se habrá de tener presen-
te la confiabiÜdad de la forma en que se haya generado, archivado .0 co-
municado el mensaje, la confiabilidad de la forma en que se haya conser-
vado la integridad de la información, la forma en la que se identifique a su
iniciador y cualquier otro factor pertinente (artículo ll )".
2. El ámbito de aplicación de la citada Ley quedó delimitado en su
artículo 1º, el cual es bastante amplio, toda vez que abarca "todo tipo de
información en forma de mensaje de datos", dejando a salvo únicamente
los referentes ·a las dos hipótesis contempladas taxativamente en los dos
literales del precepto, sin que se mencione en ellos las demandas de ca-
sación. en materia laboral.
3. En los términos del artícu~o 2º de la precitada Ley, constituye "men-
saje de datos", la información generada, ~nviada, recibida, almacenada o
comunicada por medios electrónicos, ópticos o sirhilares,como pudieran
ser, entre otros, el intercambio electrónico de datos (EDI), Internet. el co-
rreo electrónico, el telegrama, el telegrama, el telex o el telefax".
4. Así mismo, de acuerdo con los claros términos del artículo 5 ibídem
está prohibido negar "efectos jurídicos, validez o fuerza obligatoria a todo
tipo de información por la sola razón de que esté en forma de m.ensaje de
datos". Lo anterior tiene como obvia consecuencia que la tradicional exi-
gencia del original del escrito de la demanda de casación puede quedar
satisfecho con un ,mensaje datos, si la información contenida ·por éste es·
fácilmente consultable, porque así se desprende también del artículo 6º
ejusdem.
5. Aplicados los conceptos que anteceden al envío del escrito de deman-
da vía fax, sin lugar a dudas se está en presencia, frente a la nueva norma-
tiva, del uso de esa modalidad de mensaje electrónico legalmente aceptada,
siempre que se utilicé un método conftable y apropiado para el propósito y
que permita identificar al iniciador, con elfin de establecer que su contenido
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cuenta con su aprobación. Ese cometido se cumple en el caso sub lite por
cuanto al ratificar por escrito original la parte interesada su demanda de
casación no queda duda de la autoría y el contenido de la misma, sin que
sea óbice que inicialmente no hubiese sido presentada en esaforma, ya que
tal exigencia queda suplida con el mensaje de datos ratiftcado en los térmi-
nos del artículo 8Q de la misma Ley invocada.
6. Aún más, resulta obligado enfatizar que el inciso segundo del artículo
1 O de la misma Ley 527 es terminante al prescribir que en las actuaciones
administrativas o judiciales no se puede negar eficacia, validez o fuerza
obligatoria a todo tipo de ·información en forma de mensaje de datos - indu-
dablemente el fax es uno de ellos - ''por el solo hecho que se trate de un
mensaje de datos o en razón de no haber sido presentado en su forma origi-
nal". Nótese que el anterior precepto no se refiere al comercio electrónico,
sino a toda actuación administrativa o judicial, vale decir; sin exceptuar las
demandas de casacióf!..
7. Obra en autos igualmente constancia de lafecha de recibo del mensa-
je electrónico, visible en la parte superior derecha del folio 6, ·y corroborada
con la anotación secretarial delfolio 11, donde se dafe de su recpción el día
5 de octubre, así como el triforme secretarial que da cuenta de su presenta-
ción en tiempo. No queda duda, entonces, de los efectos jurídicos que produ-
ce el mensaje de datos recf:?pcionado, dado que existe como tal y prueba la
.voluntad qe comprometerse de la parte que lo emitió ante la Corte y además
es accesible a confrontación con su original remitido en su integridad. Por tal
razón cumple con los requisitos de constituir un medio de prueba de la actua-
ción procesal que ejecutó el iniciador recurrente a la luz de los artículos 5, 6,
10, 11, 17, 18, 22 y 23 ibídem.
8. Como antecedentes jurisprudenciales conviene recordar; simplemente
a guiza de referencia histórica, entre otros, dos pronunciamientos emitidos
aún antes de la vigencia de la Ley 527: la Sección Primera del Consejo de
Estado, mediante sentencia del 23 de octubre de 1990, dio validez como
documento público auténtico al Decreto 1 766 de 1987, expedido por el Presi-
dente de la República cuando se encontraba fuera del país y transmitido vía
fax; igualmente, por medio de providencia del 26 de julio de 1993, la Sección
Segunda del mismo organismo admitió un recurso de apelación interpuesto
vía fax (expediente 8306).
9. No está por demás agregar que, desde luego, hasta tanto no se expida
una .regulacion diferente, quien pretende enviar una demanda de casación
pot telefax, corre todos los riesgos d~ que n.o exista Unea, esté inservible,
ocupada o no entre enforma legible el mensaje de datos. Obviamente estas
falencias no se pueden imputar a la dependenciajudicial respectiva. Empe-
ro, cuando suceda lo contrario y éste se reciba con los requisitos de
corifiabilidad, que permita conservar la integridad de la iriformación, y la
identificación del iniciador; no se le puede restar valor probatorio a dicha
actuación, tal como ocurre en el caso bajo examen e11 el que el mensaje de
datós fue recibido en tiempo por la secretaría de la Sala de Casación Laboral
y al día siguiente de la emisión, se presentó la demanda en original.
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1 O. Así las cosas, se está en presencia de un nuevo instrumento legal,


claro, que representa un avance jurídíco, ágil y acorde con la modernidad,
con el desarrollo tecnológico de un mundo dinámico y conectado, que se ajus-
ta a los conceptos procesales sobre cumplimiento de los ·términos y a las
calidades intrínsecas de un documento, razón por la cual legalmente no está
autorizada, la Corte, so pima de violar el debido proceso, para desconocer
sus efectos jurídicos, siendo su obligación tener por presentada en tiempo la
demanda de casación remitida por fax por el apoderado del recurrente.
Por lo visto, y por reunir además las exigenCias formales del artículo
90 del Código Procesal del Trabajo, se admite la anterior demanda de ca-
sación.
Notifíquese e Insértese en la Gaceta Judicial.
José Roberto Herrera Vergara, Francisco Escobar Henríquez, Carlos Isaac
Náder. Rafael Méndez Arango, Luis Gonzalo Toro Correa, Germán G. Valdés
Sánchez y Fernando Vásquez Botero (Salvamento de Voto).
Laura Margarita Manotas González, Secretaria .
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UC1UJR§(()) EX1l'JRA(())JRUIINJ\\m(()) lDlE CA§ACJI(())N
Interposición - s·ustentación

Radicación 130 15
Por cuanto Ley 527 de 1999 no modificó el Código Procesal del Trabajo
ni lo dispuesto en las leyes y decretos que lo adicionan y reforman en lo
atinente al recurso de casación, como tampoco varió el Código de Procedi-
miento Civil respecto de la presentación de memoriales o de la demanda
con la que debe sustentarse este recurso extraordinario, consideramos
que no existe un fundamento plausible para invocar como sustento de la
decisión una ley que de manera explícita reglamenta "el acceso y uso de
los mensajes de datos", el "comercio electrónico" y las "firmas digitales".
Ninguno de estos temas, y muchísimo menos el relacionado con las
"entidades de certificación", se refiere a una cuestión eminentemente pro-
cesal y circunscrita a la forma como se interpone y sustenta el recurso de
casación en asuntos laborales.
Consideramos que no resulta impertinente recordar la más que secu-
lar regla de interpretación de la ley contenida en el artículo 27 del Código
Civil, según la cual "cuando el sentido de la ley sea claro, no se desaten-
derá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu".
Sabemos muy bien que ese mismo precepto legal autoriza recurrir a
la intención o espíritu de la ley para interpretar una expresiÓn oscura de
ella, siempre que tal intención o espíritu aparezcan claramente manifes-
tados en la propia ley o en la historia fidedigna de su establecimiento.
No creemos que pueda predicarse oscuridad en las normas del Decre-
to Ley 528 de 1964 que regulan todo lo referente a la interposición y
sustentación del recurso extraordinario de casación laboral. Y que sepa-
mos hasta el día de hoy' nadie había planteado que esos preceptos legales
tuvieran un sentido diferente al que de manera clara expresa su tenor
literal. La claridad de estos textos hace que no pueda desatenderse la
literalidad de la ley so pretexto de buscar un oculto espíritu o intención
del legislador no manifestada explícitamente en dichas normas legales.
Significa lo anterior, o por lo menos así lo consideramos quien~s po-
nemos a salvo el voto ante la decisión de la mayoría, que la sola circunstan-
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cia de que la tecnología haya introducido novedosas formas de comunica-


ción y que el comercio requiera que se regule lo relativo al uso de las
informaciones en forma de "mensajes de datos", así como los efecto& de
las llamadas "firmas digitales", no puede razonablemente invocarse para
afirmar ahora que las normas del Decreto Ley 528 de 1964, y más concre-
tamente el artículo 64 del mismo, adolecen de falta de claridad o contie-
nen expresiones ambiguas que obligan él intérprete a recurrir a la inten-
ción o el espíritu, o a llenar vacíos en la regulación del trámite del recurso
de casación, de modo que se muestre ajustado a derecho invocar una
norma sobre "comercio electrónico" para concluir que ha sido modificado
el Código Procesal del Trabajo, y que de hoy en adelante se acomoda a sus
dictados el litigar ante la Corte Suprema de Justicia "por medios electró-
nicos, ópticos o similares", pues, para decirlo con las textuales palabras
de la ~ey 527 de este año', tales medios podrían ser, entre otros, "el inter-
cambio electrónico de datos (... ), internet, el correo electrónico, el telegra-
ma, el telex o el telefax".
Con la flamante tesis de la mayoría se podrían presentar demandas
directamente ante el despacho de cada magistrado a través del medio
electrónico denominado "internet", puesto que ese es uno de los mencio-
nados en la definición de lo que debe entenderse por "mensaje de datos".
Com:o atrás lo dijimos, aparte de la claridad de la ley, que de manera
explícita regula únicamente lo relacionado con la "información en forma
de mensajes de datos", con las excepciones que el artículo 1º de la Ley
527 de 1999 trae, y que muestran a las claras que dentro del ámbito de
aplicación de ella no está comprendido lo relacionado con la interposición
y sustentación del recurso extraordinario de casación laboral, cabe ano-
tar que si se acudiera a la "historia fidedigna" del establecimiento de di-
cha ley, la cual entendemos nosotros aparece expresada en la exposición
de motivos, no se encontraría en dichos motivos uno que diera pie para
afirmar que el Código de Procedimiento Civil se modif~có no sólo en las
disposiciones del capítulo VIII del título XIII, sección tercera, libro segun-
do --que es a lo que se remite expresamente el artículo 10 de la ley--, o en
lo que atañe al criterio para valorar probatoriamente un "mensaje de da-
tos" --que es lo regulado en el artículo 11--, sino que asimismo fue modifi-
cado dicho código y el Código Procesal del Trabajo en lo relativo al trámite
de los recursos que cabe interponer en los procesos que en ellos se regla-
mentan y el modo y la oportunidad para sustentarlos.
Nos parece oportuno recordar que esta Sala de la Corte, actuando
como tribunal de casación, tiene dicho, sin que sobre ese punto alguno de
quienes ahora integran la mayoría hubiere salvado voto, qÚe el escrito de
demanda no es una prueba, aun cuando se haya admitido que, en ocasio-
nes, por su mala apreciación o por su falta de apreciación, al igual que
otras piezas procesales (como la contestación de la demanda y los escri-
tos mediante los cuales se sustentan los recursos), pueda generarse un
error de hecho manifie.sto controlable en casación.
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Así se explicó, por ejemplo, en la sentencia de 5 de agosto de 1996


(Rad. 8616), en la que haciendo inicialmente referencia específica a la
demanda con la que se promueve el proceso, se dijo lo siguiente:
"La demanda inicial del juicio puede ser acusada en casación laboral
como pieza procesal y no sólo en cuanto contenga confesión judicial. La
demanda es medio escrito, que representa la voluntad de quien pone en
actividad la jurisdicción. También es acto del proceso, desde luego el pri-
mero, y en tal condición es susceptible de generar en la casación laboral
el error manifiesto de hecho, pues si la voluntad del actor es desconocida
o tergiversada ostensiblemente, el dicho error puede conducir a la viola-
ción de la ley sustancial, como que el sentenciador puede producir un
fallo sobre lo que no se ha pedido (por yerro en la apreciación del petitum
o de los hechos, o por su desconocimiento) o desatendiendo los funda-
mentos fácticos de lo pedido, bien en perjuicio del propio demandante o de
la parte demandada. Varias han sido las decisiones de esta Sala sobre
esa tesis, como también las que se han adoptado reconociendo la capaci-
dad de generar error de hecho a otras actuaciones escritas del juicio la-
boral, como la contestación de la demanda. el escrito sustentatorio de la
apelación, el desistimiento parcial. etc." (subrayamos).
Por parecernos pertinente nos permitimos a continuación transcribir
los apartes iniciales de la exposición de motivos de lo que hoy es la Ley
52,7 de 1999, ya que, en nuestro criterio, constituyen un argumento irre-
futable de que no fue jamás la intención del legislador modificar el recur-
so extraordinario de casación.
Dichos apartes son los siguientes:
"El desarrollo tecnológico que se viene logrando en los países
industrializados, permite agilizar y hacer mucho más operante la presta-
ción de los servicios y el intercambio de bienes tangibles o intangibles, lo
cual hace importante que nuestro país incorpore dentro de su estructura
legal. normas que faciliten las condiciones para acceder a canales efi-
cientes de derecho mercantil internacional, en virtud a(sic) los obstácu-
los que para éste encarna una deficiente y obsoleta regulación al
respecto.
nEste" proyecto de ley que hoy dejamos a su consideración, busca do-
tar de fundamento jurídico a las transacciones comerciales realizadas
por medios electrónicos y darle fuerza probatoria a los mensajes de datos
que tengan relevancia jurídica en esa. materia" (Gaceta del Congreso, Nº
44, 24 de abril de 1998, pág. 26 -subr.ayamos- ).
Consideramos que ni del tenor literal de alguno de los artículos de la
Ley 527 de 1999, ni de la historia fidedigna de su establecimiento expre-
sada en la exposición de motivos, resulta fundamento para concluir que
se modificó la Ley 528 de 1964 en lo .atinente a la sustentación del recur-
so de casación, pues claramente se trata de una ley para facilitar "las
condiciones para acceder a canales eficientes de derecho mercantil in-
ternacional".
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Aun cuando sinceramente muchos más argumentos podríamos ex-


presar para no compartir el criterio de la mayoría, los motivos explicados
son suficientes para justificar el porqué nos separamos de la decisión y
salvamos el voto.
Con la consideración y respeto debidos,
Rqfael Méndez Arango y Fernando Vásquez Botero.

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