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GEOLOGÍA

ESTRUCTURAL
NATURALEZA DEL MOVIMIENTO
6TA SEMANA
Descomposición de las fuerzas actuantes sobre un volumen de roca en sus
componentes en el espacio cartesiano. Adaptada de Department of Aerospace
Engineering Sciences (2012).
Descomposición de las fuerzas actuantes sobre un volumen de roca en sus
componentes en el espacio cartesiano. Adaptada de Department of Aerospace
Engineering Sciences (2012).
El elipsoide de esfuerzos está definido por tres ejes que corresponden a los
esfuerzos principales s1, s2, y s3 y los planos ortogonales que los contienen.
En los casos más generales, la relación entre los
esfuerzos principales es σ1 > σ2 > σ3, definiendo así un
elipsoide poliaxial. Si σ1 = σ2 = σ3, entonces el
elipsoide es una esfera, y se trata de un estado
tensional isótropo o hidrostático, caracterizado por la
ausencia de esfuerzos de cizalla.
La elipse de esfuerzos está definida por dos ejes que
corresponden a dos esfuerzos principales y el plano
que los contiene.
Deformación: el porqué de la diversidad de estructuras
La deformación puede ser:

• Continua, cuando el cambio de forma o tamaño tiene lugar


de manera continua, sin cambios bruscos.

• Discontinua, cuando existen cambios importantes o


variaciones acusadas de la deformación, a través de
superficies o zonas discretas.

• Homogénea, cuando cada partícula o parte de la roca es


deformada de la misma manera.

• Inhomogénea o heterogénea: la cuantía de la deformación


varía notablemente en un volumen de roca dado.
Los conceptos de homogeneidad y continuidad de la deformación no son
equivalentes, aunque sí están muy relacionados.
Para evaluar la naturaleza (y también la cuantía) de la deformación es fundamental
disponer de marcadores geométricos. Adaptada de Nicolas y Mainprice (1987).
En realidad, toda deformación implica cierto desplazamiento relativo, ya sea de
átomos, cristales, granos, partículas, o zonas del macizo rocoso. Pero no
siempre el desplazamiento implica deformación interna.

La deformación se resuelve con un acortamiento o extensión de los materiales.


La deformación se expresa comparando las dimensiones en el estado
deformado con las del estado inicial de la roca sin deformar. Así, podemos
considerar la deformación longitudinal, elongación o estiramiento/acortamiento
Σ, y la deformación volumétrica o dilatación/retracción Δ.

Σ = (Li - Lf )/Li
Δ= (Vi - Vf )/Vi

Siendo Li y Lf, las dimensiones lineales inicial y final, respectivamente; y


Vi y Vf, los volúmenes inicial y final, respectivamente.
Si consideramos la relación entre la variación de los
esfuerzos aplicados y la deformación producida,
podremos ver que existen en los materiales tres tipos
de comportamiento:

- Comportamiento frágil: implica una deformación elástica con pérdida


brusca de la resistencia, a través de un plano o conjunto de planos, sin
ninguna o muy poca deformación plástica. Este comportamiento es
común en rocas coherentes sanas, las típicas rocas “duras”.

- Comportamiento frágil-dúctil: implica deformaciones elásticas y


plásticas, con una resistencia residual mayor. Este comportamiento es
común en rocas con discontinuidades preexistentes y arcillas, las típicas
rocas “blandas”.

- Comportamiento dúctil: implica deformaciones plásticas (no


recuperables), la resistencia se mantiene constante aunque la
deformación aumenta. En sales o en otras rocas, sometidas a alta
temperatura, y/o circulación de fluidos.
Importante: dado que en la deformación dúctil el régimen es “asísmico” quizás más
que de “rotura” deberíamos hablar de “discontinuidad por flujo plástico” del material.
Es decir, la roca más que romperse lo que hace es deformarse y “fluir”.
El comportamiento elástico de la roca supone la formación de fallas durante el
plegamiento, coherentes con el tensor de esfuerzos que ha generado este.
La propia formación de un pliegue hace que se desarrollen zonas sometidas a
tensión (extensión), contrastando con zonas sometidas a compresión
(apretamiento).
Así, la distribución interna de los esfuerzos en un pliegue hace que se generen
diferentes sistemas de fracturas en función de los tensores locales, de manera
que se pueden encontrar sistemas de diaclasas y fracturas en apertura
(extensión, zona externa de la charnela), en cierre (compresión, zona interna de
la charnela) y fracturas con movimientos en dirección (cizalla, en zonas de
flancos).

Distribución de tensores de esfuerzos en un estrato plegado, y formación de


sistemas de diaclasas y microfracturas según estos tensores.

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