Está en la página 1de 1

También conocido como Génesis de Alejandría, se dice que es una mutación genética, que hace

que los niños nazcan con los ojos azules o grises y que posteriormente cambien a un color violeta
intenso. Pero a esta mutación se le atribuyen muchos otros cambios: una piel muy pálida que no se
daña con el sol, ausencia de vello facial y corporal, un metabolismo acelerado que evita que
engorden, una alta resistencia a caer enfermo, una excelente visión y una larga esperanza de vida
que supera los 100 años. También se dice que las mujeres que lo tienen carecen de menstruación,
pero que a la vez son perfectamente fértiles. Una serie de condiciones muy beneficiosas, casi
seres humanos perfectos.

¿Y cuál es su origen?

Cuenta la leyenda que en el antiguo Egipto, cierto día, surgió una fuerte luz en el cielo, y que el
color de los ojos de las personas que lo vislumbraron cambió a un púrpura intenso y además su
piel se volvió muy pálida. Posteriormente emigraron al norte y supuestamente desaparecieron.

¿Pero, es real?

No nos consta un origen documentado, ni una explicación médica contrastada sobre este


fenómeno, lo que nos lleva a una leyenda de tantas que circulan por las redes.

Es cierto que hay personas que tienen los ojos con un cierto color violáceo, suelen ser
personas albinas. Esta tonalidad se forma con la mezcla de rojos y azules, creando un tono azul
intenso casi violeta, debido a la falta de melanina.

No dudamos que algunas de estas condiciones son plausibles. Existen personas con un sistema
inmunológico fuerte, resistente a las enfermedades. Otras tienen una excelente visión durante toda
su vida o pueden comer mucho sin engordar, al igual que hay zonas donde se da una longevidad
especial, como en ciertas zonas del Cáucaso o de Japón.

Desde Todo Óptica te recomendamos no hacer demasiado caso de las leyendas urbanas y acudir
a tu oftalmólogo ante cualquier cambio en tus ojos.

También podría gustarte