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UNIDAD 1

SEXUALIDAD:
La sexualidad puede definirse como el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas,
psicológicas y sociales asociadas al sexo de cada individuo. Desde el punto de vista histórico
cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conductas y prácticas asociadas a la
búsqueda del placer sexual, que marcan de manera decisiva al humano en todas y cada una de
las fases determinantes de su desarrollo.

Según la OMS, la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su
vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la
intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y
relaciones interpersonales.

La sexualidad es la manera que cada persona tiene de vivir “el hecho de ser sexuado”. Todas
las personas son sexuadas, es decir, tienen un cuerpo sexuado en femenino o en masculino
que les permite pensar, entender, expresar, comunicar, disfrutar, sentir y hacer sentir. El
cuerpo sexuado es, por tanto, el lugar donde la sexualidad reside y se hace posible.

Es una categoría subjetiva y no hace referencia, exclusivamente a los genitales o a


funcionamientos anatomofisiológicos. Cada persona vivirá su sexualidad de distinta manera y
en continua evolución; por lo tanto, al hablar de sexualidad es difícil hablar de lo normal y de
lo anormal.

La sexualidad está condicionada por factores: biológicos (hormonas, anatomía, fisiología),


psicológicos/afectivos (deseos, emociones, sentimientos), socioculturales (roles, estereotipos,
expectativas, lenguaje), socioeconómicos, éticos (derechos humanos), y religiosos o
espirituales.

Características:

 Es inherente al ser humano.


 Se vivencia como necesidad de búsqueda de placer.
 Es una fuente motivadora de la conducta sexual.
 Posee distintas formas de expresión a lo largo de la vida.
 Se relaciona con los estilos de vida, roles sexuales, relación con el entorno,
intercambio afectivo, comunicación.
 Se modifica según las etapas vitales, crisis, contexto cultural e histórico.
 Está presente desde el nacimiento hasta la muerte.
 Incluye la genitalidad, la organización y el rol sexual.

Conceptos relacionados con la sexualidad:

- SEXO: conjunto de características físicas y biológicas de los seres humanos con las que
se nace, relacionado con órganos sexuales, que los definen como hembras o machos.
- GÉNERO: construcción social, cultural, histórica de ser femenino o masculino. Puede
ser re-inventado, de-construido, modificado y redefinido por la propia cultura. Es la
suma de valores, actitudes, prácticas o características basadas en el sexo.
- IDENTIDAD DE GÉNERO: es la concepción de un individuo de sí mismo/ grado en que
una persona se identifica como masculino o femenino. Sensación subjetiva de ser
hombre o mujer. Autoconcepto y autopercepción de su sexo y género. Relacionado
con la orientación sexual.
- ORIENTACIÓN SEXUAL: inclinación a sentir atracción romántica o sexual (o una
combinación de éstos) hacia personas de sexo o género opuesto, del mismo sexo o
género o ambos sexos o más de un género. Es la organización del erotismo y/o vínculo
emocional de un individuo en relación al género de pareja involucrada en la actividad
sexual. Se refiere a “las fantasías, los apegos, pensamientos, comportamientos y
anhelos”.
- EROTISMO: capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas que evocan
los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación sexual y orgasmo y que
por lo general se identifican con placer sexual.
- VINCULACIÓN AFECTIVA: es la capacidad humana de establecer lazos con otros seres
humanos que se construyen y mantienen mediante las emociones.

Si bien la sexualidad puede abarcar el erotismo, los vínculos afectivos, el amor, el sexo, el
género y la reproducción, no todas estas dimensiones tienen que expresarse. La sexualidad se
encuentra presente en toda la vida, aunque es posible que las expresiones e influencias que
repercuten en la sexualidad difieran con el correr de los años. La sexualidad está circunscrita
por un contexto histórico y cultural concreto y, por ende, está determinada por costumbres,
tradiciones y valores y ella, a su vez, repercute en estos. Su desarrollo pleno depende de la
satisfacción de las necesidades fundamentales del ser humano, tales como el deseo de
contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor.

Otras definiciones:

- DIFERENCIACIÓN SEXUAL: proceso de desarrollo desde un cigoto indiferenciado


(óvulo fecundado) hasta un varón o mujer.
- ROL DE GÉNERO: conjunto de normas sociales, de comportamientos, valores,
actitudes, papeles, prácticas que se consideran apropiados para un hombre o mujer en
una relación social o interpersonal.
- ESTEREOTIPO DE GÉNERO FEMENINO: asociado a lo emocional y a los efectos, rol de
esposa-madre-ama de casa.
- ESTEREOTIPO DE GÉNERO MASCULINO: asociado a lo racional, rol de proveedor
económico y ejercicio del poder.
- HETEROSEXUALIDAD: una persona siente atracción por otra persona del sexo opuesto.
- HOMOSEXUALIDAD: una persona siente atracción por otra persona del mismo sexo.
- BISEXUALIDAD: una persona siente igual atracción por ambos sexos.
- CONDUCTA SEXUAL: actos sexuales reales realizados por el individuo. Estrechamente
relacionado con la orientación sexual.
- ACTIVIDAD SEXUAL: es una expresión conductual de la sexualidad personal donde el
componente erótico de la sexualidad es el más evidente. Se caracteriza por los
comportamientos que buscan el erotismo y es sinónimo de comportamiento sexual.
- PRÁCTICAS SEXUALES: son patrones de actividad sexual presentados por individuos o
comunidades con suficiente consistencia como para ser predecibles.
- RELACIONES SEXUALES SIN RIESGO: prácticas y comportamientos sexuales que
reducen el riesgo de contraer y transmitir infecciones de transmisión sexual.
- COMPORTAMIENTOS SEXUALES RESPONSABLES: se expresa en los planos personal,
interpersonal y comunitario. Se caracteriza por autonomía, madurez, honestidad,
respeto, consentimiento, protección, búsqueda de placer y bienestar.
TODOS ESTOS CONCEPTOS CONFORMAN LO QUE SE DENOMINA “ SALUD SEXUAL Y
REPRODUCTIVA”: ES LA EXPERIENCIA DEL PROCESO PERMANENTE DE CONSECUCIÓN DE
BIENESTAR FÍSICO, PSICOLÓGICO Y SOCIOCULTURAL RELACIONADO CON LA SEXUALIDAD;
REQUIERE UN ENFOQUE POSITIVO Y RESPETUOSO DE LA SEXUALIDAD Y DE LAS RELACIONES
SEXUALES, ASÍ COMO LA POSIBILIDAD DE TENER EXPERIENCIAS SEXUALES PLACENTERAS Y
SEGURAS, LIBRES DE TODA COACCIÓN, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA.

DERECHOS SEXUALES

Los derechos humanos son aquellos principios que se consideran universalmente como
protectores de la dignidad humana y promotores de la justicia, la igualdad, la libertad y la vida
misma.

Los derechos humanos están por encima de los valores culturales. Si una cultura en particular
tiene una costumbre que va en contra de un derecho humano, es necesario cambiar el valor
cultural.

Dado que la protección de la salud es un derecho fundamental del ser humano, es obvio que la
salud sexual conlleva derechos sexuales. El reconocimiento de los derechos sexuales se
encuentra en proceso de evolución.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS SEXUALES DE LA ASOCIACIÓN MUNDIAL DE SEXOLOGÍA:

 El derecho a la libertad sexual.


 El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
 El derecho a la privacidad sexual.
 El derecho a la equidad sexual.
 El derecho al placer sexual.
 El derecho a la expresión sexual emocional.
 El derecho a la libre asociación sexual.
 El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.
 El derecho a información basada en el conocimiento científico.
 El derecho a la educación sexual integral.
 El derecho a la atención de la salud sexual.

PULSIÓN SEXUAL:

Pulsión es un término que se utiliza en psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso
psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una
excitación interna y que se dirige a un único fin preciso: suprimir o calmar ese estado de
tensión; a diferencia del concepto de instinto que se presenta en los animales no racionales. El
instinto tiene que ver con factores heredados, tiene un objeto determinado y es cíclico.

Libido es un término que se usa de manera general para denominar al deseo sexual de una
persona y se centra en el concepto de pulsión.

La pulsión es un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático (es decir que es psíquica y
biológica). Es una fuerza constante, no se agota nunca y es lo que moviliza, mueve a un sujeto,
tiene satisfacciones parciales, y ese resto que no se satisface es lo que motoriza el deseo. El
deseo como motor de lo psíquico es lo que mueve a un sujeto en su vida cotidiana.

La pulsión es descripta por Freud con cuatro componentes.

 La fuente: es donde nace la pulsión, las zonas erógenas. Son zonas de mucosa del
cuerpo, que están en zonas de borde del mismo, entre el adentro y el afuera. También
son zonas de cuidados maternales (boca, ano, genitales)

 El empuje: es la fuerza de la pulsión, la libido, esto que llámanos fuerza constante, no


se agota nunca.

 El fin: es la satisfacción, que siempre dejará un resto insatisfecho que es aquello que
conocemos como deseo (eso que nos hace correr siempre detrás de la zanahoria)

 El objeto: se lo conoce como lo más variable de la pulsión, es aquel a partir del cual se
alcanza la satisfacción. Decir que el objeto es variable es que se fijará de acuerdo a
cada sujeto lo que nos dará satisfacción. En esta óptica no habrá objetos
determinados, naturales.

La pulsión para poder instalarse, necesita siempre de otro, no hay posibilidad de vida psíquica,
ni de supervivencia biológica si no hay otro. El concepto de apuntalamiento, refiere que, en
este cuerpo biológico, en este organismo, se va a instalar otra cosa, aquello que llamaremos el
aparato psíquico. no habrá modo de pensar la constitución de un cuerpo sin que esté el
organismo. De allí la relación orgánico-psíquico, es indisociable (ejemplo estamos nerviosos y
nos duele la panza). Para poder entender la noción de apuntalamiento tomaremos el ejemplo
de la succión en vacío: en las primeras horas de existencia de un sujeto, es necesario que se lo
alimente, que el niño se prenda al pecho, esto viene fijado en el niño a partir del reflejo de
succión. El niño se prende al pecho, satisface su hambre, reduce la tensión, pero es observable
como sigue succionando en vacío, succiona sus dedos, la mantita, el cuerpo de su madre. Es
decir, a partir de la satisfacción de una necesidad, se va a instalar una necesidad de
satisfacción, que va a ir más allá del plano de la necesidad, una zona erógena (la boca) ha
registrado una satisfacción que el infans intenta reencontrar, algo queda inscripto como
experiencia de satisfacción, de placer. Apuntalado en una necesidad biológica (el hambre) se
construirá el campo de lo psíquico, de la sexualidad (el placer).

El hombre es el único animal que no logra su madurez fisiológica hasta 10 años después de su
existencia. Esta prematuración que implicaría la indefensión originaria del humano determina
su absoluta dependencia de los otros. Ahora ese otro no solo satisface sus necesidades
básicas, sino que también debe erogeneizar ese cuerpo, tocarlo, hablarlo, acariciarlo. Si esto
no se produce hay efectos gravísimos en la constitución psíquica.

SEXUALIDAD ETAPA PRENATAL:


La sexualidad tiene sus inicios en la etapa prenatal, precisamente en el proceso por medio del
cual se determina y diferencia el sexo.

La diferenciación sexual es el proceso por el cual el embrión desarrolla sus órganos genitales.
Este proceso de diferenciación, en sentido masculino o femenino, tiene lugar durante la vida
embrionaria y fetal e involucra una cadena de eventos moleculares, hormonales y no
hormonales que se inician en el momento mismo de la formación del cigoto y se prolonga
hasta etapas avanzadas de la vida intrauterina. De forma cronológica y general, la
diferenciación sexual se produce según esta secuencia específica: en primer lugar, se establece
el sexo genético o cromosómico. Después, el sexo cromosómico controla la diferenciación de
las gónadas, las cuales determinan el medio hormonal embrionario y con ello la diferenciación
de los sistemas de conductos internos y la formación de los genitales externos.

Aunque el sexo cromosómico y genético de un embrión se determina en el momento de la


fundación según el tipo de espermatozoide que fecunde al ovocito, las gónadas no adquieren
características morfológicas masculinas y femeninas hasta la séptima semana. Los aparatos
genitales iniciales de ambos sexos son similares, por tanto, el período inicial de desarrollo
genital se denomina estadio indiferente del desarrollo sexual. La diferenciación sexual es un
proceso complejo en el que intervienen muchos genes, incluidos algunos que se encuentra en
los cromosomas autosómicos. La clave del dimorfismo sexual es el cromosoma Y, que contiene
el gen SRY (región determinante del sexo en el cromosoma Y) sobre su brazo corto. El
producto proteico de este gen es un factor de transcripción que inicia una cascada de genes
corriente abajo que determinan el destino de los órganos sexuales rudimentarios. La proteína
SRY es el factor determinante testicular, su presencia lleva al desarrollo en sentido masculino
y su ausencia establece el desarrollo en sentido femenino.

GÓNADAS:

Las gónadas aparecen inicialmente como un par de eminencias longitudinales, los pliegues o
crestas genitales o gonadales, que se forman por proliferación del epitelio superficial y la
condensación del mesénquima subyacente. Las células germinativas primordiales solo
aparecen en los pliegues genitales desde la sexta semana.

Las células germinales primordiales se originan en el epiblasto, migran a través de la línea


primitiva y hacia la tercera semana se alojan entre las células endodérmicas de la pared del
saco vitelino cerca del alantoides. Durante la cuarta semana migran con un movimiento
ameboideo a través del mesenterio dorsal del intestino posterior. Llegan a las gónadas
primitivas al comenzar la quinta semana e invaden las crestas genitales en la sexta semana. Si
no alcanzan a éstas, las gónadas no se desarrollan. Por lo tanto, las células germinales
primordiales tienen una influencia inductora sobre el desarrollo de la gónada en ovario o
testículo.

Poco antes de la llegada de las células germinales primordiales, y durante su arribo, el epitelio
de la eminencia genital prolifera y las células epiteliales penetran en el mesénquima
subyacente, donde forman cordones de forma irregular, los cordones sexuales primitivos. En
embriones masculinos y femeninos, los cordones están unidos al epitelio superficial, y en esta
etapa es imposible diferenciar la gónada masculina y la femenina. En consecuencia, se la llama
gónada indiferenciada.

TESTÍCULO:

Si el embrión es genéticamente masculino, las células germinales primordiales tienen un


complemento de cromosomas sexuales XY. Por influencia del gen SRY localizado en el
cromosoma Y, que codifica el factor determinante testicular, los cordones sexuales primitivos
siguen proliferando y se introducen profundamente en la medula gonadal para formar el
testículo o cordones testiculares/medulares. Hacia el hilio de la glándula, los cordones se
disgregan en una red de filamentos celulares diminutos que ulteriormente darán origen a los
túbulos de la red testicular. Al proseguir el desarrollo, una capa compacta de tejido conectivo
fibroso, la túnica albugínea, separa a los cordones del testículo de la superficie epitelial.

En el cuarto mes, los cordones testiculares toman una forma de herradura y sus extremos se
continúan con los de la red testicular. Los cordones testiculares están compuestos en este
momento por células germinales primordiales y células sustentaculares o de Sertoli derivadas
del epitelio superficial de la glándula.

Las células intersticiales de Leydig se desarrollan a partir del mesénquima original de la cresta
gonadal y se encuentran entre los cordones testiculares. Comienzan a desarrollarse poco
después de iniciada la diferenciación de los cordones. En la octava semana de desarrollo, las
células de Leydig empiezan a producir testosterona y el testículo puede influir entonces en la
diferenciación sexual de los conductos genitales y de los genitales externos.

Los cordones testiculares permanecen sólidos hasta antes de la pubertad cuando adquieren
una luz, dando origen a los túbulos seminíferos. Una vez que se ha producido su canalización,
estos túbulos se unen a los de la red testicular, los cuales a su vez penetran en los conductillos
eferentes, que constituyen las paredes restantes de los túbulos excretores del sistema
mesonéfrico. Conectan la red testicular con el conducto mesonéfrico o de Wolff, que entonces
se convierte en el conducto deferente.

OVARIO:

En embriones femeninos con complemento sexual XX y ausencia del cromosoma Y, los


cordones sexuales primitivos se disgregan en agrupaciones celulares irregulares. Estas
contienen grupos de células germinales primordiales y están situados principalmente en la
porción medular del ovario. Más adelante desaparecen y son sustituidos por un estroma
vascularizado que forma la médula ovárica.

El epitelio superficial de la gónada femenina, a diferencia de lo que ocurre con la masculina,


continúa proliferando. En la séptima semana da origen a una segunda generación de cordones,
los cordones corticales, que penetran en el mesénquima subyacente aunque permanecen
cerca de la superficie. En el cuarto mes, esto cordones también se disgregan en cúmulos
celulares aislados, cada uno de ellos alrededor de una o más células germinales primordiales.
Las células germinales se convierten posteriormente en ovogonios, en tanto que las células
epiteliales circundantes, que provienen del epitelio superficial, forman las células foliculares.
Éstas junto con los ovogonios constituyen un folículo primario.

En los embriones con complemento cromosómico sexual XX, los cordones medulares de la
gónada experimentan regresión y se desarrolla una generación secundaria de cordones
corticales. En embriones con complemento cromosómico sexual XY, los cordones medulares se
convierten en cordones testiculares y no se desarrollan cordones corticales secundarios.

CONDUCTOS GENITALES:

Período indiferente:

Tanto los embriones masculinos como las femeninos tienen inicialmente dos pares de
conductos genitales: los conductos mesonèfricos o de Wolff y los conductos
paramesonefricos o de Mûller. El conducto paramesonefrico aparece como una evaginación
longitudinal del epitelio superficial en la cara anterolateral de la cresta urogenital.

Conductos genitales en el sexo masculino:


La testosterona estimula el desarrollo de los conductos genitales; éstos derivan del sistema
renal mesonéfrico. Algunos túbulos excretores primitivos, los túbulos epigenitales, establecen
contacto con los cordones de la red testicular y forman los conductillos eferentes del testículo.
Los túbulos excretores a lo largo del polo caudal del testículo, los túbulos paragenitales, no se
unen con los cordones de la red testicular. En conjunto, los vestigios de estos conductillos se
denominan paradídimo.

Excepto en su porción más craneal denominada apéndice del epidídimo, los conductos
mesonéfricos persisten por acción de la testosterona producida por las células de Leydig y
forman los conductos genitales principales. Inmediatamente por debajo de la entrada de los
conductillos eferentes, los conductos mesonéfricos se alargan y forman el epidídimo
(conducto). Desde la cola de éste hasta la yema de la vesícula seminal, los conductos
mesonéfricos reciben una gruesa capa muscular y crean el conducto deferente. La región de
los conductos detrás de las vesículas seminales es el conducto eyaculador. Paralelamente, los
conductos paramesonéfricos o de Mûller (excepto una pequeña porción de su extremo
craneal, el apéndice del testículo) involucionan por acción de la hormona antimûlleriana o
factor inhibidor de Mûller (FIM) producida por las células de Sertoli.

Conductos genitales en el sexo femenino:

En la presencia de estrógeno y en la ausencia de testosterona, los conductos


paramesonéfricos se convierten en los conductos genitales principales femeninos, al comienzo
se identifican tres porciones en cada conducto: a) una porción craneal vertical; b) una porción
horizontal, y c) una porción caudal vertical. Al producirse el descenso del ovario, las dos
primeras porciones se convierten en la trompa uterina o de Falopio y las partes caudales
fusionadas forman la cavidad uterina. Los conductos paramesonefricos, por influencia del
estrógeno producido en el ovario materno y placenta, dan origen a las trompas de Falopio, al
cuerpo y al cuello del útero y a la porción superior de la vagina.

VAGINA:

Tiene dos orígenes, ya que el tercio superior deriva del conducto uterino y los dos tercios
inferiores del seno urogenital. La luz de la vagina permanece separada de la luz del seno
urogenital por una lámina delgada, el himen, formado por el revestimiento epitelial del seno y
una delgada capa de células vaginales.

GENITALES EXTERNOS:

Periodo indiferente:

En la tercera semana del desarrollo, las células mesenquimatosas originadas en la región de la


línea primitiva emigran alrededor de la membrana cloacal y forman un par de pliegues
cloacales ligeramente elevados. Craneales a la membrana cloacal, los pliegues se unen para
formar el tubérculo genital. Caudalmente, se subdividen en los pliegues uretrales
anteriormente y pliegues anales posteriormente.

Entretanto a cada lado de los pliegues uretrales se advierte otro pare de elevaciones, las
protuberancias genitales, que en el varón formaran más adelante las protuberancias
escrotales y en la mujer, los labios mayores. Sin embargo, al final de la sexta semana es
imposible diferenciar el sexo de los embriones.

Genitales externos masculinos:


El desarrollo de los genitales externos masculinos se halla bajo la influencia de andrógenos
secretados por los testículos fetales y se caracteriza por el alargamiento rápido del tubérculo
genital, que en esta etapa se denomina falo. En su elongación, el falo tracciona hacia adelante
los pliegues uretrales de manera que forman las paredes laterales del surco uretral. El
revestimiento epitelial del surco es de origen endodérmico y forma la placa uretral.

Al final del tercer mes, los dos pliegues uretrales se cierran sobre la placa uretral y dan lugar a
la uretra peniana, la cual no alcanza el extremo del falo. La porción más distal de la uretra se
forma durante el cuarto mes, cuando las células ectodérmicas del extremo del glande
penetran en el interior y constituyen un cordón epitelial corto. Este cordón experimenta luego
una canalización, formando así el meato uretral externo.

Las protuberancias genitales, que en el varón se denominan protuberancias escrotales, están


situadas en la región inguinal. Con el desarrollo posterior se desplazan caudalmente, y cada
una contribuye a la mitad del escroto; están separadas entre sí por el tabique escrotal.

Genitales externos femeninos:

Los estrógenos estimulan el desarrollo de los genitales externos femeninos. El tubérculo


genital se alarga apenas ligeramente y forma el clítoris; los pliegues uretrales no se fusionan,
como en el varón, sino que se transforman en los labios menores. Las protuberancias genitales
se agrandan y constituyen los labios mayores. El surco urogenital queda abierto y da lugar al
vestíbulo.

DESCENSO DE LOS TESTÍCULOS:

Los testículos se desarrollan en dirección retroperitoneal dentro de la región abdominal; deben


desplazarse caudalmente y cruzar la pared abdominal para llegar al escroto. Atraviesan la
pared abdominal a través del conducto inguinal. La entrada al canal es por el anillo inguinal
profundo (interno) y la salida es por el anillo inguinal superficial (externo), cerca del tubérculo
púbico.

En condiciones normales, los testículos llegan a la región inguinal aprox. a las 12 semanas de
gestación, migran a través del conducto inguinal a las 28 semanas y alcanzan el escroto a las 33
semanas. En el proceso influyen las hormonas, entre ellas los andrógenos y la hormona
antimûlleriana.

El testículo desciende por el anillo inguinal y sobre el borde del hueso púbico; allí es empujado
dentro del escroto en el momento del nacimiento.

DESCENSO DE LOS OVARIOS:

El descenso de las gónadas es mucho menor en la mujer que en el hombre, y los ovarios
terminan situándose debajo del borde de la pelvis verdadera.

Por lo tanto, este el proceso de determinación y diferenciación sexual incluye diversos niveles
que conforman distintos sexos: el sexo cromosómico; gonadal; hormonal; genital interno;
genital externo; y adoptado, asignado o identificación sexual.

 SEXO CROMOSÓMICO: El ser humano tiene aprox. 23.000 genes en 46 cromosomas.


Los genes de un mismo cromosoma tienden a heredarse juntos y por eso se les llama
genes ligados. Los cromosomas aparecen agrupados en 23 pares homólogos para
producir el número diploide de 46. Hay 22 pares de cromosomas (autosomas) y un par
de cromosomas sexuales. Un cromosoma de cada par proviene del gameto materno u
ovocito (siempre es X) y uno del gameto paterno o espermatozoide (X o Y). Así pues,
un gameto contiene un número haploide de 23 cromosomas y la unión de gametos
durante la fecundación restablece el número diploide de 46. Si el par sexual es XX, el
individuo será genéticamente femenino; si el par es XY, será genéticamente masculino.
 SEXO GONADAL: que hacia la séptima semana de gestación los cromosomas sexuales
estimularán a la gónada primitiva. En el caso de los varones el gen SRY, ubicado en el
cromosoma Y, hará que la gónada se diferencie como masculina y se convierta en
testículo; aunque el gen SRY es el principal gen implicado en la diferenciación sexual
masculina, son muchos más los que participan en este proceso, como por ejemplo
SOX9 y SF1 que estimulan la diferenciación de las células de Sertoli y de Leydig. En la
mujer, la ausencia del cromosoma Y, y por lo tanto del gen SRY, y la presencia del gen
maestro WNT4 permitirán que la gónada se diferencie naturalmente como femenina y
se desarrolle el ovario. El desarrollo tanto de los testículos como de los ovarios
depende de la inducción de las células germinales primordiales que migran desde el
saco vitelino hasta las crestas genitales durante la cuarta y quinta semana; si no
alcanzan la gónada indiferenciada, ésta seguirá siéndolo o no existirá. Durante esta
fase indiferenciada hay dos sistemas de conductos: el conducto mesonéfrico (de Wolff)
y conducto paramesonéfrico (de Mûller).
 SEXO HORMONAL: , en el varón, la testosterona, hormona producida por las células de
Leydig en los testículos, estimula el desarrollo de los conductos mesonéfricos para que
formen las siguientes estructuras: conductos eferentes, epidídimo, conductos
deferentes y conducto exaculador; otra hormona involucrada es la antimûlleriana,
producida por las células de Sertoli en los testículos, hace involucionar los conductos
paramesonéfricos: en la mujer, los estrógenos (combinados con la ausencia de
testosterona) controlan el desarrollo de los conductos paramesonéfricos que
constituyen las trompas de Falopio, el útero y el tercio superior de la vagina, y al no
existir un factor que desarrolle los conductos de Wolf, éstos involucionan. Así se
conforma el…
 SEXO GENITAL INTERNO.
 SEXO GENITAL EXTERNO: la hormona dihidrotestosterona estimula el desarrollo del
pene y el escroto, y los estrógenos estimulan la diferenciación de los genitales
externos: clítoris, labios y parte inferior de la vagina.
 SEXO ADOPTADO, ASIGNADO O IDENTIFICACIÓN SEXUAL: se refiere al sexo social con
el que un individuo se relaciona con otros, puede ser distinta del sexo genético, del
gonadal, o del fenotipo presente al nacimiento.
SISTEMA ENDÓCRINO
La endocrinología es una disciplina científica y médica que se ocupa específicamente de las
hormonas y aborda de forma multidisciplinar el conocimiento de las hormonas y sus
trastornos.

El sistema endócrino es un conjunto de glándulas y órganos que producen


sustancias/secreciones denominadas hormonas que sirven como efectores para regular las
actividades de diversas células, tejidos y órganos del cuerpo.

Las glándulas principales que lo conforman son el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides, la


paratiroides, las suprarrenales, la pineal, los ovarios, los testículos y la placenta. Y los órganos
con células secretoras que lo conforman son el timo, el páncreas, los pulmones, el corazón, el
hígado, el estómago, los riñones, el intestino delgado, la vesícula seminal, la próstata, el tejido
adiposo y la piel.

Las glándulas endocrinas son aglomeraciones de células epitelioides que están inmersas
dentro del tejido conjuntivo. No poseen conductos excretores; su secreción se descarga en la
matriz extracelular del tejido conjuntivo. Desde allí, las hormonas son transportadas hacia la
luz de los vasos sanguíneos (o linfáticos) para su distribución por todo el organismo. Estas
hormonas afectan órganos o tejidos diana que están a cierta distancia de la glándula. Por esta
razón, las glándulas endocrinas están bien vascularizadas y rodeadas por vastas redes
vasculares.

La mayoría de las células que producen hormonas tienen un origen epitelial:

- A partir del sistema nervioso central (SNC): la neurohipófisis y la glándula pineal.


- A partir de la cresta neural: la médula de la glándula suprarrenal.
- A partir del epitelio que reviste el tubo intestinal en desarrollo: la adenohipófisis, la
tiroides y paratiroides.

Sólo unas pocas glándulas y células endocrinas poseen un origen mesenquimatoso y derivan
de las crestas urogenitales: la corteza de la glándula suprarrenal, las células de Leydig en los
testículos y las células secretoras de esteroides de los folículos en desarrollo en el ovario.

HORMONAS

Una hormona es un producto de secreción de las células y los órganos endocrinos, con
actividad biológica, que pasan al sistema circulatorio para transportarse hacia células diana
específicas y actuar sobre ellas.

Sus características son:

- Actúan en concentraciones muy bajas.


- Actúan regulando reacciones, puede ser estimulándolas o inhibiéndolas.
- Sólo actúan en tejidos que presentan sus receptores.
- Están reguladas por diferentes mecanismos.
- Presentan tasa de secreción variable (ritmo circadiano, mensual, etc.)
- Tardan en ejercer sus efectos entre minutos y días.

Funciones de las hormonas:

- Influyen en el desarrollo del feto y del niño.


- Importantes para el crecimiento de muchos tipos celulares.
- Regulan funciones del SNC como actitud, apetito, memoria y función cognitiva.
- Regulan el metabolismo de las principales sustancias químicas (macronutrientes,
minerales, agua).
- Regulan las funciones cardiovasculares y renal.
- Participan en la remodelación del hueso.
- Regulan las funciones ováricas y testiculares.
- Regulan la síntesis y secreción de otras hormonas.
- Regulan el sistema inmunitario.

Según su estructura química se clasifican en:

 Polipéptidos (péptidos o proteínas): forman el grupo más grande de hormonas con


estructura química de una o dos cadenas de aminoácidos pequeñas o de gran tamaño.
Son sintetizadas y secretadas por células del hipotálamo, la hipófisis, la glándula
tiroides, la glándula paratiroides (hormona paratiroidea), el páncreas (insulina y
glucagón) y por células enteroendocrinas dispersas en el tubo digestivo y el sist.
respiratorio como PREHORMONAS o PREPROHORMONAS que luego, por hidrólisis, van
a dar lugar a la hormona activa o a varias hormonas. Los péptidos, al ser liberados en la
sangre, se disuelven con facilidad en ella por ser hidrosolubles, por lo tanto, no
requieren proteínas de transporte especiales. Se almacenan en vesículas del
citoplasma hasta que se necesitan y se secretan cuando las vesículas secretoras se
funden con la membrana celular y el contenido del gránulo entra en el líquido
intersticial o directamente en el torrente sanguíneo mediante exocitosis.
 Esteroideas: son derivadas del colesterol. Sintetizadas y secretadas por las células de
los ovarios, los testículos, la placenta y la corteza suprarrenal. Estas hormonas
(esteroides gonadales y corticosuprarrenales) no se almacenan, se liberan tras su
síntesis en el torrente sanguíneo y se transportan a las células diana con la ayuda de
las proteínas plasmáticas o proteínas transportadoras especializadas.
 Derivados del aminoácido tirosina: secretados por la glándula tiroides (tiroxina y
triyodotironina) y la médula suprarrenal (catecolaminas: adrenalina y noradrenalina).

Casi todas las hormonas peptídicas y las catecolaminas son hidrosolubles y circulan en la
sangre libremente. Por lo general, se degradan en la sangre y en los tejidos por acción
enzimática y se excretan con rapidez por los riñones y el hígado, por lo que permanecen muy
poco tiempo en la sangre.

Las hormonas que se encuentran a las proteínas plasmáticas se eliminan de la sangre con una
velocidad mucho menor y a veces permanecen en la circulación durante varias horas o incluso
días.

El primer paso en la acción de la hormona sobre la célula diana es su unión a un receptor


hormonal específico, que puede ser de dos grupos:

 Receptores de la superficie celular: interactúan con las hormonas peptídicas o las


catecolaminas que no pueden penetrar la membrana celular. La activación de estos
receptores como resultado de la unión con la hormona, rápidamente genera grandes
cantidades de moléculas intracelulares pequeñas denominadas segundos mensajeros,
por ej.: sistema adenilato ciclasa/adenosín monofosfato cíclico (AMPc), sistema guanilil
ciclasa/monofosfato de guanosina cíclica (GMPc), sistema fosfatidilinositol (para la
GnRH).
 Receptores intracelulares: están ubicados dentro de la célula, son utilizados por
hormonas esteroides, las hormonas tiroideas y las vitaminas A y D.

Los distintos tipos de receptores hormonales se encuentran de ordinario en los siguientes


lugares:

1. En o sobre la superficie de la membrana celular: Los receptores de membrana son


específicos sobre todo de las hormonas proteicas y peptídicas y de las catecolaminas.
2. En el citoplasma celular: Los receptores principales de las distintas hormonas
esteroideas se encuentran fundamentalmente en el citoplasma.
3. En el núcleo celular: Los receptores de las hormonas tiroideas se encuentran en el
núcleo y se cree que están unidos a uno o varios cromosomas.

TIPOS DE RITMOS DE SECRECIÓN QUE PUEDEN TENER LAS HORMONAS:

o Ritmo sincronizado con señales externas:


 Luz/oscuridad.
 Patrones de alimentación.
 Secreción regulada por los efectos.
o Ritmo circadiano: dura aprox. 24 h; luz/oscuridad.
o Ritmos ultradianos: dura menos de 24 h.
o Pulsatilidad: es episódica, determinada por un generados de pulsos hipotalámico.
o Secreción casi continua.
o Secreción tras estímulo o episódicos.
La función endocrina está regulada de dos maneras:

- Regulación directa: por sus efectos o los productos finales.


- Regulación por mecanismos de retrocontrol (principalmente por el eje hipotálamo-
hipofisario-glándula): ocurre cuando la respuesta a un estímulo (acción de una
hormona) tiene un efecto sobre el estímulo original (célula secretora de hormonas). Se
reconocen dos tipos de retrocontrol:
 Retrocontrol o retroalimentación negativa : ocurre cuando la respuesta
disminuye el estímulo original. La retroalimentación negativa evita la actividad
excesiva de los sistemas hormonales. En la mayoría de los casos, este control
se ejerce a través de mecanismos de retroalimentación negativa que
garantizan un nivel de actividad adecuado en el tejido efector. En general,
cuando un estímulo induce la liberación de una hormona, ésta (o uno de sus
productos) ejerce un efecto de retroalimentación negativa con el fin de
impedir una secreción excesiva de la hormona o su hiperactividad en el tejido
efector cuando alcance un nivel adecuado. Es mucho más común que el
retrocontrol positivo…
 Retrocontrol o retroalimentación positiva: ocurre cuando la respuesta
aumenta el estímulo original. En algunos casos, cuando la acción biológica de
la hormona induce la secreción de cantidades adicionales, tiene lugar una
retroalimentación positiva. Un ejemplo es el gran aumento de la síntesis de
hormona luteinizante (LH) que se produce como consecuencia del efecto
estimulador ejercido por los estrógenos sobre la adenohipófisis antes de la
ovulación. La LH secretada actúa en los ovarios, donde estimula la síntesis de
más estrógenos que, a su vez, favorecen la secreción de LH. Con el tiempo, la
LH alcanza una concentración adecuada y se desarrolla el control mediante
retroalimentación negativa de la secreción hormonal.
Existe una integración neuroendocrina que se da por la interrelación funcional del sistema
endócrino y nervioso que actúan a menudo en forma conjunta y simultánea sobre las mismas
células y tejidos diana, con el objetivo de regular las funciones fisiológicas del organismo. El
sistema nervioso regula las secreciones hormonales del sistema endócrino, y el sistema
endocrino, a su vez, regula la función del sistema nervioso (feedback).

Las hormonas sexuales mencionadas en el proceso de determinación del sexo son secretadas
por los testículos, los ovarios, la placenta, la próstata y la glándula suprarrenal, y éstos a su vez
están regulados por acción de la adenohipófisis, y ésta, por último, es regulada por el
hipotálamo.

El epitelio glandular de la próstata se encuentra bajo la influencia de las hormonas sexuales,


como la testosterona y los andrógenos suprarrenales. Estas hormonas se introducen en las
células secretoras del epitelio glandular y son convertidas en dihidrotestosterona (DHT) por la
enzima 5α-reductasa. La DHT es unas 30 veces más potente que la testosterona.

HIPÓFISIS (GLÁNDULA PITUITARIA):

La hipófisis es una glándula endocrina impar y mediana situada por detrás del quiasma óptico,
debajo del diencéfalo y del piso del tercer ventrículo; se aloja en la fosa hipofisaria de la silla
turca. Mide en el adulto de 12 a 15 mm en sentido transversal, 8mm de atrás hacia delante y
6mm en sentido vertical, y pesa 0,5 g. en los hombres y 1,5 g en las mujeres multíparas (que ha
dado a luz dos veces o más). Está unida al hipotálamo mediante el infundíbulo y una red
vascular (sistema porta hipotalamohipofisario). Está contenida en la celda hipofisaria, cuyas
paredes la separan de los órganos vecinos. Está compuesta por dos partes: el lóbulo anterior o
adenohipófisis y el lóbulo posterior o neurohipófisis; entre ambos existe una pequeña zona
poco vascularizada denominada pars intermedia.

 Adenohipófisis: es la parte más voluminosa de la hipófisis y rodea de manera más o


menos completa a la neurohipófisis. Consta de tejido epitelial glandular que secreta
hormonas (pequeñas proteínas o glucoproteínas. Se origina embriológicamente en la
Bolsa de Ratke (ectodermo faríngeo). Está compuesto por tres porciones:
- Porción distal (parte principal): es la parte anterior y de mayor tamaño de la
adenohipófisis. Se ubica por delante de la porción intermedia y por debajo de
la porción tuberal. Sus células responden a señales del hipotálamo y sintetizan
y secretan varias hormonas hipofisarias que regulan otras glándulas
endocrinas y algunos tejidos no endocrinos. Las células dentro de esta porción
están dispuestas en cordones y nidos con capilares entremezclados, y se
clasifican de dos maneras:

Según su reacción tintorial en:


o Cromófobas (50%).
o Acidófilas (40%).
o Basófilas (10%).

Según su rol funcional (actividad secretora hormonal) en:

o Somatotrofa (célula GH).


o Lactotrofa (célula PRL).
o Corticotrofa (célula ACTH).
o Gonadotrofa (células FSH y LH).
o Tirotrofa (célula TSH).

CÉLULAS PORCENTAJE TINCIÓN TAMAÑO/FORMA PRODUCTO/HORMONA


DEL TOTAL DE GENERAL
CÉLULAS
Somatotrofa 50% Acidófila Mediano/ovoide Hormona del
(célula GH) crecimiento (GH)
Lactotrofa 15-20% Acidófila Grande/poliédrica Prolactina (PRL)
(célula PRL)
Corticotrofa 15-20% Basófila Mediano/poliédrica Proopiomelanocortina
(célula ACTH) (POMC), molécula
precursora de hormona
adrenocorticotrofina
(ACTH)

Gonadotrofa 10% Basófila Pequeño/ovoide Hormona


(células FSH y folículoestimulante (FSH)
LH) y hormona luteinizante
(LH).
Tirotrofa 5% Basófila Grande/poliédrica Tirotrofina (TSH)
(célula TSH)

HORMONA QUÍMICA FUNCIONES


Hormona del crecimiento Proteína Estimula el hígado y otros
(somatotrofina- GH) órganos para que sinteticen y
secreten el factor de
crecimiento simil insulina I, que
a su vez estimula la división de
las células progenitoras
ubicadas en las placas de
crecimiento y en el sistema
osteomuscular, lo cual causa el
crecimiento corporal.
Prolactina (PRL) Proteína Promueve el desarrollo de la
glándula mamaria; inicia la
formación de leche.
Hormona adrenocorticotrófica Polipéptico pequeño Estimula la secreción de
(ACTH) glucocorticoides y
gonadocorticoides (andrógenos
suprarrenales) por la zona
fasciculada y la zona reticular
de la corteza suprarrenal y
mantiene la estructura de
ambas zonas.
Hormona folículoestimulante Glucoproteína Estimula el desarrollo folicular
(FSH) en el ovario y la
espermatogénesis en los
testículos.
Hormona luteinizante (LH) Glucoproteína Regula la maduración final del
folículo ovárico, la ovulación y
la formación del cuerpo lúteo;
estimula la secreción de
esteroides por el folículo y el
cuerpo lúteo; en los varones, es
indispensable para el
mantenimiento de las células
de Leydig (intersticiales) del
testículo y para que éstas
secreten andrógenos.
Tirotrofina (TSH) Glucoproteína Estimula el crecimiento de las
células epiteliales tiroideas;
estimula la producción y la
liberación de tiroglobulina y
hormonas tiroideas.

Estos cinco tipos de células productoras de hormonas están rodeadas por células
foliculoestrelladas que tienen la capacidad de formar cúmulos celulares o folículos pequeños.

Cuatro hormonas del lóbulo anterior, la hormona adrenocorticotrófica (ACTH), la hormona


foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que reciben el nombre de hormonas
tróficas, debido a que regulan la actividad de las células en otras glándulas endocrinas a lo
largo del cuerpo. Las dos hormonas restantes, la hormona de crecimiento (GH) y la prolactina
(PRL), no son consideradas tróficas dado que actúan en forma directa sobre órganos diana que
no son endocrinos.

- Porción intermedia: posee células parenquimatosas basófilas y cromófobas


que rodean los folículos llenos de coloide. Se encuentra en la parte más
posterior de la adenohipófisis. Separa la adenohipófisis de la neurohipófisis y
está estrechamente adherida a esta última.
- Porción tuberal: es la prolongación superior de la adenohipófisis, rodea al
infundíbulo nervioso y a la eminencia media. Es una región muy vascularizada
que contiene venas del sistema hipotalamohipofisario.

 Neurohipófisis: tejido nervioso secretor (extensión del SNC) que deriva del infundíbulo
embrionario desde el neuroectodermo del piso del tercer ventrículo (diencéfalo) del
cerebro en desarrollo. Almacena y libera productos de secreción sintetizados en el
hipotálamo. Está compuesta por dos porciones:
- Infundíbulo: es la continuación de la eminencia media del túber cinereum. Está
rodeado por la porción tuberal de la adenohipófisis. Se continúa hacia abajo
con el lóbulo o porción nerviosa. contiene los axones neurosecretores que
forman los tractos hipotalamohipofisarios.
- Porción nerviosa: almacena las hormonas transportadas por las fibras del
tracto hipotalamohipofisario. Contiene los axones amielínicos y sus
terminaciones nerviosas de alrededor de 100.000 neuronas neurosecretoras,
cuyos somas se ubican en los núcleos supraópticos y los núcleos
paraventriculares del hipotálamo.

La neurohipófisis se compone sobre todo de células similares a las gliales,


denominadas pituicitos. Estas células no secretan hormonas, sino que constituyen
meras estructuras de sostén para un gran número de fibras nerviosas terminales y
de terminaciones nerviosas de las vías procedentes de los núcleos supraóptico y
paraventricular del hipotálamo. Estas vías acceden a la neurohipófisis a través del
tallo hipofisario. Las terminaciones nerviosas son nodulos bulbosos provistos de
numerosos gránulos secretores. Estas terminaciones reposan sobre la superficie
de los capilares, hacia los que secretan dos hormonas neurohipofisarias: 1)
hormona antidiurética (ADH), llamada también vasopresina, y 2) oxitocina.

Las hormonas se sintetizan inicialmente en los cuerpos celulares de los núcleos


supraóptico (ADH) y paraventricular (oxitocina) y después se transportan en
combinación con proteínas transportadoras denominadas neurofisinas, a las
terminaciones nerviosas de la neurohipófisis, a las que tardan varios días en llegar.

La neurohipófisis almacena estas hormonas en las terminales axónicas (cuerpos de


Hering) y las libera en la circulación.

La hormona antidiurética es liberada principalmente en respuesta a cambios en la


osmolaridad sérica o en el volumen sanguíneo, disminuye la liberación de agua por
los riñones mediante la concentración de orina y la reducción de su volumen. La
hormona oxitocina está relacionada con la función reproductiva, es responsable de
las contracciones uterinas que tienen lugar durante el parto y la contracción de las
células mioepiteliales que rodean los alveólos y los conductos de la glándula
mamaria, lo que facilita la extrusión de leche materna.
EL HIPOTÁLAMO CONTROLA LA SECRECIÓN HIPOFISARIA:
Casi toda la secreción de la hipófisis está controlada por señales hormonales o nerviosas
procedentes del hipotálamo. La secreción de la neurohipófisis está controlada por las señales
nerviosas que se originan en el hipotálamo y terminan en la neurohipófisis. Por el contrario, la
secreción de la adenohipófisis está controlada por hormonas llamadas hormonas (o factores)
de liberación y de inhibición hipotalámicas; estas se sintetizan en el propio hipotálamo y se
secretan hacia la eminencia media, pasan de inmediato al sistema porta hipotalámico-
hipofisario y viajan directamente a los senos de la adenohipófisis a través de minúsculos vasos
sanguíneos denominados vasos porta hipotalámico-hipofisarios. Estas hormonas liberadoras e
inhibidoras actúan sobre las células glandulares de la adenohipófisis y rigen su secreción.

Sistema porta hipotalámico-hipofisario de la adenohipófisis:

La adenohipófisis es una glándula muy vascularizada que dispone de amplios senos capilares
entre las células glandulares. Casi toda la sangre que penetra en estos senos atraviesa en
primer lugar otro lecho capilar del hipotálamo inferior. A continuación, la sangre fluye a través
de unos diminutos vasos porta hipotalámico-hipofisarios y accede a los senos
adenohipofisarios. Unas pequeñas arterias penetran en la eminencia media y otros vasos de
pequeño calibre regresan a su superficie, donde se unen formando el sistema porta
hipotalámico-hipofisario. Estos vasos descienden a lo largo del tallo hipofisario y riegan los
senos adenohipofisarios.
IRRIGACIÓN:

Las arterias de la hipófisis provienen de la carótida interna y comprenden, de cada lado:

- Arteria hipofisaria superior: se origina de la carótida interna, en su porción


cerebral. Se dirige hacia el infundíbulo por arriba de la celda hipofisaria. En su
contacto, la arteria encuentra a su homóloga opuesta y constituye una corona
arterial alrededor del infundíbulo. Las ramas se resuelven allí en una red
capilar, el plexo primario, drenado por las venas portales hipofisarias que
descienden por delante del infundíbulo. Desembocan en los capilares
sinusoides de la adenohipófisis, formando el plexo secundario del sistema
portal hipofisario, que recibe así una corriente sanguínea descendente.
- Arteria hipofisaria inferior: procede de la porción cavernosa de la carótida
interna. Perfora la pared medial del seno cavernoso, penetra en la celda y llega
a la parte inferolateral de la neurohipófisis. Los capilares irrigan este lóbulo, y
también la porción intermedia.

VENAS:

Las dos corrientes arteriales son drenadas finalmente por los vasos perihipofisarios eferentes,
que llegan al seno cavernoso y a los senos intercavernosos situados en el diafragma selar.

NERVIOS:

La adenohipófisis recibe filetes nerviosos simpáticos (posganglionares) del SNA y tienen


función vasomotora. Los nervios que ingresan en el tallo infundibular y la neurohipófisis desde
los núcleos supraópticos y paraventricular son componentes del lóbulo posterior de la
hipófisis.
HIPOTÁLAMO:

El hipotálamo regula la actividad de la adenohipófisis. Se encuentra en el medio de la base del


cerebro, en la parte medial de la región subtalámica formada por el tuber cinereum, la
hipófisis y los cuerpos mamilares, es decir, por el suelo del tercer ventrículo. Sirve como uno
de los principales centros de control del sistema nervioso autónomo y coordina la mayoría de
las funciones endocrinas del cuerpo mediante la secreción de hormonas. Además de oxitocina
y ADH, las neuronas hipotalámicas secretan polipéptidos que promueven e inhiben la
secreción y liberación de hormonas desde el lóbulo anterior de la hipófisis.

GLÁNDULA PINEAL

La glándula pineal es una glándula endocrina o neuroendocrina que regula el ritmo circadiano.
Se desarrolla a partir del neuroectodermo y permanece unida al cerebro, contiene dos tipos de
células parenquimatosas: los pinealocitos que secretan melatonina, y las células intersticiales
(gliales) de sostén. La melatonina regula los ritmos corporales diarios y el ciclo día/noche
(ritmos circadianos); inhibe la secreción de GnRH y regula la actividad esteroidógena de las
gónadas, en particular en lo relacionado con el ciclo menstrual. La melatonina es generada
cuando la retina percibe ausencia de luz, produciéndose el máximo pico de esta hormona
durante la noche y reduciéndose ante la presencia de luminosidad.

GLÁNDULAS SUPRARENALES

Las glándulas suprarrenales (o adrenales) son dos glándulas endocrinas, bilaterales, situadas
en el espacio retroperitoneal de la cavidad abdominal, en la parte posterosuperior del
abdomen, debajo y delante del diafragma, arriba de los riñones, sobre la cara anterolateral de
la parte superior de la columna lumbar. La glándula derecha es aplanada y triangular y la
glándula izquierda es más gruesa en sentido medial y tiene forma de semiluna. Cada glándula
mide, por término medio, 30 mm. de alto, 25 mm. de ancho y de 7 a 8 mm. de espesor. Su
peso oscila alrededor de los 12 g. en estado normal. Ambas están incluidas en el tejido adiposo
perirrenal a la altura del polo superior de los riñones. Están cubiertas por una cápsula de tejido
conjuntivo gruesa. El tejido propio (parenquimatoso secretor) está organizado en dos regiones:

 Corteza: es la porción secretora de hormonas esteroides. Se ubica debajo de la


cápsula y constituye alrededor del 90% del peso de la glándula. Su origen
embrionario es el mesodermo. Está dividida en tres zonas según la disposición
de sus células:
o Zona glomerular: es la zona externa angosta que constituye hasta el
15% del volumen cortical. Sus células están dispuestas muy juntas en
grupos ovoides y columnas curvas que se continúan con los cordones
celulares de la zona fasciculada; secretan el mineralocorticoide
primario llamado aldosterona, que funciona en la regulación de la
homeostasis del sodio y del potasio y el equilibrio hídrico.
o Zona fasciculada: es la zona media gruesa que constituye alrededor del
80% del volumen cortical. Sus células producen principalmente
glucocorticoides (el principal es el cortisol y en concentraciones
menores la corticosterona) que regulan el metabolismo de la glucosa y
los ácidos grasos, y una pequeña cantidad de gonadocorticoides
(andrógenos suprarrenales).
o Zona reticular: es la zona interna que constituye sólo entre el 5% y el
7% del volumen cortical, pero es más gruesa que la zona glomerular.
La secreción principal de sus células son los gonadocorticoides
(andrógenos suprarrenales), sobre todo dehidroepiandrosterona
(DHEA), sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEAS) y
androstenediona; también secretan algunos glucocorticoides pero en
cantidades mucho menores que las de la zona fasciculada,
principalmente cortisol. La DHEA y DHEAS son mucho menos
poderosas que los andrógenos producidos por las gónadas, pero
tienen un efecto sobre el desarrollo de las características sexuales
secundarias. En los hombres, los andrógenos suprarrenales son de
escasa importancia dado que la testosterona producida por el testículo
es un andrógeno mucho más poderoso. En las mujeres, estimulan el
crecimiento del vello axilar y púbico durante la pubertad y la
adolescencia. La DHEA puede convertirse en una androstenediona y
después en andrógenos como la testosterona y los estrógenos en los
tejidos periféricos.
 Médula: es la porción secretora de hormonas catecolaminas. Su origen
embrionario es el ectodermo. Forma el centro de la glándula. Contiene células
cromafines que sintetizan adrenalina y noradrenalina para preparar el cuerpo
para la respuesta de “lucha o huida”, y también neuronas simpáticas aisladas o
agrupadas en forma de pequeños ganglios.
IRRIGACIÓN:

Las glándulas suprarrenales reciben tres grupos de arterias principales que se designan:
arterias suprarrenales superiores, medias e inferiores; y también están irrigadas por arterias
accesorias que pueden provenir de las arterias lumbares, renales, ováricas y testiculares o de
las arterias perirrenales.
VENAS:

- Venas periféricas: son finas, llegan directamente a las venas frénicas inferiores,
renales o perirrenales, creando anastomosis entre las venas renales y las venas
parietales.
- Venas centrales: se drenan por la vena central de la suprarrenal que emerge
del hilio para terminar en la vena cava inferior a la derecha y en la vena renal
izquierda a la izquierda, a la que alcanza con la vena frénica inferior.

LINFÁTICOS: son superficiales y profundos; estos dos plexos linfáticos convergen a la parte
medial de la glándula para llegar a los ganglios de la raíz renal o a los ganglios lumbares
intermedios a la derecha, y a los aórticos laterales a la izquierda.

INERVACIÓN: están inervadas por filetes delgados y muy numerosos que forman un plexo
nervioso suprarrenal, cuyo origen es doble: del esplácnico mayor y del plexo celíaco.

SEXUALIDAD EN LA INFANCIA
La sexualidad infantil existe, aunque en diversos contextos y momentos históricos se haya
dicho que no. Se desarrolla y expresa fundamentalmente a través de la curiosidad
(observación, manipulación, autodescubrimientos, fisgoneo o preguntas) y el juego
(exploración, imitación e identificación).

El sentido y los significados que niñas y niños dan a sus descubrimientos y juegos sexuales
poco tienen que ver con los dados por las personas adultas. Sus actividades sexuales se basan
en motivos diferentes. Por ello, es importante no interpretar las expresiones de su sexualidad
desde nuestra óptica y nuestra experiencia de personas adultas y atribuirles significados que
no tienen.

Son múltiples y de gran trascendencia las cuestiones referidas a la sexualidad que están
presentes desde el nacimiento y en la primera infancia. Éstas son algunas de ellas:

 El descubrimiento del propio cuerpo y la experimentación de sensaciones a través de


la autoexploración y de los contactos (caricias, besos, abrazos...) con otros cuerpos.
 Las relaciones y los vínculos afectivos con las figuras de apego y los sentimientos hacia
ellas.
 La conciencia del propio sexo y de la existencia del otro y de las diferencias entre
ambos.
 Las primeras nociones sobre los estereotipos y características asociadas a lo femenino
y a lo masculino.
 La curiosidad por el cuerpo adulto (masculino y femenino) y por el de otros niños y
niñas.
 El interés por el propio origen, la reproducción y las relaciones sexuales y amorosas
entre personas adultas.

DESARROLLO PSICOSEXUAL INFANTIL

La sexualidad en la niñez, abarca los primeros años y culmina con el complejo de Edipo entre
los tres y cinco años. Por lo tanto, el desarrollo psicosexual infantil se da a través de una serie
de etapas en la infancia en las que las energías o impulsos que buscan el placer de la
Identificación se enfocan en ciertas zonas erógenas/mucosas (Las zonas erógenas son aquellas
que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas, dado que en ellas
se acumulan muchas terminaciones nerviosas) en cada una de las cinco etapas de desarrollo:
oral, anal, y fálica. Esta energía psicosexual, o libido, se describe como la fuerza impulsora
detrás de la conducta.

 Fase oral: su duración abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente el año y


medio de vida. En ella, la zona erógena predominante es la boca. Las manifestaciones
típicas consisten en tres actividades: la succión del pulgar, el chupeteo y el acto de
morder. Para el niño, el contacto con el mundo se produce principalmente a través de
la boca; así, además de conocer e identificar los objetos, obtiene placer. Esta etapa se
caracteriza por el desarrollo de un sentimiento de confianza por parte del niño. La
necesidad básica de alimento se convierte, además, en una experiencia sensual y
placentera y, para él, es muy importante la sensación de que sus necesidades están
cubiertas.
 Fase anal: dura desde el primer año y medio hasta los tres años. En ella, la sensibilidad
irá dirigida a la mucosa anal y al acto de la defecación -sin olvidar el placer bucal-, la
cual aparecerá como nuevo foco de sensaciones placenteras, reforzado por el
aprendizaje del control de esfínteres. Este aprendizaje supondrá la aparición de las
primeras prohibiciones, y también de los primeros 'regalos' (las heces). En paralelo con
el placer que el niño obtiene a través de la defecación está la realidad de la limpieza, y
el control a que esta es sometida por parte del entorno. El niño aprende que produce
algo valioso y que su control le permite, en cierta medida, manipular a su madre.
 Fase fálica: comprende aproximadamente de los tres a los cinco años. En ella, la zona
erógena preponderante es el pene en el caso de los niños y el clítoris en el caso de las
niñas, aunque en menor grado. En esta etapa se despierta el interés sexual
propiamente dicho: la curiosidad conduce a una intensa exploración sexual y al
descubrimiento de los órganos genitales como fuente de placer. La curiosidad,
asimismo, se centra básicamente en el propio origen y en las diferencias entre los
sexos, que intentan aclarar a través del juego y de la exhibición de sus genitales. En
esta etapa los niños y las niñas tienen la necesidad de ser el centro de atracción y, de
aquí, la explicación de determinadas conductas que llevan a cabo y, en algunos casos,
de sus celos.

Dichas fases libidinales estarán resueltas cuando se lleve a cabo el Complejo de Edipo, que se
conoce como el conjunto de las relaciones de objeto más importantes junto con las ansiedades
típicas de la etapa fálica, el conjunto de sentimientos que afloran en el niño en relación con el
progenitor del sexo contrario; para el psicoanálisis el complejo de Edipo desempeña un papel
fundamental en la estructuración de la personalidad y en la orientación del deseo humano.
Este complejo inscribe una ley de prohibición del incesto presente en todas las culturas, que
prohíbe la práctica de relaciones sexuales entre individuos muy próximos por parentesco
biológico, por lo que se dice que es estructurante.

Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival por el afecto de la madre.
El complejo de Edipo describe estos sentimientos de querer poseer la madre y el deseo de
reemplazar al padre. Sin embargo, el niño también teme que será castigado por el padre por
estos sentimientos, a este miedo Freud lo llamó la angustia de castración, que opera
simultáneamente al complejo de Edipo.
El término complejo de Electra se ha utilizado para describir estas mismas sensaciones
experimentadas por las niñas. Freud, sin embargo, creía que las niñas por su parte
experimentan la envidia del pene.

Esta etapa culminará con la adquisición de la identidad de género, es decir la conciencia acerca
de sí mismo/a, en relación a la propia individualidad.

EL PAPEL DE LA CONSULTA DE PEDIATRÍA ANTE LA SEXUALIDAD:

Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir una información y educación
sexual, que no sólo contenga conocimientos sobre reproducción y genitalidad, sino también
actitudes, habilidades y valores necesarios para disfrutar de su sexualidad, tanto física como
emocionalmente, individualmente y en sus relaciones con los otros, y que les haga capaces de
tomar decisiones informadas sobre su vida sexual y reproductiva.

La educación sexual debe ayudar a los niños, las niñas y adolescentes a adquirir una adecuada
información sobre la anatomía y el desarrollo sexual y reproductivo, disipando mitos, creencias
erróneas y dudas; desarrollar habilidades vitales como el pensamiento crítico, negociación y
comunicación, confianza, empatía, capacidad para hacer preguntas y buscar ayuda, etc. y
consolidar actitudes y valores positivos como mentalidad abierta, autoestima, ausencia de
prejuicios, respeto a los demás y actitud positiva en lo referente a su salud sexual y
reproductiva.

La educación sexual debe hacerse también en las escuelas. Como también las familias deben
jugar el papel que les corresponde. Sin embargo, no siempre ocurre ni lo uno ni lo otro. O
cuando ocurre se centra más en los aspectos biológicos que relacionales. Por tanto, si los y las
profesionales de la pediatría y de la enfermería son conscientes de ello, pueden ejercer una
labor muy importante, tanto desde su consulta, como mediante su participación en actividades
de educación sexual dentro de la escuela o en otros ámbitos de participación comunitaria.

La Academia Americana de Pediatría elaboró en 2001 un documento sobre la educación sexual


a niños, niñas y adolescentes con una serie de recomendaciones para la consulta de pediatría:

1. Integrar la educación sexual en la práctica clínica habitual y situarla en una


perspectiva de continuidad desde la primera infancia hasta la adolescencia, sin
pretender en ningún caso imponer valores en la familia.
2. Animar a las familias a tratar con sus hijos e hijas los temas relacionados con la
sexualidad, sin eludir respuestas y en términos apropiados al nivel de desarrollo de
cada niño o cada niña.
3. Proporcionar educación sexual que respete la confidencialidad y reconozca los valores
y creencias del niño de la familia.
4. Suministrar consejo específico confidencial, sensible a las diferencias culturales y sin
prejuicios, sobre las cuestiones clave de la sexualidad.
5. Consejo e información sobre recursos para niños, niñas y adolescentes con
necesidades específicas (homosexualidades, discapacidad y otras situaciones -niños y
niñas con riesgo de relaciones sexuales precoces y no deseadas: víctimas de abusos
previos, desarrollo puberal precoz o factores de riesgo social, problemas de
aprendizaje, abuso de drogas o alcohol o comportamiento antisocial-.). El mantener
una actitud abierta y libre de prejuicios y evitar el sesgo heterosexual tanto a la hora
de hablar de sexualidad como cuando se hace la historia clínica, favorece la apertura
de chicos y chicas que sientan que su orientación del deseo es homosexual. Que se
sientan gays, lesbianas o bisexuales sin que les suponga miedo o temor expresarlo al o
la profesional de la salud. Habitualmente la sexualidad de las personas con
discapacidad está rodeada de silencio; tanto las familias como los propios chicos y
chicas con discapacidad tienen que oírnos hablar del tema y tienen que percibir que
tratamos su sexualidad con la misma legitimidad que, por supuesto, al resto de
sexualidades.
6. Facilitar atención ginecológica a las adolescentes con relaciones coitales.
7. Participar y colaborar en programas escolares de educación sexual.
8. Trabajar con las autoridades sanitarias locales en la planificación de estrategias
comunitarias para reducir la tasa de actividades sexuales de riesgo.

CONTENIDOS A ABORDAR EN LAS DIFERENTES REVISIONES Y CONTACTOS CON EL NIÑO Y SU


FAMILIA:

Recién nacido:

En cuanto a la información y consejos dentro del plan de cuidados del recién nacido, irán
dirigidos fundamentalmente a reforzar el desarrollo del vínculo afectivo. Buena parte de la
educación sexual que todo niño y toda niña necesitan parte de ese vínculo. Cuando sienten
que son queridos y queridas tal y como son, cuando se los acepta y se les da seguridad a través
del contacto piel con piel, cuando se les permite expresar emociones, se está haciendo
educación sexual

El control de los genitales debe hacerse en cada consulta. Es frecuente la presencia de


leucorrea o sangrado vaginal fisiológicos en los primeros días de vida en el caso de las niñas o
de ingurgitación mamaria en ambos sexos que pueden también servir de disparador.

Hasta los 6 meses:

Se continúan controlando y explorando los genitales en cada consulta.

Aprovechar en el momento de hablar de lo aconsejable de “sacar” al bebé de la habitación,


sobre todo cuando el espacio de la casa lo permite, para hablar de todas las ventajas que
puede conllevar esa “salida”. El bebé va a ganar en autonomía e independencia, y la pareja
también va a recuperar un espacio propio y de intimidad. Además del espacio, aconsejar que
cultiven “el tiempo” de la pareja.

En el plan de cuidados se seguirá hablando de la importancia del refuerzo del vínculo afectivo y
de la necesidad de más vinculaciones afectivas. Es decir, que para el desarrollo del niño y de la
niña es bueno que haya más de una persona que lo quiera y que se lo demuestre. Un niño o
una niña que se vincula afectivamente a más de una o más de dos personas será un niño o una
niña con más apoyos y recursos.

Control de los 6 meses a los 2 años:

Se continúan controlando y explorando los genitales en cada consulta.

Para la promoción de la salud resulta imprescindible que las familias escuchen hablar de
sexualidad y de educación sexual en este momento de manera explícita. Para que aprendan
que en la consulta y en esos ámbitos se puede hablar de sexualidad.

Se puede explicar realmente que la educación sexual se expresa con el contacto corporal, con
el acariciar y el abrazar, con los masajes al bebé, con los besos y con la importancia de ir
permitiendo que el bebé pueda mostrar sus emociones, de tal manera que sienta que se lo
reconoce y, sobre todo, que se lo quiere, transmitiendo seguridad, y posibilitando la seguridad
en el propio niño. De este modo se logra situar la Educación Sexual o la Sexualidad en la
dirección de conocerse, aceptarse y poder expresar sus emociones.

Comentar en esta etapa la posibilidad de que, con esos contactos, o coincidiendo con ellos, se
produzca una erección en el pene (en el clítoris también podría suceder, pero no son tan
evidentes). Explicar que tanto los genitales del niño como los de la niña están inervados y
pueden responder de este modo a determinados estímulos.

Este punto debería servir para ayudar a distinguir entre Sexualidad Infantil y Sexualidad adulta
y cómo “las erecciones” no tienen el mismo significado en un momento que en otro. Hablar de
estos temas puede ser un buen momento para legitimar lo que se consideran contactos
adecuados, a la vez que lo hacemos de los “contactos inadecuados” que serían todos aquellos
en los que la persona adulta deposita intención erótica.

Recordar y recuperar temas de la pareja tanto en lo afectivo como en lo erótico y trasmitir que
lo “sexual” en estas edades de los niños es algo más que la higiene de los genitales (retraer el
prepucio o limpiar en dirección vulva-ano).

Control de 2 a 6 años:

Se continúan controlando y explorando los genitales en cada consulta.

Hablar de “la curiosidad sexual” relacionado con lo cognitivo-perceptual y no como un capítulo


específico sobre lo sexual. Explorar el área de la comunicación, resaltando qué significa la
curiosidad, cómo resolverla y cómo ir forjando cimientos que permitan que la comunicación en
este tema sea una constante en la familia. Aparecen las preguntas inesperadas por parte de los
niños.

Es importante dar a la familia claves que les permitan resolver estos puntos de modo que
vayan sintiendo que pueden abordar estos tópicos con sus hijos. Las claves son sencillas:
naturalidad, empatía, buena disposición, contestar al niño o a la niña mejor que a la pregunta,
decir la verdad, utilizar palabras sencillas y entendibles, hablar del tema cuando sea necesario.
Trasmitir así que lo importante es poder hablar y habilitar espacios de diálogo.

En cuanto al tema de relaciones interpersonales y los celos, tanto hacia las figuras maternas o
paternas como hacia un posible hermano, procurar que las familias entiendan que los mismos
suelen ser razonables, pero que deben ser pasajeros. Se trata de que el niño o la niña aprenda
que, si las personas adultas se quieran entre ellas o que quieran también a otro bebé, no le
restará cariño a él o ella. Estableciendo que todos los cariños son compatibles.

Es pertinente que a estas edades se trate el tema de la autoexploración y manipulación


genital; habrá, por tanto, que explicar lo que significa la masturbación infantil, la importancia
de la intimidad, de lo privado y su contraste con lo público. Explicar a las familias la
importancia de las palabras, así como el tono afectivo que se utiliza. Explicar también “los
juegos” y, al igual que la curiosidad, será importante dar claves. En este período explicar a la
familia sobre aspectos de la identidad sexual, la identidad de género y lo poco que tienen que
ver con la orientación del deseo.

Control de 6 a 11 años:

Se continúan controlando y explorando los genitales en cada consulta.


Las familias van a preguntar menos. Lo sexual pocas veces se presenta ahora de manera
“urgente”. Ya no son habituales las conductas de masturbación en público. A partir de los seis
años se suele tener conciencia de las normas sociales y, por lo tanto, la masturbación forma
parte de la intimidad o de lo prohibido.

Si bien se habla de etapa de latencia, la curiosidad y el interés de los niños por temas
relacionados con lo sexual continúa estando presente. Por lo que es necesario sugerir a los
padres hablar de esos temas, aunque no surjan preguntas. Animar a las familias a que se
permitan hablar y comentar lo que aparece en la televisión, internet, entre otros, habilitando
espacios de reflexión y diálogo de las familias con sus hijos y de ellos con sus padres.

Los comentarios del equipo de salud ya no pueden dirigirse sólo a la familia o a quien
acompañe al niño o a la niña sino también al propio niño/sujeto de derecho que es el
protagonista de la consulta. Es importante que las valoraciones no sean sólo de índole de su
crecimiento, del padecimiento por el que consultan, sino que puedan escuchar: valoraciones
en su condición de niños o de niñas, de los diversos modos de ser un niño verdadero y
respetado; aludiendo en la consulta a los dos sexos. Abonando a la construcción de una buena
relación médico paciente.

Algunas consideraciones generales:

Todas las consultas las hacen personas. No debemos atender a la consulta o responder a la
pregunta. Debemos atender o responder a la persona, a quien consulta. Es necesario atender
los matices y las peculiaridades que rodean cada demanda prestando atención a las palabras,
así como también mirando a la cara a la persona, dando señales de escucha, asegurando un
mutuo entendimiento. En definitiva, establecer una relación entre personas, en la que ambos
somos importantes.

A partir de que el niño o la niña puede seguir una conversación hay que procurar incorporarlo.
Que aprenda que se lo tiene en cuenta y que se puede hablar con él (en referencia a todo el
equipo de salud). Aunque la consulta la haga el padre o la madre la respuesta debe incluir al
hijo o la hija.

En definitiva, cada consulta es una oportunidad para trabajar por esa idea de la sexualidad en
la que caben “todas las sexualidades”, a que aprenda a conocerse, a aceptarse y a expresarse
de modo que resulte satisfactorio. También para animar a que las familias hagan lo propio
desde su ámbito y en la misma dirección.

Es importante hacer consciente a la familia de que también se educa con el modelo de


hombre o de mujer, con el modelo de pareja, con lo que se habla y lo que se calla, con la
actitud, con lo que se habla delante de ellos o de ellas, con el papel que juegan los afectos, la
comunicación, la naturalidad, el respeto.

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