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Informe 2: “Los pazos de Ulloa”

Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán (1886), es una novela de corte naturalista,
que introduce de una forma casi documental la decadencia de una de las zonas rurales
de Galicia, y a su vez, la decadencia de la aristocracia. Una de las tesis centrales que se
pueden encontrar en esta obra aludirá a cómo cada personaje se encontrará determinado
por el ambiente. En función de lo anterior, es que a lo largo del relato se podrá encontrar
una serie de contrastes entre los distintos personajes, por un lado, estarán aquellos que
fueron educados en la ciudad y destaran por su sensibilidad, mientras que el resto de los
personajes representaran el embrutecimiento que provoca el entorno rural en los seres
humanos, algo que sin duda deja al descubierto el pensamiento negativo que siente la
autora respecto al ambiente rural.

A través de un narrador omnisciente, se nos presenta a Don pedro, el cual es


básicamente el dueño del poblado en el que suceden todos los acontecimientos
relatados, quien, a pesar de no contar con un título, se autoproclamo Marqués. A lo
largo del relato se puede ver como Don Pedro, sería uno los personajes principales que
utilizará la autora para enfatizar la teoría de que el ambiente rural puede embrutecer a
los seres humanos al punto de que estos sean casi primitivos, puesto que en él se
reflejan problemas sociales de la época, tales como el maltrato a la mujer, la mala
educación y el “espíritu esclavista”. En contraste, se nos presenta a Marcelina, conocida
por el nombre Nucha, esposa de legitima de Don Pedro. A Nucha se le caracteriza por
ser una mujer tranquila, con una fuerte fe, capaz de llegar a un estado casi completo de
sumisión con tal de ser una buena mujer, madre y esposa. Nucha, es vista como la
antagonista de personajes como el Marqués de Ulloa, en el sentido de ruralidad y
brutalidad. También cabe destacar el hecho de que Don Pedro mantiene un amorío con
Isabela, una de sus criadas, con la cual tuvo un hijo, pero no lo reconoció como tal. Ella,
al igual que Nucha, recibe un sinfín de maltratos físicos y psicológicos de parte del
Marqués, con la diferencia de que se logra entender que la intención de Isabela no seria
otra mas que heredar el pueblo y la fortuna de él.

La brutalidad del Marqués llega a un punto extremo cuando directamente amenaza a su


esposa que se encontraba embarazada, diciéndole que no aceptaría tener una hija, puesto
que a él solo le interesaba mantener su linaje con un hijo varón. Pero, a pesar de esta
amenaza, que va contra toda lógica, Nucha da a luz a una niña, lo que además de amor
maternal, le trae consigo un inmenso temor por su vida y por la de su hija. El
pensamiento constante de cómo podría sobrevivir su hija si es que ella muriese, la lleva
a intentar escapar hacia la casa de su padre que se encuentra en Santiago, pero el
Marqués es advertido y la acusa de infidelidad. El constante temor que sentía Nucha,
sumado al abandono y el amorío de su esposo, detonan en ella una especie de neurosis
que la termina llevando a la muerte.

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