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Objetivo: Analizar y reflexionar sobre los afectos humanos a partir de la lectura de las
obras platónicas sugeridas
Indicadores de desempeño: Distingue y caracteriza el amor entendido como eros y como philos
Criterios de evaluación Lee y se apropia de un discurso sobre el amor para exponerlo a sus
compañeros.
Eje temático: Heidegger y el estudio del ser
Conéctate y pregunta Correo electrónico del profesor: jesusbonillat@gmail.com
durante tu trabajo Código para la plataforma Google Classroom: 4oesua5
El amor y la filosofía
¿Qué es el amor?
De todos los sentimientos y reacciones humanas, el amor es el que ocupa la posición número uno en las
preocupaciones. Esto es cierto si con esa palabra entendemos una amplia variedad de afectos: el amor de
amigos, el amor de padres, la admiración por alguien, el amor al arte, a la sabiduría, el amor a Dios y, desde
luego, el amor de pareja. En la filosofía no ha sido un tema aparte, no podía ser para menos si es que la
entendemos como la respuesta natural a las inquietudes propiamente humanas. Dentro de los posibles
autores estudiaremos a Platón por ser uno de los referentes principales y por ser el autor de maravillosos
libros que motivan a amantes y ajenos a la filosofía.
En los diálogos platónicos el tema de los afectos humanos se aborda desde dos términos
que dividen en dos categorías el sentimiento y los tipos de relaciones sociales, estos son:
“eros” y “philia”. Es decir, amor erótico y amistad. Mientas que “philia” tiene un campo
de aplicación bastante amplio y puede incluir los afectos de distintos tipos de relaciones
filiales y fraternales, “eros” se encuentra referido a la atracción sexual.
La distinción entre estos sentimientos se da manera natural incluso en nuestros días donde
es claro que el tipo de relación establecida con una pareja sentimental es distinto a la que
se establece propiamente con un amigo. Sin embargo, la cercanía entre estos afectos puede
ser tan evidente como su distinción. Nosotros intentaremos estudiar la concepción de estas
dos formas de afecto a fin de poder motivar la reflexión más profunda de lo que estos
significan para nuestra vida.
¿qué es la amistad?
En un dialogo llamado Lisis Sócrates aborda la cuestión de la amistad directamente. Los
personajes que en él intervienen permiten entre ver desde el primer momento
diferencias fundamentales entre eros y philia: Hipotales se encuentra enamorado de
Lisis y su sentimiento le hace comportarse de manera ridícula (205d), mientras que la
amistad entre Lisis y su primo Menéxeno se presenta ejemplar. El dialogo nos presenta
una rica concepción de la amistad, la cual podemos dividir en tres partes:
Aclaremos un poco más la idea, la amistad surge en la utilidad, pues buscamos amigos en la medida que con
ellos podemos apoyarnos en el colegio, en el juego o en otras actividades. Lo mismo sucede con los familiares
(así sea difícil aceptarlo) la amistad se hace más fuertes cuando la otra persona me proporciona alegría, buenos
consejos, diversión o compañía.
Quizá el concepto de utilidad en la amistad te lleve a pensar en una concepción bastante cruda de las
relaciones filiales. Sin embargo, es importante aclara que Sócrates pone la mistad dentro del conjunto de
afectos en los que el objeto es querido por sí mismo. Un padre no quiere a su hijo como quiere una vasija, lo
quiere por su utilidad, pero esta utilidad está encarnada en el mismo sujeto. En palabras más simples: el padre
no ama el orgullo sino el que su hijo lo enorgullezca.
El dialogo por excelencia estudiado para este tipo de amor es El Banquete. En este libro, participan personas
de diferentes posiciones que pronuncian discursos sobre el amor, también incluye escenas que permiten
visualizar la mundanidad del sentimiento como deseo y su carácter divino como aspiración a la eternidad, la
belleza y la sabiduría. De manera que, aunque eros pertenezca en buena medida a la esfera divina, es cierto
también que el amor es responsable de sufrimientos, decepciones y vergüenzas. Una buena descripción del
amor tiene por tanto que incluir su inseparable polaridad.
Aterricemos un poco las ideas anteriores. Reconocemos que el amor (erótico) nos eleva y nos conecta con las
ideas más excelsas: la belleza, la sabiduría, el bien, etc. ¿acaso no son esas cosas las que empezamos a ver en
la persona de la que nos enamoramos? Podríamos decir que el amor es por excelencia una exaltación del otro,
que aparece ante nuestros ojos con un aura de divinidad. Pero es también deseo y carencia, no sentimos
vacíos y deseamos esas bondades vistas en la otra persona.
Platón advierte que existen niveles en este deseo: en primer lugar, nos atraen los cuerpos bellos, luego
aprendemos a atender la belleza en los sentimientos y acciones, de allí pasamos a la inteligencia que nos hace
amar el conocimiento (son las personas sapiosexuales). Por último, llegamos a la contemplación del bien en
las virtudes y la sabiduría.
Aquí irrumpe en el dialogo Alcibíades borracho que, al querer encontrar diversión erótica con estos mayores,
se encuentra con Sócrates y no puede hacer más que elogiar su sabiduría. A pesar de que sus intenciones eran
escabullirse bajo el manto con Sócrates, su maestro le convence del verdadero amor, el que se dirige a las
cosas más divinas que aspiramos mediante la actividad de conocer. La filosofía es pues una actividad erótica
(erosofía) que desea lo verdadero e intangible (recuerda la noción de idea platónica), pero que no lo puede
alcanzar debido a que quienes la practican son mortales. Este es pues el concepto del amor platónico: una
búsqueda siempre insatisfecha de la divinidad que se expresa en la actividad constante del filosofar.
Actividades
Presenta en la próxima clase una exposición sobre uno de los siguientes discursos: Fedro, Pausinas, Eriximaco,
Aristófanes y Agatón. (programa una actividad de exposición en vídeo si realizas esta guía fuera del tiempo
estipulado)