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ASPERSIÓN AEREA DEL GLIFOSATO

JHON S. NOGUERA1, JUAN D. MENDOZA1

El glifosato consiste en una clase de “veneno”, con el que se busca darles fin a
los cultivos de coca, siendo un herbicida de amplio espectro, que ha sido
desarrollado para lograr la eliminación de arvenses, hierbas y arbustos
perennes. Dicho material que es absorbido por las hojas o inyectado en troncos
y tallos, en otro caso pulverizarse (fumigación por aspersión) como herbicida
forestal.
Si bien sabemos este fungicida es de alto riesgo y genera un peligro en la
vida humana, de los animales, plantas y medio ambiente, presentan
consecuencias negativas con esta clase de fumigación. Por ende, la eficacia de
esta política queda en entredicho puesto que, los cultivos volverían a aparecer
con el paso de los días.
El Consejo Nacional de Estupefacientes y la Dirección de Antinarcóticos de la
Policía Nacional, violaron el derecho a la consulta previa de los
colombianos por ejecutar el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos,
por medio de aspersión aérea con Glifosato (PECIG) en sus territorios sin
hacer la realización de la consulta previa, teniendo en cuenta los
esporádicos efectos de la erradicación sobre los cultivos lícitos, así como la
relación de las comunidades étnicas con la tierra, las fuentes de hídricas y el
entorno de sus territorios, a pesar de que se alega en este caso que existen
riesgos de daños a la salud humana desconociendo así el principio
constitucional de precaución, propio de la protección constitucional del derecho
a la salud.
Al exponer el contexto de la problemática es necesario mencionar que tanto los
efectos derivados del uso de este agente químico, como las acciones legales
correspondientes han escalado de manera significativa en el mundo,
cuyos hechos han alcanzado amplia notoriedad mediática y expresiones
de repudio por parte de la sociedad, prevaleciendo la resistencia de las
corporaciones al reconocimiento del potencial tóxico y contaminante del
principio activo fuertemente cuestionado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2015
señaló al producto Roundup como “cancerígeno probable”, el cual es
fabricado por el grupo estadounidense Monsanto, adquirido recientemente por
la Corporación alemana Bayer. La OMS considera al glifosato como un
perturbador endocrino, concepto que discuten las autoridades científicas
europeas (ECHA y EFSA) y las de algunos otros países como Estados Unidos,
Canadá, Australia y Japón
A partir de la información aquí consignada y considerada es posible señalar
que los procesos jurídicos desarrollados hasta el momento han permitido
establecer las referencias, comprender las condiciones generales y las posibles
consecuencias del uso inadecuado de las metodologías de aspersión del
Glifosato, recaudando elementos probatorios suficientes que permitan definir la
suspensión de las aplicaciones y la oportuna evaluación científica que facilite
prever las consecuencias a largo plazo.
Teniendo en cuenta la importancia de las diversas opciones, como lo es la
erradicación manual y los programas de sustitución de cultivos, cuyo
costo y efectividad no ha sido evaluado por parte del Gobierno, y por tanto,
se dificulta establecer la pertinencia de la aspersión con glifosato (aérea o
terrestre), en la lucha contra las drogas.
Centrándonos más en el tema, el uso de un producto tóxico para la aspersión
de cultivos de coca requiere de un estudio minucioso con fundamento científico
y debidamente sustentado, garantizando la protección del derecho fundamental
a la salud y a un ambiente sano, con respecto a las comunidades étnicas
diferenciadas presentes en el territorio de erradicación. El requerimiento de una
licencia ambiental y un plan de manejo ambiental, dejar entrever que el impacto
es de afectación directa (Presuntamente cancerígeno), según calificación
de la jurisprudencia, así en adelante el debate en Colombia se concentrará
en la aplicación del principio constitucional de precaución ante la posibilidad de
utilizar este cuestionado herbicida conforme a las recomendaciones que el alto
tribunal consignó en sus sentencias de tutela.
Posteriormente, según el ministerio de defensa en reportes dados acerca de
este espiral de violencia y masacres generadas en el país, manifiesta que una
gran cantidad de homicidios desde años atrás y hasta la actualidad, se están
presentando en las zonas de alta concentración de cultivos ilícitos. Esto debido
a que todas estas organizaciones que combaten por el control de rutas e
insumos y todos los elementos en ese negocio criminal como lo es el
narcotráfico.
Es por lo que a manera de critica no se debe desconocer el vínculo inevitable
que se genera a partir de los cultivos ilícitos, es decir entre la coca y la
violencia, entre la coca y los asesinatos de líderes sociales y jóvenes.
Desgraciadamente aún se sigue viviendo este fenómeno criminal en nuestro
territorio. Según las estadísticas se ha generado un crecimiento exponencial en
las hectáreas de cultivos ilícitos llegando hasta el momento a una cantidad de
177.000 hectáreas, pero en realidad son más de 200.00 que sin duda alguna
es una cifra desanimadora a comparación del año 2013 en el cual los cultivos
eran menores o iguales 48.000 hectáreas y todo esto como resultado del
cambio de ciertas políticas en el gobierno colombiano.
Viendo todos estos acontecimientos y teniendo en cuentas los datos que se
registran por las entidades del gobierno nacional, estamos de acuerdo y
apoyamos de manera positiva las aspersiones aéreas y nuevamente el uso de
este herbicida denominado Glifosato.
En primer lugar, porque este proceso se probó anteriormente y fue exitoso,
demostrando así una reducción significativa en un 9% de los cultivos ilícitos en
el país, como segundo ítem, porque este método es más seguro, ya que
preserva la vida de miembros de la fuerza pública y de todo los erricadores que
se encuentran en estas zonas de concentración o zonas de erradicación, los
cuales son atacados y hostigados bien sea por minas antipersonales o por
grupos al margen de la ley. Como tercer punto, es más económica esta
erradicación por aspersión con glifosato, lo que por ende significa que estos
recursos se pueden utilizar en otros proyectos u otros programas, en un cuarto
lugar, es muy productiva y rinde mucho más, debido a que se pueden erradicar
entre 400 y 600 hectáreas diarias, entonces debido a esto es muy importante
para Colombia con todas las seguridades poder avanzar rápidamente en la
erradicación gracias a la aspersión sin descuidar las debidas herramientas
planteadas en un buen manejo de estas zonas y garantizar el mejor nivel de
vida para los campesinos.
En conclusión, si se logra todo esto, es importante preservar primeramente la
vida de las personas que habitan en estas zonas de concentración, preservar el
medio ambiente, crear condiciones que permitan la inversión y el desarrollo en
estas zonas veredales, y que mejoren notoriamente la calidad de vida de los
campesinos.

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