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CONFORT TERMICO

Estudiante:
Sofía Isabel Fernandez,
C.I: 30.250.881
Profesor: Jesús Aguilera
Confort térmico

Es una sensación neutra de la persona respecto a


un ambiente térmico determinado. Según la norma
ISO 7730 el confort térmico “es una condición
mental en la que se expresa la satisfacción con el
ambiente térmico”. El confort térmico depende de
varios parámetros globales externos, como la
temperatura del aire, la velocidad del mismo y la
humedad relativa, y otros específicos internos
como la actividad física desarrollada, la cantidad de
ropa o el metabolismo de cada individuo. Para
llegar a la sensación de confort, el balance global
de pérdidas y ganancias de calor debe ser nulo,
conservando de esta forma nuestra temperatura
normal, es decir cuando se alcanza el equilibrio
térmico.
El confort y las variables del clima
Recientes investigaciones —promovidas por la American Society of Heating, Refrigeration and Air
Conditioning Engineers (ASHRAE)— indican que los usuarios de edificaciones ventiladas
naturalmente se sienten confortables en un mayor rango de condiciones de temperatura y humedad,
que la gente habituada al aire acondicionado. El confort percibido en edificios ventilados
naturalmente se ve afectado por las expectativas climáticas locales y mayores niveles de control
personal, debido a que los ocupantes tienen la opción de seleccionar la ropa apropiada, abrir las
ventanas o encender los ventiladores, con un consumo mínimo de energía.
Las condiciones climáticas están dadas por la ubicación geográfica, y pueden categorizarse en
condiciones macroclimáticas y microclimáticas. Las condiciones macroclimáticas se originan por la
pertenencia a una latitud y región determinada, y las variables ambientales más importantes son:
 Temperaturas medias, máximas y mínimas.
 Humedad relativa.
 Radiación solar.
 Dirección y velocidad del viento.
 Niveles de nubosidad.
 Pluviometría.
El confort y la variables de temperatura

El confort térmico es un concepto subjetivo que expresa


el bienestar físico y psicológico del individuo cuando las
condiciones de temperatura, humedad y movimiento del
aire son favorables a la actividad que desarrolla. Con
base en la experiencia en el diseño de sistemas de aire
acondicionado, se ha determinado que la mayoría de la
gente se siente confortable cuando la temperatura oscila
entre 21º C y 26º C, y la humedad relativa entre 30% y
70%. Estos valores se aplican cuando las personas están
vestidas con ropa ligera, a la sombra y relativamente
inactivas. El exceso de calor, sea proveniente del
ambiente o generado por el propio metabolismo, debe
ser eliminado para mantener una temperatura constante
en el cuerpo y asegurar el confort térmico
El confort y la variable de humedad

Humedad relativa; La relación entre la cantidad real de vapor de agua que está en el aire y la cantidad
máxima que podría llegar a contener. Cuanto mayor es la humedad relativa, más difícil es perder
calor a través de la evaporación del sudor y por ello, nuestra sensación de confort es mayor con un
calor seco que con un calor húmedo. Se considera que humedades entre el 40 y el 70% pueden dar
sensación de confort.
Factores personales

El confort térmico puede verse afectado también por una serie de factores personales que
serían:
 Indumentaria; la ropa de las personas incide directamente en el intercambio de calor con
el aire y las superficies circundantes.
 Actividad física; el nivel de actividad de las personas o trabajadores, es decir el calor que
se genera por el metabolismo muscular, incide significativamente en la percepción de la
sensación de confort térmico.
 Bienestar y enfermedades; el acceso a la comida o bebida, la aclimatación o el estado
de salud son otros factores que influyen en la sensación de confort térmico.
Problemática que existente en mi
comunidad

En el estado Zulia, específicamente en la costa oriental del lago, se demuestra que tales viviendas no son
diseñadas y construidas adecuadamente al clima local (cálido y húmedo todo el año). Entre otros
aspectos, esta inadecuación se debe a que las temperaturas de globo (Tg) registradas en el interior de las
viviendas durante el día en los meses más frescos del año (enero y febrero), resultaron ser generalmente
superiores en 1,5 a 2,5°C a las temperaturas de bulbo seco interior (Tbsint). Por esta razón, se considera
que las Tg pueden reflejar con mayor precisión las condiciones ambientales internas bajo las cuales los
individuos manifiestan sus sensaciones térmicas y, por ello, es utilizada en la estimación de las
temperaturas de confort (Tc) bajo el modelo adaptativo.
Asi mismo, frente a altos valores de Tbsint, Tg, humedad relativa (HR) y escasa velocidad del aire (Vv), se
demuestra que los ocupantes de tales viviendas manifiestan sensaciones de confort o cercanas a ellas y
de preferencias por ambientes ligeramente más fríos o frescos.
Recomendaciones

En líneas generales, podríamos estimar que unas condiciones climáticas concretas podrían suponer
un buen valor de confort climático:
 Una temperatura ambiental del aire que ronde entre los 18ºC y los 26 ºC.
 Una temperatura radiante media en la superficie de entre los 18ºC y los 26 ºC.
 Una velocidad del aire que se encuentre entre los 0 y los 2 m/s.
 Una humedad relativa que se encuentre entre el 40% y el 65 %.
¿Cómo podemos obtener dicho confort en el hogar?
Principalmente, evitando una sobreutilización de los sistemas tradicionales de climatización
y apostando por un entorno más eficiente energéticamente y preparado para afrontar las
inclemencias exteriores. Los equipos de aire acondicionado combaten la temperatura
insuflando aire frío, pero además de tener un gasto muy elevado no limpian el aire ni
solventan los problemas estructurales del edificio.
Mediante un sistema de ventilación mecánico podemos eliminar el aire viciado y la
humedad, para luego introducir aire limpio y filtrado, que puede refrigerarse mediante el by-
pass de una unidad de recuperación de calor. Igualmente, el aislamiento térmico de un
edificio también puede lograr que se proteja del calor y que el confort térmico aumente de
manera gradual sin la necesidad de usar aparatos de aire acondicionado u otros sistemas
de climatización tradicionales.
Conclusión

Normalmente se considera que el confort térmico se alcanza a unos veinte grados centígrados.
Con todo, hemos visto que esa apreciación puede no ser del todo correcta, puesto que la
sensación térmica podrá oscilar varios grados arriba o abajo. Además, hay que tener en cuenta
que algunos factores como la humedad no solamente hacen bajar esa sensación térmica, sino que
son perjudiciales, a la larga, para la salud (especialmente en personas con problemas de tipo
pulmonar), favoreciendo además la aparición de hongos. En estos casos, evidentemente, es
complicado hablar de confort térmico aun cuando se haya llegado a esa temperatura antes
descrita.
El confort o su ausencia es capaz de influir en el estado de ánimo más de lo que pensamos.
El disconfort puede causar fatiga, accidentes, posiciones forzadas y falta de sueño. El
confort en la arquitectura proporciona proactividad, seguridad, comodidad y descanso a sus
habitantes.
Como arquitectos, no debemos olvidar que:
 La arquitectura que proyectamos, además de bella y proporcionada, debe ser
confortable y generar bienestar a sus ocupantes.
 Se consigue solamente de una manera: incorporando estrategias de confort al diseño
arquitectónico.

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