Está en la página 1de 11

UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA

FACULTAD DE INGENIERIA MECANICA


“Año de la universalización de la salud”

TEMA:
REPARTO DE TIERRAS EN EL PERÚ DURANTE EL SIGLO XIX

ALUMNOS:
• Murillo Figueroa, Gerson 20152571E
• Ocampo Espinoza Juan Carlos 20131313G
• Pinaud Aguirre, Miguel Gonzalo 20171178C
• Quispe Aparco, Joel Eduardo 20151198I
• Quispe Ticona, Manuel Alonso 20170100K

DOCENTE: Cogorno Ovalle, Carlos Luis


CURSO: Realidad Nacional, Constitución y Derechos Humanos – BRN01
SECCIÓN: A

LIMA-Perú
2020-1
1
INTRODUCCIÓN

Como sabemos, para llegar a la distribución y reparto de tierras hoy en día, hubo
un proceso donde con disputas, decretos, despojos y otros, se fueron
estableciendo los límites de territorios internos y externos. Particularmente para
este trabajo, se mostrarán los acontecimientos durante el siglo XIX, en el periodo
que comienza desde la Independencia del Perú hasta antes de la Guerra del
Pacífico.

El siguiente trabajo tiene como objetivo informar, analizar y comprender el


proceso de cambio de la propiedad de las tierras durante el periodo de tiempo
dicho en el anterior párrafo.

2
INDICE

1. REPARTO DE TIERRAS EN LOS INICIOS DE LA INDEPENDENCIA ............. 4


2. TIERRAS CAMPESINAS .......................................................................... 5
3. CONFLICTOS LIMÍTROFES ..................................................................... 7
4. UTI POSIDETIS Y EL EXPANSIONISMO BRASILEÑO ................................ 9
5. REPARTO DE TIERRAS EN LAS COMUNIDADES CAMPESINAS .............. 10

3
1. REPARTO DE TIERRAS EN LOS INICIOS DE LA INDEPENDENCIA

En la etapa de emancipación-república, continúa el proceso de concentración de


la propiedad bajo otras formas. Fenómeno en que el indígena ha venido
perdiendo cada vez más sus tierras, hasta el punto de carecer en este momento
de la suficiente subsistencia de él y de su familia, mientras que al lado de la gran
propiedad ha ido en aumento, el amparo o incumplimiento de las leyes.

En la fase de la emancipación, los padres de la patria, consecuentes con los


principios del liberalismo individualista que los animaba, nos inscribieron dentro
de sus programas de gobierno ninguna reivindicación del indígena, o sobre la
cuestión agraria. Las comunidades como poseedoras de tierras, fueron atacadas
por considerar que pertenecían al pasado; los decretos de Bolívar ordenan la
parcelación de sus tierras, pasando los comuneros a ser dueños de ellas, aún
cuando no podían enajenarlas hasta que supiesen leer y escribir y daban a indios
y mestizos del pleno dominio de la tierra que ocupaban en la fecha. Al amparo
de tales medidas y por la violación de las que protegían la prosperidad individual
de los indígenas, las haciendas crecieron. Al mismo tiempo que crecía el poder
político de los nuevos grupos sociales: el de los criollos que habían apoyado las
campañas de liberación.

Al principio las tierras de los que habían luchado a favor de los realistas fueron
confiscadas en parte para ser entregadas a los criollos que habían contribuido a
la independencia; y otros los recibieron como premio de los municipios,
principalmente en la costa; de esta manera los criollos no sólo entran a detentar
el poder político, sino también el poder económico, que emanaba de la tierra.
Los padres de la patria herederos de la mentalidad de los encomenderos, no
harían sino seguir la tradición de despojo de las tierras de los indios de las
comunidades.

Otro decreto de Bolívar disponía que el indígena gozase de la propiedad de su


tierra y, en consecuencia, podía venderla o enajenarla en cualquier forma; y a
los que no eran poseedores se les repartía las de la comunidad, quedando
dueños de ellas. Estos decretos en la práctica no sirvieron sino para que se
deshiciesen de sus propiedades.

4
Las leyes de la república trataron de que los indígenas se encontrasen en una
posición de igualdad legal frente a los otros y de que al mismo tiempo sus tierras
estuviesen amparadas; pero igual que en períodos anteriores, continuaría la
tradición de una falta de respeto completo por la ley.

La propiedad comunitaria persistió debido al hecho de que los repartos y las


remensuras ordenados por los decretos de Bolívar no se cumplieron en toda su
amplitud, aún cuando fueron recortados por los hacendados, los particulares, las
iglesias, las compañías mineras; en fin, todos se sentían con el derecho de tomar
parte de esas tierras, aún cuando los indígenas muchas veces lograron
defenderlas, pero en la mayoría de los casos las perdieron y las siguen perdiendo
después de largos y onerosos juicios, a pesar de poseer en ,muchos casos títulos
válidos.

2. TIERRAS CAMPESINAS

a) División de las tierras comunales:

La ideología liberal que predominó durante la independencia era contraria de la


existencia de tierras de comunidades, fundaciones y otras asociaciones
tradicionales de carácter no lucrativo. Se pensaba que la propiedad comunal de
la Tierra había hecho decrecer la productividad porque no había competencia
entre los co-propietarios y por qué la sanción económica contra la baja
productividad -la pérdida de la propiedad- era invitada en virtud de las
vinculaciones legales. la Constitución liberal de 1828 incluyó una disposición por
la que se establecía que "todas las propiedades son enajenables a cualquier
objeto que pertenezcan" y así sucesivo leyes se propusieron a quebrar la
propiedad comunal y dividir las tierras entre los campesinos indígenas que eran
miembros de la comunidad. Las leyes relativas a la tierra de indígenas fueron
bastante mayor éxito y muchas propiedades de comunidades de indígenas
fueron divididas.

Los campesinos indígenas carecían de una mentalidad empresarial, no


resonaban en término de progreso económico o cálculo de beneficios; y no
tenían tampoco los recursos económicos para cultivar individualmente sus
tierras. Por esta razón, en muchos casos vendieron o transferido por diversos

5
medios sus lotes a los hacendados vecinos; y así la tierra fue acumulada en
pocas manos. Este proceso de concentración recibió la ayuda de las autoridades
políticas y judiciales que respaldaron siempre al hacendado y presionaron al
pequeño campesino a fin de que se sintiera obligado a vender. En esta forma,
las medidas liberales produjeron un resultado distinto al ideal liberal que las
inspiraba: el comunero indígena no se convirtió en el pequeño empresario
agrícola deseados sino en un jornalero o en un feudatario al servicio de un
reducido número de grandes propietarios.

b) La venta de las tierras del estado:

Contrariamente a una creencia bastante difundida, no parece exacto que la


encomienda colonial sea el origen de la hacienda o plantación del siglo XIX, sino
más bien la venta de las tierras públicas que se producen durante la época
republicana. Inmediatamente después de la independencia, el gobierno poseía
grandes extensiones de tierra. El dirigente importante patrimonio estatal es
diverso. De un lado, muchos de los antiguos derechos revirtieron al Estado ya
durante la colonia por falta de pago de tributos o por otras disposiciones reales
que limitaban el derecho a la vida del encomendero; luego, la administración
colonial con las haciendas de los jesuitas, las que pasaron posteriormente hacer
propiedad de nuevo estado independiente. De otro lado, las tierras de la
inquisición corrieron la misma suerte, finalmente al producirse la independencia,
el nuevo gobierno confiscó por razones de guerra en las tierras de los españoles
que habían luchado contra los ejércitos libertadores y que luego retornaron a
España abandonando sus propiedades. Paralelamente Bolívar desarrolla una
política anticlerical y por decreto de 28 de septiembre de 1826 ordena la
supresión de los conventos con menos de 8 religiosos, debiendo ser
administradas sus propiedades por el estado. Todo ello hace que el estado sea
propietario o administrador de numerosas haciendas.

la mayor parte de los bienes nacionales fueron transferidas a manos particulares


en forma definitivamente irregular. Cabe señalar que nunca se hizo un inventario
de tales propiedades del estado y que su administración fue conducida en forma
absolutamente desordenada. Pero además las leyes y reglamentos relativos a
estas propiedades eran incoherentes y produjeron situaciones muy confusas.
Algunas de estas tierras fueron transferidas a particulares en pago de servicios
6
prestados al estado. En otros casos, fueron vendidas a precios insignificativos
porque el estado, bajo las presiones económicas originadas por las guerras,
acepto en pago los documentos de la deuda interna a su valor nominal, a pesar
de que esos documentos estaban cotizados en el mercado en sólo un 10% de
su valor nominal.

Ante lo escandaloso de la situación, estás ventas de tierras fueron declaradas


nulas por un decreto del 13 de julio de 1839 y se dispuso que los nuevos
propietarios deben devolver el estado dichas propiedades. Sin embargo, por
decreto del 20 de agosto de 1841 se permitió que los compradores
permanecieron poseyendo las tierras hasta que la situación se aclarará.

en algunos casos esta ley permitía que fuera el comprador quien podía decidir
en devolver la tierra o hacerla suya definitivamente mediante el pago de una
renta. En realidad, se trataba de una suerte de reforma agraria al revés por la
que el estado se desprendía de sus tierras y las entregaba grandes propietarios
particulares. Finalmente, con el código civil de 1852 parece haber tenido el efecto
de otorgar un carácter legal a través de la prescripción aquellos títulos de
propiedad que eran dudosos o decididamente ilegales en su origen.

3. CONFLICTOS LIMÍTROFES

a) Conflicto Peruano – Gran Colombino

La Guerra Gran colombo-peruana que se llevó en los años 1828 y 1829 fue un
conflicto armado que enfrentó a la Gran Colombia, conformada por los actuales
países de Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador; contra la República Peruana. El
origen de esta disputa es debido a la tensión surgida entre los gobiernos de
ambos países, bien consolidadas sus respectivas independencias: el gobierno
de tendencia liberal del Perú y el gobierno conservador colombiano,
representado por el Libertador Bolívar.

El Perú, tras liberarse del régimen bolivariano, ayudó a Bolivia a liberarse del
mismo régimen, invadiendo territorio boliviano, lo que enfureció a Bolívar. A ello
se sumó una controversia limítrofe: la Gran Colombia reclamaba el dominio de

7
las provincias de Tumbes, Jaén y Maynas, provincias todas que el Perú
consideraba como parte de su territorio, siguiendo el principio de la libre
determinación de los pueblos, fundamentalmente.

El Perú por su parte reclamaba a la Gran Colombia la provincia de Guayaquil a


cambio de cederle el territorio de Jaén. La guerra se dividió en dos campañas,
la marítima y la terrestre. La campaña marítima resultó favorable al Perú, que
ocupó el puerto de Guayaquil, mientras que la campaña terrestre fue inconclusa,
siendo el encuentro más relevante la Batalla del Portete de Tarqui. Culminó la
guerra con la firma del Tratado Larrea-Gual o Tratado de Guayaquil, por el que
se mantuvo la situación territorial previa al estallido de la guerra, quedando como
base de referencia la antigua frontera virreinal para una posterior delimitación.

Ilustración 1 Distribución de las Audiencias.

b) Conferencia Perú – Boliviana

Fue un Estado desaparecido constituido por la confederación de tres estados: El


Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano y el estado de Bolivia (que a su vez
era una república) bajo el gobierno del gran mariscal boliviano Andrés de Santa
Cruz, supremo protector de la Confederación Perú-boliviana, y a su vez,
presidente de la República de Bolivia.

La duración de esta confederación fue tan sólo de menos de dos años, desde
1836, desde el fin de la Guerra entre Salaverry y Santa Cruz hasta 1837 con la

8
disolución hecha por Gamarra, debido a la guerra declarada por el gobierno
de Chile, la Confederación Argentina y peruanos contrarios al proyecto de Santa
Cruz.

El Ejército Unido Restaurador, formado por tropas chilenas y peruanas bajo el


mando del general Manuel Bulnes y el mariscal Agustín Gamarra derrotó a las
tropas de la Confederación en la Batalla de Yungay, el 23 de diciembre de 1837.

Institucionalmente no empezó hasta mediados de 1837 con la declaración de su


constitución.

Ilustración 2 Distribución del territorio Perú-boliviano.

4. UTI POSIDETIS Y EL EXPANSIONISMO BRASILEÑO

a) Territorio peruano Post independencia

El uti possidetis iuris es un principio legal que en síntesis consiste en el dominio


que ejerce en este caso el estado sobre los territorios.

Tras la independencia del Perú en 1821 El uti possidetis iuris se utilizó para
establecer las fronteras con los viejos territorios coloniales, ahora ya
independizados.

El territorio que poseería cada estado surgido sería el mismo que estos territorios
poseían en el año 1810. Entonces el ya estado del Perú constituyó sobre el
territorio del virreinato 8 intendencias:

9
Trujillo, Tarma, Lima, Huancavelica, Huamanga, Arequipa, Cusco y Puno; la
Comandancia General de Maynas y el Gobierno de Guayaquil.

Por el principio de la libre determinación (que permite al estado administrar


libremente su gobierno) pasó a formar parte del Perú, Jaén de Bracamoros, que
pertenecía a la Real Audiencia de Quito. Asimismo, Guayaquil, que pertenecía
al Perú, pasó a formar parte de la Gran Colombia.

Entonces el Perú limitaba al norte y noroeste con la Gran Colombia; por el este
con Brasil; por el sudeste y sur con Bolivia y por el oeste con el océano Pacífico.

b) Expansionismo Brasileño

En el gobierno del presidente Mariano Ignacio Prado , El país andino perdió los
territorios legalizados por el Tratado de San Ildefonso de 1777 entre España y
Portugal, mediante el Tratado firmado entre Brasil-Bolivia llamado Muñoz-Neto,
del 27 de marzo de 1867. En este tratado, Brasil y Bolivia incluyeron territorio
peruano entre Yaraví y el Madeira; siendo finalmente apropiado por Brasil
definitivamente.

Habiendo pasado ya diferentes enfrentamientos entre extractores de siringa, el


cual es el árbol del caucho; En 1904 el coronel brasileño José Ferreira arribó al
río Santa Rosa, afluente del Purús, y saqueó el lugar ocupado por extractores
peruanos. En noviembre de 1904 la guarnición de Amuheya se rindió ante
fuerzas brasileñas superiores después de dos días de combates. Considerando
imposible defender militarmente la región, la pérdida peruana se hizo efectiva
por el Tratado Velarde-Rio Branco de 1909 y un recorte territorial
complementario se fijó con el Tratado Polo-Sánchez Bustamante. El Perú perdió
cerca de 300.000 km² mediante las sucesivas cesiones territoriales.

5. REPARTO DE TIERRAS EN LAS COMUNIDADES CAMPESINAS

Para definir el acceso a la tierra existen dos elementos básicos, ambos centrados
en los individuos (a) el género y (b) la relación comunero-comunidad.

10
Con relación al género, las mujeres poseen menos derechos que los hombres
para acceder a las tierras en tanto, según las normas internas, la mujer no puede
recibir parcelas de la organización comunal ni acceder por la categoría de
comunero; de esta forma, ella es usualmente dependiente de un hombre, ya sea
su padre o su pareja.

En cuanto a la relación comunero-comunidad, identificamos distinciones al


interior dela categoría de comunero (honorario, activo, residente, jubilado), en
donde juegan un papel importante los años de servicio a la comunidad, las
responsabilidades asumidas con la organización comunal e incluso el
comportamiento personal de un comunero al interior y fuera de la comunidad. A
lo largo de su vida, los comuneros van formándose un récord frente a la
organización comunal, el cual es evaluado individualmente para definir los
derechos de acceso a la tierra. Adicionalmente, se encuentra el poblador de la
comunidad que por voluntad propia decidió no inscribirse en el padrón comunal,
y quien al igual que la mujer no posee derechos de acceso a las tierras
entregadas por la comunidad.

11

También podría gustarte